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La anarquía feudal:
Las brujas:
Textos de Macbeth.
Rev. francesa: Decreta: “los teatros que sirvieron con frecuencia a la tiranía, deben
dar, en adelante, tres veces por semana, piezas dramáticas que expongan los
gloriosos sucesos de la revolución y los sufrimientos de los defensores de la libertad.”
Baudelaire: “la poesía no tiene otro fin que ella misma, no puede tener otro, y
ningún poema será tan grande, tan noble, tan verdaderamente digno del nombre
del poema, como el que se ha escrito únicamente por el placer de escribir un
poema”.
“De ahora en adelante se harán libros que consuelen y que sirvan para demostrar y
que el hombre ha nacido bueno y que todos los hombres son felices. ¡Qué admirable
hipocresía!”
Por la obra tiene que tener en cuenta esa revolución, porque está en los temas que
se escogen, en los personajes y en sus relaciones.
Son, pues, los cambios en la sociedad los que aparecen en la escena y los que
producen los cambios en el arte.
Por otra parte desde el S. 19, en Alemania se alimentaba una posición opuesta que
desembocaría en la estética fascista.
Lo que falta: ¿Qué le falta al acto de habla para ser una “acción teatral”? ¿Por qué
el acto de habla representada, siendo ya T, no es un T. completa?
Entendemos, en este caso, “acción teatral” como una operación de puesta en escena
(de producción de sentido) que llene los vacios del acto de habla representado
partiendo de la materia significante, del sentido del acto de habla.
¿Cuáles son los “vacios” del acto de habla?
Suscitamente lo hemos señalado antes y no sobra precisarlos ahora:
a) En cuanto a los que actúan: ¿Quiénes son? (Aquí se plantea el paso del actor-
personaje al personaje propiamente dicho)
b) En qué lugar hablan: (Aquí se plantea el paso del espacio físico del escenario
al espacio imaginario construido, es decir al espacio de ficción y el paso de la
proxemia de los actores a la de los personajes).
c) Cómo hablan: (Aquí se plantea la transposición de la fuerza ilocutoria-tonos,
matices, intensidad, altura, volumen-, así como de la gestualidad, del autor,
al personaje).
d) De qué hablan: (aquí se plantea la transcripción de unos referentes
puramente virtuales a unos referentes interno y externo explícitos) En otros
términos, el paso de un contexto virtual a un contexto auto suficiente,
concreto y autónomo.
e) A quién se dirigen: Aquí se plantea la cuestión de la relación con el público.
Qué lecturas propone la representación y en qué medida las lecturas
confirman, acomplejan y enriquecen la propuesta. (Esto último a partir del
análisis del ejercicio, el cual debe ser por espectadores y actores)
La segunda etapa del ejercicio (que debe ser realizada por actores que, en la
primera, han sido espectadores) consiste en una producción de sentido, digamos de
un sentido 2 a partir del sentido inicial. De ese modo el Acto de Habla representado
se convierte, convencionalmente, en una materia prima significante a partir de la
cual se elabora un objeto artístico que, como tal, debe construir su autonomía.
Conclusiones: Nos hemos apoyado en esta operación del paso o del salto del Acto
de Habla a la ACCIÓN TEATRAL para lograr si no una definición al menos una
descripción de la coherencia en el discurso de la puesta en escena. Podríamos, pues,
iniciar esta descripción diciendo que la coherencia del discurso en la puesta en
escena participa de la coherencia, en general, de cualquier obra de arte, en el hecho
de constituirse sobre dos campos simultáneamente:
NOTAS
(1) Ferrusio Rossi –Landi “Semiótica y Estética” (capítulos escogidos de
“Semiótica e Ideología” Bompiani, Milán 1972, publicado por Ediciones
Nueva Visión, Buenos Aires 1976. En el capítulo 5 “Acción social y
procedimiento dialectico en el teatro” Rossi-Landi analiza la relación
escena-público. Si en esta relación, dice, en síntesis, partimos de la tesis
constituida por la relación misma y a la cual llama T. (teatro) y
proponemos como antítesis algo no teatral (un texto literario escrito o no
para el teatro, una tesis política, etc.) a la cual llama No T. (no teatro) la
síntesis resultante es T. Si, por el contrario, partimos de No T. (por
ejemplo si concebimos la relación escena-público como una relación
determinada por el texto literario (que no es teatro, según Rossi-Landi) el
resultado será una relación escena-público muerta y convencional, un No
T, dado que T. supone una relación viva, aquí y ahora, es decir, no
relacionada con el museo teatral, con la conservación del “patrimonio”
teatral, sino una relación con las experiencias y expectativas artísticas,
culturales, sociales y políticas del público. Nosotros, en los ejercicios,
partimos de la relación escena-público, es decir de T. y de oponernos,
como antítesis, el Acto de Habla representado que es un No.T. para llegar
a la Acción Teatral, que es un T.)
(2) Hemos trabajado con un ejemplo de Searle que contiene una pregunta
“¿Saldrá ese niño del cuarto?” Una afirmación: “Sí, saldrá del cuarto”. Una
orden: “!Niño sal del cuarto!”. Un enunciado condicional: “Ay, si ese niño
saliera del cuarto” y otro condicional : “Si sale del cuarto quedo tranquilo”.
En ocasiones hemos cambiado los enunciados manteniendo el carácter de
los mismos (pregunta, afirmación, etc.) y la referencia común que, en el
ejemplo, son el niño y el cuarto.