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Las características que debe reunir un lugar para que sea adecuado para la
edificación de una instalación para la elaboración de productos lácteos, se relacionan con
la disponibilidad de la leche cruda, la proximidad a un buen mercado, un suelo bien
drenado que no tenga propensión a inundarse, buenas carreteras, un abastecimiento
adecuado de agua potable, suministro de energía eléctrica confiable e idónea, facilidades
para la eliminación de desechos, una fuente apropiada de mano de obra, precio
conveniente del terreno, bajos costos de edificación y la disponibilidad del equipo como
mantenimiento del mismo.
Orientación:
Pisos:
Los pisos en una instalación de elaboración de productos lácteos deben incluir
espacio para trabajar, para el equipo que se requiere inicialmente o para un posible equipo
adicional. El diseño y volumen de una pieza y equipo determinará el espacio que ocupe en
el suelo. Los tanques de almacenamiento cilíndricos verticales ocupan menos espacio que
los horizontales de la misma capacidad. No obstante, los primeros si se ubican en el
interior del edificio, pueden requerir un techo más elevado. Los tanques cilíndricos de
mayor diámetro son más cortos que los de un diámetro menor para una misma capacidad.
Los primeros requieren menos espacio en el suelo si se colocan horizontalmente o más si
se le hace verticalmente. Donde se coloquen tanques cilíndricos horizontales con sólo un
extremo en el interior del edificio y el resto en la parte exterior, se reduce mucho la
cantidad de suelo que se requiere. Los tanques de almacenamiento para la leche,
cilíndricos, verticales, aislados, denominados también silos, a veces se instalan
completamente afuera del edificio. Entonces no utilizan sustancialmente espacio de piso.
Cualquier porción del tanque de almacenamiento fuera del edificio requiere área de
terreno con una cimentación adecuada. El gasto de tales instalaciones a menudo es menor
que cuando se colocan en el interior de una instalación, pero el mantenimiento y servicio
de los tanques exteriores puede ser difícil.
Los pisos de la instalación para que sean adecuados tienen que ser durables,
resistentes a los ácidos, drenar adecuadamente, ser fáciles de limpiar y nos ser resbalosos.
La cimentación y estructura de los pisos debe ser capaz de soportar el equipo,
especialmente a los grandes tanques de almacenamiento, la carga de trabajo y el tránsito.
La superficie del piso no solamente debe tolerar un uso físico excesivo, sino también
choques térmicos y presencia de ácidos. Los sólidos de la leche pueden caer al piso en las
áreas de elaboración. Si éstos sólidos permanecen en los poros, resquebrajaduras o uniones
de piso, los corroe y los daña. Para protección de los trabajadores, el piso no debe ser
resbaloso. Una superficie rugosa puede evitar resbalones, pero una superficie así es difícil
de limpiar. Los pisos que drenan bien son menos resbalosos.
Los materiales que se utilizan comúnmente para los pisos en nuestras instalaciones
son concreto, piedra caliza, placas de acero, baldosas de hierro o emparrillados con
concreto. El concreto es relativamente barato y puede repararse fácilmente. No obstante, si
se pulveriza por un uso físico excesivo, se desgasta; además se disuelve por los ácidos.
La piedra caliza es bastante dura y de textura fina, pero también la corroe el ácido.
Las junturas entre los bloques de esta piedra a menudo provocan dificultades antes de que
lo haga la misma piedra.
En las áreas de tránsito pesado, se utilizan cuatro tipos de metal reforzado para las
superficies del piso, como las de plataforma de recepción, las cuales pueden ser una placa
de hierro lisa, una parrilla o reja de hierro colado, una placa o baldosa de hierro laminado
o una baldosa de hierro que está unida a un substrato de concreto.
Se pueden emplear alcantarillas como desagüe, las que deben cubrirse con una reja
o parrilla perforada que se inserta y nivela con el piso. Esto permite un tránsito normal a
través de la superficie del piso sin interferencias debidas al drenaje. Por debajo de la rejilla
de la cubierta, las alcantarillas deben tener una o más rejas o filtros a través de los cuales
pase el afluente. La cubierta del drenaje puede tener unas aberturas de 1 a 1.5 cm; éstas
admiten el afluente pero eliminan objetos más grandes. Una segunda reja o filtro debajo de
la cubierta de la alcantarilla puede tener aberturas de 0.50 a 0.75 cm para evitar que pasen
partículas más pequeñas. En algunas áreas de la instalación se puede incluir un tercer
filtro debajo del segundo, con aberturas más pequeñas (2 mm).
Cada drenaje debe incluir una trampa de agua tan cerca del nivel del pozo como
sea posible. Esta trampa consiste en una curva si la tubería del drenaje ha sido diseñada
para retener parte del afluente. Esto evita que los insectos y olores entren a la planta a
través de la tubería del desagüe. Esta trampa también puede ser para retener sedimentos,
para partículas de suciedad insoluble que pasan a través de los filtros.
Los desperdicios sobre una superficie del piso esperando ser eliminados por un
sistema inadecuado de desagüe son señal de mala planificación.
Las tuberías que salen de las rejillas deben tener un declive o pendiente suficiente y
un diámetro lo bastante grande para asegurar un flujo rápido de cargas máximas de
desperdicio.
Las áreas que producen polvo, basura, grasa y humo que pudieran contaminar a
los productos deben estar separadas de las usadas para recibir, elaborar o almacenar los
productos. Estas últimas son, el almacén de combustible para calderas, el garaje, el taller
de reparaciones, los cuartos de los compresores y probablemente el almacén de sustancias
en polvo. La oficina se puede ubicar mejor en donde haya un mínimo de ruido y tránsito.
Necesita estar ubicada de manera que tenga fácil acceso para los abastecedores, clientes y
visitantes.
Ventilación: