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ESTUDIANTES:
KATERINE FERNÁNDEZ DURAN
ÁNGELA DANIELA RANGEL PRADO
GISELLE MARÍA MOSQUERA RUIZ
SINDY PATRICIA CALCETA MOLINA
YERLYS ANDREA SEPÚLVEDA CÁRDENAS
DOCENTE:
CONTAMINANTES FÍSICOS
En este apartado hablaremos de los tres tipos de energía que pueden estar presentes
en el puesto de trabajo en interaccionar con el individuo:
Mecánica (ruido y vibraciones)
Térmica (calor y frio)
Electromagnética (radiaciones ionizantes y no ionizantes)
Ruido
Es la sensación auditiva inarticulada, generalmente desagradable. En el medio
ambiente, se define como todo lo molesto para el oído o, más exactamente, como todo
sonido no deseado.
¿Cómo podemos actuar en el puesto de trabajo para reducir el nivel de ruido peligroso?
Actuaremos sobre la fuente emisora, sobre el medio y sobre el trabajador.
Vibraciones
Los efectos que las vibraciones provocan en el organismo son diferentes en función de
su frecuencia.
Estrés térmico
Cuando queremos evaluar la agresividad térmica del medio laboral debemos tener en
cuenta el calor y la actividad física que desarrolla el trabajador. La actividad genera
calor, de forma que un trabajo que requiera una actividad física vigorosa, si se realiza
en unas condiciones de alta temperatura, precisará una serie de medidas preventivas
que protejan al trabajador.
Las medidas preventivas en este caso son: pausas, ropa y calzado impermeables,
guantes, evitar corrientes y humedad, lugares de recuperación, bebidas templadas y
dulces, dieta adecuada...
Radiaciones
Radiación ionizante
Son aquellas radiaciones con energía suficiente para ionizar la materia, extrayendo los
electrones de sus estados ligados al átomo.
Los residuos radiactivos que se generan en las centrales nucleares, en los hospitales,
en los centros de investigación y en la industria se clasifican en dos grandes grupos:
El ciclo completo del uranio, desde la mina hasta la central nuclear y el almacén
de residuos, es gestionado por la empresa nacional del uranio (ENUSA) y la
empresa nacional de residuos radiactivos (ENRESA).
La gestión de los residuos radiactivos es responsabilidad de la empresa pública
ENRESA.
El efecto causado por la radiación en el organismo puede ser:
Control de las dosis recibidas por los trabajadores de las centrales nucleares y
de las instalaciones radiológicas.
Emisión de los carnés radiológicos de los trabajadores. Control de la historia
dosimétrica de cada trabajador.
Implantación práctica del principio ALARA según la cual las dosis recibidas por
los trabajadores profesionalmente expuestos deben mantenerse tan bajas como
sea posible y siempre por debajo de los límites establecidos por la legislación.
Autorización de servicios de dosimetría personal. La lectura de los dosímetros es
realizada por instituciones expresamente autorizadas y controladas por el
Consejo de Seguridad Nuclear, que es el que establece, además, los requisitos
técnicos y administrativos que deben satisfacer esas entidades.
Concesión de las licencias correspondientes, contempladas en nuestra
legislación, a las personas encargadas de dirigir y operar la instalación
radiológica.
Puede ser de supervisor o de operador, según la función y responsabilidad. Los
conocimientos que se requieren se relacionan con la seguridad y protección
radiológica, tanto en general como del tipo de instalación en la que van a
trabajar.
Proponer en cualquier momento y según criterios de seguridad, la paralización
de la actividad de la instalación.
Control y vigilancia de todas las instalaciones ya sean nucleares, radioactivas,
de uso médico o industrial, garantizando su adecuación a criterios de seguridad
Supervisar las medidas de protección radiológica del público y del medio
ambiente.
Controlar y vigilar las descargas de materiales radiactivos al exterior de las
instalaciones y su incidencia en su zona de influencia.
Controlar y vigilar la calidad radiológica del medio ambiente en todo el territorio
nacional. Para ello dispone de una red de estaciones automáticas de medición
repartidas por toda España.
100 mSv para todo periodo de cinco años consecutivos, siendo la dosis
efectiva máxima en un año oficial 50 mSv.
El límite de dosis equivalente para el cristalino se establece en 150 mSv por
año oficial y para la piel, manos, antebrazos, pies y tobillos en 500 mSv por
año oficial.
Límite para el público: 1 mSv por año oficial.
Radiaciones no ionizantes
Tipos: UVA, UVB y UVC. Los que se consideran perjudiciales para la salud son los
UVB, pues son penetrantes, traspasan la atmósfera aunque se vean amortiguados por
ella y son los causantes de lesiones dérmicas de variada gravedad.
C) Radiación infrarrojas
Parte del espectro de radiación no ionizante comprendida entre las microondas y la luz
visible.
D) Láser
Cuatro grandes clases de riesgo, de la uno a la cuatro. Los láseres de clase uno no
pueden emitir radiación láser potencialmente peligrosa y no suponen ningún riesgo
para la salud. Las clases dos a cuatro entrañan un riesgo creciente para los ojos y la
piel.