Está en la página 1de 15

Autoritarismo

El autoritarismo es una modalidad del ejercicio de la autoridad en las relaciones sociales, por
parte de alguno o algunos de sus miembros, en la cual se extreman la ausencia de consenso, la
irracionalidad y la falta de fundamentos en las decisiones, originando un orden social opresivo
y carente de libertad para otra parte de los miembros del grupo social.

El término se utiliza para calificar a organizaciones o estados que pretenden conservar y


gestionar el poder político mediante mecanismos no democráticos.

En un sentido estrictamente técnico, es la forma política en la que el Estado, es decir, el


conjunto de instituciones que ostentan el poder político en una delimitación territorial sobre un
conjunto de ciudadanos, se identifica con un partido político, cuya función sería servir de nexo
entre el poder político y el ciudadano.

Esta concepción del Estado y su identidad con el partido se puede contraponer a los sistemas
políticos occidentales de hoy en día, en los que el Estado funciona como un ente superior,
siendo así desligado del partido, que a pesar de tener cierto nivel de control sobre el Estado, no
puede invadir competencias ajenas y hacerse con el control absoluto, es decir, fundirse con el
Estado.

A pesar de que la mayor parte de los autoritarismos actuales funcionan como un sistema
monopartidista, el hecho de que sólo exista un partido no es lo suficientemente concluyente
como para decir que tal Estado es autoritario. Igualmente, no es correcto decir que un Estado,
por el mero hecho de disponer de varios partidos, no es autoritario.

A lo largo de los siglos, la preocupación principal de los estudios de la teoría política ha


sido la teoría del Estado. Platón contribuyó a los cimientos de esta teoría con su discurso
de La República, en el que intentaba reconciliar la teoría moral con la práctica política
mediante el diseño de una comunidad en la que la propiedad fuera común y el gobierno
estuviera en manos de una aristocracia de reyes-filósofos que educaran a los más jóvenes.
Estas doctrinas, en una versión muy tergiversada, han sido utilizadas en los tiempos
modernos como sustrato del sistema de gobierno denominado 'autoritarismo.

Desde la perspectiva anarquista es un régimen autoritario todo régimen que concentre el poder
económico y político en un sector o élite, todo sistema que subordine la voluntad del individuo
por tanto anulando su diversidad, que limite la capacidad de los grupos sociales de asociarse
libremente y determinar su destino en autonomía, y todo orden que jerarquice la sociedad por
tanto haciendo a un lado la equidad social e implante la uniformización; reconociendo que un
régimen así puede establecer abiertamente libertades y derechos formales (más no sustanciales
o reales) y no dejar de oponerse a la libertad individual y la igualdad social. Para ellos todos
estos desequilibrios son posibles gracias a la existencia del poder coactivo o amedrentador, ya
sea mediante la violencia o el chantaje, sin el cuál nadie estaría obligado a someterse a una
autoridad de éste tipo.

Los anarquistas consideran que el autoritarismo es un problema estructural complejo que no se


soluciona cambiando de gobiernos o teniendo jefes o instituciones (económicas, políticas,
sociales,etc.) sino a través de una transformación profunda del modelo de desarrollo humano.
Instituciones económicas, políticas y culturales que el anarquismo considera autoritarias son:
capitalismo, democracia liberal o representativa, socialismo de Estado, patriarcado,
nacionalismo, las jerarquías religiosas, las "ideologías de culpa" etc.

Totalitarismo

Se conoce como totalitarismos a las ideologías y regímenes políticos donde el Estado tiene el
poder absoluto, y donde la libertad está seriamente restringida.

El totalitarismo se diferencia de otros regímenes autocráticos por ser los mismos dirigidos por
un movimiento de masas y un partido político que se confunde con las instituciones del estado,
por lo general la figura de un líder carismático es exaltada, que tiene el poder absoluto. El
totalitarismo hace uso de una policía secreta y campos de concentración, siendo el nazismo y
el estalinismo los ejemplos más destacados.

El totalitarismo se trata de un poder absoluto que alcanza todos los ámbitos y se manifiesta a
través de la autoridad ejercida jerárquicamente.

El totalitarismo es un concepto usado desde la década de los treinta en ciencias políticas,


sociales e historia para definir los movimientos y regímenes políticos del siglo XX que
adoptaron las formas dictatoriales más extremas, en especial la Italia fascista, la Alemania
nazi, la Unión Sovietica y sus satelites.

Los regímenes totalitarios se caracterizan por el papel predominante de un partido único y la


ausencia de pluralismo; la existencia de una ideología rígida y elaborada que legitima el poder
del partido; el ejercicio del poder sin limitaciones previsibles y sancionables; la movilización
intensa y continua de la población, sustentada en organizaciones subordinadas al partido
(sindicatos, asociaciones juveniles, femeninas, etc.); la voluntad de monopolizar y politizar
todos los aspectos de la vida social, privada y pública, mediante el uso de métodos avanzados
de comunicación de masas, propaganda, ritual, adoctrinamiento, educación, tecnología, entre
otros, y gracias al poder del partido, en particular de su cúpula dirigente, y a la ideología en la
que se fundamenta el régimen.

Esa pretensión de control total de la sociedad civil, o incluso el propósito de transformar


totalmente la sociedad existente y producir una sociedad íntegramente nueva desde los
puntos de vista político, social y antropológico, es lo que distingue a los regímenes
totalitarios del conjunto de regímenes autoritarios.

Aspecto político

El totalitarismo es un monismo político porque erige toda la estructura de poder en torno al


poder político, absorbiendo los poderes que se afinan a éste y negando los que son
independientes o contrarios. De esta forma, al contrario de las formas de estado democráticas,
en donde el poder político es una forma más de poder, que se encuentra en una jerarquía, por
sobre el poder social, en el totalitarismo no existe esa jerarquía de poderes, debido a que sólo
existe uno, el poder político total.

Aspecto jurídico

Maneja su propia concepción del derecho afirmando que solo existe un derecho positivo que el
estado otorga a las personas. Es decir, que no existen derechos naturales en las personas, por el
sólo hechos de ser personas, además niega la existencia de dignidad en la persona humana de
manera natural. Los derechos naturales que pudiesen existir, el totalitarismo considera que son
otorgados por el estado, por lo tanto pasan a ser derechos positivos.

Diferencias con la dictadura

Se diferencia de los regímenes totalitarios de gobierno porque la dictadura:

 No tiene una ideología tan elaborada, el ensalzamiento del líder se hace de forma
meramente propagandística.
 No busca el apoyo de las masas, sólo someterlas.
 Su meta última no es realizar grandes cambios en la sociedad sino únicamente imponer
su poder sobre la misma.

Diferencias con el autoritarismo

El totalitarismo se diferencia del autoritarismo en el grado de intensidad en que se manifiestan


algunos de sus elementos comunes:

 Concentración de poder en una sola persona o grupo muy reducido, usualmente un partido
político o movimiento, que puede incluso conducir al culto a la personalidad del líder.
 Justificación de la actuación política mediante una doctrina global que se manifiesta en
todas las esferas de la actuación humana: economía, cultura, familia, religión.
 Empleo sistemático del terror, por medio de una policía secreta para eliminar a la
disidencia u oposición.
 Uso de los campos de concentración para aislar a la oposición y enemigos del régimen.
 Mientras el autoritarismo busca acallar a los disidentes y evitar sus expresiones en público,
el totalitarismo en cambio buscar no solo acallar sino también extirpar las formas de
pensamiento opuestas, mediante el adoctrinamiento y la remodelación de las mentalidades.

El elemento esencial que comparten los sistemas totalitarios(o no totalitarios) es la


voluntad de convertir la política estatal en un mecanismo para controlar todas las esferas
de la actividad humana y ocupar todo el espacio social.

Todos los regimenes politicos buscan en mayor o menor medida el control social total.
Política

La política se puede entender: como práctica política (individual o colectiva) como ciencia
política o politología y como filosofía política que enjuicia los hechos políticos desde una
perspectiva filosófica incluyendo el análisis de los principios políticos desde un punto de vista
ético.

Los fundamentos de la filosofía política han variado a través de la historia. Así para los
griegos la ciudad era el centro y fin de toda actividad política. En el Medioevo toda actividad
política se centra en las relaciones que debe mantener el ser humano con el orden dado por
Dios. A partir del Renacimiento la política adopta un enfoque básicamente antropocéntrico.

Espectro político

Se llama espectro político al ordenamiento visual de grupos u organizaciones políticas de


acuerdo a ciertos ejes conceptuales. Este tipo de ordenamiento está condicionado por las
situaciones históricas, sociales y el sistema de partidos de una sociedad. Uno de los más
extendidos es izquierda-derecha. Otros ejes que merecen consideración son:

Colectivismo (nazismo, fascismo, comunismo,) frente a Individualismo (libertarianismo,


objetivismo, neoliberalismo)

Papel de la Iglesia: Clericalismo contra anticlericalismo. Este eje no es significativo en los


Estados Unidos, donde el papel de la religión queda subsumido en la visión general del eje
derecha-izquierda, aunque en Europa el eje clericalismo-anticlericalismo muestra una
correlación mucho menor con el eje derecha-izquierda.

Lo urbano frente a lo rural: También más importante en Europa que en los EEUU.

Política internacional: intervencionismo (la nación debe ejercer poder en el exterior para
conseguir sus objetivos políticos) frente a aislacionismo (la nación debe limitarse a sus propios
asuntos). Obviamente más importante en los EEUU que en ningún otro lugar del mundo.

Políticas de mercado: socialismo de Estado (el gobierno debe democratizar o controlar la


productividad económica) contra laissez-faire (el gobierno no debe intervenir en el mercado,
dejando libertad a los individuos para desarrollar actividades económicas libremente
consentidas) y frente a corporativismo (el gobierno debe subsidiar o defender los negocios que
funcionan).

Violencia política: pacifismo (las opiniones políticas no deben imponerse mediante el uso de
la fuerza) frente a militancia o militarismo (militancy) (la violencia es una forma legítima o
necesaria de expresión política). Informalmente, nos referimos a estos grupos como "palomas"
y "halcones", respectivamente, metáfora que tiene su origen en la política israelí.

Comercio exterior: globalización (los mercados económicos mundiales deben pasar a ser
integrados e interdependientes) frente a autarquía (la nación o unidad política debe buscar la
independencia económica).
Diversidad: multiculturalismo (la nación debe representar una diversidad de ideas culturales)
frente a asimilacionismo o nacionalismo (la nación debe representar al grupo étnico
dominante).

Participación: Democracia (participación de la mayoría en el gobierno) frente a oligarquía


(gobierno de un limitado grupo número de personas) y a república (un compromiso entre
ambos – éste es un uso especializado del término basado en una interpretación de la historia
clásica), exceptuando el anarquismo, que propone democracia directa, sin gobiernos.

Libertad: Libertad positiva (Tener derechos que obligan a otros) frente a libertad negativa
(Libertad frente a la interferencia de los demás)

Progreso: radicales (que creen en el cambio rápido) frente a conservadores (que creen en
cambios mínimos y cautelosos)

Estado

Un Estado es el conjunto de instituciones que poseen la autoridad para establecer las normas
que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio definido.

En la definición de Max Weber, el Estado es una organización que reclama para sí el


"monopolio sobre la violencia legítima"; por ello, dentro del Estado se incluye a instituciones
tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía.
Asimismo, se incluyen dentro de la organización estatal aquellas resultantes de la división de
poderes, y otras más sutiles, pero propias del Estado, como la moneda.

El concepto de Estado no debe confundirse con el de Gobierno. El estado son las instituciones
permanentes, mientras que el gobierno consiste en el conjunto de gobernantes que ejercen
cargos durante un período de tiempo limitado.

Estado Moderno.

El Estado Moderno surgió entre los siglos XIV y XV, cuando los reyes aprovecharon la crisis
del feudalismo para retomar su poder. Este proceso estuvo respaldado por la Burguesía, una
nueva clase social nacida con este tipo de Estado. El Estado Moderno posee identidad, está
organizado, estructurado y formal; es reconocido políticamente por otros estados y el poder
está centralizado. Su formación tuvo variadas consecuencias a nivel político, económico y
social. Fue el modo de gobierno utilizado en toda la Edad Moderna y parte de la
Contemporánea.
Consecuencia de la formación del Estado Moderno

El nacimiento del nacionalismo: los reyes usaron el nacionalismo como un instrumento para la
formación de un Estado centralizado al unir al pueblo bajo una misma bandera y un mismo
idioma.

La creación de los estados liberales.

La creación de las monarquías absolutistas y las monarquías parlamentarias.

La formación de la Burocracia y la Diplomacia.

La estatización del ejército.

El uso de nuevos sistemas económicos como el mercantilismo, y posteriormente, la fisiocracia


y el capitalismo.

Forma de gobierno o forma política o régimen político o régimen de


gobierno o sistema de gobierno o modelo de gobierno o modelo político es
un concepto que hace referencia al modelo de organización del poder
constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente entre los
distintos tipos de poderes. Según la forma adoptada, podrá hacerse una primera
categorización entre presidencialismos y parlamentarismos. El carácter electivo o
no de la jefatura de Estado permite hacer una segunda clasificación entre
repúblicas (electiva) y monarquías (no electiva).

Los términos forma de gobierno y modelo de gobierno son empleados


usualmente, aunque de forma impropia, para referirse al concepto de forma de
Estado o modelo de Estado: propiamente este último no sólo comprende el poder,
sino además el territorio y la población. Las distintas formas clásicas de clasificar
las formas de Estado (federal, confederal, regional) también se suelen denominar
formas de Estado en los textos políticos y filosóficos por la contracción lingüística
"forma de gobierno del Estado" y "forma política del Estado" en "forma del
Estado".

De igual manera ha sido confundido con el de sistema político, porque alude


también a la estructura y funcionamiento de los poderes públicos. No obstante,
mientras que una forma de gobierno (o sistema de gobierno o régimen político) es
una manera de ejercitar los distintos tipos poder por parte del gobierno, y una
estructura de gobierno es la forma en la que se estructura dicho poder; un
sistema político es el sistema en el que se encuentra inmerso dicho poder y en el
cual ha de desenvolverse para conseguir su objetivo. Entendido así, el concepto
forma de gobierno posee una connotación más estática y simple pues se refiere
aisladamente a las instituciones de gobierno o al resto de actores políticos que
inciden sobre ellas, y no a la interdependencia del conjunto (sistema político) y al
proceso de toma de decisiones de gobierno, por su propia naturaleza más
dinámico y cambiante.[1]

La denominación correspondiente a la forma o modelo de gobierno suele incluso


incorporarse al nombre o denominación oficial del estado, por ejemplo: República
Argentina, Estados Unidos Mexicanos, Reino de España, Federación Rusa o
Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista. Sólo hay dieciocho países que
no lo hacen así, por ejemplo: Jamaica, mientras que once sólo indican que son
"estados". La forma más común es "república", con 132 casos de muy distinto
tipo. Las monarquías son 33 (18 de ellas "reinos")..

Un Gobierno

(del griego κυβερνάω "pilotar un barco") es el órgano formado por un Presidente o Primer
Ministro y un número variable de Ministros al que la Constitución o la norma fundamental de
un Estado atribuye el poder ejecutivo y la cúpula que ejerce el poder político sobre una
sociedad. Podría decirse que tiene una función identificadora de la actividad política, es el
núcleo irreductible, sin el cual parece difícil pensar en la dimensión de la propia política. Éste
puede ser analizado desde tres puntos de vista, según sus actores, como un conjunto de
funciones, o por sus instituciones.

El gobierno es un grupo de organismos que ejercen la actividad estatal. Entre los órganos del
Estado hay dos grupos, los superiores, llamados gobernantes y los inferiores llamados agentes.
Los agentes o funcionarios, están sometidos a las órdenes de los gobernantes, controlados por
ellos y responsables ante ellos. Les falta la libre iniciativa, dependen de los organismos
directores. Estos, en cambio dirigen la actividad estatal, tomado decisiones por su propia
iniciativa y no se encuentran sometidos a ninguna autoridad superior.

El gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a éste por el elemento poder. El
gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado permanece idéntico. El
Gobierno es el conjunto de los órganos directores de un Estado a través del cual se expresa el
poder estatal por medio del orden jurídico.

Objetivos del Gobierno

Históricamente, el primer Gobierno se forma en la tribu, como una forma de coordinar el


pleno aprovechamiento de los recursos HUMANOS, Naturales, Instalaciones y herramientas,
etc. de la misma, para generar el máximo de satisfactores que satisfagan las necesidades de la
tribu, en alimentación, seguridad, etc.
Después, se ha establecido el "Ejecutivo" como ente coordinador, el "Legislativo" como
generador de normas y leyes y el "Judicial" como encargado de hacer que las normas y las
leyes se cumplan.

Formas de Gobierno

Una forma de gobierno es un sistema por el cual un estado se gobierna, un amplio rango de
diferentes formas de gobierno se han sugerido y usado.

Algunas de las formas de clasificar a los gobiernos es: según la época, el número de
gobernantes, según la forma de ejercer el poder o la estructuración de un órgano.

Monarquía, Aristocracia y Democracia

Fue Aristóteles quien realizo una de las primeras clasificaciones. Pues tomo en cuenta, el
número de gobernantes. Gobierno de uno: monarquía. de varios: aristocracia. de todos:
República. otro punto fue que como era la manera en que se ejercia el gobierno; estableciendo
diferencias entre las formas puras e impuras. ya que era pura cuando el gobierno se ejercia en
beneficio e interés de todos y se practica la justicia e impura cuando se busca el interés de los
gobernantes. Aristóteles enlaza las formas puras con las impuras. Dice que el gobierno de uno
basado en el interés general se llama Monarquía. El de algunos sea cual fuere el número, se
llama Aristocracia, o sea el gobierno de los mejores; y el de todos: República.

Monarquías y Repúblicas [editar]

La clasificación bipartita se remonta a Maquiavelo que dividía los gobiernos en Principados y


Repúblicas, según que el gobernante estuviera sometido a las leyes que él mismo dictaba o que
estuviera por encima de la ley. Montesquieu distingue las siguientes clasificaciones de
gobierno: republicano, que es aquel en el cual el pueblo ejerce el poder soberano; el
monárquico, gobierno de uno, pero de acuerdo a reglas fijas y establecidas; y el despótico
también gobierno de uno, pero que actúa sin ley ni regla y dirige a voluntad y capricho.

Pero la clasificación que mencionan los autores como fundamental, entre las bipartitas, es la
de Jellinek ya que se basa exclusivamente en el elemento jurídico.

Señala que la cuestión de las diferentes formas políticas, es la misma que las diferencias
jurídicas que presentan las constituciones, o sea la forma por la cual se establece el modo de
formación de la voluntad estatal. En los casos en que el Estado se forme de manera natural,
habrá Monarquía; pero si se forma de manera jurídica, es decir, por un procedimiento
mediante el cual se logre la conjunción de varias voluntades individuales, habrá República.

En la Monarquía todo depende de la voluntad del Monarca, la expresión de la voluntad del


Estado es la manifestación de la voluntad del Rey. De esta manera se abarca la clasificación de
las formas políticas existente en todas la épocas, porque lo que caracteriza el gobierno
monárquico es siempre que la voluntad etática es la voluntad psicológica de una persona y lo
que caracteriza a la República es que lo que se llama voluntad del Estado es el resultado de un
proceso jurídico.

Democracia y totalitarismo [editar]

Los criterios de clasificación actuales se atienen más al contenido que a la forma, se trata de
separar los gobiernos no por el número de gobernantes, sino por la forma cómo se ejerce el
poder o según la distribución de las competencias entre el individuo y el Estado, según el
modo como se toman en consideración los gobernantes los derechos individuales (libertad de
opinión, de prensa, de reunión, de pensamiento, de creación, de partidos políticos, de
enseñanza). Lo más correcto es separar los gobiernos en democráticos y totalitarios, según se
reconozca la libertad de intervenir en el gobierno a los individuos o no, según se admitan los
derechos fundamentales.

Totalitarismo [editar]

La base de está concepción es el transpersonalismo; todo lo abarca el Estado y por eso puede
imponer sus ideas, su enseñanza, etc. En esta forma de gobierno todas las competencias
residen en el Estado; éste orienta los individuos de tal manera que se hace necesario que sean
suprimidos los derechos individuales. El Estado totalitario no se caracteriza porque en él no se
votó o porque no se cuente con el apoyo de la mayoría; se caracteriza porque en él no hay
auténtica libertad de opinión. Las libertades individuales son absorbidas por el estado y se
ejercitan según el interés y el fin estatal. Exteriormente la organización gubernativa es muy
similar a la democrática, pero es sólo aparente.

La vida política y la económica no tendrán la posibilidad de florecer fuera de las doctrinas y


directivas que dominan en el gobierno.

El poder judicial estará sometido a una misma concepción y el Juez tendrá un campo de acción
mucho más amplio que en la Democracia, puesto que no hay derechos individuales que
salvaguardar y la justicia debe ejercerse imponiendo concepciones vagas, en función de los
fines del Estado, interpretada por el Gobierno o el partido gubernativo.

Forma de gobierno es un concepto que hace referencia al modelo de organización del poder
constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente entre el poder
ejecutivo y el poder legislativo. Según la forma adoptada, podrá hacerse una primera
categorización entre presidencialismos y parlamentarismos. El carácter electivo o no de la
jefatura de Estado permite hacer una segunda clasificación entre repúblicas (electiva) y
monarquías (no electiva).

Clasificaciones clásicas [editar]


No ha habido históricamente acuerdo en la determinación de las diferentes formas de gobierno
o de estado, desde la antigüedad clásica hasta la Edad Contemporánea:[1]

Platón
la forma perfecta: aristocracia o gobierno de los filósofos

las formas degeneradas: timocracia u oligarquía de los ricos (timé: honor; oligos: unos pocos),
democracia de las masas (demos: el pueblo) y tiranía de un usurpador.

Aristóteles, que mezcla un criterio numérico (atendiendo al número de personas que ejercen el
poder) y un criterio cualitativo (atendiendo al bien público)

formas puras o perfectas: monarquía, aristocracia y democracia.

formas impuras o corruptas: respectivamente degeneradas de las perfectas: tiranía, oligarquía y


demagogia.

Polibio define la forma de gobierno mixto o gobierno constitucional que combina las tres
formas puras aristotélicas en un sistema de equilibrio de poderes, y que estarían representadas
en las instituciones romanas: consulado, el senado y los comicios. La ruptura del equilibrio
hace caer en la sedición o la tiranía. Esta definición sería seguida por el pensamiento político
medieval y de comienzos de la Edad Moderna (Tomás de Aquino, Dante, Padre Suárez)

Maquiavelo sólo reconoce dos formas: todos los Estados o son Republicas o son Principados
(El Príncipe, 1513)

Montesquieu (Del Espíritu de las Leyes, 1748) modifica la clasificación aristotélica con la
distinción entre monarquia, despotismo y republica; y dentro de ésta entre democracia y
aristocracia.

El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la
potestad soberana...

el monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y
establecidas...

el despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y capricho...

la república en donde... el poder soberano está en manos de parte del pueblo... tiene una
aristocracia...

En los Estados populares, es decir, en las republicas democráticas, se necesita el resorte de la


virtud. La moderación es el alma de los gobiernos aristocráticos; mas entiéndase que me
refiero a la que está fundada en la virtud, no a la que nace de la cobardía o pereza del alma...
En cambio en las monarquías la política produce las mayores cosas con la menor virtud
posible.

Rousseau distingue democracia, aristocracia y monarquía, como Aristóteles, pero sentencia


que se confunden en su ejercicio.
Kant distingue más bien entre formas de soberanía, ya en el contexto histórico de la
Revolución Francesa.

El pensamiento político marxista se centra en el componente de clase del Estado como


superestructura jurídico política que justifica y asegura la posición de las clases dominantes y
las relaciones sociales de cada modo de producción (esclavista, feudal, capitalista). En la
época contemporánea habría formas de estado democrático-burgués y distintas formas de
estado autoritario o dictatorial, como las dictaduras fascistas. Como forma de transición hacia
una teórica sociedad comunista (sin clases) se postula la existencia de la dictadura del
proletariado.

Juan José Linz distinguió, dentro de las formas de gobierno dictatoriales o no democráticas,
entre autoritarismo y totalitarismo.[2]

Sistemas republicanos [editar]

Una república es una organización de un estado en la que todos los cargos públicos son
escogidos democráticamente. No obstante algunos gobiernos dictatoriales, unipartidistas a
menudo utilizan el termino “república” para referirse al régimen de gobierno aunque los
funcionarios públicos no sean elegidos de manera democrática. Las listas siguientes incluyen a
todas las repúblicas según su régimen interno constitucional independientemente de que se
hayan elegido democráticamente o no.

Parlamentarismo [editar]

El parlamentarismo es un sistema de organización política en la que la rama ejecutiva del


gobierno depende del apoyo directo o indirecto del parlamento, a menudo expresado por
medio de un voto de confianza. El poder ejecutivo de los sistemas parlamentarios proviene y
depende del poder legislativo; el jefe de gobierno (llamado “primer ministro”) a veces es líder
del partido o coalición con mayor representación en el parlamento o cuerpo legislativo. Existe
también un jefe de Estado independiente (llamado “presidente” con poderes limitados,
simbólicos o meramente ceremoniales).

Presidencialismo [editar]

Los sistemas presidencialistas tienen una clara separación de poderes de gobierno; el ejecutivo
es elegido de manera independiente de la rama legislativa, la cual a menudo se conoce como
“congreso”. El jefe de gobierno es a la vez jefe de estado (llamado “presidente”) y por tanto no
existe el cargo de primer ministro.

Repúblicas unipartidistas y apartidistas [editar]

Las repúblicas unipartidistas son estados en los que un partido único tiene todo el poder
gobierno o estados en que la estructura del partido es a la vez la estructura del gobierno y que
no permiten la creación de otros partidos (o si existen otros partidos, tienen una representación
muy limitada). En los estados apartidistas no se permite la creación de ningún partido político.
Monarquías [editar]

Las monarquías son sistemas de gobierno en que el jefe de estado no es elegido de manera
democrática (a menudo es un cargo hereditario)

Monarquías constitucionales [editar]

En las monarquías constitucionales el monarca es el jefe de estado con poderes muy limitados
o meramente simbólicos o ceremoniales que ejerce su autoridad mediante el jefe de gobierno
(llamado «primer ministro» o, más raramente «presidente del gobierno») el cual es el líder del
partido o coalición con mayor representación en el parlamento o cuerpo legislativo elegido
democráticamente. Por tanto, las monarquías constitucionales no se diferencian en nada de las
repúblicas parlamentarias, excepto por el hecho de que el jefe de estado no es escogido de
manera democrática.

Monarquías absolutas [editar]

Las monarquías absolutas son regímenes monárquicos en los que el monarca tiene el poder
absoluto del gobierno.

Otras formas históricas de monarquía [editar]

Monarquía electiva (las monarquías de los pueblos germánicos o la primitiva monarquía


romana)

Monarquía feudal (en Europa Occidental durante la Plena Edad Media)

Monarquía autoritaria (en Europa Occidental, desde la crisis final de la Edad Media hasta la
formación de las monarquías absolutas en el siglo XVII-XVIII)

Teocracias [editar]

Las teocracias son estados basados en una religión de estado en que el jefe de estado es
escogido de la jerarquía religiosa. Los siguientes estados pueden ser considerados como
teocracias:

Irán; de hecho, Irán combina la forma presidencialista en la que el presidente es elegido por
sufragio universal, y la teocracia, con un líder religioso responsable de la política del Estado.

Ciudad del Vaticano; el papa es elegido por un grupo de cardenales de diversas regiones del
mundo designados o aprobados por sus predecesores.

Otra clasificación según la filosofía de gobierno [editar]

Esta clasificación de las formas de gobierno (con conceptos no excluyentes) se basa en quien
es el que gobierna y/o su filosofía de gobierno, de acuerdo a las ciencias políticas:
Anarquismo: ausencia de gobierno o eliminación del gobierno jerárquico y reglamentario. El
anarquismo ha surgido como propuesta en estados capitalistas, comunistas y socialistas.

Autocracia: forma de gobierno en la que el poder es ostentado por un solo individuo. La


autocracia incluye:

Dictadura

Tiranía

Monarquía (incluyendo la monarquía constitucional debido a que el poder recae sobre el


monarca que designa, aunque de manera ceremonial, un primer ministro o presidente que
gobierna en representación suya)

Patriarcado y Matriarcado

Autoritarismo: forma de gobierno en la que el Estado demanda obediencia estricta a su


autoridad mediante el control social y las políticas opresivas. El autoritarismo se puede
manifestar en las dictaduras o juntas militares, en los estados unipartidistas, y en las repúblicas
presidencialistas o parlamentarias fascistas

Democracia: forma de gobierno en la que el poder recae sobre todo el pueblo. El concepto
incluye la democracia deliberativa, la democracia directa, la democracia representativa y la
socialdemocracia. Estos conceptos no son excluyentes

Oligarquía: forma de gobierno en la que el poder es ostentado por un grupo privilegiado de la


sociedad en función de su riqueza, su ascendencia, su influencia política o su participación
militare. Incluye las siguientes formas de gobierno:

Aristocracia

Gerontocracia

Meritocracia

Teocracia: forma de gobierno en la que el gobernante es el jefe de la religión del Estado. Se


manifiesta a los:

Califatos

Ciudad del Vaticano

Repúblicas islámicas

Sultanatos
Forma interna de gobierno Independientemente de la forma de organización política de los
estados, los estados pueden ser clasificados de acuerdo a la estructura político-administrativa
interna de las regiones que las integran (si hay). Estados unitarios puros [editar]

Los estados unitarios puros conforman una sola entidad con un gobierno estatal único, sin
ninguna división administrativa. El único estado unitario puro es Montenegro.

Estados unitarios o centralizados. El estado unitario regionalizado o estado centralizado es un


estado dividido en diversas zonas o regiones político-administrativas que no son autónomas en
sus regímenes internos. Los gobernantes de las regiones son designados directamente por el
gobierno central. Estados federados.

Estados federados del mundo

Las federaciones son estados conformados por entidades soberanas y autónomas. El estatus
autónomo de estas entidades no puede ser alterado de manera unilateral por el gobierno
central.

Ideología. Una ideología es el conjunto de ideas, tendentes a la conservación o la


transformación del sistema existente (económico, social, político...), que caracterizan a un
grupo, institución, movimiento cultural, social, político o religioso.

Hablamos de ideología cuando una idea determinada es ampliamente compartida


conscientemente por un grupo social en una sociedad. A veces es un rasgo fuerte de identidad,
de forma similar a la religión, la nación, la clase social, el sexo... Además los miembros del
grupo ideológico admiten o no que determinado individuo pertenece al grupo según comparta
o no ciertos presupuestos ideológicos básicos.

El orden político

El orden político surge del equilibrio entre el mando y la obediencia. A ello se refería
elegantemente la frase de Ortega «mandar no es simplemente convencer ni simplemente
obligar, sino una exquisita mixtura de ambas cosas». La institución del orden político - el
régimen político - constituye el objetivo automático, inmediato de la Política y lo Político
mediante el mando político y la correlativa obediencia política: el orden político no es
fruto exclusivo del mando, sino que requiere la colaboración más o menos activa del
grupo o parte de él. Mientras no se instituye el orden político sólo hay situaciones
políticas en las que se pugna por transformar la potencia social - el poder social - en
poder político. Poder que por definición tiene que ser único, soberano: no admite otro
igual dentro de una unidad política. Es el poder supremo dentro de cualquier grupo
político. Un poder cuya ordenación de la estructura jerárquica se confunde, pues, con la
esencia de la colectividad, en cuyo êthos hunde sus raíces. Primero, como decía R. Aron,
evocando la tradición europea de la política, porque no hay vida social - convivencia - sin
un poder ordenado y ordenador, y segundo, porque el estilo propio del poder político
consiste en humanizar las relaciones sociales. Ambas notas sustantivan la legitimidad del
poder político: dan su forma al orden político al ordenar su contenido según una idea
rectora. Idea que constituye la condición de su inteligibilidad y eficacia (J. Freund) y cuya
verdad cosmológica, antropológica o soteriológica (E. Voegelin) en la que descansa, le da
una connotación moral.

Ahora bien, el medio para instituir el poder político es la fuerza; esta última es inherente
a todo poder político y a todo orden político. La fuerza es, decía Passerin d Entrèves, el
primer plano de lo Político. Quien dice orden político dice fuerza, violencia; podrá parecer
lamentable a los espíritus idealistas o timoratos pero así es; el problema consiste en
cómo se emplea esa fuerza o violencia y qué meta se propone alcanzar con ella el poder
político a fin de superar la situación política sin devenir impolítico o antipolítico. Y esa
meta es justamente, ante todo, el orden político, que una vez instituido se manifiesta y
reconoce como un orden limitado por el êthos social a lo indispensable para poder
convivir: el orden público.

Así pues, la consecuencia inmediata del orden político no es la paz sino la seguridad,
fundamentalmente de las personas - el dar protección - , luego de sus bienes; seguridad
empero siempre precaria mientras se asiente sólo en la fuerza. Si no va más allá, si la
fuerza en que descansa no se legitima transformándose en poder, al no enraizar en la
colectividad el orden será inestable, transitorio, impolítico; se estará siempre pendiente
de que la potencia de la sociedad no suscite nuevos aspirantes al poder político.

No existe, pues, un orden político puro, del mismo modo que no hay un orden moral
puro. No hay actos políticos o morales puros; no hay «política por la política» ni hay
moral por la moral como pretende el humanitarismo contemporáneo. Esto es debido a
que la política, igual que la moral, no tiene su fin en sí misma, sino que, aunque sea
autónoma respeto al derecho o la economía - por lo que es cosa del hombre político - ,
constituye una actividad que pone la fuerza al servicio del hombre: en realidad, aunque
pueda parecer otra cosa, a diferencia del derecho y de la economía, la política concierne
más directamente que estos últimos al sentido de la existencia. De ahí la inevitable
relación dialéctica permanente entre la política y la religión de la que recibe aquélla su
moralidad.

El orden político posibilita la vida social, la convivencia. Sin él no es posible vivir


humanamente, ya que el hombre no podría manifestarse conforme a su naturaleza, como
ser libre. Por eso, desde los griegos, casi toda la tradición ve al ser humano como un
«animal político».

También podría gustarte