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Luis Buñuel Portolés (Calanda, 22 de

febrero de 1900-Ciudad de México,


29 de julio de 1983) fue un director
de cine español, que tras el exilio de
la guerra civil española se nacionalizó
mexicano.1 Ha sido ampliamente
considerado por muchos críticos de
cine, historiadores y directores como
uno de los cineastas más grandes e
influyentes de todos los tiempos.2

A pesar de los hitos cinematográficos


logrados en su país natal con
Viridiana (1961) y Tristana (1970), la
gran mayoría de su obra fue realizada
o coproducida en México y Francia,
debido a sus convicciones políticas y
a las dificultades impuestas por la
censura franquista para filmar en
España.
Índice
1 Biografía
1.1 Primeros años
1.2 Juventud. Madrid y la
Residencia de Estudiantes
1.3 París y el surrealismo
1.4 Un chien andalou y L'Âge d'or
1.5Hollywood y el Madrid de la
República. Las Hurdes
1.6 La guerra civil española
(1936-1939)
1.7 Etapa mexicana
1.8 Etapa española
1.9 Etapa francesa
1.10 Muerte
2 Colaboraciones recurrentes
3 Filmografía
3.1 Como director
3.2 Como asistente de dirección
3.3 Como productor o supervisor
3.4 Como guionista en películas no
realizadas por él
3.5 Como actor
4 Obra literaria
4.1 Textos iniciales
4.2 Textos del libro inédito Un
perro andaluz
4.3 Otros textos
4.4 Crítica cinematográfica
5 Premios y distinciones
6 Referencias
6.1 Bibliografía utilizada
7 Enlaces externos
Biografía
Primeros años

Leonardo Buñuel González, padre del


cineasta.
Nació en la localidad turolense de
Calanda el 22 de febrero de 1900. Su
padre, Leonardo Manuel Buñuel
González, originario del mismo
pueblo, fue militar en Cuba y fue
propietario de una ferretería y de una
empresa naviera, por las que
consiguió una considerable fortuna.
Tras la guerra hispano-
estadounidense, liquidó sus negocios
y volvió a su pueblo natal, donde se
casó el 10 de abril de 1899 con María
Portolés Cerezuela, de diecisiete años,
veintiocho más joven que él,3 con la
que tuvo siete hijos: Luis (1900),
María (1901), Alicia (1902),
Concepción (1904), Leonardo (1907,
pediatra y radiólogo), Margarita
(1912) y Alfonso (1915), este último
arquitecto y diseñador con
inquietudes artísticas que destacó
como autor de collages surrealistas.

A los tres años del nacimiento de su


primogénito, la familia se trasladó a
vivir a Zaragoza y a partir de entonces
pasó a repartir sus vacaciones entre
Calanda (donde regresaban en
Semana Santa y a veranear) y en
ocasiones a San Sebastián.4 En una
de estas ocasiones, cuando contaba
con dieciséis años, le presentaron en
un baile a una jovencísima Concha
Méndez, dos años mayor que él, y que
por entonces también pasaba los
veranos en San Sebastián, con la que
inicia un noviazgo que durará siete
años. Así deja constancia la escritora
del 27 en unas grabaciones
registradas en 1981 depositadas en la
fonoteca de México: "Un verano en
San Sebastián, conocí a un chico
aragonés que me presentó, en uno de
los bailes, a otro chico, que resultó ser
Luis Buñuel, el director de cine. En
aquel tiempo este solo se interesaba
por los insectos. Y nos pusimos de
relaciones. (...) estuvimos juntos siete
años." Una relación de la que
conocemos pocos detalles porque
Buñuel siempre la mantuvo en la
sombra y se negaba a que Concha
conociera a todos sus amigos, como
sigue relatando ella misma en las
grabaciones: "Nunca nos reunimos
juntos con los chicos de la Residencia
de Estudiantes. (...) Me hablaba de
ellos, pero nunca me los presentó. Me
preguntó cómo podía conciliar ambos
mundos; uno más frívolo, nuestra
vida en común, y el otro artístico, en
el que se filtraban ya rasgos
surrealistas."5

Luis pasó toda su infancia y


adolescencia en Zaragoza, donde
cursó la educación primaria y
secundaria, primero en Corazonistas
(con mayoría de franceses) y en 1908,
durante siete años, en el colegio
jesuita de El Salvador, al comienzo
del paseo de la Constitución, donde
hoy se encuentra la sede principal de
Ibercaja, cerca de la plaza de Aragón;
como alumno a media pensión, no
vestía el uniforme completo de los
internos, sino solamente la gorra con
un galón. Sus notas eran
generalmente excelentes.4

Lo que se sabe sobre las primeras


películas que vio procede de las
declaraciones del propio Buñuel, y
son imprecisas y contradictorias. En
1975 dijo a Pérez Turrent y José de la
Colina que había visto de niño «cine
parlante y en colores, en la sala Coine
[sic], de Zaragoza», aludiendo al
cinema parlante que Ignacio Coyne
Lapetra regentó entre 1905 y 1909;
recordaba una película donde «se
veía un cerdo, con faja de comisario
de policía y sombrero de copa,
cantando una canción. Era un dibujo
animado con colores muy malos que
salían de las figuras, y el sonido venía
de un gramófono», pero también a
los mismos autores les comunicó que
en la primera película que vio había
un asesinato cruento.6 Por otro lado,
en sus memorias, tituladas Mi último
suspiro, afirmaba que en 1908 asistió
por primera vez al cine Farrucini
[sic], que remite a la barraca de feria
Nuevo Metensmograf Cinematógrafo
Farrusini del feriante barcelonés
Enric Farrús, quien se estableció en
Zaragoza en 1908 al calor de la
Exposición Hispano-Francesa de ese
año que conmemoraba el centenario
de los sitios de Zaragoza. Recordaba,
asimismo, haber visto en esa época
muchas películas cómicas de André
Deed, que en España era conocido
como Toribio, y el Viaje a la Luna de
Georges Méliès.4
En Calanda daba funciones con un
teatrillo de personajes de cartón que
sus padres habían comprado en París
y espectáculos de sombras chinescas
con una linterna mágica. Acudía
regularmente al teatro y a la ópera,
pues los Buñuel tenían, como familia
acomodada que era, palco en abono
en el Principal, uno de los cuatro que
entonces había en la capital
aragonesa. Su niñera le llevaba
también al teatro Circo que ofrecía
comedias, dramas de detectives,
melodramas, farsas, sainetes y
zarzuelas; posiblemente allí
contemplaría una opereta basada en
Los hijos del capitán Grant, que
Buñuel tenía como uno de sus
mejores recuerdos, por la
espectacularidad de su escenografía.
Ya de adolescente, en 1915, asiste en
el teatro Principal a numerosas
funciones de teatro y ópera La vida es
sueño, El alcalde de Zalamea, Don
Álvaro o la fuerza del sino, La
Favorita, Lucía de Lammermoor, el
Fausto de Gounod, Rigoletto, El
barbero de Sevilla, Carmen...4

Desde los diez o doce años comenzó a


tocar el violín y a estudiarlo desde los
trece. Al año siguiente salió por
primera vez de Aragón y viajó a Vega
de Pas (Cantabria) y San Sebastián,
donde veranearía a menudo. En 1915
fue expulsado por los jesuitas del
colegio y se matriculó en el Instituto
de Enseñanza Media de Zaragoza
(más tarde llamado «Goya») como
alumno libre. En esa época leyó El
origen de las especies de Darwin,
además de libros de la nutrida
biblioteca de su padre Leonardo,
como el Jean-Christophe de Romain
Rolland, obras de los librepensadores
franceses Rousseau, Diderot o
Voltaire y clásicos españoles como
Quevedo o Benito Pérez Galdós,
además de novelas de detectives
(Nick Carter, Dick Turpin) y una
novela que le dejará huella: Robinson
Crusoe.4

Juventud. Madrid y la Residencia de


Estudiantes

Benjamín Jarnés, Huberto Pérez de la


Ossa, Luis Buñuel (arriba, de
izquierda a derecha), Rafael Barradas
y Federico García Lorca (abajo) en
Madrid en 1923.
A los diecisiete años, terminado el
bachillerato, partió a Madrid para
cursar estudios universitarios. En la
capital se alojó en la recién creada
Residencia de Estudiantes, fundada
por la Junta para la Ampliación de
Estudios, heredera del espíritu del
krausismo pedagógico y la Institución
Libre de Enseñanza,789 donde
permaneció siete años. Su propósito,
inducido por su padre, era estudiar
Ingeniería Agrónoma. En esta época
se interesó por el naturismo y llevó
una alimentación y vestimenta
espartanas, gustando de lavarse con
agua helada. Tomó parte en las
actividades del cine-club de la
Residencia y trabó amistad, entre
otros, con Salvador Dalí, Federico
García Lorca, Rafael Alberti, Pepín
Bello y Juan Ramón Jiménez.
También participó en las tertulias
ultraístas y, todos los sábados desde
1918 hasta 1924, en las del Café
Pombo, dirigidas por Ramón Gómez
de la Serna.
En 1920 inició, con el doctor Ignacio
Bolívar, estudios de entomología, que
abandonó para matricularse en
Filosofía y Letras, rama de Historia,
ya que se había informado de que
varios países ofrecían trabajo como
lector de español a licenciados en
Filosofía y Letras, lo que suponía una
oportunidad de cumplir su deseo de
salir de España.

Con sus compañeros de la Residencia


hizo sus primeros ensayos de puesta
en escena, con versiones delirantes
del Don Juan Tenorio en las que
actuaban Lorca, Dalí y otros
compañeros.

En 1921 visitó por primera vez


Toledo, ciudad que causó una
profunda impresión en Buñuel y sus
amigos. También tuvo conocimiento
en estos años de las tendencias
internacionales más importantes del
pensamiento y del arte, y mostró
interés por el dadaísmo y la obra de
Louis Aragon y André Bretón. Y, por
supuesto, siguió asistiendo con
regularidad al cine.

Desde 1922 escribe poemas, prosas


poéticas y cuentos en diversas
revistas literarias de la época,
fundamentalmente aquellas que
sirvieron de vehículo para el
ultraísmo y la generación del 27,
como Vltra, Horizonte, Alfar, Helix o
La Gaceta Literaria. De esta época
son también sus primeros proyectos
cinematográficos. En 1926, la Junta
Magna del Centenario de Zaragoza le
encargó una película sobre el pintor
Francisco de Goya. El guion fue
finalmente desechado por la Junta,
aduciéndose cuestiones económicas.
En 1927 Buñuel le propuso a Ramón
Gómez de la Serna la realización de
una película. Esta se inspiraría en
ocho cuentos del escritor, que
quedarían unidos a través de
diferentes noticias publicadas en un
periódico leído por el protagonista.10

En 1923 murió su padre en Zaragoza,


inició el servicio militar y publicó su
primer artículo, al que siguieron
cuentos y poemas en revistas de
vanguardia e incluso preparó un libro
que los recopilaba bajo el título Un
perro andaluz. Muchas de las
imágenes de sus escritos de estos
años, previos al surrealismo francés,
pasaron a su cine. El día de San José
de ese mismo año de 1923 fundó la
paródica Orden de Toledo y se
nombró a sí mismo condestable. Para
ser caballero había que
emborracharse y estar toda la noche
sin dormir. A ella pertenecieron,
entre otros, Dalí, Pepín Bello,
Alberti...

En 1924, año en que Dalí le realiza su


primer retrato, se licenció en Historia
y renunció al doctorado, decidido a
marcharse a París, la que por
entonces era capital cultural de
occidente.11

París y el surrealismo
En enero de 1925, después de asistir a
la conferencia que dio Louis Aragon
en la Residencia de Estudiantes,
Buñuel abandonó Madrid rumbo a
París. En la capital francesa asistió a
las tertulias de los inmigrantes
españoles y se acerca cada vez más al
grupo surrealista. Su afición por el
cine se intensificó y veía
habitualmente tres películas al día,
una por la mañana (generalmente
proyecciones privadas, gracias a un
pase de prensa), otra por la tarde en
un cine de barrio y otra por la noche.

Ricardo Viñes.
El pianista Ricardo Viñes le propuso
la dirección escénica de El retablo de
Maese Pedro, de Manuel de Falla,
que, estrenada en Ámsterdam el 26
de abril de 1926 y representada
también al día siguiente, supuso un
importante éxito. Esta experiencia le
llevó a escribir una pieza de teatro de
cámara de vanguardia titulada
Hamlet en 1927, que fue representada
en el Café Sélect de París.
Su conversión total al cine se produjo
tras ver la película Las tres luces (Der
müde Tod), de Fritz Lang. Varias
semanas después se presentó en un
rodaje al conocido director de cine
francés Jean Epstein y se ofreció a
trabajar en cualquier labor a cambio
de aprender todo lo que pudiera
acerca del cine, y Epstein acabó
permitiéndole desempeñar el cargo
de ayudante de dirección en el rodaje
de sus películas mudas Mauprat
(1926) y La caída de la casa Usher (La
chute de la maison Usher), de 1928.

Comenzó a colaborar como crítico en


varias publicaciones de cine y arte, en
las que dejó constancia de sus
iniciales concepciones
cinematográficas, como la francesa
Cahiers d'Art y la española La Gaceta
Literaria, de la que fue director de su
sección de cine desde 1927. El
director de esta revista, Ernesto
Giménez Caballero, le propuso
fundar un cine-club en la Residencia
de Estudiantes. La idea se llevó a
cabo y Buñuel, viajando
ocasionalmente a Madrid, promovió
en España el cine de vanguardia y las
ideas surrealistas.

André Breton.
También en estos años colaboró
como actor en pequeños papeles,
como el de contrabandista en la
película Carmen (Jacques Feyder,
1926) con Raquel Meller, y en La
sirène des tropiques (Henri Étiévant
y Mario Nalpas, 1927) con Joséphine
Baker. Todo este bagaje le familiarizó
con el oficio cinematográfico y le
permitió conocer a buenos
profesionales y actores que después
habrían de colaborar con él en Un
perro andaluz y La edad de oro, sus
dos primeras películas. Como crítico,
elogió el cine de Buster Keaton y
atacó, por considerarla pretenciosa,
la vanguardia cinematográfica
francesa, en cuyas filas militaba el
propio Jean Epstein. Es conocida su
ruptura con este al negarse el
aragonés a trabajar en el nuevo
proyecto del más reputado de los
directores vanguardistas franceses,
Abel Gance, de cuyo Napoleón había
escrito Buñuel recientemente una
crítica muy dura.

Cada vez más interesado por el grupo


surrealista de Breton, comenzó a
trasladar a sus compañeros de la
Residencia de Estudiantes las
novedades de esta tendencia,
escribiendo poemas de un
surrealismo ortodoxo e instando a
Dalí a que se trasladase con él a París
para conocer el nuevo movimiento.
En 1927 escribía un libro de poesía
surrealista, que no llegó a editar, cuyo
título inicialmente era Polismos y
más tarde Un perro andaluz, que fue
el que más tarde recibiría su primera
película.

En 1928 preparó un guion


cinematográfico sobre Francisco de
Goya con motivo del centenario de su
fallecimiento, patrocinado por una
comisión zaragozana. El proyecto no
llegó a buen término por falta de
presupuesto, como tampoco otro
basado en un guion de Ramón Gómez
de la Serna que iba a titularse El
mundo por diez céntimos, en el que el
hilo conductor iban a ser los
sucesivos cambios de dueño de una
moneda, o bien, diferentes
narraciones que se hallaban en un
periódico. Gómez de la Serna le envió
finalmente el guion de Caprichos (su
nuevo título), aunque no se ha
conservado, ya que entre octubre y
noviembre de ese año abandonaría el
proyecto al comenzar a trabajar con
Dalí en el de Un perro andaluz.12

Un chien andalou y L'Âge d'or


En enero de 1929, Buñuel y Dalí, en
estrecha colaboración, ultimaron el
guion de un filme cuyo proyecto se
titularía sucesivamente El marista en
la ballesta, Es peligroso asomarse al
interior y, por fin, Un perro andaluz,
una vez desechada la publicación con
este título de su proyectado poemario
surrealista. La película se comenzó a
rodar el 2 de abril con un presupuesto
de 25 000 pesetas aportadas por la
madre de Buñuel.13 Se estrenó el 6
de julio en el Studio des Ursulines, un
cine-club parisino, en el que alcanzó
un clamoroso éxito entre la
intelectualidad francesa, y
permaneció en exhibición nueve
meses consecutivos en el Studio 28.

Salvador Dalí
A partir de la proyección de Un chien
andalou, Buñuel fue admitido de
lleno en el grupo surrealista, que se
reunía diariamente en el Café Cyrano
para leer artículos, discutir sobre
política y escribir cartas y
manifiestos. Allí, Buñuel forjó
amistad con Max Ernst, André
Breton, Paul Éluard, Tristan Tzara,
Yves Tanguy, Magritte y Louis
Aragon, entre otros.
A fines de 1929 se volvió a reunir con
Dalí para escribir el guion de lo que
sería más tarde L'Âge d'or, pero la
colaboración ya no resultó tan
fructífera, pues entre los dos se
interpone el gran amor de Dalí, Gala
Eluard. Buñuel comenzó el rodaje de
la película en abril de 1930, cuando el
pintor se encontraba disfrutando de
unas vacaciones con Gala en
Torremolinos. Cuando descubrió que
Buñuel ya había acabado la película
con el sustancioso mecenazgo de los
Vizcondes de Noailles, que deseaban
producir una de las primeras
películas sonoras del cine francés,
Dalí se sintió marginado del proyecto
y traicionado por su amigo, lo que
originó un distanciamiento entre
ellos que se fue incrementando en el
futuro. A pesar de aquello, felicitó a
Buñuel por el largometraje,
asegurando que le había parecido
«una película americana». El estreno
tuvo lugar el 28 de noviembre de
1930. Cinco días más tarde, grupos de
extrema derecha atacaron el cine
donde se proyectaba, y las
autoridades francesas prohibieron la
película y requisaron todas las copias
existentes, comenzando una larga
censura que duraría medio siglo, pues
no sería distribuida hasta 1980 en
Nueva York y un año después en
París.

Hollywood y el Madrid de la
República. Las Hurdes
En 1930, Buñuel viajó a Hollywood,
contratado por la Metro Goldwyn
Mayer, como «observador», con el fin
de que se familiarizara con el sistema
de producción estadounidense. Allí
conoció a Charles Chaplin y Serguéi
Eisenstein. En 1931 llegó a España,
en vísperas de la proclamación de la
Segunda República. La edad de oro se
proyectó en Madrid y Barcelona. En
1932 asistió a la primera reunión de
la Asociación de Escritores
Revolucionarios (AERA), se separó
del grupo surrealista y se afilió al
Partido Comunista Francés.
Contratado por la Paramount,
regresó a España y trabajó como
responsable de sincronización.

Ramón Acín, artista y anarquista,


financió Las Hurdes tras haber sido
agraciado con un premio de lotería.
En abril de 1933,14 financiado por su
amigo Ramón Acín, comenzó a filmar
Las Hurdes, tierra sin pan, un
documental sobre esa comarca
extremeña. La derecha y la Falange
Española comenzaban a rebelarse y la
película fue censurada por la Segunda
República por considerarla
denigrante para España. Ese mismo
año firmó un manifiesto contra Hitler
con Federico García Lorca, Rafael
Alberti, Sender, Ugarte y Vallejo.

En 1934 visitó en París a Dalí, ya


casado con Gala. Dalí se mostró
indiferente con Buñuel, con lo que se
incrementó su distanciamiento. El 23
de junio se casó con Jeanne Rucar, a
la que había conocido en casa de su
amigo Joaquín Peinado en 1925
cuando estudiaba anatomía en París,
y que había sido medalla de bronce
de gimnasia artística en las
Olimpiadas de París de 1924. La boda
se celebró en la alcaldía del distrito
XX de la capital francesa, sin invitar a
la familia, con tres testigos
improvisados (uno de ellos, un
transeúnte desconocido) y, después
de comer, Buñuel volvió a Madrid, ya
que había aceptado trabajar para la
Warner Brothers como director de
doblaje. La pareja tendría dos hijos,
Jean Louis, nacido en París, y Rafael,
que lo haría en Nueva York.

En 1935, con ayuda de algún dinero


familiar, fundó, junto a Ricardo
Urgoiti, la productora Filmófono, que
competía con la Cifesa de los
hermanos Casanova, principal
productora española de los años
treinta. Filmófono produjo películas
como Don Quintín el amargao, donde
debutó en el cine la gran bailaora
Carmen Amaya, La hija de Juan
Simón, ¿Quién me quiere a mí? o
¡Centinela alerta!, y la única
condición de Buñuel para producirlas
era, curiosamente, no aparecer en la
ficha técnica, pues a sus ojos no eran
más que "melodramas baratos".
Todos estos largometrajes fueron
rentables y supusieron la
consolidación de la industria
cinematográfica española de los años
treinta. Sin embargo, la Guerra Civil
abortó este proyecto.

La guerra civil española (1936-1939)


El golpe de Estado de julio de 1936
sorprendió a Buñuel en Madrid. Así
como Dalí se alineó con Franco y
simpatizó con el bando sublevado,
Buñuel siempre permaneció fiel a la
Segunda República. No obstante, no
dejó por ello de ayudar a amigos
suyos del bando franquista cuando
estuvieron en peligro de muerte; así,
logró que liberasen a José Luis Sáenz
de Heredia (primo hermano de José
Antonio Primo de Rivera, fundador
de Falange, que simpatizaba con
Franco, pues habían trabajado juntos
en Filmófono. El 18 de agosto de 1936
fue asesinado Lorca.

En septiembre de 1936 salió de


Madrid en un tren abarrotado hacia
Ginebra, vía Barcelona. Allí lo había
citado para una entrevista Álvarez del
Vayo, ministro de Asuntos Exteriores
de la República, quien lo mandó a
París como hombre de confianza de
Luis Araquistáin, embajador en
Francia, para realizar diferentes
misiones, principalmente de
inteligencia. Supervisó y escribió
junto a Pierre Unik el documental
España leal en armas. Realizó su
bautismo aéreo en varios viajes
relámpago a España, en misiones de
guerra.

Durante 1937 se encargó de


supervisar para el Gobierno
republicano el pabellón español de la
Exposición Internacional de París.
Dalí le pintó su segundo y último
retrato: El sueño. El 16 de septiembre
de 1938, ayudado en los gastos de
viaje por sus amigos Charles de
Noailles y Rafael Sánchez Ventura,
viajó a Hollywood de nuevo, esta vez
encargado por el Gobierno
republicano de la supervisión, como
consejero técnico e histórico, de dos
películas acerca de la Guerra Civil que
se iban a rodar en Estados Unidos.

En 1941, ya terminada la guerra,


cuando comenzaba el rodaje de Cargo
of Innocents, la asociación general de
productores estadounidenses
prohibió toda película en contra de
Franco, lo que significó el fin del
proyecto en el que estaba implicado
Buñuel. Sin trabajo y con poco
dinero, y ya con su mujer e hijos
reunidos con él, aceptó el encargo
que le ofrece el Museo de Arte
Moderno (MOMA) de Nueva York,
como productor asociado para el área
documental y supervisor y jefe de
montaje de documentales para la
Coordinación de Asuntos
Interamericanos, que dirigía Nelson
Rockefeller. Su misión era seleccionar
películas de propaganda antinazi;
tenía despacho propio y personal a su
cargo. Su primer trabajo para el
MoMA consistió en la reedición de El
triunfo de la voluntad, de Leni
Riefenstahl, con el fin de hacerla más
breve y accesible a miembros del
Gobierno de Estados Unidos para que
viesen el potencial del cine como
instrumento propagandístico. Pero
fue despedido en 1943 a raíz de la
publicación del libro La vida secreta
de Salvador Dalí, donde el pintor
tachaba a Buñuel de ateo y hombre
de izquierdas. Un periodista del
Motion Pictures Herald atacó a
Buñuel en un artículo donde advertía
acerca de lo peligroso que resultaba la
presencia de este español en un
museo tan prestigioso. Buñuel se
reunió con Dalí en Nueva York para
pedirle explicaciones y esa entrevista
significó la ruptura de sus relaciones.

Volvió a Hollywood y se puso a


trabajar para la Warner Brothers
como jefe de doblaje de versiones
españolas para América Latina.
Acabada la colaboración con la
Warner en 1946, se quedó en Los
Ángeles en busca de un trabajo
relacionado con el cine y en espera de
que le concedieran la nacionalidad
estadounidense, que había solicitado.

Etapa mexicana
Cuando Luis Buñuel aún estaba
viviendo del dinero que había
ahorrado el año anterior, la
casualidad quiso que en una cena en
casa del cineasta francés René Clair
se encontrara con Denise Tual, la
viuda del actor ruso Pierre Batcheff
(protagonista de Un perro andaluz,
quien se había suicidado en 1932). La
mujer, que se había vuelto a casar con
el productor francés Ronald Tual, le
ofreció trabajar en el nuevo proyecto
que tenía intención de realizar: La
casa de Bernarda Alba, que dirigiría
Buñuel. Tual, que había llegado a Los
Ángeles con el interés de conocer
mejor la industria estadounidense del
cine, tenía intención de realizar la
película entre París y México, para lo
cual aprovechó su regreso a París
para hacer escala en México y
concretar algunos asuntos con el
productor francés de origen ruso
Oscar Dancigers, exiliado en ese país.
Una vez allí se enteraron de que los
derechos de la obra habían sido
vendidos a otra productora que había
pujado más alto.

Truncado el proyecto, Luis Buñuel


tuvo la suerte de que Dacingers le
ofreciera otro trabajo: dirigir Gran
Casino, una película comercial con el
conocido cantante mexicano Jorge
Negrete y la primera figura argentina
Libertad Lamarque. Buñuel aceptó y,
una vez arreglados todos los papeles
de residencia e instalado con su
esposa y sus hijos, ingresó en la
industria mexicana del cine. Esta
primera película de su nueva etapa
constituyó un rotundo fracaso15 y
durante los tres siguientes años se vio
obligado a mantenerse del dinero que
le enviaba su madre todos los meses.

En 1949, a punto de abandonar el


cine, Dacingers le pidió que se hiciera
cargo de la dirección de El gran
calavera, ya que Fernando Soler no
podía ser a la vez director y
protagonista. El éxito de esta película
y la concesión de la nacionalidad
mexicana animaron a Buñuel a
plantear a Dacingers un nuevo
proyecto más acorde con sus deseos
como cineasta, proponiéndole, bajo el
título ¡Mi huerfanito, jefe!, un
argumento sobre las aventuras de un
joven vendedor de lotería. A esta
oferta siguió una mejor respuesta por
parte de Dacingers, la realización de
una historia sobre los niños pobres
mexicanos.

Así, en 1950 Buñuel realizó Los


olvidados, película con fuertes
vínculos con Las Hurdes, tierra sin
pan, y que en un primer momento no
gustó a los mexicanos
ultranacionalistas (Jorge Negrete el
primero), ya que retrataba la realidad
de pobreza y miseria suburbana que
la cultura dominante no quería
reconocer. No obstante, el premio al
mejor director que le otorgó el
Festival de Cannes de 1951 supuso el
reconocimiento internacional de la
película, y el redescubrimiento de
Luis Buñuel, y la rehabilitación del
cineasta por parte de la sociedad
mexicana. Actualmente, Los
olvidados es una de las tres únicas
películas reconocidas por la Unesco
como Memoria del Mundo.

En 1951 filmó Susana y Él; esta


última constituyó un fracaso
comercial pero sería valorada en los
años siguientes. En 1952 salió de
Ciudad de México para filmar Subida
al cielo, cinta simple donde un sueño
del protagonista da el toque
surrealista de Buñuel y que le valió ir
nuevamente a Cannes. Ese mismo
año filmó Robinson Crusoe, primera
película que se rodó en Eastmancolor
(todos los días se enviaban las copias
a California para comprobar los
resultados), y, junto con La joven,
que dirigió en 1960, una de las dos
únicas películas que rodó en inglés y
con coproducción estadounidense. En
1953 dirigió La ilusión viaja en
tranvía, una de las películas
consideradas "menores" pero que por
su frescura y sencillez, y respaldada
por escritores como José Revueltas y
Juan de la Cabada, sobrevive al paso
de los años.

En 1954 dirigió El río y la muerte y es


elegido miembro del jurado del
Festival Internacional de Cine de
Cannes. En 1955, año en que filmó
Así es la aurora en Francia (lo que le
brinda la oportunidad de visitar a su
madre en Pau), fiel a sus ideas, firmó
un manifiesto en contra de la bomba
atómica estadounidense, lo que,
unido a su apoyo a la revista
antifascista España Libre
(posicionada en contra de EE. UU.),
supuso su inclusión en la lista negra
estadounidense hasta 1975. A partir
de ese momento, cada vez que
pasaban por EE. UU., tanto él como
su familia eran interrogados. No
obstante, Buñuel dijo que EE. UU.
era la tierra más hermosa que había
conocido.16 Cuando alguien le
preguntaba si era comunista siempre
contestaba que era un español
republicano.

Tras Ensayo de un crimen (1955),


realizó La muerte en el jardín (1956),
con guion de Luis Alcoriza y
Raymond Queneau, que adaptaba la
novela homónima de Lacour. The
National Film Theatre of London
realizó una retrospectiva de su obra.
Nazarín (1958), Premio Internacional
del Festival de Cannes de 1959, es la
primera de las tres películas que
realizaría con el actor Paco Rabal. Ese
mismo año rodó Los ambiciosos, cine
de compromiso político y social. En
1960 dirigió por última vez una obra
teatral, Don Juan Tenorio, en México,
y realizó y estrenó en EE. UU. La
joven.

Fue ganador del Premio Nacional de


Bellas Artes, otorgado por el
Gobierno de México en 1977.17

En 1962 rodó El ángel exterminador,


una de sus películas más importantes
y personales, en la que aludía a varias
bromas privadas de su época de la
Residencia de Estudiantes y del
periodo surrealista transcurrido en
Francia.

Durante esta etapa, a Buñuel y a


Jean-Claude Carrière les ofrecieron
adaptar la novela de Malcolm Lowry
Bajo el volcán en dos ocasiones. Sin
embargo, en ambas el cineasta y el
guionista rechazaron la oferta luego
de leer la novela y "no encontrar una
película detrás del libro".18

Etapa española
En 1960 Buñuel regresó a España
para dirigir Viridiana, coproducción
hispano-mexicana con guion escrito
junto a Julio Alejandro. La película
fue producida por Gustavo Alatriste
(por parte mexicana) y por Pere
Portabella y Ricardo Muñoz Suay, por
parte de las productoras españolas
UNINCI (Unión Industrial
Cinematográfica) y Films 59. Estuvo
protagonizada por Silvia Pinal,
Francisco Rabal y Fernando Rey.

Viridiana fue presentada a concurso


en el festival de Cannes de 1961 como
representante oficial de España y
obtuvo la Palma de Oro, que recogió
el entonces director general de
Cinematografía, José Muñoz Fontán.
Sin embargo, después de que el
periódico vaticano L'Osservatore
Romano condenara la cinta, a la que
tachaba de blasfema y sacrílega, las
autoridades españolas la condenaron
a una "muerte administrativa",
denegándole el llamado permiso
definitivo de rodaje, lo cual a su vez
dio lugar a un conflicto económico
entre los productores españoles y los
mexicanos. Viridiana no se pudo
proyectar oficialmente en España
hasta 1977.

En 1970 Buñuel volvió a rodar en


España, esta vez en régimen de
coproducción hispano-franco-
italiana; se trataba de Tristana,
protagonizada por Catherine
Deneuve, que ya había desempeñado
el papel principal en Belle de jour, y
Fernando Rey.

En 1977, Buñuel puso el colofón a su


obra con Ese oscuro objeto del deseo
(Cet Obscur Objet du Désir),
coproducción hispano-francesa
parcialmente rodada en España, que
recibió el premio especial del Festival
de Cine de San Sebastián. En la
película, que revisa temas tratados
anteriormente en Viridiana o
Tristana, Carole Bouquet y Ángela
Molina interpretan al alimón el
personaje femenino que da réplica a
Fernando Rey.

Además de esas estancias


profesionales en España, Buñuel
solía, entre los años 1960 y 1980,
pasar temporadas en Madrid donde
residía en un apartamento en la Torre
de Madrid. En este edificio una placa
recuerda a Luis Buñuel como «Figura
clave del siglo XX».

Etapa francesa
Ya en su etapa mexicana, Buñuel
había rodado varias películas de
producción francesa tras las elogiosas
críticas europeas de Ensayo de un
crimen, Así es la aurora o La muerte
en el jardín, pero su verdadera
reentrada en la cinematografía
francesa se produjo en 1963 con
Diario de una camarera (Le Journal
d'une Femme de Chambre),
adaptación de la novela de Octave
Mirbeau. Comienza así su
cooperación con el productor Serge
Silberman y el guionista Jean Claude
Carrière.
En 1964 filmó su última película
mexicana, Simón del desierto, que no
acabó como estaba proyectada por
falta de presupuesto. Aun así, obtuvo
el León de Plata de la Mostra de
Venecia al año 1965, año en que,
junto a Carrière, preparó las
adaptaciones de El monje y Là-bas.

En 1966, Dalí le telegrafió desde


Figueras ofreciéndole preparar la
segunda parte de Un perro andaluz.
Ese mismo año se estrenó Belle de
jour, que obtuvo en 1967 el León de
Oro en la Mostra de Venecia. Esta
película obtuvo en Francia un
extraordinario éxito de público y a
partir de entonces los estrenos de
Buñuel se convirtieron en
acontecimientos culturales, lo que
motivó que Silberman le concediera
completa libertad creativa y los
recursos suficientes para la
producción de sus filmes, lo que
caracterizó la etapa final de su obra.
En 1969 la Mostra le otorgó el gran
premio de homenaje por el conjunto
de su obra.

En 1972 se convirtió en el primer


director español en conseguir el
Óscar a la mejor película de habla no
inglesa, por El discreto encanto de la
burguesía (Le Charme Discret de la
Bourgeoisie), película que se iba a
rodar en España, lo cual resultó
imposible debido a la censura. Esta
película, junto con La Vía Láctea (La
Voie Lactée, 1968) y El fantasma de la
libertad (Le Fantôme de la Liberté,
1974), conforman una especie de
trilogía que ataca los cimientos del
cine de narrativa convencional y el
concepto causa-consecuencia,
abogando por la exposición del azar
como motor de la conducta y del
mundo. Ese mismo año de 1972 visitó
Los Ángeles, donde vivía su hijo
Rafael, y George Cukor ofreció en su
casa una cena en honor de Buñuel a
la que asistieron, además de su hijo
Rafael y Carrière, importantes
cineastas como Alfred Hitchcock,
Billy Wilder, G. Stevens, William
Wyler, R. Mulligan, Robert Wise o
Rouben Mamoulian.

En 1980 realizó su último viaje a


España y fue operado de próstata. En
1981, cincuenta años después de
haber sido prohibida, se reestrenó en
París La edad de oro, fue
hospitalizado por problemas de la
vesícula, Agustín Sánchez Vidal
publicó su obra literaria, el Centro
Georges Pompidou de París organizó
un homenaje en su honor y Un perro
andaluz se proyectó en una pantalla
colocada en el techo de este centro
cultural.

En 1982 publicó sus memorias,


escritas en colaboración con Carrière
y tituladas Mi último suspiro.

Muerte
Luis Buñuel falleció en la Ciudad de
México el 29 de julio de 1983 de
madrugada, a causa de una
enfermedad hepática y renal
provocada por un cáncer. Sus últimas
palabras fueron para su mujer
Jeanne: "Ahora sí que muero". Ese
mismo año había sido nombrado
doctor honoris causa por la
Universidad de Zaragoza. Se mantuvo
fiel a su ideología hasta el final: no
hubo ninguna ceremonia de
despedida, siendo en 1997 cuando
finalmente fueron esparcidas sus
cenizas en el monte Tolocha, situado
en su pueblo natal, Calanda.19

Colaboraciones recurrentes

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