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CAPITULO 1 IDEA CLAVE 1

El uso del termino competencia es una consecuencia de la necesidad de


superar una enseñanza que en la mayoría de los casos se ha reducido al
aprendizaje memorístico de conocimientos, hecho que conlleva la dificultad
para que estos puedan ser aplicados en la vida real.

¿Por qué tenemos que hablar de competencias?


Al principio de la década de los setenta y en el ámbito de las empresas surge
el termino competencia para designar aquello que caracteriza a una persona
capaz de realizar una tarea concreta de forma eficiente.
No mucho mas tarde estas ideas empiezan a ser utilizadas en el sistema
escolar, inicialmente en los estudios de formación profesional, para a
continuación extenderse de forma generalizada al resto de etapas y niveles
educativos.

Saber por saber o saber para saber hacer


La formación inicial y permanente de la mayoría de las profesiones se ha
centrado y reducido al aprendizaje de unos conocimientos por encima de las
habilidades para el desarrollo de la profesión.
Las pruebas y los criterios de evaluación de la mayoría de los exámenes y
oposiciones propician el carácter disociado entre teoría y practica ya que el
alumno memoriza el temario con el fin de desarrollar los conocimientos
adquiridos para pasar la prueba y no para poder aplicarlos.
El valor de saber por sí mismos ha determinado y determina las
características de los sistemas educativos y la preeminencia de la teoría sobre
la práctica, especialmente en los países de tradición católica que herederos
de los principios de la contrarreforma están condicionados por un fuerte
componente filosófico de rais platónica, al considerar la preexistencia de las
ideas sobre la realidad.
EL saber escolar al servicio del saber universitario
La concepción del sistema escolar de carácter claramente propedéutico u
selectivo ha hecho que se entienda la enseñanza como un recorrido de
superación de etapas sucesivas mediatizada cada una de ellas por las
demandas de la etapa superior.
Esta dinámica educativa, basa en la superación de niveles, determina que los
contenidos prioritarios de la enseñanza no son aquellos que han de
desarrollar todas las capacidades del ser humano si no los necesario para
superar las pruebas de acceso a la universidad.
Hoy sabemos que el aprendizaje de la mayoría de los contenidos es una tarea
ardua en la que simple memorización de enunciados es insuficiente para su
comprensión y que la transferencia y aplicación del conocimiento adquirido a
otras situaciones distintas solo es posible si, al mismo tiempo, se ha llevado
acabo las estrategias de aprendizaje necesarias para que dicha transferencia
produzca.

Competencias y transformación del sistema escolar.


Los niveles de exigencia que deben introducirse en la enseñanza son tres:
La conversión a competencias de los contenidos tradicionales, básicamente
de carácter académico; la necesidad de formación profesionalizador, y la
decisión de una enseñanza orientada a la formación integral de las personas.
La conveniencia de la introducción en la enseñanza del termino competencia,
se manifiesta, al menos en tres niveles de exigencia cada uno de ellos con
distinto frado de revisión de los currículos tradicionales. Es decir, lo que
interesa es que el alumno sepa utilizar en contextos variados los
conocimientos de las distintas materias convencionales, lo que interesa es la
capacidad de aplicar este conocimiento a la resolución de situaciones o
problemas reales.
El segundo grado de aplicación del termino de competencias en la enseñanza
es el que proviene de la necesidad de formación profesionalizador.
Por ultimo el nivel mas alto de exigencia para el sistema escolar corresponde
a una enseñanza que orienta sus fines hacia la formación integral de las
personas.

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