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Tema: ciencia, conocimiento y sabiduría

Integrantes: Esthefania villamarin Vidal, Sebastián Ardila, Daniela Oviedo


La ciencia es una rama del saber humano que se encuentra constituido por todos aquellos
hechos verificables y objetivos sobre una materia específica, dicho conocimiento se ha
adquirido mediante la observación y la experimentación, a fin de saber las causas y las
consecuencias de dichos conocimientos. A través de la observación y la curiosidad humana
ha existido una evolución de como conocemos el mundo y como experimentamos la vida,
de no haber existido adelantos en la química no hubiese existido a su vez la evolución que
presenta la sociedad actual en materia de medicina, la medicina como a conocemos
actualmente es el resultado de un estudio a través de los siglos y un entendimiento del ser
humano de su propio individuo, así como de aquello que lo rodea.
Para comprender una enfermedad es necesario entender como la química interna del cuerpo
funciona y reacciona ante los componentes externos o internos que lo afectan, al tener
dicho conocimiento se puede emplear el ingenio a fin de crear componentes químicos que
utilizamos como medicina para curar, remediar o mitigar los efectos de las enfermedades,
la sociedad no tuviese la evolución actual a no ser por la ciencias entre más el ser humano
pudo entender su entorno y el aprovechamiento de los recursos bien pudo establecerse de
mejor manera en la zona donde pudiese habitar.
Se puede observar que a través de los siglos ha existido un incremento poblacional y una
adaptación a las distintas regiones del planeta; en pro de lograr mejor adaptación y
habitabilidad de las regiones se ha realizado un trabajo científico en la creación de
tecnologías que permitan que la confortabilidad sea mayor en cada una de las áreas que
quisiese habitar, de no ser por la ciencia la forma de vida fuese precaria por el ser humano
(Menéndez-Barzanallana, 2015). En la humanidad existieron muchos descubrimientos
científicos que cambiaron totalmente la concepción de lo que se creía y un cambio social
que permitió una evolución en cuanto a la manera que vivía el ser humano, a través de la
ciencia es que se obtuvo el conocimiento que permitió que la sociedad viva como lo hace
actualmente no hubiese sido posible de otra manera la adaptación que tenemos a nuestro
entorno.
Según Toffler, vivimos en una sociedad del conocimiento, caracterizada porque la base de
la producción son los datos, las imágenes, los símbolos, la ideología, los valores, la cultura,
la ciencia y la tecnología. El bien más preciado no es la infraestructura, las máquinas y los
equipos, sino las capacidades de los individuos para adquirir, crear, distribuir y aplicar
creativa, responsable y críticamente (con sabiduría) los conocimientos, en un contexto
donde el veloz ritmo de la innovación científica y tecnológica los hace rápidamente
obsoletos.
Pues, ciertamente, información, conocimiento y sabiduría son tres modos o maneras del
conocimiento, pero de muy distinto alcance y desarrollo, los saberes se construyen en el
proceso de solución de problemas, los conocimientos tanto teóricos como prácticos
aplicados en la interpretación y transformación del entorno configuran los saberes
científicos y tecnológicos, y proporcionan desde sus respectivas intencionalidades modelos
de solución de problemas. La unidad del conocimiento no es un fin en sí misma, es un
medio para conseguir que las diversas modalidades del conocimiento ayuden al hombre a
conseguir su fin. Y para ello se necesita un principio organizador, capaz de proporcionar
una jerarquía entre los conocimientos particulares y de encuadrarlos en una perspectiva
global. Esto es lo que tradicionalmente se ha denominado «sabiduría».
Una forma de saber que, superior a la ciencia y, por supuesto, a la información, trata de
enseñarnos a vivir y nos muestra, de entre todo lo mucho que podemos hacer, lo que
merece ser hecho. De modo que, sin sabiduría, la ciencia no pasa de ser un archivo o
panoplia de instrumentos que no sabríamos cómo utilizar. Información, conocimiento y
sabiduría responden así a tres preguntas muy distintas: ¿qué hay?, ¿qué puedo hacer?, ¿qué
debo hacer?
Sin embargo, la sabiduría de que disponemos no es hoy mucho mayor de la que tenían
Confucio, Sócrates, Buda o Jesús, no parece haber mejorado mucho en los últimos tres mil
años y, lo que es peor, no sabemos bien cómo producirla. Tampoco diría que ha
retrocedido, pero sí que es casi una constante que ha variado poco o nada en los últimos
siglos. Y hay más aún. Pues si bien es cierto que la ciencia carece de sabiduría, sin
embargo, se autodefine -y es aceptada casi siempre- como única forma de saber válido.
Referencias
Toffler, Alvin y Heidi. Las guerras del futuro. Plaza y Janés. Barcelona, 1994}
Menéndez-Barzanallana, R. (04 de 02 de 2015). UNIVERSIDAD DE MURCIA . Obtenido
de Ciencia y método científico:
https://www.um.es/docencia/barzana/DIVULGACION/CIENCIA/Ciencia-y-metodo-
cientifico.html

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