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Responsabilidad del Revisor fiscal

Jerónimo Junior Yaya Bolívar

José Luis Yarzagaray

Revisoría Fiscal y Dictamen Profesional

Grupo 1

Universidad del Atlántico

Facultad de ciencias económicas

Contaduría Publica

Septiembre 2022
Al hablar de responsabilidad se alude al hecho de la capacidad de asumir tanto
derechos como obligaciones, pero tambien acatar las consecuencias que se
generen por los actos que se ejercen; en ese sentido, la responsabilidad del
revisor fiscal está establecida en la legislación colombiana, en donde se le otorga
un papel importante como evaluador y asegurador de la información financiera
emitida por las empresas, puesto que actúa como ente de control y asegura la
razonabilidad de los estados financieros ante los usuarios correspondientes.

Es el revisor fiscal por ser un profesional de la contaduría pública quien está


llamado a la responsabilidad de otorgar fe pública sobre la razonabilidad de la
información que se encuentra establecida en los estados financieros; adicional,
redactar y corroborar los informes producto de la observación de situaciones que
vayan en contra del debido funcionamiento de la entidad, es decir, ejercer un
control y fiscalización de las operaciones diarias de la organización.  

Ahora bien, como la responsabilidad que recae sobre la figura de revisor fiscal es
grande y de mucho compromiso, se derivan una serie de responsabilidades, pero
tambien sanciones si no cumple de manera correcta con su labor; en ese orden de
ideas el revisor fiscal cuenta con responsabilidades de tipo:

Civil, las cuales se encuentran estipuladas en el artículo 211 del Código de


Comercio, ahí establece que “El Revisor Fiscal responderá de los perjuicios que
ocasione a la sociedad, a sus asociados o terceros por negligencia o dolo en el
cumplimiento de sus funciones”.

Teniendo en cuenta la importancia que conlleva la labor del revisor fiscal como
garante frente el Estado, a las entidades y ante la misma sociedad en general, se
requiere que este acate las normas disciplinarias y penales que enmarcan la
profesión.

Penal, el revisor fiscal que de forma intencional de autorización de balances con


inexactitudes graves o rinda informes con inexactitudes a la junta de socios o
asambleas de socios, incurrirá en las sanciones previstas en el Código Penal para
la falsedad en documentos privado. Estas, están determinada en los artículos 42,
43 y 45 de la Ley 222 de 1995. Puede acarrear risión de uno a seis años, quienes
a con pleno conocimiento otorgan datos a las autoridades o expidan constancias o
certificaciones contrarias a la realidad, asimismo el ordenar, tolerar o el hecho de
elaborar o encubrir falsedades en los estados financieros o en sus notas.

Por otro lado, la disciplinaria, recae sobre los profesionales en los casos en que no
cumplan con las disposiciones legales que rigen la disciplina de la contabilidad,
impartidas en la Ley 43 de 1990. Es decir, se debe asumir responsabilidad
disciplinaria en todo momento en los que se ejerce su labor y asumir las
consecuencias que se deriven por el incumplimiento de la normatividad que rige el
accionar disciplinar. Básicamente se presenta este tipo de responsabilidad cuando
exista violación de la ética profesional según lo contemplado en los articulo 35 a
40 de la Ley 43 de 1990 y el Decreto 2420 de 2020.

Cabe resaltar que las faltas disciplinarias deben ser sancionadas por la Junta
Central de Contadores por medio del tribunal disciplinario, en el cual se define la
calificación de la falta y de acuerdo a esta se establece la sanción que debe
asumir el profesional contable.

A nivel administrativo, se orienta cuando el Revisor Fiscal incumple con las


funciones que están estipuladas en la ley, o las cumpla de manera irregular o en
forma negligente, o que falte a la reserva sobre los actos o hechos de que tenga
conocimiento en ejercicio de su cargo, todo ello establecido en los artículos 214 y
216 del Código de Comercio, y en tal virtud le es aplicable las sanciones
administrativas a que haya lugar.

Existe otro tipo de responsabilidad que recae sobre el revisor fiscal, y es la


responsabilidad social; pero para una mejor compresión de la responsabilidad
social del ejercicio de la revisoría fiscal, se acude a lo que dice (Machado, 2007),
sobre el tema: un Contador Público en su rol de revisor fiscal y en relación con la
responsabilidad social, debe ser un asegurador de la información mediante su
certificación y como agente de control y vigilancia, sindicar los actos de la
administración y hacer públicos sus hallazgos.

Lo que plantea machado, es relevante dado que el hacer público los hallazgos o
irregularidades que descubre el revisor fiscal en las empresas, genera una alerta a
la sociedad. Allí, se incluye la medición y control del capital social, evitando el
enriquecimiento ilícito que afecta a la comunidad en general.

En relación a esto, (Bermúdez, 2017), plantea que esta actividad no solo interesa
a los asociados, sino también a los terceros y a la comunidad en general, es otras
palabras, la revisoría fiscal va más allá de un escenario colectivo. Se puede
interpretar que de cierta forma la revisoría fiscal, efectivamente tiene un interés en
la sociedad, ya que como estipula el autor, es una actividad que se debe a toda
una colectividad, y por ende social.

Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente, en esta figura de orden legal, está


depositada la confianza de la sociedad, quien mira sus actuaciones con respeto, y
cree firmemente en sus atestaciones, ya que las mismas generan confianza
pública; sin embargo, esta confianza va de la mano de las responsabilidades que
como profesional le corresponden, y que están establecidas en un marco
normativo; es por ello, que dada la importancia de esta figura de control, la
sociedad le exige al revisor fiscal una actuación ética y moral impecable y ante el
incumplimiento de sus responsabilidades le solicita al Estado que sobre él
recaigan todas las acciones legales que las circunstancias ameriten; por esa razón
el Revisor Fiscal debe tener un alto grado de formación, y principios bien
arraigados, al igual que el de su equipo de trabajo, apoyado en sistemas de
calidad, que le permitan elaborar un trabajo impecable e integro.

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