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Para los guanches, Guayota era el diablo que vivía dentro del volcán Echeyde. Un día, Guayota raptó a Magec, el dios del sol, y lo encerró dentro del volcán, trayendo la oscuridad a la isla. Los guanches pidieron ayuda a Achamán, su dios principal. Achamán luchó contra Guayota durante días hasta que finalmente derrotó al maligno, liberó a Magec y selló la boca del volcán para encerrar a Guayota para siempre en su interior.
Para los guanches, Guayota era el diablo que vivía dentro del volcán Echeyde. Un día, Guayota raptó a Magec, el dios del sol, y lo encerró dentro del volcán, trayendo la oscuridad a la isla. Los guanches pidieron ayuda a Achamán, su dios principal. Achamán luchó contra Guayota durante días hasta que finalmente derrotó al maligno, liberó a Magec y selló la boca del volcán para encerrar a Guayota para siempre en su interior.
Para los guanches, Guayota era el diablo que vivía dentro del volcán Echeyde. Un día, Guayota raptó a Magec, el dios del sol, y lo encerró dentro del volcán, trayendo la oscuridad a la isla. Los guanches pidieron ayuda a Achamán, su dios principal. Achamán luchó contra Guayota durante días hasta que finalmente derrotó al maligno, liberó a Magec y selló la boca del volcán para encerrar a Guayota para siempre en su interior.
brillaba tranquilo en lo alto del cielo, dando luz, calor y tranquilidad a la isla y sus habitantes…cuando, de repente…, el aire, turbio y espeso, y las nubes arremolinadas hicieron presagiar que algo malo iba a suceder… Los animales andaban inquietos. Los perros aullaban, los pájaros volaban en bandadas de un lado a otro como tratando de encontrar cobijo…hasta el mar andaba revuelto…Era Guayota que había salido del interior de las entrañas de Echeyde.
Guayota, el Maligno, apareció y capturó a Magec, y lo
hizo prisionero ocultándolo en el interior de Echeyde. Fue así como el día se hizo noche, y la penumbra y la oscuridad se apoderó de la isla.
Los guanches, atemorizados de que la oscuridad del día
se hiciera eterna, fueron a pedir ayuda a Achamán, el Grande, el Sustentador de los Cielos y la Tierra.
Achamán dispuesto a ayudar a los guanches, se dirigió hacia Echeyde, en busca de Guayota. Fue entonces cuando se entabló un duro combate entre ambos…la tierra tembló y se quebró…y de Echeyde comenzó a salir humo, lavas, azufres y escorias que bajaban por sus laderas y encendían el cielo…Guayota intentaba vencer a Achamán.
Finalmente…Achamán logró vencer a Guayota y liberar a
Magec, que volvió a iluminar el cielo y dar calor a la tierra. Entonces los días volvieron a tener su luz y el aire, el mar y los animales quedaron tranquilos, y los guanches contentos por la victoria de Achamán.
Guayota, como castigo a su maldad, fue encerrado por
Achamán en el interior de Echeyde, quién taponó su cráter para evitar que escape. Desde entonces, ahí permanece Guayota, en el interior de Echeyde, donde se le siente respirar próximo al cráter… La leyenda cuenta que hace mucho tiempo,antes de la conquista de Canarias por parte de la corona de Castilla en 1496 ,en Tenerife,el sol, Magec, brillaba tranquilo en lo alto del cielo, dando luz,calor y tranquilidad a la isla y a sus habitantes,los Guanches,un pueblo aborigen que adoraban al volcán Teide. Los guanches se dedicaban a la agricultura y la ganadería y creían en un dios bueno ,Achamán y en un demonio ,Guayota ,el maligno. Guayota vivía en el interior del volcán Echeyde y que durante mucho tiempo permaneció en su interior en el fuego inmenso .Un día , el cielo se volvió turbio y espeso y las nubes arremolinadas presagiaban que algo malo iba a suceder. Los animales andaban inquietos : los perros aullaban,los pájaros volaban en bandadas de un lado para otro como tratando encontrar un cobijo,incluso el mar estaba revuelto,era Guayota, que celoso del calor de Magec, dios de la luz y el sol lo secuestró llevándolo consigo al interior de Echeyde donde lo encerró en lo más profundo llevando toda su luz al interior .Fue así como el día se hizo noche y la penumbra y la oscuridad se apoderaron de la isla . Los guanches atemorizados por las tinieblas , la oscuridad de los días y el fuego de Guayota pidieron clemencia a su dios supremo , Achamán ,éste, dispuesto a ayudar al pueblo guanche y armado con sus poderosos rayos decidió poner fin a las tinieblas y rescatar a Magec de las profundidades de Echeyde. Se enfrentó a Guayota en una encarnizada lucha de rayos y fuego, la tierra tembló, se quebró y de Echeyde comenzó salir humo, lavas, azufres y escorias bajaban por sus laderas y encendían el cielo. La lucha duró varios días y los habitantes de la isla escucharon rugir la tierra, explosiones y vieron escupir fuego y piedras de la boca de Echeide, hasta que poco a poco Guayota perdía fuerza y tras varios días de completa oscuridad,explosiones y temor,finalmente, Achamán consiguió derrotarlo y tras encerrarlo en las entrañas del volcán taponó su cráter para evitar que escapara. Desde entonces Guayota permanece encerrado en el interior de Echeyde y Magec ilumina el mundo desde lo alto del cielo.
Para los guanches, Guayota era el diablo, el "maligno" que vivía dentro de Echeyde, o
Teide (3.715m) como lo llamamos nosotros ahora. Desde allí, por su boca, lanzaba lava y cenizas para recordar su presencia. Un día, Guayota trajo la oscuridad raptando a Magec, el dios del sol y de la luzPara los guanches, Guayota era el diablo, el "maligno" que vivía dentro de Echeyde Un día, Guayota trajo la oscuridad raptando a Magec, el dios del sol y de la luz para los guanches. Lo llevó hasta el interior de su montaña y no le permitió escapar, haciéndose súbitamente de noche en toda la isla. Las guanches acudieron a Achamán, el dios de los cielos, su divinidad más importante. Le pidieron que les ayudara a vencer a Guayota y así poder recuperar su luz y su vida. Achamán comenzó una lucha contra el Maligno. Durante días, las gentes que habitaban la isla de Tenerife escucharon rugir la tierra, sintieron poderosas explosiones y vieron escupir fuego y piedras por la boca de Echeyde. Tras días y noches de completa oscuridad, explosiones y temor, se hizo el silencio... ¡y Magec fue liberado, volviendo a brillar su luz en el cielo! Achamán tapó la boca de Echeyde para evitar así que Guayota pudiera salir de nuevo. Los guanches lo celebraron con gran alegría y desde entonces el Maligno sigue viviendo en las entrañas del volcán sin poder escapar de su interior. Únicamente puede olerse su fétida respiración al subir al Pico del Teide. Esta leyenda guanche representa perfectamente las consecuencias de una gran erupción volcánica en la cual las cenizas volcánicas tapan el sol y generan oscuridad y se producen temblores en la tierra y explosiones. A medida que la erupción baja de intensidad y termina, la luz del sol vuelve, al disminuir las emisiones de cenizas, se aprecian las nuevas formas del relieve, los nuevos conos volcánicos y la calma vuelve a reinar. Seguramente, esta leyenda cuente la última erupción del Teide, ocurrida hace unos 1.100-1.200 años, desde la perspectiva cosmológica de una población que la vivió y que la transmitió oralmente de generación en generación. Las coincidencias y variaciones después de tan largo tiempo pueden ser muchas, pero nos quedamos con su esencia. Si quieres retar al maligno Guayota, ascender el tapón puesto por Achamán, atreverte a caminar por la boca de Echeyde y sentir su respiración, te proponemos estas excursiones que llegan a la cima del Teide, 3.715 metros de altura. No dudes en contactar con nosotros. para los guanches. Lo llevó hasta el interior de su montaña y no le permitió escapar, haciéndose súbitamente de noche en toda la isla. Las guanches acudieron a Achamán, el dios de los cielos, su divinidad más importante. Le pidieron que les ayudara a vencer a Guayota y así poder recuperar su luz y su vida. Achamán comenzó una lucha contra el Maligno. Durante días, las gentes que habitaban la isla de Tenerife escucharon rugir la tierra, sintieron poderosas explosiones y vieron escupir fuego y piedras por la boca de Echeyde. Tras días y noches de completa oscuridad, explosiones y temor, se hizo el silencio... ¡y Magec fue liberado, volviendo a brillar su luz en el cielo! Achamán tapó la boca de Echeyde para evitar así que Guayota pudiera salir de nuevo. Los guanches lo celebraron con gran alegría y desde entonces el Maligno sigue viviendo en las entrañas del volcán sin poder escapar de su interior. Únicamente puede olerse su fétida respiración al subir al Pico del Teide. Esta leyenda guanche representa perfectamente las consecuencias de una gran erupción volcánica en la cual las cenizas volcánicas tapan el sol y generan oscuridad y se producen temblores en la tierra y explosiones. A medida que la erupción baja de intensidad y termina, la luz del sol vuelve, al disminuir las emisiones de cenizas, se aprecian las nuevas formas del relieve, los nuevos conos volcánicos y la calma vuelve a reinar. Seguramente, esta leyenda cuente la última erupción del Teide, ocurrida hace unos 1.100-1.200 años, desde la perspectiva cosmológica de una población que la vivió y que la transmitió oralmente de generación en generación. Las coincidencias y variaciones después de tan largo tiempo pueden ser muchas, pero nos quedamos con su esencia. Si quieres retar al maligno Guayota, ascender el tapón puesto por Achamán, atreverte a caminar por la boca de Echeyde y sentir su respiración, te proponemos estas excursiones que llegan a la cima del Teide, 3.715 metros de altura. No dudes en contactar con nosotros.