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Coordinador editorial
en Ecuador: Editorial Planeta del Ecuador S. A.
Coordinador editorial
en Colombia: Editorial Planeta Colombiana S. A.
Fotógrafos: Judy de Bustamente, Alfredo Cárdenas, Ramiro Escobar Cruz, Peter Oxford & Reneé Bish, Rey-
naldo Agila, Giovanna Tassi, Lucía Chiriboga, Ronald jones, Mario Godoy, Boris Romoleroux;
Ediciones Banco Central (Tour du Monde).
Archivos fotográficos: Editorial El Conejo, Centro Cultural Benjamín Carrión, Fundación Odebrecht; Taller Visual, Fon-
do Flores Jijón/Banco Central, Fondo Jijón y Caamaño/Banco Central, Fonsal, Presidencia de la
República, Instituto de Patrimonio Cultural, Cancillería, Municipio de Cuenca, revista Vistazo,
HOY, El Comercio, revista Conzumo. Biblioteca Nacional de Colombia, Biblioteca Luis Ángel
Arango. Archivos Iván Cruz, Oswaldo Obregón, Diego Luzuriaga, Grupo Cine, Biblioteca de
París y colecciones privadas. Colecciones Kingman, Tábara, Jijón y Caamaño, Banco Central,
Catedral Metropolitana, La Merced, Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Ilustración de las guardas: Mapa original de la Real Audiencia de Quito. Colección privada.
ES PROPIEDAD
© Editorial Planeta Colombiana S. A., 2003
Calle 21 No. 69-53, Bogotá
Edición especial para el Círculo de Lectores
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España se involucró
en la aventura
expansionista de
ultramar a la par
que los
portugueses. Mapa
de América
elaborado hacia
1630.
254 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL
Bases ideológicas y políticas partir de principios del siglo XVI, ter- Pero la creación de estas institucio-
de la conquista minaron siendo notablemente disminui- nes no iba a significar que las Indias
España se atribuyó el derecho de das con el envío de funcionarios recibieran el mismo tratamiento que los
gobernar las Indias basada en el con- directos del rey: los gobernadores. El reinos de España, pese a que jurídica e
vencimiento -que ya había animado objetivo era sustituir el poder militar institucionalmente fueron reconocidas
la reconquista de la Península- de que emanado de la conquista por el poder como tales. La colonización emprendi-
era lícito para los cristianos apropiarse civil dependiente de la Corona. Pese a da por España se sustentó en la creación
de los pueblos "infieles", y se dio mo- que algunos conquistadores recibieron de estructuras políticas, económicas e
dos de fundamentar esa concepción a como recompensa el título de gober- ideológicas de dominación destinadas
través de una serie de títulos jurídicos, nador, la Corona puso límites a sus fa- a someter un extenso territorio que es-
especialmente las bulas papales. Este cultades, pues quería evitar que en las taba fuera del suyo, y cuya apropia-
espíritu de cruzada llevó a que en la distantes posesiones americanas surgie- ción iba a permitir en adelante explotar
empresa colonizadora confluyeran in- ran autoridades patrimoniales locales la fuerza de trabajo nativa ya organiza-
tereses tanto en relación al "gobierno y poderosos señores feudales. da y sus variados y ricos recursos natu-
espiritual" como al "gobierno terrenal" Para regular las relaciones de la rales. En función de estos propósitos
de las tierras descubiertas. A través de metrópoli con Ultramar, la Corona ha- se fueron modificando las propias ins-
lo que se denominó el "Patronato", los bía establecido ya en 1503 la Casa de tituciones españolas que estaban sien-
monarcas se arrogaron la facultad de Contratación destinada a controlar el do transferidas desde la Península,
intervenir en el "gobierno espiritual", tráfico comercial entre España y Amé- como la de los virreyes o las Audien-
presentando sus candidatos para obis- rica. En cambio, como primero y máxi- cias, que acabaron convirtiéndose en
pos y recolectando en su beneficio los mo órgano del gobierno civil se creó vehículos del proceso de colonización.
impuestos eclesiásticos, como el caso del el Consejo de Indias, derivado del Con- Efectivamente, a diferencia de las es-
diezmo que obligaba a la Corona a cons- sejo de Castilla, que empezó a funcio- pañolas que eran ante todo burocráti-
truir y sostener iglesias en América. nar alrededor de 1517, sobre todo como cas, estas instituciones en América
Los reyes se preocuparon también tribunal en última instancia para las
fueron adquiriendo dimensiones polí-
de reglamentar desde el principio los cortes de justicia americanas. El pro-
ticas y simbólicas muy especiales y, en
beneficios que la conquista les repor- blema de gobernar desde el otro lado
muchos casos, unos niveles de auto-
taba en relación al control de las tie- del Atlántico se sorteó mediante la crea-
nomía que la Corona siempre intentó
rras y los nativos del Nuevo Mundo. ción en América de los Virreinatos,
contrarrestar.
Fue por eso que a Colón se le recorta- grandes jurisdicciones gobernadas por
ron los privilegios obtenidos a través los virreyes, directos representantes del En realidad no todas las institucio-
de las capitulaciones de Santa Fe, por monarca; y de las Audiencias, organis- nes sirvieron de la misma manera a los
las que se le habían concedido títulos mos colegiados a cargo de un presi- propósitos de la colonización. Algunas
militares, nobiliarios y repartimientos de dente, que administraban los asuntos fueron impactadas y transformadas por
indios. En adelante se procedería de del Estado y ejercían la justicia en dis- la propia experiencia americana y el
igual forma con todos los conquista- tritos menores integrados a los Virrei- mejor ejemplo se dio a propósito de la
dores, cuyas posibilidades de acción, a natos. propia conquista. Tanto malestar des-
256 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL
pertaron las atrocidades cometidas en virtió en base de las conquistas empren- daron su apoyo bélico, con lo cual la
la invasión a las Antillas que las prime- didas hacia las tierras del sur. conquista se convirtió en una guerra
ras denuncias provinieron del mismo En el continente los conquistado- desatada en múltiples direcciones. Bue-
sector español y terminaron favorecien- res se encontraron con culturas mucho na parte del éxito obtenido por Her-
do un debate sin precedentes, no igua- más complejas, a diferencia de lo que nán Cortés en la conquista de México,
lado por potencia colonial alguna en ocurría en las islas, donde la población por ejemplo, se debió al apoyo que
la historia, en el que se sometió a dis- nativa se organizaba en pequeñas agru- recibió de parte de los tlaxcaltecas, gru-
cusión la legitimidad misma de la pre- po indígena que, como otros, vio en el
paciones gobernadas por caciques, que
sencia europea en el Nuevo Mundo. sector español el aliado ideal para lu-
dependían de la caza, la recolección y
Asumieron la defensa de los indígenas char contra el emperador azteca Moc-
de una agricultura elemental para la
los religiosos españoles de la Orden de tezuma.
autosubsistencia. En las mesetas cen-
Santo Domingo, con Bartolomé de la Las exploraciones hacia la parte
trales de México, tal como ocurría tam-
Casas a la cabeza. Su lucha llevó a que meridional del continente fueron pro-
bién en las mesetas y valles andinos de
la Corona revisara los fundamentos tagonizadas por veteranos de la con-
los actuales Bolivia, Perú, Ecuador,
mismos de la colonización, cuyo pro- quista americana, que habían llegado
Colombia existían, en cambio, densos
blema central era en ese momento la entre los primeros grupos europeos que
y muy heterogéneos conglomerados
encomienda. Se procedió entonces a arribaron al Caribe. Ese fue el caso de
poblacionales regidos por sistemas
introducir una modificación sustancial Francisco Pizarra y de Diego de Alma-
políticos estatales y basados en econo-
que iba a causar revuelo entre los en- gro, quienes, en sociedad con Hernan-
mías agrícolas altamente desarrolladas
comenderos y que tenía que ver con la do de Luque, emprendieron una larga
que dependían del intercambio y de
prohibición de que la encomiendas se travesía hacia el descubrimiento de las
sofisticados sistemas hidráulicos. Se tra-
otorgaran a perpetuidad. inmensas y desconocidas tierras del
taba de sociedades muy jerarquizadas,
en las que el Estado había realizado "Perú", denominación que derivaba de
La ocupación europea del
"Birú", nombre nativo de un río en la
continente y la conquista una cuidadosa distribución de funcio-
costa pacífica (al norte de la actual
de los Andes nes económicas y sociales entre los
Colombia) que en la década de 1520
grupos, lo cual fue mantenido inicial-
Agotados los recursos de las islas constituía una especie de frontera na-
Antillas y prácticamente exterminada su mente por los españoles en provecho
tural entre la avanzada conquistadora
población, los conquistadores se diri- propio.
establecida en Panamá y lo que que-
gieron en búsqueda de nuevas rique- La conquista de estas grandes civi- daba por explorar hacia el sur.
zas hacia el continente. En 1518 Hernán lizaciones se hizo mediante la guerra y
Los viajes hacia el sur arrancaron
Cortés invadió México, y ya para la la estrategia política. Los conquistado-
en 1524, inmediatamente después de
década de 1520 el eje de las campañas res aprovecharon el rechazo que los
las primeras noticias que se tuvieron
conquistadoras había pasado de las grupos nativos mantenían frente a las
sobre la existencia del rico y populoso
Antillas a Panamá, punto que se con- hegemonías azteca e inca, y les brin-
imperio del Perú. Bordeando la costa
pacífica con navíos repletos de aven-
tureros, los expedicionarios recorrieron
en aproximadamente seis años suficien-
tes millas como para llegar hasta los 8
grados de latitud sur; esto es, más allá
del río Santa en la costa peruana. Du-
rante el trayecto desembarcaron varias
veces, con estadías en Tacámez, Jama,
Portoviejo, Isla Puná y Túmbez y, en-
tre escaramuzas, asaltos y también en-
cuentros pacíficos con los nativos,
tuvieron la oportunidad de confirmar
mediante el testimonio de los mismos
habitantes de esos lugares la existen-
cia del gran imperio que buscaban. En
esos largos años también lograron cap-
turar oro, plata y nativos que luego les
sirvieron de intérpretes.
Pero los seis años de exploracio-
nes europeas en la costa pacífica de
los actuales Colombia, Ecuador y Perú
también habrían permitido a las socie-
En el continente los conquistadores se encontraron con culturas mucho más complejas, a la par
que tejían versiones fantasiosas en torno a los aborígenes, tal como ocurre en este grabado del
dades de los Andes enterarse de la pre-
siglo XVII. sencia de los europeos -y elucubrar
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 257
rante su estadía de casi cerca de un der, Atahualpa se expuso en la plaza norandina (actual Ecuador) del impe-
año en el litoral pacífico del actual Ecua- de Cajamarca, ante los españoles, con rio tambalearon luego de la muerte de
dor, de la cual obtuvo un importante todo el boato posible y con sus guerre- Atahualpa. El rechazo a la dominación
botín en oro y plata, logrado mediante ros desarmados. Los casi 200 hombres inea de parte de los pueblos Cañari,
sangrientos asaltos perpetrados a po- de Pizarra emboscaron y, prácticamen- Puruhá, Quito y Pasto permanecía
blaciones como la de la isla Puná, que te, exterminaron a los soldados impe- latente pese a que los incas, luego de
quedó prácticamente arrasada a su riales. Inmediatamente, aprovechando sus guerras de conquista, habían adop-
paso. Luego Pizarra arribó a Túmbez, la des protección del Inca, lo conmina- tado medidas "blandas" para consoli-
que era la puerta de entrada del impe- ron a aceptar la conversión a la fe cris- dar su poderío en esas regiones. En
rio. Conocedor entonces de la presen- tiana, a través de un insólito ritual realidad, los pueblos norandinos, orga-
cia de Atahualpa en Cajamarca ---en llamado requerimiento que, en caso de nizados en unidades políticas autóno-
donde el Inca se había enterado por ser rechazado ---como lo hizo Atahual- mas -los "señoríos"-, no aceptaban
esos mismos días de la derrota de Huás- pa- les permitiría legitimar cualquier el esquema centralizante del Estado
car y de su propia entronización- el acto de crueldad, siempre justificable inca, de acuerdo a lo demostrado por
conquistador decidió marchar a su en- en la mentalidad católica de la época Frank Salomón y Galo Ramón Valare-
cuentro. Como veterano de guerra, y cuando se trataba de "infieles". Atahual- zo. La coyuntura política desatada por
principalmente por las lecciones que pa fue tomado prisionero y, luego de la irrupción europea permitió a los se-
había arrojado la conquista de México, unos meses, degollado. Esto ocurrió ñores locales aliarse con los extranje-
Pizarro sabía que eliminar la cabeza del entre junio y julio de 1533. ros en contra de los incas. Los cañaris,
gobierno y aprovechar la resistencia Sin embargo, la cúpula del poder los caciques de Cayambe, Quito y Lata-
local frente al imperio serían estrate- inca no desapareció completamente cunga, entre otros, colaboraron abierta
gias clave para someter al Tahuantin- con la muerte de Atahualpa. Manco y activamente con el cruel conquista-
suyo. Usando tácticas ajenas a la Inca, el emperador títere que los espa- dor Sebastián de Benalcázar en el so-
tradición guerrera local, Pizarra logró ñoles proclamaron como sucesor del metimiento y exterminio de los grupos
camuflar un plan de emboscada con soberano asesinado, rompió la alianza incas. El último esfuerzo por contener
encuentros "pacíficos" previos que él con los europeos en 1536 y creó un la oleada antiinca fue protagonizado
mismo iba propiciando entre los emi- importante foco de resistencia inea en por Rumiñahui, general de Atahualpa,
sarios de ambas partes a medida que Vilcabamba, una región montañosa al quien, queriendo frustrar el avance de
el grupo se aproximaba a su destino. noroeste del Cuzco. Ese reducto se Benalcázar, se anticipó destruyendo
Subestimando quizás los alcances de mantuvo hasta 1572, año en el que el Quito y reprimiendo a los rebeldes anti-
las intenciones de Pizarra, o probable- virrey Toledo ejecutó a Túpac Amaru I, incas, cuatro mil de los cuales fueron
mente con la idea de impresionar a los el último Inca de la resistencia. degollados por órdenes suyas.
intrusos, y medir fuerzas mediante la Las alianzas que el Tahuantinsuyo El saldo de los primeros años de la
exhibición de los símbolos de su po- había logrado establecer con la región conquista española fue trágico y vio-
La presencia inca en el Ecuador fue de corta duración y llegó hasta el norte del país, donde se ubican las pirámides de Cochasquí.
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 259
Núñez de Vela vino en 1544 para Esta lección que recibió la Corona los grupos rebeldes y desarmar la pla-
desempeñar, además, el cargo de pri- la llevó a cambiar de táctica, esto es, a taforma de lucha de Gonzalo Pizarra.
mer virrey del Perú, es decir, repre- considerar una aplicación menos seve- De todas maneras, el último de los Pi-
sentaba al rey en las colonias y, por lo ra de la legislación contra la encomien- zarro contaba todavía con numerosos
tanto, estaba revestido de plenos po- da. De todas maneras, para entonces, grupos leales que se agruparon en un
deres. La decisión de usar la fuerza varios sectores que años atrás habían gran ejército bajo su mando, concen-
para llevar adelante su misión desper- condenado la encomienda veían ya en trado en el Cuzco. El enfrentamiento
tó aún más la oposición de los enco- ella algunas bondades como la de brin- se dio en la cercana llanura de Jaquiju-
menderos, quienes conformaron un dar facilidades a la evangelización, ase- guana, en marzo de 1548. La victoria
ejército encabezado por Gonzalo Pi- gurar el control de los indígenas, estuvo del lado de La Gasca gracias a
zarra, al que habían proclamado capi- permitir la existencia de una capa di- que la gran mayoría de soldados rebel-
tán general del Perú. El virrey contó rigente militar compuesta por los en- des terminaron abrazando la causa de
inicialmente con el respaldo eventual comenderos y favorecer un orden la Corona. Gonzalo Pizarro fue captu-
de los vecinos de Quito para hacer jerárquico necesario para la nueva so- rado y ejecutado.
frente a la arremetida de Pizarra. El ciedad que se estaba creando. Las Le- La muerte de Gonzalo Pizarro mar-
enfrentamiento solo se concretó en yes Nuevas desencajaban con esta có el fin de la época pizarrista. Con el
1546, en El Ejido de Quito, cuando las situación, por lo tanto la Corona optó triunfo de La Gasca, en cambio, se ini-
tropas del capitán general se enfren- por enviar otro delegado, el licenciado ciaba la consolidación del poder real
taron con las de Núñez de Vela que Pedro de la Gasca, que venía en cali- en el virreínato del Perú, lo que daría
entonces contaba con refuerzos de dad de presidente de la Audiencia de lugar a un período de estabilidad que,
Popayán al mando de Benalcázar. Los Lima, con instrucciones precisas para entre otras cosas, se concretó, por ejem-
700 hombres de Pizarro derrotaron al negociar los puntos más polémicas de plo, en la iniciativa de la Corona de
ejército virreinal compuesto de 400 sol- las leyes, prometiendo prácticamente promover el establecimiento y el creci-
dados y el virrey fue decapitado en el su abolición. Con esa política, no le fue miento de las órdenes religiosas y el
mismo campo de batalla. difícil a La Gasca llegar a acuerdos con clero secular.
Las bases de la
formación social La utopía de las dos repúblicas mismo tiempo como necesaria para
colonial La Corona buscó establecer al ini- preservar a la población indígena de la
cio un orden social basado en la exis- explotación de los colonizadores eu-
tencia de dos repúblicas separadas: una ropeos. Desde la perspectiva indígena,
para españoles y otra para indios. Para el ideal de las dos repúblicas suponía
bJ la mentalidad de la época, la república tanto una posibilidad de protección
era la forma de organización social y como de aislamiento, pero también sig-
política ideal y su espacio de materiali- nificaba la destrucción de las formas
zación era la ciudad, denominada "po- tradicionales de organización social y
lis" en la tradición grecorromana. Por política. El esquema de la "vida en po-
lo mismo, establecerse en la ciudad sig- licía" implicaba que la población indí-
nificaba en el siglo XVI "vivir en poli- gena se concentrara en pueblos, a
cía", es decir, vivir de manera civilizada imitación de las ciudades, lo cual ame-
y en el marco del "orden" social, lejos nazaba las tradicionales formas de po-
de la "barbarie" y rusticidad del mun- blamiento aborigen, basadas en
do natural y rural. asentamientos dispersos ubicados en
grandes territorios y no necesariamen-
A pesar de que esta concepcion
reconocía en teoría la capacidad de la te nucleados en torno a centros.
población indígena para vivir "políti- "Reducir" a los indios agrupándo-
camente", es decir, como seres dota- los en pueblos llamados reducciones
dos de "razón" de acuerdo a los se convirtió entonces en un mecanis-
parámetros occidentales, en la práctica mo importante de la política colonial,
suponía favorecer una sociedad de útil para administrar, para evangelizar
apartheid, basada en la segregación y también para acceder a las tierras
La política colonial agrupó a los indígenas en
racial, aunque esta segregación, con- comunales, más fáciles de expropiar
las llamadas "reducciones de indios". Dibujo
de Guamán Poma de Ayala. tradictoriamente, se la concibiera al una vez desalojados los indígenas. Sin
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 261
toda la población indígena tributaria proceso de consolidación del sistema genas de las comunidades se realiza,
comprendida entre los 18 y 50 años de colonial en los territorios de América en la transición del siglo XVI al XVII, al
edad. El mentalizador de esta política del Sur. No hay que olvidar que fue amparo de la instalación y proliferación
fue el virrey Francisco de Toledo, quien durante su gobierno que se ordenó la de talleres textiles ilegales pertenecien-
dispuso en 1574 que anualmente se captura y ejecución de Túpac Amaru I, tes a sectores no elitarios que, al no
trasladaran 13 500 mitayos a Potosí (en último foco de resistencia del imperio poder beneficiarse de la mita, reclutan
la actual Bolivia). Toledo generalizó la inca. a indígenas "forasteros" con salarios
mita y con ella el trabajo compulsivo a Las políticas proteccionistas del pre- más altos. La migración nativa hacia los
gran escala, impulsando a la vez la con- sidente Santillán y del obispo Pedro de obrajes y luego hacia las haciendas cre-
centración de indígenas en "reduccio- la Peña sucumbieron a la larga frente ce a lo largo del siglo XVII hasta e!
nes" o poblados forzados. A partir de al triunfo de la economía mercantil, punto de desplazar a la mita y de po-
allí las formas de vida aborigen entra- dinamizada en Quito por la producción ner en riesgo el sistema tributario. Pero,
ron en un franco proceso de desinte- y la exportación de textiles. De todas por sobre todo, impacta en la deses-
gración. El colapso demográfico, la maneras, la comunidad indígena pro- tabilización del "orden colonial", al fa-
obligación del tributo y de la mita gol- bablemente resistió mejor los procesos vorecer el despunte económico de
pearon duramente a las comunidades de desintegración que las poblaciones pequeños productores que podían
andinas y mermaron sus recursos hu- andinas sujetas a la mita minera, que acceder a una fuerza de trabajo alter-
manos y productivos. El rol de media- implicaba traslados sin retorno de los nativa a la mita, entrando así en com-
tización impuesto al cacique por el indios mitayos. Los obrajes de Quito petencia con los grandes productores.
sistema colonial produjo distorsiones en se instalaron cerca de las comunidades Según Karen Powers, quien describe
el liderazgo indígena, lo que provocó y por lo mismo la mita en esta región magistralmente este proceso, la estra-
la separación de! "común" de indios no produjo automática mente una diso- tegia migratoria de los indígenas expre-
respecto de la nobleza nativa. Y por lución de vínculos de los tributarios con sada en el fenómeno del "forasterismo"
fin el paulatino despojo de las tierras sus comunidades. Además, a los pro- introdujo cambios significativos en el
de comunidad no fue sino el resultado pietarios o arrendadores de obrajes equilibrio de poder entre los sectores
lógico de ese proceso de descompo- grandes, que contaban con la licencia coloniales fundamentales, y favoreció
sición de la sociedad indígena y del oficial, les convenía que los indígenas un orden colonial más fluido y cam-
triunfo tanto de la economía moneta- se mantuvieran en la comunidad por- biante y, por lo tanto, más peligroso
ria como del nuevo orden político. Por que eso facilitaba la extracción del tri- para el "orden" social anhelado por los
todas estas iniciativas, Toledo se con- buto y el funcionamiento del sistema grupos dominantes.
virtió en la figura más sobresaliente del de la mita. La salida creciente de indí- No obstante, la consecuencia directa
del volcamiento de los indígenas a las
unidades productivas coloniales fue la
despoblación de las comunidades y, a
su COREGiDORJ)EMiHAS la par, la disminución del excedente
COMOlO CASTlGAC
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agrícola que ella había generado en
beneficio de los europeos y criollos.
Como consecuencia, la tierra cobra va-
..==.r l. 4i ====-=- lor económico para los sectores domi-
nantes y su concentración, a costa de
las tierras indígenas abandonadas, pro-
picia para fines del siglo XVII la conso-
lidación de la hacienda colonial, a la
que terminarán articulados grandes seg-
mentos de población nativa, especial-
mente en la Sierra centro-norte.
El proyecto separatista de las dos
repúblicas definitivamente había que-
dado atrás. Su fracaso se advierte tem-
pranamente en el texto del sínodo
quitense de 1594, que abunda en alu-
La mita y el trabajo siones al fenómeno del forasterismo
compulsivo provocaron indígena, generalizado para la época.
un franco proceso de A diferencia de las medidas blandas
desintegración de la vida
aborigen. El dibujo de recomendadas por texto del obispo
Guamán Poma de Ayala Peña, el texto de 1594 recomendaba
es u na síntesis de los vender las tierras abandonadas y redis-
castigos recibidos por los
tribuirlas para fijar nuevos centros de
indígenas sujetos a
trabajos forzados.
~M'
~...; ..'" ""c..s adoctrinamiento. Movidos a su vez por
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 263
narios híbridos, profundamente polisé- En el campo de las representacio- dependiente del virreinato del Perú,
micos, cuyo desciframiento e interpre- nes, la Contrarreforma apeló al barro- convirtiéndose así en el cuarto distrito
tación la Iglesia siempre intentó co, cuya capacidad de agitar las audiencial creado en ese virreinato,
controlar con relativo éxito. sensibilidades mediante la dramatiza- después de Panamá, Lima, Bogotá y
Cuando la República de Indios de- ción y la teatralización era perfectamen- Charcas. Aunque efectivamente la me-
cae como proyecto colonial, la Iglesia te compatible con las nuevas líneas de dida contribuía a solucionar un proble-
dirige su atención a los cultos colecti- acción. Pero su adopción no se detuvo ma de gobernabilidad de la Corona
vos públicos que se destinan al con- allí. El barroco colonial llegó a conver- sobre los vastos territorios del Perú, la
junto de la sociedad colonial, tratando tirse en la metáfora de una sociedad creación de la Audiencia atendía bási-
de atraer a la rica diversidad étnica, conmocionada por sus tensiones inter- camente la expectativa de los primeros
cultural y social de los grupos que la nas. El nuevo orden estamental, una pobladores españoles de Quito, de
integraban. Desde esta perspectiva, la vez desaparecida la utopía de las dos administrar su propio distrito, al me-
conversión de los indios se hace tan repúblicas, necesitaba un soporte sim- nos en algunos aspectos que no de-
laxa que el obispo de Quito Alonso de bólico y allí radica precisamente la gran pendieran de Lima. En el fondo, eran
la Peña y Montenegro recomienda a los contribución del barroco. Más que en las viejas aspiraciones expansionistas
párrocos de indios, en 1664, conciliar la misma realidad, a veces incierta y del Cabildo constituido con la funda-
con las "creencias antiguas" de los na- cambiante, las jerarquías sociales y las ción de la ciudad, las que se cristaliza-
tivos, sin erradicar del todo los "ritos y estructuras de poder podían visibilizarse ban en el proyecto de creación de la
supersticiones" para evitar la despobla- mejor en las procesiones, en las cele- Audiencia, que no hacía más que legi-
ción de las doctrinas. La nueva con- braciones masivas, en los intrincados timar las exploraciones, saqueos y re-
signa de la Iglesia era a esa alturas ceremoniales públicos. Este carácter del partos de indios y tierras realizadas en
barroco se acentuará más tarde en el el transcurso de casi treinta años por
persuadir antes que combatir. Santos,
siglo XVIII,por iniciativa de la élite crio- los primeros "vecinos" de Quito.
milagros, celebraciones, cofradías, cuI-
tos, que se activan mucho más por la lla aristocratizada que va a usar la ri- Los cambios poblacionales experi-
propia iniciativa de los laicos que por tualidad pública como teatro político. mentados a partir de 1534 habían sido
el lado de la Iglesia, serán en adelante verdaderamente profundos. El nuevo
promovidos, con el fin de ampliar las La configuración del espacio esquema de ocupación colonial estaba
bases sociales de la feligresía, que en "quiteño" y las rebeliones rompiendo el patrón de poblamiento
esos momentos contaba entre las colo- de fines del siglo XVI prehispánico, caracterizado por su des-
nias no solo con indios a medio cris- Por pedido del cabildo de la Villa centralización y por la mantención de
tianizar, sino con mestizos, negros, de San Francisco, el territorio que ha- vínculos interregionales Costa-Sierra-
ladinos, alumbrados y herejes, beatas, bía constituido hasta 1563 la goberna- Oriente anudados por intensas relacio-
supersticiosos y hasta luteranos. ción de Quito pasó a ser audiencia nes de intercambio. La colonización
privilegió, por el contrario, el eje lon-
gitudinal Quito-puerto de Guayaquil,
rompiendo con las antiguas transver-
salidades. La concentración en la Sie-
rra de las nuevas unidades productivas
coloniales y de los asentamientos ur-
~h banos más importantes terminó por
atraer enormes contingentes de pobla-
ción tanto indígena como europea que
\{l~
\\ v : !
contribuyeron a incrementar la centra-
lidad espacial, económica y política de
\ I
Quito, nucleada por la capital de la
Audiencia. A excepción de algunas
poblaciones serranas, como Latacunga,
Riobamba, Cuenca, Laja que iban pro-
gresando al amparo de las rutas terres-
tres del comercio de textiles con el Perú,
y de Guayaquil, que despuntaba como
puerto y como el astillero más impor-
Las jerarquías sociales tante de las mares del sur, el resto del
y las estructuras de
territorio no representaba una expec-
poder podían
visibilizarse mejor en tativa sino para los aventureros que aún
las procesiones, en las soñaban con tierras por conquistar y
celebraciones masivas, para los evangelizadores que contri-
en los intrincados
ceremoniales públicos.
buían con sus movibles fronteras mi-
Imagen de almasantas sionales a ampliar, aunque de manera
del siglo XIX. bastante imprecisa, la ocupación colo-
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 265
nial de los territorios de la Audiencia. como por las arbitrariedades de los oi-
Una importante baja de población se dores que se hacían cargo del poder.
había producido en el litoral, cuyos En ese contexto, los órganos oficiales
nativos estuvieron entre las primeras del gobierno local perdían legitimidad
víctimas de las epidemias tempranas aceleradamente, lo que contrariaba
desatadas por la proximidad y, luego, todo el esfuerzo que se había invertido
por el contacto con los europeos. De hasta los años cincuenta y sesenta en
la misma manera que ocurría con los la consolidación del poder real en la
indios de Portoviejo, los indios de Gua- región. De otro lado, la Corona espa-
yaquil estaban prácticamente extingui- ñola concentraba en esos momentos su
dos ya en 1550, de acuerdo a los preocupación en las guerras que man-
informes del cronista Cieza de León. tenía con las otras potencias coloniales
La mayor parte de las regiones de europeas y que le implicaron catastró-
la Costa, pero sobre todo el Oriente, se ficas derrotas. Esta situación, además
convirtieron en fronteras casi exclusi- de distraerle de los asuntos internos de
vamente misioneras, más aún en el caso la política colonial, llevó al Estado a la
de la selva, luego del fracaso del siste- total bancarrota. Apremiada entonces
ma de encomienda y del efímero auge por los apuros financieros, la Corona
de la explotación minera en las estri- decidió presionar con más impuestos
baciones orientales de la cordillera de a sus súbditos del otro lado del Atlánti-
los Andes. Los puntos de avanzada de La ocupación colonial no 5010 modificó las co. El 23 de julio de 1592 llegó a Quito
estructuras políticas y sociales sino también la
la conquista espiritual estaban reflejan- la orden para comenzar la recaudación
fisonomía de 105 territorios ocupados. Relato
do las propias limitaciones de la em- de la conquista en un dibujo de Guamán Poma del impuesto de la alcabala, que con-
presa conquistadora. Desde esta de Ayala. sistía en el 2% de las transacciones, sin
perspectiva, la cédula de 1563, que creó incluir los artículos de primera necesi-
la Audiencia de Quito, resultaba más de la conducción de recuas entre el dad y al por menor. El cabildo protestó
bien ser expresión de una expectativa "desembarcadero" de Guayaquil y la y la provincia entera estalló en una
que de una realidad territorial. En la Sierra fue la esclavización de los indios célebre sublevación que ha pasado a
última década del siglo todavía los eu- que habitaban en pueblos a lo largo la historia como la "rebelión de las al-
ropeos se planteaban la idea de em- del antiguo camino aborigen. De otro cabalas". Sin embargo, de acuerdo a
prender la conquista de las comarcas lado, los cultivos indígenas tradiciona- recientes investigaciones desarrolladas
situadas en las vertientes de las cordi- les fueron desplazados por extensos por Bernard Lavallé, parece ser que la
lleras oriental (la selva amazónica) y pastizal es destinados a la crianza de obligación del impuesto actuó más bien
occidental (Esmeraldas). De todas animales de carga y de ganado vacuno como el detonante de un problema más
maneras, una vez roto el hechizo del y ovejuno, y las nuevas tecnologías de fondo, que tenía que ver con el re-
mítico Dorado, debido a la poca renta- agrícolas, como el arado con buey, chazo de las élites a la política pro indi-
bilidad de las empresas españolas que permitieron intensificar y ampliar los genista del presidente de la Audiencia,
debieron enfrentar una tenaz resisten- cultivos de productos europeos. De Barros de San Millán, en funciones des-
cia indígena, prácticamente solo los todas maneras, algunos productos de 1587. Barros de San Millán, forma-
misioneros, en especial los jesuitas, se como el trigo, la cebada y ciertas espe- do en las filas de la intelectualidad
aventuraron a la conquista espiritual de cies animales domésticas, como el cer- humanista que en América simpatizó
las tierras selváticas. Sin embargo, para do y las gallinas, fueron rápidamente con las ideas de Las Casas, también se
1767, año de expulsión de la Compa- asimiladas por los aborígenes, sobre caracterizaba por guardar un celo in-
ñía de Jesús, los jesuitas de las misio- todo porque los encomenderos exigie- quebrantable y rígido en la aplicación
nes de Mainas aún no habían logrado ron su producción a modo de tributo. de las leyes que resguardaban el po-
la pacificación y cristianización los in- La gran diversidad ecológica de la re- der real en las Indias. Animado de es-
dígenas orientales. gión norandina permitió que tempra- tas convicciones, tomó la iniciativa de
La ocupación colonial había modi- namente se establecieran en las tierras disminuir el número de mitayos y el
ficado profundamente la fisonomía de cálidas los cultivos de la caña de azú- monto de los tributos, incrementando
los territorios ocupados. Frank Salomon car y el banano, planta de probable a la vez el salario indígena de 13 a 20
estudia los profundos efectos que cau- origen africano que, en palabras de pesos. No es difícil imaginar el furor
Frank Salomon, aumentó el potencial
só, por ejemplo, la introducción de es- con que reaccionaron los sectores más
pecies animales y vegetales europeas productor de regiones con suelo muy
influyentes integrados en su totalidad
en la estructura productiva y en el pai- húmedo.
por encomenderos. Sin embargo, a la
saje norandino. Los caminos de la Au- En el orden político, el tribunal de protesta en Quito se vincularon tam-
diencia se repleta ron de caballos y la Audiencia estaba atravesando desde bién los distintos sectores de la ciudad,
mulas que facilitaban el transporte de 1570, una vez finalizado el período de muy heterogéneos entre sí, como el
personas y productos, y permitieron a Hernando de Santillán, una situación clero, las élites y otros grupos margi-
la vez desarrollar rutas comerciales de de gran inestabilidad provocada tanto nales, conformados principalmente por
larga distancia. Pero el efecto negativo por las largas ausencias presidenciales mestizos y soldados. En ese contexto,
266 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL
como acontece en toda rebelión de gran res adquiridos en el marco de las nuevas campañas de conquista y pacifi-
magnitud, las expectativas sociales que campañas conquistadoras se convirtie- cación o a revueltas, todos estos fenó-
se estaban jugando probablemente re- ron sin duda en los primeros criterios menos en los que la Audiencia era muy
basaban ya las causas más visibles, en de diferenciación social, en tanto sir- pródiga. Las guerras civiles, la pacifica-
este caso, el simple rechazo al nuevo vieron para definir las jerarquías bási- ción de las zonas selváticas, o la rebe-
impuesto o a la inflexibilidad del pre- cas. Dentro de las huestes de los lión de las alcabalas, por ejemplo,
sidente, para reflejar el descontento de conquistadores, la posesión o no de representaron oportunidades de enro-
una sociedad en transición, que ya no determinadas armas o de caballos, las lamiento que, de paso, fueron útiles para
calzaba en los parámetros del viejo or- acciones de guerra, el sistema de leal- "servir a su majestad".
den establecido por los encomenderos. tades alrededor del caudillo-conquista- Las recompensas que la Corona se
dor y el paisanaje determinaron las preocupó por otorgar a sus súbditos
Consolidación de las élites formas de reparto del botín y, con ello, iban a ser decisivas en la configuración
coloniales durante el siglo XVII los fundamentos de las nuevas estruc- de la sociedad colonial. Los méritos y
La sociedad española de la Recon- turas sociales coloniales. lealtades al rey demostrados en e! trans-
quista había elevado la condición mili- Este esquema excluyó del reparto curso de la rebelión de las alcabalas
tar prácticamente a un estatuto de de! botín a muchos de los conquistado- fueron retribuidos con numerosos nom-
nobleza. Esto provenía del prestigio res. Solo 50 de los 204 vecinos funda- bramientos en el cabildo. Según Pilar
adquirido por el ejercicio de las armas dores de Quito recibieron el status de Ponce, autora de la investigación más
en la larga historia de expulsión de los encomendero; y no todos con la misma exhaustiva sobre el funcionamiento del
moros de la Península. Las distincio- jerarquía. Los demás quedaron al mar- municipio quiteño en el siglo XVII, el
nes militares eran, en consecuencia, las gen, viéndose obligados a articularse a cambio que se operó en la composi-
más apreciadas y el valor guerrero aso- las escasas posibilidades que el sistema ción del cabildo quiteño a raíz de esa
ciado a ellas constituía la base del or- ofrecía fuera de la propiedad de tierras medida no tuvo equivalente en toda la
gullo español de la época. El contexto e indios. Ortiz de la Tabla y Bernard época colonial y ese, junto con la ven-
bélico desatado por la conquista de Lavallé conciden en señalar que los bas- ta de oficios a partir de 1597, va a ser,
América fue favorable para que esa tra- tardos y blancos desheredados de la precisamente, el origen de los podero-
dición militar tuviera continuidad al otro conquista, junto con los mestizos, adop- sos linajes que crecieron en el seno del
lado del Atlántico. Los méritos milita- taron la alternativa de incorporarse a cabildo. El estudio señala, sin embar-
go, que los cambios provocados por la
entrada al cabildo de vecinos sin enco-
1111 mienda no provocaron un desplaza-
\\ I ., I I U" miento total de los encomenderos,
011 como ocurrió con los cabildos de Méxi-
\II,"II( co o Buenos Aires, que terminaron
dominados por comerciantes o nuevas
burguesías. En el caso de Quito, el des-
plazamiento de la encomienda como
::::
fuente de riqueza, a favor de nuevas
t"""
formas de acumulación como las que
generaba la hacienda, el obraje y el
-. comercio, no generaron la superposi-
ción de un sector sobre otro en el es-
pacio del poder local. Más bien, las
élites quiteñas desarrollaron la estrategia
de diversificar sus actividades econó-
111 1. micas, orientándolas hacia los diversos
sectores de la producción y la circula-
~ ción como lo demuestra Guadalupe
" 1. 11110 P J( Soasti para el caso de los obrajeros-
comerciantes-, logrando con ello pre-
servar su lugar en el cabildo y constituir
()(E·\S verdaderos clanes familiares que se
/
¿J prolongaron a lo largo del siglo XVII.
Los cargos fueron manejados como
Mapa colonial que
data de 1740, con la
propiedades a perpetuidad, que podían
estructura ser heredadas por sus descendientes o
administrativa y la negociadas y hasta alquiladas cuando
organización
era necesario. Pilar Ponce demuestra
. geográfica en la
plenitud del periodo que el manejo patrimonial de los ofi-
colonial. cios consolidaba linajes familiares y
,
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 267
desarrollara una de las pocas socieda- presencia de cientos de cuadrillas de afectadas por los bloqueos económicos
des negras libres del mundo colonial, esclavos obtenidos en Cartagena. derivados de esas políticas. De acuerdo
cuya historia la recoge en detalle la his- El saldo de estos dramas regionales, a los planteamientos de Phelan, el aisla-
toriadora Rocío Rueda. Los negros de resultantes de la obsesión defensiva de miento al que se vio confinada la Sierra,
Esmeraldas, descendientes de esclavos España y de las rivalidades y desencuen- encerrada durante siglos en su claustro
que sobrevivieron al naufragio del bar- tras entre las élites serranas y costeñas, de los Andes, derivó en la formación
co que los transportaba a Lima a fines se plasma en la situación de fragmenta- de una sociedad señorial, jerárquica, pa-
del XVI, se instalaron en la provincia ción regional que marcará la historia de terna lista y apegada a la tradición, cosa
verde y luego de someter a los nativos, la Audiencia durante el siguiente siglo, que probablemente se hubiera evitado
negociaron con la Audiencia su liber- y que se agudizará con el despegue eco- si la colonización de Esmeraldas y la
tad a cambio de vigilar las costas. La nómico de Guayaquil vinculado a la li- salida al mar se concretaban, permitien-
esclavitud solo llegaría a Esmeraldas a bre exportación del cacao a partir de do la modernización de la región y por
fines del XVIII, con la explotación de 1774. De todas maneras, en el balance lo tanto "un equilibrio más dinámico"
las minas de oro que demandaron la general, las élites quiteñas fueron las más entre Sierra y Costa.
El siglo XVIII.
La sociedad Desarticulación regional apenas en el siglo XVIII, lo que expre-
aristocrática y los y oligarquías locales sa el endurecimiento de la gestión del
En varios sentidos el inicio del si- gobierno metropolitano y su fidelidad
proyectos glo XVIIIsupone un viraje en los desti- al carácter absolutista que estaba ad-
quiriendo. En contra de la creencia ge-
autonomistas de nos de la Audiencia de Quito y en ello
tuvo un papel fundamental el cambio neralizada de que los Borbones
la Colonia tardía de la dinastía reinante. En 1700, el nie-
to de Luis XIV,Felipe de Anjou, hereda
impulsaron procesos de modernización
en los dos lados del Atlántico, Fontana
la Corona española, acontecimiento que demuestra que su preocupación pri-
da lugar a la instalación de la casa Bor- mordial fue más bien la reconstrucción
bón en el trono español por más de un de la ruinosa maquinaria del Estado y
siglo. En muchos aspectos el reinado el incremento de los caudales reales a
de los Borbones marca una ruptura con través de la acostumbrada vía fiscal. Al
sus predecesores, los Austria, sobre servicio de estos propósitos muy pun-
todo con el reinado de Carlos III que tuales, se desarrollaron entonces las
intenta una "reconquista de América" a políticas que la nueva dinastía imple-
través del restablecimiento del impe- mentó en las colonias y que se pueden
rio, profundamente debilitado desde sintetizar en tres temas fundamentales:
fines del siglo anterior por sus derrotas centralización administrativa con la
frente a las potencias europeas rivales. consiguiente ruptura de los tradiciona-
Los monarcas de la casa de Austria les pactos coloniales, reordenamiento
habían gobernado las Indias sobre la del espacio colonial con propósitos
base de lo que el historiador catalán defensivos, y liberalización del comer-
Joseph Fontana denomina un "pacto cio para incrementar los fondos prove-
social no escrito", que ponía a la mo- nientes de impuestos sobre el transporte
narquía casi en igualdad de fuerzas con marítimo de cargas.
las oligarquías de España y de Améri- En la Audiencia de Quito los gru-
ca, cuyo poder provenía de los impor- pos dominantes no solo habían acu-
tantes procesos de acumulación interna mulado riqueza sino también cuotas de
de riqueza que se habían generado poder en la administración colonial a
durante el siglo XVII. A diferencia de través del control que ejercían sobre
los Austrias, que habían visto a las In- las mecanismos estatales de extracción
dias como reinos y a sus habitantes del excedente. La cobranza de tributos
La Sierra, encerrada durante siglos en su como súbditos, los Borbones intenta- y de los impuestos que pesaban sobre
claustro de los Andes, derivó en la formación ron restablecer las relaciones con pa- los ramos del aguardiente, la sal, el ta-
de una sociedad señorial, jerárquica, pater- rámetros abiertamente coloniales. La baco, entre otros, era frecuentemente
nalista y apegada a la tradición. Reproducción
de la tarjeta de recordación de la religiosa noción de "colonia", justamente, se rematada a particulares que, a su vez,
quiteña Getrudes. introduce en el vocabulario político la encargaban a subarrendadores. Esta
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 269
cionarios coloniales con ocasion del segregación del gobierno de Guayaquil, tos serranos al Chocó, Panamá y Espa-
resguardo de las fronteras. Entre 1766 que pasó a depender del virrey de Santa ña, proyecto en el que intervinieron
y 1788 el presidente José Diguja no solo Fe en 1803, y de los distritos de Tuma- personalmente Carondelet y Pedro Vi-
organizó expediciones para expulsar a co, Atacames y la Tala, que se sujeta- cente Maldonado, logrando abrir la ruta
los portugueses de la zona del Mara- ron temporalmente a la jurisdicción de y establecer los puertos y pueblos ne-
ñón y redefinir así la delimitación terri- Popayán, dependiente a su vez de Santa cesarios para el comercio y exportación.
torial entre las dos monarquías sino que, Fe en todo lo que no fuera gestión de El presidente desplegó, además, una
siempre en la expectativa de consoli- justicia y territorialidad, que constituían serie de esfuerzos encaminados a lo-
dar el centralismo metropolitano, pro- temas concernientes a Quito. Los terri- grar la recuperación de los territorios
puso convertir a Mainas en una torios de Pasto y Quijos también estu- perdidos y la antigua categoría admi-
gobernación dependiente directamen- vieron a punto de ser incorporados a nistrativa de la Audiencia. En ese senti-
te de España. El proyecto de Diguja y Nueva Granada y al Perú, respectiva- do, reivindicó la propiedad que Quito
los sucesivos informes de Francisco mente. tenía, según su parecer, sobre la Su-
Requena, comisario de límites y gober- Las reformas eran de tanta magni- perintendencia de Real Hacienda, con
nador de Mainas, plantearon la necesi- tud e impacto, que las élites locales no total independencia de Santa Fe, bajo
dad de atender religiosa y militarmente tuvieron más remedio que inscribirse el argumento de que así fue estableci-
a la zona, propuestas que finalmente do y mantenido por sus predecesores.
en los nuevos procesos, tratando de
se concretaron en la cédula real del 15 Adicionalmente, en una representación
beneficiarse de las políticas de autono-
de julio de 1802, que estableció la crea- dirigida a la Corona en 1804, el presi-
mía administrativa que la misma Coro-
ción del Obispado y de la Comandan- dente exponía la necesidad de reunir
na implementaba para establecer
cia General de Mainas, no vinculada las provincias segregadas y de conver-
vínculos más directos con los distritos
directamente con Madrid, sino con de- tir a la presidencia de Quito en una
coloniales. Durante el gobierno del
pendencia de Lima, lo que supeditó la capitanía general independiente, que
barón Luis Francisco Héctor de Caron-
relación con Quito a vínculos poco cla- incluyera además el gobierno de Pana-
delet se dio una especial confluencia
ros en lo judicial. Como si esto no fue- má. Las rivalidades y desacuerdos en-
de intereses oficiales y locales que ge-
ra suficiente, el financiamiento para la tre las propias élites serranas interesadas
neró optimismo entre los círculos crio-
comandancia y para las misiones de- en la salida al mar y, nuevamente, la
llos e intelectuales de la ciudad de
bía provenir de las cajas reales más oposición de Guayaquil que influyó
Quito, por la posibilidad de restable-
próximas y estas no eran otras que las sobre Madrid para lograr la prohibición
cer las viejas aspiraciones de autono-
de Cuenca o las de Quito, que para del comercio por la ruta, provocaron
mía administrativa de la Sierra central
ese efecto probablemente mantenían el abandono del camino a Esmeraldas,
y septentrional, cuya capitalidad esta-
formalmente la calidad de intendencias. que desapareció invadido por la selva.
ba siendo mermada por la segregación
Carondelet murió en 1806 sin haber
El socavamiento de la organización territorial. Se renovó la idea de la aper-
logrado tampoco la recuperación total
jurisdiccional de la Audiencia se com- tura de un camino a Esmeraldas que
de los territorios que reclamaba para la
pleta durante los mismos años con la facilitara la exportación de los produc-
Audiencia.
La influencia de la Ilustración
.r: Et?:1.
.;.:;
.6"7,. en la Audiencia
El "despotismo ilustrado" ejercido
por los Borbones auspició un proceso
de secularización del pensamiento
y de la cultura en las colonias. En el
fondo se trataba de romper la hege-
monía de la Iglesia en esos ámbitos,
para consolidar el estado absolutista
mediante el debilitamiento de su rival
principal, el papado de Roma. Una de
las principales medidas adoptadas en
ese sentido fue la supresión de la Com-
pañía de Jesús decretada en 1773, seis
La geografía fue,
años después de su expulsión de todo
durante la Colonia, un el orbe. La Compañía era una orden
escenario de de filiación eminentemente papista, lo
constantes
que explica su papel tan predominan-
descubrimientos,
mediciones e te como portavoz del movimiento de
investigaciones la contrarreforma, que había sentado
científicas. Un grabado los fundamentos de la acción de la
de un instrumento de
medición aplicado a la
Iglesia en el mundo colonial desde fi-
geografía. nes del siglo XVI. En Quito, la salida
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 275
La universidad fue el
escenario del debate
entre la escolástica,
representada por el
sistema aristotélico-
tomista, y la ciencia
moderna. Interior de la
antigua universidad de
Quito
de los jesuitas impactó en los diversos ción de la primera universidad públi- presencia de la Misión Geodésica, que
ámbitos de la vida social, cultural y ca, fundiendo la de San Gregorio con llegó en 1736 y, sobre todo, por las
política, no solo porque ellos maneja- la de Santo Tomás, el ambiente acadé- posibilidades que la ciencia moderna
ban las haciendas más exitosas de la mico no necesariamente se abrió al ejer- brindaba para salir del estancamiento
Sierra, sino porque en sus manos es- cicio de la crítica. Más bien se sometió en el que estaba sumergida la región,
taba la célebre universidad de San a los imperativos "regalistas" postula- los intelectuales de Quito establecieron
Gregario Magno que, junto con la de dos por el Estado, que defendían la idea la "Academia Pichinchense" y la "So-
Santo Tomás, de la orden dominica, de que el poder de los reyes provenía ciedad Patriótica de Amigos del País",
constituían los centros más importan- de un derecho divino. Así la universi- que contó entre sus miembros con el
tes de formación de las élites criollas dad terminó combinando cátedras que, obispo reformista Pérez Calama, que
desde fines del siglo XVII. por un lado, fomentaban el pensamien- la presidía, y con los marqueses de Vi-
Pese a que la universidad jesuítica to científico moderno y, por otro, se lIaorellana y Selva Alegre, Juan Larrea,
ha sido vista como un baluarte de la ponían al servicio del estado absolutis- José Javier Ascázubi, Francisco Villacís,
escolástica, un saber fundado en los ta. El "Catecismo Real" del arzobispo Gabriel Cenitagoya, Pedro Calisto y
dogmas religiosos y en la idea de que de Charcas José Antonio de San Alber- Muñoz y, el más célebre de todos, Eu-
la fe debe prevalecer sobre la razón, to, portavoz del regalismo, tuvo varios genio Espejo, que actuaba como se-
no se ha podido negar que prominen- seguidores entre los "ilustrados" de cretario. Este grupo fue precisamente
tes religiosos de la orden estuvieron Quito, entre ellos el obispo reformista el que colaboró con Carondelet en la
entre los primeros que se abrieron a la Pérez Calama y Eugenio Espejo, el pen- formulación del proyecto autonomis-
ciencia moderna, tal como lo manifies- sador más destacado y progresista de ta que abanderaron los quiteños a fi-
tan los contenidos de algunas de las fines del siglo XVIII. nes de siglo, frente a las políticas
cátedras y la propia biblioteca jesuita Sin embargo, no fue la universidad centralistas de los virreinatos. Su ideo-
que contaba con obras de los expo- la que canalizó los mejores frutos del logía modernizante y progresista no
nentes de la revolución científica eu- pensamiento y la cultura en la Audien- se tradujo en una crítica a la legitimi-
ropea. cia de Quito. De los trabajos de Samuel dad de la monarquía,' más bien, estos
El debate entre la escolástica, re- Guerra se desprende que las iniciati- "ilustrados" aprovecharon los espacios
presentada por el sistema aristotélico- vas culturales más importantes tuvie- secularizados que el propio Estado fo-
tomista, y la ciencia moderna, fundada ran lugar en espacios extra académicos mentó para desarrollar una reflexión
en los paradigmas copernicanos y amparados por el propio estado ilus- crítica sobre la realidad social, cultu-
newtonianos, recibió muchas restriccio- trado, en los que confluían eclesiásti- ral y geopolítica. La idea de la inde-
nes en los círculos universitarios y la cos, laicos y también los intelectuales pendencia surgirá mucho más tarde,
situación no cambió radicalmente con vinculados a las universidades, como en el marco de desestabilización de la
la expulsión de los jesuitas. A fines de los mismos jesuitas, que fueron sus más Corona española provocada por la in-
siglo, cuando Carlos III auspicia la crea- activos promotores. Inspirados por la vasión francesa a la Península.