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Gran parte de los productos que utilizamos y consumimos todos los días
se hacen a través de las aplicaciones de la química industrial. Esta rama tiene
un papel protagónico en la vida cotidiana, está presente en los alimentos,
cosméticos, combustibles, tratamiento de aguas, textiles, en la minería,
construcción, medicina, farmacia, productos industriales, medio ambiente, entre
muchos otros más.
Si tuviéramos que mencionar los conceptos básicos sobre los que pivota
el sector químico en la actualidad, mencionaríamos ideas como la economía
circular, la transición energética, la digitalización, la impresión 4D o la salud y la
alimentación. ¿La contribución de la industria química es nueva en estas
áreas? Según Mar Cañas, directora Área Tecnología y Medio Ambiente
en Interempresas Media en su documental afirma que su participación en lo
que podemos considerar bienestar social siempre ha existido, pero lo que ha
cambiado es el calado de este conocimiento por parte de la opinión pública,
que comienza a ser más generalizado. A lo largo de los últimos años, las
empresas del sector no solo han cambiado su punto de mira, ya no centrado
fundamentalmente en la producción, sino que además han entendido que la
manera de producir importa y dedican a ello buena parte de su presupuesto.
El sector químico es, a nivel global, una industria que muestra mayores
expectativas de crecimiento en el mundo según uno de los análisis de
perspectiva económica de las contribuciones de la industria química a la
economía global: The Global Chemical Industry: Catalyzing Growth and
Addressing Our World’s Sustainability Challenges, elaborado por el Consejo
Internacional de Asociaciones Químicas (The International Council of Chemical
Associations, ICCA), previéndose así, que entre 2015 y 2030, se duplicará su
dimensión productiva en 4,5% anual.