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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ENTRE RÍOS

FACULTAD DE HUMANIDADES, ARTES Y CIENCIAS


SOCIALES

Cátedra: Epistemología

Docente: Bisa, Ramiro

Trabajo Práctico N° 2

Integrantes del grupo:

- Godoy, Agostina (Prof. En Lengua y Literatura)

- Alfaro, Vanesa (Prof. En Lengua y Literatura)

- González, Franco (Prof. En Geografía)

Comisión: C2

Fecha de Entrega: 24/06/2021

Introducción
En el siguiente Trabajo Práctico, se procurará abordar factores puntuales por los cuales
percibimos, o tenemos una cierta perspectiva, o imagen, de lo que es la ciencia, que se considera
ciencia, si esto siempre fue de esta manera y que eslabones fueron fundamentales en la
formación de la concepción actual del hacer ciencia y en la estructuración y fundamentación para
la producción de conocimiento científico.

Desarrollo

Ha sido posible que surgiera un conocimiento científico como el actual, desde una perspectiva
amplia e histórica, ya que desde lo que nosotros entendemos como conocimiento científico, un
saber explicativo mediante leyes, crítico, que aspira a la universalidad, fundamentado, metódico,
sistemático, comunicable mediante un lenguaje preciso y con pretensión de objetividad, posee un
origen remoto y un origen reciente.

El primer modelo de ciencia parte (en primera instancia) de la de la Antigüedad clásica, con
original proyecto de racionalidad de la realidad y de los conceptos de logo y de episteme, es allí
donde nace la confianza en la racionalidad de la realidad y de la de un conocimiento fundado de la
misma, o desde un punto de vista platónico, una racionalidad fundada en el mundo de las ideas,
donde los profesionales en física, matemática y filosofía eran los únicos considerados como
creadores de conocimiento científico . Por otro lado, en la Edad Media (en segunda instancia) el
proyecto de racionalidad estaba meramente ligado a una suerte de ideal religioso, donde tiene
lugar una subordinación de la Fe sobre la Razón, es decir, centra su modo de entender el mundo
que los rodea de una manera metafísica y no de manera empírica; el segundo modelo está
constituido por la modernidad en donde empieza a tener lugar la identificación entre ciencia y
episteme y conocimiento empírico, ocurriendo una ruptura entre lo divino y lo mundano, lo privado
y lo público, la iglesia y en el Estado, surgiendo así la conversión de la ciencia en técnica. No se
puede pensar en ciencia sino está relacionada con la técnica (aunque en la Antigua Grecia o en la
Edad Media la técnica no era considerada como parte de la cientificidad), entonces podemos decir
que la ciencia actual es tecnología; finalmente nuestra idea actual de ciencia debe a la
modernidad la asimilación de la racionalidad a “razón matemática”, siendo la conversión del logos
griego en ratio calculante.

Se puede afirmar que la ciencia no es un producto inmutable, que tenga determinadas


características iguales en diferentes tiempos de la historia, sino que todo lo contrario, el clima de
época, las circunstancias socioculturales y demás factores son desencadenantes para la
idealización de la imagen científica.
A modo de crítica, a comienzos del siglo xx, el ideal científico moderno comienza a ser
cuestionado en primer lugar desde el surgimiento del Psicoanálisis de Sigmund Freud, o la teoría
de la Relatividad de Albert Einstein, o avances en la mecánica cuántica con Bhor y Helsinberg,
todos descubrimientos en el campo de la física, química, biología y en caso del psicoanálisis en el
campo de las ciencias sociales (siendo éstos avances científicos basados, en primera instancia,
de una idea, luego llevado a la experiencia), teniendo esto como consecuencia una visión de un
“todo relativo” (Por ejemplo, actualmente se tiene conocimiento de virus, como el Covid-19, que se
presenta en un tamaño diminuto y hoy podemos tener registro de esto, como así tambien la
manera de combatirlos), donde la objetividad no puede separarse de la subjetividad y el mundo tal
cual lo percibimos es una suerte de representación, donde el científico se sitúa dentro de la misma
realidad que observa (esto puede observarse directamente en la actualidad con la distribución de
la vacuna contra el Covid-19 –o avance científico, y las patentes que impiden la libre circular
mundial de la misma, en pocas palabras, ciencia no objetiva, no por el bien común) Tomando esto
como primer desencadenante, la imagen sagrada del “científico objetivo” y sin juicios de valores
comienza a desvanecerse, ya que la sola existencia de un conocimiento “objetivo” puede ser
puesta en duda, al poder existir varias versiones de la misma realidad, dependiendo de cada
sujeto, dependiendo de qué época y de qué cultura.

Otra crítica al ideal científico de la moderna surgió a raíz de la Segunda Guerra Mundial y la
carrera armamentista, poniendo en duda las concepciones y los usos de las nuevas tecnologías,
que (en teoría), eran concebidas mediante la objetividad, sin partidarias políticas y con el fin de
crear un beneficio único y por bien de la humanidad. Las puestas en dudas al criterio científico
moderno fueron movilizados progresivamente con los cambios socioculturales y movimientos
sociales de masa, generados por la inminente desconfianza e imagen de “libertinaje” que adquiere
la ciencia, su lado B, haciéndose énfasis en aspectos más del índole ético-moral, como por
ejemplo, con el surgimiento de las movilizaciones interraciales en Estados Unidos, las primeras
movilizaciones del feminismo, los cuidados del medioambiente, llevando a la reestructuración e
innovación de conceptos contextualizados a las problemáticas contemporáneas y que surgen a lo
largo del tiempo. Esto pone a la humanidad como pilar de la fabricación de conocimiento científico,
dejando de lado, o mejor dicho, sumando el factor relativo propio de la intersubjetividad, donde los
distintos fenómenos, ya sean sociales, biológicos, físicos, etc., se caracterizan por ser
independientes, estando cada uno de estos aspectos entrelazados unos con otros, como parte de
un todo.

La redacción impide una lectura precisa de los conceptos e ideas desarrollados. No se manifiesta
claridad en los conceptos.
BIBLIOGRAFÍA

- Pardo, Rubén (2012). “La invención de la ciencia” en Palma, H.; Pardo, R. (edit.) Epistemología
de las Ciencias Sociales. Buenos Aires: Biblos, pp. 26-41.

- Thuillier, Pierre (1990). “Introducción” en Thuillier, P. De Arquímedes a Einstein. Las caras


ocultas de la invención científica.

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