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París y el surrealismo
En enero de 1925, después de asistir a
la conferencia que dio Louis Aragon
en la Residencia de Estudiantes,
Buñuel abandonó Madrid rumbo a
París. En la capital francesa asistió a
las tertulias de los inmigrantes
españoles y se acerca cada vez más al
grupo surrealista. Su afición por el
cine se intensificó y veía
habitualmente tres películas al día,
una por la mañana (generalmente
proyecciones privadas, gracias a un
pase de prensa), otra por la tarde en
un cine de barrio y otra por la noche.
Ricardo Viñes.
El pianista Ricardo Viñes le propuso
la dirección escénica de El retablo de
Maese Pedro, de Manuel de Falla,
que, estrenada en Ámsterdam el 26
de abril de 1926 y representada
también al día siguiente, supuso un
importante éxito. Esta experiencia le
llevó a escribir una pieza de teatro de
cámara de vanguardia titulada
Hamlet en 1927, que fue representada
en el Café Sélect de París.
Su conversión total al cine se produjo
tras ver la película Las tres luces (Der
müde Tod), de Fritz Lang. Varias
semanas después se presentó en un
rodaje al conocido director de cine
francés Jean Epstein y se ofreció a
trabajar en cualquier labor a cambio
de aprender todo lo que pudiera
acerca del cine, y Epstein acabó
permitiéndole desempeñar el cargo
de ayudante de dirección en el rodaje
de sus películas mudas Mauprat
(1926) y La caída de la casa Usher (La
chute de la maison Usher), de 1928.
André Breton.
También en estos años colaboró
como actor en pequeños papeles,
como el de contrabandista en la
película Carmen (Jacques Feyder,
1926) con Raquel Meller, y en La
sirène des tropiques (Henri Étiévant
y Mario Nalpas, 1927) con Joséphine
Baker. Todo este bagaje le familiarizó
con el oficio cinematográfico y le
permitió conocer a buenos
profesionales y actores que después
habrían de colaborar con él en Un
perro andaluz y La edad de oro, sus
dos primeras películas. Como crítico,
elogió el cine de Buster Keaton y
atacó, por considerarla pretenciosa,
la vanguardia cinematográfica
francesa, en cuyas filas militaba el
propio Jean Epstein. Es conocida su
ruptura con este al negarse el
aragonés a trabajar en el nuevo
proyecto del más reputado de los
directores vanguardistas franceses,
Abel Gance, de cuyo Napoleón había
escrito Buñuel recientemente una
crítica muy dura.
Salvador Dalí
A partir de la proyección de Un chien
andalou, Buñuel fue admitido de
lleno en el grupo surrealista, que se
reunía diariamente en el Café Cyrano
para leer artículos, discutir sobre
política y escribir cartas y
manifiestos. Allí, Buñuel forjó
amistad con Max Ernst, André
Breton, Paul Éluard, Tristan Tzara,
Yves Tanguy, Magritte y Louis
Aragon, entre otros.
A fines de 1929 se volvió a reunir con
Dalí para escribir el guion de lo que
sería más tarde L'Âge d'or, pero la
colaboración ya no resultó tan
fructífera, pues entre los dos se
interpone el gran amor de Dalí, Gala
Eluard. Buñuel comenzó el rodaje de
la película en abril de 1930, cuando el
pintor se encontraba disfrutando de
unas vacaciones con Gala en
Torremolinos. Cuando descubrió que
Buñuel ya había acabado la película
con el sustancioso mecenazgo de los
Vizcondes de Noailles, que deseaban
producir una de las primeras
películas sonoras del cine francés,
Dalí se sintió marginado del proyecto
y traicionado por su amigo, lo que
originó un distanciamiento entre
ellos que se fue incrementando en el
futuro. A pesar de aquello, felicitó a
Buñuel por el largometraje,
asegurando que le había parecido
«una película americana». El estreno
tuvo lugar el 28 de noviembre de
1930. Cinco días más tarde, grupos de
extrema derecha atacaron el cine
donde se proyectaba, y las
autoridades francesas prohibieron la
película y requisaron todas las copias
existentes, comenzando una larga
censura que duraría medio siglo, pues
no sería distribuida hasta 1980 en
Nueva York y un año después en
París.
Hollywood y el Madrid de la
República. Las Hurdes
En 1930, Buñuel viajó a Hollywood,
contratado por la Metro Goldwyn
Mayer, como «observador», con el fin
de que se familiarizara con el sistema
de producción estadounidense. Allí
conoció a Charles Chaplin y Serguéi
Eisenstein. En 1931 llegó a España,
en vísperas de la proclamación de la
Segunda República. La edad de oro se
proyectó en Madrid y Barcelona. En
1932 asistió a la primera reunión de
la Asociación de Escritores
Revolucionarios (AERA), se separó
del grupo surrealista y se afilió al
Partido Comunista Francés.
Contratado por la Paramount,
regresó a España y trabajó como
responsable de sincronización.
Etapa mexicana
Cuando Luis Buñuel aún estaba
viviendo del dinero que había
ahorrado el año anterior, la
casualidad quiso que en una cena en
casa del cineasta francés René Clair
se encontrara con Denise Tual, la
viuda del actor ruso Pierre Batcheff
(protagonista de Un perro andaluz,
quien se había suicidado en 1932). La
mujer, que se había vuelto a casar con
el productor francés Ronald Tual, le
ofreció trabajar en el nuevo proyecto
que tenía intención de realizar: La
casa de Bernarda Alba, que dirigiría
Buñuel. Tual, que había llegado a Los
Ángeles con el interés de conocer
mejor la industria estadounidense del
cine, tenía intención de realizar la
película entre París y México, para lo
cual aprovechó su regreso a París
para hacer escala en México y
concretar algunos asuntos con el
productor francés de origen ruso
Oscar Dancigers, exiliado en ese país.
Una vez allí se enteraron de que los
derechos de la obra habían sido
vendidos a otra productora que había
pujado más alto.
Etapa española
En 1960 Buñuel regresó a España
para dirigir Viridiana, coproducción
hispano-mexicana con guion escrito
junto a Julio Alejandro. La película
fue producida por Gustavo Alatriste
(por parte mexicana) y por Pere
Portabella y Ricardo Muñoz Suay, por
parte de las productoras españolas
UNINCI (Unión Industrial
Cinematográfica) y Films 59. Estuvo
protagonizada por Silvia Pinal,
Francisco Rabal y Fernando Rey.
Etapa francesa
Ya en su etapa mexicana, Buñuel
había rodado varias películas de
producción francesa tras las elogiosas
críticas europeas de Ensayo de un
crimen, Así es la aurora o La muerte
en el jardín, pero su verdadera
reentrada en la cinematografía
francesa se produjo en 1963 con
Diario de una camarera (Le Journal
d'une Femme de Chambre),
adaptación de la novela de Octave
Mirbeau. Comienza así su
cooperación con el productor Serge
Silberman y el guionista Jean Claude
Carrière.
En 1964 filmó su última película
mexicana, Simón del desierto, que no
acabó como estaba proyectada por
falta de presupuesto. Aun así, obtuvo
el León de Plata de la Mostra de
Venecia al año 1965, año en que,
junto a Carrière, preparó las
adaptaciones de El monje y Là-bas.
Muerte
Luis Buñuel falleció en la Ciudad de
México el 29 de julio de 1983 de
madrugada, a causa de una
enfermedad hepática y renal
provocada por un cáncer. Sus últimas
palabras fueron para su mujer
Jeanne: "Ahora sí que muero". Ese
mismo año había sido nombrado
doctor honoris causa por la
Universidad de Zaragoza. Se mantuvo
fiel a su ideología hasta el final: no
hubo ninguna ceremonia de
despedida, siendo en 1997 cuando
finalmente fueron esparcidas sus
cenizas en el monte Tolocha, situado
en su pueblo natal, Calanda.19
Colaboraciones recurrentes