Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
habitan, ya que estos animales ocupan distintos niveles tróficos en los ecosistemas,
cuentan con una amplia distribución y son sensibles a cambios atmosféricos del
ambiente.
Líquenes: estos organismos, que muchas veces se los confunde con plantas, en
realidad resultan de la simbiosis entre un hongo y un alga fotosintetizadora, son
usados como bioindicadores para la detección de hidrocarburos, ácidos y otras
sustancias tóxicas que se encuentran en el aire mediante la acumulación de estas
sustancias en sus tejidos. Estos organismos son utilizados como bioindicadores del
aire en muchas partes del mundo.
Abejas: otro ejemplo son las abejas. Estos animales (y la miel que ellos producen) son
bioindicadores de la contaminación del aire urbano, gracias a la estructura de sus
patas que pueden retener partículas de aire y de esta manera conocer la existencia de
agentes tóxicos como pesticidas, metales pesados o hasta la presencia de agentes
radioactivos que puede haber en ciudades de España.
Gekos o salamanquesas: especies de la familia Diplodactylus son sensibles a la
contaminación del aire por dióxido de azufre y otras emisiones de gases por industrias.
La contaminación atmosférica afecta de manera negativa la abundancia y fecundidad
de especies como Diplodactylus conspicillatus y Rhynchoedura ornata, presentes en
Australia.
Bioindicadores del agua
Dentro de los bioindicadores del agua, encontramos:
Insectos: invertebrados plecópteros como las moscas de las piedras, son sensibles a
las bajas concentraciones de oxígeno del agua, sobre todo sus estados inmaduros
sirven como bioindicadores de la calidad del agua. También especies de hemípteros,
como los coríxidos, son buenos indicadores de la salinidad de las aguas termales, así
como de sustancias tensoactivas como detergentes y jabones. Los tricópteros, que
viven en aguas muy limpias, al igual que los efemerópteros que también son utilizados
para conocer la calidad del agua.
Anfibios: especies de ranas y salamandras son excelentes indicadores de la calidad
ambiental, ya que son muy sensibles a las condiciones ambientales como la sequía o
la contaminación. Debido a que sus pieles son permeables, puedenacumular
sustancias tóxicas como fungicidas, fertilizantes para la tierra e insecticidas, pudieron
ser detectadas.
Peces: la presencia de un 5% de especies de peces carnívoros como las pirañas
(familia Serrasalmidae), indican un ambiente acuático saludable. Otras especies como
salmones y truchas (Salmonidae) y corvinas (Sciaenidae) habitan aguas con altos
niveles de oxígeno, por lo que también son bioindicadores de su calidad.
Bioindicadores del suelo
Algunos de los mejores bioindicadores del suelo son:
Ejemplos de bioindicadores
Además de la clasificación anteriormente mencionada, muchos autores consideran
que lo más correcto es clasificar a los diferentes tipos de bioindicadores de esta
manera:
Bioindicadores ambientales.
Bioindicadores ecológicos.
Bioindicadores de biodiversidad.
La división básica es que los indicadores ambientales y ecológicos se utilizan para
detectar cambios en el medio ambiente, mientras que los indicadores de biodiversidad
reflejan la diversidad de la biota global. Sin embargo, estas categorías no son
mutuamente excluyentes, ya que algunas especies que responden a los cambios
ambientales también pueden reflejar la diversidad o la respuesta de otras especies. A
continuación, veremos algunos ejemplos de ellos.
Escarabajos
Los escarabajos carábidos han sido utilizados ampliamente y con éxito en diferentes
tipos de estudios de indicadores. La mayoría de ellos se centraron en la respuesta de
la especie a las condiciones ambientales cambiantes, por ejemplo, como la
fragmentación de los bosques. Además de esto, los escarabajos de tierra se han
utilizado en estudios de ecología urbana, clasificación del tipo de hábitat y evaluación
de la calidad del sitio.
Otros coleópteros de la familia de los tenebriónidos, son bioindicadores del suelo y dan
alerta acerca de la desertificación, ya que son especies que están adaptadas a
ambientes áridos, por lo que son utilizados para determinar zonas que podrían sufrir
una degradación del ambiente más elevada.
Otras especies de aves, como los pingüinos papúa, barbijo y de Adélia (orden
Sphenisciformes) presentan características útiles para la monitorización de
contaminantes, por ser especies de vida larga situados en la cima de las cadenas
tróficas, sirven para determinar las concentraciones de sustancias tóxicas y plásticos a
través del análisis de sus contenidos estomacales.
Bibliografía
Estrada-Guerrero, D. M., & Soler-Tovar, D. (2014). Las aves como bioindicadores de
contaminación por metales pesados en humedales. Ornitología Colombiana, (14).
Markert, B. A., Breure, A. M. & Zechmeister, H. G. (Eds.). (2003). Bioindicators and
biomonitors. Elsevier.
Mejias, E., Olivares, L., Salas, F. & Montenegro, G. (2009). Miel de abejas: un
bioindicador natural de contaminación ambiental. Revista Agronomía y Forestal FAIF-
PUC, 37, 10-13.
Ochoa, E. P. (2014). Aves silvestres como bioindicadores de contaminación ambiental
y metales pesados. CES Salud Pública, 5(1), 59-69.
Rainio, J. & Niemelä, J. (2003). Ground beetles (Coleoptera: Carabidae) as
bioindicators. Biodiversity & Conservation, 12(3), 487-506.
Romano, L. A. (2016). Bioindicadores de contaminación acuática en peces. Revista
AquaTIC, (7).
Uribe-Hernández, R., Juárez-Méndez, C. H., Montes de Oca, M. A., Palacios-Vargas,
J. G., Cutz-Pool, L., & Mejía-Recarmier, B. E. (2010). Colémbolos (Hexapoda) como
bioindicadores de la calidad de suelos contaminados con hidrocarburos en el sureste
de México. Revista mexicana de biodiversidad, 81(1), 153-162.orio Medioambiental
(España). Volumen 11, pp: 37-62.