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Institución Educativa PNP CABO G.C.

“TEODOSIO ESTEBAN FRANCO GARCIA”


Nivel de Educación : SECUNDARIA Grado : 2° AÑO
Área Curricular : EDUCACIÓN RELIGIOSA SECCION: “A” – “B”

TEMA: EL EVANGELIO DE LA VIDA: ACTUALES AMENAZAS A LA VIDA


HUMANA
Empezamos nuestra actividad con la siguiente petición:

Señor te damos gracias por este nuevo, te pedimos a ti virgen María que te
veneramos en este mes nos cuides, cures y bendigas como a tus hijos y que
al ejemplo tuyo alcancemos la salvación Roguemos al Señor/ Te lo pedimos
señor
TODOS: REZAMOS EL AVE MARÍA

VEREMOS EL SIGUIENTE VIDEO – AUDIO

https://www.youtube.com/watch?v=atvqEWZLnBw

PROCESO – JUZGAR
Hablaremos sobre el video y realizaremos algunas preguntas a los estudiantes, para poder realizar un dialogo entre nosotros.
Según el video 1.- ¿Qué es la vida humana? ¿Por qué debemos defender la vida humana? ¿Desde cuándo es sagrada la vida
humana? ¿Desde cuándo debemos defender la vida? ¿Nuestra vida humana nos pertenece? ¿Cómo atentamos contra la vida?
¿Quién es el dueño de nuestra vida? ¿Desde cuándo se debe respetar la vida? ¿Qué es el sufrimiento?

Leemos y reflexionemos
 Hech 3,15
¿A qué nos llama la lectura?
 Hech 17, 25
¿A qué nos llama la lectura?

PROFUNDIZACIÓN
REFLEXIONO

LA VIDA HUMANA: DON DE DIOS


La vida humana ha de ser respetada porque es sagrada. Desde el comienzo supone la acción creadora de Dios y permanece
para siempre en una relación especial con el Creador, su único fin. Sólo Dios es dueño de la vida humana; a los hombres le
corresponde respetarla en sí mismo y en los demás. Por ello el hombre creado a imagen y semejanza de Dios tiene el derecho a la
vida desde el momento de la “concepción” hasta la muerte, ya que lo contrario contradice y atenta contra la dignidad de la persona
y a la santidad de nuestro Padre. Por ello la defensa de la vida humana se fundamenta en el hecho de que el hombre es imagen
de Dios. A nadie le es lícito destruir directamente a un ser humano inocente, porque es gravemente contrario a la dignidad de la
persona y a la santidad del Creador. «No quites la vida del inocente y justo» (Ex 23, 7). Jesús nos enseñó en el Sermón de la
Montaña que, además del respeto a la vida, el cristiano tiene el deber de rechazar el odio, la venganza, la ira, el rencor… y todas
aquellas actitudes que se oponen al mandamiento del amor. (Mt.5,21-26).
La Iglesia inspirándose en la palabra y el mensaje de Cristo, proclama que Él es el “Señor de la Vida” y reclama la defensa
de la vida digna para todos. La vida exige una convivencia pacífica, fraternidad, comunión y para ello es necesario el respeto a la
vida, a la persona, la igualdad y la justicia. Además tenemos que tomar en cuenta los siguientes criterios evangélicos:
· Cuidar nuestro cuerpo en cuanto a salud física y psicológica.
· Defender la vida frente a cualquier amenaza.
· Practicar el amor y la caridad para superar las dificultades perfeccionando la justicia, la paz y respetando la vida humana.
Uno de los bienes mayores de la humanidad, es la posibilidad de transmitir la vida. El hombre ha sido creado a imagen y
semejanza de Dios, varón y mujer para ser fecundos, transmitir vida y dominar el Universo (dignidad humana incomparable y
respetada).La unión entre el hombre y la mujer debe estar impregnada de un amor profundo y santificado por el Sacramento del
Matrimonio y tiene como fin la prolongación de la vida, en los hijos. Por ello nuestra misión es salvaguardarla.
EL QUINTO MANDAMIENTO PROHÍBE LAS SIGUIENTES ACCIONES, COMO GRAVEMENTE CONTRARIOS A LA
LEY MORAL:
• El homicidio directo y voluntario y la cooperación al mismo. Es la eliminación del hombre de manera intencionada y sin causa.
La pena de muerte, es el castigo que impone la sociedad al hombre por haber cometido un delito.
• El homicidio involuntario no es moralmente imputable, aunque en algunos casos puede haber responsabilidad moral (chofer
ebrio que atropella un peatón).
• La pena de muerte, en la sociedad moderna cuenta con medios
• eficazmente probados para reprimir los crímenes sin llegar a ese extremo.
• La legítima defensa de la propia vida, pero mediante medios proporcionados y no se puede evitar.
• El aborto directo, querido como fin o como medio, así como la cooperación al mismo, bajo pena de excomunión, porque el ser
humano, desde el instante de su concepción, ha de ser respetado y protegido de modo absoluto en su integridad. Es un crimen
abominable, merece la excomunión. Por eso la Iglesia prohíbe también los Métodos Anticonceptivos Artificiales, como el D.I.U., el
espiral, y ciertas píldoras que son “micro abortivas”. La Doctrina de la Iglesia manifiesta que la vida humana debe ser protegida
desde el momento de la fecundación, por lo tanto su provocación es inmoral y es una violación a la Ley de Dios.
• La eutanasia directa (deriva de dos términos griegos “eu” bueno y “tanatos” muerte, es decir, “buena muerte” o “muerte
dulce”), que consiste en poner término, con una acción o una omisión de lo necesario, a la vida de las personas discapacitadas,
gravemente enfermas o próximas a la muerte. Puede ser de dos tipos: activa (autoeutanasia) y pasiva (otra persona). Desde el
punto de vista ético y cristiano es inadmisible, porque nadie puede recurrir a tratamientos extraordinarios, ya que la vida sólo a
Dios le pertenece.
• La distanasia (también es conocida como encarnizamiento o ensañamiento terapéutico, pues no tiene en cuenta los sufrimientos
del moribundo) es el empleo de todos los medios posibles, sean proporcionados o no, para retrasar el advenimiento de la muerte,
a pesar de que no haya esperanza alguna de curación. Es, por tanto, lo contrario a la eutanasia.
• El suicidio y la cooperación voluntaria al mismo, en cuanto es una ofensa grave al
justo amor de Dios, de sí mismo y del prójimo. Es quitarse voluntariamente la vida,
puede ser el último y final signo de desesperación, de desconfianza de Dios, puede ser
una rebelión destructiva contra Dios, sin embargo, Él como dueño de la vida, es el único
que puede determinar cuando ha de acabar. Por lo que se refiere a la responsabilidad,
ésta puede quedar agravada en razón del escándalo o atenuada por particulares
trastornos psíquicos o graves temores.
• Además nos prohíbe el uso de alcohol, drogas, mutilaciones, etc. El respeto a la
salud física y mental de la persona humana.
• El escándalo, que consiste en inducir a otro a obrar el mal, se evita respetando el
alma y el cuerpo de la persona. Pero si se induce deliberadamente a otros a pecar
gravemente, se comete una culpa grave.
• La guerra si esta tiene fundamentación sólida (ineficacia de toda alternativa
pacífica).
• Infanticidio que es quitar la vida a un bebe ya nacido o al feto que podría sobrevivir
fuera del vientre materno.
• Otros son: Torturas, terrorismo, venta de armas, huelga de hambre, etc.
AGRESIONES A LA NATURALEZA Y A LA VIDA
Es una de las más graves y sorprendentes contradicciones: el interés por la vida, por la naturaleza, por el desarrollo
sostenible, por el medio ambiente y, al mismo tiempo, una increíble agresión a la vida. Mientras no se ponga en el centro al hombre
y se tengan en cuenta los "derechos de Dios" sobre la creación, muy limitadas son las esperanzas acerca de la solución de la crisis
ecológica.
Siguen produciéndose armas bacteriológicas y químicas capaces de una destrucción masiva de personas y de un increíble
efecto devastador en la naturaleza. Crece la deuda de los países más pobres y no tienen casi más remedio que esquilmar sus
recursos naturales. Añádase a todo esto un consumismo descontrolado, que pasa por encima de cualquier límite moral, con tal de
satisfacer los propios caprichos. Se instrumentaliza la tierra y la vida en favor del propio gusto y capricho.
Manipulación genética, investigación embrionaria sin ética alguna. El aborto y la eutanasia son una verdadera y agresiva
plaga, que afecta a lo más apreciado y valioso de la creación: el hombre. "Para salvaguardar la naturaleza no basta intervenir con
incentivos o desincentivos económicos, y ni siquiera basta con una instrucción adecuada. Éstos son instrumentos importantes, pero
el problema decisivo es la capacidad moral global de la sociedad.
Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se hace artificial la concepción, la gestación y el nacimiento
del hombre, si se sacrifican embriones humanos a la investigación, la conciencia común acaba perdiendo el concepto de ecología
humana y con ello de la ecología ambiental

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