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TEMA 1.

Análisis de conducta criminal


Dr. Juan Enrique Soto

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Índice

1. Concepto de análisis de conducta


criminal
2. Unidades mínimas de análisis de
conducta

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Introducción

Todas las ciencias tienen como objetivos describir, comprender,


predecir y aprender a controlar o modificar aquello que estudia.

La Psicología los comparte. Su objeto de estudio es la conducta y lo


hace desde diversas perspectivas.

Una de ellas es la Psicología jurídica, cuyo objetivo concreto es aplicar


sus conocimientos para mejorar el ejercicio del Derecho, en general, y
la intervención del sistema de justicia en particular, entendiéndose por
este sistema la conjunción de las actuaciones de las fuerzas y cuerpos
de seguridad, la administración de justicia y las instituciones
penitenciarias

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Psicología Jurídica

» La psicología forense, pericial o psicológica aplicada a los tribunales.


» La psicología penitenciaria.
» La psicología del testimonio.
» La psicología judicial.
» La psicología de la victimización
» La psicología del trabajo y de las organizaciones aplicada al sistema de justicia.
» La psicología criminal o psicología de la delincuencia
» La psicología criminalista.

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Forense

Criminalista... Penitenciaria

Victimización Testimonio

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El análisis de conducta es una práctica profesional circunscrita a la Psicología
Criminalista.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua (DRAE) define la palabra


criminalista como aquel especialista en el estudio del crimen. Por tanto, la
psicología criminalista se puede definir como la aplicación de la psicología al
estudio del crimen.

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Diferencias entre Psicología Criminalista y otras

Psicología criminal. Su objetivo es la comprensión y explicación del comportamiento


criminal (MUÑOZ et al. 2011). Trata de explicar el comportamiento delictivo, la
valoración del riesgo de violencia, la eficacia de los tratamientos psicológicos de los
delincuentes, etc., mientras que la psicología criminalista aplica los conocimientos de la
psicología a la investigación policial de los delitos concretos para lograr su
esclarecimiento.
Dentro de esta aplicación, se realizan acciones como el perfilado criminal, el análisis de
testimonio de víctimas, testigos y sospechosos, el análisis psicológico de la escena del
delito, y todo aquello que puede realizarse durante una investigación policial.

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Diferencias entre Psicología Criminalista y otras

Psicología forense. Su objetivo es auxiliar a los tribunales en la toma de decisiones


mediante la elaboración de valoraciones psicolegales que se materializan en informes
periciales que han de defenderse en el juicio oral.
Coincide con la psicología criminalista cuando se realicen entrevistas a víctimas o
testigos, cuando se valore la credibilidad de los testimonios, etc.
Sin embargo, el psicólogo forense está adscrito a los juzgados y no es un miembro de las
fuerzas y cuerpos de seguridad.

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Diferencias entre Psicología Criminalista y otras

Psicología del Testimonio. Su objetivo es el análisis del proceso de prestar declaración y


lo que significa desde el punto de vista psicológico todo el proceso de percibir,
almacenar, memorizar, evocar y transmitir un evento del que se ha tenido conocimiento.

La psicología criminalista se encargará también de obtener y analizar las declaraciones


de las personas implicadas en un al objeto de optimizar el recuerdo, valorar la
credibilidad del testimonio y detectar el engaño.

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Diferencias entre Psicología Criminalista y otras

Psicología penitenciaria. Reservada al personal adscrito a los centros penitenciarios para


las labores propias de la psicología en esas instituciones. En general, no comparte
actuaciones con la psicología criminalista.

Psicología de la victimización criminal. Su objetivo es la elaboración de programas


preventivos o de tratamiento para disminuir las secuelas de la victimización o la
elaboración de perfiles victimológicos. Este último aspecto es el que comparte con la
psicología criminalista toda vez que los perfiles victimológicos de un caso concreto que
se esté investigando son precisos para la elaboración de la perfilación psicológica de los
agresores.

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Perfiles psicológicos
agresores

Análisis testimonio

Análisis de escenas del


delito

Negociación incidentes

Manejo informadores

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El analista de conducta criminal, si es un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad
o, si no lo es, pero hay establecido algún acuerdo de participación, preparará y
participará todas aquellas diligencias policiales en las cuales hay algún tipo de
interacción con personas relacionadas con el delito o con los lugares donde pudo
haberse cometido, tales como interrogatorios, en inspecciones oculares en escenas del
delito, en las reconstrucciones del delito que se realicen con la autoridad judicial, etc.
Además, realizará análisis de comunicación no verbal y del contenido de las
declaraciones, entre otras actividades, plasmando el producto de todo su trabajo en
informes elaborados con los más altos estándares de rigor metodológico.
Esta actividad se realizará en permanente coordinación con los investigadores.

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Definición de análisis de conducta

Interpretación del comportamiento observado en las personas que


intervienen en un hecho delictivo al objeto de inferir los procesos
psicológicos que lo determinaron y, a partir de ellos, elaborar
hipótesis explicativas acerca de ese comportamiento (SOTO 2017,
2019).

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Elementos de la definición

Es una interpretación, es decir, nos movemos en el terreno de la inferencia lógica.


Debemos diferenciarlo de la mera especulación por cuanto nos basaremos en datos que
están presentes en la investigación y que son coherentes con el resto, de tal manera que
no se especula en vacío, sino que se infiere a partir de información contrastada.
En cualquier caso, la interpretación conlleva un importante grado de subjetividad que
debe ser controlado en la medida de lo posible por el analista, que debe ser un
conocedor de los sesgos cognitivos y de su control.

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Elementos de la definición

Del comportamiento observado. El analista observa el comportamiento y lo analiza.


La observación se convierte, así, en una de sus principales habilidades, por lo que debe
ser entrenada y perfeccionada.
No es infrecuente, además, que el comportamiento observado no esté presente. Cuando
se analiza un delito ya cometido, la conducta se infiere a partir de los indicios físicos que
ha dejado.
Es una observación diríamos indirecta, con lo que, una vez más, el factor interpretación
debe ser controlado.

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Elementos de la definición

Por las personas que intervienen en un hecho delictivo, es decir, todos ellos, no
únicamente el autor. Se analiza el comportamiento del presunto autor, pero también de
la víctima o víctimas o de los testigos, si es el caso.

Al objeto de inferir los procesos cognitivos que lo determinaron. Una vez observada la
conducta, se infieren los procesos cognitivos que la determinaron, es decir, los procesos
básicos que subyacen a todo comportamiento, como la percepción, la atención, la
memoria, la motivación, el procesamiento de información, la toma de decisiones, etc.

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Elementos de la definición

Y, a partir de ellos (los procesos cognitivos) elaborar hipótesis explicativas de ese


comportamiento.
Es decir, una vez quedan establecidos los procesos cognitivos que han tenido lugar, se
pueden explicar, aunque sea a modo de hipótesis, los comportamientos que observamos
o que inferimos mediante los indicios físicos.

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Regulación de la conducta

Conducta es toda acción y reacción del individuo ante el medio en el que se


desenvuelve. La conducta es el acto observable y está regulada por tres factores:

1. El fin u objetivo que persigue y que suele ser de índole material o funcional, como,
por ejemplo, robar un vehículo o satisfacer una venganza, respectivamente.
2. La motivación que impulsa la conducta y que es una variable de tipo psicológico.
3. Y la causalidad que la determina, es decir, la secuencia de actos previos que
conducen a ella y que se producen en la interacción entre víctima y victimario.

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En el ámbito criminológico, el objetivo suele coincidir con el bien jurídico protegido: la
propiedad, la libertad en general, la libertad sexual, la integridad física, etc. el
delincuente pretende hacerse con un objeto que considera valioso o pretende obtener
por la fuerza un acceso sexual, por poner un par de ejemplos.

La motivación es el impulso que pone en marcha al sujeto para lograr el objeto de su


deseo, mientras que la causalidad se traduce en la dinámica de acciones de víctima y
victimario y que acaban configurando el delito.

Objetivo

Causalidad Motivación

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Unidades Mínimas de Análisis de Conducta

En el ámbito judicial, solo las conductas son punibles.


Los códigos penales son catálogos de comportamientos.
El concepto que el legislador establece cuando se refiere a las conductas es muy amplio.
A un analista de conducta, esta caracterización global del comportamiento no le es útil.
Por ejemplo, los códigos usan expresiones generales como matar, agredir, apropiarse,
defraudar, extorsionar, etc. Cada una de estas acciones necesita de múltiples conductas.
No existe equivalencia entre cómo define un código penal cualquier conducta y cómo el
analista de conducta criminal se enfrenta al análisis del comportamiento delictivo.
Para realizar cualquiera de las acciones citadas, se necesita la ejecución de una infinidad
de conductas menores que las conforman.

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Para esclarecer un delito, se deben considerar todas las conductas que los investigadores
y los analistas logren detectar para tener una idea de la secuencia de hechos que generó
el delito. Cada conducta se convierte en una variable esencial individualmente y en
conjunto, teniendo en cuenta que no hay conducta sin motivación.
Según se va detectando cada comportamiento, es posible asignarle cuál es su
motivación.
La suma de todas esas motivaciones da lugar a una motivación general, el móvil criminal.

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Indicios Juicio Oral Evidencias

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El proceso para el análisis de los indicios psicológicos es el mismo que para el de los
físicos. Deben ser detectados, recogidos y analizados.

Los integrantes de la policía científica, empleando sus métodos, técnicas e


instrumental adecuado, detectan, recogen y analizan los indicios físicos, como una
huella lofoscópica, un cartucho de bala o un fluido. El analista de conducta hará lo
mismo con los indicios psicológicos.

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Unidades Mínimas de Análisis Conductual

Unidades Mínimas de Análisis Conductual (UMAC): la menor conducta observada en


la comisión de un hecho delictivo que puede ser interpretada por sí sola en función del
contexto considerado (SOTO 2019).

Según se detecta cada conducta menor, se establece la unidad mínima de análisis


conductual. Y según se establece la motivación de cada conducta menor, se asigna la
motivación a cada umac.

La suma de todas ellas, finalmente, es la que nos permite establecer la motivación que
subyace a todo el conjunto de acciones, la motivación general o móvil del autor al
cometer el delito.

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UMAC
1

Móvil
UMAC
2 del
delito

UMAC
n

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Por lo tanto, el análisis de conducta criminal consistirá en la descomposición de toda
conducta compuesta por otras hasta detectar las UMAC, ordenándolas
cronológicamente e infiriendo la motivación específica de cada una de las unidades
mínimas para, una vez establecida la secuencia de conductas y sus respectivas
motivaciones, generar una hipótesis sobre la motivación global del autor, lo que
permitirá establecer una posible relación entre el hecho delictivo, la víctima y la
identidad del autor (SOTO 2019).

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Todo autor de un delito está conectado a él precisamente por serlo.
Para evitar la acción judicial contra él, debe tratar de romper la conexión entre su
identidad y el delito: ocultar su rostro, usar guantes, alterar elementos de la escena para
que parezca otra cosa de la que realmente es, asesinar a la víctima, etc.

Fundamentalmente, esa desconexión se realiza mediante conductas denominadas


modus operandi, que se refiere a la realización de todas las conductas llevadas a cabo
por el agresor con la intención de cometer el delito con éxito y no ser ni identificado ni
detenido.

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Aun así, podemos encontrarnos conductas que van más allá de las que establecen el
modus operandi, es decir, que no son imprescindibles para cometer el hecho.

Estas conductas conforman el concepto denominado ritual del autor y, normalmente,


son ejecutadas porque satisfacen algún tipo de fantasía, motivación emocional o
necesidad psicológica.

En todo caso, también son conductas más o menos complejas de las que se pueden
extraer unidades mínimas de análisis conductual (como, por ejemplo, dejar un naipe en
la escena del delito) para inferir sus motivaciones. La metodología es la misma, ya sea
una conducta del modus operandi o del ritual.

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Teorías criminológicas I - Carlos Pérez Vaquero 29

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