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La pandemia que estamos viviendo deja una huella de sufrimiento e incertidumbre y pone en
cuestión tantas seguridades y comportamientos que hasta ahora han marcado nuestra vida. Es
una realidad que nos interpela como personas y también como cristianos. Surgen preguntas
sobre el porqué de lo ocurrido, como si buscáramos un culpable. Pero este camino no nos
conduce a una respuesta adecuada. Ante esta realidad cabe preguntarse: ¿qué haremos? ¿Qué
responsabilidades tenemos? ¿Qué exigencias marcan esta hora?
Tercera encíclica del Papa Francisco,
después de Lumen
fidei (2013) y Laudato si’ (2015).
CARTA ENCÍCLICA
Nos preguntamos
De la pandemia COVID 19, ¿qué podemos aprender del mal para bien, desde esta
perspectiva que presenta la encíclica sobre ‘la fraternidad y la amistad social’?
El aislamiento, no; cercanía, sí. Cultura del enfrentamiento, no; cultura del
encuentro, sí (FT 30). ¿Qué ejemplos de injusticia ve que se repiten en nuestra
sociedad actual? ¿Cómo fomentar una solidaridad que busque continuamente la
justicia en nuestras comunidades?
El Papa cita en el capito 10 del Evangelio de Lucas, la parábola del Buen Samaritano. Un icono iluminador ,
capaz de poner de manifiesto la opción de fondo que necesitamos tomar para reconstruir este mundo que
nos duele y lamenta que la humanidad sigamos siendo analfabetos en acompañar, sostener, cuidar a los más
débiles de nuestras sociedades.
El determinismo
La Sociedad tiende a desatenderse de los demás
o fatalismo
pretenden El mundo permite Asistimos a una
justificar la la Exclusión desidia social y
indiferencia. política
Nos preguntamos
¿Quiénes son hoy los prójimos más abandonados, aquellos ante los que
solemos pasar de largo? Podemos pensar en ejemplos concretos que
conozcamos, cercanos o lejanos a nosotros.
El papa Francisco dice que la paz real y duradera solo es posible “desde una ética global de solidaridad y cooperación al
servicio de un futuro plasmado por la interdependencia y la corresponsabilidad entre toda la familia humana” (FT 127)
Nos preguntamos
Ante estas realidades el papa Francisco nos recuerda que todos los creyentes necesita
¿nuestras sociedades son abiertas, nos integran a todos?
El papa empieza a concretar distintos ámbitos donde aplicar eso de todos hermanos: “si no es solo una
abstracción, nos plantea una serie de retos que nos descolocan” (FT 128). En concreto aquí va a hablar de
las migraciones y de las relaciones de cooperación entre los países.
Nos preguntamos
En esta época de globalización, ¿en qué avanzamos y en qué estamos retrocedi
La fraternidad entre pueblos y naciones solo es posible desde la mejor política puesta al servicio del verdadero bien
común (FT 154). Sin embargo, advierte Francisco, hay visiones políticas que dificultan la gestación de un mundo abierto a
todos y desprecian a los débiles (FT 155). Más adelante reclama la necesidad de que la economía esté gobernada por el
poder político internacional siguiendo criterios de justicia y solidaridad (FT 170-175). Al final del capítulo llama a encarnar
una verdadera caridad social y política, una noble forma de amar eficazmente a los hermanos a la que todos estamos
llamados (FT 180).
¿ ?
Nos preguntamos
¿En qué hechos concretos de tu municipio, de tu país o de tu mundo
descubres visiones políticas populistas o liberales que dificultan la
construcción de un mundo de hermanos?, ¿Qué experiencias conocemos
de buena política en nuestro entorno cercano?
Comenta Francisco en este capítulo que “hablar de la cultura del encuentro significa que como pueblo nos apasiona intentar
s”. El dialogo necesita ser enriquecido por razones, por argumentos racionales, por aportes de diversos saberes y puntos de vista y que no excluye l
¿?
COMO SI LOS POBRES NO EXISTIERAN. “La gran pandemia se ceba con los pobres. El combate contra la
pandemia, la recesión y el cambio climático deja un cuarto frente de suma gravedad, la pobreza. → “Cuando un sector de la so
Nos preguntamos
¿Cómo se manifiesta en nuestro entorno la falta de amistad y diálogo social?
¿Conoces alguna otra experiencia más cercana en la que la propia Iglesia, como institución, dé ejemplo en este ámbito de la esc
En este capítulo el papa propone algunas líneas en torno a la superación de conflictos sociales, y en concreto de aquellos
an estos puntos: el Congo, Colombia, Sudáfrica, Mozambique, Corea del Sur, Sri Lanka, Albania, Israel, Hiroshima, Croacia. La reparación de las herid
Nos preguntamos
¿Cómo puede usted trabajar por una justicia que empieza por sanar la herida de racismo en
su comunidad?, ¿En qué medida podemos contribuir en nuestro entorno más cercano a la tranquilida
En esta última parte, el papa Francisco nos presenta las distintas religiones a partir de la
valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, y cómo estas
ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad humana y la defensa de la
justicia en la sociedad. Miremos nuestro mundo…
Nos preguntamos
¿Qué ejemplos encontramos en nuestro entorno cercano donde actitudes de
intolerancia, intento de imponer los propios intereses o la propia opinión están
generando discordias, alejamiento y falta de fraternidad?, ¿Quién es tu inspiración
que trabaja por la justicia y paz? ¿Qué parte de su vida y trabajo te inspira a crear
una sociedad en donde todos pueden prosperar?
Respondemos las preguntas propuestas por cada uno de los 8 te
DIÁLOGO, RESPETO, DEMOCRACIA,
CORRESPONSABILIDAD Y
PARTICIPACIÓN ACTIVA, SON
CARACTERÍSTICAS DE NUESTROS
DIÁLOGOS EN COMUNIDAD
Selecciona una de las frases del Papa Francisco y escribe la Re
Teniendo en cuenta los temas propuestos en la Ponencia e iluminados por la Fra
Se te pide que puedas reconocer actitudes de sombras y Luz en tu vida
En comunidad elabora tu compromiso para vivir el Rezo del
Rosario Misionero
Oración al Creador
Señor y Padre de la humanidad, que creaste a todos los seres humanos con la
misma dignidad, infunde en nuestros corazones un espíritu fraternal.
Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.
Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno,
sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras.
Que nuestro corazón se abra a todos los pueblos y naciones de la
tierra, para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno,
para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas
compartidas.
Dios nuestro, Trinidad de amor, desde la fuerza comunitaria de tu intimidad
divina derrama en nosotros el río del amor fraterno.
Danos ese amor que se reflejaba en los gestos de Jesús, en su familia de
Nazaret y en la primera comunidad cristiana.
Concede a los cristianos que vivamos el Evangelio y podamos reconocer a
Cristo en cada ser humano, para verlo crucificado en las angustias de los
abandonados y olvidados de este mundo
y resucitado en cada hermano que se levanta.
Ven, Espíritu Santo, muéstranos tu hermosura reflejada en todos los pueblos
de la tierra, para descubrir que todos son importantes,
que todos son necesarios, que son rostros diferentes de la misma humanidad
que amas.
Amén.