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LÁGRIMAS EN LA LLUVIA de Rosa Montero.

En estos tiempos que corren, ¿quién nos iba a decir que se abría ante nosotros
un horizonte eterno para lecturas infinitas? Tiempos, ¿reales o irreales?, ¿originales o
ficticios?, ¿utópicos o distópicos? Inmersa en esta amalgama de pensamientos, noticias,
teletrabajo, series, lavado de manos e, incluso, deporte en casa, la lectura es la reina de
este confinamiento confitado.

Y, por eso, en este amor que yo le profeso a la lectura y, concretamente, la pasión


que siento por la novela negra, vengo a recomendar la lectura de Lágrimas en la lluvia
de Rosa Montero; novela negra futurista de ciencia ficción, ¿distópica?

Es esta novela de Rosa Montero una novela al más puro estilo de la novela negra
de siempre, la que nos gusta, la del detective agresivo, solo, inadaptado y venido a
menos, la de los malos muy malos y los buenos no tanto… Esa es nuestra Bruna Husky
que nos recuerda desde Harry Hole, Marlowe, pasando por Carvalho hasta Amaia
Salazar o Lisbeth Salander.

Basada en hechos ficticios (¿es ficticio el Madrid de 2109?), la replicante Bruna


se enfrenta a una trama de alcance mundial, de tráfico ilegal de memas adulteradas, de
falsa moral política, de traiciones, de mercenarios, de crueles asesinatos, de falsos
amigos, de falsas identidades, de continuas falsificaciones y de obsesiones.

Bruna se enfrenta a una permanente obsesión que es la certeza de su inminente


muerte que está asegurada pues todos los replicantes mueren de un cáncer llamado TTT
tras 10 años de vida. ¿Hay horror más grande que enfrentarse a este hecho cada mañana
cuando te despiertas? ¿Qué no darías, harías, comprarías o venderías para estirar esos
10 años un poco más?

Con estas premisas, esta novela de supervivencia nos atrapa y nos sumerge de
forma vertiginosa en un mundo que, aunque futuro, nos recuerda tanto al presente con
sus toques racistas, su discriminación de los poderosos contra los pobres, sus
conspiraciones…, que parece que navegamos por unos mares ya conocidos.

Al final, como en toda buena novela negra que se precie, Bruna se convierte en
una heroína que nos salva del fin del mundo hasta la próxima entrega, si nos da tiempo
en los 4 años, 3 meses y 29 días que le quedan de vida.

Por último, la inspiración en la película Blade Runner, presente ya desde el mismo


título, queda a vuestro descubrimiento en esta apasionante lectura.

Puri Manzano
Profesora del IES Veleta de Granada

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