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Cultivo de frutales

Cultivo de frutales_25275 / ABC Color

Ing. Fritz Rheineck

El cultivo de frutales en combinación con nuestras hortalizas nos permite disponer de una variedad más
amplia de alimentos a un menor costo. Además, los frutales, bien seleccionados y apropiadamente
distribuidos en nuestra huerta, nos permitirán gozar de elementos que proporcionan sombra y
protección contra vientos sin costo adicional a la producción y del que además podemos obtener otros
beneficios.

La acerola

La acerola es un arbusto perteneciente a la familia de las Malpighiaceae, su nombre es Malpighia


emarginata, es originaria de las Antillas; y debido a que nuestro clima es favorable para su desarrollo,
podemos beneficiarnos de sus propiedades alimenticias y disfrutar de su delicioso sabor.

La apariencia de su fruta es la de una pequeñísima manzana, por lo que en nuestro país se la conoce
como manzanita; pero no nos dejemos engañar por la apariencia, ya que la acerola es una fruta ácida. No
existe otro fruto que contenga un mayor aporte de vitamina C. Se calcula que contiene 100 veces más
vitamina C que la naranja, por lo que es muy valorada por su propiedad antioxidante. Es también muy
rica en vitamina A, hierro y calcio.

Puede ser consumida fresca, o bien como jugo, jalea, dulce, helados, gelatina, etc.

Características

Es un arbusto de 2 a 5 m de altura, con un tallo tortuoso, corteza rugosa, madera blanca y ligera. 

Posee un fruto subglobuloso, de superficie lisa, sensiblemente trilobulada, dispuesto de a uno o incluso
tres o cuatro por axilas foliares, con pedúnculos cortos; posee tres semillas.

El tamaño del fruto varía de 1 a 2.5 cm con un diámetro de 1 a 4 cm y un peso de 2 a 15 g. Su coloración


va variando según su estado de desarrollo, desde verde en su inicio, cambiando a tonos amarillos y rojos.

Durante la maduración se produce un descenso en el contenido de vitamina C. Los frutos verdes


presentan mayor contenido en vitamina C que los maduros.
La composición de los frutos y de sus productos varía según las condiciones climáticas (lluvias,
disponibilidad de nutrientes del suelo, variación de la temperatura), el tratamiento del cultivo, la
localización geográfica, la aplicación de pesticidas, el estadío de la maduración o el procesado y
almacenamiento.

Cultivo

La acerola prefiere más bien suelos francos, por lo que si nuestro suelo es algo arcilloso, deberemos
prever sistemas de drenaje para evitar el exceso de agua. Necesita una cantidad regular de agua, por lo
que tanto el exceso como la falta afectan a la calidad del fruto. 

El riego debe realizarse tomando en cuenta las condiciones climáticas, dándole a la planta lo que ha
perdido a causa de la evapotranspiración, más sus requerimientos.

La propagación puede ser sexual (por semilla) o asexual (por estaca). Las semillas poseen muy bajo
poder de germinación, por lo que cuando las sembramos, necesitamos colocar de 4 a 5 semillas por
hoyo. Puede realizarse siembra directa o en semillero.

Para la propagación vegetativa o asexual, se toman las estacas de dos tipos de herbáceas, semileñosas o
leñosas, tomando en cuenta la época de la retirada de las mismas. Las temperaturas bajas favorecen el
enraizamiento, por lo que es conveniente hacerlo en esos meses. En un periodo de 4 a 5 meses desde la
siembra de la estaca, se encontrará lista a ser plantada en el campo definitivo.

Es importante la desinfección del suelo antes de la siembra.

La distancia de plantación definitiva por lo general es 4 x 3.5 metros.

El trasplante se realiza cuando la plantita alcanza de 30 a 40 cm de altura y es bueno tutorarla para


orientar su crecimiento.

En cuanto a las podas, es conveniente realizarlas para retirar el exceso de ramas, con el propósito de
airear la parte interna de la copa.

Cosecha

La producción comienza a los 1 ó 2,5 años después de plantado y su período de fructificación es de 3 a 7


veces al año. Cada planta produce cerca de 20 a 30 kg de frutos anualmente.

La cosecha se realiza de forma manual, evitando encimar demasiadas capas de frutas, ya que la rapidez
en su maduración hace frágil su piel, por lo que cualquier daño mecánico provoca su ruptura con
facilidad iniciándose la fermentación de la pulpa. 

Las acerolas maduras mantenidas a temperatura ambiente se deterioran en 4 - 5 días y las verdes y
semimaduras en 6 - 7 días.

Elaboro una ficha técnica para la acerola completando los siguientes datos:

Nombre: ___________________________________________
Origen:____________________________________________
Suelo favorable:_____________________________________
Riego:_____________________________________________
Propagación:_______________________________________
Distancia de siembra:________________________________
Producción anual:__________________________________
Cuidados culturales:__________________________________
Modo de consumo:__________________________________
Propiedades:_______________________________________

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