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En el orden jurídico mexicano, el derecho de en el juicio se deriva del segundo párrafo del
artículo 14 de la constitución, que expresa: “Nadie podrá ser privado de su libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento”.
Existe un derecho de acción, como un derecho para promover un proceso ante un órgano
jurisdiccional con objeto de que se resuelva sobre una pretensión litigiosa, también se ha
estimado que hay un derecho de defensa en juicio, el derecho del demandado a ser oído en
defensa en juicio.
2. Reconocer que los hechos afirmados por el actor en la demanda son ciertos (confesión).
4. Pedir que el proceso se haga del conocimiento de alguna otra persona, para que también se
le dé la oportunidad de defender el derecho controvertido y para que, en todo caso, la
sentencia que llegue a dictarse en tal proceso también se le pueda aplicar (denuncia).
5. Negar que los hechos afirmados por el actor, en su demanda, sean ciertos o decir que los
ignora por no ser propios (negación de los hechos).
6. Negar que el demandante tenga derecho a las prestaciones que reclama en su demanda
(negación del derecho).
8. Oponerse al reconocimiento, por parte del juez, de los derechos alegados por la parte
actora, afirmando, en contra de las pretensiones de ésta, la existencia de hechos extintivos,
modificativos o impeditivos de la relación jurídico material invocada por el demandante
(excepciones sustanciales).
Todas estas actitudes implican la contestación formal a la demanda. Fuera del caso de
allanamiento, en el cual no hay ninguna resistencia por parte del demandado, tales actitudes
han sido enunciadas en orden de la menor a la mayor resistencia posible del demandado
frente a la demanda. Se debe tomar en cuenta, además, que las actitudes señaladas en los
números 4 a 9 no son enteramente excluyentes entre sí y que, en buena medida, pueden
concurrir dos o más de ellas en una sola contestación a la demanda. Así, al mismo tiempo que
se pide la denuncia del proceso a un tercero, se pueden negar determinados hechos u oponer
excepciones procesales o sustanciales; al mismo tiempo que se niega el derecho del
demandante a las prestaciones reclamadas, se le pueden contrademandar nuevas
pretensiones, etcétera. Por otra parte, las actitudes enumeradas en los puntos 1 a 3 y 5 y 6
pueden ser totales o parciales. Así, por ejemplo, el allanamiento puede ser respecto de todas o
sólo de algunas de las pretensiones del actor; la confesión puede referirse a todos o sólo a
algunos de los hechos aducidos por el demandante, etc.
En el caso de que tales actitudes sean parciales, es posible que concurran con cualquiera de las
demás. A cada una de estas actitudes, que implican la participación efectiva del demandado,
nos referiremos más adelante.
Una vez que se haya examinado cada una de las actitudes que la contestación de la demanda
puede implicar, se hará referencia a la rebeldía.
ALLANAMIENTO A LA DEMANDA.
NEGACION A LA DEMANDA.
La parte demandada puede limitarse a negar que los hechos afirmados por el actor sean
ciertos. Esta actitud de negación de la veracidad de los hechos, que se aduce para oponerse a
las pretensiones del actor, tiene fundamentalmente dos consecuencias:
1. En primer lugar, evita que se produzca la confesión ficta sobre los hechos afirmados por el
actor en su demanda, en los términos previstos en los arts. 266 y 271.
2. En segundo término, impone al actor la carga de probar los hechos negados expresamente
por el demandado, la carga de la prueba corresponde al que afirma hechos y no al que los
niega.
De manera similar a la actitud de negar los hechos, y regularmente como consecuencia de tal
actitud, el demandado puede negar también la existencia de los derechos reclamados por el
actor.
En la práctica procesal mexicana, la actitud de negar los derechos reclamados por la parte
actora se concreta en la denominada exceptio sine actione agis o excepción de falta de acción,
que consiste precisamente en la negación, que el demandado formula, de que el actor tenga
efectivamente los derechos que reclama en juicio.
La Suprema Corte de Justicia había considerado que la llamada exceptio sine actione agis “no
constituye propiamente hablando una excepción, pues la excepción es una defensa que hace
valer el demandado para retardar el curso de la acción (excepción dilatoria) o para destruirla
(excepción perentoria), y la alegación de que el actor carece de acción no entra en esa división.
Sine actione agis no es otra cosa que la simple negación del derecho ejercitado, cuyo efecto
jurídico en juicio solamente puede consistir en el que generalmente produce la negación de la
demanda, o sea, el de arrojar la carga de la prueba al actor, y el de obligar al juez a examinar
todos los elementos constitutivos de la acción”.
En general, en la doctrina se considera que tanto la actitud de negar los hechos como la de
negar el derecho, si bien implican una resistencia del demandado frente a la pretensión del
actor, no tienen el mismo significado que el de la oposición de excepciones. “Cuando el
demandado o el imputado —escribe Devis Echandía— se contenta con negar los elementos de
derecho o de hecho de la demanda o de la imputación o con afirmar su inexistencia,
ciertamente hay discusión de la pretensión, pero no existe excepción, sino una simple
defensa.”
OPOSICION DE EXCEPCIONES.
Normalmente no suspende el plazo para contestar la demanda. Solo suspenden el plazo para
contestar la demanda, en los casos de excepción de falta de personería; defecto legal en el
modo de proponer la demanda, y arraigo como consecuencia natural de la defensa
interpuesta.
La excepción en el derecho procesal es una figura jurídica que la doctrina ha visto desde dos
ángulos diferentes:(1)
El derecho de hacer valer una excepción se tiene cuando se cuenta efectivamente con la
posibilidad de formular cuestiones que son contrarias a la pretensión del actor, con
independencia de que se ejerza o no ese poder e independientemente de la fundamentación o
injustificación de las cuestiones que se hayan opuesto.
I. De oponerse a que la secuela procesal continúe, argumentando como razón de esta posición,
que no se han satisfecho en su totalidad todos y cada uno de los presupuestos procesales;
Muchas han sido las clasificaciones de las excepciones que se han formulado, la más usual en
el ámbito del ejercicio y práctica profesional del abogado es aquella que clasifica las
excepciones en dilatorias y perentorias.
Las primeras, son aquellas que tienen una eficacia temporal, obstaculizan o demoran el
ejercicio de la acción e impiden el pronunciamiento del juzgador sobre la procedencia. Las
segundas, tienden a la destrucción o perención de la acción sin afectar la marcha del proceso.
La denuncia del litigio se justifica en los casos en que el tercero al que se “denuncia el pleito” y
se llama a juicio tiene alguna responsabilidad jurídica en la obligación o el derecho real
reclamados por el actor.
Así, por ejemplo, cuando el fiador es demandado por el acreedor, aquél puede pedir al juez
que denuncie “el pleito al deudor principal, para que éste rinda las pruebas que crea
convenientes; y en caso de que no salga al juicio para el indicado objeto, le perjudicará la
sentencia que se pronuncie contra el fiador”.
De manera similar, la persona que tenga la posesión derivada de un bien y sea demandada en
un juicio reivindicatorio para que entregue la posesión de dicho bien al actor, “puede declinar
la responsabilidad del juicio designando al poseedor que lo sea a título de dueño”. Asimismo,
el adquirente de un bien cuya propiedad o posesión le sea demandada en un juicio, debe pedir
al juez que tal juicio le sea denunciado al enajenante obligado a la evicción, emplazándolo para
que comparezca como demandado principal.
RECONVENCION.
El demandado no solo define una demanda en contra de la que se le impone, sino que en la
misma asegura su propia inocencia. La respuesta a la demanda acusatoria debe darse por
escrito y en el momento en que se recibe en el juzgado, momento en que se considera
comenzar el proceso de reconvención.
El juzgado que ya ha recibido la primera demanda, ahora recibe una segunda y debe resolverla.
Requisitos de la reconvención
La reconvención presentada por el demandado debe tener la misma naturaleza y materia que
la presentada en la demanda principal para que el juzgado admita el trámite. Existen algunas
excepciones.
Tiempo
Forma
Materia
El contenido de esta nueva demanda debe estar constituido por las pretensiones que el
demandado deduce hacia el demandante original. No se aceptará la reconvención que finalice
solicitando su absolución de la demanda principal solamente.
Debe haber una conexión entre ambas pretensiones. La nueva demanda debe estar causada o
derive en la misma relación jurídica de la principal.
Tramitación
Efectos
En la reconvención, en cuanto a la regulación del juicio verbal, se dan dos especialidades que
deben ser detalladas.
En primer lugar, no se admitirá la reconvención en los juicios verbales que deban finalizar con
una sentencia sin efectos de la cosa juzgada.
Cuando no determine la improcedencia del juicio verbal, en este caso el demandado puede
ejercitar la acción en el proceso que corresponda.
Con todo ello, mientras que en la contestación a la demanda existe una oposición del
demandado con la pretensión de lograr su absolución, en la reconvención el proceso se amplía
porque se introduce una demanda nueva, que contesta a la demanda principal, y en esa
contestación de introduce un objeto nuevo o diferente que resulta contrario.
Esta nueva demanda de reconvención pretende demandar al actor principal, por lo que al
finalizar el proceso existirán dos resoluciones distintas.
REBELDIA
Concepto: La rebeldía es una figura jurídica que tiene una íntima relación con la carga procesal,
pues se llama rebeldía a la situación producida por no realizar el acto en que consiste la carga
procesal, por lo tanto, se denomina rebeldía o contumacia a la falta de comparecencia de una
de las partes o ambas respecto de un acto procesal determinado en referencia a cual existe
una carga.
Nuestro sistema procesal establece que una vez que se constituya una rebeldía un litigante, se
va a producir varias consecuencias.
a) No se volverá a practicar diligencia alguna en su busca y las siguientes notificaciones se
le harán exclusivamente a través del boletín judicial.
b) Se producirá la confesión ficta de los hechos de la demanda, excepto en asuntos de
relaciones familiares, del estado civil de las personas y en los casos de que el
emplazamiento se hubiere hecho por edictos.
c) Se seguirá el juicio de ahí en adelante mediante las reglas especiales del llamado juicio
en rebeldía.
d) Se podrá ordenar, si así lo solicite la parte contraria, la retención de los bienes muebles
y el embargo de los bienes inmuebles del deudor.