Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
principales consecuencias
Acontecimientos de nuestra historia que han contribuido que no acabemos de forjar
una sólida identidad nacional: por un lado, en nuestro inconsciente colectivo, persiste
la idea del sometimiento; y, por el otro, no sabemos lidiar con nuestra heterogeneidad.
Actualmente, somos el reflejo de aquella desintegración; sus principales consecuencias
las encontramos en nuestro espíritu derrotista y nuestros fuertes prejuicios raciales.
“Existe un discurso no formalizado, una imagen de nación que se ha hecho sentido
común pero que no se expresa como discurso político. Lina imagen al espejo: los
peruanos somos perdedores" (Sandro Venturo 2001:75). Es esta una grave
consecuencia intrínseca con la que cargamos todos los peruanos debido a la falta de
compromiso nacional que nos caracteriza, Ese
espíritu derrotista que se ha apoderado de
nosotros; y no nos deja sentir orgullo de lo que
somos actualmente. Los peruanos hacemos al
país, pero nuestras aspiraciones son pobres;
por tanto, el futuro que nos espere es bastante
incierto. La poca identificación nacional
dificulta enormemente la realización de
proyectos a larga plazo y, por ello, el éxito se
ve bastante lejano a nuestra realidad.
Por otro lado, hasta el día de hoy, persisten les ideas arcaicas de las desigualdades por
causas raciales, ideas que nos condenan a un estado sin integración y con una fuerte
exclusión social. Estamos atados a nuestros prejuicios, aunque no lo queramos admitir
muchas veces. "La reivindicación indígena carece de concreción histórica mientras se
mantiene en un plano filosófico o cultural. Para adquirirla -esto es, para adquirir
realidad, corporeidad- necesita convertirse en reivindicación económica y política (José
Carlos Mariátegui IBEZ). Aquella frase de Mariátegui debería ser anacrónica para
nuestra época; sin embargo, aún no pasamos aquella brecha y la discriminación es algo
de todos los días. Un país que busca convertirse en nación debe comenzar por dar
igualdad de derechos V oportunidades a todos sus habitantes. Y es aquella marcada
desunión la que nos quita fuerza v,' nos aleja de la idea de
nación.
Para llegar a obtener un cambio real es necesario
modificar nuestro modo de pensar. Debemos dejar de
vernos como perdedores y dejar de sentirnos superiores o
inferiores. Solo cuando dejemos de cargar con las
consecuencias de nuestro pasado podremos tener una
próspera visión del futuro. Tenemos lo necesario para
conformar un país desarrollado, pero nuestros prejuicios y
complejos nos lo impiden.