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PROPIEDAD PRIVADA

ALUMNO
GUEVARA ABARCA AMAURY DANIEL

INSTITUCIÓN, MATERIA Y GRUPO


CENTRO UNIVERSITARIO DE TONALÁ – DERECHO AGRARIO – 8. º C

DOCENTE
SANDRA SOFÍA HERNÁ NDEZ REYES

31/10/2022
Guevara Abarca Amaury Daniel

PROPIEDAD PRIVADA

Tierras agrícolas, ganaderas y agropecuarias

La Ley Agraria se encarga de definir lo que son las tierras agrícolas, ganaderas y
agropecuarias, de esta forma podemos rescatar los conceptos de la siguiente manera.

Las tierras agrícolas se refieren a los suelos utilizados para el cultivo de vegetales, cabe
mencionar que también se reputan como agrícolas aquellas tierras rústicas que no se
dediquen efectivamente a alguna otra forma de actividad económica. Este tipo de tierra se
toma en cuenta como pequeña propiedad agrícola cuando no excede los siguientes límites o
equivalencias:

1. 100 hectáreas si se destina a cultivos distintos de los señalados a continuación;

2. 150 hectáreas si se destina al cultivo de algodón;

3. 300 hectáreas si se destina al cultivo de plátano, caña de azúcar, café, henequén, hule,
palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales.

En las situaciones en que una misma persona sea propietaria de tierras agrícolas de distinta
clase o las destine a diferentes cultivos, se sumarán todas conforme a sus equivalencias y el
cultivo respectivo.

Las tierras ganaderas se definen como los suelos utilizados para la reproducción y cría de
animales mediante el uso de su vegetación, ya sea natural o inducida. De acuerdo con el
coeficiente de agostadero ponderado de la región, la vegetación no debe exceder de la
necesaria para mantener hasta 500 cabezas de ganado mayor o su semejante en ganado
menor; todo esto en concordancia con las equivalencias publicadas por la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, tiene


facultad para expedir certificados en los que se conste la clase o coeficiente de agostadero
de las tierras, esto siempre a solicitud del propietario o poseedor el predio en cuestión.

Por último, la Ley Agraria define a las tierras forestales como aquellos suelos utilizados para
el manejo productivo de bosques o selvas; sean estas de cualquier superficie que no exceda
de las 800 hectáreas.

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Pequeña propiedad

La pequeña propiedad individual es un tipo de superficie de tierras agrícolas, ganaderas o


agropecuarias cuya propiedad recae en un solo individuo y no exceda los límites permitidos
por la ley.

Este concepto va estrechamente de la mano con las tierras agrícolas, ganaderas y


agropecuarias, pues son estos tres los tipos de actividad que constituyen el destino de las
pequeñas propiedades individuales. Por ende, es preciso reiterar los tipos de tierras:

1. Las tierras agrícolas serán aquellos suelos que se utilicen para el cultivo de vegetales.

2. Las tierras ganaderas serán aquellos suelos utilizados para la producción y cría de
animales por medio del uso de su vegetación, independientemente de si esta es natural o
inducida.

3. Las tierras agropecuarias (anteriormente denominadas como forestales) son aquellos


suelos que se utilicen para el manejo productivo de bosques o selvas.

Mejoramiento y cambio de calidad

En cuanto al mejoramiento y cambio de calidad sobre la pequeña propiedad individual,


podemos destacar algunas disposiciones relativas a los distintos tipos de tierra.

En primer lugar, las pequeñas propiedades ganaderas pueden seguir considerándose como
tales aun cuando su suelo se destine para uso agrícola, para estos efectos será necesario
que las tierras dedicadas a tal fin hubiesen sido mejoradas y se cumpla con las siguientes
reglas.

1. La producción obtenida de la superficie destinada a uso agrícola se utiliza a su vez para la


alimentación de ganado.

2. Las tierras dedicadas a uso agrícola, sin fines de alimentación de ganado, no excede las
superficies señaladas en el artículo 117 de la Ley Agraria. Para este caso, el límite a aplicar
será el correspondiente a la clase que tenían tales tierras antes de la respectiva mejora.

También es preciso mencionar que podrán continuar en el primer supuesto mencionado con
anterioridad aquellos que mantengan como mínimo el número de cabezas que correspondan
al coeficiente de agostadero anterior a la mejora y comercien con los excedentes de los
productos que se obtengan debido a las mejoras realizadas.

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Por otra parte, los vegetales que se obtengan de forma espontánea en tierras ganaderas,
podrán comercializarse sin que por tal motivo se comprendan a tales tierras y se les
denomine como de uso agrícola.

Como regla final tenemos que aquellas tierras agropecuarias que antes eran pequeña
propiedad ganadera, seguirán considerándose como pequeña propiedad aún si esta rebasa
las 800 hectáreas.

En los casos en que las tierras excedan la extensión de la pequeña propiedad individual,
deberán de ser fraccionadas y enajenadas de acuerdo con lo dispuesto por la normativa
procesal aplicable de la entidad federativa en cuestión. El art. 27 de la CPEUM dispone
además que cuando la enajenación de excedentes en pública almoneda se hagan dos o más
ofertas iguales, tendrán preferencia, en el siguiente orden:

1. Núcleos de población colindantes a las tierras de cuya enajenación se trate.

2. Municipios en que se localicen los excedentes.

3. Entidades federativas en que se localicen los excedentes.

4. La Federación.

5. Los demás oferentes.

Sociedades accionarias titulares de tierras rústicas de propiedad privada

La Ley Agraria estipula que lo dispuesto respecto a las sociedades propietarias de tierras
agrícolas, ganaderas o forestales es aplicable a las sociedades mercantiles o civiles que
sean propietarias de alguno de esos tres tipos de tierras.

De igual forma, es aplicable a las sociedades que se constituyan con la participación de


ejidos o comunidades, aportando tierras para la constitución de las sociedades, esto en
términos del artículo 125, vinculado a los artículos 75 y 100 de la propia Ley Agraria, con la
única excepción de los casos en que las sociedades se dediquen a actividades distintas de
las agrícolas, ganaderas o agropecuarias.

Habiendo mencionado las disposiciones legales aplicables a este tipo de sociedades, es


procedente ahora entrar un poco en lo que nos dice la doctrina.

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Aguilar Molina se pronuncia respecto al respecto sobre las sociedades mercantiles y civiles
propietarias de tierras agrícolas y determina que estas se encuentran sujetas a las
disposiciones de la ley de su fuente, incluyendo a:

• Ley General de Sociedades Mercantiles

• Códigos Civiles aplicables en las esferas Federal o Estatal

• Ley Agraria

• Ley de Inversión Extranjera

Este tipo de sociedades pueden ser consideradas como sociedades de fin específico, dado
que es la ley agraria la que establece las especificaciones relacionadas al objeto social, a la
vigilancia de la sociedad, la tenencia accionaria y derechos especiales en caso de
liquidación, dependiendo del origen de la tierra, sea esta de uso común o de dominio pleno.

En cuanto a lo determinado por Molina, se destaca que el objeto social de estas sociedades
se limita a la producción, transformación o comercialización de productos agrícolas,
ganaderos o forestales y a los demás actos accesorios que sean necesarios para el
cumplimiento de tal objetivo.

El capital social debe hacer una distinción de una serie especial de acciones o partes
sociales que sean identificadas con la letra T, lo cual será semejante al capital aportado en
tierras agrícolas, ganaderas o agropecuarias, o bien, a la adquisición de las mismas según el
valor de las tierras.

Las limitaciones que la Ley establece para con las sociedades mercantiles o civiles son
claras, estas sociedades no podrán tener en su haber tierras agrícolas, ganaderas o
agropecuarias cuya extensión supere a lo equivalente a 25 veces los límites de la pequeña
propiedad individual:

1. 100 hectáreas si se destina a cultivos distintos de los señalados a continuación;


2. 150 hectáreas si se destina al cultivo de algodón;
3. 300 hectáreas si se destina al cultivo de plátano, caña de azúcar, café, henequén, hule, palma,
vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales.
Además, en la sociedad deben participar tantos individuos como veces que se rebasen las
tierras de la sociedad los límites de la pequeña propiedad individual. Para estos efectos es
tomada en cuenta la participación de cada individuo, sea esta de forma directa o por medio
de otra sociedad.

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BIBLIOGRAFÍA
• GÓNZALES NAVARRO, Gerardo N. Derecho Agrario. (2013) México: Editorial Oxford.

• Ley Agraria [LA]. Arts. 115 – 133. 26 de febrero de 1992 (México).

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