Ficha 2. Clínica Psicoanalítica.

En Conferencias de introducción al psicoanálisis, que Freud (1917) da paso a

formar y construir el conocimiento básico sobre el psicoanálisis para sus lectores como una
introducción al mismo. En la que se constituye al psicoanálisis como una modalidad de
tratamiento médico de pacientes con neurosis, además, se menciona que al introducir una
persona paciente a un nuevo tratamiento del cual desconoce, en el psicoanálisis se
presentan las posibles dificultades por las que se puede atravesar al hacer uso del
tratamiento, su larga duración y lo necesario para llevarla a cabo, como lo son los
sacrificios necesarios y esfuerzos y con respecto a sus resultados, se mantiene una postura
de incertidumbre, a la cual no se le puede asegurar ya que depende completamente de la
conducta del paciente como su facilidad a llevarlo, disposición, entre otras.

Es así, que se presentan las dificultades para hacer parte del psicoanálisis y las
complicaciones de su enseñanza; en la que, según la época, el acercarse al psicoanálisis
demasiado y trabajar directamente con el de forma completo era casi un error, ya que, por
la misma sociedad, personas, instituciones, entre otras era lo suficiente para dejarle de lado,
mantener una gran desconfianza y verlo como algo casi completamente extraño e inútil
(Freud, 1917).

Por parte de la enseñanza, o el aprendizaje mismo, el psicoanálisis, según Freud

(1917), no es algo estructurado, de lo cual puedo observar, memorizar, aprender y poner en
práctica, sino que, este actúa de una forma completamente distinta y diversa, en la que se
mantiene un intercambio de palabra entre la persona a analizar y la persona psicoanalista, la
cual puede variar de inmensas maneras, ya que todo esto está sujeto a cada paciente, cada
vivencia, sentimientos, impresiones, entre otras y que por su posición contraria, el médico
con la misma palabra, intenta guiar al paciente, hacerle repasar y ver con mayor énfasis
ciertas de las cosas mencionadas para así construir un camino a la posible "cura" de su
enfermedad o llegar al entendimiento del mismo, siendo así la palabra la herramienta
principal que caracteriza al psicoanálisis, teniendo la capacidad de despertar sentimientos y
ser un medio universal de influencia entre una persona y otra.

Sin embargo, así por el uso de la palabra se crea la mayor barrera para su enseñanza,
ya que en este no hay terceras personas que observen, escuchen o presencien un encuentro
en base al psicoanálisis, ya que este sostiene meramente la relación entre el analista y la
persona paciente, siendo así que únicamente se puede aprender de él por lo que se dice, se
escucha y los relatos que se generan, a pesar de que estos no sean completos, ya que poseen
en sí mil cosas que no serán ventiladas a un público al tratarse de lo íntimo de la vida de
una persona y por esa razón es tan complido el encontrar un camino para aprender sobre el
mismo, ya que no se puede ver y aprender solo escuchar a base de experiencias (Freud,
1917).

Cita crítica

“No pueden ustedes, por tanto, ser los oyentes de un tratamiento psicoanalítico. Sólo
pueden oír hablar de él y tomar conocimiento del psicoanálisis de oídas, en el
sentido estricto de la palabra.” (Freud, 1917, pp. 15).

Lo mencionado en esta cita, desarrolla en mí un sentimiento de cuestionamiento, del

cuál igualmente Freud, se encarga de dejar muy claro y es la posible validez que se le puede
dar a esta corriente, en la que tomamos por un lado, que en realidad no hay nada concreto y
prescrito de lo que realmente es el psicoanálisis y su puesta en práctica, más que lo que bien
se mencionan como los relatos de alguien que lo ha llevado a cabo, experiencias que bien
podrían ser tergiversadas, pero no tenemos la certeza de si es real o no y más aún tomando
en cuenta que se trata de experiencias y conocimientos que son creados a base de la
intimidad, incomodidad y la privacidad de un paciente o una persona que bien no se sabe si
dio su consentimiento para que el analista utilizara su caso para que otras personas
aprendieran de él, sin estas terceras personas poder estar presentes y vivir todo lo que
conlleva a la práctica de la misma.

Así, igualmente por otro lado, me hace sentir comodidad a raíz de ella, ya que se
puede apreciar el lado completamente humano de la misma, en el que no vemos a las
personas únicamente como un cuadro clínico, con síntomas y características que le hacen
ser clasificados o clasificadas en alguna categoría de su malestar, sino que permite el
desarrollo de esa misma persona a conocerse a sí misma mucho más y que por medio del
analista este le brinda la facilidad para que ella por sí sola lo vea, entienda y lo solucione
como un medio para que esa persona llegue por su cuenta a la solución. Por otro lado, que
esta se dé en base a la palabra le suma muchos puntos, ya que a pesar de todas las demás
cosas que nos componen como ser humano, esta es una de las más relevantes y que posee
mayor poder, generando una gran conexión entre paciente y analista para llegar a un
cometido en común que no solo brinda un bien al paciente sino conocimiento al analista
como un beneficio mutuo.

Es por todo esto anteriormente mencionado, que el psicoanálisis, la lectura, Freud,

la cita en sí o como se quiera interpretar produce en mí una serie de altos y bajos que
mantienen largos pensamientos de contradicción que no lo vuelve algo negativo en sí, pero
a su vez no le brinda lo contrario visto como lo positivo y que de cierta forma mantiene
vivo ese interés y misticismo que en él recae.

Referencias Bibliográficas

Freud, S. (1917) Conferencias de introducción al psicoanálisis. En Sigmund Freud Obras

completas, Vol. XV, 13-21. Buenos Aires: Amorrortu.