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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Arquitectura y Urbanismo


Historia y Teoría de la Arquitectura I

Melany Saldaña
Tercer Semestre P1
02 de Octubre de 2019

Centro Comercial Quicentro Norte, ¿Símbolo del desarrollo quiteño o del


consumismo capitalista?

Resumen

Un edificio de uso público, tal como un centro comercial, debería reflejar a la


sociedad en la que está inmerso. Sin embargo, en la actualidad el enfoque de las
construcciones pertenece a una arquitectura lucrativa producto del sistema capitalista
impuesto. Frente a esta situación, en la capital ecuatoriana yace la presencia de uno de los
centros comerciales con más afluencia de usuarios del país y se enaltece por su estética y
ubicación. Considerando que la actividad comercial ha sido incorporada en las costumbres
de las personas debido a su gran práctica, ¿puede un centro comercial reflejar parte de la
cultura de la sociedad? O en su contraparte, debido a la difusión de la actividad comercial
¿es un centro comercial la unidad base del dominio capitalista globalizado?

Desarrollo

En la actualidad, la mayor parte de los países del mundo han optado por alinearse al
mundo globalizado del Siglo XXI. Y a su vez, ha convertido a la arquitectura en la aparente
evidencia de prosperidad del sistema, países, gobiernos e incluso empresas. Frente a esta
situación es menester reconocer a la capital ecuatoriana, la ciudad de Quito, como la
muestra de una sociedad envuelta en la dicotomía de tradición y modernismo. Una ciudad
en la que se refleja la herencia cultural del mestizaje colonizador en el Centro Histórico y el
mestizaje de la cultura lucrativa en el sector retail en el Norte.

Con respecto a la globalización, Diego Jaramillo (2002) menciona que es un


proceso económico basado en la división del trabajo y en la importancia del capital
financiero, además que este hecho altera de manera directo a la cultura y la capacidad de
los individuos para expresar y poseer un sentido de pertenencia al territorio, así como la
identidad. De este modo, la globalización ha tenido un impacto considerable en varias
áreas, una de ellas es la arquitectura. Esta influencia se ve reflejada en el diseño y creación
alardosa de las edificaciones.

Es notable la influencia del mundo globalización sobre la construcción y su


definición de las construcciones de gran peso en el análisis del desarrollo. Siendo
específicos desde la implantación de nuevos estilos, nuevas necesidades y nuevas
respuestas con respecto a aquello. Produciéndose la difusión de una arquitectura a una
escala igual de grande con la misma relación del papel de un país tercermundista y las más
grandes potencias mundiales: abismal. Es por esa razón de carácter cuestionable la
necesidad de edificios de altos niveles de altura para solucionar los pequeños
inconvenientes de la urbanización social y la migración rural-ciudad.

La construcción de grandes edificios no compensa lo que significa construir un


edificio con aspectos culturales firmes. Son aspectos necesarios que hay que evaluar
tomando en cuenta el auge incontrolable de edificios con un estilo de arquitectura
netamente lucrativo. De este modo damos paso al análisis del Centro Comercial “Quicentro
Norte” y su gran reconocimiento de toda la cuidad como un lugar icónico, responsable, etc.
Sin embargo, ¿qué representa socialmente y en el campo de la arquitectura?

A partir de lo planteado, es destacable el punto Álvaro Cuadra en su obra De la


ciudad digital a la ciudad digital, “El consumo, en tanto función económica, se ha
convertido en nuestro tiempo en una función simbólica” (2003, p.13).
Es correcto que el consumo es la actividad económica característica de la sociedad
actual y, sobre todo, del alto peldaño de la misma. Siendo tan significativa, ¿un centro
comercial simboliza la naturaleza de la sociedad actual? Un edificio de flujo público tiene
que poseer o es necesario que posea una identidad colectiva lo suficiente basta para que sea
representativa del lugar, su gente y conducta. Mantener que un centro comercial es un
edificio de gran atractivo en arquitectura y comportamiento es encasillar a la sociedad
quiteña a una mera sociedad consumista. ¿Es aquello lo que representa la sociedad?

Hablar de la visión internacional del diseño, el atractivo que representa tanto para
personas nacionales como extranjeras y la capacidad de comercialización basta a partir de
su estructura y ubicación es hablar sobre una cara de la moneda. El diseño simbólico no
pertenece a su ubicación geográfica en relación a historia o incluso materiales endémicos
con el fin de darle identidad en estructura o detalles. La idiosincrasia quiteña no se ve
reflejada en una edificación lucrativa que ni si quiera posee un gran índice de tiendas o
emprendimientos nacionales. La mayor parte de los locales del Quicentro Norte son
franquicias extranjeras, es decir, una fuga económica.

Stuart Hall (2003) es capaz de identificar de como la cotidianidad del consumismo


es tan alto para ser una actividad cultural “El mundo material de bienes y tecnologías es
profundamente cultural (…) por lo tanto el shopping mall realmente es el lugar
paradigmático de un mundo culturalmente capitalizado”.
Se refleja a un centro comercial como la materialización de la interacción comercial
capitalista, se podría considerar a un mall como la unidad mínima del consumismo
globalizado. Representando así de manera firme la cultura, pero no del lugar en el que se
encuentra ni de las personas que afluyen sino la cultura del sistema impuesto, la cultura de
la arquitectura netamente lucrativa, es esa representación de la epidemia en la que las
grandes potencias de poder y economía envuelven sus ingresos en el “desarrollo” de la
ciudad.

Por lo cual, a partir de la información presentada anteriormente se puede considerar


que el Centro Comercial Quicentro Norte, es parte de la tendencia representativa de la
economía dominante en el país: el capitalismo. Es considerable que, un edificio estético, de
gran tamaño o con gran afluencia de usuarios es una muestra de que somos parte de esa
actividad atractiva y consumista en el que estamos inmersos, pero esa situación no significa
o no debe significar la identidad colectiva. El centro comercial es la más pura
representación de la cultura impuesta en la sociedad, es parte de esa línea de arquitectura
lucrativa y que solo se usa como depredador de pequeñas industrias, emprendimientos, etc.
Significa una tentativa a la transformación de la idiosincrasia de la sociedad.

De este modo, es necesario discernir la aparente prosperidad de las obras


arquitectónicas representativas del capitalismo, en el cual no nos representa. No somos la
parte que consume, estamos siendo consumidos por las grandes marcas, la costumbre
adquisitiva y la novelería de una arquitectura llena de alegorías que envuelve.
Referencias

Cuadra, A. (2003). De la ciudad letrada a la ciudad digital. Lom Ediciones

Hall, S. (2003). Cuestiones de identidad cultural. Buenos Aires: Amorrortu.

Jaramillo, D. (2002). Globalizacion y cultura: del hogar a la casa fetiche en la arquitectura

popular azuaya. Universidad Verdad. (27).

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