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ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR PEDAGOGICO PÚBLICO TARAPOTO

CURSO: Desarrollo de la psicomotricidad en la primera infancia.


TEMA: Elementos de la psicomotricidad: Esquema
corporal. La evolución del esquema corporal. Le
Boulch Defontaine, J. Picq y Vayer. Ajuriaguerra.
Importancia del esquema corporal. Esquema
corporal y su relación con los aprendizajes.
PROGRAMA: Educación Inicial III
SEMESTRE: 2021– II
DOCENTE: NORMA ALEJANDRIA LOZANO
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Elementos de la psicomotricidad: Esquema
corporal.
Es el conocimiento y la relación mental que la persona tiene de su propio cuerpo.
El esquema corporal según Coste: El resultado de la experiencia del cuerpo de la que
el individuo tomo poco a poco conciencia, y la forma de relacionarse con el medio, con
sus propias posibilidades.
El esquema corporal es el conocimiento y conciencia que uno tiene de sí mismo en
tanto que ser corporal, es decir:
 Nuestros límites en el espacio (morfología);
 Nuestras posibilidades motrices (rapidez, agilidad);
 Nuestras posibilidades de expresión a través del cuerpo (actitudes, mímica);
 Las percepciones de las diferentes partes de nuestro cuerpo;
 El conocimiento verbal de los diferentes elementos corporales;
 Las posibilidades de representación que tenemos de nuestro cuerpo (desde el
punto de vista mental o desde el punto de vista gráfico).

Esquema corporal se elabora al compás del desarrollo y la maduración nerviosa


(mielinización progresiva de las fibras nerviosas), de la evolución sensoriomotriz y en
relación con el mundo material y social.

La evolución del esquema corporal. Le Boulch Defontaine, J. Picq y Vayer.


Ajuriaguerra
La evolución del esquema corporal, está estrechamente relacionada al desarrollo
psicomotor. Le Boulch (1982), ha distinguido tres etapas en la evolución del esquema
corporal:
a. Etapa del cuerpo vivido (hasta los tres años): Caracterizada por un
comportamiento motor global, con repercusiones emocionales fuertes y mal
controladas. A los tres años, el niño ha conquistado el "esqueleto" de un yo, a través
de la experiencia práxica global y de la relación con el adulto.
b. Etapa de discriminación perceptiva (de tres a siete años): La cual se caracteriza
por el desarrollo progresivo de la orientación del esquema corporal y la afirmación de
la lateralidad. Hacia el final de esta etapa, el niño es capaz de dirigir su atención sobre
la totalidad de su cuerpo y sobre cada uno de sus segmentos corporales.
c. Etapa del cuerpo representado (de siete a doce años): La cual se corresponde
sobre el plano intelectual con el estadio de "las operaciones concretas" de Piaget. En
este estadio, juega un papel decisivo el "esquema de acción", aspecto dinámico del
esquema corporal y verdadera imagen anticipatoria, por medio de la cual el niño hace
más consecuente su motricidad.
La última etapa, constituye el estadio de la coordinación y de la sincronización de los
datos aportados por la propia vivencia, sobre todo en su aspecto perceptivo-cognitivo.
Poseer una buena integración y utilización del esquema corporal, según Defontaine, J.
(1978), condiciona directamente la adaptación del sujeto en el espacio y en el tiempo.
Refieren Picq y Vayer (1969), que un esquema corporal bien integrado implica:
• La percepción y el control del propio cuerpo;
• Un equilibrio postural económico;
• Una lateralidad bien definida;
• La independencia de los segmentos en relación al tronco y unos en relación con los
otros;
• El control y el equilibrio de las pulsaciones o inhibiciones estrechamente asociadas al
esquema corporal y al control de la respiración.

Como afirmara Le Boulch, un esquema corporal mal definido, significará un déficit de


la relación sujeto-mundo exterior, que se traduce sobre el plano de la percepción
(déficit de la estructuración espacio-temporal), de la motricidad (torpeza,
incoordinación, malas actitudes), y de la relación con el otro (incidencia sobre el plano
relacional y caracterial).
Dos conceptos resulta necesario precisar, en relación con el esquema corporal:
imagen corporal y eje corporal.
La imagen corporal, definida por Ajuriaguerra, J. (1983) es la suma de sensaciones y
sentimientos concernientes al cuerpo, el cuerpo como se siente. La influyen las
experiencias vitales y procesos mentales en las que el sujeto se reconoce a sí mismo.
Es, en definitiva, el cuerpo vivido; o sea, se realiza dentro del conjunto del proceso
simbólico y viene a ser una imitación idealizada e interiorizada. La imitación adquiere
una tremenda importancia, al permitir el paso de la actividad sensoriomotriz, a la
función simbólica.
El eje corporal, anatómicamente está representado por la columna vertebral, que
asegura la armadura y unidad del tronco.
El esquema corporal se elabora al compás del desarrollo y la maduración nerviosa
(mielinización progresiva de las fibras nerviosas), de la evolución sensoriomotriz y en
relación con el mundo de los demás. El desarrollo del esquema corporal (Vayer, 1985)
se ajusta a dos leyes psicofisiológicas, válidas antes y después del nacimiento:
 Ley céfalo-caudal: El desarrollo se extiende a través del cuerpo desde la
cabeza a los pies, es decir, que los progresos en las estructuras y las funciones
empiezan en la región de la cabeza, extendiéndose al tronco, para finalizar en
las piernas. Por ejemplo: el control del cuello (3 meses) precede al del tronco (6
meses).
 Ley próximo-distal: El desarrollo procede del centro a la periferia, es decir,
parte del eje central del cuerpo hasta los extremos de los miembros. Por
ejemplo: el control del tronco precede a la habilidad manual.
Pero no todo es cuestión de maduración (un proceso preestablecido que se va
realizando sin necesidad de otras influencias), puesto que ésta, que es la que
realmente permite el paso progresivo de la actividad indiferenciada a la actividad
consciente y diferenciada, está asociada e interactúa con la experiencia vivida por el
niño en los diferentes momentos que componen su desarrollo.
Muy ligado al concepto de esquema corporal está el de imagen corporal, que es el
resultado de toda la actividad de sensación y movimiento que vive el individuo
humano, constituyendo una representación mental que es la síntesis de todos los
mensajes, estímulos y acciones que permiten al niño diferenciarse del mundo exterior
y adueñarse de sí mismo. El individuo percibe y vive su existencia, es objeto y sujeto a
la vez. Tenemos, pues, dos niveles diferentes del mismo proceso. Por una parte el
cuerpo como objeto de percepción, esto es la somatognosia (Fonseca, 1996), y por
otra el cuerpo como objeto de representación, esto es la conciencia de sí.
La imagen corporal tiene su origen en la experiencia de ser tocado o acariciado y
posteriormente en todas las experiencias cinestésicas (de movimiento), táctiles y
visuales que se desprenden de las diversas actividades de exploración del mundo
exterior que realiza el niño.
Se va construyendo en la medida en que el niño es capaz de sacar conclusiones de
unidad acerca de sus acciones y referirlas a su cuerpo. Por ello, la imagen corporal
está ligada al conocimiento del mundo exterior, pero, al mismo tiempo, al desarrollo de
la inteligencia. Por eso existen unas relaciones constantes en el niño entre las
posibilidades de organizar su propio cuerpo y las posibilidades de organizar las
relaciones que existen entre los elementos del mundo exterior.

El esquema corporal puede considerarse la clave de la organización de la


personalidad, manteniendo la conciencia, la relación entre los diferentes aspectos y
niveles del yo. Podemos distinguir cronológicamente varias etapas en la elaboración
del esquema corporal:
 1ª etapa: Del nacimiento a los dos años. El niño comienza con el
enderezamiento y el movimiento de la cabeza, continúa con el enderezamiento
del tronco que le lleva a la postura sedente, que facilita la prensión de las
manos al liberarse del apoyo. La indiv iduación y el uso de los miembros lo
lleva a la reptación y al gateo
 2ª etapa: De los dos a los cinco años. Es el período de globalidad, de
aprendizaje y de dominio en el manejo del cuerpo. A través de la acción, y
gracias a ella, la prensión va haciéndose cada vez más precisa, asociándose a
los gestos y a una locomoción cada vez más coordinada. La motilidad
(movimiento de las partes del cuerpo) y la cinestesia (desplazamiento corporal
en el espacio), íntimamente asociadas, permiten al niño una utilización cada
vez más diferenciada y precisa de todo su cuerpo.
 3ª etapa: De los cinco a los siete años. El niño pasa de su estado global y
sincrético a un estado de diferenciación y análisis, es decir, de la actuación del
cuerpo a la representación. La asociación de las sensaciones motrices y
cinestésicas al resto de datos sensoriales, especialmente visuales, permiten el
paso progresivo de la acción del cuerpo a la representación. Se produce en
estos momentos un mayor desarrollo de las posibilidades del control postural y
respiratorio, el conocimiento de la derecha y la izquierda, la independencia de
los brazos con relación al tronco.
 4ª etapa: De los siete a los once años. Se produce la elaboración definitiva
de la imagen corporal. A través de la toma de conciencia de los diferentes
elementos que componen el cuerpo y del control en su movilización se logra la
posibilidad de la relajación global y segmentaria, la independencia de brazos y
piernas con relación al tronco, la independencia funcional de los diferentes
segmentos corporales, la transposición del conocimiento de sí al conocimiento
de los demás. La consecuencia final de todo ello es la posibilidad de desarrollar
los aprendizajes y relacionarse con el mundo exterior, puesto que el niño
dispone ya de los medios para la conquista de su autonomía.

Defontaine (1978) afirma que se puede definir el esquema corporal como la


experiencia que se tiene de las partes, de los límites y de la movilidad de nuestro
cuerpo; experiencia progresivamente adquirida a partir de múltiples impresiones
sensoriales, propioceptivas (sensaciones que provienen de los músculos y las
articulaciones) y exteroceptivas (cutáneas, visuales, auditivas).

Ajuriaguerra (1979) propone tres niveles de integración del esquema corporal:


Cuerpo vivido. Se fundamenta en una noción sensoriomotora del cuerpo, que actúa
en un espacio práctico en el que se desenvuelve gracias a la organización progresiva
de la acción del niño sobre el mundo exterior.
Cuerpo percibido. Se fundamenta en una noción preoperatoria del cuerpo,
condicionada a la percepción, que se encuadra en el espacio centrado aún sobre el
cuerpo.
Cuerpo representado. Se fundamenta en una noción operatoria del cuerpo, que se
encuadra, bien en el espacio objetivo representado, bien en el espacio euclidiano y
que se halla directamente relacionada con la operatividad en general y en particular
con la operatividad en el terreno espacial.

FASES DE ESTRUCTURACIÓN DEL ESQUEMA CORPORAL


CUERPO VIVIDO Maduración de los Ley céfalo-caudal. Control del propio
(0-3 años) centros motores Ley próximo-distal cuerpo
(mielinización de (motricidad global).
fibras nerviosas).
CUERPO Percepción e Motricidad Control del cuerpo
PERCIBIDO interiorización del transitiva. (global
(3-7 años) propio cuerpo. Motricidad y segmentario)
Percepción del expresiva.
mundo externo.
CUERPO Acción Acomodamiento Conciencia del
REPRESENTADO interiorizada y práxico. propio cuerpo.
(7-12 años) reversible.

De esta manera, es claro que la criatura humana, que en un principio no distingue su


cuerpo del mundo exterior, tendrá que ir superando estas etapas hasta alcanzar una
representación de su cuerpo. Resulta evidente el paralelismo de esta evolución con la
del pensamiento descrita por Piaget. Se parte de una identificación del sujeto con el
mundo exterior, del pensamiento con la acción, y progresivamente se van desligando
uno de otro hasta hacerse independientes, una vez superadas las ataduras de la
concreción. Cuando se encuentra elaborado el esquema corporal el niño es capaz de
representar su cuerpo, mentalmente, sin ayuda de los datos externos. No por azar
este momento se alcanza cuando está concluyendo el proceso de desarrollo
cognoscitivo, cuando el niño puede realizar operaciones formales, manejar la
abstracción.
El descubrimiento progresivo del cuerpo se produce con la apropiación de la acción.
Es decir, mediante el movimiento es como el niño se hace consciente de sí. Es, pues,
muy importante la concordancia de los datos que el niño capta mediante sus sentidos,
especialmente la vista, con los datos posturales y kinestésicos. Este proceso de
diferenciación progresiva y de apropiación de la propia imagen como toma de
consciencia de sí, se pone de relieve de forma evidente en los estudios realizados por
Zazzo (1948) sobre las reacciones del niño ante su imagen en el espejo.
El conocimiento del propio cuerpo a nivel representativo se desarrolla poco a poco. El
proceso no se completa definitivamente hasta los once o doce años. Este desarrollo
depende, por una parte de la maduración del sistema nervioso y de la propia acción
corporal. También influyen el medio ambiente con el que el niño se relaciona y la
relación afectiva con las personas de su ambiente. Finalmente está determinado por la
representación que se hace el niño de sí mismo y de los objetos de su mundo con los
que se relaciona.

Importancia del esquema corporal


La adquisición del esquema corporal es muy importante en Educación Infantil, dado
que es la base para adquirir los diferentes aprendizajes, a la vez que para construir su
propia personalidad y autoafirmarse a sí mismo y a los demás.
En definitiva, no es posible examinar la realidad del esquema corporal sin hacer
referencia al cuerpo global, como unidad y totalidad, al tono muscular, la postura y el
movimiento.
Cuerpo no es solo un conjunto de huesos, tendones, músculos, fibras y glándulas que
funcionan de forma más o menos automática, sino que este piensa, vive y siente. Y
para integrar sensaciones y poner en marcha procesos de memoria, atención,
deducción, comparación, deseo, temor, etc., hace falta poder contar con el
funcionamiento coordinado de estructuras corporales.
Pedro Pablo Berruezo manifiestab que el cuerpo humano, genética, estructural y
funcionalmente correcto, con la adecuada estimulación ambiental, posibilita el logro de
las habilidades cognitivas, comunicativas, afectivas y conductuales que le son propias.
O sea, el ser humano es una unidad psico-afectivo-motriz.
Con la psicomotricidad, se busca encontrar esa función que conecta el cuerpo con el
espíritu, o sea lo biológico con lo psicológico. Esta conexión viene dada por la función
del tono, siendo éste una de las condiciones para el adecuado desarrollo del niño a
parte del movimiento, para elaborar el esquema corporal.
La importancia que tiene el esquema corporal no solo es el conocerme a mí mismo,
sino que en sí posee muchas habilidades que le servirán al niño en los procesos de
aprendizaje y en ubicarse en el espacio, como por ejemplo: un adecuado conocimiento
de mi esquema corporal, ubicación, orientación, ayudara al niño en el proceso de la
lectoescritura a poder ubicarse en papel, tener la dirección y movimientos adecuados
para poder escribir (izquierda a derecha, arriba hacia abajo).
Esquema corporal y su relación con los aprendizajes
En los primeros años de vida, el cuerpo es para el niño pequeño el centro de todo. Es
el punto permanente de la percepción: observa los objetos, manipula el juguete,
explora con su cuerpo, conocen, aprenden del mundo y de sí mismos a partir de su
historia afectiva y de las experiencias que tengan con su cuerpo y sus movimientos, en
vinculación permanente con el contexto físico, social y cultura. Es a partir del cuerpo a
través del cual el niño establece relaciones con el mundo que le rodea.
Es entonces, como a través de la actividad el niño consigue tomar conciencia de todas
las partes de su cuerpo, utilizarlas y regularlas de acuerdo con la finalidad perseguida
de cada momento, inhibiendo los movimientos innecesarios.
Si los niños tienen la posibilidad de jugar, descubriendo y practicando diferentes
movimientos, podrán progresivamente organizar su corporalidad. Esto le otorgaría a
cada niño, mayor coordinación y manejo sobre su cuerpo, por lo tanto, un mayor
conocimiento de sí mismo. En el momento en que el niño descubre a través de sus
sentidos y del movimiento el mundo que lo rodea, establece relaciones entre él y las
personas, a través del reconocimiento de su cuerpo construye su espacio y sus
límites, tomando conciencia de cada una de sus partes y sus usos así como el hecho
de que cada una de estas partes conforma un todo integrado capaz de realizar
múltiples funciones.
A través de la actividad en relación con los objetos del mundo exterior, el niño llega a
conocer sus cualidades y a pasar de la simple sensación a la percepción, y de esta a
la representación mental. Por lo tanto las actividades manipulativas y las operaciones
concretas con la utilización de objetos constituyen el fundamento necesario de la
inteligencia.
La relación entre la actividad y sus resultados, enseña al niño a tomar conciencia
anticipada de la finalidad de su acción y a formar planes previos, a los cuales ajusta
sus acciones.
En la medida que el niño reconoce su propio cuerpo y lo domina, se facilita la
incorporación de los aprendizajes.
En este sentido, se hace necesario la educación del esquema corporal, pues se
evidencia que la estructuración del mismo tiene gran influencia en la adquisición de los
proceso de lectura, escritura y los procesos lógico-matemáticos.
La importancia que tiene el esquema corporal no solo es el conocerse a mí mismo,
sino que en sí posee muchas habilidades que le servirán al niño en los procesos de
aprendizaje y en ubicarse en el espacio, como por ejemplo: un adecuado conocimiento
del esquema corporal, ubicación, orientación, ayudara al niño en el proceso de la
lectoescritura a poder ubicarse en papel, tener la dirección y movimientos adecuados
para poder escribir (izquierda a derecha, arriba hacia abajo).
En el plano escolar, la mayoría de las veces los trastornos en la configuración del
esquema corporal se traducen en problemas para el aprendizaje de la lectura,
escritura y cálculo.
Por ejemplo, la lectura requiere un equilibrio correcto y perfectamente controlado,
control de los ojos, discriminación de las percepciones visuales y auditivas y una
atención y memorización adecuada. Se pueden ver también problemas en la
estructuración espacial provocando en la lectura errores de inversión, confundiendo
letras simétricas como b-d, p-q, al invertir las de derecha a izquierda o de arriba abajo.
Se puede ver también, por deficiencias en el esquema corporal, que el niño/a no
controle algunas regiones corporales y presentes problemas de coordinación,
disociaciones, una actitud lenta tanto motriz como intelectual.
Por su parte el aprendizaje de la escritura exige una lateralización correcta y bien
afirmada, adecuada percepción visual, asimismo un equilibrio bien coordinado y una
buena coordinación óculo-manual (ojo-mano). En la escritura se puede observar que el
niño/a no puede evitar las manchas, los tachones, letras que bailan, irregularidad en
las líneas, etc.
El aprendizaje del cálculo se basa en un buen desarrollo de la percepción visual,
apropiado conocimiento espacio-temporal, la adquisición de la noción de número y una
adecuada atención y memorización
Cuando no se logra esta estructuración corporal se producen problemas perceptivos,
motrices y sociales tales como: dificultad en la percepción del mundo que lo rodea,
mala organización espacial y estructuración espacio-temporal, déficits en la
coordinación viso-motora, defectuosa coordinación, lentitud y torpeza, mala
lateralización, dificultad en relaciones con el medio, inseguridad, baja autoestima,
insociabilidad, afectan en su carácter; dichos problemas influyen negativamente en la
adquisición de los procesos anteriormente descritos. La noción de esquema corporal
se halla también regida por los estados emocionales del individuo como consecuencia
de sus experiencias vividas.
Para hacer frente a estas dificultades, la Educación Psicomotriz en la primera infancia
es clave para apoyar y acompañar el desarrollo integral de los niños/as, porque gira
principalmente como lo explica Boscaini, en torno a algunos temas referidos a la
experiencia vivida que parten del cuerpo para llegar mediante el descubrimiento y uso
de diversos lenguajes (corporal, sonoro-musical, gráfico, plástico, etc) a la
representación mental, al verdadero lenguaje y a la elaboración de la personalidad del
niño/a, al desarrollo del esquema corporal, mediante el cual el niño/a toma conciencia
del propio cuerpo y de la posibilidad de expresarse a través de él, a la organización y
estructuración del espacio-temporal y rítmico, a la toma de conciencia de la
organización de la lateralidad, a la adquisición y control progresivo de las
competencias grafomotrices en función del dibujo y a la escritura. Por tanto la
psicomotricidad puede aplicarse como instrumento educativo para conducir al niño
hacia la autonomía y la formación de su personalidad.
Por todo lo mencionado anteriormente, reviste suma importancia el desarrollo del
Esquema Corporal en el sujeto ya que el movimiento libre y guiado es la estimulación
fundamental para apoyar el desarrollo del niño en todos los planos, neurológico, motor,
intelectual, emocional y social, interactuando de manera permanente con su medio
ambiente.
Es necesario recordar que el niño no solo tiene un cuerpo, él es su cuerpo, y a partir
de la organización del esquema corporal, desarrolla una base para organizar su
desarrollo corporal, su desarrollo psicológico y las funciones prácticas, es decir, podrá
procesar información, planificar, programar y verificar de manera coordinada sus
acciones. Por lo tanto, el conocimiento del propio cuerpo y las prácticas psicomotrices
son un apoyo fundamental para el desarrollo integral de cada niño y niña, servirán
como eje orientador en la vida y como una base óptima para que puedan integrarse
distintos aprendizajes durante esta etapa.

BIBLIOGRAFIA

BERRUEZO, P.P. (2000): El contenido de la psicomotricidad. Recuperado:


https://www.um.es/cursos/promoedu/psicomotricidad/2005/material/contenidos-
psicomotricidad-texto.pdf
Fernandez Nieves. Yamila. (207). Algunas consideraciones sobre psicomotricidad y
las necesidades educativas especiales (NEE). Recuperado:
https://www.efdeportes.com/efd108/psicomotricidad-y-necesidades-educativas-
especiales.htmuperado:
Fundación Universitaria Red Global Humanitaria. (2018). Importancia de la
Adquisición del esquema corporal en la educación Inicial. Recuperado:
https://educa2030.doodlekit.com/blog/entry/4574691/importancia-de-la-adquisicin-del-
esquema-corporal-en-educacin inicial#:~:text=La%20importancia%20que%20tiene
%20el,ayudara%20al%20ni%C3%B1o%20en%20el

VIDEOS
https://www.youtube.com/watch?v=8q_G3VrB6eo Esquema corporal
https://www.youtube.com/watch?v=RWlO78fwrkg Cápsula de Aprendizaje 2: Principios
del desarrollo: Céfalo-Caudal y Próximo-Distal (EDPA USS)

ACTIVIDADES PROPUESTAS

Estimados estudiantes se les presenta la actividad sobre: Desarrollo de la


Psicomotricidad en la Primera Infancia

Indicaciones:
Trabajo en equipos de trabajo
 Lea y analice la separata individualmente y en equipo .
 Elabore un resumen para aportar en el trabajo en equipo.
 Responder las preguntas en equipo de trabajo en una hoja en Word.
 El trabajo debe subirlo en un Word sencillo, letra Arial número 11, interlineado
sencillo.
 El coordinador subirá la tarea asignada al campo virtual de la Escuela.

Cuestionario
Nombres y apellidos RESULTADO
 ……………………………………………..
 ……………………………………………..
 ……………………………………………… ……………..
 ………………………………………………
Programa: …………………………………… ……
Estimados estudiantes analice y responda las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué se dice que el esquema corporal es el conocimiento y conciencia
que uno tiene de sí mismo? .
2. ¿Elija un autor de la separata y explique el esquema corporal ?
Fundamentar la respuesta.
3. ¿Qué importancia tiene para ustedes el esquema corporal como futuras
educadoras en Educación Inicial? .
4. ¿Cuál es la relación del esquema corporal y el aprendizaje? . Fundamentar
la respuesta.

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