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¿Eres Zanahoria, Huevo o Café?

Una joven solía quejarse todo el tiempo acerca de su vida, de cómo las
cosas le resultaban tan difíciles. Se preguntaba cómo hacer para superar
los problemas y no darse por vencida. Estaba cansada, cuando parecía que
había solucionado un problema, otro aparecía. Su padre era un chef y un
día la llevó a su lugar de trabajo. Como constantemente oía las quejas de
la chica, quiso darle un consejo de vida.
Colocó tres ollas en el fuego y buscó una zanahoria, un huevo y unos
granos de café. Cuando el agua comenzó a hervir, colocó en una la
zanahoria, en otra colocó el huevo y en la última puso los granos de café.
La joven esperaba impacientemente, se preguntaba qué pensaba
explicarle su padre. Al cabo de unos 10 minutos, el hombre apagó el
fuego, sacó la zanahoria y el huevo; y los colocó en un plato, también coló
el café y lo puso en un recipiente junto al plato.
Miró a su hija y le preguntó:
- Querida ¿qué ves aquí?
- Zanahoria, huevo y café – respondió su hija.
Su padre le pidió que se acercara y tocara la zanahoria. Ella lo hizo y notó
que estaba blanda. Luego le pidió que rompiera la cascara del huevo. Ella
lo hizo y notó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el
café.
Ella lo probó y disfrutó de su rico aroma.
Con calma su hija le preguntó:
- Padre ¿Qué significa esto?
Él le explicó que las tres cosas habían enfrentado la misma adversidad, el
agua hirviendo, pero cada una había reaccionado de manera diferente. La
zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero luego de permanecer en el agua
hirviendo se volvió débil y frágil. Mientras que el huevo había llegado
frágil, su fina cascara protegía su liquido interior, pero luego de estar en el
agua hirviendo, su interior endureció. Por último, los granos de café
habían reaccionado de una forma única, luego de estar en el agua
hirviendo, consiguieron cambiar al agua.
- ¿Cuál de ellos eres tú? – preguntó el padre a su hija – Cuando la
adversidad llega ¿Cómo reaccionas? ¿Acaso eres como la zanahoria, que
parece fuerte, pero cuando llegan tiempos de adversidad te vuelves débil
y pierdes tus fortalezas? ¿Eres como el huevo, que tiene un corazón noble,
pero luego de todos los problemas te vuelves rígido y duro en tu interior?
¿O eres como el café? El café cambia al agua hirviendo, aquella que le
causa dolor. Cuando el agua alcanza el punto de ebullición, es cuando el
café adquiere su mejor sabor. Así que se cómo el café, cuando las cosas se
pongan mal, tu reacciona de la mejor manera.
¿Y tú? ¿Cuál de los tres eres?

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