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POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS

Mateo 7: 16 20
Esta enseñanza es introspectiva (se analiza a si mismo)
Dios que es el creador de todo y conoce las leyes inalterables de la naturaleza, toma
como ejemplo los arboles y los frutos para darnos una enseñanza.
I. Frutos de acuerdo a su naturaleza
v. 16. Los frutos evidencian la naturaleza del árbol, nunca los espinos darán uvas; esa
no es su naturaleza, ni los abrojos van a dar higos.

Los frutos evidencian la salud del árbol,


v. 17. un árbol enfermo da frutos de mala calidad. En estos pasajes vemos los dos
tipos de árbol, bueno y malo

v. 18. Reitera en la naturaleza del árbol, para tener frutos buenos se necesita que el
árbol sea bueno, de la salud del árbol dependerá la salud del fruto.

v. 19. Nos muestra el destino del árbol malo.

Mateo 3:10-12 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto,
todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

v.20. se reitera esta frase que nos enseña que se debe observar la clase de fruto
porque es ahí donde se conocerá la naturaleza del árbol.

Aplicación:
Jesús hace una analogía entre los arboles y sus frutos y las personas.
Él compara a las personas con un árbol y su respectivo fruto, esto nos ayuda a
identificarnos y a identificar a otros, que clase de personas son.
Aplicándolo a nuestras vidas, hablar de frutos es hablar, de lo que somos nosotros, de
nuestro ser (pensamientos, emociones, intenciones) y nuestro hacer (palabras y
hechos)
Como comenta Hendriksen: “Lo que el hombre es en su ser interno llega a expresarse
exteriormente, especialmente en palabras y hechos”.
Proverbios 23:7 Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él

Lucas 6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el
hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del
corazón habla la boca”
Mateo 15:19-21. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas
cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no
contamina al hombre.
Este pasaje nos muestra la importancia del corazón, de ahí sale los frutos.

Proverbios 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la
vida.
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Cómo tener un corazón saludable para dará buenos frutos

Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
para tener un corazón saludable debo traerlo, entregarlo, pegarlo al árbol principal, a
Cristo, el es la vida de mi vida.

Juan 15:4-5 permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar


fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí,
y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

¿Por qué darle el corazón a Dios?

Mi corazón es como esa ramita que necesita dar fruto, pero esa ramita no tiene la
fuerza la capacidad para dar buenos frutos, necesita estar pegada al árbol principal.

Isaías 64:6. Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y
caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.

Nosotros no podemos por si solos dar buenos frutos, necesitamos estar en Cristo para estar seguros que nuestros
frutos son buenos.

Es imposible dar un fruto diferente a la naturaleza.

Recordemos que el árbol da fruto según su especie, su naturaleza.


La naturaleza del ser humano es pecaminosa,
Jer. 13:23 ¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también,
¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?

Gálatas 5:19-21 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son:
inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos,
enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas
semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Romanos 7:5
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la
ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Necesitamos una nueva naturaleza

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó
y se entregó a sí mismo por mí

Efesios 4:22-32 En cuanto, a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de
vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y
santidad de la verdad.

El ser humano no regenerado será incapaz de hacer algo bueno, de dar un buen fruto,
si antes no es regenerado por Dios, si antes no recibe un nuevo nacimiento y es
convertido por Dios; el no regenerado simplemente no puede cambiar su naturaleza
aunque exteriormente intente de muchas maneras, aunque diga conocer a Dios y ser
parte del pueblo del pacto, siempre dará un fruto de acuerdo a su naturaleza
corrompida, y caminará hacia su destrucción eterna, Esto nos lleva a nuestro segundo
punto.

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