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Diferenciación de productos
Se dice que una empresa tiene una ventaja competitiva en diferenciación de
producto cuando ofrece un producto o servicio que, siendo comparable con el
de otra empresa, tiene ciertos atributos o características que lo hacen que sea
percibido como único por los clientes. Por ello, los clientes están dispuestos a
pagar más para obtener un producto de una empresa que de otra.
En general, puede decirse que para un producto que es simple y que es
producido con una técnica específica estandarizada, las oportunidades de
diferenciación son reducidas.
Por el contrario, a mayor complejidad y variedad de las características de los
productos, mayores son las posibilidades de obtener una ventaja competitiva
de diferenciación.
La estrategia de diferenciación de producto resulta más adecuada cuando se
dan alguna de las siguientes circunstancias:
Los clientes otorgan una especial importancia a aspectos tales como la calidad,
o utilizan el producto para diferenciarse socialmente.
Las características distintivas son difíciles de imitar, al menos con rapidez y de
manera económica.
La empresa que quiere tener éxito con una estrategia de diferenciación de
productos debe asumir esfuerzos importantes para mejorar la oferta de los
competidores.
Fuentes de diferenciación de productos
Una empresa puede diferenciar su oferta a los clientes en un gran número de
formas. Las variables sobre las que se puede construir la ventaja en
diferenciación se relacionan con las características técnicas de un producto,
con las características de sus mercados, con las características de la propia
empresa o con otras variables difícilmente clasificables como es el tiempo o la
atención a los criterios de responsabilidad.
Segmentación de mercado
La estrategia de segmentación de mercado busca que las compañías conozcan
los comportamientos de la gente a la hora de consumir un producto o servicio y
así ofrecerles lo que realmente necesitan. Trata de conseguir que las empresas
se centren en unos cuantos mercados objetivo en lugar de tratar de apuntar a
todos.
Es una estrategia utilizada a menudo para pequeñas empresas, dado que no
suelen tener los recursos necesarios para lograr atraer a todo el público, sino
que les compensa enfocar sus esfuerzos a un segmento del mercado. Las
empresas que utilizan este método suelen centrarse en las necesidades del
cliente y en cómo los productos o servicios podrían mejorar su vida cotidiana.
Además, algunas empresas pueden permitir que los consumidores participen
en su producto o servicio.
Siendo esto así, el siguiente paso será clasificar a los individuos en segmentos
de público que tengan una respuesta lo más parecida posible ante el producto
ofrecido.
Tema II
LAS TRES ESTRATEGIAS GENÉRICAS (factores
internos)
Michael Porter (1982) identificó tres estrategias genéricas que podían usarse
individualmente o en conjunto, para crear en el largo plazo esa posición
defendible que sobrepasara el desempeño de los competidores en una
industria. Esas tres estrategias genéricas fueron:
1) El liderazgo general en costos
2) La diferenciación
3) El enfoque
2) Estrategia de diferenciación
La estrategia de diferenciación es la de crearle al producto o servicio algo que
sea percibido en toda la industria como único.
Selecciona a uno o más atributos que muchos compradores en un sector
industrial perciben como importantes, y se pone en exclusiva a satisfacer esas
necesidades.
Es recompensada su exclusividad con un precio superior. La diferenciación
puede basarse en el producto mismo, el sistema de entrega por el medio del
cual se vende, el enfoque de mercadotecnia y un amplio rango de muchos
otros factores.
La estrategia de diferenciación sólo se debe seguir tras un atento estudio de las
necesidades y preferencias de los compradores, a efecto de determinar la
viabilidad de incorporar una característica diferente o varias a un producto
singular que incluya los atributos deseados.
Un riesgo que se corre por seguir una estrategia de diferenciación es que los
clientes podrían no valorar lo suficiente al producto exclusivo como para
justificar su precio elevado. Cuando esto sucede, una estrategia de liderazgo
en costos supera con facilidad a una estrategia de diferenciación. Otro riesgo
de utilizar una estrategia de diferenciación es que los competidores podrían
desarrollar formas de copiar las características de diferenciación con rapidez;
de este modo, las empresas deben encontrar fuentes duraderas de
exclusividad que las empresas rivales no puedan imitar con rapidez o a menor
costo.
3) Estrategia de enfoque
Esta estrategia es muy diferente de las otras porque descansa en la elección
de un panorama de competencia estrecho dentro de un sector industrial. El
enfocador selecciona un grupo o segmento del sector industrial y ajusta su
estrategia a servirlos con la exclusión de otros. Al optimizar su estrategia para
los segmentos objetivo, el enfocador busca lograr una ventaja competitiva
general.
Las estrategias de enfoque son más eficaces cuando los consumidores tienen
preferencia o necesidades distintivas, y cuando las empresas rivales no
intentan especializarse en el mismo segmento de mercado.
Entre los riesgos de seguir una estrategia de enfoque están la posibilidad de
que muchos competidores reconozcan la estrategia de enfoque exitosa y la
imiten, o que las preferencias de los consumidores se desvíen hacia las
características del producto que desea el mercado en general.
Cada estrategia genérica es un enfoque fundamentalmente diferente para crear
y mantener una ventaja competitiva, combinando el tipo de ventaja competitiva
que busca una empresa y el panorama de su objetivo estratégico.
Si una empresa puede lograr el liderazgo de costo y la diferenciación
simultáneamente, las recompensas son grandes porque los beneficios son
aditivos, la diferenciación lleva a precios superiores a la vez que el liderazgo en
costo implica costos más bajos.
Una empresa siempre debe perseguir agresivamente todas las oportunidades
de reducción de costos que no sacrifiquen la diferenciación (Porter 1987).
Tema III
LA ESTRATEGIA DE PRECIOS EN UN MERCADO CADA VEZ MÁS
COMPETITIVO
Saray Lopez / 22 junio, 2017 /
Cuando necesitas comprar un producto o contratar un servicio accedes a una
enorme variedad de opciones que siguen multiplicándose gracias al comercio
digital. Antes de elegirlo haces una detallada comparación online desde tu
ordenador o móvil. Por ello las estrategias de precios están enfocadas a
contestar a la pregunta: ¿qué precio está dispuesto a pagar mi cliente?
Para la elaboración de este artículo hemos contado con la opinión de Fernando
Doral, experto en marketing, comunicación y publicidad y docente en la
Escuela de Negocios y Dirección. A lo largo del artículo encontraremos
desglosadas las preguntas sobre los factores determinantes al crear una
estrategia de precios eficaz.
Muchos piensan que el precio, una de las 4P’s del marketing mix, y el valor
asignado a un producto es lo mismo, pero no es así. ¿Cuál es la diferencia o
relación entre ambos conceptos?
«Bueno, en realidad son conceptos que se aproximan mucho. El precio
podríamos definirlo como la máxima contraprestación que un consumidor está
dispuesto a pagar por algo que le proporciona valor. Y mentalmente hará un
balance que tiene que salir positivo. Este comprará el producto si el valor que
espera recibir por ello es mayor que el precio que debe pagar».
• Objetivos de la empresa.
• Costes.
• Elasticidad de la demanda.
• Valor del producto ante los clientes.
• La competencia.
1. DISCRIMINACIÓN DE PRECIOS
Se aplican diferentes precios a segmentos de clientes distintos, según su perfil
o comportamiento. Se puede definir según los siguientes factores:
El momento de la compra. Por ejemplo los billetes de avión, que tienen precios
más bajos cuando salen al mercado y en el último momento para cubrir plazas
vacías.
Por género, localización geográfica, edad, nivel de ingresos,…
Descuentos. Es el modo más habitual de realizar una discriminación de
precios. Suelen ser temporales.
Por pronto pago, por volumen, estacionales, comerciales a los socios o
distribuidores de la empresa, ofertas puntuales para aumentar la rotación de
productos, rebajas o descuentos en períodos establecidos y regulados.
Freemium. Se trata de un registro y servicio gratuito con publicidad o limitación
del uso.
En muchos casos los e-commerce usan esta estrategia de discriminación de
precios de una forma cada vez más personalizada. ¿Qué beneficios aporta
esta segmentación?
«No es que el comercio electrónico conlleve una estrategia de precios
discriminada, pero facilita relaciones directas uno a uno con los clientes.
Además ofrece la posibilidad de estrategias diferenciadas, e incluso
segmentación uno a uno. Esto no ocurre en los entornos tradicionales, lo cual
no significa que todas las marcas la utilicen para eso. De hecho el peligro de la
discriminación de precios a ese nivel puede generar descontento en los
consumidores menos favorecidos. Esto en un mundo digital en el que las
opiniones se publican en tiempo real, puede resultar peligroso.»
estrategias de precios2. PRECIOS PSICOLÓGICOS
El precio aporta información al consumidor sobre el producto, creando una
asociación entre la marca y el valor monetario de este.
Habitual. Los consumidores habituales están acostumbrados a un precio y es
muy difícil que acepten el cambio. Es más efectivo cambiar ligeramente la
cantidad o tamaño del producto.
Prestigio. Precios altos a cambio del prestigio de una marca asociada a una
calidad y estatus. Muy habitual en joyas y ropa.
De referencia. Los consumidores suelen usar la comparación de precios
asociando los productos o servicios a una calidad y línea similar.
Redondeados o impares. El consumidor tiende a los precios terminados en 99,
ya que se asocian a reducción, es el “efecto 9”.
3. ESTRATEGIAS COMPETITIVAS
Para establecer un precio siempre hay que tener en cuenta los de la
competencia directa a menos que estemos operando en un monopolio. Las
estrategias de precios más destacadas en relación a nuestros competidores
son:
Precios primados. Es ideal para empresas que tienen un fuerte valor añadido
que supone una ventaja competitiva o tengan claras opciones al liderazgo. Ante
una demanda poco elástica al precio pueden establecer precios altos sin que
afecte mucho a las ventas.
Imitación de los precios de la competencia para intentar posicionarnos en su
nivel.
Precios descontados. Se baja el precio cuando un producto o servicio no es lo
suficientemente competitivo como competir. Otra opción es la estrategia líder
en costes, reduciendo los costes en materias primas, producción,
distribución,optimizar procesos,etc
Un ejemplo de estrategia competitiva es la Guerra de precios. En esta
encontramos el precio como gran diferencia entre los productos de varios
competidores. Se suele dar en mercados la competencia es de tipo “juego de
suma y cero” ya que el beneficio de un vendedor es fruto de la pérdida de otros
porque no hay suficiente mercado para todos. Así que todos los implicados
terminan bajando el precio del producto
«Las reglas que funcionaban hace veinte años siguen estando vigentes a día
de hoy. El objetivo general de una estrategia de precios es encontrar un precio
que maximice el beneficio a corto plazo de la empresa sin impactar
negativamente a largo. Así pues se debe investigar cuál es el precio que el
mercado otorga al producto y gestionar la operación para poder ajustarse a
dicho precio.»
Estrategias de precios
Para determinar la estrategia de precios de un producto debemos tener en
cuenta varios factores determinantes. ¿Cuáles crees que son los principales
errores que se cometen a la hora de definir esta estrategia de precios?
«El principal error es calcular el precio basándose en parámetros internos.
Muchas empresas utilizan una estrategia de precio basada de algún modo en
el sobreprecio. Es decir, calculan su coste de producción y le añaden un
margen. Y esto puede presentar dos problemas: que el precio resultante esté
por encima de lo que el mercado admite, o lo contrario, que el precio resultante
sea inferior a lo que el mercado habría estado dispuesto a pasar (algo menos
frecuente).»
«Los precios deben fijarse siempre desde la óptica del consumidor, como
ocurre con todo en marketing. El coste de producción sólo debe ser tenido en
cuenta para analizar si el producto es o no viable. Hay que sopesar el precio
que el mercado está dispuesto a pagar, pero nunca como referencia a la hora
de fijar un precio.»
Con la información masiva nacen nuevas herramientas digitales para que los
usuarios comparen el precio de productos en tiempo real. Los denominados
“ShopBots” o agentes de información, proporcionan un servicio online rápido y
simple.
Se trata de sistemas expertos dedicados a ofrecer la información a los usuarios
de un modo ordenado y delimitado sobre los precios de un producto.
Un ejemplo serían sites como Ciao.es, Encuentraprecios.es o Kelkoo.es.
Plataformas donde se pueden encontrar y comparar características de ofertas
de diferentes productos.
Gran parte de los consumidores de hoy en día son multidispositivo y hacen
comparaciones de precio en tiempo real gracias a los shopbots. ¿Cómo
pueden enfrentarse las pymes que no pueden ofrecer precios tan competitivos
a este fenómeno?
«Pues realmente mal. Las PYMES no pueden competir en precio con las
grandes compañías. La única opción para ellas es salirse de la guerra de
precios y competir basándose en diferenciación. Otra opción es centrarse en
optimizar el servicio atendiendo a un nicho específico si no se está en
disposición de competir en todo el mercado.»
Las empresas de hoy en día buscan profesionales que posean una visión
general de los objetivos y acciones que se llevan a cabo dentro de la
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