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La película Bajo la sombra del caudillo critica fuertemente el caudillismo en el México postrevolucionario al reflejar la violencia, el caos político y la muerte resultante de la transición de las armas a un orden institucional. La película muestra cómo los ganadores de la revolución traicionaron los valores revolucionarios al luchar por el poder y militarizar el país en lugar de establecer la democracia. La censura de la película durante 30 años confirma las fuertes críticas que hacía a la inestabilidad política
La película Bajo la sombra del caudillo critica fuertemente el caudillismo en el México postrevolucionario al reflejar la violencia, el caos político y la muerte resultante de la transición de las armas a un orden institucional. La película muestra cómo los ganadores de la revolución traicionaron los valores revolucionarios al luchar por el poder y militarizar el país en lugar de establecer la democracia. La censura de la película durante 30 años confirma las fuertes críticas que hacía a la inestabilidad política
La película Bajo la sombra del caudillo critica fuertemente el caudillismo en el México postrevolucionario al reflejar la violencia, el caos político y la muerte resultante de la transición de las armas a un orden institucional. La película muestra cómo los ganadores de la revolución traicionaron los valores revolucionarios al luchar por el poder y militarizar el país en lugar de establecer la democracia. La censura de la película durante 30 años confirma las fuertes críticas que hacía a la inestabilidad política
La sombra del caudillo, una película basada en la novela de thriller político de Martín Luis Guzmán, y grabada en 1960 bajo la dirección de Julio Bracho; refleja una fuerte crítica al caudillismo. Esto le ganó al film un veto de 30 años por el gobierno mexicano. La película basada en hechos reales para reflejar un momento de violencia, caos político y muerte refleja cómo la transición de las armas y la guerra revolucionaria a un orden institucional y legal solo resalto las fallas de esta, la poca voluntad para sostener los valores revolucionarios y termina en la inestabilidad política que retrasó el progreso democrático. La película sin duda me da una primera impresión de la hostilidad que críticos, artistas, políticos y el mexicano promedio tenían que soportar bajo un régimen, el bando ganador de sonora, y las duras consecuencias de la lucha por la gran silla. El título nos da una pista de cómo este ambiente dominaba la vida del México post revolucionario. La sombra una alegoría para referirse al caudillo e inspirado en Alvaro Obregón critica fuertemente como el juego por el poder del país, terminó en violencia y traición. La historia termina de forma trágica pero, sobre todo, no llega a encontrar héroes en el desarrollo de la película, una disputa en donde no se pone a prueba el bien y el mal; como muchas historias retratan. Sino, una historia de control del país bajo una enorme incertidumbre para la persona común de México. Desafortunadamente el único avance de hoy a el periodo de 1920 y 1930 es un poco más de orden, digo ya no se matan a balazos, pero la película logra hacer sentir, al menos de mi parte, una sensación de desesperación o frustración de como los ganadores se comportan. Los paralelos de hoy y ayer siguen siendo relevantes. Las escenas parecen siempre ubicarse en los centros del poder, como el congreso o lugares clandestinos y espacios donde se confabularon conspiraciones, debates y se tomaron grandes decisiones pero, estas alejadas del orden democrático. El parecido de la película y hoy hasta parece ser algo irónico, el presidente, AMLO al momento de escribir esta reflexión, busca militarizar el país. Sin embargo, en mi opinión México se ha mantenido militarizado en su mayoría, a veces con gran presencia y violencia y otros un poco más pacíficos. En la época de la historia, Álvaro Obregón al matar a su oponente y obtener el control decide entregar en parte el país a las esferas militares. Una traición al mensaje de revolución, de oposición y de corte populista terminaron por olvidar todo esto al sostener el poder. Una transición que implicó que la realidad de un país sumamente caótico hace difícil un orden transparente porque la República parece no estar cohesionada. La censura que oculto la Sombra del caudillo y otros films mexicanos en general confirman las críticas y las sospechas de los directores, escritores e intelectuales mexicanos. Una extraña confirmación por parte de los criticados que sin haberlo pensado más de dos veces convirtieron a la película en una de las más importantes de la historia reciente.
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