Está en la página 1de 3

NO HAY COSECHA SIN SIEMBRA

Proverbios 12:11 “El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los
vagabundos es falto de entendimiento.”

Cómo sembrar correctamente no consiste únicamente en introducir una semilla en un


sustrato (terreno). Pues de ella nacerán el fruto que tanto deseemos tener, por lo que no
podemos tomarnos esta tarea a la ligera. Una semilla es, en sí misma, un enorme trozo
de vida.
- Una semilla bien plantada necesitará menos abonos, además de estar menos expuesta
a tener plagas. -

Ahora vamos a ver unos sencillos pasos para tener éxito en esto.
1. Elegir correctamente el tipo de semilla y su momento de siembra
Lo habitual es que nos dejemos llevar por el impulso, escogiendo semillas que nos
gustan. Y sí: con suerte, puede funcionar. Pero, en muchas ocasiones, lo más fácil es que
este comportamiento nos lleve a la frustración. Solo si nos tomamos el tiempo de revisar
las exigencias de cada tipo de semilla podremos llevar a buen puerto nuestra siembra.

Gálatas 6:8 “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el
que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
Eclesiastés 3:2 “Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado.”

Cuando hablamos de cómo sembrar hay que contemplar, inevitablemente, el cuándo.


Algo que, nuevamente, pasa por echarle un vistazo a fondo son las indicaciones para
cada semilla. Porque, como sucede con sembrar la especie inadecuada, si sembramos
cuando no toca lo más probable es que nuestra semilla no prospere y de un fruto malo.

2. Organizar las especies según sus necesidades y características


Cada especie tiene unas características, tanto en lo que respecta a sus necesidades
como a sus peculiaridades.

Proverbios 18:24 “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más
unido que un hermano.”
hay semillas que no pueden convivir entre sí. Ya que el crecimiento de una impide el
de otra, por contar con un carácter invasivo, o porque la altura de una pueda impedir la
exposición otra.
Santiago 3:11-12 “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y
amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así
también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.”

3. Preparar el suelo, vital cuando hablamos de cómo sembrar


De cómo esté el suelo en el que plantemos dependerá que nuestras semillas puedan
crecer con alegría. Por eso y antes de empezar a trabajarla, hay que evaluarla.
Mateo 13:3-9 “Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador
salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron
las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó
pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no
tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta
por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.”

4. Revisar el estado de las semillas


¿Cómo saber cuáles son las idóneas? Metiéndolas en Jesús y removiendo la mugre.
Aquellas semillas que floten tendrán que ser desechadas de la siembra (las que carecen
de valor).

Santiago 2:17-19 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero
alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te
mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los
demonios creen, y tiemblan.”

5. Sembrar de la manera indicada


No es simplemente dar, ¡Nada más lejos de la realidad! Para empezar, es imprescindible
saber cuál es la técnica de siembra recomendada para cada especie. Por ejemplo.
Siembra Directa (El diezmo) Es importante contemplar la distancia recomendada entre
semilla y semilla, con vistas a que tengan el espacio necesario para crecer cuando
comiencen a hacerlo.
Génesis 4:3-4 “Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una
ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más
gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado
a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.”
También podemos hacerlo por el voleo (Dar a cualquiera que necesite o aún mejor a
quien no lo necesite) se lanza más libremente y no demanda de mucho cuidado.
Gálatas 6:9-10 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos,
si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe.”

Por último, semillero Se debe de realizar en privado y es muy ¡fundamental! utilizar


sustratos (terreno) específicos. Gracias a él, nuestros proyectos de tendrán todos los
nutrientes que necesitan para crecer.

Mateo 6:2-4 “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres;
de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu
izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve
en lo secreto te recompensará en público.”

7. Regar abundantemente
Es importante mantenernos hidratados, claro esta de acuerdo al tipo de semilla.
Juan 7:38 “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.”
Isaías 55:10-11 “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve
allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y
pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino
que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”

También podría gustarte