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TRABAJO PRÁCTICO SEMINARIO

Aplicación del texto de Roland Barthes (La Cámara Lúcida) en fotografías acerca de la caída del

Muro de Berlín.

Por: Pilar Estevez.

Imágenes:

(Brauchli, Reuters, 1989) (Magán, El País, 1989)

El presente escrito busca hacer una aproximación a la teoría de Roland Barthes acerca de

la fotografía, que postula en su obra La Cámara Lúcida, relacionado con las fotos expuestas

arriba, acerca de la caída del Muro de Berlín. En particular utilizando las concepciones acerca

del studium y el punctum, que provienen del latín, respectivamente, de el estudio en una idea más

bien general, y el otro como lo más puntual de la cuestión. Obviamente Barthes amplía estas
ideas, ya que piensa, por ejemplo, acerca del studium, que es un gusto o afán por alguien o por

algo, pero, “sin una agudeza especial” (Barthes, 1989, p. 58). Y al punctum, por otro lado, lo

observa como un algo que sale de la escena, una flecha, que específicamente puntúa, o como él

mismo denomina: “[...] (un) pinchazo, agujerito, pequeña mancha, pequeño corte, y también

casualidad” (Barthes, 1989, p. 59).

Habiendo establecido el tema a desarrollar, pasaré a hablar de las fotografías, y hacer un

breve panorama del contexto en el que se sitúan, con el fin de exponer el studium de ambas. Se

trata de dos imágenes tomadas en el mismo momento, la caída del Muro de Berlín, en el año

1989. Son dos fotos de guerra, justo situadas al fin, en ese contexto. Fue tras ese momento que se

dio un fin a la famosa Guerra Fría, enfrentamiento entre comunistas y capitalistas, con la URSS y

los Estados Unidos a su mando, y aquel país dividido por discrepancias políticas, como lo fue

Alemania, volvió a ser unificado. Todo a través de esta separación física que tenían de por

medio, remitiendo a lo simbólico, donde quedaba de un lado la República Democrática de

Alemania, y por otro la República Federal de Alemania. En este caso, la primera imagen se nota

distintivamente que, primero, está tomada a color, y es una foto con una impronta quizás más

agresiva, de un hombre golpeando aquel muro que lo separaba. Mientras que la segunda imagen,

en cambio, es en blanco y negro, y se observa a personas exclusivamente celebrando la caída.

Pero la cuestión no queda solamente allí, falta establecer el punctum, aquel punto de

inflexión, lo que realmente perforó de estas imágenes. Y es aquí donde realmente vale la pena

hablar de ellas por separado. La primera, a color, muestra con este contraste de colores una

situación de enojo, angustia, todo resumido en el con arranque con el que aquel hombre martilla

el muro, puesto que no era necesario hacerlo, el muro estaba siendo removido con grúas debido

al peso de las paredes. Es decir, el punto se haya en aquel mazo, apuntando contra la pared. Allí
es donde se puede percibir bien el sentimiento desgarrador del hombre, que, cansado de la

situación en la que se encontraban, golpea con rabia para descargar sus emociones. También

resaltan las figuras que se encuentran, no en primer plano, sino en el detrás de la escena. Las

personas un poco camufladas, pero presentes, detrás de este muchacho, que probablemente

compartían su sentir; y aquellos policías que se encontraban encima del muro, parece remitir un

poco a aquella superioridad o autoridad de mando, e intimidación hacia otros por su cargo, que

llevaban previo a la caída. Una vez terminada la guerra, esta visión ya sería modificada. Luego,

volviendo, la segunda foto, es una perspectiva completamente distinta de esa situación. En

principio, el hecho que se encuentre en blanco y negro, pudiendo estar a color, expone una

unificación de colores, un todo igual en la fotografía, donde no hay una sección que resalte más

que otra, es simplemente un todo de lo mismo, pero a la vez no. Aquí se encuentran todas

personas célebres, incluso hasta el extremo de estar besándose en la foto, manera de expresar el

júbilo y felicidad que les generaba aquello. Es decir, en esta imagen el punto, a mi parecer, se

haya en el beso, los labios unidos de aquellos amados con júbilo. Quizás eran dos enamorados

reencontrados con la caída, o simplemente festejaban el fin de semejante odisea. Pero el beso

manifiesta, de misma manera pero contraria, la dimensión de emoción que tenía la gente por

aquel acontecimiento, lo que significaba. Algunos elegían descargar su ira a través de golpes,

otros su alegría besando, ambos gestos muy físicos. Además, en esta imagen también se

encuentran los oficiales situados en la parte superior del muro, como supervisando todo a la vez,

pero dándole fin a esa forma de ejercer su oficio tan represivo que probablemente la mayoría no

disfrutaba.

Para concluir, creo que vale la pena destacar que, en ambos casos, esta mirada profunda

de la situación pudo darse ya que se trata de dos cándidas, no son planeadas las fotografías. Eso
hace que los sentimientos y reacciones de las personas sean espontáneos, lo que les nació en

aquel momento, marcado en la historia como el fin de la Guerra Fría. Y creo que ambos

periodistas, Brauchli y Magán, pertenecientes a distintos periódicos, supieron captar este

momento a la perfección, desde sus diversos lentes, haciendo que trasciendan, y sigan teniendo

valencia en la posterioridad, dado que retratan la realidad de ese instante.

Bibliografía e imágenes:

- Barthes, R. (1989). La cámara lúcida. Barcelona: Paidós.

- Brauchli, D. (1989). Captura de la caída del Muro de Berlín. Madrid: El país.

- Magán, L. (1989). Captura de la caída del Muro de Berlín. Londres: Reuters.

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