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José Santos Vargas, conocido también como "El Tambor

Vargas," fue un destacado personaje de la historia de América del Sur


durante el siglo XIX. Nacido el 6 de marzo de 1786 en la provincia de
Puno, en el Virreinato del Perú, Vargas se destacó como un militar y
líder insurgente en la lucha por la independencia de Perú y Bolivia. Su
apodo "El Tambor" se debe a su habilidad en el manejo del tambor, el
cual utilizaba para comunicarse y organizar a las tropas durante los
enfrentamientos. José Santos Vargas desempeñó un papel fundamental
en la Batalla de Ayacucho en 1824, un enfrentamiento clave que selló la
independencia de Perú. Vargas luchó valientemente en esta batalla, lo
que le valió el reconocimiento y la gratitud de su país. Sin embargo,
lamentablemente, su vida fue truncada cuando murió en combate en la misma batalla, a la
edad de 38 años. José Santos Vargas es recordado como un héroe de la independencia de
Perú y su legado perdura en la historia de la nación como un símbolo de valentía y sacrificio en
la búsqueda de la libertad.

Apiaguaiki Tumpa o Apiaguaiki Tüpa,1 fue uno de los líderes más


importantes de los indígenas tapietes de fines del siglo xix en la República de
Bolivia. Desde el 10 de marzo de 2018 aparece en los nuevos billetes de Bs
10 junto a Eustaquio Méndez y Tambor Vargas del Estado Plurinacional de
Bolivia.

Luego de pasar su juventud en diversas regiones, Apiaguaiki llega a


Kuruyuqui (actual provincia de Luis Calvo, departamento de Chuquisaca)
teniendo gran acogida donde se hace conocer como el Tumpa de la
leyenda. Los guaraníes de Ivo y Cuevo (frontera de los departamentos bolivianos de
Chuquisaca y Santa Cruz) reclamaban al Gobierno que se constituyan misiones en su territorio,
como medida frente al avasallamiento de los ganaderos blanco de la región. La demanda se
enfrentó a la oposición del corregidor de Cuevo y ante las autoridades, aunque en 1887 se
establece finalmente la misión.5 El conflicto se profundizó a fines de 1891 y los indígenas
decidieron levantarse, con Tumpa como líder. Tumpa logró reunir rápidamente un ejército con
el cual empezó la guerra en los carnavales de 1892 contra las autoridades bolivianas.6

Eustaquio Méndez Arenas, nació en


Churquihuayco, San Lorenzo, Tarija, en septiembre del año 1784. Hijo de Juan Méndez y
de María Arenas, ambos españoles. Conocido como “Moto” Méndez por tener solo un
brazo, fue el líder guerrillero de la entonces Republiqueta de Tarija.

Comenzó en su lucha por la independencia enrolándose en la división de los Gauchos,


participando en la Primera expedición auxiliadora al Alto Perú, posteriormente luchó contra
las invasiones de los ejércitos realistas. En año 1812, organizó y encabezó su propia
guerrilla contra las muchas invasiones del ejército español a Tarija. En estas campañas
contó con el apoyo de la fuerza de Gauchos de Martín Miguel de Güemes.
Luchó por muchos territorios de Argentina, Monteagudo, Montenegro, Suipacha, Cotagaita,
en la Batalla Junín y otros. En la “Batalla de la Tablada” del 15 de abril del año 1817, fue el
gran vencedor.

El “Moto” Méndez fue derrotado en la batalla de Santa Bárbara. Hecho prisionero, fue
aislado, sometidos a vejámenes y finalmente falleció un viernes 4 de mayo del año 1849.

Genoveva Ríos (1865-?) fue una mujer boliviana, considerada


una heroína de la Guerra del Pacífico en su país.
Según la historia de Bolivia, en febrero de 1879, Ríos, en ese entonces
de 14 años de edad, resguardó la bandera boliviana del edificio de la
Intendencia de la Policía de Antofagasta, durante la invasión chilena de
ese puerto boliviano, que dio inicio a la Guerra del Pacífico.1 Su padre,
Clemente Ríos, era comisario de la policía boliviana en Antofagasta.
A las 8 de la mañana del 14 de febrero de 1879, el coronel Emilio
Sotomayor, comandante de la expedición chilena, envió un emisario al
prefecto del boliviano departamento del Litoral, coronel Severino
Zapata, pidiéndole la rendición y la desocupación inmediata del puerto
de Antofagasta. La acción se producía en ese día ya que a las 10 de la
mañana estaba anunciado el embargo y remate de bienes de
propiedad chilena por instrucciones del gobierno boliviano dirigido por
el presidente Hilarión Daza, cuya acción invalidaba el Tratado de 1874
firmado entre ambos países.
Ante la negativa de Zapata de entregar el puerto y ante la retirada de la milicia boliviana sin empleo
de armas, las tropas chilenas desembarcaron de la fragata blindada Blanco Encalada e iniciaron la
ocupación y a las 11 de la mañana ya habían tomado el puerto de Antofagasta. Ya tomado el
puerto, un grupo de soldados chilenos rodearon la Prefectura, arrancando y destruyendo la bandera
boliviana y el escudo boliviano colocados en el frontis del edificio, e izaron la bandera de Chile en el
mástil de la Prefectura.
Los soldados chilenos no se percataron que en el edificio de la Intendencia de la Policía flameaba
otra bandera boliviana que, según fuentes bolivianas, Genoveva Ríos bajó del mástil, doblándola y
escondiéndola entre las prendas que vestía para luego encontrar a sus padres, evitando así que la
bandera corriera la misma suerte que los símbolos patrios bolivianos de la Prefectura. 12
Posterior a la ocupación de Antofagasta, Genoveva Ríos y su familia emigraron a Iquique —en
aquel entonces ubicada en territorio peruano—, y en diciembre de 1904 —ya con dicha ciudad bajo
dominio chileno— Genoveva Ríos entregó al cónsul de Bolivia en la zona, Arístides Moreno, la
bandera que rescató de Antofagasta, recibiendo la suma de 25 pesos como compensación.

Tomas Katari
En 1777 presentó ante la Audiencia de Potosí una querella contra el
mestizo Blas Bernal, denunciándole por robos en la recaudación de
impuestos en perjuicio de la Real Hacienda y de usurparle el cargo de
curaca (cacique), que le correspondía por herencia y amparado en la
legislación colonial.
Durante 1779 se levantó contra el gobierno virreinal español exigiendo una
rebaja del tributo que estaban obligados a pagar los indios desde la época
de la conquista. Tras ser apresado por los españoles sus hermanos
extendieron la revuelta indígena y fue liberado a la fuerza por una multitud
de indígenas armados con palos.
El levantamiento prendió en las zonas rurales que circundaban las principales ciudades del Alto
Perú: Oruro, La Paz, Chuquisaca (actual Sucre) y Cochabamba.
Desde el Perú partió un ejército español que le capturó en 1781. El 15 de enero de ese mismo año,
acosados por los indígenas, los españoles asesinaron al caudillo despeñándole por un barranco
en Cuesta de Chataquilla, Alto Perú.

Pedro Ignacio Muiba


El líder indígena moxeño Pedro Ignacio Muiba nació en la Misión Santísima Trinidad el 13 de junio
de 1784, hijo de Ignacio Muiba y Petrona Teco. A muy temprana edad fue bautizado en la religión
católica.
Desde su niñez dependió de los padres jesuitas donde aprendió a leer y escribir. Otro aspecto
resaltante que tuvo en su vida, fue la inclinación por el cultivo de la tierra, ya que en su pequeña
parcela existían varias especies de árboles frutales, además maiz, frejol y arroz. Asimismo tenía
una innata afición por la carpintería, según informes del padre Alfonso Camillo a la Audiencia de
Charcas.
“El día 9 de noviembre de 1810 se tumultuaron contra el cacique Juan Maraza, acusándolo de
traición, los indios trinitarios, Maraza logra escapar. Urquijo (gobernador) permanece refugiado en la
Casa Real”.
“El 10, la insurrección es abierta contra el régimen y se pretende ahorcar al gobernador, que se
refugia en la iglesia. El caudillo es Pedro Ignacio Muiba, que ese día convoca al cacique a Loreto”.
“El 11, a horas 9, llega el cacique a Loreto, José Bopi, con 200 hombres armados, de a pie y a
caballo, para reforzar la rebelión. El día 12, vuelve Maraza con refuerzos y la gente del cacique de
San Javier, Tomás Noe y aprovechando de la lluvia, en horas de la noche, sorprende a los
revolucionarios y logran fugar con Urquijo y sus acompañantes.”
En otro párrafo, acerca del 10 de noviembre, cita que “cartas venidas desde la Audiencia de
Charcas de los revolucionarios le hicieron saber (a Muiba) del pronunciamiento del 25 de mayo de
1809, , es cuando a Pedro Ignacio Muiba se le presenta la oportunidad de rebelarse y en la plaza
pública de la Segunda Misión Jesuítica, Trinidad, expresa públicamente: “¡El Rey de España ha
muerto! Nosotros seremos libres por nuestro propio mandato. Las tierras son nuestras por mandato
de nuestros antepasados, a quienes los españoles se las quitaron”.
Ese era el clima de 1809 y 1810 en Moxos debido al recrudecimiento del despotismo, abuso y la
tiranía de los gobernadores de Moxos contra los nativos, y Pedro Ignacio Muiba no estaba
dispuesto a tolerarlos más.
De esa manera supo encauzar un movimiento y creyendo oportuna su intervención dirigió la
rebelión contra la opresión española el 28 de octubre de 1810 en Loreto, lanzando la bandera de la
Independencia Nacional. Así, el gran Moxos contribuyo al movimiento iniciado en Sucre, La Paz y
todo el alto Perú, desconociendo a las autoridades y poniendo en lugar de éstas a los caciques
indígenas.
Desgraciadamente en uno de los cabildos, cuando se efectuaba la concentración revolucionaria en
la plaza de San Pedro de Moxos se produce la tremenda traición, ya que son cercados los
revolucionarios en el momento en que el Cacique Pedro Ignacio Muiba lanzaba la proclama, es
tomado preso. Después de vejarlo y sin proceso alguno lo ejecutan el año 1811. Su cadáver fue
colgado en la Plaza de San Pedro, “para escarmiento” de los demás indígenas.

Juana Azurduy
Era esposa del jefe insurgente Manuel Ascensio Padilla, durante la
guerra de emancipación, quien tenía su “republiqueta” o centro de sus
guerrillas en La Laguna. De recio carácter acompañó a su marido en sus campañas y tomó parte en
los combates. Manuel Ascencio Padilla y Juana Azurduy amagaban constantemente la ciudad de La
Plata, la cual ocuparon en más de una oportunidad, aunque sólo para ser desplazados por fuerzas
militares superiores. Durante el transcurso de la guerra de independencia de Bolivia se fueron
debilitando los vínculos con el Gobierno de Buenos Aires, sentimiento que está expresado en una
famosa carta enviada por Padilla al general Rondeau (último jefe argentino en incursionar territorio
de Charcas), en la cual expresa todos los agravios infligidos por los jefes rioplatenses a los
habitantes de Charcas. En esa carta se percibe una clara decisión de aquéllos para formar una
entidad independiente que después se llamó Bolivia. En 1816 Padilla fue atacado por los realistas,
por el jefe español Tacón y por el altoperuano Javier Aguilera, por lo que Padilla tuvo que retirarse
al Villar, donde fue atacado por Aguilera, falleciendo en el combate en el que fue derrotado y en el
que su ejército sufrió numerosas pérdidas. Juana derrotó a una tropa en la retirada de su marido y
siguió combatiendo después de su muerte. El Gobierno argentino le concedió el grado de teniente
coronel; se refugió en el norte de Argentina y no volvió a Chuquisaca hasta el triunfo de la
independencia. Murió olvidada y en absoluta pobreza y fue enterrada en una fosa común. Si bien,
hoy es una figura venerada en Bolivia, donde su pueblo natal fue rebautizado con su nombre.
Alejo Calatayud,
nació en Cochabamba, el año 1705. Fue hijo de Juan
Calatayud y Agustina Espíndola. Dedicado a la artesanía en
Plata, perteneció al sector mestizo de la urbe cochabambina.
Fue un personaje, líder natural, reconocido no solo por los
plateros sino también por los artesanos de la Villa.
En rechazo contra el incremento de tributos a los indígenas y
mestizos, ordenado por el virrey del Perú José de Armendaris,
Calatayud encabezó una rebelión que duró entre 29 de
noviembre al 1 de diciembre de 1730
El jueves 31 de enero del año 1731, Alejo Calatayud, fue hecho
preso, trasladado a la cárcel, se le aplicó la pena del garrote.
Luego fue trasladado a la colina de San Sebastián, donde fue descuartizado y su cabeza frita en
aceite se envió a Chuquisaca.
Alejo Calatayud era un oficial platero que había sido elegido capitán de la procesión de las fiestas
de San Sebastián de ese año y aglutinó el descontento que se fue generando en la ciudad al ir
conociéndose las novedades que se querían introducir y que se intensificó cuando se designó para
llevarlas a cabo al capitán Manuel Venero de Varela, hombre mal considerado entre la población
mestiza por haber incluido ya a muchos de ellos en las revisitas que había efectuado en los
corregimientos vecinos. En consecuencia, capitaneados por Calatayud los mestizos de
Cochabamba, apoyados también por grupos de indígenas, criollos e incluso parte del clero, se
alzaron en armas al grito de “Viva el Rey, muera el mal gobierno”, liberaron a los presos de la cárcel
pública y se enfrentaron sangrientamente a los españoles que acudieron en ayuda de Venero.
Durante dos días la ciudad permaneció alterada y, finalmente, la pacificación fue posible gracias a
la intervención de la alta jerarquía eclesiástica, que proporcionó a Calatayud la posibilidad de
exponer las condiciones para terminar con la rebelión; éstas fueron: prohibición de nombrar a los
corregidores en España, que los alcaldes fueran criollos y recibieran potestad para designar un
nuevo revisitador, respeto a las exenciones fiscales de criollos y
mestizos e indulto por lo sucedido. El episodio, que viene a ser un reflejo
de las muchas tensiones existentes en el territorio, concluyó, no
obstante, con el apresamiento y horca de Calatayud y todos sus
seguidores pocos meses más tarde.

Antonio Jose de Sucre Alcala


Antonio José de Sucre Alcalá, nació en Cumaná, Venezuela el año 1975. Fue el 2° presidente de la
República de Bolivia. Sus padres fueron Vicente Sucre y Urbaneja, y María Manuela de Alcalá.
Inició su carrera militar a los 13 años de edad y a los 15 ya luchaba en las fuerzas libertarias. Es el
verdadero forjador de nuestra Patria.
El Mariscal de Ayacucho, fue uno de los presidentes más significativos que tuvo nuestra República,
además de ser el más joven, llegó a la presidencia cuando contaba con 30 años de edad, el 29 de
diciembre del año 1825. Su mandato duró aproximadamente 2 años y cuatro meses.
Venció en las batallas de Pichincha, Ecuador y Ayacucho, Perú, mismas que fueron decisivas para
consolidar las nacientes naciones americanas.
Convocó a la Asamblea de Representantes del territorio liberado, mediante su famoso decreto del 9
de febrero, para que los mismos decida la suerte del territorio alto peruano, ahora nuestra
República.
Sucre tuvo la tarea de reactivas la economía y la sostenibilidad de las políticas de reformas para
todos los estratos sociales en nuestra nación.
Durante su gobierno se creación por Decreto Supremo los departamentos de: Chuquisaca, La Paz,
Cochabamba, Santa Cruz, Potosí y Oruro.
La elección de sus más estrechos colaboradores causó resentimiento en los nacionales, además
las influencias peruanas en la política interna eran intensas. En abril de 1828, cayó herido el propio
Sucre en un motín de Chuquisaca.
A raíz de la derrota de sus ejércitos que eran tropas colombianas, que habían luchado contra el
dominio español, se vio obligado a renunciar al cargo de Presidente.
Murió asesinado, en Berruecos, Colombia, cerca de Pasto, el año 1930.

Tupack Katari (Julian Apaza)


Julian Apaza, nació en el pueblo de Sicasica, La Paz, en el año 1750. Adoptó el nombre de “Túpac
Katari”, de la combinación de Túpac Amaru y Tomas Katari.
Nacido en Sicasica se fue a vivir al territorio del
Ayllu Sullcavi, como indio forastero, sin acceso a tierras de la comunidad. Por un tiempo vivió en
Ayo Ayo como criado del sacristán. No tuvo obligaciones, ni compromisos con ir a la mita de
Potosí. Bajo esa condición tuvo libertad para desempeñarse como arriero o viajero comerciando
coca y bayeta de la tierra, recorriendo por varias rutas de la Audiencia de Charcas y el virreinato del
Perú. En esos viajes tomó contactó con gente como Túpac Amaru, que luego influyeron y le
siguieron en la sublevación aimara.
Julián Apaza “Túpac Katari”, organizó y comandó la rebelión aimara conocida como “tormenta de
Túpac Katari”, en busca de la independencia y liberación del dominio español. Para este propósito,
influenció y aglutinó a varios sectores tanto del altiplano y los valles de la entonces Audiencia de
Charcas. Katari, buscó someter a la ciudad de La Paz, con dos cercos el año 1781.
El peor enemigo de los defensores, sin embargo, fue el hambre. En la plaza se habían refugiado
miles de habitantes de los alrededores, y pronto empezaron a faltar los suministros. La población
tuvo que alimentarse de gatos, ratas, perros y cuervos. Centenares de personas murieron de
inanición y parece que incluso llegó a practicarse el canibalismo. Una epidemia de disentería
multiplicó la cifra de bajas. Durante el asedio, ambos bandos desplegaron la crueldad que
caracterizó a todo el conflicto. Tanto en la plaza como en el campamento indígena se erigieron
horcas, que casi siempre estaban ocupadas por los cadáveres de los ahorcados, como espías o
desertores, o por los de aquellos de sus propios hombres que, por distintos motivos, Tupac Catari
ejecutaba.
Sofocado el segundo cerco a la ciudad de La Paz, se trasladó al pueblo de Peñas, y de allí a
Achacachi. Fue capturado el 9 de noviembre de 1781, y luego de un juicio se lo sentenció a morir
descuartizado por cuatro caballos. La sentencia se ejecutó el 14 de noviembre del mismo año.
\Tupac Catari casó con Bartolina Sasi, de la que no tuvo descendencia, y que jugó un importante
papel en la rebelión, llegando a mandar, en ausencia de su marido, las fuerzas que sitiaban La Paz.
Capturada por una traición, fue ejecutada, al igual que Gregoria Apaza. Anselmo, el único hijo del
caudillo, fue fruto de su relación con otra mujer, Marcela Sisa, de la que no se sabe si tenía
parentesco con su esposa.

Bartolina Sisa
Bartolina Sisa Vargas, nació en agosto del año 1750. Fue india originaria e hija de José Sisa y
Josefa Vargas. Según su confesión tuvo el oficio de lavandera, tejedora e hilar caito. Procedía de
una familia de un patrimonio respetable, que vivían de comercializar coca y bayeta de tierra.
Casado con Julián Apaza, decidieron elaborar planes de la sublevación indígena para La Paz,
Oruro y Chayanta. Fue partícipe activa del primer cerco a la ciudad de La Paz, durante el apogeo
del poder de Túpac Katari, que buscaba la liberación de la nación indígena sometida a la
servidumbre y esclavitud del poder colonial español.
Durante la ausencia de Túpac Katari, comandó sus ejércitos que cercaban la ciudad de La Paz.
Informada de la derrota indígena en Calamarca, resguardó los tesoros acumulados y mientras se
dirigía a apoyar a las huestes indígenas de El Alto, fue hecha prisionera, traicionada por uno de sus
colaboradores.

Luego de un juicio fue encontrada culpable de sublevación contra el Rey, y se la sentenció a morir
por ahorcamiento. Murió el 5 de septiembre de 1782, luego su cuerpo fue desmembrado y sus
partes llevadas a: Cruz Pata, Alto San Pedro y Pampajasi de la ciudad de la Paz, su cabeza clavada
en una lanza fue trasladada a Ayo Ayo y a Sapahaqui. Al final sus restos fueron quemados y sus
cenizas esparcidas al viento.
Cayó prisionera por traición de uno de sus compañeros el 2 de julio de 1781. Encarcelada en La
Paz, soportó con dignidad las duras condiciones de su cautiverio durante más de un año. Catari
trató sin éxito, en varias ocasiones, de obtener su liberación poniendo en ello un impresionante
afán. Llegó un momento en que marido y mujer pudieron verse, al intentar el comandante de la
plaza, Sebastián de Segurola, capturar a Tupac Catari mediante la estratagema de sacar a
Bartolina a una parte de la muralla defensiva para inducir al jefe de los alzados a acercarse con sus
seguidores, esperándole una partida oculta de los defensores para caer sobre él en el instante
oportuno. El ardid fracasó, pero Catari no cejó en el propósito de rescatar a su mujer ofreciendo
canjearla por alguno de sus prisioneros principales.

Simon Bolivar
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios, fue el 1° Presidente de la República
de Bolivia. También es conocido como “Libertador”. Hijo de Juan Vicente Bolívar y Ponte y María
Concepción Palacios y Sojo. Asumió el cargo de manera Constitucional y Gobernó nuestro país del
12 de agosto de 1825 al 29 de diciembre de 1825.
Simón Bolívar quería la unión de las liberadas colonias españolas. Había creado la Gran Colombia
que abarcaba los actuales países de Venezuela, Colombia y Ecuador, razón por la que a un
comienzo no estaba de acuerdo con el nacimiento del nuevo estado, Bolivia. Pero los alto peruanos
en ese entonces, con halagos, doblegaron sus ánimos y aceptó el hecho y al mismo tiempo el cargo
de primer presidente de la nueva república que llevaba su nombre.
Luego de una breve estadía en nuestro país, Bolívar dejó la “Constitución Vitalicia” y delegó a Sucre
en el Gobierno.
El edificio republicano construido por el Libertador se
resquebrajaba. Los intentos por mantenerlo
fracasaron en la Convención de Ocaña, donde la
oposición que, sin serlo, se llamaba democrática,
caracterizaba el otro polo, representado por Bolívar,
la dictadura. El pronunciamiento de Bogotá hizo que
Bolívar asumiese plenos poderes, prácticamente
dictatoriales, lo que condujo a la rebelión colombiana
contra su dictadura pretoriana. A ello se añadió la
invasión del ejército peruano del general-presidente
La Mar; la rebelión del general de su máxima
confianza, José María Córdoba, como consecuencia
del rencor. Bolívar, ya gravemente enfermo,
presentó su dimisión ante el Congreso colombiano e
inició su retirada con la idea de hacer un último viaje
a Europa, cosa que tampoco pudo cumplir.
Acompañado de un reducido número de amigos y
ayudantes inició el lento descenso del río Magdalena
recibiendo constantemente noticias de la
fragmentación de la América española, la muerte de
su más directo colaborador en la guerra, el general
Sucre, y la disidencia de Venezuela, minaron más, si
cabe, su delicada salud. A las doce de la mañana
del día 17 de diciembre de 1830 murió en la finca de
recreo del hidalgo español Joaquín de Mier en San
Pedro Alejandrino, cura de Santa Marta.
A su retorno a Colombia, la encontró sumida en una guerra civil que provocó que Venezuela y
Colombia se separarán. Perú, en tanto abolió la Constitución Bolivariana, la Audiencia de Quito se
constituyó en una república i ndependiente y en nuestro país hizo lo mismo con la Constitución
Vitalicia. Renunció al poder amargado por el desmoronamiento de su obra, y se retiró a Santa
Marta. Falleció el año 1830dsad

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