Está en la página 1de 7

¿Qué es una ventaja competitiva?

La ventaja competitiva es un concepto lanzado por Michael Porter en 1985, aunque hoy en día se sigue
utilizando.

Una ventaja competitiva es una característica diferencial de una empresa que la hace desmarcarse de la
competencia y colocarse en una posición superior con respecto al resto con el fin de obtener un
rendimiento mayor.

Por tanto, la ventaja competitiva es lo que tiene una empresa cuando obtiene una ventaja única y
sostenible respecto a sus competidores.

Esta ventaja le permite obtener una posición superior en el mercado y mejores resultados.

Para tener una ventaja competitiva se deben cumplir estos 3 criterios:

Rendimiento: una empresa tiene que ser capaz de poner en valor y sacar un rendimiento de esta
ventaja.

Sostenible: esta ventaja tiene que perdurar en el tiempo.

Difícil de imitar: esta ventaja no puede ser replicable por otra empresa.¿Qué es una ventaja
competitiva?

La ventaja competitiva es un concepto lanzado por Michael Porter en 1985, aunque hoy en día se sigue
utilizando.

Una ventaja competitiva es una característica diferencial de una empresa que la hace desmarcarse de la
competencia y colocarse en una posición superior con respecto al resto con el fin de obtener un
rendimiento mayor.

Por tanto, la ventaja competitiva es lo que tiene una empresa cuando obtiene una ventaja única y
sostenible respecto a sus competidores.
Esta ventaja le permite obtener una posición superior en el mercado y mejores resultados.

Para tener una ventaja competitiva se deben cumplir estos 3 criterios:

Rendimiento: una empresa tiene que ser capaz de poner en valor y sacar un rendimiento de esta
ventaja.

Sostenible: esta ventaja tiene que perdurar en el tiempo.

Difícil de imitar: esta ventaja no puede ser replicable por otra empresa.

Esta estrategia se recomienda cuando:

El producto y/o servicio está estandarizado y es ofrecido por múltiples compañías.

Existen pocas maneras de conseguir la diferenciación del producto y/o servicio.

Riesgos de la estrategia de liderazgo en costes

Cada una de las estrategias genéricas planteadas por Porter conlleva sus propios riesgos. En el caso de la
de liderazgo en costes, su mayor riesgo son los nuevos competidores.

En una economía cada vez más global, este liderazgo es cada vez más vulnerable a los nuevos miembros
del mercado que proceden de países donde pueden aprovechar la ventaja en precios más competitivos.

Asimismo, se requiere una gran estructura para producir un volumen alto de productos y/o servicios, lo
que se traduce en una inversión económica fuerte.

Para llevarlo a cabo, es necesario conocimientos y experiencia para realizar una producción eficaz, es
decir, a un coste reducido. La implantación de los productos en el mercado pueden suponer pérdidas
para la compañía si no se establecen unos precios competitivos pero que ofrezcan un margen de
beneficio.
Estrategia de diferenciación como ventaja competitiva

La estrategia de diferenciación es aquella en la que se le atribuye a un producto y/o servicio


características exclusivas para que sea percibido como único por los clientes. De esta forma, el cliente
estará dispuesto a pagar más para obtener un producto de una empresa que de otra.

Esta estrategia tiene mayor éxito cuando:

Los clientes otorgan una importancia especial a aspectos como la calidad.

Los clientes utilizan el servicio y/o producto para diferenciarse socialmente.

Las características del producto y/o servicio son difíciles de imitar.

Riesgos de la estrategia de diferenciación

La estrategia de diferenciación implica dirigirse a un consumidor final muy definido y exigente, que
busca una serie de características y que está dispuesto a pagar más por ello. Esta situación hace que
nuestro target sea reducido y que nuestra inversión en I+D sea mayor para mantenernos posicionados a
lo largo del tiempo.

Diferenciación Competitiva

8 OCTUBRE, 2010 by XAVIER MORAÑO in category GENERAL, MARKETING, PRESENTACIONES tagged as


DIFERENCIACION with 0 and 6

> NOTICIAS > DIFERENCIACIÓN COMPETITIVA

La diferenciación competitiva ocupa un papel muy importante en las decisiones estratégicas de la


empresa, junto a la segmentación de mercados y las estrategias de posicionamiento.

Estos tres puntos clave dentro de un plan de marketing, están relacionados entre sí.
Diferenciación Competitiva from Empirica Influentials & Research

La capacidad de diferenciarse de la competencia, permite a una empresa generar una posición única y
exclusiva en el mercado.

El consumidor compara entre las marcas existentes en el mercado, y tiene una mayor tendencia a
escoger aquellas marcas que se diferencien de forma positiva del resto, suponiendo esta diferenciación
un valor relevante.

Nuestra empresa deberá estudiar aquellos factores internos y externos que condicionen su estrategia de
diferenciación, y luego optará por diferenciarse de las empresas competidoras a través de alguno o
algunos de los siguientes elementos:

Diseño: en el caso de ser un producto, la innovación, la creatividad o la aplicación pueden ser factores
que permitan diferenciarnos. Es importante combinar el diseño con las necesidades del cliente y la
viabilidad de la producción, ya que es frecuente encontrar nuevas propuestas de productos o de envases
que por cuestiones de rentabilidad o de tecnología finalmente no se pueden producir.

Producto o Servicio: el objetivo es ofrecer un producto o servicio que logre diferenciarse a través de
alguna característica adicional que complemente su función básica. La empresa que consiga ofrecer en
primer lugar esta característica obtendrá una ventaja sobre sus competidoras.

Calidad: a través de la calidad podemos fidelizar a nuestros clientes, lograr indices elevados de
satisfacción y asociar nuestra marca a una garantía de larga duración, mejores resultados o superioridad
tecnológica. La certificación de normas de calidad como pueden ser las normas ISO o UNE puede
reforzar nuestra imagen.

Flexibilidad: ante un mercado que cambia sus necesidades o preferencias, la capacidad y rapidez de
adaptación es una forma de diferenciarse de la competencia. Si nuestra empresa puede adaptarse antes
que el resto a un incremento de demanda o una variación en el producto, logrará incrementar su cuota
de mercado.

Precio: diferenciarse por precio es una opción que pueden llevar a cabo aquellas empresas que pueden
producir a menor coste que sus competidoras, gracias a factores como pueden ser sus economías de
escala o a su capacidad de negociación con proveedores.

Comunicación e Imagen: el consumidor puede percibir una imagen diferenciada a través de campañas
de publicidad de gran creatividad o promociones muy atractivas que consigan permanecer en la mente
del consumidor asociadas a nuestra marca.

Personal y Atención al cliente: la formación y competencia de los empleados, la credibilidad, la


fiabilidad, el servicio posventa o la capacidad de respuesta, son puntos que pueden generar una relación
estable con un cliente y lograr fidelizarlo.
Distribución: nuestros clientes pueden dar un gran valor a aspectos como la cobertura, fiabilidad,
canales de distribución, tiempos de entrega. Ser los más rápidos o los que tienen la mejor red de
distribución, pueden diferenciarnos de nuestros competidores

https://marketingyconsumo.com/diferenciacion-competitiva.html

Minderest

Tres estrategias de precios: costes, valor y competencia

Una de las cosas que más influye en la decisión de compra en internet es el precio, y esto lo saben muy
bien los ecommerce. Una tienda online debe ofrecer a sus usuarios productos y servicios interesantes a
precios muy atractivos, en un entorno digital donde la competencia es feroz y en el que la decisión de
comprar o no puede tomarse por apenas unos céntimos de diferencia.

En este contexto, una buena estrategia de precios puede ser decisiva para el éxito de un ecommerce.
Entre las distintas alternativas que existen, vamos a centrarnos en tres de las más habituales:

Precios basados en costes.

Esta estrategia, también llamada mark up, es una forma sencilla de fijar precios, que consiste en sumar
un margen de beneficios al coste del producto.

Su gran ventaja es la sencillez de aplicación y la garantía de ganar dinero. Por ambas razones, esta suele
ser la forma en la que un ecommerce fija sus precios mientras da sus primeros pasos en el mundo
digital.

Sin embargo, esta estrategia tiene algunas desventajas que pueden salir a la luz muy pronto. Si la
rotación del stock es lenta, por ejemplo, o los gastos de envío son elevados, los costes suben. Si a esos
costes se les suma un porcentaje de beneficios de forma directa, sin considerar a la competencia, los
precios podrían quedar fuera de mercado. Por otro lado, si se quiere monitorizar precios de la
competencia y se quieren ofrecer precios competitivos, probablemente haya que reducir el margen de
beneficios.

Precios basados en el valor percibido.


Esta es una estrategia algo más compleja de aplicar, ya que se basa en la percepción del valor que tienen
los usuarios de un determinado producto. Para poder desarrollar una estrategia de este tipo, el análisis
del comportamiento del comprador es decisivo: hay que conocer su percepción del producto o de la
marca, sus razones de compra, su posibles barreras y sus desencadenantes para tomar una decisión.

Este tipo de estrategia funciona muy bien para productos de alto valor añadido. Hay muchos ejemplos
de este tipo, sobre todo en fabricantes que venden sus productos online y que tienen un gran desarrollo
de marca (iPhone por ejemplo), una base de seguidores consolidada (All Star o Levi's), un producto de
alto valor añadido en diseño (Camper, por ejemplo) o el sector del lujo (Tous).

Precios basados en la competencia.

La esencia de esta estrategia de precios es muy simple, ya que se trata de hacer una comparativa de
precios de la competencia en productos idénticos para ajustar los precios propios y mantener una oferta
competitiva.

Esta forma de definir precios es muy habitual en grandes sectores del retail, ya que se da la situación de
que varios ecommerce ofrecen el mismo producto del mismo fabricante. La variedad de negocios con
esta estrategia es muy amplia, desde la electrónica de consumo hasta el bricolaje, pasando por el
calzado deportivo o el material para oficinas.

La mayoría de las veces, esta estrategia de fijación de precios basada en la competencia viene
determinada por la propia dinámica que impone el sector. Los retailers tienen un gran catálogo de
producto, pero gran parte de ese catálogo es idéntico al de sus competidores, por lo que la competencia
es muy alta y los márgenes son muy ajustados.

Por ello, esta forma de fijar precios que parte de una idea tan sencilla como la de observar y hacer un
análisis de la competencia, necesita monitorizar precios en tiempo real para poder mantener una oferta
con precios competitivos

https://www.minderest.com/es/blog/2017/06/14/tres-estrategias-de-precios-costes-valor-y-
competencia

consumidor final.
El tercer aspecto de la respuesta es la rapidez. Johnson Electric, analizado en el recuadro AO en acción,
compite en velocidad —velocidad de diseño, producción y entrega—. Ya sea que se trate de un sistema
de producción en Johnson Electric, de la entrega de una comida en 15 minutos en Bennigan’s, o de
localizadores personalizados entregados en tres días por Motorola, el administrador de operaciones que
desarrolla sistemas que responden con rapidez tiene una ventaja competitiva. En la práctica, estos tres
conceptos —diferenciación, bajo costo y respuesta— suelen implementarse mediante las seis
estrategias específicas que se muestran en la figura 2.4: (1) flexibilidad en diseño y volumen; (2) bajo
costo; (3) entrega; (4) calidad; (5) servicio después de la venta, y (6) amplia línea de productos. A través
de estas seis estrategias específicas, la AO puede incrementar la productividad y generar una ventaja
competitiva sostenible. La implementación apropiada de las siguientes decisiones por parte de los
administradores de operaciones permitirá que las estrategias alcancen su objetivo.ñ

https://adminoperaciones.blogspot.com/2015/02/competencia-en-respuesta.html?m=1

También podría gustarte