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Aceptar Corrección: “El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.”
Confiar en Dios: Para hacer frente a las tentaciones necesitamos confiar en Dios, no en nosotros mismos saber que él tiene el
control. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.” , “Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos,
y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” (Pro. 3:5 y 2Pe. 2:9) *Como lo hizo José, la Biblia dice que José fue
tentado; la mujer de Potifar llegó, lo agarró y le dijo: yo quiero que te acuestes conmigo, y José le dijo: no puedo hacerlo, porque mi
señor me entregó todo en mis manos, menos a ti. Así que, José prefirió correr que caer. Esta tentación era de origen humano, pero la
Biblia dice que Dios no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir.
Conclusión
Es dentro del ser humano que hay aquel deseo, es dentro del ser humano donde está el problema, tienes que reconocer que la
tentación viene de dentro para que no comiences a culpar a los demás. El problema de mucha gente es que están pendientes de culpar
a los demás. Así que nadie se va al infierno por que el diablo se lo llevo, por que el diablo tuvo poder; no, no es así, si el diablo tuviera
poder para llevarse a la gente al infierno no quedaría nadie sin que se hubiera ido al infierno. El diablo quería llevarse al infierno al
propio Jesús, el quiere llevarse al infierno a todo el mundo, porque él sabe que a él lo está esperando un lago que arde con fuego y
azufre, el quiere llevarse a todo el mundo al infierno; pero él no podrá llevarse a nadie a menos que se le permita y no es Dios quien le
va permitir al diablo que se lleve a alguien al infierno, es el ser humano que le permite. Ya eso no es ni poder del diablo, ni culpa de Dios,
eso es culpa de cada quien. Dios quiere llevarse al cielo a todo el mundo, Dios quiere que todo ser humano sea para él, pero Dios no
puede obligar a nadie. Cada quien se salva, si quiere aceptar la salvación por la fe en Cristo.