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ÓSCAR CONDÉS
Si hace poco os contábamos esas cosas que un novato no suele saber (porque no se suelen contar) y
que hacen que la fotografía sea una disciplina apasionante pero también compleja, esta vez vamos a
ir más allá y mostraros una serie de prácticas básicas que todo principiante debería realizar en
sus comienzos. Ejercicios con los que empezaréis a dominar muchos de los conceptos más
importantes en fotografía.
Con estos ejercicios queremos ofrecerte una especie de guía con la que poder empezar a poner en
práctica los conocimientos que has adquirido (o estás adquiriendo) sobre fotografía, ya sea por tu
cuenta o gracias a nuestro curso. La mayoría de ellos versan sobre cosas que ya hemos tratado en
Xataka Foto, pero nos ha parecido que sería útil tenerlos recopilados, aprovechando además para
actualizar conceptos y complementarlos en la medida de lo posible.
Foto de Jesus
Como sabrás, hay una serie de reglas sobre la forma de disponer los elementos en la escena
fotografiada que están hechas como una guía de referencia para conseguir una composición
“técnicamente perfecta”. La regla de los tercios, la proporción áurea, los principios básicos de
composición... Practicar todas estas reglas y asimilarlas es una buena manera de aprender a
mirar y a componer y, con el tiempo, también el primer paso para romperlas y dar libertad total a
nuestra creatividad.
Controlar el fondo de nuestras imágenes es importante cuando fotografiamos y éste puede ser muy
diferente dependiendo (además de la profundidad de campo) de la distancia focal que estemos
usando y la distancia real a los objetos. Por eso, un ejercicio muy interesante es hacer una serie de
tomas del mismo objeto procurando que éste tenga el mismo tamaño (aproximado) en la foto final
pero variando la distancia focal. Para lograrlo, tendremos que acercarnos o alejarnos del objeto, y
esto hará que el fondo cambie considerablemente debido a la diferente perspectiva de la toma.
Probar cómo se puede controlar la profundidad de campo a través de los tres parámetros que la
determinan (a saber, diafragma, distancia al sujeto y distancia focal) es uno de los primeros
ejercicios a realizar por todo principiante, algo que puede llegar a resultarle casi mágico. Incluso
aunque tu equipo sea básico, no te será difícil practicarlo siguiendo estos consejos. Así, aunque se
pueden realizar muchos ejercicios en este sentido los más interesantes que se pueden hacer serían
dos, el primero lograr desenfocar completamente un fondo.
Justo, al contrario, conseguir tener enfocados todos los elementos de una escena, aunque estén
en planos muy distintos, es otra práctica que nos ayudará a aprender a controlar la profundidad de
campo de nuestras fotografías. Para conseguir la máxima profundidad, que abarcaría
aproximadamente desde la mitad de la propia distancia de enfoque hasta el infinito, hay que recurrir
a la distancia hiperfocal que, por supuesto, también hemos tratado ampliamente.
Foto de JoAnto
Jugar con el movimiento es una de las técnicas más básicas pero también de las más importantes (y
una práctica inicial que todo principiante tiene que realizar) que tenemos en nuestra mano
para obtener diferentes resultados en nuestras imágenes. Lo habitual es que las fotografías congelen
un instante, y por tanto el movimiento que pueda haber, aunque desde luego ésta no es la única
posibilidad. Si queremos congelar el movimiento tendremos que disparar a velocidades superiores
a 1/125, pero como siempre dependerá de la situación, sobre todo de lo rápido que se mueva el
sujeto principal.
Por el contrario, si lo que queremos es dar sensación de movimiento tenemos que usar una
velocidad baja, teniendo cuidado eso sí de que no sea tan baja como para hacer que la trepidación se
produzca por culpa nuestra al sujetar la cámara en vez de por el movimiento de los sujetos
retratados. Así, a partir de 1/60 podemos empezar a conseguir movimiento reflejado en nuestras
fotografías siguiendo estos consejos... Las posibilidades son infinitas.
Se trata de una forma bastante especial de captar el movimiento ya que, al mismo tiempo, congela
al sujeto principal y hace que el fondo aparezca movido ofreciendo un resultado espectacular.
Para lograr este efecto básicamente tienes que seguir un objeto en movimiento que vaya en
perpendicular a tu cámara mientras realizas una exposición relativamente baja, sobre 1/60 y menos.
Como siempre, es cuestión de práctica, pero siguiendo estos consejos serás capaz de hacerlo en
poco tiempo.
Foto de Perota5
Ya sea en un río o en la playa lograr reproducir el efecto seda produce un efecto muy atractivo y
que es una excelente práctica también relacionada con la velocidad de obturación. La técnica
consiste en realizar una larga exposición, a partir de 1/15 o así, que permita que el agua aparezca
movida en la fotografía para lograr el efecto. La técnica es básicamente la misma que la que
usaríamos en fotografías de larga exposición diurna, y por supuesto necesitaremos trípode y puede
que también un filtro de densidad neutra.
Y ya para finalizar con las posibilidades que se pueden conseguir jugando con la velocidad, la
última sería realizar largas exposiciones, por ejemplo, de varios segundos o incluso de horas. Esto
nos abriría la puerta a muchas otras opciones como la fotografía nocturna o la de fuegos artificiales,
disciplinas que pueden ser algo más complicadas pero que sin duda son una buena práctica para
seguir aprendiendo.
A pesar del problema de ruido que suele conllevar utilizar ISOs altos, en la actualidad las nuevas
cámaras soportan bien hasta sensibilidades alrededor de 1600-3200 ISO. Sin embargo todo depende
de la cámara que uséis, o más bien del sensor que tenga, con lo cual es necesario saber cómo se
comporta la vuestra en concreto.
Como sabéis, la luz del sol, que es la que principalmente utilizamos en fotografía, tiene la
particularidad de ser cambiante a lo largo del día debido al movimiento de la Tierra. Por eso, puede
ser muy interesante hacer una fotografía de un mismo lugar en diferentes horarios para
comprobar cómo evoluciona la luz y ver cómo varían los resultados dependiendo de la luz del
momento. Está claro que las diferencias pueden ser muchas si hacemos la foto al amanecer, al
mediodía o al atardecer. Prueba y verás lo diferente que puede ser un mismo lugar dependiendo de
la luz reinante.
Conseguir captar una silueta a contraluz es otro buen ejercicio que permite conseguir fotos muy
resultonas y nos ayuda a controlar aspectos como dónde debemos medir la luz. La técnica básica
requiere medirla de tal forma que la silueta en sí quede subexpuesta en contraste con un fondo
perfectamente iluminado.
Una disciplina algo más avanzada y muy atrayente para el principiante es la fotografía macro,
aunque para practicarla en principio necesitamos algún accesorio adicional como un objetivo
macro, filtros especiales o un tubo de extensión. Sin embargo, siempre podemos probar con la
distancia mínima de enfoque del objetivo que tengamos para hacer tomas lo más cerca posible y
seguro que obtendremos resultados interesantes. Además, en este artículo te damos tres opciones
low cost para poder practicar la fotografía macro sin gastar mucho dinero.
Por último, hacer fotos en clava alta y/o baja, es decir aquellas en las que hay una
evidente predominancia de las altas o bajas luces (respectivamente), es una práctica muy
interesante cuando ya hayas realizado los ejercicios anteriores. Y es que este tipo de técnicas
permiten afianzar tus conocimientos sobre la exposición y te exigen mucho cuidado en la
composición y la disposición de elementos de la toma, empezando por las luces. Como decimos es
una práctica que ya entra dentro de un nivel más avanzado pero, cómo no, puedes recurrir a
nuestros consejos para hacer fotos en clave alta o en clave baja.
Esperamos que todos estos ejercicios os sean útiles, aunque como no somos perfectos seguro que
nos hemos dejado muchas cosas en el tintero. Por eso, como siempre, os animamos a que lo
complementéis, a través de los comentarios, con otros ejercicios que a vosotros os parezcan
recomendables para iniciarse en la fotografía.