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Mateo 7:15-20

7 ideas
Afirmaciones
“Jesús les dijo a sus discípulos que…”
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son
15 

lobos rapaces. 

1. Ellos debían guardarse de los falsos profetas.


16 
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 

2. Ellos conocerían a los falsos.


3. No se recogían uvas (de los espinos).
4. No se recogían higos (de los abrojos).
17 
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

5. Todo buen árbol debía dar buenos frutos.


6. El árbol malo debía dar frutos malos.
  18  No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

7. El buen árbol no podía dar malos frutos.


8. El mal árbol no podía dar frutos buenos.
  19  Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.

9. Todo árbol que no daba buen fruto debía ser cortado.


10. Todo árbol que no daba buen fruto debía ser echado.
20 
Así que, por sus frutos los conoceréis.

11. Ellos conocerían a los falsos.

Idea central: Ellos conocerían a los falsos (Versículo 20)

Tema: Los frutos delatores

Continuamos con el estudio del sermón del monte, en esta oportunidad el maestro nos
advertirá de lo peligroso que es caer en las enseñanzas inequívocas que son expuestas
por cabritos que simplemente desean corromper la verdad, por lo tanto, la enseñanza
que nos deja nuestro Señor es:

Principio: Hermanos debemos saber que conoceremos a los falsos


maestros.
Es importante saber que un falso profeta se llega a entender como un falso
vocero del evangelio de Cristo, ya sea como aquellos que afirman que son dirigidos por
Dios, pero poseen falsas credenciales de ello, o bien aquellos que predican
explícitamente falsas doctrinas.
¿Por qué conoceremos a los falsos maestros?
(Los conoceremos por sus frutos).
 Porque todo buen árbol da buenos frutos, pero todo mal árbol da malos frutos.
 Porque el buen árbol no puede dar malos frutos, ni mucho menos el árbol malo
dar frutos buenos.
 Porque no se recogen uvas de los espinos, ni higos de los abrojos (Un tipo de
planta).
(Son tres aserciones que engloban la misma idea)
El maestro nos ilustra una analogía con la naturaleza que continuamente vemos,
particularmente con los árboles, así como el árbol se conoce por la clase de fruto que
este desprende de sí, así un buen o mal maestro se distinguirá por su conducta y carácter
moral al querer vivir conforme a las Escrituras.
El contexto inmediato no nos arroja luz en cuanto al fruto que Dios se refiere,
sin embargo, sí sabemos la cualidad del fruto que delata al falso maestro, y es que este
fruto es malo, particularmente conocemos el fruto que Dios demanda de sus hijos a
través de otros pasajes (Gálatas 5:22).
¿Cómo son los falsos profetas?
i. Vienen con vestidos de ovejas.
Es importante notar que aquellos falsos profetas vienen de la mejor manera
posible, hablando en ámbitos de visión, sin embargo, la realidad es otra:
ii. Pero por dentro son lobos rapaces.
Estos profetas tienen una fachada hermosa, más por dentro son lobos rapaces, es
decir, lobos hambrientos por querer corromper y destruir la verdad Escritural, y devorar
a las ovejas.
¿Cuál es la consecuencia para ellos?
 Puesto que son árboles que no dan buen fruto serán cortados y echados en el
fuego.
La consecuencia con aquellos falsos maestros es el mismo infierno.
¿Qué debemos hacer nosotros?
 Nuestro Señor nos dice que debemos guardarnos/cuidarnos de los falsos
profetas.

Conclusión
Esto no significa que debemos expulsar a todo maestro que no viva una vida
perfecta, sabemos que todos estamos expuestos al pecado, sin embargo, sabemos que el
Señor está hablando de aquellos que deliberadamente enseñan, profesan, practican,
inculcan, etcétera, doctrinas falsas. Es importante discernir y examinar la clase de frutos
que los maestros dan, muchos de los falsos maestros son motivados por el dinero, como
el caso de Judas (Mateo 26:14-16), motivados por el poder como Simón el que ejercía
magia, que quiso comprarles el don a los apóstoles (Hechos 8:20), entre muchas otras
motivaciones que no están en Cristo.
“La obediencia a Cristo quizás puede no ser la perfección en tu vida, pero es la
dirección de tu vida. En ello radica el corazón de un verdadero cristiano” Dr. Don
Klister
No seremos enteramente perfectos aquí, sin embargo, nuestro Señor desea que la
obediencia a Cristo sea nuestra dirección, por lo tanto, guardémonos de los falsos
profetas que dan frutos podridos.

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