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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

INTEGRANTES : Acevedo Asurza María Fernanda

Raffo Parrales Lohana Solange

Rios Pitman Yosetty Xiomara

Rivera Cerna Marsha Juliette

Rodríguez Acevedo Kathleen Janin Itzel

Torres Rios Maria

Urcia Cruz Briza Ines

Zevallos Portalatino Gian Pierre

ASIGNATURA : HISTORIA CRÍTICA DEL PERÚ Y EL MUNDO

DOCENTE : Ángeles Bustos Andrés Alejandro

CICLO : II

NUEVO CHIMBOTE

2022
Perú, tierra de recuerdos heridos: entre las razas del ego
y dolor

El presente ensayo abordará el tema de como en el Perú aún no se ha logrado construir una
memoria feliz y los múltiples intentos para lograr que todos los peruanos se sientan
representados por sus ideas y costumbres para así, ser capaces de alcanzar la anhelada
“memoría feliz”, tomando en cuenta los pensamientos de Levinas y Ricoeur.

El Perú es un país donde aún predominan las memorias heridas entonces la gran pregunta es,
¿Cómo logramos dejar esas memorias heridas y empezamos a construir una memoria feliz?,
pues para esto primero tomemos en cuenta la idea de Camus que señala que el primer deber
del hombre es lograr ser feliz, a partir de allí se puede sostener que para llegar a esa tan
ansiada etapa debemos de erradicar todo tipo de malentendido para que no aparezca como
una idea beata o ingenua. Ahora si tomamos en cuenta el pensamiento de Levinas cuando nos
habla que para lograr una memoria feliz debemos de construir un verdadero presente que
debe consistir en encontrar en el presente algo que nos ayude a modificar el pasado, pero si
unimos la idea en cómo Ricoeur ve el verdadero presente que no solo lo considera como
algo fortuito para logar una memoria feliz sino que también lo define como un tiempo de
diálogo y mutuos reconocimientos y que solo desde allí es posible hablar de una historia justa
mejor dicho de una memoria feliz ya que en el Perú predomina las memorias heridas.

En caso no alcancemos la llamada “memoria feliz”, seguiríamos atrapados en la gran


“memoria herida” que la historia oficial nos deja. En esta pues, no logramos construir una
historia justa en base a un intercambio de recuerdos y mutuos reconocimientos. En cambio,
seguimos presos del pasado, negándose así, el acercarnos debido a la fascinación melancólica
que nos produce tener mala suerte y ser diferentes.

Podemos concluir que para tener una “memoria feliz” es necesaria una “historia justa”, para
lograr esto no se debe omitir los malos momentos que pasaron y solo celebrar lo bueno lo
cual pretende las historias oficiales, que están hechas desde la perspectiva de los victoriosos,
silenciando la experiencia de los derrotados. Hasta el día de hoy no se ha logrado crear un
“verdadero presente”, ese en donde el hombre es capaz de modificar el pasado.

Hacemos mención de que no existe una credibilidad en lo que nos cuentan, solo nos muestran
el lado que quieren que veamos, para sentirse orgullosos de lo que nosotros sabemos si es que
ocurrió, lamentablemente las “historias oficiales” no son contadas desde la perspectiva de los
derrotados, una parte la cual debería ser escuchada para que así las personas sepan lo que
pasaron, lo que sufrieron, lo que vivieron.

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