DEPÓSITO DE

AGROQUÍMICOS
Informe integrador de construcciones agropecuarias e
higiene y seguridad

Anahí Mayorga y Magali Ortubia

Sexto segunda

Escuela Juan Bautista Alberdi 4-026

 Anahí Mayorga y Magali Ortubia 6to 2da

En el presente informe se desarrollara la construcción de un depósito de agroquímicos

tomando todas las medidas de seguridad adecuadas. Integrando todos los saberes
adquiridos a lo largo del año en los espacios curriculares de construcciones e
instalaciones agropecuarias y seguridad e higiene.
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Para empezar, ¿Por qué se debe hacer este depósito? Según SENASA los productos
fitosanitarios se deben almacenar, en un depósito específico, cerrado con llave,
separado de otros insumos y aislado de lugares donde se produce el cultivo o donde
se manipula y/o conserva el producto cosechado, a fin de evitar la posibilidad de
contaminación. El depósito debe estar bien ventilado e iluminado con luz natural y
artificial, debidamente señalizado con carteles de advertencia.

Para construirlo se deben cumplir las distancias de seguridad establecidas por las
normas vigentes para la ubicación del depósito. El cumplimiento de las normas es
importantes para la habilitación del predio.

El lugar elegido para este depósito debe:

o Ser exclusivo para el almacenamiento de agroquímicos. (Se debe acceder al

depósito de forma directa desde el exterior, sin necesidad de entrar o pasar a
través de otro edificio)
o Estar alejado de las viviendas, de los depósitos de alimentos y debe ser
independiente del galpón de herramientas y maquinaria.
o Ser de fácil acceso para los vehículos que transportan los plaguicidas,
preferentemente con caminos mejorados con ripio, no solo de tierra.
o Estar lejos de zonas con napas freática alta, cursos o pozos de agua para uso
doméstico o para el ganado ya que estos podrían contaminarse a raíz de
pérdidas o derrames que se produzcan.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año un millón

de personas se envenenan con insecticidas y 20000 personas mueren por ignorar los
riesgos de manipular estas sustancias. La OMS clasifica a los plaguicidas sobre la
base de su dosis letal (DL) oral o dérmica. Estableciendo el número de miligramos de
ingrediente activo por kilogramo de peso corporal que se necesita para provocar la
muerte del 50 % de una muestra de animales de experimento (generalmente ratas), se
calcula una dosis denominada DL 50. Posteriormente cada insecticida se clasifica en
una de las cuatro categorías siguientes: categoría I-a, extremadamente peligroso; I-b,
muy peligroso; II, moderadamente peligroso; y III, ligeramente peligroso. (FAO)

Por tal razón en la actualidad se puede observar que la sociedad muestra una
creciente preocupación por la salud y el cuidado del medio ambiente, espacios donde
la producción de alimentos juega un rol muy importante y obliga a todos los que
intervienen en estos procesos productivos a ser responsables en las decisiones y en
las acciones que se adoptan. A esto se suma un aumento en la demanda y la
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necesidad de los consumidores de conocer la procedencia y composición de los

alimentos, incrementando de esta forma las exigencias sobre los sistemas de
producción agropecuaria.

Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) son un conjunto de prácticas aplicadas en una
empresa agropecuaria de producción primaria con el objetivo fundamental de obtener
alimentos sanos e inocuos, cuidando el medio ambiente, la salud de los trabajadores y
de la sociedad en su conjunto. Los objetivos de las B.P.A son, promover que los
productos agropecuarios no hagan daño a la salud humana, animal ni al medio
ambiente, proteger la salud y seguridad de los trabajadores, tener en cuenta el buen
uso y manejo de los insumos agropecuarios y proteger al consumidor.

Como respuesta concreta a la preocupación permanente por la salud del medio

ambiente, las personas y animales, se ha Incorporado al Código Alimentario Argentino
(CAA) el Artículo 154 tris que en su redacción dice: que toda persona física o jurídica
responsable de la producción de frutas y hortalizas deberá cumplir con las Buenas
Prácticas Agrícolas cuando se realicen una o más de las actividades de la producción
primaria (desde cultivo hasta la cosecha).

Para la construcción de este depósito debemos tener algunas consideraciones

importantes para cumplir con los objetivos propuestos. A continuación se detallan
algunas de estas consideraciones.

El depósito debe ser suficientemente grande como para contener las cantidades de
plaguicidas que se planea depositar en él y además debe calcularse una capacidad
superior a fin de permitir el movimiento de las existencias, el espacio necesario para
colocar los recipientes vacíos y un pasillo interior amplio para trabajar.

Los edificios o partes de ellos en los que se almacenen deben ser construidos con
materiales no combustibles e impermeables a los productos almacenados
preferentemente de concreto. Las puertas de entrada deben poseer cerradura. El
acceso al depósito debe estar permitido sólo al personal autorizado con capacitación
en el manejo de fitosanitarios. Las paredes y los pisos deben ser de cemento liso e
impermeable, sin rajaduras, para evitar la absorción de los derrames y con pendiente
adecuada para facilitar la limpieza. Además en el piso puede haber una rejilla de
drenaje para canalizar los efluentes a zonas de descarga acondicionadas. Estas zonas
de descarga pueden ser piletas de evaporación o camas biológicas. Es necesario
impedir que las aguas contaminadas lleguen a los cursos de agua.
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Debe haber una buena ventilación para evitar que se acumulen vapores de plaguicidas
e impedir que la temperatura ambiente alcance un valor demasiado alto. Si existen
soluciones alternativas para la ventilación e iluminación del almacén, es preferible que
éste no tenga ventanas tradicionales, sino ventanas tipo rejillas de ventilación. Además
debe dotarse de rejas para impedir la entrada de personas no autorizadas.

En el techo, se recomienda el uso de cumbreras con extractores de aire, por donde

saldrá el aire más caliente, más liviano, que arrastra los vapores hacia arriba,
produciéndose la ventilación natural. Esta ventilación mantiene baja, dentro de lo
posible, la temperatura del almacén, y esto es importante porque en un ambiente más
fresco los plaguicidas se deterioran más lentamente y por lo tanto tendrán una
duración mayor. Las temperaturas elevadas provocan la desestabilización de muchos
plaguicidas provocando vapores tóxicos y además una baja eficiencia en el de control
de plagas.

Debe contar con buena iluminación natural o eléctrica (200 lux) a fin de que las
etiquetas de los recipientes se puedan leer con facilidad y así evitar confusiones de
productos a la hora de utilizarlos (por ejemplo confundir Systhane (Fungicida) con
Starane (Herbicida) por falta de iluminación). Además es indispensable resguardar los
productos de la luz solar directa (puede recalentar los productos químicos y provocar
su descomposición)

Se debe disponer de un punto de abastecimiento de agua, estática o por tuberías, en

el que también habrá jabón para que el personal pueda lavarse las manos y la cara y
descontaminarse en caso de salpicaduras accidentales de los productos químicos. Es
recomendable contar con ducha y lavaojos para higienizarse en el caso de
salpicaduras sobre los ojos y el cuerpo. Como así también tener disponible un botiquín
de primeros auxilios, un listado de teléfonos y direcciones a los que recurrir en caso de
emergencia, y una planilla de inventario de los productos almacenados.

La disposición interna del almacén debe prever: La ubicación de los envases sobre
estanterías de baja altura (para evitar el uso de escaleras) y alejados de la pared (para
evitar contacto de los derrames con la pared). Además se debe almacenar los
productos separados según su uso (ej.: fungicidas, insecticidas y herbicidas), teniendo
la precaución de colocar los sólidos en la parte superior y los líquidos en la parte
inferior para evitar la contaminación en caso de derrames. El espacio necesario para
almacenar los recipientes vacíos y las existencias con fecha vencida, en espera de su
eliminación. Organizar el espacio con orden, dejando pasillos de un metro de ancho
entre los estantes o las pilas, a fin de permitir una fácil inspección y dejar pasar el aire.
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De este modo será posible efectuar una limpieza inmediata en caso de derrames o
pérdidas, que se podrán detectar rápidamente. La oficina del encargado del depósito
debe estar fuera del depósito. Los elementos de protección personal (guantes
impermeables, antiparras, máscara, mameluco impermeable, botas) se deben guardar
en casilleros destinados para tal fin pero fuera del depósito.

Protección contra incendios:

Los productos agroquímicos no podrán ser almacenados junto con productos

inflamables. Para la construcción de los depósitos de almacenamiento, ya sea de
productos inflamables o agroquímicos, se utilizarán materiales no combustibles. La
ventilación e iluminación deben ser las suficientes como para controlar los riesgos
existentes. La quema de rastrojos debe realizarse bajo condiciones que aseguren el
control de la misma. Básicamente, se deberá contemplar:

a) La no realización de quemas en días muy ventosos, con especial atención a la

dirección de los vientos predominantes.

b) La realización previa de los cortafuegos pertinentes.

c) La designación de una persona responsable mientras se realice la quema, hasta

que no queden restos de fuego.

NUESTRO DEPÓSITO.

El espacio contara con cinco metros de ancho y siete metros de largo. Teniendo así 35
metros cuadrados para ubicar 20 estanterías de 3 espacios.

Para construirlo es necesario realizar un terraplén con ripio grueso y mezcla de tierra
firme.

Se hará de ladrillos cocidos, las columnas y vigas de hormigón armado, las paredes,
estarán revestidas con revoque grueso y fino, pintado con pintura lavable fácil de
limpiar por si algún derrame de agroquímicos sucede.

Piso con cerámicas en lo posible de colores claros.

Las estanterías deben der de material no poroso y de fácil limpiado.

Afuera del depósito se ubicara el baño para la asepsia del personal que realiza el
aplicado de los agroquímicos.
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También, alejado del establecimiento estará la oficina del encargado del depósito, en
esta se encontraran todos los permisos del lugar, todas las facturas de los productos,
los elementos de protecciones nuevas y sin usar, y demás.

En conclusión para cumplir las BPM es necesario realizar el depósito de agroquímicos

con las medidas y condiciones necesarias propuestas por SENASA para que no haya
peligro de contaminación con químicos que pueden ser letales.
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Anexos