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05 255 Del Alimento A La Comida
05 255 Del Alimento A La Comida
viajero de fines del siglo XIX o principios del paport entre los Marin Tsembaga de Papúa
XX que se instalaba a vivir en aldeas y po- Nueva Guinea.
blados de lejanas islas del Pacífico, de África Los enfoques materialistas apuntan,
o de la Amazonia. Allí aprendía su lengua- por ejemplo, a la relación adaptativa con el
je, sus costumbres y creencias para luego medioambiente y el aprovechamiento y maxi-
comunicarlas a la sociedad occidental, para mización de los recursos. Así, un grupo social
quienes todo aquello resultaba extraño, aje- consumirá determinado tipo de alimentos y
no y curioso. rechazará otros según su disponibilidad, su
Pero para hablar de antropología o de un posibilidad o no de traslado, su abundancia
enfoque antropológico no necesitamos referir- o agotamiento, etc. Ya sea que el medioam-
nos a grupos sociales exóticos, lejanos y muy biente determine a la cultura en forma abso-
diferentes de nosotros mismos. Cada grupo luta o que la misma intervenga para elaborar
humano se define a sí mismo en función de estrategias concientes y racionales en la eva-
ciertos rasgos que llamamos de identidad cul- luación de la relación riesgo/costo/beneficio,
tural, formas de hablar, de vestirse, de comer, estos enfoques priorizan los aspectos mate-
de conducirse y de organizarse que no nece- riales y la relación con el ecosistema. Pode-
sariamente incluyen pintorescos y llamativos mos mencionar a Marshall Sahlins o a Marvin
detalles. Puede apreciarse que en la práctica Harris dentro de esta línea.
cotidiana nos encontramos con pacientes que Por otro lado, tenemos los enfoques más
pertenecen a distintos grupos sociales y que claramente simbólicos, que privilegian a los
se reconocen a sí mismos como pertenecien- alimentos en tanto portadores de sentidos
tes a distintas identidades culturales. sociales. Así, Claude Lèvi-Stauss aplicará el
La antropología aborda la diversidad y la análisis estructural basado en el lenguaje y
variedad de la sociedad humana desde un las oposiciones para proponer una sintaxis
enfoque que incluye a los protagonistas de alimentaria basada en opuestos (crudo/ela-
esa diversidad. Es en la inclusión de la voz y borado, sólido/líquido, fresco/caliente) y des-
el punto de vista del otro donde encontramos de una perspectiva más sociológica, Roland
la especificidad de la mirada antropológica. Barthes considerará a la comida en su valor
Si pensamos en términos de alimentación, simbólico, como parte de un sistema de sig-
el antropólogo no se centrará en qué debe o nos que da sentido y organiza los significados
tiene que comer un individuo, una familia o sociales, constituyéndose por ejemplo, como
un determinado grupo social en términos de definición de una identidad nacional (comida
aportes nutricionales sino que les preguntará francesa, italiana, alemana).2
qué comen, cómo comen y por qué comen Esto nos lleva directamente a preguntar-
así, ya que la comida es uno de los referen- nos por el concepto de cultura, ya que la ali-
tes más importantes para transferir sentido mentación se basa en procesos biológicos de
respecto de la identidad de un grupo. El en- necesidad que –en tanto parte de la actividad
foque antropológico es pues, un enfoque que humana– han perdido su valor de naturale-
contempla a la alimentación como un he- za al ser mediados por la cultura y convertir-
cho social, atravesado por representaciones, se en sociales. Así, el alimento que satisface
prácticas y relaciones sociales, abordando una necesidad, se convierte en comida co-
en su análisis las construcciones que llevan mo parte de un complejo sistema de relacio-
a determinadas preferencias o aversiones ha- nes sociales que le dan sentido y determinan
cia determinados alimentos, la carga simbó- su producción, distribución y consumo. Las
lica que éstos portan y los sentidos sociales elecciones alimentarias de los seres huma-
que conllevan. nos están sometidas a la mediación cultural,
Por supuesto que desde la ciencia antro- trascendiendo su valor nutritivo para desple-
pológica hay distintas perspectivas teóricas gar rituales, protocolos de usos y comporta-
para el análisis de la producción, distribución mientos y valores simbólicos.
y consumo de alimentos en un grupo social. En este contexto, el consultorio, el hospi-
Existe amplia literatura etnográfica al respec- tal o la sala de internación son espacios don-
to, algunos estudios ya clásicos como los de se entrecruzan relaciones interpersonales
realizados por Richard Lee entre los Bosqui- entre profesionales, técnicos, colaboradores,
manos !Kung San del Kalahari o Roy Rap- pacientes y sus familiares. Son espacios in-
Del alimento a la comida. Las transformaciones en la comensalidad y su efecto en los cuerpos de los niños / 239
terculturales donde mundos diversos entran distribución y el consumo de los alimentos en-
en relación y se modifican mutuamente. Allí tendida como constitutiva de estos procesos,
nos encontramos con que algunos hábitos no como un contexto accesorio.
alimentarios de nuestros pacientes no coin-
ciden con lo que pensamos que debería ser lA constRucción
o lo que nosotros hacemos, éstos son expre- sociAl Del gusto
siones de la diversidad. Esto no significa que «No se puede negar, que andaban
debamos forzar su modificación ni “persuadir- siempre riñendo, pero eran pendencias
los” para que cambien, pero tampoco mante- de amigos; disputaban sobre sus gustos,
nernos abstinentes porque “son cuestiones y cada qual se quedaba con el que
culturales”. tenía, siendo la conclusión,
Entendemos la cultura como un hecho que sobre gustos no hay disputa»
dinámico y flexible, que se reinventa en ca- José Francisco de Isla (1703-1781),
da intercambio, no como un espacio cerrado Descripción de la máscara o mojiganga
aislado e inmodificable, ya que si pensamos
la cultura de esta última forma, con una vi- Hace unos años, conversando con una
sión esencialista y estática, se convierte en persona de nacionalidad israelí, le pregunté
un obstáculo. Se trata pues de encontrar en si no le resultaba tentador probar alguna co-
forma conjunta los modos de realizar modi- mida que no cumpliera con las regulaciones
ficaciones, si son necesarias, o de llegar a dietarias de la religión judía. Si bien no todos
acuerdos sobre aquello que no es necesario los ciudadanos de Israel tienen obligación de
modificar. ser rigurosos con estas restricciones dieta-
Voy a proponer un ejemplo: el profesional rias que van desde no comer carne de cer-
de salud sabe que hay regiones de nuestro do o mariscos hasta no combinar carne con
país castigadas por la pobreza extrema y la lácteos, el tipo de comida que se ofrece en el
falta casi absoluta de recursos, como puede país se rige bastante por estas regulaciones.
darse en regiones aisladas o entre algunas Le mencioné como ejemplo si no comería una
comunidades de pueblos originarios. Estas hamburguesa con queso.
comunidades, que originalmente eran caza- Para mi sorpresa, me miró con cara de as-
doras-recolectoras o pequeños agricultores, co, como si le estuviese proponiendo comer
se ven actualmente privadas de sus recur- queso azul con mermelada. Intervino otra per-
sos debido a la deforestación y la agricultura sona, de nacionalidad argentina, pero que vi-
intensiva industrializada, siendo en conse- vía en Israel hacía tiempo, explicando que era
cuencia empujados a ambientes muy pobres tan inhabitual esa combinación de carne con
en recursos. Pero también, han perdido sus queso que para los israelíes era impensable,
saberes tradicionales. Entonces, las políticas no resultaba tentadora y seguramente, si se
estatales que solo se reduzcan a proveer- animaban a probarlo, a muy pocos les gus-
les distintos tipos de alimentos chocarán con taría. Si lo pensamos un poco, en el sudeste
el “obstáculo cultural”. Solo recuperando los asiático es habitual comer insectos o carne
saberes propios de esa comunidad –en ar- de perro, cosa que a nosotros nos generaría
ticulación con su situación actual– se podrá la misma reacción que yo recibí de mi inter-
intervenir respetando su diversidad y apor- locutor israelí.
tando, a su vez, nuevos saberes que puedan ¿Sobre qué nos hace reflexionar esta si-
modificar la situación, ya que de lo que se tuación? A cada uno de nosotros le parece
trata es de las condiciones de salud de una “natural” la forma en que comemos. La ali-
población. mentación es una parte tan incorporada a
Sintetizando, cuando nos referimos a los nuestra vida que no nos detenemos a pen-
procesos que implican a la nutrición y la ali- sar sus reglas, que son sociales, cultural-
mentación de niños, adolescentes y sus fa- mente determinadas e invisibilizadas. ¿Por
milias, es importante considerar dos puntos qué la fruta o el postre al final de la comida?
fundamentales: la diversidad cultural que ¿Por qué los platos vienen uno después de
no ha de operar como obstáculo, sino como otro entrada, plato principal, postre, café, en
oportunidad y la dimensión social tanto de la lugar de poner todo junto sobre la mesa o en
concepción de salud como de la producción, un orden distinto? ¿Por qué los ravioles nos
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gustan calientes pero el matambre podemos alimentos que toman este valor de “básicos”.
comerlo frío? Esperamos a que el bizcochue- ¿Qué ocurre cuando esta forma de comer,
lo se enfríe al sacarlo del horno, pero el pan que es parte de una identidad cultural, se en-
nos gusta calentito. El flan puede ser con cre- cuentra con el discurso mediático que nos di-
ma o dulce de leche, pero las frutillas “van” ce qué debemos consumir, el social que nos
con crema y nunca con dulce de leche. Y an- dice qué es adecuado, “refinado” o correcto
te el ofrecimiento de ceviche o keppe crudo comer, o el médico que nos dice qué es sa-
sentiremos cierto resquemor. Lo que llama- ludable comer? Retomaremos esta pregunta
mos “nuestra” cocina conforma una identi- hacia el final.
dad culinaria, está histórica y socialmente Con todo lo antedicho, es evidente enton-
determinada y obedece a reglas precisas de ces que no hay una tendencia natural o inna-
combinación de sabores, temperaturas, tex- ta hacia determinados sabores. Si bien hay
turas y orden. estudios sobre la preferencia de un gusto por
Lo que llamamos “hábitos” en la forma de lo dulce, por ejemplo, esta no deja de ser una
comer se asientan en esta identidad cultu- tendencia que será moldeada por la cultura.
ral, si sus raíces son más estructurales, se- El gusto es uno de los elementos con fuerte
rán más difíciles de abandonar, si son más determinación social que sin embargo no se
superficiales, no lo serán tanto. Frente a un nos aparece como tal. El gusto aparece siem-
paciente diabético, por ejemplo, que imperati- pre como una preferencia individual: “sobre
vamente debe modificar ciertos “hábitos”, nos gustos no hay nada escrito” dice el refrán. Pe-
será útil saber cuál es la raigambre cultural de ro más allá de lo individual, el gusto se cons-
los mismos. Algunos antropólogos que han truye socialmente.3 Nos gusta aquello que el
investigado diversos sistemas alimentarios grupo social identifica como parte de nuestra
encontraron que muchos de ellos se basan identidad cultural. Y aquellos a los que les
en un alimento básico como el maíz en Mé- gusta algo distinto, son “los otros”. Nos gusta
xico o el arroz en varios países asiáticos, el lo que el grupo social valora, lo que podemos
cual es aderezado o combinado con salsas o comprar, lo que simbólicamente tiene sentido.
agregados y que no puede faltar en la dieta Hay un discurso social también que constru-
diaria por su alto valor simbólico. Además de ye el gusto, haciendo distinciones, por ejem-
este alimento básico, existen alimentos se- plo, de clase.
cundarios en general estacionales, y los peri- En esta caricatura de Quino (Figura 1) se
féricos, de aparición esporádica. Claramente destaca, con toda su crudeza, el discurso so-
es mucho más fácil introducir cambios en el cial que legitima comidas de “ricos” y comidas
uso y consumo de los alimentos secundarios de ”pobres” y que considera, por ejemplo, que
y periféricos que en aquellos considerados algunos sabores son “demasiado delicados”
básicos, por lo que si queremos conocer el como para que un paladar “no educado” los
sistema alimentario de una familia o grupo so- pueda apreciar. El gusto aparece como un
cial, debemos investigar cuál o cuáles son los hecho individual, encubriendo su dimensión
Figura 1. malfalda. Personaje creado por Quino (Joaquín salvador lavado tejón)
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social, de la cual no están ausentes las rela- nes que para los adultos, en porciones más
ciones de poder. pequeñas? En lugar de “menú infantil” lo que
En esta construcción del gusto, además, se debería ofrecer es “porción infantil” de to-
hay implícitas estrategias de maximización da la variedad de la carta.
económica se come carne antes que pesca- Con esto quiero ejemplificar algo que con-
do porque el pescado es caro y no rinde, en- vierte a la situación en un callejón sin salida.
tonces, el pescado “no gusta”. En las clases Es deseable que los niños, niñas y adoles-
más populares se buscarán alimentos rendi- centes tengan una alimentación variada y
dores y que den saciedad como pastas, pa- saludable. Pero si se les ofrece una limitada
pas, guisos, mientras que en las clases más cantidad de opciones, es lógico que todo lo
acomodadas habrá un cuidado por lo estéti- demás “no les guste”.
co, la salud y la sofisticación, representada
en los cocineros de los medios de comunica- lAs RePResentAciones
ción, que cocinan platos exóticos y muy de- sociAles sobRe el cueRPo
corativos. “Cuando eres gorda te ves
También el auge de las cocinas “étnicas” mucho más saludable”
cocina thai, sushi, mexicana implica un posi- Happiness Edem, Nigeria
cionamiento simbólico. El sushi es delicado y
costoso, mientras que la comida china no tie- “Si una mujer no es gorda (...)
ne la misma valoración. La comida mexicana no está lista para casarse”
les hace recordar a los comensales de in- Príncipe Morris Eyo Edem, Nigeria
gresos medios o altos a sus viajes al Caribe,
mientras que la comida boliviana o peruana Al hablar de la alimentación y del gusto no
es vinculada a las corrientes migratorias de podemos eludir el concepto de cuerpo con el
fuerza laboral propia de las clases populares. que estamos trabajando. El vínculo entre el
¿Qué oferta alimentaria reciben nuestros cuerpo y la forma en que lo alimentamos y nu-
niños y adolescentes hoy? Parecería que, trimos es evidente. Las representaciones de
así como los planes sociales de ayuda ali- lo que los alimentos hacen a nuestro cuerpo
mentaria suponen que la gente con meno- circulan en el imaginario social, moldeándolo.
res recursos económicos solo come fideos, Hay alimentos que lo engordan, otros lo adel-
arroz y harinas “porque eso es lo que ellos gazan, otros lo fortalecen, otros lo debilitan.
comen”, tanto en los lugares de esparcimien- En las sociedades occidentales, por ejemplo,
to, el zoo, los cines, los parques de diversio- la representación social de un niño saludable
nes, como en salones de fiestas infantiles y será la imagen de un bebé rollizo y regorde-
restaurantes, se supone que los niños y ado- te.4 Existen incluso representaciones sociales
lescentes solo comen panchos, snacks, ham- vinculadas al aspecto de los alimentos, sus
burguesas, pastas y pizzas. Los argumentos texturas y colores vinculados a sus efectos
económicos, se trataría de alimentos fáciles sobre el cuerpo. Así, el chocolate blanco es
de preparar y de bajo costo, o del tipo “por- “más sano” o las salsas rojas son más “pe-
que eso es lo que les gusta”, “no comen otra sadas”. Esto obviamente no se correlaciona
cosa” no consideran al niño como un Sujeto con “realidades” biológicas o nutricionales,
de Derecho, activo, que pueda tener gustos, sino que son realidades simbólicas. En cada
preferencias y elecciones amplias y variadas grupo social el conjunto de creencias, valores
en materia de alimentación. El “menú infantil” y sentidos sociales vinculará a los alimentos
de los restaurantes, por ejemplo, se funda- con el cuerpo que estos producen. Los pe-
menta económicamente en el hecho de que diatras saben del valor simbólico que tienen
los niños comen en menor cantidad. Sus pa- la leche y los lácteos en general respecto de
dres, por lo tanto, no realizarán un gasto im- la alimentación de los niños.
portante en un plato de comida que no será Las sociedades reproducen y socializan la
aprovechado sino en un mínimo porcentaje. clase de cuerpos que necesitan, expresando
Pero el menú infantil solo ofrece tres o cua- sus expectativas e ideales de salud y belleza.
tro opciones, mientras que los adultos tienen Estas representaciones circulan en el imagi-
muchas más opciones para elegir. ¿Por qué nario social, en el discurso mediático y en las
no ofrecer para los niños las mismas opcio- prácticas sociales cotidianas. Muchas veces
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son naturalizadas y se considera que “es así”, más invierten tiempo en “moldear” su cuerpo
atribuyéndose las construcciones sociales a en un esfuerzo de voluntad. Ejercicios, dietas
características “esenciales” de los grupos so- y cirugías son valorados positivamente en pos
ciales como nos presenta la historieta de Qui- de la promesa de salud y belleza a largo pla-
no vista anteriormente. zo. La renuncia al placer se constituye en un
En relación con esto, la antropóloga ar- valor moral y el autocontrol a la hora de elegir
gentina Patricia Aguirre ha realizado inte- cantidad y calidad de los alimentos construye
resantes investigaciones en la Ciudad de su imagen opuesta: pobres gordos dejados,
Buenos Aires y el área metropolitana del Gran que no tienen voluntad y no se cuidan. Ali-
Buenos Aires.5 mentos exclusivos y de alto costo como los
Las clases populares, vinculadas a la ne- alimentos “orgánicos” serán valorizados por
cesidad de fuerza laboral, requerirán cuerpos su promesa de salud futura. Así, las desigual-
fuertes y resistentes que puedan soportar lar- dades sociales se corporizan.
gas jornadas laborales de esfuerzo físico. Lo
fundamental serán alimentos fuertes, rendi-
Figura 3. www,bbcmundo.com, 22 de
dores, que produzcan saciedad y económica- julio de 207
mente a su alcance. Carnes grasas, guisos,
sopas, papas, harinas y azúcar serán la base
de su alimentación, que muchas veces se re-
duce a una sola comida diaria. Los cuerpos
de los pobres, dirá Aguirre, serán bajos y vo-
luminosos. Del grupo hacia adentro esto será
visto como fuerte y robusto, mientras que del
grupo para afuera tendremos cuerpos gordos
pero no nutridos.
Por otro lado, la imagen de cuerpo “fuer-
te” de las clases populares se contrapone al
cuerpo esbelto, “bello” y “sano” de los sec-
tores de ingresos medios y altos. Dado que
el costo de los alimentos no es decisivo pa-
ra estos grupos en cuanto a la posibilidad de
acceder a ellos, otras son las categorías que
operan. No es la saciedad o la fortaleza, sino Figura 4. Venus de Willendorf. Paleolítico
lo saludable o lo estético. Estos grupos ade- superior
lA comensAliDAD y sus
tRAnsFoRmAciones.
lAs tRAnsiciones AlimentARiAs
A lo largo de la evolución de nuestra es-
pecie, podemos ubicar tres grandes cambios
estructurales que abrieron el camino para el
desarrollo de la cultura y los cambios en la
Figura 6. bacchus (1638-1640), vida humana.8 Estas transiciones alimenta-
Peter Rubens
rias fueron el pasaje de la alimentación ve-
getariana a la omnívora aproximadamente
hace unos dos millones de años lo que dio
posibilidad de la evolución desde los prima-
tes hacia el mundo humano, el pasaje desde
el modo cazador-recolector a la agricultura
en el período neolítico, lo que originó cam-
bios en la organización social, el nacimiento
de agrupaciones urbanas y posteriormente,
de una organización estatal y el pasaje de la
agricultura a la producción industrial a partir
de la modernidad.
La primera transición permitió el acceso
a alimentos de mayor valor proteico, con el
consiguiente desarrollo del cerebro. Las exi-
gencias de la actividad cazadora recolecto-
ra, además, implicaron la necesidad de una
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Figura 11. no nos detenemos ni para fuentes de manjares para servir los platos
tomar un café de frutas llenos de uvas, dátiles y peras, así
como otros platos con botes llenos de confi-
turas, pastas de almendras y toda clase de
cosas deliciosas. Y comieron hasta la
saciedad para comenzar a beber luego”.
Fuente: Historia del dormido despierto.
Las mil y una noches (Anónimo).
Noches 623/624
¿gAstRonomíA o gAstRo-AnomiA?
“Aquella noche la madre de Hassán
había preparado una comida excelente.
Y les sirvió primero bollos tostados con
manteca y rellenos con picadillo de carne En estas descripciones, relatos e imáge-
y piñones, luego un capón muy gordo rodea- nes podemos ver el despliegue de toda una
do de cuatro pollos grandes, luego un pato gramática de la comida, ya mencionada en
relleno de pasas y alfónsigos, y el apartado anterior. Existe toda una místi-
por último, unos pichones en salsa. ca y una ritualidad en estas comidas. Un len-
Y en verdad que todo aquello era exquisito guaje culinario y una serie de reglas sociales
al paladar y agradable a la vista. atinentes a cómo se comparten las comidas,
En este momento de su narración, quién come primero y quién después, cuál es
Schehrazada vio aparecer la mañana, el orden, cantidad de comidas al día, sabores,
y se calló discretamente. temperaturas, combinatorias posibles, consis-
Pero cuando llegó la 624ª noche Ella dijo: tencias y texturas. Este conjunto de saberes,
Y en verdad que todo aquello era exquisi- reglas y normas del “buen comer” propias de
to al paladar y agradable a la vista. Así es cada grupo social y parte de su identidad cul-
que, sentándose ambos ante las bandejas, tural que se transmiten en la comensalidad es
comieron con gran apetito; y Abul-Hassán lo que llamamos Gastronomía.
escogía los trozos más delicados para dár- Pero la desestructuración de la comen-
selos a su huésped. Después, cuando aca- salidad de los tiempos actuales y la trans-
baron de comer, el esclavo les presentó el formación de los alimentos en productos a
jarro y la jofaina; y se lavaron las manos, en consumir sobre los cuales el individuo desco-
tanto que la madre de Hassán retiraba las noce casi todo, han llevado a que los sujetos
Del alimento a la comida. Las transformaciones en la comensalidad y su efecto en los cuerpos de los niños / 247
tación. Arbitrario Cultural y Alimentación. Ho- 8. Entre los paleoantropólogos que desarrollaron
menaje al Dr. Igor de Garine. ICAF (Comisión las teorías más aceptadas en la actualidad so-
Internacional para la Antropología y la Alimen- bre la evolución de los homínidos podemos ci-
tación). Borja, España; 2001. tar a Roger Lewin y Richard Leakey.
5. Popenoe R. Ideal. En: Fat. The Anthropology of 9. Fischler C. Gastro-nomía y gastro-anomia. Sabi-
an Obsession. D. Kulick and A. Meneley, edi- duría del cuerpo y crisis biocultural de la alimen-
tors, Penguin: New York; 2005.Págs.9-28. tación moderna. Gazeta de Antropología, 2010,
6. Schepper-Hughes N, Y Lock M. The mindful 26(1):art. 09. http://hdl.handle.net/10481/6789.
body: a Prolegomenon to Future Work in Me- 10. Abeyá Gilardon E. La situación nutricional de
dical Anthropolgy. Medical Anthropology Quar- niñas, niños y adolescentes de la República
terly 1987;1(Issue 1):6-41. Argentina. Una reescritura de la Conferencia
7. Aguirre P. Del gramillón al aspartamo. Boletín Plenaria en la XXX Jornada Hospital de Niños
Informativo Techint 306, Abril-Junio 2001. “Dr. Ricardo Gutiérrez” Octubre 2013. Rev Hosp
Niños (B. Aires) 2014;56(253):96-101.
Fe de erratas
sección Discapacidad: Por error se omitió colocar en el Nº 254 Sección Discapacidad, la bi-
bliografía del texto publicado, por eso la incorporamos:
bibliogRAFíA
- http://www.uis.edu.co/webUIS/es/catedraLowMaus/lowMauss11_2/sextaSesion/El%20modelo%20so-
cial%20de%20discapacidad.pdf
- http://www.psicodinamicajlc.com/articulos/evolucion_infancia.html#.VBQyyfl5OYx
- http://www.rumbos.org.ar/discapacidad-una-construccion-social-al-servicio-de-la-economia-clase-facde-
ruba
- http://www.malleusmaleficarum.org/downloads/MalleusEspanol1.pdf
- http://www.levantatehoy.org/?p=586