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Apiaguaiki Tumpa

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Apiaguaiki Tumpa
Información personal
Nacimiento circa 1863
hacienda Joguaya, cerca del Río Parapetí
Fallecimiento 1892 Ver y modificar los datos en Wikidata
Monteagudo (Bolivia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Boliviana
Etnia Tapieté
Lengua materna Tapieté, guaraní oriental boliviano
Información profesional
Título Buruvichá, líder indígena
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Apiaguaiki, conocido como Apiaguaiki Tumpa o Apiaguaiki Tüpa,1 fue uno de los
líderes más importantes de los tapietes de fines del siglo XIX en la República de
Bolivia. Desde el 10 de marzo de 2018 aparece en los nuevos billetes de Bs 10 junto
a Eustaquio Méndez y Tambor Vargas del Estado Plurinacional de Bolivia.

Índice
1 Nombre
2 Orígenes
3 Tumpa: Levantamiento contra el estado
4 Derrota y fusilamiento
5 Véase también
6 Notas
7 Referencias
Nombre
El nombre "Apiaguaiki" o "Hapiaoeki": etimológicamente significa «Eunuco por Dios»
en guaraní, en referencia a la castidad divina atribuida a este líder. Tumpa o Tüpa
es el apelativo guaraní de carácter mesiánico «Hombre-Dios», asignado a algunos
líderes guaraníes, muchas veces al mando de levantamientos.2

“Se escribe ‘Tüpa’ o ‘Tumpa’ que quiere decir ‘Dios’, aunque tiene sus propias
connotaciones y que, básicamente, ahora para nosotros los guaraní representa a ese
ser extraordinario. Por una cuestión lingüística ambas formas son válida porque la
‘m’ nasaliza a la ‘u’ y sería ‘Tumpa’, o la otra forma ‘Tüpa’ que ya está
nasalizada la ‘u’, explica el sociólogo, antropólogo y escritor guaraní Elías
Caurey.1

Orígenes
Los Guaraníes (autodenominados avá guaraní), al inicio de la era republicana de
Bolivia se encontraban en constantes guerras internas pero principalmente en
conflicto con los ganaderos y hacendados criollos (“hombres blancos”, karai en
guaraní). Estos karai, desde la época colonial intentaron penetrar en el territorio
avá-guaraní, en búsqueda de mejores tierras para su asentamiento. Las expediciones
fracasaron en el intento de subyugar al pueblo guaraní, y fue solo durante la época
republicana que los avá fueron desplazados y vencidos.

Durante muchos años de insurrecciones sufrieron derrotas tras derrotas, tal es así
que creían que la situación adversa en la que se encontraban culminaría pronto, ya
que creían que debería venir a ellos el Tumpa (hombre-dios guaraní) el cual
acabaría con sus enemigos. Según se dice, después de una batalla, cuyo resultado
les fue adverso, un grupo de guaraníes encuentra entre los restos de la batalla a
un bebé, al cual acogen en su comarca ubicada entre los ríos Parapetí y Pilcomayo.
[cita requerida]
Luego de pasar un tiempo en Murucuyati, llegó a Bororigua, donde es acogido por el
anciano jefe Machirope.3 Al crecer, el muchacho se caracterizaba por mostrarse de
gran habilidad en las tareas encomendadas; más maduro, decide emprender la lucha
para que su pueblo vuelva a ser uno, ya no disperso en seis regiones.

Mientras tanto continuaron las luchas y enfrentamientos entre colonos karai e


indígenas guaraníess y qom, que llegaron a un acuerdo de paz que se concretó en el
Tratado de 1884. De acuerdo al investigador norteamericano Erick D. Langer4 este
tratado no fue respetado por los colonizadores porque no podían concebir que
«...tierras tan aptas para el ganado y la colonización por blancos... sean dejadas
a indios salvajes».

Tumpa: Levantamiento contra el estado


Luego de pasar su juventud en diversas regiones, Apiaguaiki llega a kuruyuqui
(Actual Provincia Calvo, Chuquisaca) teniendo gran acogida donde se hace conocer
como el Tumpa de la leyenda. Los guaraníes de Ivo y Cuevo (frontera de los
departamentos bolivianos de Chuquisaca y Santa Cruz) reclamaban al Gobierno que se
constituyan misiones en su territorio, como medida frente al avasallamiento de los
ganaderos blanco de la Región. La demanda se enfrentó a la oposición del corregidor
de Cuevo y ante las autoridades, aunque en 1887 se establece finalmente la misión.5
El conflicto se profundizó a fines de 1891 y los indígenas decidieron levantarse,
con Tumpa como líder. Tumpa logró reunir rápidamente un ejército con el cual empezó
la guerra en los carnavales de 1892 contra las autoridades bolivianas.6

Ante la amenaza guaraní, fuerzas militares bolivianas bajo las órdenes del Teniente
Simón Sanz se prepararon para enfrentarlos pero el Fraile Romualdo d’Ambroggi,
perteneciente a la misión de Santa Rosa (Provincia Calvo), se ofreció como mediador
y logró que ambas partes se comprometan a firmar un tratado de paz para el 4 de
enero de 1892 en el cual se respetarían las tierras chiriguanas y estos no
atacarían a nadie. Ante una denuncia de que el corregidor de Ñumbite (Cuevo, Santa
Cruz), mató y violó a una jovencita chiriguana pariente de un mburuvichá, los
guaraníes se declararon nuevamente en guerra.7

El 6 de enero de 1892 los guaraníes, al mando de Apiaguaiki Tumpa, partieron desde


su base en Curuyuqui con dirección a la Cordillera de los Guaraníes o Chiriguanía,
donde asaltaron y prendieron fuego a todos los ranchos que encontraron, no sin
antes degollar a sus ocupantes. En la madrugada del 7 de enero, emboscaron a las
fuerzas militares de Sanz en la quebrada de Mandijuty, donde él y varios de sus
hombres murieron, y así los guaraníes lograron arrasar fácilmente con la población
de Cuevo.

Las noticias de los ataques llegaron a Santa Cruz de la Sierra el 10 de enero, pero
ni el prefecto del departamento Gral. Ramón Gonzáles o la ciudadanía en general se
alarmaron por considerar que se trataba de otro levantamiento más de estos
indígenas. En cambio, las autoridades chuquisaqueñas sí se preocuparon por la
magnitud de los mismos y ese mismo 10 de enero llegó a la misión Santa Rosa un
contingente de 50 soldados y 400 indígenas, “aliados” al gobierno, al mando del
subprefecto de Azero (actualmente Provincia Luis Calvo) Coronel Tomás Frías quien,
el 13 de enero, atacó e incendió el pueblo guaraní de Ivo.

Como las autoridades no tomaron medida alguna, los guaraníes atacaron fácilmente
las poblaciones de Charagua, Gutiérrez, Alto Parapetí, Lagunillas, Camiri donde
asaltaron haciendas y mataron a sus ocupantes, aunque en algunos casos perdonaron
la vida a varios de ellos. El avance guaraní bordeaba las márgenes del río Grande.
Las comunidades karai de Ivo, El Ingre y Guacara quedaron vacías ya que sus
habitantes huyeron mientras que los de Cuevo se refugiaron en Santa Rosa y los de
Charagua en Saipurú. En Ivoka (a dos kilómetros de Ivo), un ciudadano argentino de
apellido Palavecino logró escapar del ataque guaraní para esconderse en Charagua;
desde allí envió a Santa Cruz de la Sierra al jinete Zabulón Vaca para informar lo
acontecido.[cita requerida]

Ante la nula intervención del gobierno nacional boliviano y del prefectural de


Santa Cruz, los afectados se organizaron para frenar los ataques y los guaraníes
vencen en algunas ocasiones; en la propiedad Ñankaroinsa, los hermanos Castillo
armaron a sus peones y lograron causar algunas bajas entre los gu, pero éstos se
reagruparon e invadieron la propiedad para acabar con los Castillo, aunque estos
lograron huir.

El jinete Vaca llegó a la ciudad, el 15 de enero, informando lo acontecido en


provincias. Recién allí las autoridades entendieron que la ciudad estaba en peligro
por lo sucedido en sus alrededores.

El prefecto, como primera medida, dictó un “Auto de Buen Gobierno”; al no haber


dinero en las arcas prefecturales, convocó para el 16 de enero a una asamblea donde
el pueblo decidió aportar armas y municiones para defender la ciudad ante un
posible ataque, además de ayudar a las poblaciones afectadas. Mientras se armaban,
en la mañana del 17 de enero llegó la noticia que Ñumbite había sido arrasada y al
día siguiente el Prefecto Gonzáles partió al campo de batalla con 150 hombres,
muchos de los cuales pelearon contra los chilenos en la Guerra del Pacífico, por lo
que tenían experiencia en combate.

A las seis de la mañana del 21 de enero, Apiaguaiki Tumpa con 1300 indígenas
atacaron la misión Santa Rosa en el momento en que sus ocupantes estaban en misa,
pero debieron replegarse en vista de las numerosas bajas causadas por los
defensores. Al día siguiente, las fuerzas de Gonzáles estaban en Lagunillas, el 25
en Cuevo y el 27 se unieron con las de Frías, haciendo un total de 2.000 hombres,
quienes decidieron terminar con ellos atacando directamente la base chiriguana de
Curuyuqui o Kuruyuqui.

Derrota y fusilamiento
Gonzáles y Frías atacan Curuyuqui a las ocho de la mañana del 28 de enero
encontrando gran resistencia y debieron retroceder ante la muralla de trincheras;
Gonzáles fue herido y Frías asumió el mando de las tropas. Al mediodía, las
trincheras defensivas estaban repletas de cadáveres de guaraníes y a las cuatro de
la tarde se consumaría su derrota con una masacre. Apiaguaiki y otros jefes
indígenas lograron escapar.

Apiaguaiki huyendo de la persecución; en marzo se encontró con Guatinguay, el


cacique de Caruruti, quien lo acompañó en toda la guerra y por eso tenía ganada su
confianza y prometió ayudarle a escapar por un camino seguro ubicado en las laderas
de un valle. Cuando Apiaguaiki recorría tal camino, fue capturado por un grupo
armado que estaba al mando del hacendado José Martínez. Esto resultó ser una trampa
tendida por Guatinguay quien prefirió traicionarlo a cambio de que le perdonen la
vida.

El Tumpa fue conducido a Sauces (hoy Monteagudo, Chuquisaca) y entregado al Coronel


Melchor Chavarría; él ordenó su tortura y fusilamiento el 29 de marzo de 1892, a
las cuatro de la tarde en la plaza principal, atado a un poste de madera. Con esto
concluyeron definitivamente las insurrecciones chiriguanas y se abrió el paso a la
apropiación de los territorios indígenas del Chaco Boreal. Se estima que más de 6
mil indígenas avá guaraní murieron durante el conflicto entre 1891 y 1892.8

Véase también
Batalla de Kuruyuki
Notas
«Forma como está escrito nombre del líder guaraní en el nuevo billete difiere de
la ley en su honor | BOLIVIA | ANF». https://www.noticiasfides.com. Consultado el
12 de abril de 2018.
Saignes, 2007, p. 150
Sanabria Fernández, 2008, p. 113
Langer,
Saignes, 2007, p. 154
Hurtado Guzmán, Emilio (2003), Apiaguaiki Tumpa, la última esperanza de la
liberación guaraní-chiriguana frente al Estado republicano.
Saignes, 2005, p. 223
Saignes, 2005, p. 224
Referencias
Saignes, Thierry (2007), Combès, Isabelle, ed., Historia del pueblo guaraní, Plural
Editores.
Sanabria Fernández, Hernando (2008), Apiaguaiqui-Tumpa, Editorial La Hoguera.
Langer, Erick D., Corpus Documental de Historia de Tarija, Tomo V.
Combès, Isabelle (2005), Las batallas de Kuruyuki. Variaciones sobre una derrota
chiriguana 34, IFEA, pp. 221-233.
Control de autoridades
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