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Agradecimiento especial: A la Fundación Odebrecht y Lin y Emile Deletaille(Tresors du Nouveau Monde).

Ilustración de las guardas: Mapa original de la Real Audiencia de Quito. Colección privada.

Primera edición: abril de 2003

ES PROPIEDAD
© Editorial Planeta Colombiana S. A., 2003
Calle 21 No. 69-53, Bogotá
Edición especial para el Círculo de Lectores

ISBN Volumen II 9978-983-17-1


ISBN Obra completa 9978-983-15-5

Preprensa: Imágenes y Texto

Impreso por Quebecor World Bogotá S. A.


,/
CONQUISTA
y OCUPACION COLONIAL
CONQ!JISTA
1;
y OCUPACIÓN
COLONIAL*

La expansión europea hacia clases pudientes europeas, como las


el Atlántico y el encuentro sedas y el algodón fino, Sin embargo,
del "Nuevo Mundo" desde 1453, el bloqueo turco de Cons-
Durante el siglo x.v el proceso de tantinopla, puerta de entrada al conti-
expansión comercial de Europa se ha- nente asiático, obligó a la búsqueda y
llaba estrechamente vinculado al incre- exploración de rutas alternativas, En ese
mento de las relaciones comerciales con contexto, y por su privilegiada situa-
el Asia. La más importante y cotizada ción marítima, fue Portugal el país que
de las rutas de intercambio era preci- a partir de 1418, luego de arrebatar
samente la mítica ruta de la "espece- Ceuta a los musulmanes, encabezó la
ría", que conectaba a los mercaderes iniciativa de llegar al Lejano Oriente
europeos con la India y el Lejano Orien- bordeando las costas atlánticas del
te, fuentes de suministro de las famo- continente africano en dirección al
sas "especias", jengibre, clavo, canela, océano Índico, con lo cual se esquiva-
nuez mascada, pimienta, que permitían ba el obligado paso por el Mediterrá-
conservar los alimentos durante los neo. Además, en forma paralela a la
implacables inviernos y también sa- expansión atlántica, Portugal fue crean-
zonados para que perdieran su crude- do sus primeras colonias insulares (is-
za. Por la misma ruta llegaban otros las Madeira, Azores) en las que
• Por Rosemarie Terán Najas productos altamente cotizados por las estableció plantaciones de caña de azú-

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España se involucró
en la aventura
expansionista de
ultramar a la par
que los
portugueses. Mapa
de América
elaborado hacia
1630.
254 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL

lugar por observaciones de la esfera


celeste realizadas a través del astrola-
bio y el cuadrante, instrumentos náuti-
cos también surgidos del desarrollo de
la navegación árabe. No obstante, es-
tos métodos continuaban siendo insu-
ficientes para la navegación en alta mar,
que también requería experiencia, in-
tuición y una firme convicción en el
rumbo elegido. Y fueron estas cualida-
des precisamente las que confluyeron
en el genovés Cristóbal Colón, mezcla
de diestro marino y avezado mercader,
que se aventuró al encuentro de una
ruta hacia la India por el oeste. Pese a
ser el país más desarrollado en materia
de navegación atlántica, Portugal no
apoyó el proyecto de Colón por hallar-
se empeñado en la circunnavegación
Las empresas descubridoras de los siglos XV y XVI se mantuvieron en el empeño de encontrar la del África. España, en cambio, sí res-
ruta de la "especería". Instrumento utilizado en siglos pasados para los trazados geográficos. paldó la empresa a través de los reyes
católicos Isabel y Fernando, alentados
car con el trabajo de negros africanos trasatlántico. De manera que hoy nos por la exitosa culminación de sus gue-
que esclavizaba a medida que avanza- parecería inverosímil, la competencia rras de reconquista que concluyeron
ban las exploraciones. En poco tiem- entre España y Portugal por el control con la expulsión de moros y judíos de
po, el comercio de esclavos y productos ultramarino se resolvió en 1494 a tra- sus territorios. La toma cristiana del úl-
exóticos y la búsqueda de oro proce- vés de un tratado -llamado de Tor- timo reducto moro en Granada se dio
dente del África subsahariana estimuló desillas- por el cual, con el arbitrio justamente en 1492, meses antes de que
a que España, Holanda, Francia, e In- del papa Alejandro VI, el mundo que Colón efectuara su primer arribo a is-
glaterra se lanzaran al comercio ultra- se estaba descubriendo fue repartido las americanas.
marino y terminaran convirtiéndose en entre ambos países. Los viajes de Colón a las Antillas y
las primeras potencias colonizadoras Se podría pensar que la empresa a la costa continental americana encen-
modernas, con España y Portugal a la americana fue una prolongación natu- dieron rápidamente en los europeos la
cabeza. Ello iba a estimular la forma- ral de aquellas primeras experiencias ambición por las riquezas que podían
ción de un mercado más integrado y de navegación atlántica. Tarde o tem- ofrecer las nuevas tierras descubiertas,
competitivo, de alcances mundiales, prano los vientos alisios terminarían tierras aquellas que se consideraron
que marcaría el tránsito del feudalismo empujando las embarcaciones en direc- parte del Asia, por lo que se las llamó
hacia la época capitalista. ción hacia el desconocido continente. las "Indias occidentales" hasta las pri-
Sin embargo, la hazaña de la travesía meras décadas del siglo XVI, época en
España se había involucrado en la
por el Atlántico no fue tan simple. Tu- la que Américo Vespucio comenzó a
aventura expansionista de ultramar a
vieron que confluir una serie de facto- difundir la idea de que se trataba de
la par que los portugueses. Contando
res de diverso tipo para hacerla posible. continentes distintos. Pero, aunque es
con la ventaja de tener establecida una
De un lado, el ansia de exploración de cierto que las empresas descubridoras
colonia castellana en las islas Canarias
nuevas fuentes de riqueza trajo apare- de esos años se mantuvieron en el
desde 1402, a la que usó como base de
jado el adelanto tecnológico. Tuvo que empeño de encontrar la ruta de' la "es-
las expediciones, los andaluces termi-
aparecer la carabela, nave ligera y prác- pecería", la gente que en ellas partici-
naron combinando la pesca de altura
tica creada por los portugueses, pero pó las aprovechó para saciar su sed de
con la explotación del lucrativo comer- inspirada en el antiguo diseño de las oro y para justificar, con los envíos de
cio de esclavos, oro y especias que ofre- embarcaciones árabes. Además, fue ese codiciado metal a la Corona espa-
cía el noroeste africano. Tanto para indispensable el desarrollo de medios ñola, la prosecución de las exploracio-
españoles como para portugueses, la de orientación en el mar. Para fines del nes. El "rescate" del oro en las Antillas
expectativa de encontrar nuevas tierras siglo XV, el antiguo temor que suscita- se hizo con el trabajo de los nativos
hacia el oeste se afirmó a medida que ba el misterioso y desconocido océa- expresamente esclavizados para ese
aumentaba el conocimiento del océa- no, llamado "mar tenebroso" durante propósito o previamente repartidos
no y de sus probables rutas. Este fenó- la Edad Media, había sido en parte su- entre los colonos a través de la enco-
meno, unido a la certeza ya bastante perado por conocimientos más cientí- mienda, que aparece allí por primera
difundida entre los comerciantes y ficos. Los navegantes disponían de vez como la institución básica que re-
marinos de fines del siglo XV sobre la rudimentarias cartas marítimas que iban gularía la relación entre los dominado-
esfericidad de la Tierra, creó las condi- siendo completadas en las exploracio- res y la población nativa. Por medio de
ciones para hacer posible el primer viaje nes y podían calcular la latitud de un ella los conquistadores adquirieron el
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 255

derecho a poseer un número determi-


nado de indios para su servicio, a cam-
bio de la obligación de favorecer el
adoctrinamiento en su encomienda. Las
matanzas directas para someter a las
poblaciones, características de la pri-
mera fase de la conquista, el cruel e
intenso ritmo de trabajo y las enferme-
dades transmitidas por los colonos pro-
vocaron que en menos de veinte años
la población nativa se extinguiera casi
en su totalidad. Solo en la isla Españo-
la (actuales República Dominicana y
Haití) los aproximadamente 500 000
habitantes que existían en 1492 se re-
dujeron a 32 000 habitantes hacia 1514,
es decir 16 años después. La intensi-
dad de la explotación también se pue- A Cristóbal Colón se le
de advertir en el volumen de oro recortaron finalmente los
antillano que llegó a Sevilla hasta 1520: privilegios, títulos militares,
nobiliarios y repartimientos de
14 118 kilos de oro, sin incluir el de
indios.
contrabando.

Bases ideológicas y políticas partir de principios del siglo XVI, ter- Pero la creación de estas institucio-
de la conquista minaron siendo notablemente disminui- nes no iba a significar que las Indias
España se atribuyó el derecho de das con el envío de funcionarios recibieran el mismo tratamiento que los
gobernar las Indias basada en el con- directos del rey: los gobernadores. El reinos de España, pese a que jurídica e
vencimiento -que ya había animado objetivo era sustituir el poder militar institucionalmente fueron reconocidas
la reconquista de la Península- de que emanado de la conquista por el poder como tales. La colonización emprendi-
era lícito para los cristianos apropiarse civil dependiente de la Corona. Pese a da por España se sustentó en la creación
de los pueblos "infieles", y se dio mo- que algunos conquistadores recibieron de estructuras políticas, económicas e
dos de fundamentar esa concepción a como recompensa el título de gober- ideológicas de dominación destinadas
través de una serie de títulos jurídicos, nador, la Corona puso límites a sus fa- a someter un extenso territorio que es-
especialmente las bulas papales. Este cultades, pues quería evitar que en las taba fuera del suyo, y cuya apropia-
espíritu de cruzada llevó a que en la distantes posesiones americanas surgie- ción iba a permitir en adelante explotar
empresa colonizadora confluyeran in- ran autoridades patrimoniales locales la fuerza de trabajo nativa ya organiza-
tereses tanto en relación al "gobierno y poderosos señores feudales. da y sus variados y ricos recursos natu-
espiritual" como al "gobierno terrenal" Para regular las relaciones de la rales. En función de estos propósitos
de las tierras descubiertas. A través de metrópoli con Ultramar, la Corona ha- se fueron modificando las propias ins-
lo que se denominó el "Patronato", los bía establecido ya en 1503 la Casa de tituciones españolas que estaban sien-
monarcas se arrogaron la facultad de Contratación destinada a controlar el do transferidas desde la Península,
intervenir en el "gobierno espiritual", tráfico comercial entre España y Amé- como la de los virreyes o las Audien-
presentando sus candidatos para obis- rica. En cambio, como primero y máxi- cias, que acabaron convirtiéndose en
pos y recolectando en su beneficio los mo órgano del gobierno civil se creó vehículos del proceso de colonización.
impuestos eclesiásticos, como el caso del el Consejo de Indias, derivado del Con- Efectivamente, a diferencia de las es-
diezmo que obligaba a la Corona a cons- sejo de Castilla, que empezó a funcio- pañolas que eran ante todo burocráti-
truir y sostener iglesias en América. nar alrededor de 1517, sobre todo como cas, estas instituciones en América
Los reyes se preocuparon también tribunal en última instancia para las
fueron adquiriendo dimensiones polí-
de reglamentar desde el principio los cortes de justicia americanas. El pro-
ticas y simbólicas muy especiales y, en
beneficios que la conquista les repor- blema de gobernar desde el otro lado
muchos casos, unos niveles de auto-
taba en relación al control de las tie- del Atlántico se sorteó mediante la crea-
nomía que la Corona siempre intentó
rras y los nativos del Nuevo Mundo. ción en América de los Virreinatos,
contrarrestar.
Fue por eso que a Colón se le recorta- grandes jurisdicciones gobernadas por
ron los privilegios obtenidos a través los virreyes, directos representantes del En realidad no todas las institucio-
de las capitulaciones de Santa Fe, por monarca; y de las Audiencias, organis- nes sirvieron de la misma manera a los
las que se le habían concedido títulos mos colegiados a cargo de un presi- propósitos de la colonización. Algunas
militares, nobiliarios y repartimientos de dente, que administraban los asuntos fueron impactadas y transformadas por
indios. En adelante se procedería de del Estado y ejercían la justicia en dis- la propia experiencia americana y el
igual forma con todos los conquista- tritos menores integrados a los Virrei- mejor ejemplo se dio a propósito de la
dores, cuyas posibilidades de acción, a natos. propia conquista. Tanto malestar des-
256 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL

pertaron las atrocidades cometidas en virtió en base de las conquistas empren- daron su apoyo bélico, con lo cual la
la invasión a las Antillas que las prime- didas hacia las tierras del sur. conquista se convirtió en una guerra
ras denuncias provinieron del mismo En el continente los conquistado- desatada en múltiples direcciones. Bue-
sector español y terminaron favorecien- res se encontraron con culturas mucho na parte del éxito obtenido por Her-
do un debate sin precedentes, no igua- más complejas, a diferencia de lo que nán Cortés en la conquista de México,
lado por potencia colonial alguna en ocurría en las islas, donde la población por ejemplo, se debió al apoyo que
la historia, en el que se sometió a dis- nativa se organizaba en pequeñas agru- recibió de parte de los tlaxcaltecas, gru-
cusión la legitimidad misma de la pre- po indígena que, como otros, vio en el
paciones gobernadas por caciques, que
sencia europea en el Nuevo Mundo. sector español el aliado ideal para lu-
dependían de la caza, la recolección y
Asumieron la defensa de los indígenas char contra el emperador azteca Moc-
de una agricultura elemental para la
los religiosos españoles de la Orden de tezuma.
autosubsistencia. En las mesetas cen-
Santo Domingo, con Bartolomé de la Las exploraciones hacia la parte
trales de México, tal como ocurría tam-
Casas a la cabeza. Su lucha llevó a que meridional del continente fueron pro-
bién en las mesetas y valles andinos de
la Corona revisara los fundamentos tagonizadas por veteranos de la con-
los actuales Bolivia, Perú, Ecuador,
mismos de la colonización, cuyo pro- quista americana, que habían llegado
Colombia existían, en cambio, densos
blema central era en ese momento la entre los primeros grupos europeos que
y muy heterogéneos conglomerados
encomienda. Se procedió entonces a arribaron al Caribe. Ese fue el caso de
poblacionales regidos por sistemas
introducir una modificación sustancial Francisco Pizarra y de Diego de Alma-
políticos estatales y basados en econo-
que iba a causar revuelo entre los en- gro, quienes, en sociedad con Hernan-
mías agrícolas altamente desarrolladas
comenderos y que tenía que ver con la do de Luque, emprendieron una larga
que dependían del intercambio y de
prohibición de que la encomiendas se travesía hacia el descubrimiento de las
sofisticados sistemas hidráulicos. Se tra-
otorgaran a perpetuidad. inmensas y desconocidas tierras del
taba de sociedades muy jerarquizadas,
en las que el Estado había realizado "Perú", denominación que derivaba de
La ocupación europea del
"Birú", nombre nativo de un río en la
continente y la conquista una cuidadosa distribución de funcio-
costa pacífica (al norte de la actual
de los Andes nes económicas y sociales entre los
Colombia) que en la década de 1520
grupos, lo cual fue mantenido inicial-
Agotados los recursos de las islas constituía una especie de frontera na-
Antillas y prácticamente exterminada su mente por los españoles en provecho
tural entre la avanzada conquistadora
población, los conquistadores se diri- propio.
establecida en Panamá y lo que que-
gieron en búsqueda de nuevas rique- La conquista de estas grandes civi- daba por explorar hacia el sur.
zas hacia el continente. En 1518 Hernán lizaciones se hizo mediante la guerra y
Los viajes hacia el sur arrancaron
Cortés invadió México, y ya para la la estrategia política. Los conquistado-
en 1524, inmediatamente después de
década de 1520 el eje de las campañas res aprovecharon el rechazo que los
las primeras noticias que se tuvieron
conquistadoras había pasado de las grupos nativos mantenían frente a las
sobre la existencia del rico y populoso
Antillas a Panamá, punto que se con- hegemonías azteca e inca, y les brin-
imperio del Perú. Bordeando la costa
pacífica con navíos repletos de aven-
tureros, los expedicionarios recorrieron
en aproximadamente seis años suficien-
tes millas como para llegar hasta los 8
grados de latitud sur; esto es, más allá
del río Santa en la costa peruana. Du-
rante el trayecto desembarcaron varias
veces, con estadías en Tacámez, Jama,
Portoviejo, Isla Puná y Túmbez y, en-
tre escaramuzas, asaltos y también en-
cuentros pacíficos con los nativos,
tuvieron la oportunidad de confirmar
mediante el testimonio de los mismos
habitantes de esos lugares la existen-
cia del gran imperio que buscaban. En
esos largos años también lograron cap-
turar oro, plata y nativos que luego les
sirvieron de intérpretes.
Pero los seis años de exploracio-
nes europeas en la costa pacífica de
los actuales Colombia, Ecuador y Perú
también habrían permitido a las socie-
En el continente los conquistadores se encontraron con culturas mucho más complejas, a la par
que tejían versiones fantasiosas en torno a los aborígenes, tal como ocurre en este grabado del
dades de los Andes enterarse de la pre-
siglo XVII. sencia de los europeos -y elucubrar
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 257

sobre sus intenciones- con suficiente


anticipación a las acciones de conquis-
ta que se avecinaban. Hay que tomar
en cuenta que las sociedades aboríge-
nes de América del Sur estaban vincu-
ladas entre sí por importantes vías de
intercambio que permitían el flujo de
personas, de productos y de informa-
"
-1
ción. No se entiende de otra manera
que noticias particularmente precisas
sobre un imperio situado mucho más
allá de la línea equinoccial circularan
-, en regiones tan septentrionales atrayen-
do la atención de los aventureros ins-
Los viajes hacia el sur del
talados en Panamá. No obstante, este
continente americano
alto grado de integración sirvió, iróni- arrancaron en 1524,
camente, a los propósitos de un desti- inmediatamente después
no trágico. Por las mismas redes de las primeras noticias
que se tuvieron sobre la
circularon las mortales enfermedades existencia del rico y
europeas que tras los primeros contac- populoso imperio del
tos comenzaron a difundirse entre la Perú. Francisco Pizarro
fue uno de los
población nativa, diezmándola en pro- protagonistas de estas
porciones gigantescas, mucho antes de aventuras.
que los conquistadores penetraran en
el territorio.
La intensidad y amplitud del conta- su mal procedía de los futuros verdu- encarnizadamente a Huáscar y Atahual-
gio allanó el camino hacia la conquista gos de su imperio. Huayna Cápac ha- pa, hijos del Inca fallecido. Atahualpa,
no solo asolando a la población sino bía sido el autor de la expansión del manteniendo la preferencia de su pa-
que, en parte por acción del azar, ter- Tahuantinsuyo hacia la región de Qui- dre por la región de Quito, había con-
minó afectando la misma cúpula del to situada al norte del imperio o Chin- solidado su presencia allí mediante
poder inca, entonces encarnada en chaysuyo. Su muerte temprana llevó al alianzas establecidas con los señoríos
Huayna Cápac, quien murió entre 1525 imperio inea a una profunda crisis po- locales, cuestión que desafiaba y po-
y 1527 en Quito, probablemente de lítica provocada por problemas de su- nía en peligro la centralidad del impe-
cesión que terminaron enfrentando rio concentrada en el Cuzco, como lo
viruela o de sarampión, ignorando que
señala Galo Ramón Valarezo. En reali-
dad, esto implicaba un cambio sus-
tancial en el esquema político de
organización del Tahuantinsuyo y cons-
tituía un poderoso motivo para que las
élites políticas incaicas se vincularan al
enfrentamiento entre Huáscar y Ata-
hualpa. La guerra fratricida que ellos
protagonizaron culminó con la derrota
de los ejércitos de Huáscar y el triunfo
de Atahualpa. El nuevo Inca, sin embar-
go, no poseía una situación sólida al
inaugurarse su mandato. Estaba rodea-
do de poderosos adversarios que pro-
venían no solo de los grupos partidarios
de Huáscar, sino también de los nume-
rosos pueblos que siempre se habían
resistido a la dominación inca, y que
veían en la situación de inestabilidad
política del imperio la oportunidad para
Atahualpa estaba rodeado enfrentada. Fue en esos precisos mo-
de poderosos adversarios
mentos en que ingresaron al escenario
que provenían no solo de
los grupos partidarios de los conquistadores españoles.
Huáscar sino también de De la crisis política que desgarraba
otros pueblos, lo que facilitó
su derrota. al imperio inca se enteró Pizarro du-
258 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL

rante su estadía de casi cerca de un der, Atahualpa se expuso en la plaza norandina (actual Ecuador) del impe-
año en el litoral pacífico del actual Ecua- de Cajamarca, ante los españoles, con rio tambalearon luego de la muerte de
dor, de la cual obtuvo un importante todo el boato posible y con sus guerre- Atahualpa. El rechazo a la dominación
botín en oro y plata, logrado mediante ros desarmados. Los casi 200 hombres inea de parte de los pueblos Cañari,
sangrientos asaltos perpetrados a po- de Pizarra emboscaron y, prácticamen- Puruhá, Quito y Pasto permanecía
blaciones como la de la isla Puná, que te, exterminaron a los soldados impe- latente pese a que los incas, luego de
quedó prácticamente arrasada a su riales. Inmediatamente, aprovechando sus guerras de conquista, habían adop-
paso. Luego Pizarra arribó a Túmbez, la des protección del Inca, lo conmina- tado medidas "blandas" para consoli-
que era la puerta de entrada del impe- ron a aceptar la conversión a la fe cris- dar su poderío en esas regiones. En
rio. Conocedor entonces de la presen- tiana, a través de un insólito ritual realidad, los pueblos norandinos, orga-
cia de Atahualpa en Cajamarca ---en llamado requerimiento que, en caso de nizados en unidades políticas autóno-
donde el Inca se había enterado por ser rechazado ---como lo hizo Atahual- mas -los "señoríos"-, no aceptaban
esos mismos días de la derrota de Huás- pa- les permitiría legitimar cualquier el esquema centralizante del Estado
car y de su propia entronización- el acto de crueldad, siempre justificable inca, de acuerdo a lo demostrado por
conquistador decidió marchar a su en- en la mentalidad católica de la época Frank Salomón y Galo Ramón Valare-
cuentro. Como veterano de guerra, y cuando se trataba de "infieles". Atahual- zo. La coyuntura política desatada por
principalmente por las lecciones que pa fue tomado prisionero y, luego de la irrupción europea permitió a los se-
había arrojado la conquista de México, unos meses, degollado. Esto ocurrió ñores locales aliarse con los extranje-
Pizarro sabía que eliminar la cabeza del entre junio y julio de 1533. ros en contra de los incas. Los cañaris,
gobierno y aprovechar la resistencia Sin embargo, la cúpula del poder los caciques de Cayambe, Quito y Lata-
local frente al imperio serían estrate- inca no desapareció completamente cunga, entre otros, colaboraron abierta
gias clave para someter al Tahuantin- con la muerte de Atahualpa. Manco y activamente con el cruel conquista-
suyo. Usando tácticas ajenas a la Inca, el emperador títere que los espa- dor Sebastián de Benalcázar en el so-
tradición guerrera local, Pizarra logró ñoles proclamaron como sucesor del metimiento y exterminio de los grupos
camuflar un plan de emboscada con soberano asesinado, rompió la alianza incas. El último esfuerzo por contener
encuentros "pacíficos" previos que él con los europeos en 1536 y creó un la oleada antiinca fue protagonizado
mismo iba propiciando entre los emi- importante foco de resistencia inea en por Rumiñahui, general de Atahualpa,
sarios de ambas partes a medida que Vilcabamba, una región montañosa al quien, queriendo frustrar el avance de
el grupo se aproximaba a su destino. noroeste del Cuzco. Ese reducto se Benalcázar, se anticipó destruyendo
Subestimando quizás los alcances de mantuvo hasta 1572, año en el que el Quito y reprimiendo a los rebeldes anti-
las intenciones de Pizarra, o probable- virrey Toledo ejecutó a Túpac Amaru I, incas, cuatro mil de los cuales fueron
mente con la idea de impresionar a los el último Inca de la resistencia. degollados por órdenes suyas.
intrusos, y medir fuerzas mediante la Las alianzas que el Tahuantinsuyo El saldo de los primeros años de la
exhibición de los símbolos de su po- había logrado establecer con la región conquista española fue trágico y vio-

La presencia inca en el Ecuador fue de corta duración y llegó hasta el norte del país, donde se ubican las pirámides de Cochasquí.
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 259

lento. Y la guerra fue general. El cho-


que inicial entre españoles y nativos
derivó en enfrentamientos que prota-
gonizaron tanto los nativos entre sí,
como los europeos, divididos en ban-
das y facciones que luchaban por ob-
tener tajadas en el reparto de las
riquezas y el territorio. Estas últimas se Una importante baja de
denominaron las "guerras civiles". población se había
producido por efecto de
De hecho, una vez finalizada la las epidemias
conquista de Quito, Pizarro y Almagro tempranas desatadas
se disputaron abiertamente durante por el contacto con los
europeos.
aproximadamente cuatro años el con- Inoculación de la
trol del Cuzco, situado en la frontera viruela. Grabado
de los dos reinos que la Corona les anónimo, 1803.
había otorgado, respectivamente: Nue- Tomado del Tratado
Histórico y Práctico de la
va Castilla (Perú) y Nueva Toledo (Chi- Vacuna. J. L. Moreau de
le). Una vez derrotado y ejecutado la Sarthe.
Almagro, en 1538, ambos reinos --es
decir prácticamente todas las tierras
hasta entonces conquistadas- queda-
ron en manos de los Pizarro, sus ver- ras. De hecho, Quito fue fundada para cada a la ostentación. Por eso, la sola
dugos. Gonzalo Pizarro había sido detener las aspiraciones que el gober- posibilidad de que la Corona revisara
nombrado por su hermano goberna- nador de Guatemala, Pedro de Alva- los términos de la concesión de enco-
dor de Quito --con jurisdicción sobre rado, tenía sobre las tierras que iba miendas podía causar un revuelo incon-
Popayán, Cali, Portoviejo y Guayaquil- conquistando Pizarro. Las fundaciones trolable en los "reinos" americanos.
y fue en el ejercicio de ese cargo que de Guayaquil y Portoviejo fueron orde- El encargado de aplicar las Leyes
organizó la expedición al oriente en nadas por este último y puestas en Nuevas en esta parte del continente fue
busca del País de la Canela, viaje que ejecución por Orellana y Francisco Pa- Blasco Núñez de Vela. Como se men-
culminó con la llegada de Orellana al checo para permitir desde Lima el con- cionó al inicio, fue el dominico Barto-
gran río Amazonas. Estas luchas de trol del extenso territorio del litoral lomé de las Casas, inspirado en los
aventureros insaciables adquirieron una amenazado por las huestes de Benalcá- principios humanistas de otro gran do-
dimensión clánica indudable. La hege- zar, quien finalmente logró fundar Cali, minico Francisco de Vitoria, quien de-
monía de Francisco Pizarro llegó a su Popayán y Pasto, sentando así las ba- nunció el sistema de explotación de la
fin en 1541 cuando un grupo de alma- ses de la gobernación de Popayán que encomienda, logrando que la Corona
gristas lo asesinó en su residencia en tanto ambicionó y que le fue otorgada promulgara en 1542 las Leyes Nuevas,
Lima y proclamó "general" del Perú a por el emperador Carlos V en 1540. que ponían límites al maltrato a los in-
Diego "el Mozo", hijo de Almagro na- dios y al poder casi ilimitado de los
cido en Panamá. Su mandato, sin em- El papel de las Leyes Nuevas encomenderos, a través de disposicio-
bargo, duró solamente poco más de un en la consolidación del poder nes tales como la abolición de la escla- .
año, puesto que fue depuesto y ejecu- monárquico vitud india; la prohibición de que
tado por Cristóbal Vaca de Castro, pri- La fuente principal de la riqueza de instituciones, clérigos, funcionarios y es-
mer delegado que la Corona enviaba los conquistadores en el siglo XVI fue tablecimientos religiosos posean enco-
para frenar a los conquistadores e im- la posesión de encomiendas o de "re- miendas; la prohibición de nuevas
1 plantar la autoridad real.
La fundación de ciudades jugó un
partimientos de indios". Mediante ellas,
los conquistadores convertidos en en-
encomiendas estipulando además que
las existentes se revirtieran a la Corona
rol decisivo para la consolidación del comenderos podían disponer de un a la muerte de sus poseedores. El apo-
avance conquistador. La premura con número de indios -generalmente par- yo de la Corona a las restricciones de
que se instalaban tenía el claro objeti- cialidades enteras- que no solo les tri- la encomienda era perfectamente ex-
vo de dotar de un marco jurídico a la butaban en especies o en dinero, sino plicable desde la perspectiva del rey
ocupación del territorio y crear puntos que les servían de mano de obra. La Carlos V, que fue quien las promulgó.
de avanzada para nuevas expediciones. posesión de encomiendas proporciona- Lejos de revelar una actitud humanista,
No es coincidencia que las primeras ba prestigio, poder y riqueza sobre todo esto más bien le permitiría al monarca

1 ciudades fundadas en lo que más tarde


sería territorio de la Audiencia de Qui-
por la posibilidad de acceso a la pro-
piedad de la tierra. Los encomenderos
consolidar su vasto imperio sofocando
el peligro más inminente que eran las
to -Quito(1534), Guayaquil (1535), eran los "vecinos" o "habitantes princi- aspiraciones feudales de los con-
Portoviejo (1535), Popayán (1536) y pales" de las ciudades y ocupaban pues- quistadores, siempre tentados a cortar
Pasto (1536)- se hayan establecido tos en el cabildo, que era el gobierno vínculos con la monarquía, tal como
precisamente en el contexto de las municipal de las urbes. Vivían rodea- quedó evidenciado en las guerras civiles
disputas entre las huestes conquistado- dos de sirvientes y su vida estaba dedi- protagonizadas por Pizarro y Almagro.
260 CONQUISTA y OCUPACiÓN COLONIAL

Núñez de Vela vino en 1544 para Esta lección que recibió la Corona los grupos rebeldes y desarmar la pla-
desempeñar, además, el cargo de pri- la llevó a cambiar de táctica, esto es, a taforma de lucha de Gonzalo Pizarra.
mer virrey del Perú, es decir, repre- considerar una aplicación menos seve- De todas maneras, el último de los Pi-
sentaba al rey en las colonias y, por lo ra de la legislación contra la encomien- zarro contaba todavía con numerosos
tanto, estaba revestido de plenos po- da. De todas maneras, para entonces, grupos leales que se agruparon en un
deres. La decisión de usar la fuerza varios sectores que años atrás habían gran ejército bajo su mando, concen-
para llevar adelante su misión desper- condenado la encomienda veían ya en trado en el Cuzco. El enfrentamiento
tó aún más la oposición de los enco- ella algunas bondades como la de brin- se dio en la cercana llanura de Jaquiju-
menderos, quienes conformaron un dar facilidades a la evangelización, ase- guana, en marzo de 1548. La victoria
ejército encabezado por Gonzalo Pi- gurar el control de los indígenas, estuvo del lado de La Gasca gracias a
zarra, al que habían proclamado capi- permitir la existencia de una capa di- que la gran mayoría de soldados rebel-
tán general del Perú. El virrey contó rigente militar compuesta por los en- des terminaron abrazando la causa de
inicialmente con el respaldo eventual comenderos y favorecer un orden la Corona. Gonzalo Pizarro fue captu-
de los vecinos de Quito para hacer jerárquico necesario para la nueva so- rado y ejecutado.
frente a la arremetida de Pizarra. El ciedad que se estaba creando. Las Le- La muerte de Gonzalo Pizarro mar-
enfrentamiento solo se concretó en yes Nuevas desencajaban con esta có el fin de la época pizarrista. Con el
1546, en El Ejido de Quito, cuando las situación, por lo tanto la Corona optó triunfo de La Gasca, en cambio, se ini-
tropas del capitán general se enfren- por enviar otro delegado, el licenciado ciaba la consolidación del poder real
taron con las de Núñez de Vela que Pedro de la Gasca, que venía en cali- en el virreínato del Perú, lo que daría
entonces contaba con refuerzos de dad de presidente de la Audiencia de lugar a un período de estabilidad que,
Popayán al mando de Benalcázar. Los Lima, con instrucciones precisas para entre otras cosas, se concretó, por ejem-
700 hombres de Pizarro derrotaron al negociar los puntos más polémicas de plo, en la iniciativa de la Corona de
ejército virreinal compuesto de 400 sol- las leyes, prometiendo prácticamente promover el establecimiento y el creci-
dados y el virrey fue decapitado en el su abolición. Con esa política, no le fue miento de las órdenes religiosas y el
mismo campo de batalla. difícil a La Gasca llegar a acuerdos con clero secular.

Las bases de la
formación social La utopía de las dos repúblicas mismo tiempo como necesaria para
colonial La Corona buscó establecer al ini- preservar a la población indígena de la
cio un orden social basado en la exis- explotación de los colonizadores eu-
tencia de dos repúblicas separadas: una ropeos. Desde la perspectiva indígena,
para españoles y otra para indios. Para el ideal de las dos repúblicas suponía
bJ la mentalidad de la época, la república tanto una posibilidad de protección
era la forma de organización social y como de aislamiento, pero también sig-
política ideal y su espacio de materiali- nificaba la destrucción de las formas
zación era la ciudad, denominada "po- tradicionales de organización social y
lis" en la tradición grecorromana. Por política. El esquema de la "vida en po-
lo mismo, establecerse en la ciudad sig- licía" implicaba que la población indí-
nificaba en el siglo XVI "vivir en poli- gena se concentrara en pueblos, a
cía", es decir, vivir de manera civilizada imitación de las ciudades, lo cual ame-
y en el marco del "orden" social, lejos nazaba las tradicionales formas de po-
de la "barbarie" y rusticidad del mun- blamiento aborigen, basadas en
do natural y rural. asentamientos dispersos ubicados en
grandes territorios y no necesariamen-
A pesar de que esta concepcion
reconocía en teoría la capacidad de la te nucleados en torno a centros.
población indígena para vivir "políti- "Reducir" a los indios agrupándo-
camente", es decir, como seres dota- los en pueblos llamados reducciones
dos de "razón" de acuerdo a los se convirtió entonces en un mecanis-
parámetros occidentales, en la práctica mo importante de la política colonial,
suponía favorecer una sociedad de útil para administrar, para evangelizar
apartheid, basada en la segregación y también para acceder a las tierras
La política colonial agrupó a los indígenas en
racial, aunque esta segregación, con- comunales, más fáciles de expropiar
las llamadas "reducciones de indios". Dibujo
de Guamán Poma de Ayala. tradictoriamente, se la concibiera al una vez desalojados los indígenas. Sin
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 261

embargo, no siempre la utopía de crear


una república para indios incluyó se-
mejantes actos de violencia. Algunos
sectores de la Iglesia y de la burocracia
colonial, con un sentido proteccionis-
ta, se abanderaron de la consigna de
apartar a los indios de la población
española con el propósito de evitar, en
lo posible, los abusos de los encomen-
deros locales. Animados de un espíritu L\ '\tK 0\' ~\';
semejante al que impulsó la promulga-
ción de las Leyes Nuevas, contribuye-
ron al desarrollo de políticas que, en
palabras de Carlos Sempat Assadourian, J jI

se orientaron a "aminorar el coeficien-


te de explotación de los grupos étni-
!'\[l\ Pi\CtrlUVl
cos". Este fenómeno fue visible en
lW f'L '\.i\G Iü i\'\ :
Quito a través de las iniciativas de sus
primeras autoridades civiles y eclesiás-
ticas. Hernando de Santillán, primer
presidente de la Audiencia de Quito
entre 1564 y 1568, se ganó la animad-
versión de los grupos locales de poder Primitivo mapa americano de comienzos de 1546 que describe la distribución del espacio entre
características de las regiones y estructura administrativa colonial.
por su intención de moderar el trato a
los indígenas. Santillán había partici-
pado con La Gasca en las tasaciones do oficialmente de establecer las "re- vos económicos de explotación de re-
generales de tributo realizadas en 1549, ducciones" de indios en Quito, al pa- cursos a gran escala a partir de la absor-
y durante su presidencia impuso una recer recurrió a medidas más blandas ción de trabajadores indígenas. La gran
línea de gobierno opuesta a la del que las que se aplicaron en el resto del transformación que se fue operando en
gobernador del Perú, que en esos mo- virreinato peruano. Reconocido por su el virreinato peruano por la explota-
mentos defendía una política de reduc- contemporáneos como un gran cono- ción de las minas de plata, auspiciada
ciones más drástica y una liquidación cedor de la situación aborigen, el obis- directamente por el Estado metropoli-
de los liderazgos indígenas tradiciona- po dio pasos en ese sentido cuando tano, trajo consigo el desplazamiento
les. Pese a que el gobernador intentó sentó las bases de la política doctrinal de la encomienda como fuente princi-
limitar las facultades del presidente San- en consideraciones que revalorizaban pal de riqueza en favor de otras for-
tillán en esta materia, este último se la naturaleza de los indios. Según lo mas importantes de enriquecimiento
propuso proceder con firmeza en asun- señalado en el texto del primer sínodo que se derivaban de la misma explo-
tos tan radicales como suprimir corre- quitense, los doctrineros debían reunir tación minera. En la práctica, para
gidores, implantar defensores de indios tres cualidades para orientar su feligre- abastecer a Potosí, principal centro
en los pueblos y preservar, al menos sía: ser docto, dar buen ejemplo y ma- minero del espacio peruano que por
inicialmente, los cacicazgos antiguos. nejar la lengua de los incas, todo ello décadas alimentó la economía de las
Además prohibió el uso de indios car- para poder enfrentar los cuestionamien- monarquías europeas, las diversas re-
gadores, controló las tasas de tributos tos de los indígenas que, en opinión giones del virreinato se especializaron
con el fin de abolir los excesos exigi- del obispo, eran "agudos de entendi- en ramos específicos de la producción
dos por los encomenderos en oro y miento" y desafiaban a los sacerdotes que otorgaron un carácter singular a
plata, moderó las cuotas de mitayos y con "dudas sutiles", que debían ser res- las economías regionales. Quito, por
suprimió las tenencias ilegales de in- pondidas satisfactoriamente. ejemplo, produjo textiles; en cambio
dios en las estancias de españoles. Chile se especializó en vinos, y el Plata
De manera simultánea, el obispo de El triunfo del orden colonial y en cueros y hierba mate.
Quito, fray Pedro de la Peña, trató por su impacto sobre la sociedad El Estado colonial intervino en la
su lado de llevar adelante un proceso indígena configuración del nuevo sistema eco-
de evangelización que no implicara A la larga los esfuerzos por resguar- nómico a través de dos decisiones im-
medidas coercitivas. Influido por este dar la autonomía de las comunidades portantes: la conversión del tributo en
personaje, el primer sínodo quitense de indígenas y moderar la explotación se especies al tributo en moneda, y el sub-
1568 propuso establecer un orden fun- vieron avasallados por la propia diná- sidio de la mano de obra indígena, que
dado en la "piedad cristiana" y en la mica colonial, que terminó fundiendo sería canalizada a las áreas productivas
justicia, que no privara a los señores las dos repúblicas en una sola, domi- mediante el sistema de la mita, antigua
de la tierra de sus señoríos ni se los nada por los descendientes y los here- institución prehispánica que se empe-
mudara de una parte a otra arbitraria- deros de los conquistadores. Y en ello zó a utilizar como un sistema de traba-
mente. El obispo de la Peña, encarga- jugaron un papel central los imperati- jo forzado a gran escala, incluyendo a
262 CONQUISTA y OCUPACiÓN COLONIAL

toda la población indígena tributaria proceso de consolidación del sistema genas de las comunidades se realiza,
comprendida entre los 18 y 50 años de colonial en los territorios de América en la transición del siglo XVI al XVII, al
edad. El mentalizador de esta política del Sur. No hay que olvidar que fue amparo de la instalación y proliferación
fue el virrey Francisco de Toledo, quien durante su gobierno que se ordenó la de talleres textiles ilegales pertenecien-
dispuso en 1574 que anualmente se captura y ejecución de Túpac Amaru I, tes a sectores no elitarios que, al no
trasladaran 13 500 mitayos a Potosí (en último foco de resistencia del imperio poder beneficiarse de la mita, reclutan
la actual Bolivia). Toledo generalizó la inca. a indígenas "forasteros" con salarios
mita y con ella el trabajo compulsivo a Las políticas proteccionistas del pre- más altos. La migración nativa hacia los
gran escala, impulsando a la vez la con- sidente Santillán y del obispo Pedro de obrajes y luego hacia las haciendas cre-
centración de indígenas en "reduccio- la Peña sucumbieron a la larga frente ce a lo largo del siglo XVII hasta e!
nes" o poblados forzados. A partir de al triunfo de la economía mercantil, punto de desplazar a la mita y de po-
allí las formas de vida aborigen entra- dinamizada en Quito por la producción ner en riesgo el sistema tributario. Pero,
ron en un franco proceso de desinte- y la exportación de textiles. De todas por sobre todo, impacta en la deses-
gración. El colapso demográfico, la maneras, la comunidad indígena pro- tabilización del "orden colonial", al fa-
obligación del tributo y de la mita gol- bablemente resistió mejor los procesos vorecer el despunte económico de
pearon duramente a las comunidades de desintegración que las poblaciones pequeños productores que podían
andinas y mermaron sus recursos hu- andinas sujetas a la mita minera, que acceder a una fuerza de trabajo alter-
manos y productivos. El rol de media- implicaba traslados sin retorno de los nativa a la mita, entrando así en com-
tización impuesto al cacique por el indios mitayos. Los obrajes de Quito petencia con los grandes productores.
sistema colonial produjo distorsiones en se instalaron cerca de las comunidades Según Karen Powers, quien describe
el liderazgo indígena, lo que provocó y por lo mismo la mita en esta región magistralmente este proceso, la estra-
la separación de! "común" de indios no produjo automática mente una diso- tegia migratoria de los indígenas expre-
respecto de la nobleza nativa. Y por lución de vínculos de los tributarios con sada en el fenómeno del "forasterismo"
fin el paulatino despojo de las tierras sus comunidades. Además, a los pro- introdujo cambios significativos en el
de comunidad no fue sino el resultado pietarios o arrendadores de obrajes equilibrio de poder entre los sectores
lógico de ese proceso de descompo- grandes, que contaban con la licencia coloniales fundamentales, y favoreció
sición de la sociedad indígena y del oficial, les convenía que los indígenas un orden colonial más fluido y cam-
triunfo tanto de la economía moneta- se mantuvieran en la comunidad por- biante y, por lo tanto, más peligroso
ria como del nuevo orden político. Por que eso facilitaba la extracción del tri- para el "orden" social anhelado por los
todas estas iniciativas, Toledo se con- buto y el funcionamiento del sistema grupos dominantes.
virtió en la figura más sobresaliente del de la mita. La salida creciente de indí- No obstante, la consecuencia directa
del volcamiento de los indígenas a las
unidades productivas coloniales fue la
despoblación de las comunidades y, a
su COREGiDORJ)EMiHAS la par, la disminución del excedente

COMOlO CASTlGAC
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agrícola que ella había generado en
beneficio de los europeos y criollos.
Como consecuencia, la tierra cobra va-
..==.r l. 4i ====-=- lor económico para los sectores domi-
nantes y su concentración, a costa de
las tierras indígenas abandonadas, pro-
picia para fines del siglo XVII la conso-
lidación de la hacienda colonial, a la
que terminarán articulados grandes seg-
mentos de población nativa, especial-
mente en la Sierra centro-norte.
El proyecto separatista de las dos
repúblicas definitivamente había que-
dado atrás. Su fracaso se advierte tem-
pranamente en el texto del sínodo
quitense de 1594, que abunda en alu-
La mita y el trabajo siones al fenómeno del forasterismo
compulsivo provocaron indígena, generalizado para la época.
un franco proceso de A diferencia de las medidas blandas
desintegración de la vida
aborigen. El dibujo de recomendadas por texto del obispo
Guamán Poma de Ayala Peña, el texto de 1594 recomendaba
es u na síntesis de los vender las tierras abandonadas y redis-
castigos recibidos por los
tribuirlas para fijar nuevos centros de
indígenas sujetos a
trabajos forzados.
~M'
~...; ..'" ""c..s adoctrinamiento. Movidos a su vez por
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 263

la preocupación de que el forasteris-


mo dejara despobladas las doctrinas,
los prelados no dudaban en recomen-
dar castigos corporales y trasquilamien-
tos para obligar a los indígenas a
cumplir con sus obligaciones religio-
sas, obstaculizadas por la intervención
de curas, terratenientes, encomenderos
y corregidores que ya entonces pugna-
ban por captar los excedentes de la
explotación de la fuerza de trabajo na-
tiva. El propio texto del sínodo señala-
ba que los corregidores exigían de los
indios no solo el tributo oficial sino ropa Desafortunadamente, a
y otros textiles, obligándolos al mismo pesar del trabajo que
tiempo a comprar vino, vinagre y otros desarrollaron algunos
frailes humanistas y que
productos que vendía el corregidor. No
pudo haberlos llevado a
hay que olvidar que este sistema de comprender al "otro"
reparto de mercancías entre la pobla- americano, predominó la
ción indígena, suscitaría más tarde en concepción de que la
cristiandad europea
el siglo XVIII grandes rebeliones en el representaba el grado
Perú, como la de Túpac Amaru, que más alto de humanidad.
tuvo una profunda repercusión pa- Grabado del imaginado
"paraíso indígena" (Le
nandina. Tour du Monde. Edición
del Banco Central).
El rol de la evangelización en
la colonización de las almas
La evangelización, de acuerdo a la ra, el imaginario europeo anuló para o idolátricas. Pero pese a todas las po-
ideología de la conquista, permitiría siempre la posibilidad de un conoci- líticas de extirpación de idolatrías, como
sacar a los indígenas de su condición miento desprejuiciado de los "otros" del lo demuestra Serge Gruzinski, se ope-
de "infieles" para incorporados a tra- Nuevo Mundo. ró un proceso inevitable de "indianiza-
vés del cristianismo al mundo de la ci- ción de lo sobrenatural cristiano",
De otro lado, América también sig-
vilización. Los religiosos fueron los provocado por la manera cómo los in-
nificó una especie de tierra de promi-
encargados de llevar adelante este pro- dígenas asimilaron el cristianismo otor-
sión. Hacia ella se desplegaron las
ceso, que iba a implicar un enorme gándole significados que deformaban
utopías mesiánicas que proliferaron en
esfuerzo por entender las concepciones los preceptos y dogmas cristianos.
la baja Edad Media anunciando sin es-
religiosas aborígenes y por encontrar La misma producción de imágenes
peranza la llegada de nuevos tiempos.
la manera de cristianizadas. Desafor-
En la mira del pensamiento cristiano se vio tarde o temprano alterada por la
tunadamente, a pesar del trabajo ver- milenarista, una renovada historia de necesidad de encontrar canales de co-
daderamente "etnográfico" que la salvación de pronto era posible frente municación que evitaran la indianiza-
desarrollaron algunos frailes humanis- al hallazgo de las tierras americanas, ción de las representaciones, aunque
tas en los primeros tiempos, y que pudo que se identificaron con el paraíso te- fuera recurriendo a temas cristianos de
haberlos llevado a comprender real- rrenal o con el lugar de exilio de la raíces paganas. La evocación a lo largo
mente al "otro" americano, predominó tribu perdida de Israel, a cuya descen- de toda la época colonial de temas
la concepción de que la cristiandad dencia algunos atribuyeron la existen- medievales que ya no se difundían en
europea representaba el grado más alto cia de la población aborigen. la Europa renacentista o que eran con-
de humanidad, y que esa era la medi- siderados "herejías" es una muestra de
Más que con la palabra, la cristiani-
da para juzgar la calidad de las pobla- las alteraciones que sufre el pensamien-
zación se llevó adelante con la imagen,
ciones humanas "descubiertas". El to cristiano en América. Ángeles y ar-
con lo cual las representaciones reli-
mismo Bartolomé de las Casas se vio cángeles, cristo s tricéfalos y otros
giosas se convirtieron en fuentes de
abocado a hurgar en los libros antiguos símbolos trinos, signos zodiacales, ede-
"verdad" religiosa. Ello explica las es-
del cristianismo medieval en busca de nes y árboles de la vida, jerarquías ce-
casas manifestaciones de temas propia-
explicaciones que le permitieran inte- mente nativos en las artes plásticas. Los lestiales, repletan los frescos y cuadros
grar a los seres americanos en el esce- religiosos cuidaron celosamente, más coloniales tratando de entrar en con-
nario de la humanidad universal y para aún luego del Concilio de Trento 0545- sonancia con las divinidades que po-
eso sirvieron los conceptos de infiel, 1568) que consagró la Contrarreforma, blaban el universo indígena, tales como
pagano, gentil o bárbaro con los que que las representaciones no se aparta- el arco iris, los astros, el trueno, la llu-
estaba familiarizado el Viejo Mundo ran de la ortodoxia religiosa, para no via, los seres de la selva, la tierra, los
desde tiempos remotos. De esa mane- dar lugar a interpretaciones sincréticas lagos, las montañas. Surgen así imagi-
264 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL

narios híbridos, profundamente polisé- En el campo de las representacio- dependiente del virreinato del Perú,
micos, cuyo desciframiento e interpre- nes, la Contrarreforma apeló al barro- convirtiéndose así en el cuarto distrito
tación la Iglesia siempre intentó co, cuya capacidad de agitar las audiencial creado en ese virreinato,
controlar con relativo éxito. sensibilidades mediante la dramatiza- después de Panamá, Lima, Bogotá y
Cuando la República de Indios de- ción y la teatralización era perfectamen- Charcas. Aunque efectivamente la me-
cae como proyecto colonial, la Iglesia te compatible con las nuevas líneas de dida contribuía a solucionar un proble-
dirige su atención a los cultos colecti- acción. Pero su adopción no se detuvo ma de gobernabilidad de la Corona
vos públicos que se destinan al con- allí. El barroco colonial llegó a conver- sobre los vastos territorios del Perú, la
junto de la sociedad colonial, tratando tirse en la metáfora de una sociedad creación de la Audiencia atendía bási-
de atraer a la rica diversidad étnica, conmocionada por sus tensiones inter- camente la expectativa de los primeros
cultural y social de los grupos que la nas. El nuevo orden estamental, una pobladores españoles de Quito, de
integraban. Desde esta perspectiva, la vez desaparecida la utopía de las dos administrar su propio distrito, al me-
conversión de los indios se hace tan repúblicas, necesitaba un soporte sim- nos en algunos aspectos que no de-
laxa que el obispo de Quito Alonso de bólico y allí radica precisamente la gran pendieran de Lima. En el fondo, eran
la Peña y Montenegro recomienda a los contribución del barroco. Más que en las viejas aspiraciones expansionistas
párrocos de indios, en 1664, conciliar la misma realidad, a veces incierta y del Cabildo constituido con la funda-
con las "creencias antiguas" de los na- cambiante, las jerarquías sociales y las ción de la ciudad, las que se cristaliza-
tivos, sin erradicar del todo los "ritos y estructuras de poder podían visibilizarse ban en el proyecto de creación de la
supersticiones" para evitar la despobla- mejor en las procesiones, en las cele- Audiencia, que no hacía más que legi-
ción de las doctrinas. La nueva con- braciones masivas, en los intrincados timar las exploraciones, saqueos y re-
signa de la Iglesia era a esa alturas ceremoniales públicos. Este carácter del partos de indios y tierras realizadas en
barroco se acentuará más tarde en el el transcurso de casi treinta años por
persuadir antes que combatir. Santos,
siglo XVIII,por iniciativa de la élite crio- los primeros "vecinos" de Quito.
milagros, celebraciones, cofradías, cuI-
tos, que se activan mucho más por la lla aristocratizada que va a usar la ri- Los cambios poblacionales experi-
propia iniciativa de los laicos que por tualidad pública como teatro político. mentados a partir de 1534 habían sido
el lado de la Iglesia, serán en adelante verdaderamente profundos. El nuevo
promovidos, con el fin de ampliar las La configuración del espacio esquema de ocupación colonial estaba
bases sociales de la feligresía, que en "quiteño" y las rebeliones rompiendo el patrón de poblamiento
esos momentos contaba entre las colo- de fines del siglo XVI prehispánico, caracterizado por su des-
nias no solo con indios a medio cris- Por pedido del cabildo de la Villa centralización y por la mantención de
tianizar, sino con mestizos, negros, de San Francisco, el territorio que ha- vínculos interregionales Costa-Sierra-
ladinos, alumbrados y herejes, beatas, bía constituido hasta 1563 la goberna- Oriente anudados por intensas relacio-
supersticiosos y hasta luteranos. ción de Quito pasó a ser audiencia nes de intercambio. La colonización
privilegió, por el contrario, el eje lon-
gitudinal Quito-puerto de Guayaquil,
rompiendo con las antiguas transver-
salidades. La concentración en la Sie-
rra de las nuevas unidades productivas
coloniales y de los asentamientos ur-
~h banos más importantes terminó por
atraer enormes contingentes de pobla-
ción tanto indígena como europea que
\{l~
\\ v : !
contribuyeron a incrementar la centra-
lidad espacial, económica y política de
\ I
Quito, nucleada por la capital de la
Audiencia. A excepción de algunas
poblaciones serranas, como Latacunga,
Riobamba, Cuenca, Laja que iban pro-
gresando al amparo de las rutas terres-
tres del comercio de textiles con el Perú,
y de Guayaquil, que despuntaba como
puerto y como el astillero más impor-
Las jerarquías sociales tante de las mares del sur, el resto del
y las estructuras de
territorio no representaba una expec-
poder podían
visibilizarse mejor en tativa sino para los aventureros que aún
las procesiones, en las soñaban con tierras por conquistar y
celebraciones masivas, para los evangelizadores que contri-
en los intrincados
ceremoniales públicos.
buían con sus movibles fronteras mi-
Imagen de almasantas sionales a ampliar, aunque de manera
del siglo XIX. bastante imprecisa, la ocupación colo-
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 265

nial de los territorios de la Audiencia. como por las arbitrariedades de los oi-
Una importante baja de población se dores que se hacían cargo del poder.
había producido en el litoral, cuyos En ese contexto, los órganos oficiales
nativos estuvieron entre las primeras del gobierno local perdían legitimidad
víctimas de las epidemias tempranas aceleradamente, lo que contrariaba
desatadas por la proximidad y, luego, todo el esfuerzo que se había invertido
por el contacto con los europeos. De hasta los años cincuenta y sesenta en
la misma manera que ocurría con los la consolidación del poder real en la
indios de Portoviejo, los indios de Gua- región. De otro lado, la Corona espa-
yaquil estaban prácticamente extingui- ñola concentraba en esos momentos su
dos ya en 1550, de acuerdo a los preocupación en las guerras que man-
informes del cronista Cieza de León. tenía con las otras potencias coloniales
La mayor parte de las regiones de europeas y que le implicaron catastró-
la Costa, pero sobre todo el Oriente, se ficas derrotas. Esta situación, además
convirtieron en fronteras casi exclusi- de distraerle de los asuntos internos de
vamente misioneras, más aún en el caso la política colonial, llevó al Estado a la
de la selva, luego del fracaso del siste- total bancarrota. Apremiada entonces
ma de encomienda y del efímero auge por los apuros financieros, la Corona
de la explotación minera en las estri- decidió presionar con más impuestos
baciones orientales de la cordillera de a sus súbditos del otro lado del Atlánti-
los Andes. Los puntos de avanzada de La ocupación colonial no 5010 modificó las co. El 23 de julio de 1592 llegó a Quito
estructuras políticas y sociales sino también la
la conquista espiritual estaban reflejan- la orden para comenzar la recaudación
fisonomía de 105 territorios ocupados. Relato
do las propias limitaciones de la em- de la conquista en un dibujo de Guamán Poma del impuesto de la alcabala, que con-
presa conquistadora. Desde esta de Ayala. sistía en el 2% de las transacciones, sin
perspectiva, la cédula de 1563, que creó incluir los artículos de primera necesi-
la Audiencia de Quito, resultaba más de la conducción de recuas entre el dad y al por menor. El cabildo protestó
bien ser expresión de una expectativa "desembarcadero" de Guayaquil y la y la provincia entera estalló en una
que de una realidad territorial. En la Sierra fue la esclavización de los indios célebre sublevación que ha pasado a
última década del siglo todavía los eu- que habitaban en pueblos a lo largo la historia como la "rebelión de las al-
ropeos se planteaban la idea de em- del antiguo camino aborigen. De otro cabalas". Sin embargo, de acuerdo a
prender la conquista de las comarcas lado, los cultivos indígenas tradiciona- recientes investigaciones desarrolladas
situadas en las vertientes de las cordi- les fueron desplazados por extensos por Bernard Lavallé, parece ser que la
lleras oriental (la selva amazónica) y pastizal es destinados a la crianza de obligación del impuesto actuó más bien
occidental (Esmeraldas). De todas animales de carga y de ganado vacuno como el detonante de un problema más
maneras, una vez roto el hechizo del y ovejuno, y las nuevas tecnologías de fondo, que tenía que ver con el re-
mítico Dorado, debido a la poca renta- agrícolas, como el arado con buey, chazo de las élites a la política pro indi-
bilidad de las empresas españolas que permitieron intensificar y ampliar los genista del presidente de la Audiencia,
debieron enfrentar una tenaz resisten- cultivos de productos europeos. De Barros de San Millán, en funciones des-
cia indígena, prácticamente solo los todas maneras, algunos productos de 1587. Barros de San Millán, forma-
misioneros, en especial los jesuitas, se como el trigo, la cebada y ciertas espe- do en las filas de la intelectualidad
aventuraron a la conquista espiritual de cies animales domésticas, como el cer- humanista que en América simpatizó
las tierras selváticas. Sin embargo, para do y las gallinas, fueron rápidamente con las ideas de Las Casas, también se
1767, año de expulsión de la Compa- asimiladas por los aborígenes, sobre caracterizaba por guardar un celo in-
ñía de Jesús, los jesuitas de las misio- todo porque los encomenderos exigie- quebrantable y rígido en la aplicación
nes de Mainas aún no habían logrado ron su producción a modo de tributo. de las leyes que resguardaban el po-
la pacificación y cristianización los in- La gran diversidad ecológica de la re- der real en las Indias. Animado de es-
dígenas orientales. gión norandina permitió que tempra- tas convicciones, tomó la iniciativa de
La ocupación colonial había modi- namente se establecieran en las tierras disminuir el número de mitayos y el
ficado profundamente la fisonomía de cálidas los cultivos de la caña de azú- monto de los tributos, incrementando
los territorios ocupados. Frank Salomon car y el banano, planta de probable a la vez el salario indígena de 13 a 20
estudia los profundos efectos que cau- origen africano que, en palabras de pesos. No es difícil imaginar el furor
Frank Salomon, aumentó el potencial
só, por ejemplo, la introducción de es- con que reaccionaron los sectores más
pecies animales y vegetales europeas productor de regiones con suelo muy
influyentes integrados en su totalidad
en la estructura productiva y en el pai- húmedo.
por encomenderos. Sin embargo, a la
saje norandino. Los caminos de la Au- En el orden político, el tribunal de protesta en Quito se vincularon tam-
diencia se repleta ron de caballos y la Audiencia estaba atravesando desde bién los distintos sectores de la ciudad,
mulas que facilitaban el transporte de 1570, una vez finalizado el período de muy heterogéneos entre sí, como el
personas y productos, y permitieron a Hernando de Santillán, una situación clero, las élites y otros grupos margi-
la vez desarrollar rutas comerciales de de gran inestabilidad provocada tanto nales, conformados principalmente por
larga distancia. Pero el efecto negativo por las largas ausencias presidenciales mestizos y soldados. En ese contexto,
266 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL

como acontece en toda rebelión de gran res adquiridos en el marco de las nuevas campañas de conquista y pacifi-
magnitud, las expectativas sociales que campañas conquistadoras se convirtie- cación o a revueltas, todos estos fenó-
se estaban jugando probablemente re- ron sin duda en los primeros criterios menos en los que la Audiencia era muy
basaban ya las causas más visibles, en de diferenciación social, en tanto sir- pródiga. Las guerras civiles, la pacifica-
este caso, el simple rechazo al nuevo vieron para definir las jerarquías bási- ción de las zonas selváticas, o la rebe-
impuesto o a la inflexibilidad del pre- cas. Dentro de las huestes de los lión de las alcabalas, por ejemplo,
sidente, para reflejar el descontento de conquistadores, la posesión o no de representaron oportunidades de enro-
una sociedad en transición, que ya no determinadas armas o de caballos, las lamiento que, de paso, fueron útiles para
calzaba en los parámetros del viejo or- acciones de guerra, el sistema de leal- "servir a su majestad".
den establecido por los encomenderos. tades alrededor del caudillo-conquista- Las recompensas que la Corona se
dor y el paisanaje determinaron las preocupó por otorgar a sus súbditos
Consolidación de las élites formas de reparto del botín y, con ello, iban a ser decisivas en la configuración
coloniales durante el siglo XVII los fundamentos de las nuevas estruc- de la sociedad colonial. Los méritos y
La sociedad española de la Recon- turas sociales coloniales. lealtades al rey demostrados en e! trans-
quista había elevado la condición mili- Este esquema excluyó del reparto curso de la rebelión de las alcabalas
tar prácticamente a un estatuto de de! botín a muchos de los conquistado- fueron retribuidos con numerosos nom-
nobleza. Esto provenía del prestigio res. Solo 50 de los 204 vecinos funda- bramientos en el cabildo. Según Pilar
adquirido por el ejercicio de las armas dores de Quito recibieron el status de Ponce, autora de la investigación más
en la larga historia de expulsión de los encomendero; y no todos con la misma exhaustiva sobre el funcionamiento del
moros de la Península. Las distincio- jerarquía. Los demás quedaron al mar- municipio quiteño en el siglo XVII, el
nes militares eran, en consecuencia, las gen, viéndose obligados a articularse a cambio que se operó en la composi-
más apreciadas y el valor guerrero aso- las escasas posibilidades que el sistema ción del cabildo quiteño a raíz de esa
ciado a ellas constituía la base del or- ofrecía fuera de la propiedad de tierras medida no tuvo equivalente en toda la
gullo español de la época. El contexto e indios. Ortiz de la Tabla y Bernard época colonial y ese, junto con la ven-
bélico desatado por la conquista de Lavallé conciden en señalar que los bas- ta de oficios a partir de 1597, va a ser,
América fue favorable para que esa tra- tardos y blancos desheredados de la precisamente, el origen de los podero-
dición militar tuviera continuidad al otro conquista, junto con los mestizos, adop- sos linajes que crecieron en el seno del
lado del Atlántico. Los méritos milita- taron la alternativa de incorporarse a cabildo. El estudio señala, sin embar-
go, que los cambios provocados por la
entrada al cabildo de vecinos sin enco-
1111 mienda no provocaron un desplaza-
\\ I ., I I U" miento total de los encomenderos,
011 como ocurrió con los cabildos de Méxi-
\II,"II( co o Buenos Aires, que terminaron
dominados por comerciantes o nuevas
burguesías. En el caso de Quito, el des-
plazamiento de la encomienda como
::::
fuente de riqueza, a favor de nuevas
t"""
formas de acumulación como las que
generaba la hacienda, el obraje y el
-. comercio, no generaron la superposi-
ción de un sector sobre otro en el es-
pacio del poder local. Más bien, las
élites quiteñas desarrollaron la estrategia
de diversificar sus actividades econó-
111 1. micas, orientándolas hacia los diversos
sectores de la producción y la circula-
~ ción como lo demuestra Guadalupe
" 1. 11110 P J( Soasti para el caso de los obrajeros-
comerciantes-, logrando con ello pre-
servar su lugar en el cabildo y constituir
()(E·\S verdaderos clanes familiares que se
/
¿J prolongaron a lo largo del siglo XVII.
Los cargos fueron manejados como
Mapa colonial que
data de 1740, con la
propiedades a perpetuidad, que podían
estructura ser heredadas por sus descendientes o
administrativa y la negociadas y hasta alquiladas cuando
organización
era necesario. Pilar Ponce demuestra
. geográfica en la
plenitud del periodo que el manejo patrimonial de los ofi-
colonial. cios consolidaba linajes familiares y
,
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 267

redes de clientelazgo, factores clave


para la cohesión interna de las élites
criollas que para mediados del siglo XVII
habían adquirido en el cabildo una pre-
sencia del 62 por ciento, en contraste
con los españoles, que solo llegaban al
13 por ciento.
La clausura del ingreso de mestizos
al grupo de "beneméritos" fue el primer
síntoma del carácter cerrado que iba a
cobrar la élite en el siglo XVII. En esta
centuria, las categorías sociales tradicio-
nales ya no eran útiles para identificar a
los sectores coloniales intermedios que
crecían al margen de las dos repúblicas.
A mediados del siglo XVII los distinti-
vos de "mitayo", "mestizo", "criollo", por Los negros de Esmeraldas, descendientes de esclavos que sobrevivieron al naufragio del barco
que los transportaba a Lima a fines del Siglo XVI, se Instalaron en la provincia verde. El gráfico
ejemplo, resultaban estrechos para de- resume la forma en que los esclavos llegaban a América en las embarcaciones coloniales.
signar a nuevos grupos emergentes ta-
les como el creciente grupo de "indios
forasteros" huidos de la mita y el tributo
aprovisionamiento de los piratas que manteniéndolo como único puerto, lo
y, por lo tanto, desplazados de sus lu-
asediaban las costas del Pacífico, po- perjudicó al mismo tiempo cuando para
gares de origen, o los indios que se ha-
niendo en riesgo ante todo los carga- evitar el contrabando, precisamente, se
bían ladinizado en el medio urbano, y
mentos de plata que iban del Callao prohibió la floreciente exportación de
los "blancos" de menor rango que más
hacia Panamá. su cacao a Centroamérica, que estaba
tarde Juan de Velasco llamará "ciudada-
La débil ocupación colonial en las despuntando con éxito durante las pri-
nos", expresión del fuerte fenómeno de
costas del Pacífico durante el siglo XVII meras décadas del siglo XVII. john
diferenciación social que se estaba ope-
tuvo mucho que ver con la política Leddy Phelan afirma que esta medida,
rando también dentro de la propia Re-
defensiva de los españoles frente al tomada en 1620, yel asalto de los ho-
pública de Españoles.
asedio de las potencias rivales. Guaya- landeses, por los mismos años, liqui-
La necesidad de consolidarse llevó daron la prosperidad del puerto, que
quil fue sistemáticamente saqueada y
a los criollos del cabildo de Quito, y en adelante ya solo pudo depender de
amenazada a lo largo del siglo, circuns-
de su entorno social, no únicamente a las ganancias que le reportaba el mo-
tancia que mantuvo a la ciudad en una
reclamar, desde posiciones criollistas, nopolio del comercio con las ciudades
alarma permanente. En 1624 los holan-
por su situación de desventaja frente a de la Sierra.
deses asaltaron y quemaron el puerto,
los cabildantes peninsulares, sino a for-
cuando justamente estaba en auge el La rivalidad creciente entre las éli-
mular una serie de proyectos que se
astillero; los franceses hicieron lo mismo tes de ambas regiones fue inevitable.
mantuvieron vigentes hasta el siguien-
en 1686 y los ingleses lo invadieron una Antonio de Marga, presidente de la
te siglo y que perseguían alcanzar ni-
vez más en 1690, produciéndose en casi Audiencia entre 1618 y 1636, enca-
veles de autonomía en aspectos
todos los casos huidas masivas y hasta bezando las reivindicaciones de los sec-
políticos, económicos y hasta de admi-
nistración territorial. Uno de esos an- planes de trasladar la ciudad a lugares tores de la Sierra, formuló el más
helos fue encontrar una salida al mar más seguros, proyecto que se concre- ambicioso proyecto político del siglo:
que permitiera sortear el monopolio taría en el siguiente siglo de manera separar a Quito del virreinato del Perú,
que ejercía el puerto de Guayaquil, definitiva. propuesta que, de acuerdo a Phelan,
punto de entrada y de salida de las El fracaso de una salida al mar que no hubiera sido imaginable en térmi-
importaciones y exportaciones serranas. no fuera por el puerto ya establecido nos geopolíticos sin su conexión con
Se pensó en crear puertos alternativos obedecía también a la conjunción de el plan de buscar una salida alternativa
en Bahía de Caráquez y en Esmeral- intereses que mantenían los guaya- al mar por la ruta de Esmeraldas, tan-
das, con la idea de conectar con Pana- quileños con Lima, cuya corte virreinal tas veces defendida por el presidente
má, que podía recibir el importante frecuentemente influía a su favor en ante las instancias de Madrid. Aunque,
excedente agrícola que generaba la Sie- Madrid. De hecho, los comerciantes de como era obvio, la Corona no admitió
rra centro--norte. Sin embargo, todos los Guayaquil progresaban al amparo de la petición, este proyecto quedó laten-
esfuerzos zozobraron y las aperturas de sus relaciones con los comerciantes li- te en las expectativas de las élites se-
caminos, ya iniciadas en muchos ca- meños, puesto que ambos grupos com- rranas por mucho tiempo más. Basta
sos, quedaron suspendidas por no con- partían el monopolio de la exportación citar el impresionante empeño que
tar con el respaldo de los virreyes del de granos y productos ganaderos a puso Pedro Vicente Maldonado en abrir
Perú, temerosos de que la instalación Panamá. Pero, paradójicamente, si la la ruta en el siglo XVIII.
de más puertos facilitara tanto el con- política de resguardar las costas del Finalmente, todas estas vicisitudes
trabando, como las invasiones y el acoso extranjero benefició a Guayaquil contribuyeron a que en Esmeraldas se
268 CONQUISTA y OCUPACiÓN COLONIAL

desarrollara una de las pocas socieda- presencia de cientos de cuadrillas de afectadas por los bloqueos económicos
des negras libres del mundo colonial, esclavos obtenidos en Cartagena. derivados de esas políticas. De acuerdo
cuya historia la recoge en detalle la his- El saldo de estos dramas regionales, a los planteamientos de Phelan, el aisla-
toriadora Rocío Rueda. Los negros de resultantes de la obsesión defensiva de miento al que se vio confinada la Sierra,
Esmeraldas, descendientes de esclavos España y de las rivalidades y desencuen- encerrada durante siglos en su claustro
que sobrevivieron al naufragio del bar- tras entre las élites serranas y costeñas, de los Andes, derivó en la formación
co que los transportaba a Lima a fines se plasma en la situación de fragmenta- de una sociedad señorial, jerárquica, pa-
del XVI, se instalaron en la provincia ción regional que marcará la historia de terna lista y apegada a la tradición, cosa
verde y luego de someter a los nativos, la Audiencia durante el siguiente siglo, que probablemente se hubiera evitado
negociaron con la Audiencia su liber- y que se agudizará con el despegue eco- si la colonización de Esmeraldas y la
tad a cambio de vigilar las costas. La nómico de Guayaquil vinculado a la li- salida al mar se concretaban, permitien-
esclavitud solo llegaría a Esmeraldas a bre exportación del cacao a partir de do la modernización de la región y por
fines del XVIII, con la explotación de 1774. De todas maneras, en el balance lo tanto "un equilibrio más dinámico"
las minas de oro que demandaron la general, las élites quiteñas fueron las más entre Sierra y Costa.

El siglo XVIII.
La sociedad Desarticulación regional apenas en el siglo XVIII, lo que expre-
aristocrática y los y oligarquías locales sa el endurecimiento de la gestión del
En varios sentidos el inicio del si- gobierno metropolitano y su fidelidad
proyectos glo XVIIIsupone un viraje en los desti- al carácter absolutista que estaba ad-
quiriendo. En contra de la creencia ge-
autonomistas de nos de la Audiencia de Quito y en ello
tuvo un papel fundamental el cambio neralizada de que los Borbones
la Colonia tardía de la dinastía reinante. En 1700, el nie-
to de Luis XIV,Felipe de Anjou, hereda
impulsaron procesos de modernización
en los dos lados del Atlántico, Fontana
la Corona española, acontecimiento que demuestra que su preocupación pri-
da lugar a la instalación de la casa Bor- mordial fue más bien la reconstrucción
bón en el trono español por más de un de la ruinosa maquinaria del Estado y
siglo. En muchos aspectos el reinado el incremento de los caudales reales a
de los Borbones marca una ruptura con través de la acostumbrada vía fiscal. Al
sus predecesores, los Austria, sobre servicio de estos propósitos muy pun-
todo con el reinado de Carlos III que tuales, se desarrollaron entonces las
intenta una "reconquista de América" a políticas que la nueva dinastía imple-
través del restablecimiento del impe- mentó en las colonias y que se pueden
rio, profundamente debilitado desde sintetizar en tres temas fundamentales:
fines del siglo anterior por sus derrotas centralización administrativa con la
frente a las potencias europeas rivales. consiguiente ruptura de los tradiciona-
Los monarcas de la casa de Austria les pactos coloniales, reordenamiento
habían gobernado las Indias sobre la del espacio colonial con propósitos
base de lo que el historiador catalán defensivos, y liberalización del comer-
Joseph Fontana denomina un "pacto cio para incrementar los fondos prove-
social no escrito", que ponía a la mo- nientes de impuestos sobre el transporte
narquía casi en igualdad de fuerzas con marítimo de cargas.
las oligarquías de España y de Améri- En la Audiencia de Quito los gru-
ca, cuyo poder provenía de los impor- pos dominantes no solo habían acu-
tantes procesos de acumulación interna mulado riqueza sino también cuotas de
de riqueza que se habían generado poder en la administración colonial a
durante el siglo XVII. A diferencia de través del control que ejercían sobre
los Austrias, que habían visto a las In- las mecanismos estatales de extracción
dias como reinos y a sus habitantes del excedente. La cobranza de tributos
La Sierra, encerrada durante siglos en su como súbditos, los Borbones intenta- y de los impuestos que pesaban sobre
claustro de los Andes, derivó en la formación ron restablecer las relaciones con pa- los ramos del aguardiente, la sal, el ta-
de una sociedad señorial, jerárquica, pater- rámetros abiertamente coloniales. La baco, entre otros, era frecuentemente
nalista y apegada a la tradición. Reproducción
de la tarjeta de recordación de la religiosa noción de "colonia", justamente, se rematada a particulares que, a su vez,
quiteña Getrudes. introduce en el vocabulario político la encargaban a subarrendadores. Esta
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 269

circunstancia reflejaba, a fin de cuen-


tas, un abandono de las funciones del
Estado en manos de sectores privados
que, además del privilegio de cobrar,
para el caso de los tributos, por ejem-
plo, podían ejercer la justicia ordinaria
sobre los indígenas deudores por ex-
presa delegación que de esta atribu-
ción les habían hecho los oficiales
reales. Las élites accedieron a la pues-
tos públicos también a través de la com-
pra de cargos, práctica que en Quito
se hizo extensiva a los cargos presi-
denciales. En forma paradójica la ve-
nalidad introducida por los Austria
representaba tanto una fuente de in-
gresos estatales como una pérdida cre-
ciente del control de la Corona sobre
sus colonias. Esta crisis de autoridad
adquirió en Quito una especial dimen-
sión simbólica cuando, en 1701, el mu-
nicipio reconoció el ascenso al trono El obispo de Quito recomendó a los párrocos de indios, en 1664, conciliar con las" creencias
del primer Barbón, solo previo un pro- antiguas" de los nativos, sin erradicar en su totalidad los "ritos y supersticiones", lo que desembocó
en curiosos sincretismos como esta figura de santo católico coronado con plumas de la Amazonía.
nunciamiento que en ese sentido se
hizo en Cartagena, Bogotá y Lima.
Probablemente el control privado de acceso de las regiones a productos tes coloniales, en este caso por los co-
sobre la fiscalidad colonial se acentuó de diversas zonas ecológicas. Por úl- merciantes de Lima, que temían per-
como un recurso frente a la crisis de la timo, la caída del mercado externo, úni- der -con la instalación de una nueva
economía obrajera, provocada por el ca fuente de ingreso de dinero, sede virreinal- su hegemonía maríti-
cierre del mercado peruano y la intro- desmonetizó la economía a tal grado ma y su control sobre el istmo de Pa-
ducción de textiles extranjeros. Ese que terminó predominando en el siglo namá, la Corona deshizo las medidas y
golpe al mercado interno profundizó XVIII un régimen de economía natural restituyó el Tribunal a Quito. De todas
el ensimismamiento regional que hun- que, como bien lo anota Carlos Con- maneras, en 1739 se estableció de ma-
día sus raíces en las viejas rivalidades treras, iba a agravar aún más los efec- nera definitiva el virreinato de Nueva
regionales. Tomando como base el aná- tos negativos de la presión fiscal Granada y la Audiencia de Quito pasó
lisis que hace Silvia Palomeque sobre desatada por las "reformas borbónicas" a pertenecer a la nueva jurisdicción has-
la circulación y los espacios económi- en la segunda mitad del siglo XVIII, ta el fin de la época colonial. Hay que
cos en Quito, se advierte para la época hundiendo a la Audiencia en una crisis señalar que para entonces la feria de
la existencia de tres regiones nuclea- sin salida. Portobelo había decaído por los ata-
das en torno a distintos centros urba- Ajena al drama económico interno ques piráticos y Lima volvió su mirada
nos y muy poco relacionadas entre sí. de las colonias, ya en la primera mitad a la rutas de comercio meridionales,
La Costa, desde Machala a Manabí, gra- del siglo XVIII la Corona empezó a facilitadas por la apertura del cabo de
vitaba en torno a Guayaquil y mante- concentrar sus políticas en la centrali- Hornos. Pero, al contrario de lo que se
nía relaciones mucho más estrechas con zación administrativa y en la reorgani- podría suponer, esto no disminuyó las
las costas del Pacífico que con la Sie- zación del espacio con fines defensivos. presiones sobre el nuevo virreinato.
rra. La región de la Sierra sur, compuesta En 1717 se estableció el Virreinato de Lima se dedicó a combatir cualquier
por Azuay y Laja, con centro en Cuen- Nueva Granada y, paralelamente, se competencia contra las rutas meridio-
ca, se vinculaba fundamentalmente con suprimió el tribunal de la Audiencia de nales de comercio, logrando, por ejem-
el norte del Perú y Lima, y también con Quito, ambas medidas tendientes a plo, en 1753, que a Guayaquil se le
Guayaquil. Y, por último, la Sierra cen- reforzar la región septentrional del vi- prohibiera exportar legalmente a Gua-
tro-norte, que iba desde Chimborazo a rreinato peruano, amenazada principal- temala y Acapulco cacao, tabaco y otros
Ibarra, con eje en Quito, presentaba un mente en la zona del Caribe por las productos, para intercambiarlos por
alto grado de autosuficiencia y estre- constantes incursiones holandesas, in- materiales necesarios para la construc-
chaba relaciones con Nueva Granada glesas y francesas. La fortificación mili- ción de las embarcaciones fabricadas
a través del comercio de exportación tar de Cartagena y Santa Marta se en su astillero.
de ropas. En términos generales la Au- financió precisamente con las sumas de Hasta cuando adquirió la categoría
diencia reflejaba fragmentación y una dinero que Quito desembolsó durante de gobernación, en 1763, Guayaquil,
escasa complementariedad productiva años por orden de la Corona a través víctima de la adversidad de las políti-
interregional, lo cual en el caso de la del famoso mecanismo del "situado". cas virreinales, se había mantenido
Sierra se explica gracias a la facilidad Presionada como siempre por las éli- como capital del corregimiento del mis-
270 CONQUISTA y OCUPACiÓN COLONIAL

ñaverales, hasta pequeños productores


de aguardiente y pulperos. La conmo-
ción social se acentuó más con la ins-
talación simultánea de la aduana, que
era una forma de racionalizar el cobro
11
de la alcabala y afectaba directamente
al comercio interregional, involucran-
do tanto a los grandes como a los pe-
queños comerciantes.
La rebelión estalló el 22 de mayo
de 1765, días después de la instalación
de las oficinas estatales y de la prornul-
gación pública de las sanciones para
quienes no acataran las nuevas medi-
das. Las medidas ya habían sido irnple-
mentadas en varias ciudades del
virreinato de Nueva Granada por el vi-
rrey Mesía de la Cerda, con el fin de
obtener ingresos para solventar los cre-
cientes gastos que demandaba la de-
fensa de las fronteras del Imperio.
Aunque las reacciones de las ciudades
Los mestizos . afectadas fueron en general radicales,
constituían un la de Quito desbordó todo lo previsi-
elemento altamente ble. Acosados por rumores e instiga-
perturbador para el
dos al parecer por el patriciado local,
poder colonial. Pareja
de criollos dibujados los sectores populares sitiaron la ciu-
por Guamán Poma de dad por más de seis meses. Durante
Ayala. I ¡:;g ft'-::z'( ~!
, •....• "¿"'I \GoL<" '4('"-3&4 ese período se sucedieron asaltos a las
instalaciones de los monopolios esta-
tales, ataques de la plebe a los funcio-
mo nombre y, por lo tanto, dependía peridad de Guayaquil y el enclaustra- narios, represalias de las autoridades,
jurisdiccionalmente de la capital de la miento de Quito son factores decisivos combates sangrientos, que cobraron
Audiencia. Durante aquellos años, el para explicar la actuación diferenciada víctimas sobre todo en el bando popu-
cabildo ni siquiera logró que se le con- de sus élites en el marco de la inde- lar. Pese a la mediación de la Iglesia, la
cedieran todos los derechos inheren- pendencia. reacción social terminó desbordando
tes a sus funciones municipales. Solo todas las posibilidades de control por
con la liberación del comercio, en 1774, Rebelión y conflictos sociales parte de los europeos y de la nobleza
la ciudad de Guayaquil despega, esta El establecimiento del monopolio criolla, obligándolos a capitular ante las
vez por auspicio de la Corona, que va del aguardiente y de la Aduana fueron peticiones plebeyas de suspensión de
a promover la exportación de cacao la muestra más palpable de las políti- las medidas, con lo cual se inauguró
estimulada por la creciente demanda cas de ruptura que los Borbones intro- un período de gobierno plebeyo entre
mundial de este producto. Según las dujeron en los antiguos pactos 1765 y 1766. Es difícil saber cuándo y
estimaciones de María Luisa Laviana coloniales. El negocio de aguardiente bajo qué mecanismos se logró resta-
Cueros, en las tres últimas décadas del constituía en la segunda mitad del si- blecer durante los meses subsiguientes
siglo XVIIIla exportación de cacao cre- glo XVIII uno de los sectores más di- un relativo orden en la ciudad. Tam-
ce de 30 000 ó 40 000 caigas a 100000, námicos de la economía de la bién es oscura la naturaleza del desen-
Y los ingresos fiscales llegan a obtener Audiencia. La posibilidad de cualquier lace. La tropas enviadas por el virrey
un beneficio neto de un millón y me- intervención directa de la Corona en un año después fueron recibidas con
dio de pesos anuales. Un nuevo des- este ramo preocupó constantemente a arcos triunfales, pero los rumores de
balance regional va a surgir, entonces, la amplia gama de grupos que de él rebrotes de rebelión después de esa
con el traslado del eje de concentra- dependían. Los intentos de establecer- fecha se mantuvieron por mucho tiem-
ción poblacional a Guayaquil, resultante lo habían fracasado frente a una siste- po más. La administración directa se
de la migración serrana atraída por la mática oposición y, por lo mismo, la aplicó a medias y el antiguo sistema de
prosperidad del puerto que entre 1790 práctica de arrendar el ramo a particu- arrendamiento de los ramos de aguar-
y 1805 eleva su población de 8 500 lares continuó teniendo vigencia hasta diente y alcabala no fue erradicado. La
habitantes a 14000. Este fenómeno fa- 1764, cuando por fin se creó el estanco justicia terminó sospechando de todos
vorece la formación de una sociedad en Quito. La medida fue rechazada por y al final las acusaciones recayeron sor-
abierta, poco jerarquizada, y de alta los sectores más diversos, desde pro- presivamente en integrantes del bando
movilidad social e interracial. La pros- pietarios de haciendas de trapiche y ea- europeo.
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 271

La rebelión de 1765 ha sido com-


prendida por la historiografía tradicio-
nal como un movimiento precursor de
la independencia. A partir del estudio
de john Leddy Phelan sobre la rebe-
lión de los comuneros del Socorro, los
nuevos análisis aprecian la rebelión
como una reacción social frente a la
ruptura de los tradicionales pactos en-
tre Estado y sectores coloniales provo-
cada por la aplicación de las reformas
borbónicas y de sus medidas de corte
centralizador. Desde esta perspectiva,
los movimientos sociales contrarios a
las políticas borbónicas habrían demos-
trado un sesgo más bien conservador,
propio de sociedades corporativas de
Antiguo Régimen, habituadas a funcio-
nar dentro de un esquema de recipro-
cidades en su relación con el Estado,
que les otorgaba el derecho a ser re-
presentadas y consultadas a cambio de
la aceptación, por parte de sus miem-
bros, de la condición de vasallaje o de
súbditos de la Corona. Hasta la entro-
nización de los Borbones, esta fórmula
La fiesta popular era el espacio en que se relacionaban mestizos e indígenas.
había influido en el carácter casuístico reproduce una corrida popular de toros.
de las medidas gubernamentales y de
la legislación colonial.
de diferencias socio-raciales, que oscila- el ideal estamental y las verdaderas re-
El más importante trabajo de con- ban entre el sector blanco y el indíge- des de sociabilidad colocaron a los gru-
junto en esta línea para el caso de la na creando asociaciones inaceptables pos de poder en una situación ambigua,
rebelión de Quito es el de Anthony de~de la percepción del orden social definiendo a la vez el espectro de po-
MacFarlane quien, a más de identificar ideal. Esta variada composición social sibles alianzas y de acciones políticas
el rasgo corporativista de tradición del sector mestizo era cada vez más que podían adaptarse para poder so-
medieval y municipal que demostraron resistente a las categorizaciones socia- focar la rebelión.
las iniciativas políticas de los oposito- les y más aún a las clasificaciones fis-
res a los monopolios estatales, recons- El tema del des balance social vin-
cales. Intelectuales que describieron la culado a los mestizos fue retomado en
truye el desarrollo de la sublevación, sociedad de la época, como el jesuita
concluyendo que pese a la influencia los informes de los funcionarios ate-
Juan de Velasco, reflejaban en sus vi- rrados por el estallido insurreccional de
que las élites pudieron haber ejercido siones su preocupación por las despro-
sobre la plebe para la puesta en mar- 1765, cuyos textos insistían en la pre-
porciones sociales que introducía la sencia desbordante de los mestizos en
cha de la rebelión, ésta habría actuado mezcla racial. Es más fácil entender la
de todas maneras dentro de un marco la propia vida cotidiana de la ciudad,
importancia simbólica del teatro políti-
propio de reivindicaciones que, al gri- amenaza que se cernía sobre Quito
co en la definición de status, cuando
to de "¡Vivael Rey, mueran los chape- desde principios de siglo. El barrio de
se consideran las tenues líneas que dis-
tones!", también reclamaba por la San Roque, que prácticamente lideró
tinguen a los nobles de ciertos mesti-
reconstitución de tradicionales formas la sublevación de 1765, había protago-
zos o plebeyos, tal como lo percibieron
de gobierno. En plena radicalización nizado ya una revuelta en 1745, a pro-
Jorge Juan y Antonio de Ulloa, al cons-
de sus acciones, la plebe no habría pósito de un escándalo en la orden
tatar que en Quito "numerosos mesti-
dejado de mostrar su fidelidad al rey y franciscana, a cuya clientela pertene-
zos, gracias a su color claro, parecen
de respetar su relación de subordina- cían los habitantes de la parroquia. Los
más españoles que aquellos que lo son
ción con el patriciado local, fortalecida estudios de Martín Minchom dejan ver
realmente". Tanto el fenómeno de la
en esos momentos por un común sen- que ese barrio, conformado básicamen-
ilegitimidad, marca de nacimiento de
timiento de "patriotismo municipal", te por artesanos mestizos, desarrolló
la mayoría de los mestizos de la Amé-
que es al que las élites habrían apela- . una cultura subversiva muy particular
rica Hispana, como el "forasterismo"
do finalmente para restaurar el control que adquirió dimensiones de estallido
indígena eran factores que convertían
sobre la plebe. a las diferencias socio-raciales en fron- social en 1765.
La plebe mestiza constituía un ele- teras difusas que se resolvían a la larga En el otro extremo de la arena mes-
mento altamente perturbador, precisa- en relaciones de clientelismo o de pa- tiza estaba la perturbadora relación de
mente por albergar una amplísima gama drinazgo. En Quito las tensiones entre los plebe urbana con el mundo indíge-
272 CONQUISTA y OCUPACiÓN COLONIAL

combinación de múltiples factores, en-


tre ellos los arreglos sociales que se
lograban hacer con los grupos subor-
dinados, los contactos con el poder, y
el teatro político, que permitía exhibir
el status social mediante la demostra-
ción y exaltación de los lazos de leal-
tad que unían a la nobleza con la
monarquía. Buschges refiere como, a
diferencia de los festivales oficiales del
siglo XVII, en los que no se advertía
un énfasis especial en simbolizar la es-
tructura social, los del siglo XVIII insis-
tieron en los signos de la estratificación,
del prestigio y de las distinciones so-
ciales. El teatro político desarrollado
con ocasión de la proclamación de
Carlos IV, en 1789, por ejemplo, no
incluyó ya a las corporaciones y cofra-
La Real Audiencia de Quito recibió a fines del siglo XVIII la visita de Alejandro van Hurnboldt, que días, que sí aparecían representadas en
inquietó a los quiteños no solo en el campo científico sino también en sus ideas libertarias. los festivales del siglo XVII:
Las formas de legitimación de las
nao Una de las preocupaciones más la sublevación de Riobamba y el alcan- élites recurrieron tanto al ceremonial
recurrentes en los informes sobre la ce de los pronunciamientos de sus ca- político como al religioso. La propia
rebelión de 1765, y posiblemente la que becillas que, según lo refiere Segundo procesión de Semana Santa fue politi-
plantea el principio del fin del movi- zada, cuando en 1811 la recién procla-
Moreno, en algún momento pensaron
miento, es la amenaza de la vincula- mada junta quiteña, liderada por el
en apoderarse de Riobamba para ins-
ción del pueblo levantado con los prócer Carlos Montúfar, la utilizó como
talar allí un gobierno independiente de
indígenas del corregimiento. En los in- escenario de exaltación de las conquis-
las autoridades españolas, previa la eli-
formes oficiales las autoridades demos- tas políticas que iban a allanar el cami-
minación de la población blanca. La
traron su "gran aflicción" por las no hacia la independencia.
rebelión no solo dejó lecciones a las
alteraciones que padecía la provincia autoridades sobre la manera de proce- El sistema de intendencias en
con la "gente mestiza", pero su temor der con el pueblo sublevado a través Quito y los proyectos
derivó en pánico cuando se vieron de la restitución de los tradicionales
obligados a reconocer que los mesti-
autonomistas
pactos sociales, sino que estimuló nue-
zos estaban "seduciendo a los indios vas acciones subversivas que se pro- La centralización fundada en el sis-
de los pueblos" con el argumento de longaron a lo largo de la segunda mitad tema virreinal no propició un mejor
que debían dejar de tributar. Estas del siglo XVIII. control de los distritos menores, esto
apreciaciones demostraban que estaba es, de las audiencias y corregimientos
Para enfrentar la desestabilización que constituían las verdaderas bases de
fresco en la memoria el recuerdo del
del orden social y la permeabilidad de los poderes locales. A partir de Carlos
levantamiento protagonizado por los
las fronteras sociales, las élites recurrie- III se intervienen las instancias de los
indígenas de Riobamba en 1764, en re-
ron a estrategias de "aristocratización". gobiernos locales con la implantación
chazo a las numeraciones o empadro-
En los años que siguieron a las rebe- del "sistema de intendencias", modelo
namientos de población que iban a
servir para reclutar a los "forasteros" liones, Quito incrementó su capitalidad francés de administración que ya se
dentro del sistema tributario, como no solo en términos administrativos, había aplicado en España, y que en las
parte del endurecimiento fiscal promo- como se verá más adelante, sino tam- colonias se orientó a combatir la priva-
vido por los Borbones. Como lo señala bién en términos sociales. Según Chris- tización de las rentas estatales, a través
Segundo Moreno, una vez registrados tian Buschges durante la Colonia tardía del reemplazo de los antiguos burócra-
como "llactayos", es decir como miem- la nobleza de casi toda la Audiencia se tas e instancias colegiadas de gobierno
bros de una parcialidad, era más fácil concentraba en Quito, y los procesos --demasiado vinculadas a los intere-
canalizar a los indígenas hacia las ha- de ennoblecimiento se viabilizaban a ses locales- por funcionarios directa-
ciendas o arraigados en las comunida- través de canales informales. La condi- mente designados por la Corona. Este
des bajo el mando de los caciques, pero ción de noble en la capital de la Au- golpe a las estructuras corporativas y a
suponía al mismo tiempo desplazar a diencia provenía más de la reputación las tradicionales prácticas de negocia-
blancos y mestizos de las tierras que local que lograba un individuo que de ción que ellas habían mantenido con
habían usurpado a los nativos. El en- privilegios concedidos por la Corona el Estado, fue agravado por la introduc-
trelazamiento de intereses heterogéneos en reconocimento a sus ancestros o li- ción de nuevas concepciones sobre la
desatado por las medidas fiscales ex- naje. Esta determinación local del sta- gestión del gobierno, que privilegiaban
plica la magnitud social que adquirió tus dependía, en consecuencia, de la lo militar y lo fiscal, por sobre el ejerci-
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CiRCULO 273

cio de la justicia, que había sido la fun-


ción tradicional de los organismos bu-
rocráticos, denominados "tribunales"
por esa misma circunstancia.
Aunque se afirma que en el Virrei-
nato de Nueva Granada el sistema no
se estableció, tal vez por las dimensio-
nes que adquirió el movimiento anti-
monopólico de los comuneros del
Socorro, hay que considerar una salve-
dad en ese sentido con respecto a la
Audiencia de Quito, que sí fue impac-
tada por un ensayo de aplicación de
las intendencias llevado adelante por
José García de León y Pizarro, quien
llegó a Quito en 1778, en calidad de
.., presidente de la Audiencia y, al mismo La penetración portuguesa por la selva amazónica se había efectuado ya desde fines del siglo
anterior y sin interrupciones, pese al tratado de límites realizado en 1750. Grupo navegando por
tiempo, de visitador de la Real Hacien-
el Amazonas.
da. La centralización implicaba recupe-
rar para la Corona todo aquello que tos ya era de más de 57 000 pesos. El el carácter mismo de la organización
había caído bajo el dominio de los gru- éxito de su programa llevó al presidente jurisdiccional, que durante más de dos
pos de poder y organismos locales, por a proyectar intendencias de provincia siglos había descansado sobre la base
lo mismo, un paso fundamental fue el en Quito, Guayaquil y Cuenca, todas de las audiencias, las gobernaciones, y
de sustituir a corregidores y asentistas con autonomía en el manejo de la Real los corregimientos, articulados todos en
-es decir, arrendadores de los ramos Hacienda. Como era de esperarse, el torno a la hegemonía formal del virrei-
estatales- con el fin de romper su con- gobierno virreinal frenó esta propues- nato peruano. La defensa de las fronte-
trol sobre la recaudación de tributos e ta que además de atentar contra la cen- ras del imperio español dio lugar, como
impuestos. En su lugar se establecie- tralidad administrativa de Santa Fe, hemos visto, a la creación del Virreina-
ron intendentes, auxiliados por subde- suponía financiar una nueva burocra- to de ueva Granada o de Santa Fe;
legados o administradores, que debían cia, cuestión esta última que la Corona pero más tarde, en 1776, determinó
desenvolverse en estrecha relación con no estaba dispuesta a aceptar y, que también la creación del Virreinato del
la Corona. En la cabeza del sistema, y explica en buena parte el fracaso del Río de la Plata, al que se adhirieron los
al mismo nivel de la autoridad virrei- sistema de intendencias, no solo en la territorios del Alto Perú (actual Bolivia),
nal, se colocó al superintendente ge- Audiencia de Quito sino a nivel de la lo que mermó la territorialidad del an-
neral, con competencia total sobre América Hispana. El afán de reducir las tiguo virreinato.
asuntos financieros, económicos y hasta erogaciones por concepto de salarios De otro lado, el imperio mantenía
militares. Evidentemente, el choque de de la burocracia llegó a tal grado que también un frente defensivo con Por-
autoridades fue inevitable y, según lo se planteó en 1790, durante la presi- tugal. La penetración portuguesa por
refiere john Fisher para el caso del Perú, dencia de Luis Muñoz de Guzmán, re- la selva se había efectuado ya desde
fue necesario regular con mucho es- ducir la intendencia y gobernación de fines del siglo anterior y sin interrup-
fuerzo el protocolo que debía obser- Cuenca a simple corregimiento, con el ciones, pese al tratado de límites reali-
varse entre virreyes y superintendentes, fin de disminuir el salario de 5 500 pesos zado en 1750. La magnitud que adquirió
cabildos e intendentes, y entre estos que se pagaba al intendente a 2 500 el problema indujo a la Corona a intro-
últimos y los obispos que, junto con el pesos correspondientes al cargo de ducir cambios en el orden jurisdiccio-
virrey, perdieron competencias sobre corregidor. nal de las provincias afectadas. Los
el propio "gobierno espiritual", a favor A la larga, las expectativas de or- estudios de María Elena Porras sobre
del intendente. den fiscal que animaron las reformas la gobernación y el obispado de Mai-
Los resultados iniciales de las me- fueron rebasadas por los imperativos nas permiten entender las vicisitudes
didas adoptadas por León y Pizarra se militares. Durante la década de los no- que en este marco atravesó la región
tradujeron en un considerable incre- venta, los cargos presidenciales recibie- oriental de la Audiencia de Quito, y que
mento de los ingresos fiscales. Lo re- ron atribuciones militares equivalentes constituye una muestra del desgarra-
caudado por tributos a través del al rango de las comandancias genera- miento al que se vieron sometidas las
sistema de administración, entre 1779 les, como las que se otorgaron al presi- regiones a propósito de las reformas
y 1780, ascendió a más de 82 000 pe- dente Muñoz de Guzmán. En general, gubernativas de fines de la época co-
sos, en tanto que en el último año de el reordenamiento burocrático terminó lonial. Mainas había sido escenario del
vigencia del sistema de arrendamiento provocando superposiciones y entre- fracaso de las misiones jesuíticas, afec-
del ramo se había reportado la suma cruzamiento de funciones, lo que alte- tadas en parte también por la penetra-
de 32 400 pesos. En 1779 el total de ró no solo las formas tradicionales de ción lusitana, y se convirtió súbitamente
incremento en todos los corregimien- ejercer el gobierno local y regional, sino en objeto de preocupación de los fun-
274 CONQUISTA y OCUPACIÓN COLONIAL

cionarios coloniales con ocasion del segregación del gobierno de Guayaquil, tos serranos al Chocó, Panamá y Espa-
resguardo de las fronteras. Entre 1766 que pasó a depender del virrey de Santa ña, proyecto en el que intervinieron
y 1788 el presidente José Diguja no solo Fe en 1803, y de los distritos de Tuma- personalmente Carondelet y Pedro Vi-
organizó expediciones para expulsar a co, Atacames y la Tala, que se sujeta- cente Maldonado, logrando abrir la ruta
los portugueses de la zona del Mara- ron temporalmente a la jurisdicción de y establecer los puertos y pueblos ne-
ñón y redefinir así la delimitación terri- Popayán, dependiente a su vez de Santa cesarios para el comercio y exportación.
torial entre las dos monarquías sino que, Fe en todo lo que no fuera gestión de El presidente desplegó, además, una
siempre en la expectativa de consoli- justicia y territorialidad, que constituían serie de esfuerzos encaminados a lo-
dar el centralismo metropolitano, pro- temas concernientes a Quito. Los terri- grar la recuperación de los territorios
puso convertir a Mainas en una torios de Pasto y Quijos también estu- perdidos y la antigua categoría admi-
gobernación dependiente directamen- vieron a punto de ser incorporados a nistrativa de la Audiencia. En ese senti-
te de España. El proyecto de Diguja y Nueva Granada y al Perú, respectiva- do, reivindicó la propiedad que Quito
los sucesivos informes de Francisco mente. tenía, según su parecer, sobre la Su-
Requena, comisario de límites y gober- Las reformas eran de tanta magni- perintendencia de Real Hacienda, con
nador de Mainas, plantearon la necesi- tud e impacto, que las élites locales no total independencia de Santa Fe, bajo
dad de atender religiosa y militarmente tuvieron más remedio que inscribirse el argumento de que así fue estableci-
a la zona, propuestas que finalmente do y mantenido por sus predecesores.
en los nuevos procesos, tratando de
se concretaron en la cédula real del 15 Adicionalmente, en una representación
beneficiarse de las políticas de autono-
de julio de 1802, que estableció la crea- dirigida a la Corona en 1804, el presi-
mía administrativa que la misma Coro-
ción del Obispado y de la Comandan- dente exponía la necesidad de reunir
na implementaba para establecer
cia General de Mainas, no vinculada las provincias segregadas y de conver-
vínculos más directos con los distritos
directamente con Madrid, sino con de- tir a la presidencia de Quito en una
coloniales. Durante el gobierno del
pendencia de Lima, lo que supeditó la capitanía general independiente, que
barón Luis Francisco Héctor de Caron-
relación con Quito a vínculos poco cla- incluyera además el gobierno de Pana-
delet se dio una especial confluencia
ros en lo judicial. Como si esto no fue- má. Las rivalidades y desacuerdos en-
de intereses oficiales y locales que ge-
ra suficiente, el financiamiento para la tre las propias élites serranas interesadas
neró optimismo entre los círculos crio-
comandancia y para las misiones de- en la salida al mar y, nuevamente, la
llos e intelectuales de la ciudad de
bía provenir de las cajas reales más oposición de Guayaquil que influyó
Quito, por la posibilidad de restable-
próximas y estas no eran otras que las sobre Madrid para lograr la prohibición
cer las viejas aspiraciones de autono-
de Cuenca o las de Quito, que para del comercio por la ruta, provocaron
mía administrativa de la Sierra central
ese efecto probablemente mantenían el abandono del camino a Esmeraldas,
y septentrional, cuya capitalidad esta-
formalmente la calidad de intendencias. que desapareció invadido por la selva.
ba siendo mermada por la segregación
Carondelet murió en 1806 sin haber
El socavamiento de la organización territorial. Se renovó la idea de la aper-
logrado tampoco la recuperación total
jurisdiccional de la Audiencia se com- tura de un camino a Esmeraldas que
de los territorios que reclamaba para la
pleta durante los mismos años con la facilitara la exportación de los produc-
Audiencia.

La influencia de la Ilustración
.r: Et?:1.
.;.:;
.6"7,. en la Audiencia
El "despotismo ilustrado" ejercido
por los Borbones auspició un proceso
de secularización del pensamiento
y de la cultura en las colonias. En el
fondo se trataba de romper la hege-
monía de la Iglesia en esos ámbitos,
para consolidar el estado absolutista
mediante el debilitamiento de su rival
principal, el papado de Roma. Una de
las principales medidas adoptadas en
ese sentido fue la supresión de la Com-
pañía de Jesús decretada en 1773, seis
La geografía fue,
años después de su expulsión de todo
durante la Colonia, un el orbe. La Compañía era una orden
escenario de de filiación eminentemente papista, lo
constantes
que explica su papel tan predominan-
descubrimientos,
mediciones e te como portavoz del movimiento de
investigaciones la contrarreforma, que había sentado
científicas. Un grabado los fundamentos de la acción de la
de un instrumento de
medición aplicado a la
Iglesia en el mundo colonial desde fi-
geografía. nes del siglo XVI. En Quito, la salida
NUEVA ENCICLOPEDIA DEL ECUADOR CíRCULO 275

La universidad fue el
escenario del debate
entre la escolástica,
representada por el
sistema aristotélico-
tomista, y la ciencia
moderna. Interior de la
antigua universidad de
Quito

de los jesuitas impactó en los diversos ción de la primera universidad públi- presencia de la Misión Geodésica, que
ámbitos de la vida social, cultural y ca, fundiendo la de San Gregorio con llegó en 1736 y, sobre todo, por las
política, no solo porque ellos maneja- la de Santo Tomás, el ambiente acadé- posibilidades que la ciencia moderna
ban las haciendas más exitosas de la mico no necesariamente se abrió al ejer- brindaba para salir del estancamiento
Sierra, sino porque en sus manos es- cicio de la crítica. Más bien se sometió en el que estaba sumergida la región,
taba la célebre universidad de San a los imperativos "regalistas" postula- los intelectuales de Quito establecieron
Gregario Magno que, junto con la de dos por el Estado, que defendían la idea la "Academia Pichinchense" y la "So-
Santo Tomás, de la orden dominica, de que el poder de los reyes provenía ciedad Patriótica de Amigos del País",
constituían los centros más importan- de un derecho divino. Así la universi- que contó entre sus miembros con el
tes de formación de las élites criollas dad terminó combinando cátedras que, obispo reformista Pérez Calama, que
desde fines del siglo XVII. por un lado, fomentaban el pensamien- la presidía, y con los marqueses de Vi-
Pese a que la universidad jesuítica to científico moderno y, por otro, se lIaorellana y Selva Alegre, Juan Larrea,
ha sido vista como un baluarte de la ponían al servicio del estado absolutis- José Javier Ascázubi, Francisco Villacís,
escolástica, un saber fundado en los ta. El "Catecismo Real" del arzobispo Gabriel Cenitagoya, Pedro Calisto y
dogmas religiosos y en la idea de que de Charcas José Antonio de San Alber- Muñoz y, el más célebre de todos, Eu-
la fe debe prevalecer sobre la razón, to, portavoz del regalismo, tuvo varios genio Espejo, que actuaba como se-
no se ha podido negar que prominen- seguidores entre los "ilustrados" de cretario. Este grupo fue precisamente
tes religiosos de la orden estuvieron Quito, entre ellos el obispo reformista el que colaboró con Carondelet en la
entre los primeros que se abrieron a la Pérez Calama y Eugenio Espejo, el pen- formulación del proyecto autonomis-
ciencia moderna, tal como lo manifies- sador más destacado y progresista de ta que abanderaron los quiteños a fi-
tan los contenidos de algunas de las fines del siglo XVIII. nes de siglo, frente a las políticas
cátedras y la propia biblioteca jesuita Sin embargo, no fue la universidad centralistas de los virreinatos. Su ideo-
que contaba con obras de los expo- la que canalizó los mejores frutos del logía modernizante y progresista no
nentes de la revolución científica eu- pensamiento y la cultura en la Audien- se tradujo en una crítica a la legitimi-
ropea. cia de Quito. De los trabajos de Samuel dad de la monarquía,' más bien, estos
El debate entre la escolástica, re- Guerra se desprende que las iniciati- "ilustrados" aprovecharon los espacios
presentada por el sistema aristotélico- vas culturales más importantes tuvie- secularizados que el propio Estado fo-
tomista, y la ciencia moderna, fundada ran lugar en espacios extra académicos mentó para desarrollar una reflexión
en los paradigmas copernicanos y amparados por el propio estado ilus- crítica sobre la realidad social, cultu-
newtonianos, recibió muchas restriccio- trado, en los que confluían eclesiásti- ral y geopolítica. La idea de la inde-
nes en los círculos universitarios y la cos, laicos y también los intelectuales pendencia surgirá mucho más tarde,
situación no cambió radicalmente con vinculados a las universidades, como en el marco de desestabilización de la
la expulsión de los jesuitas. A fines de los mismos jesuitas, que fueron sus más Corona española provocada por la in-
siglo, cuando Carlos III auspicia la crea- activos promotores. Inspirados por la vasión francesa a la Península.

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