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Por un lado, nos encontramos en cuanto al primer texto ante el manifiesto de la comisión
federal de la federación de trabajadores de la Región española, publicada en marzo de 1883.
Por otro lado, nos encontramos como segundo texto nos encontramos una publicación en el
periódico “El socialista” del año 1892 por el político Pablo Iglesias, destacado por crear la UGT
en 1888 y el PSOE en 1879.
En cuanto al primer texto, nos encontramos ante una fuente primaria, pues es un texto
proveniente de la época, asi como es una fuente pública, pues no tiene un destinatario fijo.
Finalmente, este texto presenta una fuente política, pues es un manifiesto político que refleja,
en este caso, las ideologías anarquistas de la Federación de trabajadores de la Región
Española.
En cuanto al segundo texto, encontramos que posee una fuente primaria, pues es un texto
proveninete de la época, asi como una fuente pública, pues no tiene un destinatario concreto.
Finalmente, encontramos en el texto una fuente periodística, pues es un texto extraido del
periódico “El socialista”, fundado por el político ya mencionado anteriormente, Pablo Iglesias.
Podemos concluir como idea principal, que el manifiesto anarquista deja claro cualeson sus
ideales más representativos y su pustura contra la no violencia.
En cuanto al texto 2 (Pablo Iglesias, El Socialista, 25 de noviembre de 1892.) , comienza
hablando del principal objetivo del movimiento socialista: Una revolución, principalmente
apoyada por el proletariado, para hacerse con el poder e instaurar el socialismo en España,
encontramos tal evidencia en la linea 3 “ Es lo que constituye el principal deseo de los que
ansían ver reinar la paz y la armonía entre todos los seres humanos” , a su vez, introduce la
idea de que no se realizará una revolución mediante la violencia, si no mediante el
convencimiento y el pensamiento realista de que la clase obrera o el proletariado posee una
inferioridad en cuanto a las clases sociales se refiere y unas malas condiciones de vida y de
trabajo, normalizando e interiorizando dicha realidad, más gente se unirá a la causa, luchando
así por la igualdad. Finalmente, el texto concluye con el claro objetivo del movimiento,
terminar con el sistema capitalista y la burgesía, instaurando así el sistema socialista, como
vemos en la última línea del texto “para vencer a la burguesía y capacidad suficiente para crear
el nuevo orden social que ha de reemplazar al régimen capitalista.”
Podemos concluir pues, con que la idea principal es el discurso utópico del movimiento
socialista, mostrando su idealizada revolución y sus pilares ideológicos.
En cuanto al contexto histórico, nos situamos en ambos textos entre 1883-1892, a finales del
siglo XIX encontramos el reinado de Alfonso XII (1875-1885), marcado por el turnismo de
partidos, el fraude y el apoyo de los cáciques sobre este en el terreno político, destacando
pues dos grandes partidos: El partido conservador de Cánovas y el partido liberal de Sagasta.
La muerte de Alfonso XII deriva a la regencia de su viuda Maria Cristina (1885-1902),
continuando del mismo modo con todo lo citado anteriormente, aunque marcado por
conflictos bélicos como las guerra cubana (1883-1895) o la guerra hispanoestadounidense
(1898), que entre otros factores, causó la crisis de la restauración relejada en el desastre de
1898. Cabe destacar que al sistema canovista de la Restauración se le opusieron minorías
políticas como el carlismo, los nacionalistas, los republicanos, y finalmente los movimientos
expuestos en los textos: El anarquismo (texto 1) y el socialismo (texto 2)
Hasta 1887, toda asociación de trabajadores era considerada delictiva. La ley de asociaciones
de este año reconoció la libertad sindical. La Unión General de Trabajadores (UGT) se creó en
1888 gracias a dicha ley. La principal meta del PSOE era la transformación revolucionaria de la
sociedad, tal y como vemos en la linea 1 del texto 2 “La Revolución social, o sea, el acto de
fuerza que permita a la clase obrera consciente conquistar los elementos necesarios para
verificar la transformación de la propiedad de modo que las clases sociales queden abolidas y
cada individuo sea dueño del producto de sus esfuerzos.”A su vez, este partido combinó la
ideología marxista con medidas más realistas, como con la participación en la vida política.
La extensión del socialismo fue lenta, a finales del siglo XIX solo quedó bien implantada en
Asturias, Madrid y Vizcaya.
Destacamos como organización anarquista de la restauración “La mano negra” , la cual sembró
el terror durante el periodo de restauración mediante acciones y ataques terroristas,
destacamos el ataque del Corpus en Barcelona en 1896. Este se ve mencionado en el texto
uno, reflejando cualquier indicio de alianza con ella, deduciendo que la Comisión Federal de la
Federación de Trabajadores de la Región Española no era un colectivo violento ni promotor del
anarquismo puro.
Cabe mencionar que las ideas anarquistas se extendieron mediante la prensa y libros, así como
la creación de ateneos libertarios, donde se discutía y formaba al obrero.
4B) Comenzaremos con el génesis del movimiento obrero de los años 30. entre 1834 hasta
1868 apareció el proletariado industrial en España y comenzó a existir una ideología socialista
de carácter utópico. Pero realmente la fecha que marcará el inicio del movimiento obrero es
1868, en donde con la aparición de “La Gloriosa” sucede la consolidación del movimiento
obrero y demás, surgiendo la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores) o la I
Internacional.
Tras estos sucesos, aumentó la conflictividad social y el desarrollo del capitalismo se vió
influenciado por el socialismo y el anarquismo. Tras octubre de 1868, en un contexto de mayor
libertad, una mayor tolerancia alentó el socialismo obrero, lo que derivó a la unión de varios
sindicatos catalanes y su federación en una Dirección Central de Sociedades Obreras, entre
otras consecuencias.
A partir de 1869, la influencia de la I Internacional en España fue crucial para el desarrollo del
movimiento obrero en España, traspasando sus pilares ideológicos socialistas hacia los ideales
anarquistas, es decir, en pilares como el anticlericalismo, antiestatalismo y soberanía popular.
Podemos concluir pues, con que las clases urbanas y rurales, cansadas de la represión
monárquica, de conflictos bélicos y del hambre, sumándole la aparición de la Industria en
España, se deriva a una nueva clase social, es decir, el proletariado, que buscará la lucha por
sus derechos de distintas formas, con el fin de acabar con la injusticia y represión social.