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El sistema Bedaux fue un método creado en el siglo XX para maximizar la producción industrial mediante la sincronización del tiempo de cada operación de un trabajador y estableciendo metas de producción. Se usó en varias industrias en los años 1930, incluyendo Fiat en Italia, pero también generó protestas de trabajadores. A principios de los 1930, Rover en el Reino Unido quiso implementarlo pero provocó una huelga cuando despidió a 150 mujeres trabajadoras.
El sistema Bedaux fue un método creado en el siglo XX para maximizar la producción industrial mediante la sincronización del tiempo de cada operación de un trabajador y estableciendo metas de producción. Se usó en varias industrias en los años 1930, incluyendo Fiat en Italia, pero también generó protestas de trabajadores. A principios de los 1930, Rover en el Reino Unido quiso implementarlo pero provocó una huelga cuando despidió a 150 mujeres trabajadoras.
El sistema Bedaux fue un método creado en el siglo XX para maximizar la producción industrial mediante la sincronización del tiempo de cada operación de un trabajador y estableciendo metas de producción. Se usó en varias industrias en los años 1930, incluyendo Fiat en Italia, pero también generó protestas de trabajadores. A principios de los 1930, Rover en el Reino Unido quiso implementarlo pero provocó una huelga cuando despidió a 150 mujeres trabajadoras.
El sistema Bedaux fue un sistema de trabajo creado, durante la primera mitad del siglo XX, para maximizar la producción industrial al eliminar el tiempo de inactividad. Lleva el nombre de Charles Eugène Bedaux, un ingeniero parisino que murió en los Estados Unidos de América, quien caracterizó por este método la disciplina del trabajo a destajo. Consistía esencialmente en una muestra del trabajo y, precisamente, en la sincronización del tiempo empleado por el trabajador para cada operación individual; luego se fijaba la cantidad de trabajo que podía realizarse en esa porción de tiempo y se establecía un tiempo estándar que determinaba la remuneración básica. La carga de trabajo que podría llevarse a cabo en un minuto se llamó punto Bedaux. Por lo tanto, en una hora se esperaba que el trabajador alcanzara al menos 60 puntos Bedaux, pero si hubiera obtenido 80, esto habría representado un aumento en la capacidad de producción del 33,33%, alcanzando la cantidad óptima (desde la perspectiva de la empresa) y otorgando título a una prima. A principios de los años treinta, el sistema también se aplicó en Italia, durante el fascismo, y en particular en Fiat, a partir de la planta de Lingotto en Turín; esto causó protestas, ataques a los controladores, y debido a estas paradas de producción, mientras que la prensa antifascista habló de racionalización por straccioni. El sistema fue presentado por el propio Bedaux como permitiendo a las industrias que lo aplicaban ahorrar hasta un 35% en el costo de producción, con reducciones en el costo por empleado del 20% y aumentos en los salarios de entre 15 y 20%. El fabricante de automóviles británico Rover, a principios de los años treinta, decidió convertir su producción pasando de la pequeña escala por un producto de calidad, la gran escala, productos estandarizados, y, en la práctica, un Fordista de estilo de producción en masa; deseando para esta prueba el sistema Bedaux en una muestra de ocho trabajadoras, la negativa de estas despedidas sin ciento cincuenta mujeres trabajadoras El ingeniero, durante muchos años los estados unidos, en 1926 abrió en Londres una oficina de su empresa de consultoría, que, en realidad, estaba al servicio de las empresas industriales para la correcta aplicación de su método; muchas empresas habían aplicado, pero también en el Reino Unido ha habido serios problemas con los trabajadores. En respuesta, la dirección trató de asignar las tareas hasta ahora realizadas por las mujeres a los trabajadores varones, de modo que, amenazados de despido, los hombres también se declararon en huelga. Mientras el sindicato intentaba trueque la introducción del sistema Bedaux con aumentos salariales y el fin de la diferenciación sexista del trabajo, los huelguistas negaron que la propuesta tuviera legitimidad, obligando a Rover a revisar sus planes y restaurar el status quo ante, con diferenciación sexista y sin Bedaux.