Una ventana (del latín ventus) es una abertura que se deja en
una pared para permitir el ingreso de luz y la ventilación. Las ventanas se encuentran a una altura más o menos elevada del suelo y suelen presentar un vidrio para que, cuando estén cerradas, no pueda ingresar nada del exterior. Todos necesitamos ventanas, las casas, los trenes, los aviones, los automóviles, las escuelas, los hospitales, etc. Incluso nosotros mismos, algunos dicen que los ojos son las ventanas del alma, haciendo alusión a que en ellos se ven reflejadas nuestras emociones. Las ventanas tienen dos funciones principales: una de ellas es permitir que quienes se encuentren dentro del lugar puedan mirar hacia afuera, la otra es dejar que la luz brille hacia adentro, permite que la luz exterior brille en el interior del lugar e ilumine el espacio. Existen varios tipos de ventanas que encontramos en las escrituras, yo las he clasificado de la siguiente forma: Ventanas de los Cielos. Cuando hablamos de ventanas de los Cielos, nos referimos en sentido metafórico a las bendiciones que Dios derramará sobre nosotros. Sin embargo, en 2 Reyes 7:19, Malaquías 3:10 y Génesis 7:11, la biblia está hablando de la misma palabra, ventana de los cielos que significa: arubbá en hebreo participio femenino de 693 (estar al acecho) (como para preparar emboscada) celosía, por implicación, ventana, palomar (por agujeros para los pichones), chimenea (con sus aperturas para el humo), compuerta (con aperturas para agua): catarata, chimenea, ventana.
Celosía es un enrejado de listoncillos de madera o de
hierro, que se ponen en la ventana de los edificios y otros huecos análogos, para que las personas que están en el interior vean sin ser vistas. 1. En Génesis 7:11, en el cielo se está abriendo una compuerta que es como una catarata por donde sale agua, pero esa agua era juicio. No todas las ventanas que hay en el cielo son para bendición, algunas son para juicio y cuando a alguien le dicen que va a caminar bajo cielos abiertos debe prepararse porque indica que puede ser bajo juicio o bajo bendición, todo depende de lo que su relación con Dios refleje. 2. Malaquías 3:10, claramente Dios nos habla diciendo (leer NTV) Escudríñenme, eso significa poner a prueba, hermanos, escudriñar lleva tiempo, no es de una sola vez, es de estar investigando, indagando, examinando. Con esto le quiero decir que cuando diezmamos no esperemos que Dios habrá la ventana del cielo con el primer sonar del diezmo, el diezmo, la actitud con la cual nosotros la presentamos, hace que en el cielo se cocine algo para nosotros, la bendición se está cocinando, así como investigar y escudriñar lleva tiempo, así la ventana del cielo es una chimenea que saca el humo de una estufa porque algo se está calentando, algo se está cocinando y Dios espera que a nosotros se nos vuelva un hábito diezmar, no lo hago una vez, dos no, de repente si, y de repente no. Dios nos pide que lo escudriñemos a Él, y mientras lo hacemos Él también nos está escudriñando, esperando el momento preciso en que la bendición tan hermosa que Él mandó que se cocinara para nosotros en el cielo ya puede ser vertida sobre nosotros porque la disfrutaremos sin dejar de hacer eso que a él le agrada, ofrecer nuestro sagrado diezmo.
¿estás diezmando? Hay una chimenea en el cielo que
exhala el humo de tu bendición hacia esta tierra. 3. En 2 Reyes 7:19, (leer en NTV). Hay ocasiones en nuestra vida en la que se nos hace difícil creer en que Dios cumplirá su palabra, pero este pasaje nos hace pensar en lo que realmente deben ver nuestros ojos espirituales, no debemos guiarnos por lo que nuestros ojos físicos ven sino por lo que Dios dice.
El funcionario del rey, el que andaba a su lado no
podía ver lo que el profeta le estaba diciendo y por no creerlo, aunque no lo viera, solo debía creer. No pudo disfrutar de lo que Dios había hecho.
En este pasaje Dios había abierto una ventana en el
cielo, ¿cuál es? Aún tus enemigos te van a vestir y a alimentar, porque para Dios no hay nada imposible. Porque no sabemos que hay en el cielo, solo podemos ver las ventanas abiertas y ver que se asoma la bendición.
Hemos aprendido que los padres son los primeros
profetas en casa. Si el esposo suelta una palabra de bendición, la esposa e hijos deben de creerla. Si la mamá suelta una palabra de bendición, los hijos deben de creerla, debemos creerla y tomarla para verla cumplida. Fueron unos leprosos los que la creyeron sin haberla escuchado y sabe ¿por qué? Porque no tenían ya nada que perder, de todas formas, eran unos hombres condenados al exilio y muerte segura así que ya nada les impedía por lo menso dar un ultimo aleteo de vida, y la fuerza de voluntad de estos cuatro salvó a todo el pueblo que ni siquiera escuchó la palabra profética. Si tú escuchas una palabra profética y la crees, la recibes tú y todos los tuyos, incluso si no la escucharon. En las ventanas de los cielos, también podremos notar que hace referencia a un palomar y una celosía, por lo que podemos entender que Dios trabaja desde los cielos evitando, n muchas ocasiones, que ellos sean vistos por nosotros, pero eso significa que ellos no nos vean, nos ven en todo momento, por eso es como una celosía y Dios manda y manda palomas, porque si es un palomar es porque hay agujeros para pichones de palomas y a las palomas se les cataloga como mensajeras, también el Espíritu Santo descendió sobre Jesús en forma de paloma. Dios nos envía mensajes desde los cielos a través de sus mensajeros todo el tiempo y a personas que sea necesario hecrlo para cumplir con un propósito.
Ventanas humanas. Porque bíblicamente hablando,
nosotros también tenemos ventanas (del hebreo jalón que significa: pausa, tiempo libre). Ventanas proféticas. Ventanas estacionales. Ventanas de salvación. Ventanas de revelación. Proverbios 7:6