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En el corto de Ken Loach (2002); que en realidad es un corto docudrama. Muestra a un ciudadano
chileno exiliado en Londres mientras escribe una carta para los estadounidenses que han sufrido la
desgracia del 11 de septiembre. Pone imágenes de archivo (la gran mayoría también se muestran
en los documentales de Guzmán) montadas junto a este hombre escribiendo, llorando y tocando
guitarra. Todo mostrado bajo la subjetividad del personaje, que en realidad es la subjetividad del
autor; así lo requería el reto a los once directores de distintas nacionalidades que se involucraron
en esta serie de documentales. Loach presenta; al igual que Guzmán, cierta disposición a la
creación de la nostalgia por los hechos del pasado partiendo de una buena puesta documental,
está muy bien narrado y pone a disposición del espectador la fecha, “martes 11 de septiembre”,
de 2001 en Estados Unidos, y de 1973 en Chile, todo como azares del destino, a pesar de que
Loach si observa todo desde la subjetividad y no logra lo que Guzmán logra desde la objetividad
que lo lleva a mostrar sus documentales como verdades con criterio, este corto docudrama nos
lleva a pensar en el papel del gobierno de los Estados Unidos sobre Chile en 1973 (documentado
por Guzmán) Y en medio oriente desde los ochentas, que desencadeno lo que sucedió en nueva
York en 2001 (documentado por Moore). Todo no solo enlazado por la fecha “martes 11 de
septiembre” sino porque en ambos casos, a Estados Unidos le ha importado más su economía y
como un cambio social y político en los países de sus orbita lo lleva a dejar de lado su ideal de país
defensor de la libertad para reprimir la libertad y la democracia de estos países poniendo encima
sus intereses económicos.
Dejando de lado el docudrama que aunque certero resulta efectista, vamos a otro punto de vista
subjetivo pero muy investigativo que llega- en otro caso muy parecido y acontecido en la misma
fecha 28 años después del hecho de interés de Guzmán- a conclusiones muy parecidas a las del
docudrama de Loach y que aunque no resulta en el mismo tipo de reflexión a la que llega batalla
en chile (que es la conciencia sobre el pasado y como ello nos cambia). Lleva a la impactante
reflexión sobre los intereses personales y económicos de un hombre, una familia y un gobierno,
por encima de lo que pueda resultar. En Fahrenheit 9/11, el muy controvertido Michael Moore
expone los intereses del gobierno Bush, de la familia Bush, del ex -presidente Bush que generaron
los ataques del once de septiembre; del martes once de septiembre, esta vez en 2001. Al igual que
el corto docudrama de Loach concibe una puesta en cuadro basada fundamentalmente en
imágenes de archivo y narración que lleva a la conclusión. Ambos defienden el hecho de que el
gobierno de Estados Unidos, tanto en los setentas como en 2001, no tuvo en cuenta la
democracia, ni las políticas nacionales de países extranjeros, ni sus propios ideales de libertad,
atacaron y crearon cambios importantes en las estructuras políticas de países extranjeros por no
estar de acuerdo con sus políticas, por sus decisiones económicas, por verlos como amenaza, por
eso ultimo los vínculo con enemigos directos (La unión soviética para el caso de chile en los
setentas. Al qaeda para el caso de las invasiones a Irak y Afganistán después del 9/11) y tuvo por
encima de la defensa de la democracia un total interés económico lo que lo llevo a realizar actor
bélicos.
Moore no nos muestra como la guerra en oriente resulto en tragedia, aunque si nos muestra los
mecanismos que llevaron a ella. Guzmán ambos para el caso Chileno, aunque enfatiza más en los
hechos del pasado antes de pasar a la conclusión final mostrando los efectos dolorosos de los
hechos. Guzmán resulta ser influencia tanto de Loach como de Moore, aunque ninguno concibe lo
concreto y objetivo que logra ser Guzmán, si defienden sus puntos de vista, algo importante que
debe hacer todo documentalista para mostrarse al público como alguien capacitado y elocuente
para realizar algo tan importante como un documental. Guzmán muestra su punto de vista
partiendo de la reflexión pero sin relegarlo a un segundo plano. Lo muestra de lado de lo que es
objetivo y lo convierte en como el espectador observa su documental, logrando que casi todo
espectador llegue a conclusiones parecidas y a concretar tanto la nostalgia característica de sus
finales, como a estar enterado de manera seria del asunto.