Está en la página 1de 118

DIRECTORIO

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA


DOSSIER
José Alfonso Esparza Ortiz Presentación
Rector
José Jaime Vázquez López
El espacio y el territorio, dos categorías
Secretario General de análisis necesarias en las Ciencias
José Carlos Bernal Suárez
Encargado de Despacho de la Vicerrector de Extensión y Difusión de la
Sociales: A manera de presentación
Cultura Mariana Figueroa Castelán ................ 3
Hugo Vargas Comsille
Director de Fomento Editorial
Territorio numinoso en la colonia
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
Ángel Xolocotzi Yáñez
obrera textil El Mayorazgo, Puebla
Director Lillian Torres González ..................... 8
María del Carmen García Aguilar
Secretaria de Investigación y Estudios de Posgrado
Francisco Javier Romero Luna La restauración y reconfiguración
Secretario Académico
Mónica Fernández Álvarez
de los espacios en el centro
Secretaria Administrativa histórico de la ciudad de Puebla
Arturo Aguirre Moreno
Coordinador de Publicaciones
Gabriela Ruiz Velázquez .................. 22

CINTILLO LEGAL
Del trabajo agrícola tradicional a la
MIRADA ANTROPOLÓGICA, año 13 No. 14, Enero–Junio de 2018, es pluriactividad. Reconfiguración de
una difusión periódica semestral editada por la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla. Con domicilio en 4 Sur No. 104 Colonia Centro,
identidades en el valle de Teotihuacan
Puebla Pue., C.P. 72000, teléfono (222) 2 295500, Ext. 5490 http:// cmas. Carlos Bravo Romo ............................. 36
siu.buap.mx/portal_pprd/wb/filosofia, Editor Responsable: Alejandra Gá-
mez Espinosa; mirada.antropologica.ffyl@correo.buap.mx. Reserva de
Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2017-090413431300-203, ISSN: (En La paradoja hídrica. Gestión del agua y
trámite). Ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor
de la Secretaría de Cultura. Responsable de la última actualización de este
procesos de intervención en la subcuenca
número Facultad de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Au- El Zamorano, Colón, Querétaro
tónoma de Puebla, Dra. Alejandra Gámez Espinosa, domicilio en Av. Juan
de Palafox y Mendoza No. 229, Colonia Centro Histórico, Puebla Pue.,
José Carlos Dorantes Castro ............ 54
C.P. 72000, fecha de última modificación, 29 de Enero de 2017.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la


postura del editor de la publicación. MISCELÁNEA
El trabajo académico y la
La Dirección de la Revista está a cargo de Dra. Alejandra Gámez Espi- teoría queer en México.
nosa. El Comité editorial está conformado por Lillian Torres González
(ffyl-buap); Humberto Morales Moreno (ffyl-buap); Ernesto Licona
Mauricio List Reyes ............................ 72
Valencia (ffyl-buap); Carlos Serrano Sánchez (iia-unam); Abilio Vergara
Figueroa (enah-inah); Martí Boneta y Carrera (Universidad de Barcelo-
na); Citlalli Reynoso Ramos (Fac. de Psicología-buap). Joaquín Sabaté
(Universidad Politécnica de Cataluña, España); Luis Alberto Vargas (iia- RESEÑAS
unam); Beatriz Nates Cruz (Universidad de Caldas, Colombia); Omar
Moncada Maya (Instituto de Geografía-unam); Horacio Capel Sáez (Uni- Territorios y Espacialidades.
versidad de Barcelona, España); Johanna Broda (iia-unam); Pablo Pa- Abordamientos disciplinares
ramo (Universidad Pedagógica Nacional, Colombia); André Munhoz de
Argollo Ferrão (Universidad de Estadual de Campinas, Brasil) y Ricardo Laura Penelope Urizar Pastor .......... 86
Melgar Bao (inah). Editores de este número: Alejandra Gámez Espinosa,
Mariana Figueroa Castelán.
Cosmovisión mesoamericana.
Reflexiones polémicas y etnografías
Alejandra Gámez Espinosa ................ 92
PRESENTACIÓN
El espacio y el territorio, dos categorías de análisis necesarias en las Ciencias So-
ciales: A manera de presentación

Space and Territory, Two Categories of Analysis needed in the Social Sciences: As a
Presentation

La revista Mirada Antropológica, ha sido concebida por los miembros del Cuerpo
Académico del Colegio de Antropología Social como un espacio de encuentro y di-
fusión en torno a la producción del conocimiento que se deriva de las investigaciones
sociales, que a partir de las dimensiones culturales de las sociedades y sus actores, se
realizan en el contexto actual. Es por ello que el marco del I Congreso Nacional de
Espacialidades: Territorios, movilidades y conflictos 2016, se consideró fundamental
para generar los canales de divulgación de los diálogos, enfoques y propuestas que dan
paso a la complejización y pertinente atención a las problemáticas socio-espacio-terri-
toriales de la contemporaneidad.
El Dossier que se presenta a continuación, se encuentra dedicado a las diversas
miradas que a partir del espacio y el territorio se presentaron en dicho escenario, tanto
las que se han producido en el Colegio de Antropología Social a partir de sus diversas
líneas de investigación, como las realizadas desde otros centros de formación académi-
ca del país, tal es el caso del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam,
la Universidad Autónoma de Querétaro y el Centro inah Quintana Roo. Instituciones
que se dieron cita en el Congreso, y que subrayaron con su participación la pertinencia
del acercamiento a estas dos categorías a partir de las cuales es posible generar esque-
mas comprensivos ante las nuevas significaciones, apropiaciones y reconfiguraciones
socio-culturales. Así, los artículos que lo conforman, nos permiten una visión holística
de estas categorías desde la construcción de los territorios, las pugnas y conflictos so-
ciales a partir de los usos de sus recursos naturales, así como de las transformaciones
espaciales que las diversas temporalidades territoriales producen cotidianamente, tal
como se reseña a continuación:
Lillian Torres González en el texto titulado Territorio numinoso en la colonia obre-
ra textil El Mayorazgo, Puebla, da cuenta de la importancia de los procesos evocativos
de entes fantasmagóricos que condensan sitios y emplazamientos cuya densidad de
memoria les permiten mantenerse vigentes en el colectivo que conforma la colonia
obrera, así como la profunda conexión que estos entes mantienen con los recursos
naturales de la zona, mismos que se conectan con la rivera del Río Atoyac y todo el
sistema sociocultural asociado a este, lo que coadyuva a la construcción de un territo-
rio propio, apropiado y reconocido históricamente por sus habitantes. La autora señala

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 3-7 3


El espacio y el territorio, dos categorías de análisis... Figueroa Castelán M.

de manera muy puntual, que las transformaciones del uso de suelo han generado el
desdibujamiento de ciertas prácticas que eran cotidianas hace 40 o 50 años, por lo que
las milpas, los chiqueros en los traspatios, los pequeños ranchos, las zonas de culti-
vo, o los cuerpos de agua comunes, han reducido su presencia paulatinamente hasta
desparecer, lo cual conlleva a inminentes cambios en el paisaje de El Mayorazgo. Sin
embargo y a pesar de los cambios vertiginosos, aún se observan los relatos que pro-
curan la potencia de la espacialidad mayorazguense a manera de resistencia y como
práctica sociocultural del ámbito local que cohesiona a la comunidad; así, los relatos
evocativos de la comunidad actualizan lo propio y lo traen al presente, delineando una
cartografía imaginaria siempre vigente y generadora de sentidos.
Por su parte, Gabriela Ruíz Velázquez en su propuesta titulada La restauración y
reconfiguración de los espacios en el centro histórico de la ciudad de Puebla, nos
permite comprender los procesos de reconfiguración espacial que ciudades como la
nuestra (Puebla) viven a partir de la intervención de edificios históricos y con valor
patrimonial en el centro histórico, cuya finalidad principal es transformarlos en hoteles
y restaurantes exclusivos destinados a actores, capitales y discursos de clase que se
vuelven fundamentales para lograr el reconocimiento del lugar, su inscripción en las
prácticas cotidianas de los habitantes, así como en las expectativas socioculturales que
orientan la visita de los turistas a la ciudad. Actualmente se puede observar una vin-
culación muy estrecha entre el patrimonio y el turismo, al ser el primero socialmente
reconocido el interés del segundo se hace presente. La afluencia turística a lugares que
cuentan con elementos patrimoniales, sean tangibles o intangibles, es consecuencia de
una mercantilización de bienes que funcionan en este caso como patrimonio–producto,
y el consumo de los mismos implica una relación costo–beneficio que involucra no
sólo a los consumidores y quienes los resguardan (gobierno, instituciones, empresas
privadas), también a los habitantes de los pueblos y ciudades, y a los servicios que ahí
se ofertan, por ejemplo hospedaje y alimentos, por lo cual es común que al tener bienes
patrimoniales reconocidos la dinámica de los grupos se reconfigure y surjan nuevas
actividades vinculadas a éstos. Abordar el tema del patrimonio no es tarea fácil, ya
que este concepto conduce a una serie de visiones distintas: desde el ámbito adminis-
trativo, institucional, privado, social e incluso individual, o desde su materialidad o su
sustentado identitario inmaterial. La autora menciona que indagar las respuestas a lo
que pareciera un tema simple, conlleva a una compleja discusión entre, por un lado, la
supuesta sacralidad del patrimonio y de quienes están detrás de este discurso, y por el
otro, el patrimonio como una reconstrucción del pasado desde el presente realizada por
los actores sociales que tienen el poder para activar bienes y preservarlos con distin-
tas finalidades e intereses. La intervención de inmuebles reconocidos como históricos
tiene que ver no sólo con la re funcionalización de los espacios para albergar nuevos
usos, es relevante también el ambiente que crean a partir de objetos materiales, música,

4 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 3-7


El espacio y el territorio, dos categorías de análisis... Figueroa Castelán M.

iluminación, nombres y una serie de elementos que tienen que ver con los sentidos y
con la experiencia que se produce al estar en espacios que se han posicionado como
representativos de la imagen patrimonial de la ciudad.
Devenido de las discusiones anteriores, es importante recordar que los territorios se
enfrentan a transformaciones culturales que recaen principalmente en las identidades
y las prácticas cotidianas. Esto puede observarse en el texto Del trabajo agrícola tra-
dicional a la pluriactividad. Nuevas identidades en el valle de Teotihuacán de Carlos
Bravo Romo, en el cual se da cuenta del proceso sociohistórico a través del cual, el
característico modo de vida agrícola del Valle de Teotihuacan se transformó a las for-
mas actuales de pluriactividad, mismas que permiten comprender la existencia de una
identidad anclada a la forma de vida rural pero ya sin el vínculo con el trabajo campe-
sino. En este artículo, Bravo Romo aborda el cambio identitario que la reconversión de
la actividad productiva ha provocado en el valle de Teotihuacan, dejando de lado las
prácticas agrícolas tradicionales de la región por los sectores secundario y de servicios
y comercio dentro del sistema regional. De esta manera, el autor asegura que el valle
mencionado ya no es más una región campesina, ya que la pluriactividad ha entrado
en escena y ha incorporado una nueva forma de vivir la ruralidad; situación que se ve
complejizada al tomar en cuenta un ciclo festivo agrícola aún vigente, del cual se des-
prende la celebración de las fiestas patronales y el sistema tradicional de organización
comunitaria, lo cual y en conjunto, permite dar sentido de cohesión social e identidad
colectiva. De esta manera, los sistemas de organización comunitaria y de reproducción
de los ciclos festivos anuales, son aquellos elementos que el autor denomina como “vi-
vos”, dinámicos, flexibles, con gran capacidad de adaptación al cambio y fuertemente
imbricados entre sí, los cuales otorgan a los espacios de la nueva ruralidad un carácter
más amplio de análisis, a partir de las reconfiguraciones de sus relaciones sociales y
personales, de la forma en la que se dilatan o contraen las fronteras de los pueblos ante
las transformaciones que trae consigo el proceso de modernización, y/o de los proce-
sos de construcción de significados del espacio territorial en el que se asientan.
Finalmente encontraremos la propuesta de José Carlos Dorantes Castro, La parado-
ja hídrica. Gestión del agua y procesos de intervención en la subcuenca El Zamorano,
Colón, Querétaro, misma que plantea la síntesis de los conflictos territoriales con-
temporáneos los cuales se articulan a partir de la imposibilidad que tienen los grupos
sociales que habitan esos territorios para usufructuar sus tierras, beneficiarse de sus
recursos naturales y generar procesos de mercantilización de estos elementos, debido
a la implementación de políticas públicas diseñadas desde el punto de vista del desco-
nocimiento social y etnográfico de las comunidades. La responsabilidad directa de la
escasez, que los habitantes de El Potrero le otorgan al entubamiento de los manantiales
de la parte alta obedece a un conocimiento local sobre el funcionamiento del ciclo del
agua sobre la tierra, asumiendo que el agua que cae en forma de lluvia debe bajar hasta

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 3-7 5


El espacio y el territorio, dos categorías de análisis... Figueroa Castelán M.

la presa de La Soledad, no sin antes pasar por su localidad. Esta coyuntura ha tras-
cendido las dimensiones locales al grado de negociaciones tensas dentro y fuera de la
cuenca entre los habitantes de El Potrero, los representantes de otros municipios como
el de Colón, e Instituciones como cea y conagua; como es evidente, ninguno de es-
tos actores han permanecido pasivo, por lo que la negociaciones van de reinventar y
experimentar las definiciones de derechos y códigos normativos que regulan el día a
día de las prácticas de agua. Se entiende entonces a esta paradoja hídrica, como la con-
junción de acontecimientos históricos, reconfiguraciones territoriales, dinámicas socio
ambientales, decisiones políticas y proyectos de intervención, que impiden otorgarle
una ubicación geográfica específica a la problemática o una temporalidad determinada
con respecto a la localidad de El Potrero, lo que conlleva a una falta de definición en
cuanto a si se encuentra dentro o fuera de la cuenca, y si debería o no formar parte de
la Unión de Riego.
Si bien este texto (como todos los que conforman el presente Dossier) es digno de
subrayarse de manera integral, quisiera resaltar –para ir concluyendo esta breve pre-
sentación– una pregunta que Dorantes Castro se hace: ¿tiene el enfoque de cuencas la
capacidad reflexiva, teórico–metodológica, y práctica; de incorporar la complejidad
planteada por los elementos socioambientales, culturales y políticos recabados en esta
investigación? La respuesta o respuestas se antojan de gran complejidad, sin embargo
la pregunta en sí misma nos lleva a una reflexión que debe entonar el diálogo cientí-
fico, académico e institucional entre las Ciencias Sociales e incluso ir más allá de las
ciencias hermanas.
Los cuatro casos presentados con anterioridad, muestran con certeza que los espa-
cios y territorios no sólo emergen desde el enfoque ingenieril, urbanístico, geográfico
o arquitectónico, los espacios y territorios son referentes de significación cotidiana
para los sujetos sociales que los espacializan, fronterizan y conflictúan, y la cotidia-
nidad implica lo social y cultural pero también lo político, lo económico, lo moral,
lo religioso y todas las instancias que construyen el mundo individual y colectivo de
las personas. La resolución o abordamiento de cada caso, nos hace pensar que los dos
conceptos centrales de este Dossier –espacio y territorio– urgen de una atención trans
y multidisciplinaria, en medida de las complejidades particulares –locales y globales–
que los caracterizan. Menciona Dorantes Castro que los espacios y territorios emergen
de las relaciones entre los hombres y las cosas, los objetos y las acciones, lo biofísico y
lo social, la naturaleza y la cultura; y esas relaciones deben constituir la base, reflexiva,
teórica, metodológica y práctica de los fenómenos espacio–territoriales.
Hoy en día, los espacios y territorios se ven insertos en una dinámica de tendencia
modernista instrumental aunada a políticas públicas y ambientalistas, que bajo proce-
deres y diseños de maqueta, establecen fragmentaciones, rupturas y omisiones de las
vidas, historias y memorias colectivas. De esta manera, las dimensiones sociales, cul-

6 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 3-7


El espacio y el territorio, dos categorías de análisis... Figueroa Castelán M.

turales y políticas de los espacios y territorios quedan relegadas en un segundo o tercer


término, cuando en realidad éstas deberían ser imperantes en la gestión e intervención
de las unidades espacio-territoriales.
De esta manera, el Dossier pretende mostrar la diversidad de realidades sustentadas
en las nociones históricas, geográficas, simbólicas, materiales, conflictivas, festivas,
laborales y emotivas que, desde la perspectiva antropológica, se establecen como es-
calas interpretativas de la relación que los sujetos establecemos con los espacios y
territorios, buscando de esta manera aportar no sólo al estudio en general de las espa-
cialidades contemporáneas, sino también a los proyectos de impacto, rescate o dig-
nificación territorial tan en boga en la actualidad, sugiriendo desde los aportes de las
Ciencias Sociales, la consideración primaria de las esferas significativas, simbólicas y
del habitar, pues ellas son las encargadas de sustentar apropiaciones, usos y funciones
reales de los espacios y los territorios sociales.

Mariana Figueroa Castelán1

1. Profesora–Investigadora del Colegio de Antropología Social, buap. Coordinadora del Seminario Acadé-
mico de Investigación Espacios, territorios, lugares y procesos socioculturales. Correo de contacto: maria-
na.figueroa@correo.buap.mx

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 3-7 7


DOSSIER
TERRITORIO NUMINOSO EN LA COLONIA
OBRERA TEXTIL EL MAYORAZGO,
PUEBLA
NUMINOUS TERRITORY IN THE TEXTILE WORKER COLONY EL
MAYORAZGO, PUEBLA

Lillian Torres González*

Sr. Modesto Díaz Nava: In memoriam

Resumen

El presente trabajo tiene por objetivo dar cuenta de la confor-


mación de un territorio que se devela a partir de los relatos
que aborda la dimensión fantasmagórica que emergen de lo
sobrenatural. Lo anterior, contribuye a la conformación de
un sistema de lugares alternativo que delimita un territorio
numinoso con prácticas locales propias de una colonia obre-
ra, y en sintonía con el aprovechamiento de recursos natura-
les, cuya riqueza también contribuye a formar una atmósfera
transmundana.

Palabras clave: Territorio, memoria, lugares, sobrenatural.


* Profesora–investigadora
del Colegio de Antropolo-
gía Social de la Benemérita
Universidad Autónoma de Abstract
Puebla y estudiante del doc-
torado en Antropología So-
cial de la Escuela Nacional The aim of the present work is to account for the formation of
de Antropología e Historia.
Correo de contacto: lilian.
a territory that is revealed from the stories that addresses the
torres@correo.buap.mx phantasmagorical dimension emerging from the supernatural.

8 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

This contributes to the formation of an Parte del crecimiento económico y


alternative system places delimiting a social se debe a un empresario indus-
numinous territory with own local prac- trioso que compró El Mayorazgo hacia
tices of a workers’ colony, and in tune finales de los años treinta de siglo xx;
with the exploitation of natural resour- José de la Mora inicia un periodo de
ces, whose wealth also contributes to urbanización en este sitio, dicha fase se
form a transmundane atmosphere. caracterizó por la creación de la primera
agrupación sindical, mejorando así las
Keywords: Territory, Memory, Places, condiciones de los trabajadores y sus fa-
Supernatural. milias (Ventura, 2010, p. 720). A partir
de este momento, el paisaje comenzó a
adquirir nuevas formas y relaciones, ya
Presentación que este empresario facilitó la adquisi-
ción de casas para los obreros y sus fa-
El Mayorazgo es una colonia con tradi- milias, con la construcción de conjuntos
ción obrera ubicada en el sur de la ciudad habitacionales que se distribuyeron en
de Puebla, la cual nace a partir de un cen- la zona oriente de la colonia industrial,
tro textil que lleva este mismo nombre, delineándose así, un territorio cuyas ca-
su origen se remonta desde los albores racterísticas pertenecían cada vez más a
del siglo xix, y hasta la fecha, el sello fa- un contexto urbano.
bril sigue en pie. Si bien, la fábrica cerró En este sentido, las transformaciones
sus puertas desde el año de 1993, el te- importantes en El Mayorazgo nacieron
rritorio que se ha desplegado es uno con de las demandas de los sindicatos de
continuidad histórica hasta convertirse trabajadores. Hacia los años cincuenta,
en la colonia obrera textil El Mayoraz- se construyó un molino de nixtamal y
go, localizada en la ribera del río Atoyac. una tienda grande de productos básicos,
Sin embargo, previo a su construcción, gestionada por la sección 10. En ella se
se aprovechó la tecnología colonial que ofrecían productos básicos y se suplía
allí residía, como un molino de trigo que a las formas tradicionales de consumo.
era movido por el caudal del mismo río, Incluso, las maneras de elaborar algunos
el cual se reutilizó para la fábrica. Su alimentos reflejaban las significaciones
localización es estratégica, pues en sus y los cambios de un locus rural a uno
inicios, demarcaba la periferia de la in- urbano, confluyendo distintos conteni-
cipiente urbe, y al mismo tiempo estaba dos simbólicos. Asimismo, se crearon
cercana a rancherías, haciendas y pue- escuelas –Jardín de niños y primaria–;
blos. Ulteriormente, fue uno de los cen- campo deportivo, lechería, ladrillera,
tros fabriles que consolidó una tradición academia de corte y confección, la se-
laboral que incidió en beneficios sociales gunda Iglesia de San José, el Sindicato,
y económicos para sus trabajadores. sala de cine, terraza y un billar, todos

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 9


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

estos lugares funcionando hasta que la establecidas y reconocidas en un mo-


fábrica cerró sus puertas en 1993, pocos mento determinado” (Rizo, 2006, p. 6).
de ellos aún subsisten (Ventura, 2010). En este sentido, la memoria jerarqui-
Es importante definir algunos con- za el territorio a partir de los referentes
ceptos ejes de este trabajo para acercar- que constituyen los recuerdos y expre-
nos a mirar al territorio numinoso de El siones más representativas del lugar o
Mayorazgo, por ello, a continuación se lugares. Los sistemas de lugares estruc-
abordan las escalas y niveles de esta co- turan y dan forma a la dinámica social,
lonia obrera. son la proyección de un universo orde-
nado que da cuenta de las funciones so-
ciales, además pone de manifiesto el de-
Sistema de lugares como concepto ber ser y el ser. Así, el lugar es definido
por Abilio Vergara (2013) como:
El sistema de lugares apela a la inter-
dependencia y relación dialógica de un […] el espacio construido por los que
conjunto de lugares que se inscriben en habitan-usan-poseen, ellos son los que
un territorio. Esta definición tiene la fi- facturan física y significativamente, por
nalidad de profundizar en los significa- ello, la historia de los lugares está estre-
dos, huellas y dinámicas de los lugares chamente ligada a la biografía de los in-
dividuos y también a la historia de sec-
que se actualizan con la apropiación,
tores de la comunidad y de la sociedad
evocación y discursos vertidos. A partir
en las que se emplazan […] (p. 141).
de este ejercicio, se observa una serie de
cartografías superpuestas que son resul-
Por tanto, sin apropiación no hay luga-
tado de un tejido constituido por actores
res, es por eso que al hablar de espacio,
de distintas generaciones.
territorio y/o lugares necesitan de la
El imaginario territorial se materia-
memoria a partir de los referentes es-
liza en las prácticas de cada lugar que
pacio-simbólicos para recrear y repro-
densifica y al mismo tiempo, refleja
ducir imágenes, vivencias y narrativas
discursos alternativos condensados que
que evoquen al territorio habitado. Esta
se observa como una especie de mate-
memoria se recrea desde los sujetos que
rial especular o de múltiples reflejos. La
establecen lazos con el espacio y son
transición categórica de espacio a lugar,
producto de sujetos históricos situados,
será un proceso en el que intervendrá la
son apropiaciones materiales y simbóli-
interacción entre los sujetos de una co-
cas que permiten definir, en este caso, la
munidad y formarán la esencia histórica
vida rural–urbano–industrial de El Ma-
de su realidad convirtiéndose así en “es-
yorazgo.
pacio social […], un sistema de diferen-
cias sociales jerarquizadas en función de
un sistema de legitimidades socialmente

10 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

Sistema de lugares en El Mayorazgo rios de Chipilo,1 municipio próximo a la


ciudad de Puebla. Hacia el poniente, la
A lo largo de la investigación en El Ma- frontera natural por excelencia fue y ha
yorazgo, se ha delimitado el territorio sido el río Atoyac.
bajo una forma que no necesariamente Por otro lado, la frontera cercana, re-
corresponde a los límites oficiales de fiere al conjunto de prácticas propio de
la colonia. De acuerdo con informantes la esencia de este territorio, el cual re-
que destacan por su participación en la fiere a una división particular del mundo
vida obrera y oscilan entre los 70 y más laboral. En este sentido, el faro localiza-
de 90 años de edad, se materializa un do en el sur de la colonia, y el puente del
sistema de lugares organizado bajo dis- río de San Francisco, fueron elementos
tintos cronotopos. que marcaron la delimitación de lo ajeno
Los lugares frontera, por ejemplo, y lo propio de esta villa fabril (Licona,
son referentes naturales y simbólicos Meza y Torres, 2014).
que delimitan al territorio bajo dos ni- Uno de los elementos que se
veles de apropiación: frontera lejana y comparten en los testimonios es la
cercana. La primera refiere a los límites relación dialógica entre el mundo inte-
que antiguamente se reconocían como rior y exterior: El Mayorazgo es exten-
los formalmente establecidos bajo un sión de la casa, es espacio íntimo, cer-
título oficial. cano, proveedor del sustento y referente
En la primera mitad de siglo xx, que ordena la vida social. El Mayorazgo
se refiere a dos elementos fronterizos, tiene vida propia, se personaliza, adquie-
hacia el norte Agua Azul y la poza de re facultades humanas pues: “Mayoraz-
Amatlán, y hacia el sur, Los Jagüeyes y go siempre estaba alegre, era bonito, por
la Laguna de Mayorazgo, siendo actual- la convivencia con las familias, se sentía
mente esta última, un centro comercial y como una casa, como un hogar. […] ha-
estacionamiento. Fuera de estos límites blar de Mayorazgo es sentirnos dentro
se percibía un mundo distinto, como el de él”,2 esta última expresión refiere a
de la ciudad –centro–, y hacia el sur, la la fuerte pertenencia hacia el lugar de
existencia de otras áreas del mundo rural origen.
como la Hacienda de Castillotla. Hacia La sonoridad campestre se fusionó
el lado oriente, se absorbieron algunos con el ritmo de los telares, la moderni-
ranchos que posteriormente se transfor-
maron en colonias, pero sujetas, identi-
1. Chipilo fue fundado por familias italianas pro-
ficadas e incorporadas en la vida de El cedentes de la región del Véneto a finales del si-
Mayorazgo, tales como Los Ángeles, glo xix, quienes se dedicaron a la labor agrícola
San Baltazar Campeche, San Vicente y y ganadera. Actualmente, su principal producción
es la de productos lácteos.
algunos ranchos de pobladores origina-
2. Sr. Mora, fecha de entrevista: 05 de febrero
de 2015.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 11


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

dad se desplegó e instaló un tiempo re- conformaron el sello característico de


gular, mecánico, fraccionado en turnos esta colonia: el deporte, particularmente
y marcado por el silbato, cuyo artificio constituyó una tradición beisbolera. Más
reguló el ritmo laboral, íntimo y cotidia- adelante, actividades de distinta índole
no de los pobladores del Mayorazgo: han sobrepuesto otras prácticas que han
diversificado sus usos y apropiaciones
[…] el silbato se usaba mucho en las conformando un lugar polisémico. Así,
fábricas porque hay las calderas y pro- se traza en los mapas un sistema de luga-
duce mucho vapor para los engomados, res, que es multimodal y bajo distintos
[…] entonces los silbatos silban a base discursos, conduciendo no únicamente
de la presión del vapor […] y no una a un único sistema de lugares, sino di-
fábrica, la mayoría, yo recuerdo que se
versos.
oía la de Santiago hasta Mayorazgo,
la de la Teja […] se identificaban y se
oían casi al mismo tiempo porque eran
a la misma hora de entrada.3 Dimensión sobrenatural

Si bien la fábrica configuró este te- Es bajo este tenor, que quisiera abordar
rritorio nominado además como lu- otra dimensión o temas alternativos que
gar laboral, emergieron otros espacios han derivado de los relatos, los cuales
que alternamente complementaron la se caracterizan por contener elementos
vida de sus habitantes; lugares de traba- sobrenaturales que otorgan potencia a
jo se observaron en la zona de los lava- los lugares; cada narración aborda as-
deros, la ladrillera, el transporte público, pectos particulares, personas, tempora-
incluso las pulquerías fueron además lidades y sucesos específicos. Este terri-
de lugares de ocio y entretenimiento, torio emerge bajo determinados factores
concebidos como un lugar laboral y el que propician la escena fantasmal tales
sostén de muchas familias. Es por ello, como el tiempo, el entorno –el agua, la
que cada uno juega distintos papales a ribera del río, los pozos–, la oscuridad y
partir de las prácticas y biografías de los la noche, son algunos de los elementos
sujetos, y es aquí, donde observamos que contribuyen a catalizar el proceso de
este juego de matices y reflejos a contra construcción de la materialidad de esta
luz que constituye distintas facetas del dimensión numinosa.
lugar.
El parque deportivo Atoyac Textil,
lugar gestionado por la sección 10 del El territorio numinoso y su sistema de
Sindicato, abrió sus puertas en 1940 y lugares
condensó una serie de prácticas que
Otra forma espacial de estructurar y
3. Ídem. ordenar el mundo social es a partir del

12 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

imaginario que se representa en los re- su ubicación entre dos ríos: Atoyac y
latos vinculados al mundo sobrenatural. San Francisco. Además, el alumbrado
De este se desprenden asociaciones en- público hace 40 o 50 años era un gran
tre el entorno natural y otras manifesta- ausente, cuya circunstancia de oscuridad
ciones de vida, se replican símbolos que densificaba y era eficaz para los efectos
al parecer se comparten con otros sitios. sobrenaturales:
Asimismo, se producen imágenes loca-
les producto de la interrelación entre el Pero yo les voy a decir una cosa, que
espacio y el tiempo, cuya manifestación todas estas leyendas pues probable-
en la literatura, Mijail Bajtín (1989) le mente si sean ciertas, porque se presta-
ha denominado cronotopo, y cuyo autor ba la situación, porque había muy poca
lo define como: luz. Había un foquito aquí y un foqui-
to dentro de dos calles y todo era muy
oscuro […], oscuro, oscuro completa-
[…] la conexión esencial de relacio-
mente. Entonces pues todo se prestaba
nes temporales y espaciales asimila-
para lo mismo. Te digo cuando éramos
das artísticamente en la literatura […
chavitos pos a las ocho de la noche ya
El cronotopo] expresa el carácter in-
era, ya era noche […] porque ya se po-
disoluble del espacio y el tiempo (el
nía muy oscuro, muy oscuro, no había
tiempo como la cuarta dimensión del
cambios de horario como ahorita […],
espacio). Entendemos el cronotopo
era natural y si a las ocho o nueve de la
como una categoría de la forma y del
noche máximo, todo era desierto com-
contenido de la obra (p. 237).
pletamente por la oscuridad.4
En este sentido, y bajo un primer acer-
Cabe mencionar que actualmente, ha
camiento, se propone abordar los rela-
perdido fuerza el cronotopo de lo sobre-
tos de lo sobrenatural como ejemplos de
natural en algunos casos; ahora los te-
cronotopo, cuya narrativa se caracteri-
mores y miedos que se suscitan en la co-
za por la intersección de los elementos
lonia están relacionados con el contexto
temporales que se despliegan en el espa-
de inseguridad de la misma: “Pero sí le
cio. Incluso, no se observa de la misma
digo hay muchas leyendas, […] y […]
manera el cronotopo de hace algunas
esas son leyendas que existían aquí en la
décadas o más, a como se le mira actual-
colonia. Ahora ya después ya le digo ya
mente.
hay mucha luz ya, ahorita sale el muerto
Los elementos de peso para intensifi-
o la Rielera y la violan”.5
car la estructura del cronotopo de lo so-
Para fines de esta exposición y
brenatural y/o numinoso, y condicionar
de acuerdo a los relatos hasta aquí
o auspiciar el mismo, son la noche y el
contexto rural de El Mayorazgo, además
de las condiciones naturales tales como 4. Sr. Modesto Díaz, agosto de 2015.
5. Ídem.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 13


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

registrados, se identificaron tres ti- sentaciones tienen una reminiscen-


pos de lugares que se enmarcan en un cia derivada de lo local, regulando la
territorio, incluso van más allá de la movilidad, los lugares y el hora-
colonia El Mayorazgo, fuera de las rio. Así, se construye una atmós-
barreras físicas: lugar de entes acuá- fera que sedimenta los sentidos, se
ticos, lugar de ánimas y aparecidos potencian particularmente aquellos que
y lugar de nahuales. Algunos autores advierten los peligros y los riesgos pro-
clasifican este tipo de historias como pios de los lugares al transitar por alguna
parte de la mitología menor o tam- calle, esquina o zona en la que el poder
bién denominada mitología inferior, discursivo despliega y manifiesta el peso
cuyo término fue acuñado por Man- de la imaginería sobrenatural. Cualquier
hartd –etnógrafo alemán del siglo sonido, sombra, movimiento, o algo que
xix– y es retomado por Ivanov (2002) irrumpa con la trayectoria cotidiana, o
quien define a dicha mitología como: regularidad propia de dicho lugar o ad-
quiera una forma irreal,7 se traduce en
[…] los seres mitológicos que no po- una experiencia transmundana o sobre-
seen un status divino, los diferentes de- natural.
monios y espíritus […]. Por lo regular, El campo de lo invisible se normaliza
los seres atribuibles a la M.i. (Mitolo- a partir de los actores que están expues-
gía inferior)6 son los personajes más tos a dicha atmósfera y han presenciado
populares de los géneros folclóricos:
tales manifestaciones. La naturalización
cuentos, leyendas locales (bylichki),
de estos relatos se ancla a la tradición
etc. […] la M.i. puede ser denomina-
da “no oficial”, a diferencia del culto oral cuya temporalidad es larga y se ex-
oficial a los dioses. La oposición de plica bajo las figuras ya reconocidas que
la M.i. como no oficial al culto oficial se replican en mucho lugares, tales como
aparece en forma particularmente clara nahuales, brujas representadas como bo-
en las sociedades en que estos sistemas las de fuego, fantasmas locales que son
mitológicos son, por su origen, históri- propios del territorio, tales como la mu-
ca o étnicamente distintos […] en las jer (rielera) o señora que se aparece cer-
regiones donde un cristianismo llegado ca de un pozo, y el niño encuerado visto
en fecha relativamente tardía, al deve- en el campo deportivo.
nir culto oficial, absorbió todo el siste-
ma de concepciones mitológicas loca-
les, degradadas al nivel de M.i. (p. 297)

De esta manera, la mixtura de per-


sonajes, imágenes, nombres, repre-
7. Considérese irreal a lo que irrumpe la lógica
del mundo físico cognoscible y plausible a través
6. La acotación es mía. de los cinco sentidos convencionales.

14 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

Campo deportivo Atoyac textil de El Mayorazgo. Partido de beisbol, agosto de 2015.


Lugar donde se aparece el niño encuerado o sin rostro. Fuente:
Lillian Torres González.

Las representaciones que de ellos se ha- canales sensoriales-perceptivos, como lo


cen se socializan, trascienden, cobran que ocurre en el campo de la magia, de
forma, tanto que, construye lo real a la telepatía, de las energías invisibles que
partir de lo imaginario. Es decir, se in- producen la dimensión del misterio, que
corpora a las imágenes mentales que, de remiten a lo oculto” (p. 42).
haberlo visto, son creíbles dichas histo- En consecuencia, se identificaron tres
rias. A pesar de estar de por medio los categorías que ya mencionamos respec-
cinco sentidos, se incluye un canal más to al sistema de lugares, el primero es
que se describe como aquello que se per- el lugar de entes acuáticos. Uno de los
cibe pero no se ve, ni oye, ni se palpa o cronotopos que se construye a partir de
huele. Este conjunto de prácticas, rela- la relación entre cuerpos de agua, tales
tos, nombres, lugares, atmósfera, sujetos como los ríos y los pozos, se caracteri-
e incluso sensaciones indescriptibles, za por un paisaje sonoro y olfativo, así
pertenecen al campo de la semiótica de como la vegetación, actualmente preca-
lo invisible, cobijadas bajo una lógica ria en algunas zonas, dado la urbaniza-
dialógica que aún falta por explorar en ción y su innegable contaminación. No
términos metodológicos y teóricos. obstante, el río es marco de la densidad
Haidar (2006) define a la semiótica de las narrativas transmundanas que
de lo invisible como aquello “que abarca conducen a prácticas de los habitantes
los sentidos producidos fuera de los cinco ribereños.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 15


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

Este lugar incluye la zona con ve- invisibles” (p. 90). Emplazado al con-
getación, pero además, las casas in- texto local del Mayorazgo, una comu-
mediatas al río. El cohabitar con el río nidad procedente del contexto rural, se
implica entrar a una zona que despliega incorporan elementos de sustrato me-
creencias y se aceptan las condiciones soamericano, y su representación es:
bajo las cuales se rigen algunos de sus
residentes. Los seres que se materiali- Dicen que son mujeres que se vuelven
zan son duendes, víboras que chupan piedras y andan volando en la noche a
la energía vital de los humanos hasta donde había niños chiquitos. Los pies
alcanzar su muerte llamadas cincuate, de las brujas los dejaban debajo del te-
aves de rapiña de gran tamaño y bolas de namaxtle, el tenamaxtle es en mexicano
y son unos ladrillos (que se acomodan)
fuego, cuya identidad de los últimos dos
para el tlecuile para echar tortillas (…)
corresponde a las brujas que roban, en-
y allí dejan sus pies, entonces volaban,
ferman niños y mantienen a las madres les echaban algo a las mujeres para
bajo un sueño muy profundo: “Escuchó que se quedaran dormidas y no sabían
que algo aleteaba, era una bola de fuego cuándo se los jalaban.10
y se fue hacia el río, dicen que era una
bruja. Las mujeres de la frontera, que
viven en la orilla del río tienen mucho
cuidado”.8
Las prácticas que se despliegan en
este lugar, se asocian a la protección
de los niños, principalmente de los más
pequeños: “A los niños se les protegía
con unas tijeras (puestas en cruz) y el
cuchillo, la punta pa fuera y el cabo pa
dentro”.9
La representación popularizada de
las brujas se remonta a la Edad Me-
dia, con un gran peso de la concep-
ción cristiana, al asociarlas con el dia-
blo. De acuerdo con Iusim (2002), las
brujas se caracterizan por “la facultad
del transmutacionismo, volar en el
aire, animar cualquier objeto, volverse

8. Entrevista a la Sra. Aguayo, fecha de entrevis-


ta: julio de 2013.
9. Ídem. 10. Ídem.

16 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

Río Atoyac. Ribera en la que se ubican casas de los vecinos de El Mayorazgo y lugar
en donde se han observado las bolas de fuego o brujas. Marzo de 2016. Fuente:
Lillian Torres González.

Por otro lado, los pozos, también forman la producción de relatos sobrenaturales,
parte de los elementos que catalizan los los cuales conforman una semiosfera
relatos de lo sobrenatural. Es común la constituida por un determinado lengua-
presencia de algunos entes que cobran je, por el agua, sonidos, prácticas, suje-
forma de aparecidos, tales como la his- tos, imágenes y percepciones que hace
toria de la mujer de negro que la han vis- de él un lugar densificado y forma parte
to rondar en una casa siempre cercana a de la relación interdependiente con el te-
un pozo, u otra aparición denominada la rritorio mayorazguense, pero comparte
rielera. De acuerdo con García Zambra- con otras realidades locales en las que se
no (2006, p. 31), el pozo es una oque- replican estas mismas historias.
dad que al igual que varios elementos Parte de este sistema de lugares, es
naturales tales como cuevas, abrigos ro- el lugar de ánimas y aparecidos que se
cosos, barrancas, grutas, grietas, riscos materializa en el espacio público como
forman parte de pasajes, de umbrales la calle y particularmente en el parque
que conectan con el inframundo desde deportivo Atoyac, el cual forma parte
la visión mesoamericana. Esta inter- del imaginario propio de Mayorazgo. La
pretación es sólo un acercamiento para historia remite a la aparición de un niño
seguir profundizando en la relación de de aproximadamente 7 u 8 años que no
elementos naturales, socioculturales y tiene ropa y anda jugando a veces en la

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 17


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

zona cercana de juegos infantiles, pero constituye una dificultad para entender
principalmente, ronda el parque deporti- lo invisible que se visibiliza porque mu-
vo, corre al interior de este campo, a ve- chos lo relatan y forma parte de la me-
ces aparece junto a un árbol antiguo que moria compartida, la cual adquiere gran
se localiza justo en la salida de este par- potencia:
que de El Mayorazgo. El nombre que ha
recibido, es el del niño encuerado o el […] pero entonces empezaron a sen-
niño sin rostro. Sin embargo, la efectivi- tir feo se les empezó a erizar el pelo
dad del lugar se materializa en la noche: […], Saben qué muchachos, vá-
monos, vámonos porque esto no
Sí, esa leyenda es muy famosa también es bueno, aquí nos va a pasar algo fuer-
aquí, de un niño que salía en cualquier te, mejor vámonos.” Y ya todos se fue-
parte de la colonia. Pero básicamen- ron, todos en bola, se fueron para sus
te en el parque Atoyac y todavía hace casas.12
como veinte años. […] era como las
dos de la mañana […], dicen “miren Estos emosignificados se corporeizan, se
ahí está el chamaco encuerado”. Y somatizan y se interpretan constituyendo
como iban como veinte y que dice José un lugar relativo al ámbito prohibido,
Luis Madrid: “Pues órale muchachos, o el que tiene fronteras simbólicas que
vamos a agarrarlo”. Dice “Vamos a ro- si son trasgredidas, altera el orden no
diar”. Dice “Y cuando chifle yo, todos únicamente natural, sino sobrenatural.
nos brincamos, […] lo fueron a arrin- El tercer lugar que despliega la me-
conar, el chamaquito se metió corrien- moria rural, es la presencia de nahuales
do ahí donde, donde había mucha ma- en El Mayorazgo. La condición de El
leza y todos empezaron a acercarse a
Mayorazgo como pueblo, sintetiza la
rodearlo [...] dicen que desapareció, de
obviedad de la presencia de aquellos:
la segunda base que se iba al tercero y
ahí se echaba a correr todo el parque.11
[…] como todo pueblito, por decirlo así
porque era como un pueblito antes no
Como ya se mencionó anteriormente, la
era una colonia, ahora ya tenemos hasta
semiótica de lo invisible, aborda aspec- fraccionamiento. Sí, éramos un puebli-
tos que rebasan los cinco campos con- to pos estábamos llenos de leyendas y
vencionales de los sentidos, la experien- de dichos y leyendas que espantaban
cia del lugar se sedimenta en la relación mucho aquí en la colonia, y pues por
con la emotividad y/o sensaciones que lo que nos platicábamos y por lo que
son únicas de la situación particular del veíamos, pues sí era eso.13
lugar; en términos metodológicos

11. Sr. Modesto Díaz, fecha de entrevista: agosto 12. Ídem.


de 2015. 13. Ídem.

18 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

Actualmente, el lugar o lugares de los na- orienta un saber desde el campo de la


huales son inexistentes, pues la urbaniza- hechicería y/o el chamanismo. De
ción ha reducido las posibilidades y las acuerdo con estas historias, su objeti-
condiciones de una atmósfera propicia vo es hurgar o robar comida o anima-
para la materialidad del mundo invisible y les, y su poder se disminuía al ama-
sobrenatural. No obstante, la idea de un necer. El lugar adquiere densidad al
Mayorazgo rural se condensa en los re- relacionar tiempo y espacio, di-
latos acerca de estos actores que mutan cho cronotopo se estructura con los
de humano a animal: siguientes elementos: noche, solitario,
silencio, campo, milpa y traspatios:
Resultó que una tarde, una vez al señor
Anacleto se le hizo tarde para llegar a la Pues ya cuando empezaba a amanecer,
su casa, ya venía nochecito cuando este que el burro […] se volvió una perso-
dentro de las milpas, […] este empezó na y le habló y le dice “mira no seas
a oír mucho ruido. Que “pas” “pas”, malo, déjame ir” dice. “Es que se va ca-
cortaban, se oía mucho ruido y se es- sar mi hijo y por eso me vengo a robar
cuchan mucho pos era solitario y pos el maíz” dice. “Pero no me lo tomes a
un ruido se escucha fácilmente […] En- mal” dice. “Se va a casar para tal fecha
tonces él con la curiosidad de ver qué y si me dejas ir, ese día vas a ver, […]
es lo que estaba pasando, se metió a las vas a recibir una sorpresa, una buena
milpas y cuál fue su sorpresa, que esta- sorpresa”. Pues ya el señor quiso, ¿no?
ba un burro, pero con manos humanas Ya se levantó su sombrero y que cada
cortando la caña, los elotes y echándo- quien para su casa y efectivamente el
los en los canastos. Sí. Entonces él se día que le había dicho llegó a su casa
espanta y también por el ruido que hace con unas personas, llegaron con mu-
al espantarse voltea también el burro y chas canastas: con mole, con huajolo-
este empieza a corretearlo.14 tes, tamales, tortillas, de todo pero unas
canastotas. Sí. Porque a mi papá le tocó
El lugar de la milpa o el traspatio fue comer, pos era su vecino.15
fundamental para la presencia de nahua-
les, cuyos relatos son el común denomi- En este sentido, las relaciones que
nador de otras localidades, se populariza constituyen los lugares que se esca-
y sus representaciones aluden a anima- la a su vez en un sistema y constituye
les tales como burros, perros, pavos, un territorio, también se trasforma a
cerdos, jaguar, puma, entre otros. Esta partir de las coyunturas y transfor-
capacidad de algunos seres humanos de maciones del espacio, no obstante,
transformarse en animales, correspon- la memoria es un acto también de
de a una habilidad de nacimiento que resistencia que otorga poder a la

14. Ídem. 15. Ídem.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 19


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

imaginería de los lugares, y algunos Referencias


mencionan que, a pesar del ruido, el
crecimiento urbano, aún se perciben Bajtín, M. (1989). Teoría y estética de la
estos lugares alternativos y fantasmagó- novela. Madrid: Taururs.
ricos. García, J. (2006). Paisaje mítico y pai-
saje fundacional en las migraciones
mesoamericanas. Morelos, México:
Conclusión Universidad Autónoma del Estado
de Morelos.
Para concluir, es importante señalar que, Haidar, J. (2006). Debate CEU-Recto-
las transformaciones del uso de suelo, ría. Torbellino pasional de los argu-
han generado la eliminación de ciertas mentos. México, D.F.: unam.
prácticas que eran cotidianas hace 40 o Iusim, M. (2002). Brujas. En Árbol del
50 años, por ejemplo, a partir del cam- Mundo. Diccionario de imágenes,
bio de uso público a privado. Las mil- símbolos y términos mitológicos. La
pas, chiqueros en los traspatios, peque- Habana, Cuba: Criterios.
ños ranchos como los de los chipileños, Ivanov, V. (2002). Mitos antropogóni-
zonas de cultivo, cuerpos de agua co- cos. En Árbol del Mundo. Dicciona-
munes, han reducido su presencia pau- rio de imágenes, símbolos y términos
latinamente hasta desparecer, lo que ha mitológicos. La Habana, Cuba: Cri-
conducido a cambios en el paisaje de El terios.
Mayorazgo. Licona, E, Meza, A & Torres, L. (2014).
No obstante, a pesar del vertiginoso Memoria y territorio: lugares, sujetos
cambio, en donde la privatización se ha y sentidos en el Mayorazgo. Puebla.
convertido en la nueva práctica que mer- México. En L. Rubio & G Ponce
cantiliza los lugares de la ciudad, aún se (Eds.). Escenarios, Imaginarios y
asoman los relatos que operan con po- Gestión del Patrimonio, España:
tencia. La transformación en el paisaje Universidad de Alicante.
es un hecho, sin embargo, se observan Rizo, M. (2006). Conceptos para pensar
fuerzas de resistencia, pues las prácticas lo urbano: el abordaje de la ciudad
socioculturales del ámbito local reflejan desde la identidad, el habitus y las
el sentido que cohesiona la comunidad, representaciones sociales, Revista
pero más aún, los relatos evocativos Bifurcaciones, vol. 6, otoño. Recupe-
de la comunidad actualizan lo propio y rado de http:// www.bifurcaciones.cl
traen al presente, al pueblo que se man- Ventura, T. (2010). Colonia El Mayo-
tiene en la memoria de sus habitantes razgo. Algunos aspectos sociales y
delineando una cartografía imaginaria culturales. En xiv Encuentro de La-
siempre vigente y generadora de senti- tinoamericanistas Españoles: con-
dos. greso internacional, Santiago de

20 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21


Territorio numinoso en la colonia obrera textil... Torres González L.

Compostela: España, 200 años de


Iberoamérica (1810-2010), pp. 713-
730.
Vergara, A. (2013). Etnografía de los lu-
gares. Una guía antropológica para
estudiar su concreta complejidad.
México, D.F.: Ediciones Navarra,
enah-inah.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 8-21 21


LA RESTAURACIÓN Y RECONFIGURACIÓN
DE LOS ESPACIOS EN EL CENTRO
HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE PUEBLA
THE RESTAURATION AND RECONFIGURATION OF THE SPACES
FROM THE HISTORICAL DOWNTOWN PUEBLA

Gabriela Ruiz Velázquez*

Resumen

El presente texto aborda la discusión acerca de una visión del


patrimonio que responde a nuevas formas de consumo que tie-
nen que ver con la historia de local y con los inmuebles que
han sido elegidos para representarla. Se analiza de manera ge-
neral el caso del centro histórico de la ciudad de Puebla, ya
que la intervención arquitectónica de un número importante de
edificaciones en los últimos años ha contribuido a una recon-
figuración del espacio en el cual se entrecruzan apropiaciones,
capitales y discursos. De manera particular, se aborda el tema
de los restaurantes pertenecientes a la categoría Tesoros de
México a partir de la información recabada durante trabajo de
campo,1 la cual enriquece el análisis del surgimiento de nue-
vas prácticas, actores, ambientes, propuestas de valor y ofertas
gastronómicas en espacios revitalizados, en el marco de una
idea de patrimonio que otorga prestigio y reconocimiento so-
cial.

Palabras clave: Patrimonio, reconfiguración, espacio, con-


* Licenciada en Antropo- sumo.
logía Social. Maestra en
Antropología Social por el
Colegio de Antropología
Social, Facultad de Filo-
sofía y Letras, Benemérita
Universidad Autónoma de 1. Consistió en observación participante, entrevistas y pláticas informales
Puebla. Correo de contacto: con los distintos actores que forman parte del equipo de trabajo de los res-
graby21@hotmail.com taurantes, así como a comensales.

22 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

Abstract taca la venta y consumo de los patrimo-


nios por el turismo. En México se han
This text deals with the discussion about hecho estudios acerca del impacto que
a vision of heritage that responds to new ha tenido la declaratoria de Patrimonio
forms of consumption that have to do Mundial de la Humanidad en distintas
with the local history and with the pro- ciudades, así como en prácticas conside-
perties that have been chosen to repre- radas patrimonio intangible, tanto entre
sent it. The case of the historic centre of sus habitantes como en aspectos eco-
the city of Puebla, discussed in a general nómicos, políticos y sociales de estos
way that the architectural intervención espacios. Además este país ha sido con-
in an important number of buildings in siderado como uno de los que asignan
recent years has contributed to a recon- mayor presupuesto a la conservación del
figuration of the space in which inter- patrimonio, sobre todo a lugares de inte-
sectappropriatons, capital and speeches. rés global y de turismo internacional que
In patricular ir adresses the issue of res- puedan potencializar la derrama econó-
taurants belonging to Tesoros de Mexico mica, como son los sitios arqueológicos
cathegory from the collected information e históricos, así como en el patrimonio
durign field work,2 wich enriches the intangible, como las festividades o la co-
analysis of the emergence of new prati- mida.
ces, actors, enviroments, value proposi- La ciudad de Puebla es relevante por
tions and gastronomic offers in revitali- su diversidad sociocultural, su acervo
zed spaces, within the frame work of an histórico–arquitectónico de dimensio-
idea of heritage wich gives prestige and nes universales y su especificidad his-
social recognition. tórica–local. La declaratoria del centro
histórico de la ciudad como Patrimonio
Keywords: Heritage, Reconfiguration, Mundial de la Humanidad en 1987 deli-
Space, Consumption. neó dos procesos: antes3 y después de la

La ciudad de Puebla y la puesta en 3. En 1984 comenzó el proceso de rescate del


valor del patrimonio legado histórico y cultural del centro de la ciudad,
mediante el reordenamiento urbano de la misma,
con intervenciones como la desconcentración del
El patrimonio visto como identidad comercio de abasto, la limpieza de calles, la rees-
nacional ha sido sustituido por una tructuración del transporte público, la construcción
de equipamientos deportivos y recreativos de ca-
visión patrimonialista en donde se des- rácter público; además de acciones para devolver
el rostro de ciudad monumental, como el rescate
2. It consisted of participant observation, inter- del atrio de Santo Domingo, la demolición de mar-
views and informal talks with the different actors quesinas, arreglo del pavimento, reparación de
that ares part of te team of restaurants as well as banquetas con laja tipo Puebla y la recuperación
guests. de aproximadamente 72 inmuebles.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 23


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

misma; los cuales demarcaron la imagen o no ser reconocido o resguardado, es


y usos actuales de este espacio. decir, “se consagran como superiores
Milián y Lessard (2003) mencionan: ciertos barrios, objetos y saberes porque
fueron generados por los grupos domi-
La primer fase fue cuando las autori- nantes o porque éstos cuentan con la for-
dades emprendieron un conjunto de mación necesaria para comprenderlos,
acciones de saneamiento y restaura- apreciarlos y controlarlos mejor” (Rosas
ción, en primera instancia con vista a Mantecón, 2005, p.73), aunado a esto, se
su posible integración a la lista de ciu- encuentra el beneficio económico que se
dades patrimoniales; y la segunda, ya
puede obtener de los denominados bie-
conseguido el estatus patrimonialista,
nes culturales materiales e inmateriales.
en la que se buscaba la inserción del
patrimonio en el mercado mundial de Actualmente en el centro de la ciu-
consumidores de escenario históricos dad de Puebla cada vez más edificios
(p. Jy). antiguos son intervenidos para ser reu-
tilizados, y esto responde a una suerte
Consecuentemente, en la actualidad el de gentrificación, ya que con el paso de
centro histórico es contenedor de activi- los años los habitantes han sido despla-
dades y prácticas con un enfoque turís- zados a otros puntos, al igual que algu-
tico, cuyo resultado proviene de los pro- nas actividades que ahí se llevaban a ca-
cesos antes dichos y de la atención que bo,4 y quienes permanecieron carecían
se puso a los edificios históricos para de los recursos para mantener en buen
revalorizarlos y convertirlos en museos, funcionamiento las antiguas casonas y
restaurantes, hoteles y otros lugares que vecindades, por lo que se pusieron a la
se insertan en una lógica de consumo venta, fueron abandonadas o bien son
cultural no sólo a nivel local y nacional habitadas por personas de bajos recursos
sino también a nivel internacional. que se encuentran en hacinamiento, ubi-
El hecho de que el centro históri- cándose fuera de la imagen patrimonial
co de Puebla se encuentre en la lista que se proyecta tanto al interior como al
del Patrimonio Mundial de la Huma- exterior de la ciudad. El abandono for-
nidad está relacionado con que este zado de espacios estratégicos en el cen-
espacio sea vivido día a día por miles tro histórico resultó en la apropiación de
de actores sociales que lo aprehen- éstos por parte del gobierno, institucio-
den de maneras distintas; este hecho nes (como universidades) e iniciativa
lleva a cuestionar las diversas defini- privada, así como en la reconfiguración
ciones que se le han dado al concepto
de patrimonio, primero limitándolo 4. Como es el caso del Mercado La Victoria, que
funcionaba como espacio de abasto de la ciudad
a lo material y después abriéndolo a lo
y que fue desmantelado para llevar las prácticas
inmaterial, pero siempre con una clara comerciales que ahí se llevaban a cabo a la peri-
injerencia del poder hacia lo que debe feria de la ciudad.

24 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

importante de los espacios, actividades intangible es estrecha, ya que responde


y prácticas que se llevaban a cabo. a nuevas formas de consumo que se ob-
serva en varias ciudades alrededor del
mundo, y que tienen que ver con lo local
La activación patrimonial y la res- y con su propia historia, pero también de
tauración de espacios cada uno de los espacios seleccionados
para representarlo, basándose en una ló-
El espacio en donde se encuentran las gica de mercado, que a su vez presupone
edificaciones y las prácticas que se con- las formas de concentración a partir de
sideran patrimonio están construidas las necesidades de éste. El tipo de con-
por sociedades dinámicas que, con el sumidores a los cuales están dirigidos
paso del tiempo, se apropian de éste, lo ciertos bienes y servicios que se efectúan
habitan, lo modifican, lo significan, lo dentro de las edificaciones intervenidas,
imaginan, lo viven y lo transforman, por son quienes cuentan con capitales eco-
lo cual se debe entender al patrimonio nómicos y simbólicos para obtenerlo.
como una construcción social enraizada La activación patrimonial a través de
en el presente, a partir de la cual se re- la restauración de edificaciones busca
construye, selecciona e interpreta el pa- rescatar la parte arquitectónica y ade-
sado desde los grupos dominantes; claro cuarla a un nuevo uso, sin perder la esen-
ejemplo de esto es lo que Llorenc Prats cia del lugar, incluso ésta se encuentra
(1997) ha denominado activación pa- fortalecida por la construcción de falsos
trimonial, la cual explica como escoger históricos que pretenden mantener una
diferentes referentes del pool (colección idea de cómo se encontraba el inmue-
hipotética de todos los referentes patri- ble en determinada época; un ejemplo
moniales posibles) y exponerlos de una es la colocación de vigas en los techos
u otra forma, esto equivale a articular o el levantamiento de muros que se imi-
un discurso que quedará avalado por la tan al estilo de la construcción original.
sacralidad de los referentes. La expo- También como parte de la restauración
sición, por ejemplo, de una edificación se realizan adecuaciones con un estilo
que ha tenido un uso históricamente re- contemporáneo, el cual se distingue de
levante para la construcción de un dis- lo histórico y, al mismo tiempo se fusio-
curso, es reforzada por éste y por otras na o mimetiza con las partes originales
edificaciones que articulan un conjunto del inmueble que aún se conservan.
de espacios que son reconocidos como Este tipo de intervenciones tiene
integrantes de una imagen construida que ver con distintos intereses, sien-
del patrimonio, la cual frecuentemente do uno de ellos la activación patrimo-
está ligada con el turismo nial por parte de actores sociales que
La relación entre estas restauraciones tienen poder,5 como el gobierno o la
y el patrimonio denominado tangible e 5. Cuando en el ámbito nacional se estaban ela-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 25


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

iniciativa privada, quienes realizan in- aparición de ciertas prácticas para los
versiones millonarias para la rehabili- actores permanentes, y también el surgi-
tación de edificaciones que pueden ser miento de nuevos actores, quienes con-
incluidas en el discurso patrimonial y sumen una ciudad distinta.
turístico del centro de la ciudad. Las ga-
nancias que se obtienen de transformar
el edificio histórico en hotel o restauran- El turismo y el mercado del
te son económicas; y la puesta en valor patrimonio
de estas edificaciones restauradas los
hace únicos, con lo cual elevan los pre- El turismo ha provocado que las ciu-
cios de sus servicios y les otorga cierta dades históricas se transformen por su
exclusividad frente a lugares que ofertan presencia. Por lo cual diversos actores
consumos similares. sociales han desarrollado procesos de
El resultado de la activación pa- mercantilización y de búsqueda de lo
trimonial ha sido el surgimiento de auténtico. Para Mata Ortiz (citado en
nuevos espacios, como es el caso de Lagunas, 2006) la mercantilización sim-
hoteles y restaurantes ligados con las boliza el crecimiento contemporáneo de
políticas de los distintos gobiernos para la denominada reflexividad turística, es
embellecer el centro de la ciudad colo- decir, del conjunto de disciplinas, pro-
cando macetas, arreglando luminarias, cedimientos y criterios que posibilitan
cambiando continuamente lajas en las que cualquier lugar sea evaluado, moni-
calles, pintando paredes, cerrando la toreado y desarrollado por su potencial
circulación vehicular alrededor de la turístico, dentro de los patrones del tu-
plancha del zócalo los fines de semana, rismo global; es decir, los espacios son
prohibiendo a los automóviles estacio- pensados, interpretados y decodificados
narse en ciertas calles, no permitiendo según diversos actores, de tal forma que
la venta de mercancías a los vendedo- el turismo llega al punto de exigir de una
res ambulantes, cerrando bares y co- localidad que se muestre según la ima-
locando un carril para la circulación gen que se ha construido de él, incluso
de bicicletas, etc., acciones que se han el turista comprende la imagen que tiene
llevado a cabo de manera más o me- previa del lugar mucho antes de llegar a
nos constante, y que han posibilitado la este.
Para difundir y poner en el merca-
borando los expedientes de algunos centros his- do global el patrimonio los operadores
tóricos y zonas arqueológicas, poblanos distingui-
dos (actores sociales con poder, como directores
turísticos seleccionan elementos em-
de instituciones, representantes de fundaciones blemáticos que son considerados repre-
privadas, funcionarios del gobierno y universida- sentantivos de la ciudad y que circulan
des) comenzaron la elaboración de un plan para
a nivel global a través de anuncios tele-
incluir al centro histórico en la lista de Patrimonio
Mundial. visivos, videos redes sociales, películas,

26 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

programas, y páginas web que promo- materiales como simbólicas, que van de
cionan los destinos para visitar, sugirien- la mano para la proyección de una imagen
do hoteles, restaurantes y actividades dirigida al consumo no sólo económico,
que se realizan6 en cada ciudad. Por sino de experiencias que se crean en ese
ejemplo, la imagen construida de espacio. Los personajes como vendedo-
la ciudad de Puebla durante años res ambulantes o indigentes son retirados
fue la imagen de ciudad colonial, constantemente de éstas, relegados a
destacando monumentos del centro his- calles que no interfieren con los planos
tórico y la gastronomía; actualmente del desarrollo y de la visión turística; es
grupos de poder a través del gobierno decir, la activación patrimonial desde la
han construido una imagen distinta en la monumentalidad transforma los espacios
cual se integran construcciones contem- para potenciar el consumo y las ganan-
poráneas a la mencionada, la cual mues- cias, al mismo tiempo que segrega a los
tra una ciudad tradicional y a la vez mo- que no generan estos beneficios.
derna. Los visitantes buscan conocer los Los límites administrativos de los
lugares que han sido seleccionados como planos de la ciudad, los cuales no dan
configuradores del discurso turístico ac- más información a los actores acerca del
tual y se han erigido en el imaginario entorno “son planos de orientación des-
desde la asimilación de éste. tinados a guiar al usuario en el traslado
La configuración espacial de la ciu- de un punto a otro, a través de la red de
dad, dice Gregorio Hernández (2013) calles o líneas de transporte” (Monnet,
contribuye en el reconocimiento de las 2013, p. 147), es decir, quienes visitan
cualidades asignadas al espacio, que se la ciudad se mueven dentro de las sen-
vehicula por medio de representaciones das que han sido previamente seleccio-
sobre la riqueza o el glamour donde se nadas para el recorrido, dejando de lado
ubican, como es el caso de la monumen- lo que no se quiere ver de la ciudad.
talidad de los edificios. Se puede pensar Estos límites se observan, entre otros,
en un centro que enaltece tanto cuestiones en las guías turísticas del centro histó-
rico de la ciudad de Puebla, las cuales
6. A nivel nacional, las telenovelas son un es- se han construido a partir de la zona de
caparate importante para dar a conocer distintas monumentos declarada Patrimonio de la
ciudades. En un lapso de dos años (2014-2016),
cuatro melodramas de la cadena Televisa han Humanidad, cuya demarcación está se-
sido grabadas en Puebla, dos en los reciente- ñalada con letreros; y aun dentro de ésta
mente nombrados pueblos mágicos de Zacatlán existen ciertos límites para los turistas,
y Cuetzalan, la tercera mostrando diferentes lu-
gares del centro histórico y la más reciente con
que se observan en el momento en el
locaciones en la llamada Puebla moderna. Se ob- cual ciertas calles son invisibilizadas al
serva así en gran interés que tiene el gobierno por no tener atractivos turísticos o ser con-
mostrar determinados espacios que enaltecen los
sideradas peligrosas. Los visitantes se
programas que ha desarrollado para impulsar el
turismo en partes específicas del Estado. movilizan a través de circuitos confor-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 27


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

mados por espacios cuya oferta es si- han obtenido y mantenido con el paso
milar, como es el caso del recorrido de de los años y que produce una distinción
los museos, de la calle de los dulces7 o frente a los demás, ya que para obtener-
bien de restaurantes que producen cocina las deben de cumplir con una serie de
mexicana. requisitos y mantener cada uno de los
estándares de calidad que éstas dictan,
de tal manera que al exhibirlas se des-
La categoría Tesoros de México y pliegan capitales que convergen en ese
los restaurantes como espacios re- espacio, mismos que quienes traspasen
configurados el umbral para acceder a él tienen que
saber movilizar.
Como se ha mencionado anteriormente, Una de estas categorías es la que otor-
los nuevos usos de las edificaciones in- ga el programa Tesoros de México que
tervenidas son variados, y uno de ellos abarca hoteles boutique y restaurantes, y
es el de restaurantes, entendidos como uno de los requisitos es que precisamente
espacios en los cuales se produce y se se encuentren ubicados dentro de edifica-
consumen diversas cocinas mexicanas, ciones restauradas y con una arquitectura
los cuales han sido dotados de valor singular, también que tengan altos están-
histórico, y rehabilitados para albergar dares de servicio, características gastro-
a los actores y a las prácticas culinarias nómicas que promuevan la riqueza de la
que ahí reproducen. Estos restaurantes cultura mexicana, que se encuentren en
se diferencian de los demás tanto por ciudades de gran importancia histórica,
su infraestructura como por la decora- rodeados de cultura, tradición y autenti-
ción y los objetos que buscan resaltar la cidad. Este programa era un club de cali-
primera; de tal forma que las fuentes de dad de una empresa española, al traerlo a
piedra, jarrones de talavera y mobiliario México la Secretaría de Turismo Federal
antiguo, entre otros, se conjugan para lo compró y lo convirtió en una de las
crear un ambiente que está fuertemente máximas certificaciones a nivel nacio-
ligado con la comida que ahí se prepara. nal, y lo opera a través de las Secretaría
Un elemento que tienen en común de Turismo de los Estados, enfocándose
los restaurantes son las categorías (como principalmente a aquellos que son consi-
Tesoros de México, Distintivo M, Mesas derados destinos coloniales.
Poblanas o Tripadvisor, entre otras) que El programa comenzó hace unos
años en Michoacán8 con distintos
7. La calle de los dulces que se ubica en la 6
estándares de calidad llamados
Oriente-Poniente, entre la 6 Sur y la calle 5 de
Mayo. Es reconocida porque la gran mayoría de 8. Otros estados parte de Tesoros de México son:
los negocios que se encuentran en ambas aceras Zacatecas, Yucatán, Querétaro, Oaxaca, Morelos,
se dedican a la venta de los denominados dulces Jalisco, Guerrero, Ciudad de México, Chiapas y
típicos poblanos. Aguascalientes.

28 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

rosetones, siendo tres rosetones de Poblanos, La Noria, Casareyna y San


tesoros el máximo reconocimiento a Leonardo, algunos inscritos como ho-
los establecimientos que cumplieran teles boutique y otros como restauran-
los más altos estándares de calidad con tes, sin embargo se pretende que a cor-
características de lujo y decoración, sin to plazo un mismo espacio conjugue la
embargo esto dejó de funcionar debido certificación de ambos servicios, de tal
a que, por ejemplo, hay hoteles que se forma que se eleve más la distinción que
encuentran en Puebla ubicados en caso- produce frente a los demás estableci-
nas que tienen 300 años de antigüedad mientos.
que cumplen con los estándares, pero no Estos lugares certificados trabajan en
se puede comprar con una casona seño- conjunto dentro de la oferta turística que
rial de la gente más rica de Guanajuato,9 se ha construido de Puebla como ciudad
ya que las características arquitectóni- patrimonio, complementando diversas
cas juegan un papel distinto aunque la actividades que en ellos los consumi-
ambientación sea agradable en los es- dores pueden llevar a cabo como clases
pacios. De tal forma que actualmente el de cocina, visitas a fábricas de talavera,
cumplimento de los más de 500 estánda- recorridos por el centro histórico o la
res de calidad que tienen que cumplir los realización de eventos sociales, inclu-
establecimientos, además de la capacita- so cuando hay grandes congresos en la
ción, certificación y evaluación por par- ciudad los hoteles boutique se conjugan
te de la Secretaría de Turismo Federal, para recibir a los visitantes (ya que a ve-
se centra más en la manera en la cual se ces rebasan la cantidad de cuartos que
llevó a cabo la restauración y no tanto ofrece cada uno), y los restaurantes se
en la distinción arquitectónica, siempre recomiendan entre sí sabiendo que aun-
y cuando la edificación sea singular y que ofrezcan propuestas gastronómicas
tenga un valor histórico. distintas, como la cocina tradicional,
En la ciudad de Puebla los esta- la cocina fusión, la cocina artesanal
blecimientos pertenecientes10 a Teso- contemporánea o la alta cocina mexi-
ros de México, son: Mesón Sacristía cana los comensales tendrán una alta
de la Compañía, Casona de la China calidad tanto en los alimentos como en
Poblana, La Purificadora, Entre Tie- el servicio.
rras, Casa de los Muñecos, Mural de los La propuesta de valor que ofrecen
estos espacios es de suma importancia,
9. En Puebla, hoteles y restaurantes Tesoros de ya que es algo que los hace únicos y di-
México se encuentran en antiguas casonas, ve-
cindades y exfábricas. La casona señorial a la que
ferentes a los demás, y conjuga tanto lo
se hace referencia en Guanajuato es el hotel Villa tangible como lo intangible, es decir, la
María Cristina. experiencia total que se vive. Por ejem-
10. El trabajo de campo del cual se desprende la
plo, en el hotel boutique y restaurante
información de este apartado se llevó a cabo entre
finales del año 2014 y principios del año 2016.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 29


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

Casareyna11 está la talavera como parte conjuga la reutilización del espacio por
de la decoración de todo el lugar, y la una institución como es la Benemérita
exclusividad de esta radica en que es Universidad Autónoma de Puebla, que
la marca Talavera de la Reyna (ambas tiene ahí un museo, y la iniciativa pri-
empresas pertenecen a los mismos due- vada, que se encarga del restaurante,
ños), además en los diversos patios que por lo que la instalación de éste requi-
conforman el restaurante se encuentran rió varios permisos adicionales para po-
piezas de arte de reconocidos autores der comenzar a funcionar. La propuesta
valoradas en millones de pesos, incluso de valor se encuentra tanto en la edifi-
en los sanitarios de mujeres se venden cación y los objetos de antaño que la
piezas de joyería de un reconocido dise- decoran, como en la alta cocina mexi-
ñador mexicano. cana que ahí se produce y de la cual
Con lo mencionado anteriormen- se desprende una línea de productos
te la parte del consumo se complejiza, gourmet14 que es comercializada dentro
ya que los actores van a disfrutar de la de una amplia red de distribución
comida que ahí se oferta y que es acce- nacional e internacional.15 El espa-
sible a quienes tienen un cierto capital cio del restaurante llega a funcionar
económico para costearla, pero también como escaparate de una empresa que
tienen capitales simbólicos para reco- traspasa los límites físicos, pero al mis-
nocer las piezas de arte, la firma de la mo tiempo regresa a esa idea de espacio
talavera o la joyería que ahí se encuen- con valor histórico y patrimonial para
tra. Entonces ese espacio que antes impulsar el consumo de los productos
funcionaba como casas en el siglo xvi etiquetados como representantes de la
y que estuvo abandonado varios años, gastronomía poblana fuera del mismo.
después del rescate arquitectónico en La creación de un ambiente es pieza
el que participaron arquitectos, eba- clave en los espacios, ya que requiere
nistas y artistas, se reconfiguró como de una armonía entre la fachada, los ob-
espacio de consumo de sectores jetos, la comida, los servicios e incluso
sociales con alto poder adquisitivo,12 lo- la música. El ubicar a los restaurantes
cales, nacionales y extranjeros.
El caso del restaurante Casa de Los se encuentra en el Complejo Cultural Universitario
de la Benemérita Universidad Autónoma de Pue-
Muñecos13 es relevante debido a que bla, además se pretende abrir otra en la Ciudad
11. Privada 2 Oriente 1007. Centro Histórico. de México.
12. 2 Norte 2. Centro Histórico. Este restauran- 14. Se vende salsa de jamaica con chiltepín,
te se ha posicionado como uno de los lugares de salsa de tamarindo con chipotle, mermelada de
moda de la sociedad de la élite poblana, ahí se plátano con chocolate, de maracuyá, de tuna con
realizan comidas de negocios, eventos sociales chocolate y mole poblano, entre otros.
como bodas, baby showers y bautizos, y varios 15. En México se encuentran en tiendas como
artistas mexicanos lo visitan frecuentemente. Liverpool, Chedrahui Selecto o El Palacio de Hie-
13. Es el único restaurante perteneciente a Te- rro, también se exportan a países como España y
soros de México que tiene una sucursal, la cual Estados Unidos.

30 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

dentro de edificaciones restauradas que casona antigua y que tiene más de 200 años
conservan divisiones físicas y mate- de historia, este concepto está fusionado
riales originales y producir un tipo de con la empresa familiar de los dueños
cocina mexicana, además de conjugar que han sido anticuarios por más de tres
sentidos que posibiliten apropiaciones generaciones, por lo que las antigüedades
y prácticas significativas, conducen a que decoran el lugar y que se encuentran
la distinción de los espacios. Dentro del en la galería, en el restaurante y en los
concepto que tiene cada espacio, se bus- cuartos del hotel están permanentemente
ca un experiencia sensorial, que apele a a la venta, los colores de las paredes y de
todos los sentidos, ya que si se quieren cada uno de los cuartos son muy vibran-
cautivar todas las sensaciones del co- tes, siendo el rosa mexicano del patio
mensal tiene que ir desde lo visual, el central el que más llama la atención de
aroma, la música, la iluminación, los co- propios y extraños, ya que en ocasiones
lores, elementos que trabajen en conjun- les parece lleno de vida y en otras dema-
to para crear un ambiente distinto. siado excesivo; las habitaciones del hotel
En el restaurante de La Purifica- fueron nombradas a partir de alguno de
dora16 se refleja un concepto propio los objetos antiguos que las decoraron en
que enmarca la creación de un am- algún momento, y éstos están orientados
biente, ya que por las noches se colo- a la religiosidad de la ciudad, así como
can velas que contrasten con las me- muchas de las antigüedades que decoran
sas y con las estructuras de piedra en incluso los sanitarios.
el lobby que funcionan como pequeñas Dentro de la arquitectura de los
fogatas alrededor de las cuales se encuen- edificios, como se mencionó anterior-
tran sillones en los que los huéspedes y mente, existen diversas intervenciones
algunos comensales se sientan a pasar un que se han realizado, incluso hay al-
rato, las grandes cortinas moradas que se gunas que no se ven forzadas debido a
encuentran entre el lobby y el comedor una buena adaptación del restaurante a
se sueltan para dividir ambos espacios y lo que había antes18; de igual forma, la
así crear una sensación de privacidad en- iluminación juega un papel importante
tre ambos que no sucede en el día y que dentro de la creación del ambiente, en
apela al sentir que se encuentran en un algunos espacios es natural y en otros
lugar único y diferente. es más trabajada para crear una sensa-
Otro ejemplo de ambientación es ción de relajación y privacidad, inclu-
el que se ha logrado en el Mesón de la so la entrada de luz en ciertos espacios
Sacristía17 de la Compañía que es una ocasiona un reflejo de colores. En las
distintas construcciones existen adapta-
16. Callejón de la 10 Norte 802. Paseo de San
Francisco, Barrio del Alto.
17. 6 Sur 304 Callejón de los Sapos. Centro His- 18. Como es el caso de los muros de los patios
tórico. de Casareyna.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 31


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

ciones, que se asemejan a la época del arquitectónica, conjuga una serie de ele-
edificio en cuestión y que también llegan mentos tanto materiales como simbóli-
a resaltar ciertos puntos visuales.19 cos para su reutilización; el espacio ge-
Por supuesto, el mobiliario juega nera y es generado por diversas prácticas
un papel fundamental en cada uno de de los actores sociales que se apropian
los espacios, ya que posibilita la convi- de él, lo recorren, lo consumen, crean un
vencia entre quienes se encuentran en ambiente y construyen experiencias. Las
una mesa, al igual que la privacidad, o categorías que se les dan a estos inmue-
el querer ver y ser vistos, la circulación bles y que generan distinciones como es
y la comodidad; los restaurantes tienen el caso de Tesoros de México potencian
de manera general mesas cuadradas la búsqueda y restauración de edificacio-
y redondas, dependiendo del número nes con características particulares que
de comensales. La excepción son las puedan formar parte de la reconfigura-
mesas del restaurante de La Purificado- ción del centro histórico desde una vi-
ra, ya que son tablones rectangulares en sión turística, patrimonial y de consumo.
donde conviven propios con extraños, es
decir, los comensales son sentados en las
mismas mesas aun sin conocerse y ahí A manera de conclusión
comen y platican con sus acompañantes
o con quienes conocen en ese momento, El hablar acerca de patrimonio conduce
experimento que ha funcionado ya que la a una serie de visiones distintas, desde
dinámica no se ha modificado desde que el ámbito administrativo, institucional,
abrió el restaurante. Los objetos que con- privado, social e incluso individual; si
forman el espacio posibilitan la sociabi- la idea de patrimonio que se ha cons-
lidad fugaz con quienes se comparte la truido en el imaginario social tiene que
mesa, la circulación peatonal de comen- ver con la materialidad y recientemente
sales, el ubicarse en lugares estratégicos con prácticas y costumbres, es pertinente
para ver y ser vistos y el encuentro en- preguntarse el porqué de la elección de
tre conocidos; la intervención material a ciertos bienes materiales e inmateriales
estos espacios, así como su reutilización como representativos de la identidad de
genera una vida social dinámica, cuyas un grupo; razón por la cual indagar las
prácticas les dan especificidad. respuestas a lo que pareciera una pre-
Como se puede observar, la in- gunta simple lleva a una compleja discu-
tervención que se realiza en las edi- sión acerca de la supuesta sacralidad del
ficaciones va más allá de la cuestión patrimonio y de quienes están detrás de
este discurso.
19. Tal es el caso del retablo que se encuentra Al entender el patrimonio como una
en el patio central del restaurante Entre Tierras y
reconstrucción del pasado desde el pre-
que es considerado, junto al balcón esquinado del
segundo piso, como su propuesta de valor. sente que es realizada por actores so-

32 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

ciales que tienen el poder para activar rial y arquitectónico como en el social,
bienes y preservarlos con distintas fina- que tiene que ver con las apropiaciones
lidades e intereses, se puede entretejer y reapropiaciones, con prácticas y acti-
un análisis más profundo pensando en vidades que se modificaron o surgieron
sociedades dinámicas, en interpretacio- con el ingreso de la zona monumental
nes distintas de lo tangible e intangible a la lista del Patrimonio Mundial de la
y lo que se ha conservado con el paso Humanidad. Puebla ciudad patrimonial
del tiempo y, dentro de esto, qué es lo es un discurso que ha acompañado la ex-
que ha sido elegido para ser protegido y posición turística mundial de la ciudad,
expuesto así como la manera en la cual propiciando el consumo de bienes, his-
se ha llevado a cabo este proceso. torias, actividades y experiencias locales
Actualmente se puede observar una y únicas; y una parte de las edificaciones
vinculación muy estrecha entre el pa- intervenidas ha retomado estos elemen-
trimonio y el turismo, al ser el primero tos, siendo acondicionadas como comer-
socialmente reconocido el interés del cios, restaurantes y alojamientos con vis-
segundo se hace presente. La afluencia tas al turismo.
turística a lugares que cuentan con ele- Una vez revitalizados estos espacios
mentos patrimoniales, sean tangibles o enmarcados en la idea de que el patrimo-
intangibles, es consecuencia de una mer- nio otorga prestigio y es reconocido so-
cantilización de bienes que funcionan en cialmente, ingresan al mercado de con-
este caso como patrimonio–producto, y sumo, generando ganancias importantes
el consumo de los mismos implica una a sus inversionistas. La intervención de
relación costo–beneficio que involucra inmuebles reconocidos como históricos
no sólo a los consumidores y quienes tiene que ver no sólo con la re funcio-
los resguardan (gobierno, instituciones, nalización de los espacios para albergar
empresas privadas), también a los habi- nuevos usos, es relevante también el am-
tantes de los pueblos y ciudades, y a los biente que crean a partir de objetos ma-
servicios que ahí se ofertan, por ejemplo teriales, música, iluminación, nombres
hospedaje y alimentos, por lo cual es co- y una serie de elementos que tienen que
mún que al tener bienes patrimoniales ver con los sentidos y con la experiencia
reconocidos la dinámica de los grupos se que se produce al estar en espacios que
reconfigure y surjan nuevas actividades se han posicionado como representativos
vinculadas a éstos. de la imagen patrimonial de la ciudad.
El caso del centro histórico de la Uno de los ejemplos que se pueden
ciudad de Puebla que se retomó líneas encontrar en la ciudad de Puebla acerca
arriba es un claro ejemplo de esta acti- de la restauración y reconfiguración de
vación monumental desde la iniciativa edificaciones es el de los hoteles bouti-
de grupos dominantes y de la reconfigu- que y restaurantes que pertenecen a la
ración espacial tanto en el ámbito mate- categoría de Tesoros de México, que fun-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 33


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

ciona a nivel nacional y cuyos requisitos Referencias


logran delinear el interés por el prestigio
que otorga el encontrarse en zonas decla- Hernández Pulgaría, G. (2013). Repre-
radas patrimoniales. El grupo de actores sentación y prácticas urbanas en la
sociales al que están dirigidos que tiene ciudad-mercancía. En B. Nates (Ed.).
que ver con aquellos que tienen capita- La frontera, las fronteras. Diálogos
les económicos y simbólicos para poder transversales en estudios territo-
acceder a los bienes y servicios que se riales contemporáneos. Colombia:
ofertan en estos espacios, y la construc- det-icsh-Universidad de Caldas-Uni-
ción de una imagen turística de la ciudad versidad de la Guajira.
que pretende resaltar la monumentalidad Lagunas, D. (2006). El espacio del turis-
y al mismo tiempo dejar de lado activi- mo. Revista Alteridades, vol. 16 (31),
dades y construcciones que puedan opa- 119-129.
carla. Dirigir la atención hacia este tipo Melé, P. (2010). Dimensiones conflicti-
de prácticas contemporáneas enriquece vas del patrimonio. En E. Nivón. y A.
la discusión actual acerca del tema del Rosas (Eds.). Gestionar el patrimonio
patrimonio, ya que ejemplifica de ma- en tiempos de globalización. México:
nera puntual las dinámicas cotidianas Universidad Autónoma Metropolita-
en espacios específicos, en este caso na-Juan Pablos Editor.
en edificaciones restauradas que tienen Milián G, Lessard, M. (2003). La in-
una función distinta para la que fueron fluencia funcionalista, el ataque a la
construidas y que se encuentran enmar- tradición. En B. Blanc, M. Lessard, P.
cadas en el ámbito global del turismo y Negrón (eds.). La rehabilitación de la
el consumo, pero que tienen como base vivienda popular y del patrimonio en
vestigios del pasado que se rescatan tan- los centros históricos de Puebla (Mé-
to en lo material como en los histórico, xico) y de Puerto Príncipe (Haití).
de tal forma que se logran insertar en México: buap-flacso-gim.
discursos que construyen y reconstruyen Monnet, J. (2013). El territorio reticular.
visiones patrimonialistas desde ámbitos En B. Nates (Ed.) Enfoques y Métodos
locales con lineamientos internaciona- en Estudios Territoriales. Colombia:
les. El tema del patrimonio, de su uso y retec-Universidad de Caldas-det.
apropiación es relevante por la riqueza Nivón, E. (2010). Del patrimonio como
que puede llegar a generar el tratarlo producto. La interpretación del patri-
desde distintas disciplinas, ya que las monio como espacio de intervención
visiones se complementan y posibilitan cultural. En E. Nivón. & A. Mante-
en encuentro de una gran diversidad de cón. (Eds.). Gestionar el patrimonio
elementos que logran complejizar su es- en tiempos de globalización. México:
tudio. Universidad Autónoma Metropolita-
na-Juan Pablos Editor.

34 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35


La restauración y reconfiguración de los espacios... Ruiz Velázquez G.

Pratts, L. (1997). Antropología y Patri-


monio. España, Ariel Antropología.
Proenca, R. (2010). Patrimonio cultural
y gentrificación en el Brasil contem-
poráneo: balance y perspectivas. En
E. Nivón & A. Mantecón (Eds.). Ges-
tionar el patrimonio en tiempos de
globalización. México: Universidad
Autónoma Metropolitana-Juan Pa-
blos Editor.
Rosas Mantecón, A. (2005). Las disputas
por el patrimonio. En E. García (Ed.)
La Antropología Urbana en México.
México: Conaculta/uam/fce.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 22-35 35


DEL TRABAJO AGRÍCOLA TRADICIONAL
A LA PLURIACTIVIDAD.
RECONFIGURACIÓN DE IDENTIDADES
EN EL VALLE DE TEOTIHUACAN

FROM TRADITIONAL AGRICULTURAL WORK TO


PLURIACTIVITY. RECONFIGURATION OF IDENTITIES
IN THE TEOTIHUACAN VALLEY

Carlos Bravo Romo*

Resumen

El presente trabajo tiene como objetivo analizar el proceso


socio–histórico en el cual se pasó del trabajo agrícola tradi-
cional a la pluriactividad en una región del estado de México
conocida como valle de Teotihuacan. Planteo como hipótesis
que dicha reconversión ha propiciado diversas formas de te-
rritorializar el espacio social, configurado un tipo de identidad
rural sin la presencia del trabajo campesino. Bajo esta lógica,
puede afirmarse que la celebración de los ciclos festivos agrí-
colas está jugando un papel fundamental en la reconfiguración
identitaria de la población.

Palabras clave: Trabajo agrícola, pluriactividad, identidad.

Abstract

* Maestro en Estudios Re- This paper aims to analyze the socio–historical process in
gionales, candidato al grado
de doctor por el Instituto de which the Teotihuacan Valley went from traditional agricul-
Investigaciones Antropológi- tural work multiactivity. Hypothesized that this restructuring
cas (IIA-UNAM). Correo de
contacto: antropo_romcar@
has led to various forms of territorialize social space, forming
hotmail.com a kind of rural identity without the presence of peasant labor.

36 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

Under this logic, we can be said that the ño de los medios de producción o em-
celebration agricultural festive cycles are plea su fuerza de trabajo para lograr una
playing a key role in the identity reconfi- cosecha. Bajo esta conceptualización es
guration of the population. que se afirma que el trabajo agrícola tra-
dicional ha venido a menos en los espa-
Keywords: Agricultural Labor, Mul- cios estudiados desde la nueva ruralidad,
tiactivity, Identity. para dar paso a la pluriactividad, definida
por Salas y Rivermar (2011) como:

Introducción El tránsito desde la uniformidad de las


actividades agropecuarias hacia la plu-
En las décadas más recientes, en Méxi- ralidad, que se encuentra marcada por
co se ha vivido un proceso de transición diversos procesos: la dinámica del mer-
en el cual se pasó de ser una sociedad cado de tierras, los cambios en el mundo
eminentemente rural, a una sociedad del trabajo; el cambio en la composición
de las unidades campesinas, el ingreso
urbana. Hacia el año de 1900 casi tres
de mujeres jóvenes al mundo laboral, el
cuartas partes de la población mexica-
impacto de remesas, la diversificación
na vivía y trabajaba en el campo, para del empleo de los miembros del grupo
finales de siglo, las cifras se habían in- familiar, y el significativo peso de los
vertido (Warman, 2001). Este fenómeno ingresos familiares provenientes de ac-
ha representado una serie de cambios en tividades extra agropecuarias (p. 149).
todos los aspectos de la vida nacional.
En el aspecto económico y social puede De acuerdo con lo antes dicho, en el pre-
hablarse de reconversión laboral y, de la sente trabajo se analiza el proceso que
incorporación del grupo familiar campe- tanto a nivel nacional como regional ha
sino a una dinámica donde la expansión propiciado la emergencia de la pluriacti-
de las empresas agrícolas, la mayor ar- vidad como estrategia de sobrevivencia
ticulación de lo urbano con lo rural, las y, como fenómeno en el cual la identidad
telecomunicaciones, la infraestructura campesina en la región de estudio se re-
de servicios (entre otros factores), han configura a partir de la celebración del
propiciado que los actores sociales que ciclo festivo agrícola, creando nuevos
anteriormente se dedicaban a trabajar el referentes de territorialización.
campo, ahora sean en gran mayoría tra- El referente espacial de este artículo
bajadores asalariados (Contreras, 2014). tiene su origen en el trabajo de investiga-
Entendemos por trabajo agrícola tra- ción que durante la segunda década del
dicional, aquellas actividades económi- siglo xx Manuel Gamio1 y su grupo de
cas de las cuales se obtiene un producto colaboradores realizaron en una región
de la tierra, donde ésta adquiere un valor
simbólico y donde el campesino es due- 1. Primer investigador interesado en sistematizar

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 37


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

delimitada culturalmente, a la cual de- ferencia ejidatarios), a personas mayo-


nominaron valle de Teotihuacan, debido res de 60 años independientemente de su
a la presencia del sitio arqueológico que ocupación, así como a quienes durante
ahí se localiza. Desde una perspectiva el proceso de investigación ocupaban
antropológica, el equipo de Gamio hizo el cargo de mayordomo en las fiestas
un extenso estudio para determinar las patronales de las cabeceras municipa-
condiciones sociales y económicas en les. Los datos etnográficos fueron reca-
que se encontraba la población del espa- bados en el año 2014 en tres periodos
cio referido. El resultado del trabajo fue de trabajo de campo dentro del área de
una publicación titulada La población estudio, cada uno de estos con duración
del valle de Teotihuacan, (1922), en la aproximada de un mes, abarcando parte
cual se define dicho espacio como una del ciclo festivo en los poblados de San
región homogénea, indígena y campesi- Martín, Otumba, San Juan y Tepexpan.
na, integrada a los actuales municipios El alcance de la información reca-
de Acolman, Teotihuacan, San Martín bada en campo sirvió para dos fines; en
de las Pirámides y Otumba, en el Estado primera instancia para entender el pro-
de México. ceso de reconversión laboral, a partir
El contexto temporal del presente de la historia oral que posee el conjunto
trabajo es la segunda mitad del siglo xx. de personas que han formado parte de
Durante este periodo, el campesino que dicho fenómeno. En segundo término,
cultivaba la tierra de manera tradicional, para identificar cómo un gran segmento
sustentando su labor en la organización de la población originaria del lugar en-
de la unidad familiar, se vio obligado a cuentra en el ciclo festivo el principal
transformar su relación con el campo y referente que lo vincula a un territorio
a adaptarse a las condiciones socioeco- históricamente construido. Cabe desta-
nómicas que imperaban tanto a nivel na- car que la información que presento es
cional como a nivel regional. parte de una investigación ya terminada,
Los datos cualitativos aquí vertidos que sirvió como punta de lanza para un
se construyeron básicamente a partir de nuevo proyecto en el cual intento mos-
la observación in situ, de trabajar con trar en toda su complejidad el mundo
historias de vida y de entrevistas estruc- festivo de esta región de estudio.
turadas que se aplicaron a personas ori- Para este artículo, se hace la propues-
ginarias de algún poblado de la región de ta de trabajar con dos grandes perspec-
estudio, a personas quienes trabajaron el tivas teóricas. La primera de éstas, gira
campo y que ya no lo hacen, a personas en torno al concepto de identidad. Al
quienes actualmente lo trabajan (de pre- respecto, dentro de la producción socio-
lógica y antropológica existe una vasta
bibliografía. Dada la diversidad de ti-
e institucionalizar la disciplina antropológica en
México. pos de identidad que una persona o un

38 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

colectivo puede tener, aunado a la can- ductiva ha llevado a la reorganización


tidad de acepciones que el término ha del valle de Teotihuacan, re significando
ido acumulando a lo largo de los años, aspectos identitarios.
cuando se habla de identidad se debe ser
muy específico acerca de, a qué se está
haciendo referencia. En este sentido, la Planteamiento general
identidad colectiva hace alusión al pro-
ceso de identificaciones históricamente Durante el siglo xx, los grandes cambios
apropiadas, que le confieren sentido de estructurales que se presentaron en el
unidad a un grupo social. país conformaron el marco de referen-
La segunda perspectiva teórica hace cia del cual –con sus especificidades– se
referencia a la Nueva Ruralidad o Rura- desprendieron las pautas a seguir por las
lidad Desagrarizada. Ya que se habla de comunidades campesinas que integran
una región que sin perder rasgos origi- el área teotihuacana. A principios del
narios está adoptando características ur- siglo xx, el valle de Teotihuacan pre-
banas, dicha categoría de estudio arroja sentaba características eminentemente
luz para entender un proceso complejo rurales, mismas que le proporcionaban
de reconfiguración no sólo identitaria, sentido de integración y homogeneidad.
sino de patrones de vida y de conducta. Con el transcurrir de los años y siguien-
En este sentido, cabe destacar el trabajo do etapas históricas, estas condiciones
de investigación y la producción biblio- paulatinamente comenzaron a modifi-
gráfica realizada por Gabriela Torres– carse, hasta que, hacia la parte final de
Mazuera (2012), Hernán Salas (2011) y la década de 1970, en algunas zonas del
Kristen Appendini (2008). valle de Teotihuacan, principalmente
La información aquí presentada es las más cercanas a la ciudad de Méxi-
parte del resultado de una investigación co, el trabajo agrícola tradicional des-
en la cual, quien suscribe, caracterizó aparece casi por completo, iniciando
esta región como un sistema regional con esto un proceso de transición hacia
en proceso de re–estructuración. Por nuevas formas de integración económi-
tal motivo, en los párrafos siguientes, ca, situación que llevó a las personas
se utiliza tanto región como sistema otrora campesinas, a buscar referentes
regional para referirse al mismo espacio. de identidad sin romper el vínculo con
El trabajo está estructurado en varios sus tradiciones; en este sentido, el ciclo
apartados que van desde el planteamien- festivo agrícola adquiere un papel rele-
to general hasta la reflexión final. El vante como vehículo de sedimentación
objetivo es presentar información histó- y de continuum.
rica, conceptual y estadística, así como Circunscrito al escenario de trans-
una hipótesis que intente explicar la for- formación mencionado, en el valle de
ma en que el cambio en la actividad pro- Teotihuacan hacia la última parte del

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 39


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

siglo xx han ocurrido dos fenómenos cual en términos productivos consistía


que aceleraron el proceso de cambio. El en hacer más eficiente el uso de la tierra
primero de ellos, la incorporación de los agrícola, produciendo más alimento a
municipios de Acolman y Teotihuacan a bajo costo en una menor superficie.
la Zona Metropolitana del Valle de Mé- Siguiendo a Estela Martínez (1996)
xico (zmvm), y en consecuencia, la pér- “es a partir de la posguerra, en la segun-
dida de tierras de cultivo que han cedido da mitad de la década de 1940 en que
espacio a las inmobiliarias. El segundo, la política de desarrollo nacional se en-
la tercerización de la economía que ha camina a la industrialización” (p. 205).
propiciado la pérdida de fuerza laboral En este momento histórico de cambio
campesina. Ambos aspectos cobran re- estructural, la agricultura pasa a ocupar
levancia cuando se hace el análisis de un papel secundario dentro del escenario
las condiciones en que se lleva a cabo el nacional, como simple proveedora de ali-
trabajo agrícola en la actualidad. mento a bajo costo para las ciudades en
crecimiento. La implementación del mo-
delo de Industrialización por Sustitución
Breve cronología: 1920-1992 de Importaciones (isi) tuvo un impacto
negativo en el campo.
El movimiento revolucionario ocurrido La necesidad de mano de obra para
en México hacia la segunda década del la industria, ocasionó un éxodo de po-
siglo pasado, dejó una serie importante blación rural que arribó a los centros ur-
de transformaciones en todos los ámbi- banos en busca de oportunidades de tra-
tos de la vida nacional. En materia de bajo. En este sentido, Contreras (2014)
uso y tenencia de la tierra, la reforma hace una descripción detallada del pro-
agraria se convirtió en el principal logro ceso de transformación que vivió el país,
emanado de la Revolución Mexicana. para pasar de ser una sociedad rural a una
Para Othón Baños (1991): sociedad urbana. De acuerdo con este au-
tor, entre 1940 y 1970, una parte de la po-
Una vez iniciada la reforma agraria, el blación campesina fue absorbida por los
ejido se convirtió en el principal meca- procesos de modernización de la agricul-
nismo de acceso a los recursos produc- tura, otra continuó trabajando de manera
tivos y la forma de organización local precaria el ejido obtenido como producto
más común, donde los ejidatarios y los del reparto agrario, pero en su mayoría la
pequeños agricultores privados lleva- gente joven que ya no encontró oportuni-
ban a cabo sus actividades cotidianas y
dades en el sector agrícola, migró hacia
se proyectaban a la sociedad (p. 118).
las ciudades, ocasionando el despobla-
miento de espacios rurales (Contreras,
En este contexto, se inicia un primer in-
2014, p. 55). En este contexto, dentro del
tento de modernización en el campo, el
valle de Teotihuacan comienza a sentirse

40 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

el efecto de tales fenómenos, en la me- tarios. Para la misma autora (1996, p.


moria oral de los pobladores originarios, 223), la crisis se recrudece en la siguien-
se ubica la década de 1970 como la épo- te década cuando el sector agropecuario
ca en que se perdió el campo. mexicano alcanza niveles alarmantes, ya
Olivia Leal (2004) advierte que es a que como política pública se dio priori-
partir de los años sesenta que en la zona dad a la producción para la agro–expor-
teotihuacana: tación, se abrió el mercado nacional al
capital extranjero, se apoyó al capital
Se reconfiguran los vínculos económi- privado y se dejó en el abandono al sec-
cos y culturales con la ciudad de Mé- tor social. De acuerdo con Jaques Chon-
xico y territorios aledaños, en tanto se chol (1997) en esta época comienza la
generalizan oficios alejados de las ac- introducción del sistema agroindustrial
tividades agrícolas y aparecen nuevas internacional dominado y orientado por
formas de consumo y diversión, mis- empresas multinacionales; por lo tanto,
mos que se aceleran hacia la década de
las políticas agrarias impuestas durante
los ochenta (p. 9).
esos años para reactivar el campo no pu-
dieron incorporar al campesinado tradi-
Siguiendo a la misma autora, a principio
cional en el proceso de desarrollo.
de la década de los sesenta, la situación
Para Torres Mazuera (2008, p. 74), en
económica y social de los pobladores
la década de 1980 la actividad agrícola
teotihuacanos comenzó a transformarse,
comenzó a supeditarse a otras activida-
sobre todo en temas como el apego a la
des que ofrecían mayor ingreso, y hacia
tierra, la movilidad de la población local
los años noventa, la agricultura campe-
y el acceso de los habitantes al mercado
sina quedó totalmente relegada por otras
de trabajo regional.
actividades. Dicha situación redujo las
Martínez (1996, pp. 212–214) señala
opciones de sobrevivencia para quienes
que, hacia la década de los años setenta,
se dedicaban a trabajar en el campo, lo
en el campo mexicano se profundiza la
que a decir de Martínez y Vallejo (2011)
crisis, debido entre otros factores, a que
“ha obligado a las familias rurales a ge-
la producción agrícola nacional estaba
nerar nuevas estrategias socioeconómi-
completamente subordinada al modelo
cas enmarcadas en la multifuncionalidad
capitalista comercial; es decir, sujeta a
y la pluriactividad, ligadas cada vez más
las leyes del mercado mundial. Las em-
a actividades urbanas: el comercio, los
presas trasnacionales tuvieron un papel
servicios y la industria, creando nuevos
decisivo dentro de esta crisis, ya que el
mercados de trabajo” (p. 30).
sector agrícola respondió a sus intereses
El siguiente momento de cambio es-
económicos imponiendo cambios en la
tructural para el sector agrícola mexica-
estructura productiva, técnica, tecnoló-
no es la reforma de 1992 al artículo 27
gica, así como en los regímenes alimen-
constitucional. En dicha reforma se con-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 41


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

solidan e institucionalizan prácticas que de cuáles son las lógicas y las dinámicas
de manera velada se venían dando con que han seguido las comunidades que
el uso de la tierra, a saber: su renta para integran este región, que en gran parte
cultivo y otras actividades, falta de san- fueron perdiendo su matriz agrícola ha-
ciones a quienes mantuvieran las tierras cía la década de 1970 y, que en función
ociosas o improductivas, desintegración de esto, han buscado nuevos espacios de
de la propiedad común, segmentación integración en los cuales refuncionalizar
y derechos individuales plenos sobre el su identidad rural.
ejido. Para Cristóbal Kay (1998, p. 67), Dentro del marco de estos cambios
en materia agrícola, esta reforma cons- estructurales, y partiendo del supues-
tituye el símbolo más significativo del to teórico que las identidades no son
neoliberalismo y marca el fin de la refor- inmutables, se plantea como un hecho
ma agraria en nuestro país, que si bien social que en el valle de Teotihuacan,
tuvo como objetivo lograr el beneficio en los cuarenta años más recientes, se
del campesinado, el resultado predomi- ha vivido un proceso de urbanización,
nante favoreció el desarrollo de una agri- dentro del cual, la identidad campesi-
cultura capitalista y, aunque una minoría na que tenían los habitantes originarios
de campesinos obtuvo beneficios, para la dedicados al campo se ha transformado,
mayoría la promesa de la reforma agraria fortaleciendo otros referentes de integra-
sigue sin cumplirse. ción y de pertenencia. Por otra parte, las
En el valle de Teotihuacán, la unidad generaciones que en este periodo se han
y la homogeneidad que la vida agrícola incorporado al mercado laboral en acti-
le proporcionaba a esta región, paula- vidades distintas a las agrícolas, constru-
tinamente se fue resquebrajando. Las yen una ruralidad diferente, en la cual el
comunidades campesinas que encontró trabajo en el campo ya no es el referente
Manuel Gamio hacia finales de la déca- de articulación social.
da de 1910, no permanecieron ajenas a Partiendo de lo antes dicho, cabe pre-
los procesos descritos. La reforma agra- guntarse: en qué se transformó la identi-
ria con todas sus virtudes y desaciertos, dad campesina de los pobladores del va-
así como la implementación del mode- lle de Teotihuacan, cómo territorializan
lo bimodal, de la revolución verde2 y el espacio sin cultivar la tierra, en qué
de la crisis que provocaron estas políti- se sustenta la identidad colectiva que los
cas, se vivieron en suelo teotihuacano, mantiene ligados a un estilo de vida ru-
por lo cual hoy en día, en el valle de Teo- ral y, de ser una región campesina, ahora
tihuacán se aprecia una reconfiguración cómo se reconocen sus pobladores.
espacial que motiva a realizar un análisis

2. Modelo de producción agroindustrial de corte


eminentemente capitalista.

42 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

Hipótesis tentativa de las fuentes oficiales y de los testimo-


nios recabados mediante el trabajo de
El cambio en la actividad productiva vi- campo, el sector primario de la economía
vido en el valle de Teotihuacan a partir muestra una tendencia descendente en el
de la década de 1970 ha transformado la porcentaje de número de personas que se
identidad campesina que tenían sus po- dedican a esta actividad; se puede afirmar
bladores, modificando entre otras cosas, que la tercerización de la economía está
su relación simbólica con la tierra y la en auge. Sin embargo, también se percibe
forma de apropiarse del espacio; por lo que el trabajo en el campo busca nuevas
cual, la celebración del ciclo festivo y los formas de subsistencia, se combina par-
sistemas tradicionales de organización cialmente con el desempeño de otras ac-
comunitaria constituyen un mecanismo tividades y aún representa un gran valor
de re–significación y resistencia a los simbólico y económico para algunos ha-
cambios ocasionados, pero no evitan que bitantes. En este sentido, cobra relevan-
la identidad colectiva como elemento di- cia lo mencionado por Carneiro (2008)
námico adopte una nueva cara. En este cuando afirma que:
sentido, se plantea como hipótesis que,
cuando en una sociedad colapsa una ac- Eso nuevo de lo rural consistiría justa-
tividad productiva dominante, emergen mente en la incorporación a los espacios
otras y se inicia un proceso acelerado de considerados rurales de otras ocupacio-
transformación donde la identidad colec- nes que no las específicamente agrícolas.
tiva se ve afectada y busca nuevos refe- En otros términos, la novedad de lo rural
rentes de reconfiguración a partir de los contemporáneo se hallaría en la combi-
nación, dentro de los mismos espacios,
ya existentes.
de actividades consideradas hasta enton-
ces como típicas del medio urbano, tales
como las del sector de servicios, con las
Cambio en la actividad productiva y ocupaciones características del medio
pluriactividad rural, o sea, las agrícolas (p. 90).

Uno de los principales elementos a par- Para ilustrar la manera en que se ha pre-
tir de los cuales se establece la nueva ru- sentado el cambio en la actividad produc-
ralidad como categoría de estudio es el tiva dentro de los espacios considerados
cambio en la actividad productiva que en rurales, Torres Mazuera (2008, p. 74)
los años más recientes se ha venido dan- menciona que este proceso se ha dado en
do en las comunidades tradicionalmente tres momentos claramente definidos; el
campesinas, como lo fueron aquellas que primero de estos lo ubica en el periodo
integran el valle de Teotihuacan. que comprende los años que van de 1940
Dentro de esta región de estudio, de a 1975, en este lapso de tiempo, para la
acuerdo con los datos obtenidos a través autora citada, la estrategia empleada por

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 43


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

los campesinos era utilizar el ingreso ob- Las puertas de salida de los pobladores
tenido en actividades como la ganadería, rurales a la debacle agrícola y agraria
el trabajo de construcción en la ciudad han sido la pluriactividad o diversifi-
y el empleo doméstico para continuar cación ocupacional, la migración o la
sembrando el ejido. En un segundo mo- asalarización. Si bien estas prácticas
mento ubicado en la década de 1980, la siempre han existido en el medio rural,
en la actualidad se constituyen en una
actividad agrícola comenzó a supeditarse
estrategia fundamental a la que recurren
a otras actividades que ofrecían mayor
cada vez más familias para su sobrevi-
ingreso. En el tercer momento, que se vencia (p. 36).
inicia en los años noventa, la agricultura
campesina quedó totalmente relegada por La crisis campesina referida, la especia-
otras actividades. Dicha situación redujo lización productiva en el campo hacia
las opciones de sobre vivencia para quie- determinados cultivos, el crecimiento de
nes se dedicaban a trabajar en el campo. zonas industriales, la presencia del si-
En general, en el valle de Teotihuacan tio arqueológico de Teotihuacan, la im-
las comunidades consideradas campesi- plementación del programa de Pueblos
nas no han quedado fuera del escenario con Encanto3 entre otros factores, han
general mostrado para el sector primario propiciado que el valle de Teotihuacan
de la economía. Recordando lo expuesto como sistema regional se reorganice y
en la cronología presentada, para la déca- se transforme, afectando directamen-
da de 1970 la producción agrícola nacio- te con esto los procesos identitarios. El
nal estaba completamente subordinada al planteamiento propuesto, gira en torno a
modelo capitalista comercial. integrar estas variables como parte de un
Los testimonios obtenidos de algunas mismo proceso, que de acuerdo con Sa-
personas quienes vivieron la crisis referi- las y Rivermar (2011) “permite observar
da en el área de estudio, coinciden en que el tránsito desde la uniformidad de las
el trabajo del campesino tradicional poco actividades agropecuarias hacia la plura-
a poco fue relegado de la vida económi- lidad […] y el significativo peso de los
ca de las comunidades, hasta llegar a las ingresos familiares provenientes de ac-
condiciones actuales en que la inversión tividades extra agropecuarias” (p. 149).
que hacen estos actores sociales para sa- De acuerdo con los datos obtenidos para
car una cosecha, regularmente es mayor a los tres sectores de la economía y tal
la ganancia lograda. Bajo esta perspecti- como lo mencionan los estudios sobre
va, se entiende que generacionalmente la nueva ruralidad, la diversificación eco-
población haya optado por un cambio en
la actividad productiva, al respecto Mar- 3. Programa implementado por el Gobierno del
tínez y Vallejo (2011) coinciden en que: Estado de México, con el objetivo de conformar
polos de desarrollo turístico, a partir de aprove-
char las características históricas y culturales de
determinados espacios.

44 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

nómica hoy en día es una característica norama completo de la tendencia gene-


de los espacios otrora campesinos, como ral. Puede notarse que porcentualmente
lo fue hasta hace cincuenta años el valle en el sector primario existe un gradual
de Teotihuacan. decremento, ya que crece el número de
Teniendo una visión de conjunto, población total de cada municipio, pero
puede decirse que actualmente el valle la pea, con ligeras variaciones ascen-
de Teotihuacan mantiene a través del tra- dentes o descendentes, se ha mantenido
bajo en el campo (que no desaparece) un estable; es decir, prácticamente desde
lazo cada vez más débil. Esta región ya hace veinte años es el mismo número de
no es más un espacio agrícola, pero tam- gente quien está dedicándose a la activi-
poco ha logrado especializarse marcada- dad agrícola. En este sentido, Otumba y
mente en algún sector, aunque muestran San Martín de las Pirámides, en porcen-
tendencia hacia la tercerización, siendo taje muestran el índice de variación más
este sector el que más ha crecido en los alto; sin embargo, el primer municipio
veinte años recientes. señalado, para el año 2010 con relación
Utilizando como indicadores el por- a 1990 ha incorporado 346 personas al
centaje de Población Económicamente sector, lo cual representa un crecimiento
Activa (pea) y el número total de perso- de 16.4%, mientras que el segundo sólo
nas ocupadas en cada sector de la eco- perdió 7.9%, lo cual indica que no hay
nomía, y sin perder de vista la tasa de un crecimiento real, pero tampoco aban-
crecimiento poblacional, se presenta el dono de la actividad agropecuaria.
cuadro 1, donde puede apreciarse el pa-

Porcentaje y pea ocupada por sector en todos los municipios del año 1990 al
2010

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 45


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

Cuadro 1. Elaboración propia. Fuente: inegi, Censos de Población y Vivienda 1990,


2000 y 2010.

Puede apreciarse que Acolman, en el otras formas de subsistencia y se dirige


año 2010 tiene el porcentaje más bajo de a los otros sectores de la economía. Con
población ocupada en el sector prima- respecto a Teotihuacan, este es el único
rio (1.82%), pero también su índice de municipio donde gradualmente la activi-
variación es el menor de todo el sistema dad agrícola se ha ido dejando de lado,
regional, esto conduce a pensar que debi- de 1990 al año 2010 ha perdido 41.9%
do al contacto con la Zona Metropolitana de la pea que se dedicaba a este sector.
del Valle de México (zmvm) el proceso De manera general, puede observar-
de diversificación económica lo inició se que el sector primario de la economía
antes que los demás municipios. El enor- dentro del sistema regional es el único
me crecimiento poblacional registrado que presenta números negativos, lo cual
en Acolman de 1990 al año 2010 no se refleja su estancamiento con respecto a
ha visto reflejado en este sector, ya que los otros sectores que han crecido por
no se ha incorporado más gente a esta arriba de 200%, destacando principal-
actividad productiva; sin embargo, en mente la actividad comercial en Acol-
los años referidos, la pea en el sector pri- man, ya que por cada cien personas que
mario apenas decreció en menos 10%, en 1990 se dedicaban a esta actividad,
por lo cual, tampoco se puede hablar de para el año 2010 hay novecientas cin-
abandono, más bien, la población que se cuenta y nueve más. Los números pre-
ha agregado al mercado laboral busca sentados, cuando se comparan entre sec-

46 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

tores dejan ver que el mayor crecimiento maíz y alfalfa. El señor Bertín Vázquez4,
para todo el sistema regional se ubica en músico de profesión, que al momento
el comercio y en los servicios, con una de la entrevista contaba con 72 años de
importante presencia del sector manu- edad, comenta lo siguiente:
facturero externo, lo cual implica gran
movilidad laboral, ya que la industria de- Todavía tenemos campo para sembrar,
dicada a esta actividad se localiza fuera nos dedicamos también a ser agriculto-
del valle de Teotihuacan. res, antes teníamos mucho ganado, mu-
Siguiendo con el análisis numérico, en chas vacas, borregos, marranos, guajo-
Otumba y Teotihuacan, se muestra equi- lotes, pollos, de todo había, pero todo
librio en el crecimiento entre el sector se- va cambiando y todo se va acabando,
entonces ahorita ya no se puede tener
cundario, el comercio y los servicios. En
ganado en las casas porque ya no es
San Martín de las Pirámides despunta el
redituable, ya no conviene, para sem-
incremento de pea que se dedica al sec- brar también el campo ya no conviene
tor terciario, teniendo como referente el porque se invierte demasiado y ya no
sitio arqueológico. En cuanto a la indus- se recupera. Ahorita tengo sembrado
tria manufacturera, este sector en todo el maíz, que aunque no sea redituable uno
valle muestra un comportamiento irregu- lo siembra por conservar los terrenos,
lar, pero se mantiene fuerte, en algunos porque no los puede uno abandonar,
casos el porcentaje ha variado muy poco por amor al campo. Yo desde niño le
y en otros casos ha habido momentos de ayudaba mucho a mi padre a trabajar,
decrecimiento o de estancamiento, por a ordeñar las vacas, a cuidar ganado, a
ejemplo, el periodo que va de los años traer alfalfa. A mi hijo ya no le gusta el
1990 al 2000 en Acolman, Teotihuacan campo y yo le doy la razón porque no
y San Martín de las Pirámides; no hay se recupera lo que se invierte.
dato etnográfico y tampoco la presencia Aquí en el pueblo, aunque ya nos
de algún suceso estructural que explique dedicamos a otras cosas, todos los
que somos ejidatarios tenemos una
dicho comportamiento, por lo cual se in-
hectárea y un cuarto de terreno que
fiere que esta variable está determinada
sirve para cultivo y ahí uno puede
por la tasa de crecimiento poblacional. sembrar lo que sea. Antes se sembra-
Si bien, porcentualmente este sector no ba mucha alfalfa porque había mucho
ha crecido al ritmo del sector terciario, ganado, borregos y vacas. La pastura
ha logrado incorporar más de veinte mil del zacate que sale del maíz se ocupaba
personal al mercado laboral. mucho para alimentar al ganado. Pero
En el mismo sentido de los datos pre- como ya no hay ganado ya nadie quie-
sentados, la historia oral reciente resalta re la alfalfa, ya nadie quiere el maíz, el
que hacia la segunda mitad del siglo xx
en el valle de Teotihuacan había anima-
4. Entrevistado por Carlos Bravo el 10 de agosto
les de ganado, se sembraba mucho frijol, de 2014 en Acolman, Estado de México.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 47


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

zacate menos, yo anduve ofreciendo dores asume como propios, ya que se re-
hace unos años esto, el zacate lo tuve lacionan con prácticas y significaciones
que regalar y el maíz lo vendí muy ba- vigentes para ese grupo social.
rato porque esa vez afortunadamente se Partiendo de lo anterior, al emplear
me logró mucho y dije pues ahora qué como unidad de análisis las formas tra-
le hago, utilizamos 100 cuartillas para dicionales de organización comunitaria5
autoconsumo y yo tenía como 10 tone-
ligadas al ciclo festivo agrícola, ha po-
ladas, así que lo vendí muy barato, de
dido determinarse que la transformación
eso a que se me eche a perder.
vivida dentro del valle de Teotihuacan
en los cuarenta años más recientes, ha
encontrado en las fiestas patronales un
Identidad colectiva
contenedor desde donde se re-significa
la identidad colectiva y se territorializa
Se entiende por identidad colectiva al
el espacio, a través de las actividades re-
proceso de identificaciones histórica-
ligiosas y profanas en que participan los
mente apropiadas que le confieren sen-
pobladores.
tido a un grupo social y le da estructura
De lo anterior, surge la necesidad de
significativa para asumirse como uni-
hacer un riguroso análisis de las fiestas
dad. En este sentido, actualmente para
patronales, para vislumbrar la forma en
el caso del valle de Teotihuacan, la iden-
que mediante la organización de estas ce-
tidad se circunscribe a los municipios o
lebraciones, el sistema regional teotihua-
a los espacios locales. La población de
cano encuentra elementos de cohesión, de
este sistema regional, ante el cambio en
homogenización y de resistencia a las
la actividad productiva, ha reforzado los
transformaciones vividas, teniendo
referentes de identidad que viven en sus
como piedra angular la identidad y el
tradiciones y en sus edificaciones repre-
sentido de pertenencia en relación dia-
sentativas, como puede ser el sitio ar-
léctica.
queológico o el convento de San Agus-
Los datos etnográficos construidos a
tín en Acolman.
partir del discurso formal que manejan
Siendo que los grupos sociales asu-
quienes ocupan cargos en la organiza-
men que todo pasado fue mejor, la iden-
ción de las fiestas, pero también a partir
tidad colectiva forjada con elementos de
de lo dicho por algunos pobladores en
un pasado inmediato, conlleva una carga
conversaciones informales sostenidas
positiva en relación con la identidad re-
durante las estancias de trabajo de cam-
ciente y futura (Portal, 2003). De acuer-
po, indican que además de fortalecer
do con esta idea, la identidad colectiva
también pude entenderse como aquellos
referentes históricamente construidos 5. También conocido y trabajado ampliamente
que un número considerable de pobla- desde la disciplina antropológica como sistema de
cargos.

48 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

la identidad religiosa, la fiesta patronal la música, las danzas y los cantos. Es


conforma parte de la identidad comu- el tiempo en que se confirma el pacto
nitaria, además que establece fronte- original entre la comunidad y sus pro-
ras simbólicas que son reconocidas y tectores (p. 160).
aceptadas por los demás poblados. No
es que en antaño la identidad colectiva Las fiestas patronales de casi cualquier
no estuviera ligada a la figura del San- población del valle de Teotihuacan,
to Patrón, que en muchos casos también además de las actividades religiosas,
da nombre a los poblados junto con su comprenden un extenso programa de
toponimia en náhuatl, por ejemplo San actividades llamadas profanas entre las
Mateo Chipiltepec; la novedad en estos que destacan llevar de visita de los San-
espacios es que ante el desvanecimiento tos Patrones a diversas casas y lugares
de la actividad agrícola como medio de simbólicos dentro de los poblados, pe-
subsistencia, el Santo Patrón y su fiesta regrinaciones, procesiones, danzas, au-
emergen con mayor fuerza como princi- diciones musicales, mañanitas, quema
pal referente en el cual se finca el senti- de castillos y diversas actividades artís-
do de pertenencia a un territorio. ticas. En todas éstas, de manera abierta o
Las fiestas patronales se conforman velada, siempre hay un componente te-
a partir de estructuras organizativas en rritorial, de pertenencia y de identidad.
donde intervienen, con trabajo o parti- Por ejemplo, las diversas procesiones en
cipación, gran número de pobladores ya que se lleva en andas a los Santos Patro-
sea de manera individual o colectiva; nes es común que se acompañen de dan-
aunado a esto, este tipo de celebraciones zas en las cuales participa la población
dinamizan las redes familiares internas originaria del lugar, que hagan una pa-
y externas, el mercado regional de pro- rada en el panteón local para recordar en
ductos y parte de la vida social, políti- dónde están sus orígenes, que marquen
ca y cultural de las comunidades. Con los límites territoriales de las comunida-
respecto a las fiestas patronales, Eliana des y, que pasen por las tierras ejidales
Acosta (2006) señala que: como acto simbólico de re–apropiación
del espacio.
Las fiestas patronales implican la rea- Como parte del análisis del papel
firmación de un tiempo y de un espa- que juegan las tradiciones en la confor-
cio originario: del tiempo en que fue mación y fortalecimiento de la identidad
fundado el pueblo y del espacio en que colectiva, a manera de ejemplo presento
habita el padre o la madre de la comu- extractos de un par de entrevistas reali-
nidad, y es la casa de todos. Es el mo- zadas en el marco de una fiesta patronal
mento privilegiado de interacción con en el poblado de Tepexpan (municipio
los santos, el pueblo se comunica con de Acolman). En la primera de ellas, el
ellos a través de los rezos, las ofrendas,

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 49


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

señor Servando Enciso6 en su función de sentido religioso y que muestren la for-


mayordomo comentó lo siguiente: ma de ser de la población originaria de
Tepexpan.
Me motiva participar en la mayordomía
el hecho de saber que nuestras costum- Pensando en las implicaciones que tienen
bres arraigadas en nuestra población este tipo de festividades dentro de un sis-
no se pierdan, para mí es una dicha y tema regional con las características que
un honor poder estar en la mayordo- presenta el valle de Teotihuacan, puede
mía porque somos un grupo muy uni- decirse que dichas celebraciones siguen
do. He sido mayordomo desde hace un patrón de organización que responde a
más de veinte años, para mí es mu- las necesidades pasadas y actuales.
cha satisfacción porque de algu- En este orden de ideas, las fiestas patro-
na manera llevo arraigadas mis
nales como elemento tradicional de las
costumbres y tradiciones, sobre
comunidades de matriz agrícolas, sin
todo quiero que esto no se pierda, que
lo sigamos llevando e inculcando a perder su esencia, se han reformulado
nuestros hijos para que ellos en su mo- para dar cabida al cambio que significó
mento, cuando nosotros no estemos, pasar de ser sociedades campesinas a so-
sigan con esta tradición. Siento la vo- ciedades rurales sin agricultura.
cación de poder servir a mi iglesia, a Ante la serie de cambios ocurridos en
mis patrones y a mi pueblo; el tiempo tan poco tiempo y el caos que para la po-
que pueda estar seguiré apoyando. blación originaria de la región significó
el crecimiento demográfico, la urbani-
En la segunda entrevista, el señor Efraín zación de su espacio, la transición hacia
Martínez7 como habitante originario de otras actividades productivas, la inva-
Tepexpan visualiza las fiestas patronales sión de su territorio y la ocupación de
como una tradición que forman parte del lugares simbólicos, quienes participan
acervo cultural de su comunidad, ya que en la organización de las fiestas patro-
menciona lo siguiente: nales han tenido que adecuarse a las exi-
gencias de la época, resignificar algunas
El pueblo cambia y nosotros no pode- prácticas y modificar otras tantas con el
mos evitarlo, pero las fiestas se mantie- objetivo de mantener viva cierta forma
nen como siempre, solo se modifican de habitar su territorio.
en algunas cosas, en esencia siguen La identidad construida a partir
siendo parte de la tradición y es impor- de las fiestas patronales da sentido de
tante que sigan manteniendo el mismo homogeneidad. Los aspectos rituales
construidos en torno al Santo Patrón,
6. Entrevistado por Carlos Bravo el 22 de julio de mantienen la integración comunitaria
2014 en Tepexpan, Acolman Estado de México. y permiten la incorporación de nuevos
7. Entrevistado por Carlos Bravo el 28 de abril de
2014 en Tepexpan, Acolman Estado de México.
elementos culturales, funcionan como el

50 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

Núcleo Duro8 a través del cual la identi- dicional de organización comunitaria, en


dad colectiva se re significa sin perder su conjunto, dan sentido de cohesión social,
sentido originario. Pensando en transfor- integrado la identidad colectiva.
maciones, puede afirmarse que cuando Desde mi perspectiva, la reorganiza-
éstas se presentan, lo último que cambia ción del valle de Teotihuacan no ha lo-
son los procesos culturales, en este caso grado fragmentar la identidad colectiva
identificados específicamente con este de los pobladores originarios que parti-
tipo de celebración. cipan de manera más activa en las acti-
vidades que se organizan para celebrar el
ciclo festivo en cada uno de los poblados
Reflexión final que integran la región. La transforma-
ción identitaria es un proceso lento y de
En este artículo, se abordó de manera largo alcance; por lo tanto, las identida-
sucinta el cambio identitario que la re- des son uno de los elementos que más
conversión de la actividad productiva resisten al cambio.
ha provocado en el valle de Teotihua- Por otra parte, se considera que los
can. La agricultura tradicional en esta elementos más vivos, dinámicos, flexi-
región de estudio se ha desvanecido, los bles y con gran capacidad de adaptación
datos numéricos indican que, si bien, el al cambio son los sistemas de organiza-
sector primario se mantiene activo, en ción comunitaria y la reproducción de
los años más recientes presenta falta de los ciclos festivos anuales, elementos
crecimiento, el sector secundario tiene fuertemente imbricados entre sí y que
una importancia significativa y el sector a estos espacios de nueva ruralidad le
servicios y comercio se posiciona como dan un carácter digno de un análisis más
preponderante dentro del sistema regio- amplio, a partir de cómo conforman las
nal. Visto desde este ángulo, el valle de relaciones personales, de cómo dilatan o
Teotihuacan ya no es una región campe- contraen las fronteras de los pueblos ante
sina, la pluriactividad ha entrado en es- las transformaciones que trae consigo el
cena y se incorpora a una nueva forma de proceso de modernización y de cómo
vivir la ruralidad. El ciclo festivo agríco- significan el espacio territorial donde se
la, del cual se desprende la celebración asientan.
de las fiestas patronales y el sistema tra-

Referencias
8. Alfredo López Austin (1996, p. 59) lo define
como un complejo articulado de elementos cul-
turales, sumamente resistentes al cambio, que Acosta, E. (2006). El culto a los san-
actúan como estructurantes del acervo tradicional tos en Milpa Alta. En A. Medina
y que permiten que nuevos elementos se incorpo-
(Coord.). La memoria negada de la
ren a dicho acervo con un sentido congruente al
contexto cultural. ciudad de México: sus pueblos origi-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 51


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

narios (pp. 125–165). México: Uni- México


versidad Autónoma de la Ciudad de Leal, O. (2004). Vida festiva y mayor-
México, Instituto de Investigaciones domías en Santa Catarina, Acolman
Antropológicas/unam un estudio sobre nueva ruralidad.
Baños, O. (1991). México rural pos (Tesis de maestría inédita). Escuela
campesino. Nueva Antropología, Nacional de Antropología e Historia,
Vol. XI, No. 39, pp. 115–131. Méxi- México
co: conacyt, Universidad Autónoma López Austin, A. (1996). El pasado in-
Metropolitana, Instituto Nacional de dígena. México: Fondo de Cultura
Antropología e Historia Económica
Carneiro, M. J. (2008). Ruralidad en la Martínez, E. (1996). México: Cambios
sociedad contemporánea: Una re- en la estructura agraria y en la partici-
flexión teórico metodológica. En E. pación social y política de los campe-
Pérez (Comp.). La nueva ruralidad sinos. En L. Zamosc, E. Martínez &
en América Latina avances teóricos M. Chriboga (Coords.). Estructuras
y evidencias empíricas (pp. 79–102). agrarias y movimientos campesinos
Bogotá: Pontificia Universidad Jave- en América Latina, (pp. 199–234).
riana Madrid: Ministerio de Agricultura,
Chonchol, J. (1997). Sistemas agrarios Pesca y Alimentación de España. Se-
en América latina. De la época pre- rie Estudios n°. 127
hispánica a la modernización con- Martínez, E., & Vallejo, J. (2011). Las
servador. México: Fondo de Cultura nuevas relaciones rural-urbanas.
Económica En H. Salas & L. Rivermar (Eds.).
Contreras, F. (2014). Cambios estruc- Nuevas ruralidades: Expresiones de
turales en los contextos rurales de la transformación social en Méxi-
México, 2000 y 2010. (Tesis de Doc- co, (pp. 29–58). México: unam, iia,
torado en Demografía inédita). El Juan Pablos Editor
Colegio de México, México Portal, M. A. (2003). La construcción
Gamio, M. (1970) La Población del Va- de la identidad urbana: la experiencia
lle de Teotihuacán, Tomo i. México: de la pérdida como evidencia social.
Instituto Nacional Indigenista (Edi- Alteridades, vol. 13, núm. 26, julio–
ción Facsimilar de 1922) diciembre, pp. 45–55. México: Uni-
Kay, C. (1998). ¿El fin de la reforma versidad Autónoma Metropolitana
agraria en América Latina? El legado Unidad Iztapalapa
de la reforma agraria y el asunto no Salas, H., Rivermar, L., Velasco, P.
resuelto de la tierra. Revista Mexica- (Eds.). (2011). Nuevas ruralidades.
na de Sociología, vol. 60, núm. 4, oc- Expresiones de la transformación
tubre-diciembre, pp. 61–98. México: social en México. México: Universi-
Universidad Nacional Autónoma de dad Nacional Autónoma de México/

52 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53


Del trabajo agrícola tradicional a la pluriactividad... Bravo Romo C.

Instituto de Investigaciones Antropo-


lógicas/Juan Pablos Editor
Torres-Mazuera, G. (2012). La rurali-
dad urbanizada en el centro de Mé-
xico. Reflexiones sobre la reconfigu-
ración local del espacio rural en un
contexto neoliberal. México: Univer-
sidad Nacional Autónoma de México
Torres-Mazuera, G. (2008). Los produc-
tores maiceros de Emilio Portes Gil:
de campesinos de subsistencia a agri-
cultores de medio tiempo en un ejido
que se urbaniza. En K. AppendinI &
G. Torres-Mazuera (Eds.). ¿Rurali-
dad sin agricultura?, (pp. 235–259).
México: El Colegio de México, Cen-
tro de Estudios Económicos
Warman, A. (2001). El campo mexica-
no en el siglo xx. México: Fondo de
Cultura Económica

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 36-53 53


LA PARADOJA HÍDRICA. GESTIÓN DEL
AGUA Y PROCESOS DE INTERVENCIÓN EN
LA SUBCUENCA EL ZAMORANO, COLÓN,
QUERÉTARO

THE WATER PARADOX. WATER MANAGEMENT AND


INTERVENTION PROCESSES IN THE EL ZAMORANO
WATERSHED, COLÓN, QUERÉTARO

José Carlos Dorantes Castro*

Resumen

La supuesta crisis del agua a nivel global no solo ha exigido


la intensificación y diversificación de los esfuerzos investi-
gativos sobre cómo se relaciona el hombre con la naturaleza,
sino que también ha orillado a intervenirla en pro de la restau-
ración de los ecosistemas degradados en todo el mundo. Las
políticas de desarrollo y las propuestas de conservación ahora
se entrelazan. Sin embargo, el acercamiento analítico a la ex-
periencia vivida por la comunidad de El Potrero, al no poder
utilizar el agua que baja de El Zamorano, pone en duda la
efectividad de las políticas públicas sobre la gestión del agua;
así como los enfoques desde los cuales se proponen proyectos
que intentan resolver la problemática. Al mismo tiempo, la
confrontación de la experiencia de los actores locales que vi-
ven, negocian, niegan, gestionan y manejan el agua; permite
incorporar reflexiones que pongan en el centro del análisis su
pertinencia social.
* Maestro en Gestión In-
tegrada de Cuencas por
la Universidad Autóno- Palabras clave: Agua, cuencas, poder, desarrollo, gestión.
ma de Querétaro. Centro
INAH-Querétaro. Correo de
contacto: hedd_19@hot-
mail.com

54 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

Abstract de la sociedad, promueven e instrumen-


tan para lograr el desarrollo sustentable
The supposed crisis of global water has en beneficio de los seres humanos y su
not only demanded the intensification medio social, económico y ambiental.
and diversification of research efforts Es, sin duda, un proceso complejo y
on how man and nature is related, but multidimensional a escala temporal y
has also skirted to intervene it towards espacial que trasciende no solo al líqui-
the restoration of degraded ecosystems do como tal; sino a su principal unidad
worldwide. Politics of development and espacial de gestión, la cuenca.
conservation proposals now intertwine. En este sentido, los principios que
However, the analytical approach to the sustentan la política hídrica nacional
experience of the community of El Po- son:
trero, it could not use the water coming
down from El Zamorano, casts doubt on a) El agua es un bien de dominio pú-
the effectiveness of public politics on blico federal, vital, vulnerable y
water management; as well as approa- finito, con valor social, económico
ches from which projects that attempt to y ambiental cuya preservación en
solve the problem are proposed. At the cantidad y calidad y sustentabilidad
same time, the confrontation of the ex- es tarea fundamental del Estado y
perience of local actors who live, trade, la Sociedad, así como prioridad y
deny, manage and operate the water; can asunto de seguridad nacional.
incorporate reflections put in the center b) La gestión integrada de los recursos
of análisi social relevance. hídricos por cuenca hidrológica es
la base de la política hídrica nacio-
Keywords: Water, Watershed, Power, nal.
Development, Management. c) La gestión de los recursos hídricos
se llevará a cabo en forma descen-
tralizada e integrada privilegiando
El contexto de la paradoja la acción directa y las decisiones
por parte de los actores locales y
En México, la Ley General de Aguas por cuenca hidrológica (lan, 2013,
define a la gestión del agua como un p. 107).
proceso sustentado en el conjunto de
principios, políticas, actos, recursos, Sin embargo, los conflictos por el agua
instrumentos, normas formales y no for- son situaciones recurrentes y ya habitua-
males, bienes, recursos, derechos, atri- les en México. En gran parte del terri-
buciones y responsabilidades, mediante torio nacional están presentes este tipo
el cual coordinadamente el Estado, los de conflictos, los cuales se despliegan
usuarios del agua y las organizaciones en una variedad de formas por sus dis-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 55


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

tintas escalas (local, regional, cuenca o desplazándose a favor de la pendiente;


internacional), en los que se encuentran las aguas que no se infiltran al subsuelo
involucrados desiguales actores sociales y por tanto quedan en la superficie ge-
y gubernamentales con múltiples niveles neran los escurrimientos que forman el
de organización, tipo y amplitud de las drenaje de la cuenca. En éste, los cauces
acciones que realizan a partir de sus inte- conducen los flujos de agua hacia una
reses por el recurso, en confrontaciones corriente principal, misma que drena a
de intensidad y amplitud heterogéneas otra cuenca, a un lago o al mar (Pineda,
(Guitrón y Preciado, 2010). El conflicto 2014); aparece cómo una alterantiva y
de la tribu Yaqui en Sonora por el tras- propuesta para fomentar la conservación
vase de agua, desde su cuenca, hasta y el desarrollo a partir de una visión in-
la ciudad de Hermosillo por medio del tegral de las interacciones socioecosisté-
Acueducto Independencia; el Sistema micas en un espacio determinado.
Cutzamala y el Ejercito Zapatista de Mu-
jeres (mazahuas) en Defensa del Agua en
el Estado de México, y la resistencia a Contexto histórico general de la
desaparecer bajo la presa El Zapotillo de zona de estudio
Temacapulin, son solo los casos más re-
conocidos. En gran parte de lo que hoy, en térmi-
La mayor parte de las situaciones con- nos político–administrativos, abarcan
flictivas relacionadas con la gestión del los municipios de El Marqués y Colón,
agua, la escasez y la inseguridad hídricas a mediados del siglo xix existieron dos
no están tan relacionadas con una dispo- haciendas que prácticamente controla-
nibilidad precaria en términos absolutos ban este territorio: Atongo y Amazca-
de agua limpia, como con la manera en la. Mismas que a partir de un complejo
que el agua y los servicios de agua están proceso compra–venta y herencia fue-
distribuidos en contextos de desigualdad ron fraccionándose hasta constituirse
de poder (Boelens, 2007). Esta es la prin- en seis núcleos de producción: Atongo,
cipal característica que atraviesa el caso Amazcala, San Rafael, Alfafayuca, El
del ejido Trigos, y la relación entre las Lobo y El Zamorano. Estas propiedades
localidades de Fuenteño y el Potrero; en pueden ser caracterizadas generalmente
el contexto de la subcuenca El Zamorano como potencialmente ricas tanto para
en el municipio de Colón, Querétaro. la producción agrícola como ganadera.
En este contexto, la cuenca, entendi- Estructura productiva que conservarían
da cómo todo aquello dentro de una for- hasta fines del siglo xix y principios del
ma de relieve, que se encuentra delimi- xx (Flores, 2003).
tada por el denominado parteaguas, que Si se sigue la idea de que la tierra y
es la línea que parte la gota de lluvia que sus posteriores reformas en términos de
cae en las montañas hacia un lado u otro, propiedad no eran solo una cuestión que

56 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

se restringía a los títulos que la acredi- Antes del parteaguas


taban, si no de delimitaciones espaciales
y productivas, se puede coincidir con Don Miguel Hernández, habitante de la
Morett (2013) cuando menciona que una localidad de El Potrero, recuerda exac-
reforma agraria significa una redistribu- tamente la fecha (29 de septiembre de
ción de los recursos tierra y agua de un 1965) en la que, recién casado, salió de
sector minoritario de la población a uno las tierras de la hacienda de Gudinos para
mayoritario. Esto quiere decir, una re- establecerse en el lugar río arriba donde
distribución de recursos productivos que actualmente se encuentra asentada la lo-
también son la base de un poder político calidad. El gobierno del estado les había
y económico. Control político, económi- concedido una ampliación de 660 hec-
co y social que los grandes terratenien- táreas, que eran parte de las tierras de
tes, ente ellos la iglesia, no estaban dis- agostadero de dicha hacienda. Esto su-
puestos a dejar. cedió a pesar de que esta última poseía
Sin embargo, Flores (2003) asegura un certificado de inafectabilidad1 que le
que no es extraño que pese a que pudiera había permitido mantenerse intacta fren-
haber un régimen represivo y coercitivo te al proceso de reparto agrario. Ya sea
en las haciendas de El Lobo, El Zamora- por la extensión del ejido que se les ha-
no, Alfafayuca; estas les permitía a sus bía dotado, así como por la calidad de la
trabajadores mayores ventajas respecto tierra, que en su mayoría era agostadero;
a sus necesidades, sostienen hoy los so- los habitantes de El Potrero consideran
brevivientes; al tiempo que recuerdan, haber sido afectados por esta resolución,
que confluían diversos aspectos, porque principalmente por la intransigencia de
llovía, porque no había plagas, porque quien en aquellos representaba sus inte-
crecían más los cultivos, pero sobre todo reses.
porque había trabajo. Los tiempos del
otro día, significativamente para ellos
eran mejores. Esto de algún modo per-
1. Autorizaron extensiones hasta de 50 mil hec-
mitió que en el momento de desarticu- táreas para la práctica ganadera extensiva. Con
lación de la hacienda en pro del reparto ello se estimuló la actividad pecuaria y se prote-
agrario, muchos hacendados se valieran gió por medio de concesiones de inafectabilidad
ganadera. Las causas que explican esta situación
de estas concepciones para negociar con fueron la necesidad de combatir la oposición de
sus trabajadores para que no aceptaran los empresarios agrícolas y concretar alianzas
las tierras. con los ganaderos para hacer frente a la ofensi-
va de los sectores más conservadores de México;
elevar la producción pecuaria como secuela de la
Revolución e impulsar el norte semiárido (donde
la presión para el reparto agrario era mínima), por
medio del desarrollo de la ganadería extensiva
que puede darse en esas condiciones ecológicas
(Morett, 2003, p. 76).

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 57


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

Dentro del ejido de El Fuenteño ha- una cortina de 30.5m de altura y 3m de


bían quedado las principales fuentes de ancho en la corona. Su vertedor es de
agua naturales que alimentaban el arro- tipo libre y está alojado en el centro de
yo Peña Rajada, sobre el cual el Po- la cortina, mismo que presenta una lon-
trero se había asentado. Por el otro, la gitud de 70m y una capacidad de descar-
hacienda contaba, además de las esco- ga de 294 m3/s con una carga hidráulica
rrentías del arroyo, con algunos ojos de de 1.64 m. Cuenta con una tanque a la
agua que abastecían a los encargados, salida que amortigua la velocidad de sa-
acasillados y peones que seguían tra- lida y conecta la estructura con el canal
bajando en y para ella. Es justo en este de riego3 (la acequia). Para su control
momento, a mediados de la década de cuenta con dos compuertas deslizantes
los 60’s, que comienza el trajín de esta de operación manual (Pineda, 2014).
localidad para satisfacer sus necesidades Asimismo, ésta se enmarcaba en un
hídricas tanto domesticas como produc- proyecto más amplio que incluía a la
tivas; no solo por la ubicación geográfi- acequia que la comunicaba con todas las
ca y social que se ha mencionado, sino localidades beneficiarias, hasta su pun-
porque pocos años después llegaría la to final en San Pablo Tolimán; la presa
construcción de la presa que influiría Colón, conocida localmente como La
de manera determinante no solo en la Obra por el paraje en el que se encuen-
vida de sus habitantes sino en la de una tra; la construcción de las carreteras que
gran parte de los municipios de Colón y comunicaban a éstas con la cabecera
Tolimán. municipal, así como las casas en donde
vivirían los técnicos. Mismos que hasta
antes de 1991 se encargaron de la super-
La presa de La Soledad visión del proyecto.
Entrada la década de 1980, el go-
Bajo la supervisión de la entonces Se- bierno mexicano llegó al clímax de una
cretaria de Recursos Hidráulicos, la crisis económica que se venía gestando
empresa ica termina la construcción de desde años anteriores. Esto lo orilló a
la presa de almacenamiento Alfredo V. realizar ajustes estructurales en términos
Bonfil en 1969, conocida localmente económicos para amortiguar las fuertes
como La Soledad. Diseñada para alma- variaciones en el tipo de cambio de la
cenar 8 millones de m3 (de los cuales 7.4 moneda, por ejemplo, así como recortes
son de capacidad útil) que contribuirían al gasto público, particularmente en el
al riego de 820 hectáreas.2 Cuenta con sector agropecuario; lo cual aceleró las
2. Esta información contrasta con los datos obte-
nidos a partir de la entrevista con el señor Teodo- 469 ha.
ro Reséndiz (expresidente de la Unión de Riego), 3. Canal de riego que transporta el agua por me-
quien menciona que la concesión otorgada por la dio de gravedad hasta la localidad de San Pablo
Comisión Nacional del Agua es para el riego de en el municipio de Tolimán.

58 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

transformaciones del modelo de políti- Manejo y gestión de cuencas en


cas de gestión (incluida la del agua) en México
el contexto económico, político e insti-
tucional (Dávila, 2006). La reforma al Durante el sexenio de Vicente Fox
Artículo 27 constitucional en el año de Quesada (2000–2006), la sagar-
1992, significó la transformación de la pa puso en marcha el Plan Nacional
relación entre los campesinos ejidatarios de Microcuencas (pnm) como una de
y el Estado.4 las prioridades estratégicas de la po-
Autores como Lagarda (2002), sos- lítica pública, para ejecutarse a tra-
tienen  paralelamente,  que esta crisis se vés de un Fideicomiso de Riesgo
vio reflejada en la incapacidad del go- Compartido (firco) que operaría
bierno federal de aumentar la frontera en coordinación con los gobiernos
agrícola que él mismo había proyectado estatales y municipales. A partir de los
mediante los grandes planes de desarro- objetivos de este Plan Nacional, se plan-
llo regional y crecimiento urbano. Por taba realizar acciones simultaneas en
un lado, dejando sin posibilidades a to- todo el país con el propósito de rehabi-
dos aquellos campesinos con tierra, pero litar, conservar y aprovechar de manera
sin los insumos y asesoría necesaria para sustentable, integral, racional y eficiente
volverla productiva. Por el otro, sobres- los recursos naturales y asociados; como
timado la capacidad de los sistemas hi- premisa básica para elevar los niveles de
drológicos para procesar adecuadamen- producción y productividad de las acti-
te todos sus contaminantes (Lagarda en vidades económicas desarrolladas en el
Dávila, 2006). Es en este contexto his- medio rural y propiciar el mejoramiento
tórico e institucional en el que se encen- de las condiciones y calidad de vida de
tran las localidades, ahora, delimitadas los habitantes de las microcuencas (Sán-
por los parteaguas que se plantearían chez, 2006).
años más tarde. Según la Memoria Documental del
Programa Nacional de Microcuencas
4. Para autores como Arturo Warman, el propó- publicada en el año 2007, los compo-
sito de la política agropecuaria, la autosuficiencia, nentes que integran este plan no operan
se perdió desde 1970. Los sistemas públicos de de manera independiente sino integrada
apoyo al campo favorecieron la concentración
económica y geográfica. Las burocracias crecie- en función de lo diversos y múltiple que
ron pero no la atención ni los servicios. Los pre- son los problemas y sus causas. Algunos
cios de garantía, el apoyo más cuantioso, que componentes integran subcomponentes
recibían muy pocos productores, acabó por elevar
el precio de los alimentos para los residentes y
de manera tal que contenga una aplica-
trabajadores rurales más pobres que no tenían ción directa con uno o más, por lo que
acceso a los subsidios urbanos. El crédito y el se podrá dar un cruce de apoyo y com-
seguro altamente concentrados, no promovían la
plemento (Desarrollo social y humano
producción, la simulaban. El campo fue más un
pretexto que un propósito (Warman, 1994). 20%. Desarrollo del manejo y conser-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 59


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

vación de suelo y agua 45%. Desarrollo sostienen las actividades agrícolas,


agropecuario y no agropecuario 25%. forestales y pecuarias en la Sub-
Fortalecimiento del pnm 10%). Es de- cuenca.
cir, una visión y caracterización integral c) Combatir la marginación de peque-
del funcionamiento de las microcuencas ños productores agropecuarios.
que encontraría su materialización a tra- d) Promover proyectos productivos
vés de la construcción como instrumen- acordes a la aptitud territorial.
to de planeación, al Plan Rector de Pro-
ducción y Conservación (prpc). A continuación se muestran algunas ge-
En este contexto institucional, a fi- neralidades de las caracterizaciones de
nales del 2013 se concluye la actualiza- dichos Planes Rectores.
ción5 de los Planes Rectores de Produc-
ción y Conservación (prpc) para cada
una de las microcuencas que integran la Caracterización general de la sub-
Subcuenca El Zamorano. Estos planes cuenca El Zamorano
rectores fueron elaborados por la docea-
va generación de la Maestría en Gestión Según el Plan de Desarrollo Municipal
Integrada de Cuencas, de la Universidad 2012–2015 para el municipio de Colón,
Autónoma de Querétaro. Ejido Patria, este cuenta con una extensión territo-
Nuevo Álamos y El Zamorano fueron rial de 807.152 km2, correspondiente al
caracterizadas por un equipo integrado 6.91% de la superficie del Estado, ubi-
tanto por alumnos como profesores de cándose en el tercer lugar de todos sus
distintas disciplinas, en un lapso apro- municipios. Orográficamente, la parte
ximado de dos meses. Dichos planes norte del municipio se caracteriza por las
rectores se llevaron a cabo gracias al montañas, altas mesetas y grandes ca-
acercamiento del Director de Desarrollo ñadas, como un extremo de la provincia
Agropecuario de Colón, quien junto con fisiográfica Meseta del Centro. La parte
otras autoridades municipales planteó a sur tiene presencia importante de llanu-
la magic las siguientes problemáticas a ras, cerros y lomas aisladas que forman
resolver: parte del Eje Neo Volcánico Transmexi-
cano. Por su elevación sobre el nivel del
a) Prevenir el azolvamiento de la presa mar es un parteaguas continental. Hacia
La Soledad. Ubicada en el punto de el oriente las vertientes escurren al Golfo
salida de la Subcuenca. de México por el Río Panuco y al occi-
b)  Contrarrestar la degradación dente las concentra el Río Lerma (poel
de los recursos naturales que Colón, 2012, p. 24).
Cuenta con una población total de
5. Ya en el año 2002 se habían generado planes
58,171 habitantes, equivalentes al 3.18
rectores para estas microcuencas por parte de
firco. Trigos, El Zamorano y La Soledad. por ciento de la población total del

60 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

El Zamorano, que presenta la mayor


altura del estado de Querétaro (3,360
msnm). Abarca una superficie total de
166.9 km2 y sus coordenadas extremas
son 2315499.6 y 2297335.26 norte,
373049.49 y 391357.79 oeste. Pertenece
a la región hidrológica 26 del río Pánu-
co (misma que cuenta con 77 cuencas),
dentro de la cuenca del río Moctezuma
y es tributaria de la subcuenca del río
Extoraz. Así como también en términos
hidrológico–administrativos pertenece a
la región Golfo–Norte (ix). Está confor-
mada por tres microcuencas: Ejido Pa-
tria, Nuevo Álamos y El Zamorano. El
sistema de drenaje que se forma en las
tres unidades drenan los escurrimientos
a través de dos corrientes principales: el
Mapa 1. Ubicación de la subcuenca El Zamora- arroyo Peña Rajada que se forma con los
no en el Estado de Querétaro. Fuente. Conjunto afluentes que descienden del cerro del
de datos vectoriales 1: 300 000. inegi, 2010. Zamorano y se une con aquellos prove-
nientes de las mesetas de la microcuenca
Nuevo Álamos; y el arroyo Los Amoles
estado. A lo largo de 15 años, este muni- que se forma en la unidad El Zamorano,
cipio incrementó el número de habitan- drenado por los escurrimientos genera-
tes en cerca del cien por ciento; así como dos en el sistema de mesetas y lomeríos
su densidad de población a 76.04 habi- alrededor de la localidad El Zamorano y
tantes por km2. De su población total el cerro de El Mexicano.
50.2 por ciento son mujeres (29,196) y Según datos de inegi para el año
el 49.8 por ciento son hombres (28,975), 2010, los habitantes de la Subcuenca se
y casi el 50 por ciento de la población encuentran tendientes a una marginación
económicamente activa está sin empleo. de alta a muy alta y están distribuidos en
En la actividad primaria, la agricultura y 24 localidades. El Zamorano es la que
la ganadería trabajan un 23.3 por ciento cuenta con mayor número de habitan-
de la población; mientras que un 41.4 tes, con 1938; y Mal Paso la de menor
por ciento de ésta recurre a la industria, cantidad con solo dos. Considerando la
minería y construcción. La subcuenca El población por microcuenca, El Zamora-
Zamorano ocupa la ladera sur del gran no cuenta con la mayor cantidad de ha-
volcán extinto conocido como cerro de bitantes (2126), seguido por Ejido Patria

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 61


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

(1410) y después Nuevo Álamos (326). Estudios de caso más allá del
Los servicios básicos más atendidos son parteaguas
el agua y la luz eléctrica, ambos con ci-
fras similares de presencia en cada vi- La presa, como es posible notar al acer-
vienda (661 y 694 respectivamente). Sin carse al caso de la localidad de El Po-
embargo, la situación inversa de poca trero, solo representó beneficios perma-
cobertura se presenta con la dotación nentes para quienes se asentaban de la
de drenaje, ello tiene como consecuen- cortina hacia abajo, quedando margina-
cia la contaminación de arroyos y ríos dos de cualquier posibilidad de utilizar
por fecalismo. La dispersión de casas y el agua que la abastecía y almacenaba.
poblados hace muy difícil, si no imposi- Para Don Miguel, la razón por la cual El
ble, proporcionar este servicio de sanea- Potrero no formó, ni forma parte de los
miento en la Subcuenca (Pineda, 2014). beneficiarios que se deprendieron de la
Asimismo, la población económicamen- construcción de la presa es la ubicación
te activa en la subcuenca alcanza a 1315 de la localidad. El hecho de encontrarse
habitantes contra 1426, pertenecientes a antes de la cortina los ha marginado de
la categoría de inactiva. participar en el desarrollo que ellos ob-
servan después de ella.
Como se mencionó anteriormente, la
construcción de la presa de La Soledad
formaba parte de un proyecto más am-
plio que incorporaba lo que hoy en día
se conoce como la presa Colón, las ca-
rreteras que conectan a éstas con distin-
tas poblaciones como la cabecera muni-
cipal, y la infraestructura hidroagricola
complementaria como lo es la acequia;
así como las viviendas de los ingenieros
que hasta antes de 1992 se encargaron
de supervisar el proyecto.
Después del conflicto agrario con El
Fuenteño y la construcción de la presa,
los habitantes de El Potrero parecían
entrar en una etapa igualmente compli-
cada, pero de cierta estabilidad. Muchos
de sus habitantes, que habían trabajado
Mapa 2. La subcuenca El Zamorano. Fuente. durante casi cuatro años en la construc-
Conjunto de datos vectoriales 1: 300 000. inegi, ción de los distintos tipos de infraestruc-
2010. tura que apareció en la zona, tuvieron

62 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

que volver al ejido y comenzar a movili- de los 80. Después de locali-


zarlo en términos productivos. Sin la in- zar el lugar adecuado, mediante la
tención de ignorar las diferencias entre realización de los estudios técnicos,
las caracterizaciones más actuales y el Don Miguel cuenta que la obra nun-
estado ecológico del ejido hace casi 40 ca se llevó a cabo. Ya que meses des-
años, lo cierto es que las tierras que les pués de conocer los resultados de los
fueron otorgadas no tenían las mejores estudios, a la comunidad acudió una per-
condiciones en términos productivos. sona a supervisar la obra, llevándose la
Con una vocación histórica hacia la cría sorpresa de que no se había comenzado.
de ganado, la mayoría de las tierras no Ante esto, le pide a Don Miguel que acu-
eran aptas para la agricultura, siendo la da a las oficinas en la ciudad de Queréta-
única excepción las que se encuentran ro para preguntar sobre la licitación; en-
algunos metros antes de llegar al embal- contrando como respuesta la declaración
se.6 desierta de la misma con el argumento de
Ante dicha situación, algunos de los que, en el lugar elegido para la excava-
ejidatarios a pesar de contar con tierras ción había la presencia de roca muy dura
para trabajar, decidieron migrar a la ca- que representaba serias complicaciones
becera municipal de Colón, Queréta- para llevarla a cabo.
ro, Distrito Federal y Estados Unidos; La caracterización geológica del Plan
empleándose como obreros, albañiles Rector La Soledad (2002) menciona que:
o comerciantes. Este es el caso de Don
Miguel, quien después de ser el primer De acuerdo a la carta geológica 1:250
comisariado del ejido y durar tres años 000 los tipos de roca que se encuentran
en el cargo, decidió irse a trabajar al Dis- la microcuenca pertenencia a la era Ce-
trito Federal; regresando de forma inter- nozoica del periodo Terciario–Cuater-
mitente, pero siempre con la intención de nario con tipo de roca Ígnea Extrusiva y
que el trabajo en el ejido pudiera desa- su unidad litológica de nombre Riolita–
toba ácida y Basalto y suelo aluvial. El
rrollarse.
tipo de roca dominante es de conforma-
Ante la inexistencia de un manantial o
ción dura, encontrándose en las parcelas
arroyo perenne con las capacidades para y el agostadero.
abastecer las necesidades domésticas y
productivas, como los que se encuentran Así mismo, dentro de la actualización del
en la parte alta, la alternativa planteada Plan Rector en el año 2014, se sostiene
por las instancias estatales encargadas el mismo argumento, agregando que la
fue la excavación de un pozo profundo distribución del basalto y la riolita–toba
dentro del ejido a mediados de la década ácida son de 50% cada una dentro de la
microcuenca.
6. Tierras que pertenecen al particular que hoy es
dueño de la ex hacienda de El Potrero.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 63


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

Se omite por completo alguna men- bitantes8. Ante situaciones como ésta, la
ción sobre las dificultades para perforar localidad no pudo seguir dependiendo
sobre esta roca, pero sí se comenta que: de los presupuestos, estudios técnicos y
tiempo de las instituciones para concre-
El uso común para este tipo de mate- tar una solución al problema del abaste-
rial es el de obtener grava para cons- cimiento del agua. No solo don Miguel
trucción. Sin embargo la utilización durante su gestión intentó esto, todos los
de basaltos en forma de grava implica comisariados que le siguieron tuvieron
inversiones en molinos especializados dentro de su agenda esta problemática,
que resultan costosos. Por otro lado, los sin realmente obtener una respuesta;
materiales para la construcción como la
aunque como él mismo lo menciona,
grava, deben su costo principalmente al
“unos le trabajan más que otros”.
componente del transporte de traerlos
de sitios lejanos (prpc Nuevo Álamos, Sin embargo, los conflictos internos
2014). por el agua no se han hecho esperar.
En las cercanías del paraje conocido
Casi a la mitad de la comunidad, sobre la como El atascadero de la piala, existe
ribera del arroyo, se encuentra el único un ojo de agua que alimentaba a uno
manantial que abastece a la comunidad de los dos bordos con los que cuenta la
de agua potable. Este, de condición muy localidad. Este bordo conocido como
inestable pero perenne, fue adecuado La olla se encuentra en las cercanías
años después para bombear el agua hasta del solar de uno de los habitantes. Du-
un tanque en la parte alta de la localidad; rante la segunda gestión de don Miguel
para posteriormente distribuirla median- como comisariado, se intentó mejorar la
te gravedad a las viviendas. La compra construcción y ampliar la capacidad del
de la bomba, la construcción del tanque bordo; por lo que había que entrar unos
y el material, la mano de obra; así como cuantos metros al solar de esta persona.
la manguera y la posterior tubería para Sin embargo, este se negó rotundamente
la distribución del agua, fueron gastos y la obra quedo inconclusa, abandonada
absorbidos por la localidad7. Mediante y hoy en día inservible. A decir de don
cooperaciones y faenas los fines de se-
mana, El Potrero consiguió que el agua 8. Durante los meses de estiaje, cuando la can-
potable llegara a la mayoría de sus ha- tidad y presión del agua disminuyen, algunas de
las casas que se encuentran aguas arriba del
depósito padecen escases. Ante dicha situación,
7. Esta misma situación ocurrió cuando, por me- la Comisión Estatal de Aguas establece brigadas
dio del municipio, recibieron dinero y materiales de pipas que rellenen estos depósitos con agua
de construcción para el puente que conecta a la extraída de los pozos que tiene bajo su adminis-
comunidad sobre el arroyo y la casa de salud. tración. Sin embargo, algunos habitantes de la
Los dos construidos hace aproximadamente ocho localidad dicen haber percibido un mal olor del
años, al parecer durante la segunda gestión de agua que estas pipas distribuyen, optando por no
don Miguel como comisariado ejidal. consumirla.

64 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

Miguel, ante estas situaciones el agua es en zonas muy puntuales existía una in-
muy celosa, “cuando ve que hay conflic- cipiente agricultura de temporal; sobre
to se va”.9 todo practicada por los mismos trabaja-
La segunda gestión de don Miguel dores de la hacienda para su subsistencia.
como comisariado ejidal, durante los
años 2005, 2006 y 2007, coincidió con la
operación a nivel municipal del Progra- El acuerdo del ejido Trigos con la cea
ma Nacional de Microcuencas. En este
contexto se enmarca la aplicación de los La señora Leticia Guevara, habitante
primeros Planes Rectores elaborados en de la localidad de Trigos y actual sub-
el año 2002, y la construcción de algunas delegada, cuenta que cuando era pe-
de las obras menores de infraestructura queña el agua no era un problema. Re-
hidroagrícola para solucionar la proble- cuerda acompañar a su abuelita a lavar
mática del agua. la ropa en las piletas que estaban en el
Como se mencionó anterior- caño,10 dejando el agua salir de la man-
mente, durante la época de las guera durante largo tiempo sin tener
haciendas gran parte del territorio que hoy presente que pudiera terminarse; y aun-
delimitan los ejidos asentados sobre las que no le gustaba ayudar a sus padres
faldas del cerro de El Zamorano, pertene- a acarrear agua hasta su casa en botes,
cían a dos de las más importantes de la re- desde un manantial que está en la parte
gión, Alfajayucan y El Lobo. Además de alta del ejido, el agua no faltaba. A partir
transportar agua desde los manantiales de de sus remembranzas, el agua ha comen-
la parte alta hasta abrevaderos y los mis- zado a escasear desde hace aproximada-
mos cascos de las haciendas mediante mente 15 años.
el caño, la mayor parte de esta zona del No solo es doña Leticia, sino mu-
cerro era utilizada como agostadero y chos habitantes de las localidades ale-
dañas al cerro de El Zamorano los
9. Una de las situaciones más recientes en este
que atribuyen la disminución no solo
mismo sentido, se dio a partir de que conaza ofre-
ció la dotación de bombas eólicas para extraer del de agua disponible, sino de lluvias en
cauce del arroyo y regar los cultivos de temporal. la región, al incendio que se suscitó en
Según don Miguel, varios habitantes de la comu- marzo del año de 1998 en una importan-
nidad se negaron a recibirlo por lo complicado que
parecía construirlos, operarlos y darles manteni- te porción del límite que le corresponde
miento (ya que conaza solo los daba). Él acepto con el estado de Guanajuato. Así mismo,
uno de estos molinos y junto con el técnico, que
se ofreció a ayudarle, y lo pusieron a trabajar.
Cuando algunas personas de la comunidad se 10. Según las versiones locales, el caño es una
dieron cuenta que funcionaba y extraía una buena acequia o canal que fue construido durante la épo-
cantidad de agua, le reclamaron a don Miguel la ca de las haciendas para llevar agua desde uno
propiedad comunitaria del molino; a lo que él se de los manantiales que se encuentra en la parte
negó rotundamente argumentando apatía solucio- alta del cerro, hasta El Lobo y Alfajayucan, dos de
nar los problemas del ejido. las haciendas más importantes de la región.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 65


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

se comparte la versión de que este in- empujar el agua con fuerza hasta su
cendio, que tardó varias semanas en ser casa, ubicada frente a la primaria y casi
controlado, fue causado por una fogata a la salida sobre la carretera que lleva
o descuido de alguno de los cientos de hasta El Fuenteño.
peregrinos, que provenientes de Toli- Según información recopilada por
mán o Tierra Blanca suben cada año el Plan Rector de Ejido Patria (2014),
en esas fechas para pedir a sus ancestros inegi en el año 2010 contabiliza que el
una buena temporada de lluvias.11 83 por ciento de las viviendas asentadas
A mediados de la década los 80 los en esta parte alta cuentan con servicio de
servicios públicos comenzaron a llegar a agua entubada, mientras que el 17 por
las localidades asentadas en la parte alta ciento no cuenta con este servicio. Así,
del cerro de El Zamorano. Las localida- del total de la población reunida a par-
des con mayor población y mejor accesi- tir de la delimitación de la microcuen-
bilidad fueron dotadas de tanques alma- ca, solo 144 personas no tienen acceso a
cenadores de agua de aproximadamente este servicio.
10,000l y tuberías que distribuirían, a Si bien las comunidades ubicadas en
partir de gravedad, el líquido en la ma- la parte alta son las que tiene mayores po-
yor cantidad posible de viviendas. Doña sibilidades de aprovechar las condicio-
Leticia se ha dado cuenta que cada vez nes climáticas y morfológicas que per-
llega menos y con menos presión. Dada miten la captación del líquido12, distintas
la ubicación del tanque que almacena
12. La parte más alta de la unidad hidrográfica
el agua que brota del manantial de los que forman las microcuencas ep y na comienza
güeros, cerca del camino de terracería con el Pinal del Zamorano. Es en la punta de
que lleva hasta la punta de El Zamora- este cerro donde nacen los escurrimientos que
moldean en su parte alta los domos volcánicos
no, la presión ya no es la suficiente para donde se asienta el único bosque de oyamel en
los estados de Querétaro y Guanajuato. Aproxi-
11. Vázquez en su trabajo Rituales en torno al madamente 250 metros hacia abajo comienzan a
cerro, el agua y la cruz, entre el chichimeca oto- dominar los encinos, conformando el bosque que
mí del semidesierto queretano, encuentra que: se expande sobre las laderas del cerro y rodea
“como entidades sagradas, los cerros son com- a algunas de las comunidades y tierras de culti-
prendidos en la región del semidesierto quereta- vo que se asientan en la zona. Algunos factores
no de múltiples maneras. En algunas narraciones como la densidad de la vegetación boscosa, la
aparecen como los protectores, en otras como los altura (sobre los 3000 msnm), el clima templado
benefactores y en otras tantas como el padre o y la precipitación (llega a los 611mm/año en vera-
madre de las comunidades… Se piensa que tal no) favorecen la captación de una cantidad impor-
elevación (El Zamorano) absorbe el agua de las tante de agua en la época de lluvias y durante el
nubes y la distribuye en diversos arroyos de la estiaje conserva humedad. Este conjunto de mi-
región. Además de estos puntos, el Zamorano crocuencas delimita una superficie de aproxima-
está ubicado al poniente de la región, ubicación damente 97 km2. El suelo que sostiene estos bos-
que corresponde a la puesta del sol. Todos estos ques es un Phaeozem de textura arcillosa rico en
aspectos influyen para que en esta región se le nutrientes, y a partir de la parte media del cerro,
considere como una entidad vinculada con la fe- las fuertes pendientes forman lavas escalonadas
minidad” (Vázquez, 2007). en donde pueden acumularse los sedimentos que

66 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

situaciones han condicionado la disponi- te el pozo La Carbonera, ubicado den-


bilidad de agua no solo en términos loca- tro de los límites ejidales de El Zamo-
les sino también institucionales; a pesar rano y en la microcuenca del mismo
de que los números arrojados por nombre. Este proyecto consistió en la
inegi en términos de cobertura de ser- construcción de tres estaciones de re-
vicios públicos muestre lo contra- bombeo que subirían agua para comple-
rio. Además de alimentar el tanque mentar el abastecimiento de las localida-
que distribuye el agua a la localidad des de Nuevo Álamos,13 El Coyote,
de Trigos, el manantial de Los Güe- Ejido Patria, y La Joya. Después de dos
ros está conectado a otra tubería que años de construcción, fue en el año de
transporta el agua por aproximada- 2014, durante la elaboración de la actua-
mente 10 km hasta las localidades de lización de los Planes Rectores que se
La Joya, Ejido Patria, y Coyote. Una concluyó la obra y fue inaugurada por
de las condiciones que impuso tanto la distintos funcionarios de las institucio-
conagua como la cea a los ejidatarios nes involucradas, incluido el gobernador
de Trigos para construirles el tanque de del estado, José Calzada Rovirosa.
almacenamiento y tender la tubería a las Además de Los Güeros existen otros
viviendas fue, que parte del agua del ma- dos manantiales cercanos a la localidad,
nantial fuera entubada hacia estas otras aunque estos son temporales y el agua
localidades que no contaban con una que brota de ellos solo se utiliza para los
fuente de abastecimiento constante. animales. Ante esto, algunos habitantes
Aunque el agua que brota de Los
Güeros es constante ya no es suficiente. 13. Aproximadamente fue a mediados de la dé-
Ni para Trigos ni para las otras locali- cada de los 80 que esta comunidad fue reubica-
da. La constante petición de los habitantes a ser
dades que dependen de este manantial. dotados de servicios públicos y caminos hizo que
En el año 2012 dio inicio un proyecto el presidente municipal por aquellos años, el C.
conjunto entre el municipio de Colón, Téllez Girón, les ofreciera moverlos de lugar por-
que “me sale más caro construirles su camino y
la cea y cdi para perforar nuevamen-
llevarles servicios que trasladarlos a donde pasa
el camión y construirles 21 viviendas y una de
acarrea el agua. Estos derrames causados por la muestra”. Si bien las personas asumen este he-
pendiente, los procesos erosivos y la ausencia de cho como algo que les ha beneficiado en muchos
vegetación, son aprovechados para el estableci- sentidos: “Aquí donde estamos es mejor. Allá un
miento de cultivos de temporal así como para las enfermo o difunto para sacarlo ¡Hijole!, eran ve-
actividades ganaderas que en conjunto son parte redas para salir… a mí me todo cargar por esas
importante del sustento de los 1676 habitantes a mucha gente” (Donato, 2013) “Imagínese para
distribuidos en las 15 comunidades asentadas so- salir, había que caminar mucho hasta acá arriba,
bre las faldas del Zamorano y pertenecientes a la porque aquí veníamos a tomar el camión para ir
microcuenca Ejido Patria (Palo Alto, La Colmena, a Colón o Querétaro… era difícil y cansado llevar
El Arte, Peña Blanca, Álamo Cuate, El Leoncito, lo que uno compraba o salir del pueblo” (Josefina,
Patria, Trigos, Tanquecitos, Ahilitos, El Fuenteño, 2013). Sin embargo, también reconocen que en el
el Terremote, Mal Paso, El Cilguero y Pueblo Nue- antigua lugar donde se encontraba la comunidad
vo). “se vivía bien”.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 67


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

de la localidad han optado por instalar, embargo, el énfasis hacia el ejido de El


de forma propia o mediante apoyos ins- Fuenteño (porque otras localidades de la
titucionales, tinacos que les permitan al- parte alta también han entubado manan-
macenar agua. Aunque doña Leticia aún tiales) se relaciona más con el conflicto
no cuenta con ningún sistema, tinaco o agrario que protagonizaron hace varias
cisterna que le permita almacenar agua, décadas, que con un crítico déficit de
ya sea de lluvia o del mismo manantial; disponibilidad de agua.
le parece necesario que este tipo de apo- Al mismo tiempo, los habitantes de
yos lleguen de forma constante por la la parte alta conocen perfectamente el
cantidad de gente mayor que habita estas camino que recorre el agua que llueve,
localidades. baja por sus laderas y brota de los ma-
nantiales. Saben que pasa por El Potrero
y que ésta no tiene agua, pero las condi-
Consideraciones finales ciones socio-ambientales y productivas
de la parte alta hacen que en unos pocos
La paradoja hídrica sufrida por kilómetros, la abundancia se convierta
la localidad de El Potrero es la en escasez. Es decir, que a pesar de su
conjunción de acontecimientos históri- aparente disponibilidad en términos de la
cos, reconfiguraciones territoriales, di- cuenca, es un recurso en disputa.
námicas socio ambientales, decisiones Las distintas perspectivas que exis-
políticas y proyectos de intervención. ten en torno al agua en las localidades:
Ante esto, es imposible otorgarle una el agua concesionada, el agua que baja
ubicación geográfica específica a la pro- de El Zamorano, el agua que bombea
blemática o una temporalidad con res- la cea (entre otras) hasta la parte alta,
pecto a la localidad, para definir si se en- el agua de los manantiales y el agua de
cuentran dentro o fuera de la cuenca, si la presa, confluyen en un mismo espa-
debería o no formar parte de la Unión de cio. Esto ha trascendido las dimensiones
Riego. Por lo tanto su análisis trasciende locales al grado de tener que negociar,
los parteaguas definidos por los planes como en el caso del ejido Trigos, cier-
rectores. ta cantidad del agua de Los Güeros para
La responsabilidad directa de la esca- llevarla otras localidades dentro y fuera
sez, que los habitantes de El Potrero le de la cuenca.
otorgan al entubamiento de los manantia- Instituciones como cea, conagua o
les de la parte alta obedece a un conoci- el municipio de Colón, ante la inminente
miento local sobre el funcionamiento del gestión de la escasez, están imposibili-
ciclo del agua sobre la tierra, asumiendo tadas de proponer soluciones que vayan
que el agua que cae en forma de lluvia en coordinación con la dinámica de la
debe bajar hasta la presa de La Soledad; cuenca, limitando sus procedimientos a
no sin antes pasar por su localidad. Sin soluciones técnicas. Muestra de ello es

68 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

el sistema de rebombeos El Zamorano y los servicios de agua están distribuidos


que lleva agua desde un pozo en la lo- en contextos de desigualdad de poder
calidad de El Zamorano, hasta el ejido (Boelens, 2007).
de Patria, venciendo una altura de apro- En este sentido, más allá de las pro-
ximadamente 500 m; así como las estra- puestas emanadas de los Planes Rectores
tegias administrativas de conagua para elaborados por la magic para la subcuen-
que, El Potrero, se ajuste a la lógica de ca El Zamorano, ¿tiene el enfoque de
concesiones y cada vez utilice menos el cuencas la capacidad reflexiva, teórico–
agua que es propiedad de la Unión de metodológica, y práctica; de incorporar
Riego, incluso antes de almacenarse en la complejidad planteada por los elemen-
la presa. Como es evidente, ninguno de tos socioambientales, culturales y políti-
estos actores, tanto locales como institu- cos recabados en esta investigación? El
cionales han permanecido pasivos ante análisis de las formas simultaneas y con-
las distintas problemáticas relacionadas flictivas de gestión local e institucional
con el agua que imperan en la subcuen- del agua en la subcuenca El Zamorano,
ca. aunado a la multidimensionalidad tanto
Sin embargo, en los sistemas de uso espacial como temporal de la escasez vi-
y control de agua (como los que pueden vida por la localidad de El Potrero; arro-
confluir en la cuenca), los diversos gru- ja más preguntas que respuestas para la
pos de interés se encuentran y negocian, gestión integrada de cuencas.
reinventan y experimentan las definicio- La cuenca como la unidad espacial
nes de derechos y códigos normativos ideal por excelencia para la gestión del
que regulan día a día las prácticas de agua, no ha podido definir en qué mo-
agua. Por lo tanto, determinado también mento es pertinente reducirse o ensan-
por las condiciones físico–ecológicas, el charse. Es decir, mientras que hace al-
desarrollo de los derechos del agua se gunos años, aseveraciones como las de
entremezclan con las historias cultura- Dourojeanni (2002) sobre la posibilidad
les, políticas, económicas y tecnológi- de resolver todos los problemas dentro
cas de las sociedades locales de usuarios de una cuenca, siempre y cuando se re-
(Boelens, 2007). suelvan primero los del agua; aparecían
Independientemente de que se rea- como insuficientes, parcelarias y tecnó-
lice a partir de un enfoque de cuencas, cratas.
delimitación político-administrativa o Hoy en día, la gestión integrada plan-
local, la mayor parte de las situaciones tea la incorporación no solo de todos los
relacionadas con la gestión de agua, la elementos que la integran como ecosis-
escasez y la inseguridad hídrica no es- tema; sino la gestión de las relaciones en
tán relacionadas con una disponibilidad su interior, tratando de subsanar el sesgo
precaria en términos absolutos de agua de una gestión dirigida exclusivamente
limpia, sino con la manera en que el agua a los elementos hídricos; e incorporando

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 69


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

también, nociones como la de “externa- Referencias


lidad” (Cotler, 2004), traída de la teoría
económica clásica para comprender las Boelens, R. (2011). Luchas y defensas
relaciones desde y hacia afuera del par- escondidas. Pluralismo legal y cultu-
teaguas. Esto, en las caracterizaciones y ral como una práctica de resistencia
diagnósticos enmarcados en el enfoque creativa en la gestión local del agua
de cuenca, ha visibilizado y aumentado en los Andes. Anuario de Estudios
cada vez más la cantidad de elementos Americanos, 673-703.
que convergen en ella. Cotler, Helena (2004). El manejo inte-
Sin embargo, la imperiosa necesidad gral de cuencas en México. Estudios
de la gestión integrada de contener y y reflexiones para orientar la política
abarcar todo lo que existe y se relaciona ambiental. Secretaría de Medio Am-
dentro del parteaguas, ha condenado al biente y Recursos Naturales, Institu-
enfoque de cuenca a establecer el límite to Nacional de Ecología. México.
de su resonancia social a una dimensión Dávila Poblete, S. (2006). El poder del
discursiva que no sobrepasa la instru- agua. ¿Participación social o empre-
mentación bien intencionada (pero poco sarial? México, experiencia piloto
sistematizada y reflexionada) de una del neoliberalismo para Ámerica La-
política pública ambiental que desde su tina. México, D. F.: Ítaca.
diseño fragmenta (temporal y espacial- Dourojeanni, A. (2002). Gestión del
mente), y pone en segundo término las agua a nivel de cuencas: teoría y
dimensiones sociales, culturales, y po- práctica. Santiago de Chile: cepal.
líticas del territorio. Sobre todo cuando Fideicomiso de Riesgo Compartido
pretende concretarse como unidad para (2002). Plan Rector de Producción y
la intervención. Conservación Microcuenca La Sole-
En este sentido, y como se mencionó dad. sagarpa.
en el primer capítulo, el principal obstá- Flores, G. A. (2003). Serranos y rebel-
culo que se tiene es teórico–metodoló- des: La Sierra Gorda Querétana en
gico; pues la conceptualización básica la Revolución. Qurétaro, México.
de la cuenca dentro del enfoque (como Universidad Autónoma de Queréta-
ecosistema, unidad hidrográfica, unidad ro.
de planeación) parte de la diferenciación Guitrón de los Reyes, A., & Preciado
(discursiva y práctica), entre los hom- Jiménez, M. (2012). El agua en Mé-
bres y las cosas, entre los objetos y las xico: situación y tendencias. En S.
acciones, entre lo biofísico y lo social, Vargas (Ed.). Los conflictos por el
entre la naturaleza y la cultura. agua en México: caracterización y
prospectiva (págs. 23–56). Morelos:
Insitituto Mexicano de Tecnología
del Agua.

70 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71


La paradoja hídrica. Gestión del agua y procesos... Dorantes Castro J. C.

Lagarda, Cesar (2002). La situación del Querétaro.


sector hidráulico antes los retos de Vázquez, Alejandro (2007). Rituales en
la descentralización. Ponencia pre- torno al cerro, el agua y la cruz entre
sentada en la Primera Reunión para los otomís del semidesierto quereta-
el Fortalecimiento de las Comisiones no, en Revista de Estudios Sociales,
Estatales de Agua. Cancún, Quitana Nueva Época; No. 2, Universidad de
Roo. Guadalajara, México.
Ley de Aguas Nacionales (2013). Diario Warman, Arturo (1994). La política so-
Oficial de la Federación, p. 107. Dis- cial en México, 1989-1994. México:
trito Federal, 7 de junio de 2013. FCE.
Maestría en Gestión Integrada de Cuen-
cas (2013). Plan Rector de Produc-
ción y Conservación Microcuenca
Nuevo Álamos. Universidad Autóno-
ma de Querétaro–Municipio de Co-
lón.
Morett Sánchez, J. C. (2003). Reforma
Agraria: Del latifundio al neolibera-
lismo. México, D. F.: Departamento
de Sociología Rural, Univesidad Au-
tónoma de Chapingo-Plaza y Valdéz.
Municipo de Colón (2012). Programa
de Ordenamiento Ecológico Local
para el Municipio de Colón, Queré-
taro. Municipio de Colón.
Pineda López, Raúl Francisco (2014).
Análisis para la promoción del de-
sarrollo agropecuario mediante la
conservación y manejo del capital
natural en la subcuenca El Zamora-
no, Colón, Querétaro. Santiago de
Querétaro. Municipio de Colón, Uni-
versidad Autónoma de Querétaro.
Sánchez Molina, F. J. (2006). Micro-
cuencas: alternativas jurídicas para
su protección. Tesis de Maestría.
Maestría en Gestión Integrada de
Cuencas, Facultad de Ciencias Na-
turales, Universidad Autónoma de

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 54-71 71


MISCELÁNEA

EL TRABAJO ACADÉMICO Y LA TEORÍA


QUEER EN MÉXICO

ACADEMIC WORK AND QUEER THEORY IN MEXICO

Mauricio List Reyes*

La teórica feminista y lesbiana Teresa de Lauretis, autora prin-


cipalmente de estudios de cine, no sospechaba el éxito que ten-
dría su fórmula, lanzada como una ocurrencia y pensada como
una provocación, cuando al coloquio que organizó en 1990 en
la Universidad de California en Santa Cruz, donde enseña, le
dio el título de “Queer theory”. De Lauretis invitaba a su au-
ditorio a un gesto multiforme; deseaba primero cuestionar el
confort que ofrece la noción, “ahora bien establecida y muy
cómoda”, de los “gay and lesbian studies”. Convenía en es-
pecial preguntarse sobre el papel de los estudios lésbicos en
este conjunto definido por una “y” que parecía ya tan obvio
que nadie se preguntaba qué significación podía tener este lazo
entre “estudios gay” y “estudios lésbicos”, su razón de ser y
los problemas que plantea. Se trataba también de ampliar el
campo de los estudios lésbico-gays, dominados por los trabajos
empíricos de investigadores de ciencias sociales empeñados en
delimitar una “diferencia homosexual” considerada de modo
muy homogéneo (y por ende homogeneizante), con el fin de
abrirlos a una reflexión teórica más amplia y más atenta a la
multiplicidad de las diferencias sexuales. De Lauretis quería
también poner en evidencia y deconstruir el carácter heterose-
*   Profesor-Investigador del
Colegio de Antropología So-
xista de lo que tradicionalmente se considera propio del campo
cial, BUAP. Coordinador del de la “teoría” en la universidad y en la vida intelectual…
Doctorado en Antropología La expresión se propagó con la velocidad de la luz y muy
Social, CAS / BUAP. Correo
de contacto: mauriciolist@ pronto se empezó a hablar por todas partes de la Queer Theory,
gmail.com con mayúsculas de rigor, como si se tratara de una doctrina

72 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

constituida, con sus conceptos y sus considerar su lugar de enunciación para


principios. El único problema, como lo comprender esta crítica que no discute
escribe David Halperin en su muy críti- los conceptos teóricos sino que recupe-
co artículo–balance “La normalización ra fundamentalmente los grandes ejes en
de la Teoría Queer” (2003), es que “na- torno a la deconstrucción de los marcos
die sabía lo que era la teoría en cues- normativos de género y sexualidad. Por
tión. Por la simple razón de que dicha
supuesto, muchos activistas han retoma-
teoría no existía”.
do sus planteamientos y hecho impor-
Didier Eribon
tantes críticas y contribuciones. Hay que
decir que a pesar de los múltiples con-
En 2010, Nxu Zänä, mujer indígena ha- textos en los que han dado esos debates,
blante de hñähñü, publicó su artículo han predominado los surgidos de los
titulado “Contra la teoría Queer (Desde movimientos lgbt.
una perspectiva indígena)” En ese artí- En los años que llevo desarrollando
culo la autora pretende hacer una crítica trabajo de investigación, muchas han
a dicha propuesta considerando que sus sido las ocasiones en las que he dialo-
planteamientos de alguna manera arre- gado con ese activismo, y esa experien-
meten en contra de los movimientos – cia me ha permitido darme cuenta de
como el indígena– que basan su acción que en la mayoría de las ocasiones se
en la defensa de la identidad. En este trata de experiencias productivas, más
artículo me interesa discutir dicha críti- allá de que podamos disentir en nues-
ca y señalar algunos planteamientos que tros argumentos. Estoy convencido de
considero que deben ser precisados en que el conocimiento en esta área solo
términos teóricos. puede enriquecerse prestando atención
Aunque se trata de un texto que fue a los cuestionamientos, las luchas, los
escrito hace casi 8 años, se trata de un argumentos que surgen desde diversos
trabajo que continúa circulando a través contextos sociales, y que la experiencia
de las redes sociales y, por tanto, consi- acumulada por los movimientos sociales
dero que merece ser debatido desde una de diferente signo, ayudan a entender la
perspectiva académica. Cada uno de sus relevancia social de la sexualidad. Me
planteamientos merecería una revisión parece productivo, en este sentido, pro-
amplia y profunda, sin embargo, dada poner esta lectura del polémico texto de
la limitación del espacio en este artícu- Nxu Zänä.
lo haré solo algunos señalamientos que La autora cuestiona a la Teoría queer,
pretendo ayuden a elucidar dicha pro- pues cree ver en ella un instrumento del
puesta. neoliberalismo que pretende ir en con-
Nxu Zänä explica que no escribe des- tra de los movimientos sociales de las
de la academia, por lo que sería muy útil comunidades que se encuentran más
desfavorecidas. Vale la pena recordar

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 73


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

que ciertamente, en nuestro continente, de este texto, y es producto de propues-


los pueblos originarios han sido histó- tas teóricas de muy diverso origen. Si
ricamente violentados, discriminados, bien sus principales impulsoras fueron
excluidos y hasta esclavizados. Hoy en feministas que cuestionaron los mode-
día en Argentina y Chile se persigue al los normativos de género y sexualidad,
pueblo mapuche al que se le ha dado una no se puede olvidar que en esos debates
caracterización de terrorista. En Canadá estuvieron muchas veces ausentes las
y Estados Unidos las obras de infraes- llamadas feministas chicanas, las femi-
tructura amenazan los territorios de los nistas de color y muchas otras y otros
pueblos originarios. En Brasil se ha igualmente subordinados que no fueron
venido dando el despojo y destrucción convidados o no estuvieron presentes en
de sus territorios para el saqueo de los dichos debates.
recursos naturales, y en México las em- Creo que a pesar de que inicialmen-
presas mineras se han convertido en los te esas otras voces estuvieron ausentes,
últimos años en el nuevo depredador de posteriormente fueron incorporadas en
los territorios indígenas. Por supuesto no un esfuerzo por complejizar dichos de-
se agotan aquí los conflictos que experi- bates. Así, feministas como Gloria An-
mentan en la actualidad dichos pueblos. zaldúa o Cherrie Moraga, por ejemplo,
De ninguna manera podría cuestionar aportaron, si se quiere involuntariamen-
las suspicacias que le generan propues- te, importantes argumentos a los debates
tas surgidas de la academia pues es un surgidos tanto en los contextos de los
hecho que en general ha existido una movimientos sociales como en los con-
arrogancia por parte de los intelectuales textos académicos. Me parece que los
y escasa disposición a acercarse a los estudios decoloniales y postcoloniales,
planteamientos teóricos por parte de los precisamente han hecho evidente cómo
activistas y desde dónde se construye el conoci-
Creo importante reconocer que di- miento que suele considerarse científi-
siento de su planteamiento, pues tengo camente relevante, y que durante gran
claro que de ninguna manera la inten- parte de la historia ha sido monopolio
ción de la teoría queer ha sido cuestionar del hombre blanco, generando jerar-
a los movimientos sociales, ni siquiera quías en las que han sido subordinadas
los que toman como fundamento la iden- las mujeres, las poblaciones racializadas
tidad. La intención no ha sido desmovi- y quienes se encuentran fuera de la nor-
lizarlos, sino alentar una autocrítica que ma heterosexual.
les permita observar que aún a su inte- Algunos pensadores latinoamerica-
rior se generan discursos altamente nor- nos, han cuestionado la colonización del
mativos. conocimiento y por tanto la pertinen-
La teoría queer surgió en Estados cia de la aplicación de marcos teóricos
Unidos, como ya se dijo en el epígrafe construidos en lo que se ha llamado el

74 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

norte global a nuestros contextos socio- tieron el avance en el reconocimiento de


culturales, que no alcanzan a explicar derechos. Me parece, este sentido, que
las condiciones específicas en las que no se puede negar la trayectoria de las
operan dimensiones como las de sexo feministas que sentaron las bases para la
y género, por lo que proponen acudir a teoría queer y los aportes de pensadores
propuestas más cercanas como las desa- homosexuales que igualmente contribu-
rrolladas por autores como Néstor Per- yeron a esos debates.1
longher en Argentina, Pedro Lemebel en Nxu Zänä explica la estrategia se-
Chile o Giuseppe Campuzano en Perú, guida en Estados Unidos al retomar un
e incluso Carlos Monsivais en México, término que era peyorativo y que se le
por ejemplo, que hicieron en su momen- dio un sentido totalmente distinto para
to planteamientos críticos en los que in- la reivindicación de quienes salían de la
corporaron dimensiones como la etnia, norma heterosexual, sin embargo, consi-
la raza y la clase para pensar la sexua- dera que esa acción necesariamente de-
lidad y el género en contextos locales. bería llevar a otros movimientos sociales
Tampoco se puede soslayar el con- a hacer una acción semejante.
texto en el que surgieron las propuestas Me parece que la estrategia seguida
de la Teoría Queer. Cuando Teresa de en el país del norte y que ha sido repli-
Lauretis convocó al primer congreso cada por otros colectivos en diversas
mencionado, según sus propias pala- latitudes, no debería leerse en clave nor-
bras, no existía tal cosa, se trató de una mativa. Por el contrario, mas bien invita
ocurrencia, pero que en ese momento a que cada colectivo pueda reivindicar
tenía sentido frente al claro avance del aquellas nominaciones en las cuales re-
neoliberalismo en occidente y junto con conocerse con orgullo frente a los discur-
él, el resurgimiento del conservaduris- sos de discriminación y exclusión a los
mo que tenía como principales objetivos que se ven expuestos.
los movimientos feministas y lgbt, pero Nxu Zänä encuentra problemático
que también estaba en contra del avance igualmente el planteamiento que su-
en el reconocimiento de derechos civiles giere repensar las nominaciones que
y humanos de las llamadas “minorías” históricamente se nos ha aplicado y en-
norteamericanas. contrar aquellas con las cuales podamos
En ese sentido, las movilizaciones reconocernos en un “nosotros”. Si bien
sociales y políticas que se venían dan- entiendo su postura, en el sentido de
do desde la posguerra habían puesto de mantener las identidades y las catego-
relieve las contradicciones sociales que rías utilizadas en la defensa de «nuestros
existían en razón de raza, género, edad,
orientación sexual, clase social, entre 1. En este contexto habría que considerar los
aportes de Judith Butler, Teresa de Lauretis, Don-
otras, y que generaron múltiples movi-
na Haraway, Monic Wittig, Gayle Rubin, David
lizaciones en diversos países que permi- Halperin, Michel Foucault, entre muchos otros.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 75


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

derechos, de nuestra forma de vida, de to al sentido normativo de la identidad.


nuestras culturas tales como el género, la Autores como Michel Foucault o Judith
clase y la raza» (Nxu Zänä), me parece Butler, por señalar a dos referentes fun-
que tendríamos igualmente que cuestio- damentales para dicho enfoque, en di-
nar en torno a qué nos reconocemos, y si versos textos hacen referencia a dicho
ello nos representa de la mejor manera, sentido normativo, y Leo Bersani lo ex-
y nos ayuda en la lucha política por el plica diciendo “El intento de estabilizar
reconocimiento de nuestros derechos. una identidad es en sí mismo un proyecto
En este sentido, no es un dato menor disciplinario” (Bersani, 1998, p. 15)
el hecho de que muchos jóvenes no se Quiero citar a Judith Butler en su clá-
reconozcan en el término gay, por ejem- sico texto El género en disputa, cuando
plo, a pesar de que su atracción sea por hace referencia a ese sentido normativo.
personas de su mismo sexo. En un texto Ella dice:
recientemente publicado (2018), me re-
fería al hecho de que ese término tuvo Suelo utilizar normativo de una forma
sentido para una generación de varones que es sinónima de “perteneciente a las
que en su momento estábamos buscando normas que rigen el género”; no obs-
una forma de reconocernos frente a una tante, el término “normativo” también
sociedad profundamente homofóbica, en pertenece a la justificación ética, ¿cómo
la que sistemáticamente podíamos ser se establece, y qué consecuencias con-
cretas se siguen de ella? (2001, p. 20)
agredidos y extorsionados, aún por la
policía, sin que contáramos con redes de
Y más adelante señala:
apoyo o instancias institucionales a las
que acudir.
Podemos sentirnos tentadas a hacer la
Es importante mencionar el hecho
siguiente distinción: una explicación
de que las acciones de reivindicación descriptiva del género incluye cuestio-
social e identitario, han ido modifican- nes de lo que hace inteligible el género,
do la agenda de los movimientos lgbt una indagación sobre sus condiciones
en el actual milenio, y por lo mismo las de posibilidad, mientras que una expli-
condiciones de nominación también han cación normativa intenta responder a la
cambiado, retomando esas formas que pregunta de qué expresiones de género
coloquialmente se usan para señalar y son aceptables, y cuáles no, ofreciendo
ofender, dándole un sentido distinto. Los motivos convincentes para distinguir
jóvenes en la actualidad están buscando de esta forma entre tales expresiones
sus propios referentes: marica, es un tér- (2001, p. 21).
mino al que algunos acuden en una suer-
te de castellanización del término queer. Catherine Millet, por su parte, dijo el 10
Ahora bien, efectivamente la pro- de octubre de 2018 en un discurso en
puesta queer plantea un cuestionamien- Buenos Aires titulado “¿Existe la mu-

76 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

jer?” Algo que muchas otras feministas quien en el contexto de esta discusión
han discutido previamente: “¡la mujer no afirma que “el término queer sólo tiene
existe!” Decía la escritora francesa. El sentido cuando se emplea en primera
sentido que tiene esta aseveración es que persona” (Ceballos, 2005, p. 169). Son
no hay tal sujeto que encarne, en función los sujetos quienes en todo caso pueden
de su sexo, una condición ontológica, y reconocerse de una manera más flexible,
por tanto es imperativo hablar de “las por tanto sería un despropósito preten-
mujeres”, en plural, para recuperar la di- der, desde una perspectiva queer, asumir
versidad de condiciones y experiencias una posición normativa para establecer a
de quienes se reconocen como tales. otros una forma de nominación.
Me parece que es necesario señalar, Me parece en ese sentido que en oca-
en función de los cuestionamientos de siones no se tiene claridad del campo
Nxu Zänä, que si bien el planteamien- en el que la teoría queer quiere incidir.
to es que en general las identidades son Género y sexualidad son los ámbitos en
normativas, la teoría queer no las discute los que opera dicha propuesta, pero hay
fuera de los marcos de género y sexua- que reconocer la interseccionalidad en la
lidad. Desde ese enfoque no se discuten que dimensiones como la clase, la edad,
otros escenarios en los cuales se plantean la etnia o la raza resultan fundamentales.
formas disciplinarias, que pretenden en La feminista chicana Gloria Anzal-
todos los casos estabilizar esas identida- dua decía:
des a partir de una serie de definiciones,
cuya intención es justamente lograr la La habilidad de servir, afirman los hom-
inteligibilidad de los sujetos. bres, es nuestra mayor virtud. Detesto
No hay duda de que estos plantea- cómo mi cultura hace caricaturas ma-
mientos generan temor. Cuestionar las cho de sus hombres. No, no asumo to-
ontologías implica de alguna manera dos los mitos de la tribu en los que nací.
perder asidero, dejar de reconocer y ser Puedo comprender por qué cuanto más
teñidas de sangre anglo, más firmemen-
reconocido a partir de una serie de ca-
te mis hermanas de color y decoloradas
racterísticas que han sido naturalizadas
glorifican los valores de su cultura de
socialmente. A la vez, Nxu Zänä señala color –para compensar la extrema de-
“si ell@s marcaron el derecho de autode- valuación de la que es objeto por parte
nominarse queer como una forma de res- de la cultura blanca. Es una reacción le-
puesta a la homofobia del sistema ¿por gítima. Pero yo no glorificaré aquellos
qué a mí y a los pueblos indígenas ha de aspectos de mi cultura que me hayan
negársenos la posibilidad de autodeno- dañado y que me hayan dañado bajo el
minarnos indígenas?” Nxu Zänä no acla- pretexto de protegerme.
ra por qué supone que hay esa negación, Así que no me deis vuestros dogmas
sin embargo me parece pertinente recu- y vuestras leyes. No me deis vuestros
perar una afirmación de Eve Sedwick, banales dioses. Lo que quiero es con-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 77


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

tar con las tres culturas –la blanca, la sulta vital. Creo que el ejemplo actual de
mexicana, la india. Quiero la libertad Brasil puede ilustrar este punto. En ese
de poder tallar y cincelar mi propio ros- país se presenta uno de los mayores índi-
tro, cortar la hemorragia con cenizas, ces de crímenes de odio por homofobia,
modelar mis propios dioses desde mis y la creciente popularidad del candidato
entrañas. Y si ir a casa me es denegado de extrema derecha está impulsando su
entonces tendré que levantarme y re-
aumento al punto de que muchas perso-
clamar mi espacio, creando una nueva
nas lgbt están considerando seriamente
cultura –una cultura mestiza– con mi
propia madera, mis propios ladrillos y
huir de su país, pues ser reconocido ejer-
argamasa y mi propia arquitectura femi- ciendo una identidad fuera de los ámbi-
nista (2004, p. 78). tos normativos de género y sexualidad
puede colocar en gran riesgo frente a la
Para la autora chicana no es posible su- creciente violencia homofóbica, más aún
bordinar un aspecto al otro. Que reivin- cuando a ello se suma la violencia por
dique su condición chicana no la lleva motivos raciales.
a aceptar aspectos de esa cultura que la Quizá uno de los problemas analíti-
oprimen en otros aspectos. cos que resulta más difícil de abordar sea
Nxu Zänä a pesar de que reconoce precisamente la visión binaria que occi-
que la identidad es un proceso históri- dente estableció con el desarrollo de la
co y cambiante su planteamiento es que modernidad. Para muchas personas es
dichos cambios responden a los emba- clara la crítica a esos modelos binarios,
tes del colonialismo, es decir, no hay un sin embargo, salirse de sus estrechos lí-
reconocimiento de que las sociedades mites es un reto. ¿Cómo se puede cons-
cambian en función de sus propias nece- tituir el sujeto en un intento de ubicarse
sidades, de sus propias contradicciones, fuera de dichas dicotomías?
de las transformaciones en sus propios Nxu Zänä continúa su crítica sobre lo
sistemas de pensamiento, todo ello en queer diciendo:
los contextos sociohistóricos en los que
se hayan insertos. Creo que esta gran confusión sobre la
identidad surge porque su lucha la en-
Aparentemente Nxu Zänä supone que
focan a un solo ámbito: la sexualidad en
desde una perspectiva queer, la identidad
lo individual; y porque su lucha se ejer-
se reduce a la sexualidad, y nuevamente ce contra los movimientos feministas,
considero que se suele simplificar aspec- homosexuales y lésbicos creyendo que
tos que son complejos. Evidentemente la estos sólo se enfocan en el género y la
identidad no se reduce a uno u otro as- sexualidad; sin ver más allá y entender
pecto. Las y los teóricos de lo queer lo que en sus inicios estos movimientos te-
entienden perfectamente. Reconocer la nían un trasfondo político, económico,
importancia de la sexualidad cuando se social.
habla de identidad en muchos casos re-

78 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

Me parece que el hecho de que el sujeto significa que su apuesta no pueda ser
pueda constituirse fuera de los marcos política y tener efectos en los contextos
normativos no quiere decir que se apele sociales.
a un individualismo extremo, como di- En el mundo 71 países penalizan los
ría Javier Sáez se trata de “romper los actos sexuales consensuales entre perso-
papeles asignados y el poder disfrutar nas adultas del mismo sexo, y diez más
de todo tipo de prácticas, como propo- mantienen la pena de muerte para esos
ne el movimiento queer”, se trata de actos. Esto sin contar la existencia de
“cuestionar las representaciones tópicas crímenes de odio por homofobia en un
que encierra, en ser capaces de producir número mucho más grande de países de
nuevas formas de vivir y de disfrutar, todo el mundo. En ese contexto resulta
negándonos a extraer una verdad sobre complicado pensar que se trata de actos
los sexos.” (Sáez, 2000, p. s/p) estrictamente privados y personales.
Pero estos procesos no pueden darse Desde mi punto de vista la perspec-
abstrayéndose de los contextos sociocul- tiva queer lo que cuestiona es la natura-
turales, por el contrario, se trata de hacer lización que se ha hecho del sujeto. Los
una crítica a los modelos normativos del regímenes jerárquicos, las instituciones
tipo que sean. Si revisamos la obra de las disciplinarias, requieren de la existencia
autoras y autores que han desarrollado y de identidades estables, bien definidas
debatido la Teoría queer, me parece que y acotadas. Lo que plantea la propues-
podemos observar que sus discusiones ta queer es poder desestabilizar dichas
no pierden de vista las condiciones so- identidades, poder pensarlas en términos
ciales y políticas en las que se han dado más flexibles. Si revisamos los plantea-
estos debates. En todo caso habría que mientos de muchas de las autoras y au-
decir que la teoría queer hace una críti- tores fundamentales para el desarrollo
ca al tipo de derechos que se han estado de esta perspectiva veremos que están
buscando en el marco de las democra- muy lejos de simplificar la constitución
cias liberales, y quizás es ahí donde se del sujeto a una identidad fija y coheren-
encuentra el mayor punto de disrupción te.
con el pensamiento de Nxu Zänä. Nxu Zänä afirma que “Otra situación
La teoría queer no sería el ámbi- cuestionable es el hecho de pretender
to para el reconocimiento de derechos eliminar el ser hombre o mujer”. Ello
como el matrimonio entre personas del me lleva nuevamente al principio de
mismo sexo, la conformación de fami- este trabajo. Con demasiada frecuencia
lias diversas, la adopción legal de in- en occidente se acude a la naturaleza o
fantes por parte de parejas del mismo a la biología para pretender restablecer
sexo, el reconocimiento de una identi- las diferencias ontológicas entre los se-
dad a través de la burocracia oficial, por xos. El Dr. Juan Carlos Jorge-Rivera,
mencionar algunos. No obstante ello no profesor del departamento de Anatomía

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 79


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

y Neurobiología de la Escuela de Medi- nocimiento más legitimado en occidente,


cina en la Universidad de Puerto Rico igualmente ha construido un discurso en
afirmó en un artículo titulado El corpus torno al sexo y al género que responde a
sexual de la biomedicina recientemente cierto interés político.
publicado: Dice Nxu Zänä: “jamás negaría la
realidad de mi cuerpo y lo que conlleva
La inteligibilidad de los cuerpos se- en mi grupo, historia, vida personal y co-
xuales a través de la biomedicina es lectiva” Lo que se cuestiona desde esta
un saber experto, críptico, y del Norte perspectiva es la existencia de tal “reali-
Global. Pero resulta muy difícil acep- dad” en buena medida porque lo que se
tar su hegemonía cuando cuestiona- ha planteado como la verdad del sexo del
mos la validez de la idea que sexo es sujeto es un producto histórico cultural.
reducible a los cromosomas, cuando
Buena parte de la discusión surgida
reconocemos que la idea de testostero-
dentro de la Teoría queer ha ido preci-
na es reciclada cada vez que se hacen
evidentes las excepciones a la diada samente en el sentido de cuestionar la
sexo–género, cuando nos resulta absur- naturalidad de los cuerpos. La lucha de
da la proposición de una embriología las personas trans ha visibilizado preci-
del género, y cuando nos percatamos samente que la biología no es destino y
que las investigaciones más recientes en ese mismo sentido, los avances en el
en sexualidad humana descansan so- reconocimiento de los derechos de las
bre el principio científico pre–moderno personas intersexuales evidencian la ne-
que la estructura precede a la función. cesidad de comprender el papel que ha
El corpus sexual de la biomedicina no jugado la biomedicina intentando “nor-
es producto de la posición privilegiada malizar” los cuerpos al querer ajustar
del Norte Global para producir conoci- sus cuerpos al modelo de dos sexos, dos
miento científico ni es producto históri- géneros.
co inevitable de la evolución de dicho Nxu Zänä pregunta si ¿el hecho de
conocimiento desde finales del siglo
eliminar las categorías de hombre y mu-
xix hasta el presente. Al contrario, este
jer elimina la injusticia en la realidad
corpus es una agenda colonizadora de
cuerpos que efectivamente rebasa fron-
social? Evidentemente no, precisamente
teras y que apoya la agenda geopolítica porque estamos ante procesos sociohis-
más amplia donde el Norte Global se tóricos de larga duración, sin embargo, es
reinventa como productor y monitor de un hecho que desnaturalizar los cuerpos
identidades (2014, p. 30). permite abrir espacios para la lucha de
quienes no se reconocen en dichos mo-
A partir de una amplia base de análisis de delos. Creo que hay que insistir en que
la historia de la medicina lo que demues- la lucha política no se da únicamente en
tra el Dr. Jorge-Rivera es que la biome- las calles a través de mítines y plantones.
dicina, quizás uno de los campos de co- Un ejemplo claro lo ha dado el proceso

80 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

de modificación del Manual diagnóstico De hecho Nxu Zänä afirma:


y estadístico de los trastornos mentales
de la Asociación Psiquiátrica America- Tendríamos que modificar todo el siste-
na, principal referente para esa clase de ma para eliminar la injusticia y violen-
diagnósticos que en sucesivas versiones cia que por sexo se ejerce hacia la mu-
retiró, primero a la homosexualidad, y jer, eliminar los términos no cambia la
posteriormente a la transexualidad, de su realidad de los hechos, ¿acaso por dejar
lista de trastornos. En términos políticos de sentirme mujer no seré violentada,
golpeada, secuestrada, violada o explo-
este cambio fue muy importante debido
tada sexualmente? y me dirán que eso
a que permitió argumentar con referen-
es sólo un comienzo para reconceptua-
tes “científicos” la necesidad de realizar lizarnos, para comenzar a cambiar pero
cambios legislativos y de generación de entonces ¿de qué manera haremos el
políticas públicas a favor de sectores tra- cambio si de principio no reconocemos
dicionalmente excluidos, y en otros ca- nuestras diferencias sustanciales que
sos simplemente eliminar tratamientos y generan injusticia y violencia?
terapias de conversión para quienes así
se asumen. Michel Foucault decía: Por supuesto que tenemos que modificar
los sistemas normativos para acabar con
Creo que deberíamos considerar la lu- esas diversas violencias sexistas, misó-
cha por los derechos de los gays un epi- ginas, homófobas. La realidad mexicana
sodio que no podría representar la etapa actual ha mostrado precisamente que la
final. Por dos razones: primero, porque violencia hacia las mujeres y hacia una
un derecho, en sus efectos reales, está
diversidad de “otros” ha venido crecien-
mucho más ligado a actitudes y patrones
do en los últimos años. David William
de conducta que a formulaciones lega-
les. Puede haber discriminación contra Foster, investigador norteamericano, es-
los homosexuales, aun cuando tales dis- pecialista en literatura latinoamericana
criminaciones estén prohibidas por la lgbt, en una conferencia evidenciaba
ley. Por lo tanto es necesario luchar para que a más visiblidad de estos sectores
dar lugar a estilos de vida homosexua- mayor violencia por odio. Es un hecho
les, elecciones de existencia en las que que el avance en el reconocimiento de
las relaciones sexuales con personas del derechos en las últimas décadas ha ge-
mismo sexo sean importantes. […] No nerado un enorme rechazo por parte de
se trata solamente de integrar la prácti- la nueva derecha. En ese contexto no se
ca reducida y extraña de hacer el amor puede negar el poder de los discursos de
con alguien del mismo sexo en campos odio que alientan la violencia cotidiana-
culturales preexistentes, sino de crear mente. Pero tampoco se puede negar el
formas culturales (En Halperin, 2000, peso de la acción de esos mismos secto-
p. 103).
res, definidos como minorías, pero que
igualmente presionan para lograr trans-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 81


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

formaciones sociales. Al respecto Jeffrey En cuanto a la sexualidad si el sujeto


Weeks señala: se define por sus prácticas sexuales que
configuran a sexualidades no “normati-
La nueva política sexual desde los años vas” entonces como dice la teoría queer
sesenta ha desestabilizado profunda- lo principal se centra en el juego y el
mente los límites existentes, dado que placer eróticos, en ese sentido es que
cuestiona el carácter fijo de los atribu- enaltecen la existencia de otras sexua-
tos masculinos y femeninos, la división lidades diferentes a la heterosexual y
entre adultos y niños, la relación entre aquellas que consideran como “libera-
procreación y sexo, entre los genitales y doras” de ahí que hagan tanto énfasis
el placer sexual y muchos otros asuntos. en la bisexualidad, el sadomasoquismo,
Ha puesto en un crisol muchas creencias la “reinvención de la pornografía” por-
que se habían dado por hecho, y provo- que consideran que son transgresiones
cado confusión en el universo mental dando un protagonismo a la sexualidad
de mucha gente, sobre todo de aquellos como nunca antes se había visto ¿Acaso
que ya se sentían amenazados por otros el sistema en sí no le ha otorgado ya di-
cambios. En tal situación, algunos reac- cho protagonismo a la sexualidad? ¿No
cionan con violencia y con exigencia de sería en ese sentido que más bien van
segregación moral, retribución y el res- con la dinámica del sistema? Entonces
tablecimiento de las viejas disciplinas para ustedes la revolución comienza en
(1998, p. 109). las prácticas sexuales, nuevamente en lo
individual y privado, en las formas de
Resulta sin duda revelador el plantea- obtener placer ¿por qué enaltecer el uso
del dildo, de le penetración anal, de las
miento de Weeks a la luz de las opiniones
prácticas sadomasoquistas?, ¿sólo por-
que externa Nxu Zänä. En este sentido,
que van en contra de las prácticas tradi-
he señalado en diversas oportunidades cionales de la heterosexualidad?
que el avance del conservadurismo a
partir de la década de los años ochenta De hecho, las pioneras de los estudios
a nivel global, permea en los diversos queer denunciaron los discursos que
sectores sociales. La oleada neoconser- cuestionan la sexualidad que sale de los
vadora ha impactado en ciertos sectores marcos de la heterosexualidad obligato-
del feminismo por ejemplo, que vuelven ria, señalando cómo esos esfuerzos nor-
a los viejos discursos abolicionistas res- mativos van en el sentido de darle inteli-
pecto a pornografía, trabajo sexual entre gibilidad a los cuerpos.
otras formas de sexualidad comercial. A principios de la década de los años
No debería sorprendernos entonces que ochenta Gayle Rubin decía:
Nxu Zänä haga el siguiente señalamiento
respecto de las sexualidades no hegemó- Igual que el género, la sexualidad es
nicas cuando dice: política. Está organizada en sistemas de
poder que alientan y recompensan a al-

82 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

gunos individuos y actividades, mien- persecución sirve de esqueleto a un sis-


tras que castigan y suprimen a otros y tema que afecta a todos.
otras. Al igual que la organización ca- La década de los ochenta ha sido
pitalista del trabajo y su distribución ya un período de gran sufrimiento se-
de recompensas y poderes, el moderno xual. También lo ha sido de fermento y
sistema sexual ha sido objeto de lucha nuevas posibilidades. A todos nos con-
política desde que apareció, y como tal cierne intentar evitar más barbarismo y
se ha desarrollado. Pero si las disputas alentar la creatividad erótica. Aquellos
entre trabajo y capital están mistifica- que se consideren progresistas deben
das, los conflictos sexuales están com- examinar sus preconcepciones. Poner al
pletamente camuflados. día su educación sexual y familiarizar-
La reestructuración legislativa de se con la existencia y funcionamiento
finales del siglo xix y de las primeras de una jerarquía sexual. Es momento ya
décadas del xx fue una respuesta a la de reconocer las dimensiones políticas
aparición del sistema erótico moder- de la vida erótica (1989, p. 188–189).
no. Durante aquel período se formaron
nuevas comunidades eróticas. Se hizo Es posible mirar entonces que uno de los
posible «ser» homosexual o lesbiana problemas en el enfoque de Nxu Zänä
de una forma que nunca antes lo había tiene que ver con la concepción en tor-
sido. La producción en masa de artícu- no a la sexualidad. Creo que uno de los
los eróticos se hizo posible, y se am-
grandes problemas que los estudios de
pliaron las posibilidades del comercio
sexualidad han mostrado, es el reduc-
sexual. Se formaron las primeras orga-
nizaciones de defensa de los derechos cionismo con el que se le aborda, y ello
de los homosexuales, y aparecieron los tiene que ver, en parte, con el hecho de
primeros análisis de la opresión sexual. que en buena medida, la sexología, deri-
[…]Si el sexo se toma demasiado vación clínica en el estudio de la sexua-
en serio no ocurre lo mismo con la per- lidad, se estableció como la disciplina
secución sexual. Hay un mal trato sis- científica que establecería los límites de
temático a individuos y comunidades la normalidad.
por razones de sus gustos o conductas En este sentido me parece que no se
eróticas. Hay penas graves por pertene- alcanza a visualizar el hecho de que la
cer a las distintas castas sexuales profe- sexualidad no se reduce a “las formas de
sionales. Se niega la sexualidad de los obtener placer”, en realidad se trata de
jóvenes, la sexualidad adulta se trata algo mucho más amplio y complejo que
a menudo como si fuese una variedad tiene que ver con la constitución misma
de residuo nuclear, y la representación
del sujeto, pues es en esa sexualidad
gráfica del sexo ocurre en un fango de
donde, como diría Foucault, se busca la
rodeos legales y sociales. Ciertas po-
blaciones aguantan lo más pesado del verdad del sujeto.
actual sistema de poder erótico, pero su Quiero cerrar esta presentación recu-
perando la última afirmación que Nxu

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 83


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

Zänä incorpora en su texto resaltando da frecuentemente por sectores conser-


sus afirmaciones en itálicas para mayor vadores de izquierda o de derecha, mes-
énfasis en donde dice: tizos o indígenas, independientemente
de la clase social. Una de las grandes
Así pues, la generación de la teoría dificultades para transformar las condi-
queer contribuye a la generación de un ciones de violencia estriba en el temor a
saber que forma parte de los juegos de la transgresión esos marcos normativos.
poder del sistema en el rompimiento de Cierro este texto con una cita de Ri-
las comunidades e identidades. En con- cardo Llamas quien dice:
tra de las mujeres, las y los indígenas
del mundo, las y los obreros, las y los Así pues, estamos ante el estableci-
campesinos, las lesbianas, los homo- miento de una identidad sin esencia,
sexuales, las feministas, los sindicatos, sin contenido substancial. No se trata
en fin la teoría queer se convierte en ya de definir “lo” que se es, sino de lo-
el arma ideológica neoliberal perfecta calizar en cada momento “dónde” –en
basada en la individualidad y el placer qué posición marginal de resistencia
promoviendo además una forma mer- al régimen– se está. Eso es queer. Una
cantilizada de la sexualidad que resul- renuncia a cualquier referente o verdad
ta opresiva, nuevamente, para la mujer, de estable; un posicionamiento que
las y los niños, las y los adolescentes, no es reductible a ninguna sustancia
facilitando el camino para una nueva (Halperin, 1995) De este modo, todos
opresión y explotación de los sexos y los útiles conceptuales tradicionales de
géneros. los discursos del saber quedan deslegi-
timados al establecer sus dimensiones
El desarrollo de lo que hoy conocemos ideológicas, su proyecto de regulación
como Teoría Queer es, desde mi pun- y su incapacidad para dar cuenta de
to de vista, un campo de conocimiento una determinada realidad que se define
complejo que se ha constituido en térmi- como móvil e inestable (1998, p. 376).
nos transdisciplinarios, y en un ejercicio
en el que han participado pensadores de
diversos países reflexionando, debatien- Referencias
do, argumentando. Desde mi perspecti-
va no se trata de una propuesta que re- Anzaldúa, G. (2004). Movimientos de
suelva la complejidad del campo de los rebeldía y las culturas que traicionan.
estudios de la sexualidad y el género, En bell hooks (et. al). Otras inapro-
no obstante, está muy lejos de encon- piables Feminismos desde las fronte-
trarse en el sitio en el que la coloca Nxu ras. Madrid: Traficantes de sueños.
Zänä. Lo que se puede señalar es que, la Bersani, L. (1998). Homos. Buenos Ai-
transgresión a los modelos normativos, res: Manantial.
cualquiera que estos sean, es cuestiona- Butler, J. (2001). El género en disputa.

84 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85


El trabajo académico y la teoría queer en México List Reyes M.

El feminismo y la subversión de la Paidós, unam.


identidad. México: Paidós, unam.
Ceballos, A. (2005). Teoría rarita. En D.
Córdoba, J. Sáez & P. Vidarte (Eds.).
Teoría Queer. Políticas Bolleras,
Maricas, Trans, Mestizas (pp. 165–
178) Barcelona: Egales.
Halperin, D. (2000). San Foucault. Para
una hagiografía gay. Buenos Aires:
El cuenco de plata.
Jorge, J. C. (2014). El corpus sexual de
la biomedicina. Revista Sexología y
Sociedad, vol. 16, no 43.
Llamas, R. (1998). Teoría torcida. Pre-
juicios y discursos en torno a «la ho-
mosexualidad». Madrid: Siglo xxi.
List, M. (2018). Gay a la mexicana. En
D. Falconí (Ed.). Inflexión marica.
Escrituras del descalabro gay en
América Latina. Barcelona: Egales.
Millet, C. (2018). ¿Existe la mujer? Re-
cuperado de https://www.pagina12.
com.ar/147964-existe-la-mujer
Nxu Zänä, (20, 10, 2010). Contra la
teoría Queer (Desde una perspectiva
indígena) [Mensaje en un blog]. Re-
cuperado de http://abajoleytelevisa.
blogspot.com/2010/10/contra-la-teo-
ria-queer-desde-una.html
Rubin, G. (1989). Reflexionando sobre
el sexo: notas para una teoría radical
de la sexualidad. En C. Vance (Ed.).
Placer y peligro. Explorando la se-
xualidad femenina. Madrid: Talasa
Sáez, J. (2000). El nuevo orden homo-
sexual. En J. Sáez & E. Nabal (Ed).
Mariconadas. Editado en internet en
www.hartza.com/mariconadas.zip.
Weeks, J. (1998). Sexualidad. México:

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 72-85 85


RESEÑAS

TERRITORIOS Y ESPACIALIDADES.
ABORDAMIENTOS DISCIPLINARES1

Laura Penelope Urizar Pastor*

Las realidades espaciales y territoriales, tanto mexicanas


como latinoamericanas se han enfrentado desde sus abordajes
conceptuales y metodológicos a la escasa interacción que los
especialistas del área mantienen, generando con ello un aisla-
miento de la producción de marcos interpretativos y analíticos
producidos en las diversas academias del país y de América
latina, lo cual permitió que en los contextos de formación de
científicos sociales se popularizara durante la primera década
del siglo xxi (tal como lo hizo la ciencia social anglosajona)
la impresión de que el espacio público y sus formas de signi-
ficación, apropiación y construcción se encontraban en crisis.
Es en este contexto que la publicación Territorios y Espa-
cialidades. Abordamientos Disciplinares coordinada por Lilia
Varinia López Vargas, Mariana Figueroa Castelán y Rodolfo
García Cuevas2 aparece en la escena del análisis espacial y te-
rritorial actual, el texto es resultado del encuentro e interlocu-
ción entre las diferentes disciplinas y especialistas dedicadas
*   Maestra en Antropología
Social por el Colegio de al estudio e interpretación de las reconfiguraciones de estos
Antropología Social, ffyl, conceptos y sus diversas categorías en el marco del 1er
buap, miembro del Grupo
de Investigación Espacios,
Territorios y Procesos So- 1. Lilia Varinia Catalina López Vargas, Mariana Figueroa Castelán, José
cioculturales del Colegio de Rodolfo García Cuevas. Coordinadores, buap, icsh “Alfonso Vélez Pliego”,
Antropología Social. Correo Facultad de Arquitectura, ffyl. 1ª. Ed. 2016, Puebla, México.
de contacto: urizar79@ 2. Profesores investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de
gmail.com Puebla y miembros de la Red Visión Compleja de los Territorios.

86 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 86-91


Territorios y Espacialidades. Abordamientos disciplinares Urizar Pastor L. P.

Congreso Nacional de Espacialidades; plantea la vigencia de conceptos como


territorios, movilidades y conflictos, el de lugar (Vergara, 2016) y su imbri-
buscando con ello generar un panorama cación con las categorías de espacio y
amplio de los estudios, enfoques, teorías territorio para dar cuenta de las prácticas
y metodologías con las cuales se estu- espaciales de los actores sociales con-
dian las categorías pretexto de la publi- temporáneos; Vergara retorna al espacio
cación; el cual se constituye desde su como materia prima de la práctica so-
presentación en marzo de 2016 durante cial y por tanto de la interpretación de
la clausura del 2do Congreso Nacional la ciencia social. La lectura de dicho
y 1er Internacional de Espacialidades ensayo es la caja de herramientas desde
como un punto de inflexión en las pro- la cual se inicia el recorrido de las pro-
blemáticas que los fenómenos espacia- puestas contenidas en el texto, cada una
les y territoriales enfrentan hoy en día se sitúa en uno de los ejes conceptuales
así cómo los acercamientos teóricos y desarrollados por Vergara.3
disciplinares con los que son interpreta- La gran apuesta del texto es impactar
das para atenderlas. en la realidad contemporánea como lo
El texto es por tanto un esfuerzo co- afirman sus coordinadores en la intro-
lectivo que logra objetivar la tan anhe- ducción:
lada interdisciplinariedad, ya que logra
evidenciar el encuentro de diversas dis- [… incidir en ella caminando el
ciplinas así como sus códigos interpre- rumbo de la integración del co-
tativos y analíticos, logrando la coinci- nocimiento sobre el territorio,
dencia en sus páginas de la antropología sus actores y sus espacialidades,
social, la arquitectura, el urbanismo, la reformando el pensamiento que ha
sociología, los estudios territoriales, en- guiado desde las disciplinas, nuestros
quehaceres, para proponer una postura
tre otras. Uno de sus grandes aportes es
abierta que trascienda lo aprendido, en
el inició de una propuesta de transdisci-
pos de comprender las múltiples inte-
plinariedad misma que se muestra con racciones de los procesos que se expre-
el grupo de especialistas de diferentes san en nuestro entorno…] (López, Fi-
campos de la ciencia social que llevó a gueroa, & García, 2016, p. 11)
cabo la coordinación de su edición, el
ejercicio de colaboración entre la his- Huelga decir que el resultado final cum-
toria, la antropología social y la arqui- ple con el ambicioso objetivo que di-
tectura dan como resultado un recorrido chos especialistas se plantearon, uno
magistral por el libro, el cual se inicia de los elementos que permite verificar
con la apuesta metodológica conceptual la importancia de sus esfuerzos es el
de Abilio Vergara con su ensayo titula- caleidoscopio que conforman los
do Del espacio al territorio y al lugar y
viceversa. Apuntes metodológicos quién 3. Es decir, el lugar, el espacio y el territorio.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 86-91 87


Territorios y Espacialidades. Abordamientos disciplinares Urizar Pastor L. P.

diversos ensayos conjuntados en sus pá- nos contemporáneos y su relación con la


ginas, diversas miradas del territorio y el necesidad de espacios naturales al inte-
espacio que contienen a diversos grupos rior de las grandes ciudades a cargo de
y actores sociales, poniendo en la mesa María Isabel Reyes Guerrero; le sigue
de análisis no solo la pertinencia de los la sierra norte poblana inmersa en con-
estudios espacio/territoriales sino las flictos territoriales a partir de los nume-
múltiples necesidades que estos mani- rosos proyectos de transnacionales que
fiestan cotidianamente y que los toma- buscan la privatización de sus recursos
dores de decisiones desconocen, por lo naturales soslayando las formas tradi-
que el texto se convierte en un referente cionales de relacionarse con la natura-
obligado de todos los representantes de leza de sus habitantes, hecho que es pre-
la institucionalidad relacionada a las ca- sentado atinadamente por Lilia Varinia
tegorías que se atienden. Catalina López Vargas, Mónica Erika
En su interior se expresan las voces Olvera Nava y Agustín López Romero,
de la infancia, de los adultos mayores, la importancia del centro histórico de la
de campesinos e indígenas, de ciudada- ciudad de Puebla (como ejemplo de lo
nos y urbanistas, lo cual le posibilita al que viven los centros históricos en Mé-
lector construir una cartografía amplia y xico y otros países de Latinoamérica )
compleja desde la etnografía y el trabajo y las transformaciones espaciales que ha
de campo, misma que le permite no solo sufrido desde la declaratoria de patrimo-
imaginar las realidades teniendo como nio cultural de la humanidad hasta ser
punto de partida la certeza de una episte- considerado en la actualidad como un
mología hermenéutica sino generar cer- bien comercial en el medio de la globa-
canía y empatía con estos, fruto que muy lización neoliberal, recorrido orquesta-
pocos textos logran alcanzar, gracias a la do por Delia del Consuelo Domínguez
sensibilidad que caracteriza a cada uno Cuanalo, Juan Manuel Guerrero Bazán
de los autores para acercarse a las diver- y Liliana Olmos Cruz; las prácticas
sas realidades que les interpelen, apare- religiosas también forman parte de los
ce la calle como una construcción colec- vínculos espaciales que las sociedades
tiva que se inscribe en territorios como construyen, tal como lo señala Luis
el barrio, la colonia, el pueblo y que se Arturo Jiménez Medina al conectar los
enfrenta a las transformaciones que gru- cultos al Señor de las Maravillas y la
pos externos a los colectivos que le ha- Santa Muerte dentro del marco del cen-
bitan inscriben en su cotidianidad, reali- tro histórico de la ciudad de Puebla con
dad que es abordada por Pablo Gaytán una serie de conflictos y disputas por el
Santiago de una manera novedosa tanto espacio urbano.
narrativa como conceptualmente, la in- El texto continua acercándose a la
fancia como sector social fundamental dimensión socio religiosa a partir de la
en la construcción de los entornos urba- propuesta de Verónica del Rocío Sán-

88 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 86-91


Territorios y Espacialidades. Abordamientos disciplinares Urizar Pastor L. P.

chez Menéndez quien afirma que esta cerrar la publicación nos encontramos
dimensión construye territorios socio con la propuesta de Andrea Milena Bur-
religiosos que para el caso del munici- bano quién desde Bogotá, Colombia nos
pio de San Pedro Cholula permiten la acerca a una experiencia espacial poco
continuidad de la noción de barrio y sus estudiada y que es sumamente necesa-
formas de características de identidad, ria en las metrópolis latinoamericanas,
sociabilidad y formas de apropiación la construcción de un espacio público
del espacio las cuales se expresan sim- con perspectiva de género , la autora da
bólicamente en objetos rituales como el cuenta de un espacio público que discri-
cetro y plato que distingue a los miem- mina a las mujeres ya que en su diseño
bros del sistema de cargos local, sinteti- (ya sea por desconocimiento u omisión)
zando en es estos objetos la identidad te- se invisibilizan los riesgos y necesida-
rritorial de sus habitantes; es de resaltar des del sector femenino en la ciudad.
el ensayo de Martha Ivett Pérez Pérez Desde mi punto de vista los ensayos
quién da voz a la realidad que los adul- se constituyen como puentes epistémi-
tos mayores viven en contextos urbanos, cos y conceptuales desde los cuales se
las familias actuales se enfrentan a la in- encuentran conexiones, interrelaciones
capacidad de cuidar de este sector ya sea con realidades y fenómenos lejanos a
debido a las dinámicas laborales o a las través de una cercanía fenomenológica,
diversas maneras en que se significa la la experiencia espacial es el lenguaje
vejez actualmente, por lo que la impor- común para los diversos territorios y es-
tancia que cobran los asilos, residencias pacios que el libro nos acerca; si bien el
o casas hogar (mirados como lugares de público primario de la edición es el de
encierro senil por la autora) son de vital los especialistas de las diversas discipli-
importancia para comprender las nece- nas estudiosas de las categorías eje de la
sidades que este sector social manifiesta publicación, también le permite al lego
en torno a sus vínculos territoriales. en el área, comprender la complejidad
El penúltimo ensayo que el lector que circunda a los espacios que recorre
encontrará es un pretexto para com- y apropia cotidianamente, como es que
prender los conflictos de los territorios se han visto transformados sus usos para
tradicionales en el marco de las políti- en muchos casos transformarse en mer-
cas de intervención turística, retratado cancía que se consume por diversos sec-
por Imelda Aguirre Mendoza con agu- tores económicos y sociales.
deza crítica a estos proyectos que bus- La publicación logra convertirse en
can incentivar las economías regionales una imperdible caja de herramientas
contraponiéndose al cuidado de los en- analíticas y metodológicas urgentemen-
tornos y recursos naturales como es el te necesarias en los estudios espaciales
caso del Sótano de las Golondrinas en así como en los centros de formación de
la Huasteca Potosina, finalmente y para científicos sociales, no solo por la rique-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 86-91 89


Territorios y Espacialidades. Abordamientos disciplinares Urizar Pastor L. P.

za de realidades sociales que como ya he reflexivo que genera el texto en el lec-


sintetizado logró conjuntar sino porque tor, la certeza de que el estudio de los
además lo hace de manera endógena, fenómenos espaciales no puede hacerse
proveyendo con ello marcos propios de en solitario y solo atendiendo una arista
interpretación, generando convergencias de la compleja red que le conforma, es
utilísimas para la construcción de diálo- necesario estar ciertos de que cada rea-
gos con las teorías occidentales y sus lidad a la que nos acercamos se inscribe
fenómenos sociales; el espacio público, en un amplio contexto de interacciones
los territorios y sus lugares se encuen- sociales, por lo que el diseño de modelos
tran tan vigentes como sus sociedades, de intervención y gestión espacial deben
el texto permite mirar sus interiores y a necesariamente acercarse a las propues-
sus actores sociales inmersos en relacio- tas de análisis e interpretación como las
nes complejas que van desde lo simbóli- aquí conjuntadas, solo entonces se pro-
co hasta lo económico, de lo colectivo a ducirán modelos de equidad e inclusión
lo individual. social, que puedan dar respuesta a las
Finalmente es importante señalar necesidades y problemáticas actuales
que la publicación resalta el ámbito de que las espacialidades manifiestan.
la práctica espacial y su contenido, cada Sirva pues esta reseña no solo para
ensayo suma un elemento a la reflexión valorar la iniciativa de la Red Visión
de la experiencia que el espacio y sus ca- Compleja de los Territorios de generar
tegorías producen en los sujetos: estos escenarios de re-pensamiento es-
pacial, sino para incitar al lector y a los
[… invitan a la reflexión sobre la im- especialistas a incluirlo en sus temarios
portancia que tienen las experiencias de estudio, en sus recomendaciones aca-
vividas por los diversos actores que démicas y en el corpus teórico metodo-
construyen territorios y espacialidades, lógico de los nichos formativos del país.
mismos que son necesario incluir en el Los esfuerzos transdisciplinares como el
re–pensar la relación sujeto-espacio en que nos ocupa solo logran su cometido
los diversos ámbitos y escalas de análi-
cuando son socializados, tarea que solo
sis, intervención y gestión…] (López,
puede ser llevada a cabo por el lector, de
Figueroa & García, 2016, p. 24)
igual manera que un espacio solo cobra
sentido cuando es recorrido, caminado,
Al finalizar la lectura queda claro que la
capturado en experiencias visuales, olfa-
relación sujeto espacio genera diversas
tivas, emocionales y colectivas.
escalas que tienen que ver con el po-
De igual manera su servidora les
der, significación, subsistencia, organi-
invita a recorrer el texto, dejando sus
zación social, paisaje cultural, grupo y
huellas en el, subrayándolo, re-escri-
clase social, entro otras muchas, lo cual
biéndolo, transmitiéndolo como un lu-
es la cereza del pastel del ejercicio de
gar reflexivo, social y significativo que

90 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 86-91


Territorios y Espacialidades. Abordamientos disciplinares Urizar Pastor L. P.

nos permita a todos los interesados en


las manifestaciones espaciales re-pensar
nuestras interpretaciones y aseveracio-
nes en torno a ellas.

Referencias

López, García y Figueroa, Coord,


(2016) Introducción pp. 7–25, en
“Territorios y Espacialidades. Abor-
damientos disciplinares”, buap, icsh,
fa, ffyl, Puebla, México.
Vergara Figueroa, Abilio, (2016) Del
espacio al territorio y al lugar y vi-
ceversa. Apuntes metodológicos pp.
27–62 en “Territorios y Espacialida-
des. Abordamientos disciplinares”,
López, García y Figueroa Coord.,
buap, icsh, fa, ffyl, Puebla, México.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 86-91 91


COSMOVISIÓN MESOAMERICANA.
REFLEXIONES POLÉMICAS Y
ETNOGRAFÍAS

Alejandra Gámez Espinosa*

Esta obra colectiva reúne una selección de distintas investiga-


ciones, que incluyen propuestas teóricas y reflexiones en torno
al tema y concepto de cosmovisión. La relevancia de los es-
tudios de la cosmovisión y ritualidad para el conocimiento de
los procesos socio–culturales de los pueblos indígenas llevó a
los autores, doctor Alfredo López Austin, (destacado especia-
lista en el tema) y a la doctora Alejandra Gámez (coordinadora
de un evento académico internacional sobre la problemática
así como un grupo de investigación) a conformar un esfuerzo
colectivo entre distintas líneas de investigación que trabajan
desde hace muchos años el tema de la cosmovisión, princi-
palmente los grupos de la División de Posgrado de la Escuela
Nacional de Antropología e Historia (enah) y del Instituto de
Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional
Autónoma de México (unam), instituciones que han sido el
pilar de la investigación y la formación de antropólogos en el
país y en las que existe una rica tradición de estudios relativos
a la historia, la ritualidad, la cosmovisión y la vida social de
las comunidades mesoamericanas a lo largo del tiempo. Este
enfoque ha sido encabezado en lo fundamental por Johanna
Broda y Alfredo López Austin quienes constituyen dos de los
*   Profesora-Investigadora núcleos de producción teórico–metodológica más importan-
del Colegio de Antropología tes en la antropología mexicana. Ambos se caracterizan por
Social, buap. Correo de con-
tacto: agamez_09@yahoo.
pertenecer a una tradición académica a la que Paul Kirchhoff
com.mx denominó mesoamericanística.

92 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

Por otra parte se encuentran los es- Para la antropología mexicana el es-
fuerzos del Colegio de Antropología So- tudio de la cosmovisión ha sido de par-
cial de la buap, que a través de su línea de ticular importancia, pues ha definido una
religión y cultura desde hace más de una parte de su desarrollo y especificidad;
década, ha formado especialistas y crea- en el centro de su discusión y análisis se
do un grupo de investigación acerca de encuentra la sociedad indígena, ya que
cosmovisiones indígenas. Su escenario su significativa presencia es una de los
de análisis ha sido particularmente el sur elementos torales de la formación de la
del estado de Puebla, región pluriétnica nación a nivel histórico y cultural (Me-
en donde históricamente han habitado dina, 2000).
cuatro grupos etnolingüísticos: nahuas, Diversos estudios en México se han
mixtecos, popolocas y mazatecos. El re- girado en torno a temas como el origen
sultado de estos trabajos ha sido la elabo- del universo, su conformación, el papel
ración de tesis de licenciatura, maestría y de los astros y el cuerpo humano, en el
doctorado referentes al tema, así como la que destacan los trabajos de Guiteras
publicación de libros y artículos y la rea- (1965), Díaz de Salas (1963), Hermitte
lización de encuentros académicos, tal es (1970a y 1970b), Aramoni (1990), Ga-
el caso del Coloquio sobre Cosmovisio- linier, (1990), Pury-Toumi (1997), Al-
nes Indígenas, ya en su quinta emisión. fredo López Austin (1980, 1994, 1998),
El análisis de la cosmovisión ha sido Signorinni y Lupo (1989) y Lupo (1995).
un tema central en el desarrollo de la dis- Entre los estudios relativos a la natura-
ciplina antropológica ligada a otras cate- leza (cerros, barrancas, aires, animales,
gorías, como cosmogonía, cosmografía plantas como el maíz) se encuentran
y cosmología con las cuales tiene rela- las contribuciones de autores como Jo-
ción pero también diferencias sustancia- hanna Broda (1971, 1991, 1996, 1997,
les. El desarrollo teórico del tema tiene 2001a, 2001b, 2004a, 2004b), Báez-Jor-
sus antecedentes en la filosofía alemana ge (1992), Albores (1997), Good (2001,
del siglo xix, y se desarrolla en el siglo 2004), Maldonado (2000), Espinosa
xx, en particular en la etnología francesa (1996), Gómez Martínez (2002), entre
gracias a la obra de Emile Durkhein. muchos otros.
Uno de los autores más influyente La especificidad de la cultura indíge-
entre los antropólogos mexicanos fue na radica en su matriz mesoamericana.
Marcel Griaule quien estudió la visión Esta afirmación teórica ha sido propuesta
del mundo del pueblo dogón, en la Re- por diversos estudiosos, cuyas contribu-
pública de Mali, en 1948. En México, ciones son fundamentales para abordar
los primeros trabajos y aportes teóricos el complejo campo de la cosmovisión y
al tema los encontramos a partir de 1940 el ritual de los grupos étnicos de México.
en las obras de Jacques Soustelle y Ro- Sus aportaciones teórico–metodológi-
bert Redfield, y de Evon Vogt en 1979. cas, si bien no son las únicas, han consti-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 93


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

tuido los ejes de la investigación sobre el tual de los estudios acerca de la cosmovi-
tema en México, donde el paradigma de sión indígena en México, sus propuestas
la cosmovisión mesoamericana ha sido teórico-metodológicas, los avances del
el más influyente y el que ha generado conocimiento etnográfico sobre el tema
una gran diversidad de investigaciones y los aportes de otras disciplinas, como
históricas y antropológicas. la arqueología y la historia (entre otras);
La dinámica y el propio carácter his- finalmente, también planteó reflexionar
tórico de las teorías de las ciencias socia- y contribuir al desarrollo de mejores pro-
les plantean la necesidad de reformular puestas teóricas.
nuestras propuestas y conceptos con la La coincidencia de intereses entre los
finalidad de comprender nuevas reali- distintos estudiosos de la cosmovisión,
dades, en este caso las que competen a posibilitó una reunión académica de in-
los grupos indígenas. Producto de esta vestigadores con amplia trayectoria y
necesidad, surgen en el ámbito científico conocimiento al respecto; tal es el caso
nuevas teorías que entran en diálogo o de los autores incluidos en este volumen,
en franca polémica con las ya existentes. quienes presentan textos originales que
Así, los niveles de discusión entre grupos son resultado de investigaciones nove-
de científicos pueden ser distintos: en al- dosas y de la experiencia acumulada a lo
gunos casos se descalifican simplemente largo de años de trabajo.
por pertenecer a una corriente diferente; Si bien los textos tienen como puntos
en otros, por la búsqueda de posiciones de coincidencia el tema, los sujetos de
hegemónicas en el campo científico, y en estudio (los pueblos indígenas) y algu-
otras tantas, por desconocimiento o por nos planteamientos de carácter teórico,
seguir acríticamente una teoría de moda. también se encuentran diferencias que es
En México, durante los últimos años necesario dilucidar, ya que contribuyen
se han generado polémicas en torno al enormemente a la reflexión, al diálogo y
modelo teórico de la cosmovisión me- al desarrollo de nuestros acercamientos
soamericana y así, se han realizado even- teóricos a la cultura indígena y, en parti-
tos académicos y publicaciones (véase cular, al tema de la cosmovisión. De esta
Medina, en este volumen) que buscan manera, los distintos análisis presen-
propiciar el diálogo respetuoso entre las tados muestran diferencias en torno al
diversas posiciones. Como parte de esos abordaje teórico de la cosmovisión, así
intentos se organizaron conferencias y como de los métodos empleados para la
mesas de discusión en el marco del iv obtención de los datos que sustentan sus
Coloquio de Cosmovisiones Indígenas planteamientos e interpretaciones.
celebrado en la Benemérita Universidad Los trabajos de Catharine Good,
Autónoma de Puebla. Entre los objetivos Alicia Barabas, Miguel A. Bartolomé y
de este evento, además de los ya mencio- Alejandra Gámez parten de estudios et-
nados, se planteó conocer el estado ac- nográficos realizados en distintas comu-

94 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

nidades y regiones de México y América indígenas pasados y contemporáneos se


Latina; Johanna Broda, del uso de la et- caracterizan por formar parte de una tra-
nografía y de la historia, Alfredo López dición cultural que se origina en la época
Austin, Félix Báez-Jorge y Gabriel Es- prehispánica y que a lo largo de su rica
pinosa, del análisis e interpretación de y compleja historia se ha venido repro-
documentación histórica y etnográfica, duciendo hasta el presente, y que forma
y Andrés Medina, de una revisión críti- el núcleo de la especificidad cultural de
ca muy amplia del estado de la cuestión los pueblos indios. Sostiene que el eje
en torno al paradigma de la cosmovisión o principio sobre el cual se erige la uni-
mesoamericana, específicamente sobre dad histórica y cultural de los pueblos
el concepto de Mesoamérica. mesoamericanos es el cultivo del maíz,
Entre los puntos de encuentro de los lo que explica su continuidad hasta la
trabajos aquí presentados, como ya se actualidad. El enfoque y la metodología
mencionó, está el interés por el estudio propuestos han implicado la interrela-
y la conceptualización de los fenómenos ción entre historia, etnografía y antropo-
humanos que englobamos dentro del logía, y han contribuido a la construcción
término cosmovisión, el cual, lejos de de planteamientos y conceptos teóricos
ser rechazado o de buscar suplirlo por acordes con las realidades de los grupos
otros en boga –como recientemente han indígenas de México. Sus planteamien-
propuesto algunos grupos de investiga- tos teóricos y sus propuestas en torno a
dores–, se resalta su inteligibilidad y tra- la cosmovisión mesoamericana han sido
yectoria en el vocabulario científico y su de las más influyentes en el marco de la
utilidad analítica. En palabras de López investigación tanto nacional como inter-
Austin (en este volumen), el término ha nacional. El interés central de estudio lo
marcado históricamente el desarrollo de constituyen los procesos de cambio y
un debate científico muy amplio entre continuidad de los pueblos mesoameri-
distintas posiciones teóricas y a lo largo canos y se consideran tanto la compleji-
del tiempo ha conservado la claridad ne- dad de sus expresiones culturales como
cesaria para delimitar un área relevante los acontecimientos que los impactaron
y definida en el estudio de la cultura, y durante la colonización y la larga tra-
con ello su vigencia en las ciencias so- yectoria de conformación nacional en
ciales. los siglos xix y xx. Así también, se ha
En la antropología mexicana, uno de interesado por los fenómenos de unidad
los enfoques que más ha destacado por y diversidad cultural inherentes a las so-
la importancia de sus planteamientos y ciedades humanas.
aportaciones es la llamada mesoameri- El término Mesoamérica y su pa-
canística, específicamente en lo refe- radigma también han sido sumamente
rente a la cosmovisión mesoamericana. debatidos. Se ha argüido, sobre todo, su
Dicha corriente plantea que los pueblos uso político. Sin embargo, se debe dis-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 95


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

tinguir su utilidad, sobre todo al precisar Las contribuciones de este concep-


sus concepciones como periodo históri- to han sido numerosas y enriquecedo-
co, como área cultural o como tradición ras; entre otros temas, destacan por sus
cultural o civilizatoria. aportes a la antropología mexicana los
A lo largo del proceso histórico de la de religión prehispánica y actual de los
constitución de la antropología mexica- pueblos indígenas; calendarios mesoa-
na (véase Medina en este volumen) se mericanos; mitos, cuerpo humano, me-
puede observar la enorme riqueza tanto dicina tradicional, arqueoastronomía,
de investigaciones como de posiciones magia, geografía sagrada, organización
teóricas y metodológicas, así como de social, especialistas rituales, relaciones
las temáticas abordadas (entre ellas la de cultura-naturaleza y ritualidad agríco-
la cosmovisión mesoamericana) que ha la, entre otros. Destaca, también, por su
inducido el concepto de Mesoamérica, propensión al diálogo y la estimulación
pese a su utilización política por parte de diferentes enfoques disciplinarios
del Estado Mexicano y del manejo he- respecto de los distintos campos de la
gemónico de Estados Unidos. Hoy, sin antropología (arqueología, etnohistoria,
embargo, sigue siendo un concepto que, etnología, antropología social, antropo-
lejos de permanecer inerte o ignorado, logía física), además de con otras cien-
contribuye al debate y al conocimiento cias, como la astronomía, la biología, la
de la historia y la cultura de los pueblos geografía cultural, la medicina y la filo-
originarios de México, por un lado, y al sofía.
desarrollo y especificidad de la antropo- Los trabajos que se incluyen en este
logía mexicana, por otro. volumen aparecen de acuerdo con dos
En la larga existencia de la ciencia líneas centrales: planteamientos teóricos
antropológica han surgido polémicas y y de revisión del estado de la cuestión, e
debates en torno a numerosos concep- investigaciones concretas. En los prime-
tos. Tales son los casos de los debates ros cuatro ensayos se busca reflexionar y
en torno a los términos cultura o ritual. aportar elementos de análisis en torno a
No obstante, la discusión y el diálogo la polémica respecto de la cosmovisión
científico han generado, a su vez, nue- mesoamericana. Los siguientes cinco
vas propuestas, y actualmente es posible trabajos son resultado de investigaciones
encontrar diversas construcciones que que parten de posiciones teóricas distin-
se alejan de su primera definición, como tas, pero que contribuyen a mostrar la re-
área cultural, para entenderla como tra- levancia de los estudios referentes a cos-
dición cultural o civilizatoria, lo que in- movisión, así como su vigencia, riqueza
dica el largo camino que todavía hay que y utilidad para comprender los procesos
recorrer. A su vez, muestra la gran utili- culturales indígenas en el marco general
dad analítica del concepto y del paradig- del paradigma mesoamericano. De estos
ma de la cosmovisión mesoamericana. últimos, se empieza con dos investiga-

96 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

ciones comparativas que presentan pro- nes, hallazgos y maduración a lo largo


blemáticas indígenas en América Latina, de su amplia experiencia profesional
y se sigue con otros estudios que con- en la investigación relativa al tema de
ciernen específicamente a grupos me- las culturas mesoamericanas pasadas y
soamericanos. presentes. Desde su primera aportación
Es importante resaltar cómo los fe- en torno a la cosmovisión, publicada en
nómenos culturales generan numerosas Cuerpo humano e ideología, en 1980,
propuestas teóricas que intentan dar el autor la ha ido enriqueciendo y corri-
cuenta de los contextos actuales, en los giendo, y así, en este trabajo ofrece el
que se observan cambios vertiginosos resultado de su análisis teórico más re-
producto de la globalización y su inci- ciente.
dencia en los escenarios locales. Ante Sobre la base de su amplio conoci-
esto, la reflexión gira en torno a que las miento y de la experiencia acumulada
comunidades indígenas no son escena- en el estudio del pensamiento de las so-
rios cerrados y pasivos; por el contrario, ciedades de tradición mesoamericana,
están abiertos a la globalización y son fundamentalmente las anteriores a la co-
sujetos de un constante proceso de cam- lonización europea, remite, en primera
bio. Por ello es pertinente desarrollar es- estancia, a penetrar en la relación entre
tudios etnográficos en escenarios indíge- la historia y la antropología, ambas dis-
nas que informen acerca de estrategias, ciplinas inherentemente relacionadas y
adaptaciones, cambios y permanencias, parte del vasto campo de las ciencias so-
y que coadyuven a la creación de mejo- ciales, las cuales se centran en la inves-
res propuestas teóricas, ya que éstas sólo tigación en torno a la dinámica social,
pueden fundamentarse en el trabajo em- problemática que conduce a la reflexión
pírico y en el pleno conocimiento de las sobre unidad y diversidad sociocultu-
realidades sociales, ante lo cual es perti- rales propias del fenómeno humano y,
nente señalar que las ciencias sociales, y como tal, de interés tanto para historia-
en particular la antropología, enfrentan dores como para antropólogos.
un enorme desafío Si bien la antropología ha tenido
como centros de estudio la diversidad y
la otredad culturales, su análisis no ha
Los ensayos de este volumen sido exclusivo de esta disciplina y for-
ma parte también de las preocupaciones
Sobre el concepto de cosmovisión teóricas de la historia. A lo largo de su
texto, el autor reflexiona acerca de las
En el primer capítulo, Alfredo López grandes implicaciones que ha tenido
Austin presenta una novedosa propuesta para la antropología el estudio de la di-
teórica en torno al concepto de cosmo- versidad. Tal es el caso de la superación
visión como resultado de sus reflexio- y la crítica del etnocentrismo. Por otro

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 97


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

lado, advierte sobre los riesgos y los sales” erigidos a partir del análisis de
problemas que implica un enfoque cen- sociedades muy lejanas. En ese sentido,
trista, como pueden ser el no tomar en analiza la realidad mesoamericana, la
cuenta los procesos que conducen a la cual si bien no posee “una condición
diversificación; considerar a la diversi- especial de ajenidad frente a las demás
dad como una atomización cultural ex- realidades sociales del pasado o del pre-
trema; la creación de modelos supues- sente”, si es necesario comprender sus
tamente aplicables a todas las culturas a procesos históricos y asumir una posi-
partir de una visión central, y la nega- ción crítica ante el uso de esos “modelos
ción del valor de la aproximación cien- universales”.
tífica a las realidades sociales. Por tales Gracias a su profundo conocimiento
razones, afirma el autor, es común que de las sociedades de tradición mesoa-
algunas voces equiparen lo “occidental mericana, el autor propone una serie de
con la ciencia y ésta es satanizada con particularidades que resultan fundamen-
tal calificativo” produciendo un rechazo tales para generar un ejercicio concep-
global acrítico que supone la existencia tual más acorde con las realidades que
de aproximaciones carentes de bases estudiamos; tal es el caso de las socie-
conceptuales que pretenden “ser puras dades mesoamericanas, las cuales se
y vírgenes”. Al respecto, López Austin pueden englobar como pertenecientes a
enfatiza que si bien la ciencia busca al- una tradición cultural que posee un alto
canzar comprensiones globales, éstas, grado de coherencia. Estas particulares
sin embargo, no dejan de ser modelos las sintetiza en siete puntos generales
centristas de una realidad dada. Por ello sobre los cuales desarrolla su análisis.
es indispensable recurrir a procesos crí- Tales características, y otras muchas
ticos de confrontación de la teoría con que podrían enlistarse, remiten, según
la realidad estudiada que permitan cons- López Austin (en este volumen), a “un
truir enfoques de aproximación a socie- conjunto sistémico de actos mentales
dades heterogéneas. En este sentido, se con el que una colectividad humana, en
destaca, el papel del científico radica en un tiempo histórico dado, aprehende ho-
buscar la objetividad –resultado de un lísticamente su propio ser y su entorno
manejo riguroso de métodos y teorías– para la acción, tanto entre semejantes
y tender puentes de inteligibilidad entre como en el medio”. Por ello es necesa-
sus dos otredades: la perteneciente a la rio un manejo de conceptos idóneo que
cultura específica estudiada, y la propia analice y comprenda el conjunto.
del mundo académico. Este conjunto está constituido por
Sobre la base de estos lineamientos, una red colectiva de actos mentales y
el autor reflexiona acerca de los proble- hace referencia a una totalidad unitaria
mas teóricos que enfrenta un investi- concebida por los “miembros de una en-
gador cuando aplica modelos “univer- tidad social”, es holístico y constituye un

98 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

hecho histórico, por tanto debe ser visto sobre los elementos constitutivos de la
como un proceso en constante transfor- misma.
mación que se caracteriza por su fuerte Finalmente, por lo que se refiere al
permanencia, pero también en constante término y al concepto de cosmovisión,
adecuación, por lo que sus componentes López Austin subraya la importancia de
se encuentran en constante reacomodo; separar por un lado, lo relativo a la cons-
pero una parte medular del conjunto per- trucción de conceptos y definiciones y,
tenece a la larga duración y forma un nú- por el otro, lo concerniente a la deno-
cleo que debe su origen, “en gran parte a minación del objeto definido. Respecto
la decantación abstracta de las vivencias de esto último, destaca y crítica aquellas
sociales concretas, cotidianas y prácti- posiciones que buscan expulsar una de-
cas producidas a lo largo de los siglos”. nominación del vocabulario científico
Su plasticidad como hecho histórico por medio de argumentos totalmente
permite el desarrollo de innovaciones, acríticos y poco serios (modas, posicio-
tanto individuales como colectivas, que nes hegemónicas, egos académicos, etc.)
modifican en alguna medida el sistema. y plantea que el término “cosmovisión”
La comunicación juega un papel fun- ha demostrado su inteligibilidad, posee
damental en este conjunto de actos men- una respetable antigüedad, ha marcado
tales, ya que por medio de ella, el conjun- históricamente el desarrollo de un debate
to se convierte en un proceso colectivo. científico muy amplio entre distintas po-
Sin embargo, la coherencia del sistema siciones teóricas y a lo largo del tiempo
nunca llega a ser totalmente uniforme en ha conservado la claridad necesaria para
el interior de una entidad social. Por otro delimitar un campo su estudio relevante.
lado, este conjunto sistémico permite las
fuertes variantes temporales y espacia-
les que están “determinadas por las dife- La cosmovisión mesoamericana: la
rencias de las relaciones de producción, configuración de un paradigma
recursos económicos, ambientes natura-
les, tradiciones, lenguas, etcétera”. Sin En este ensayo, Andrés Medina Her-
embargo, la unidad del “núcleo duro” nández ofrece una rica revisión analíti-
se conserva, pese a los grandes cambios ca sobre la historia del concepto “Me-
históricos y aun cuando éstos modifi- soamérica” y coadyuva, en gran medida,
quen los niveles menos resistentes. En a comprender el largo proceso mediante
cuanto a las dimensiones del conjunto el cual se configura una tradición cientí-
sistémico, no es posible limitarlo a una fica y un eje paradigmático en discipli-
tipología determinada (comunidad, re- nas como la antropología y la historia,
gión, etnia, época). La dimensión es re- y que hoy sigue contribuyendo a darle
lativa. Tras formular esta definición, el especificidad e identidad a la antropo-
autor incorpora breves notas aclaratorias logía mexicana. En su análisis plantea

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 99


Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

que se distinguen claramente tres mo- de a nuestro tiempo y que se identifica


mentos significativos del desarrollo del a partir de la aparición del libro editado
concepto. El primero, que ubica entre por Félix Báez-Jorge y Johanna Broda
1940 y 1970, cuando nace el concepto Cosmovisión, ritual e identidad de los
(definido por Paul Kirchhoff en 1943) pueblos indígenas de México (2001), en
y se establecen las principales líneas de el que se reúnen autores de trayectoria
investigación; asimismo se inicia la pri- trascendente en el estudio de las culturas
mera polémica entre la propuesta oficial indígenas de México, quienes sustentan
(inah), encabezada por Alfonso Caso, y posiciones teóricas y metodológicas di-
el neoevolucionismo, representado por versas en torno a la cosmovisión mesoa-
los planteamientos de Pedro Armillas. mericana.
El segundo momento corresponde a la Resultado del desarrollo de inves-
década de 1970 a 1980 y se caracteriza tigaciones sobre todo etnográficas y la
por la influencia y la efervescencia del efervescencia de nuevas influencias teó-
marxismo en las ciencias sociales, que ricas, como el perspectivismo amazóni-
en el campo de la etnología se mani- co y el multinaturalismo de Descola, será
fiesta en la polémica entre los llamados el surgimiento de un nuevo debate cuyo
“etnicistas”, que parten de las posicio- punto de partida fue el Seminario orga-
nes definidas en la Primera Declaración nizado por la Coordinación Nacional de
de Barbados, en 1971, y las propuestas Antropología del inah, encabezada por
marxistas en torno a las clases sociales. la antropóloga Gloria Artís. Al respecto,
En este periodo, uno de los aportes más el autor reconoce hasta ahora tres mo-
notables corresponde al análisis en torno mentos de esta polémica en torno a las
al modo de producción asiático. posiciones establecidas en los trabajos
El tercer momento (1980-2001) se de López Austin (2015) relativas a la
caracteriza por los planteamientos de cosmovisión mesoamericana y en cada
Alfredo López Austin (vertidos princi- uno de ellos encuentra varias posiciones
palmente en su libro Cuerpo humano e teóricas. Entre estos momentos conside-
ideología, de 1980) y de Johanna Broda ra importantes como foros de discusión
(2001a y b) en torno a los rituales agrí- el encuentro realizado en mayo de 2013
colas y sus implicaciones calendáricas en el Colegio de Antropología de la
y astronómicas. De acuerdo con Medi- Benemérita Universidad Autónoma de
na (2000), es en este momento cuando Puebla –iv Coloquio de Cosmovisiones
se configura el paradigma de la cosmo- Indígenas–, en el que se reunieron algu-
visión mesoamericana y se genera el nos de los autores más importantes que
incremento de las investigaciones et- trabajan bajo el paradigma de la cosmo-
nográficas. Sus implicaciones se prolo- visión mesoamericana, y que generó los
gan hasta nuestros días dando lugar al ensayos que componen el presente vo-
inicio de otro momento que correspon- lumen. El otro evento es el homenaje a

100 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

Alfredo López Austin organizado por el de la enah. En ese momento se estructu-


inah, la unam y el cemca en septiembre raron nuevos programas de antropología
de 2013. en las distintas escuelas y universidades
Por medio de este seguimiento de la a nivel nacional. Simultáneamente, la
historia del concepto “Mesoamérica”, discusión sobre Mesoamérica también
Medina nos muestra el largo proceso enfrenta cambios importantes al incor-
durante el cual se configuró una tradi- porar el diálogo con la teoría marxista
ción científica y un eje paradigmático y rebasar la discusión culturalista y ar-
en la antropología mexicana. En los di- queológica que la había caracterizado.
ferentes momentos podemos observar Se pusieron, así, de manifiesto preocu-
la enorme riqueza y el dinamismo del paciones por aspectos socioeconómicos
concepto del cual surgen contribucio- y políticos, lo que condujo a la utiliza-
nes fundamentales sobre la propuesta ción de categorías como “modo de pro-
original de Paul Kirchhoff (1960), en ducción” o “clases sociales”. Asimismo,
cuyo texto, considerado un clásico, se se acrecentaron las movilizaciones de
concilian las diferentes corrientes teóri- los pueblos indios a nivel continental
cas de la antropología que integrarán la y nacional. Muchas de las nuevas pro-
tradición científica mexicana y en el que puestas encontraron foro en las Mesas
también se formó el eje del desarrollo Redondas de Antropología, organizadas
institucional de la antropología al que se por la Sociedad Mexicana de Antropolo-
remiten las actividades de investigación gía, en las que se vertieron críticas muy
y de docencia, pero también las del cam- profundas particularmente por parte de
po de lo político en el que se sustentan los arqueólogos, quienes padecen la po-
el indigenismo nacional y el continental. lítica oficial del inah.
A partir de finales de la década de Según las apreciaciones de Medina,
los años setentas del siglo xx surgieron el funcionalismo británico, el estruc-
cambios trascendentales en los paradig- turalismo francés y el posmodernismo
mas teóricos de las ciencias sociales y anglosajón influyeron también en la
humanísticas, resultado de la emergen- antropología mexicana, en especial en
cia del socialismo a nivel mundial. En la discusión relativa al paradigma me-
México, durante este periodo se dio una soamericano, lo que propició la apertura
ruptura con el nacionalismo y el autori- hacia los problemas planteados acerca
tarismo gubernamentales que se expresó del concepto de cosmovisión. Es en esta
en grandes cambios en torno al quehacer línea en la que el autor sitúa las contri-
antropológico, como la diversificación buciones de Alfredo López Austin y de
institucional y la aparición de nuevos pa- Johanna Broda. Las respuestas a estos
radigmas teóricos. Tales cambios se ini- planteamientos han sido numerosas y
cian cuando se fractura la hegemonía del diversas, pero resalta que lo más signi-
inah y del plan de estudios culturalista ficativo de la polémica actual ha sido la

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 101
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

apertura a discusiones abiertas en diver- primordial lo centra en la polémica rela-


sos foros académicos. tiva al concepto de cosmovisión desarro-
llado en la antropología mexicana, prin-
cipalmente, en la obra de Alfredo López
Acerca de la polémica entre perspecti- Austin (1980). Respecto de esta última
vismo y cosmovisión propuesta, plantea que el término “cos-
movisión” se ha “usado de muy diversas
Este capítulo, Gabriel Espinosa Pineda maneras para referir aquello que le per-
contribuye a la reflexión y a la discusión mite a una cultura percibir e interactuar
respecto del concepto de cosmovisión y con el universo que le rodea y formar una
su paradigma mesoamericano. Se trata ‘imagen’ de ese universo”. Fundamental-
de un trabajo de análisis preliminar acer- mente ha cobijado una amplia reflexión
ca de un amplio debate que se inició a que ha permitido penetrar en la menta-
mediados de la primera década del siglo lidad de antiguas culturas y da cuenta
xxi en torno a la posición teórica estable- de cierto tipo de construcción mental en
cida por Alfredo López Austin (1980), diversas sociedades y culturas. Si bien
principalmente, autor que ha ejercido el concepto elaborado por López Austin
una enorme influencia en los estudios está inherentemente relacionado con el
relativos a cultura indígena, pasada y de Mesoamérica, éste no debe aplicarse
actual –en especial sobre el tema de la de manera mecánica para el análisis de
cosmovisión–, en México. En esta polé- otras culturas, como en ocasiones sucede
mica es posible distinguir varias posicio- con su noción de “núcleo duro”, la cual
nes teóricas pero sobre todo, se identifica erróneamente suelen utilizar algunos in-
la fuerte oposición de un grupo de in- vestigadores como un conglomerado de
vestigadores cercanos al perspectivismo rasgos culturales inertes que tuvieron
(multinaturalismo) amazónico y a las continuidad desde tiempos mesoameri-
propuestas teóricas de Philippe Descola canos hasta nuestros días. Al respecto,
(1994). Espinosa advierte acerca del uso inco-
En su texto, Espinosa presenta un rrecto del concepto por parte de cierta
análisis general de los principales ejes comunidad académica en México y sus
del debate, señala las grandes contribu- cuestionamientos infundados a la mesoa-
ciones del enfoque de la cosmovisión mericanística.
mesoamericana y realiza una serie de Entre las principales críticas al con-
propuestas y de críticas en torno a las cepto de cosmovisión aparecen las que
pociones teóricas vertidas por los antro- sostienen que éste no puede representar
pólogos que se oponen a este paradigma. adecuadamente la imagen cultural del
Acerca del concepto de Mesoaméri- universo porque parte de una distinción
ca, el autor menciona, a grandes rasgos, excluyente entre cultura y naturaleza.
su trascendencia y vigencia. El interés Al respecto, el autor realiza una amplia

102 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

defensa sustentada en la revisión de la Para concluir, Espinosa plantea que


obra de López Austin y de la suya propia lo que realmente subyace en el fondo de
argumentando que éste no entraña una la polémica no es exactamente el uso ge-
particular distinción “occidental” entre neralizado del concepto de cosmovisión
sociedad y naturaleza atribuida a culturas ni la supuesta dicotomía entre cultura–
tradicionales. Asimismo, cuestiona que naturaleza atribuida al enfoque mesoa-
el planteamiento de la dicotomía “occi- mericanista o la incapacidad denostada
dental” entre naturaleza y cultura haya de notar cambios en la percepción (en
sido una contribución del multinaturalis- la “perspectiva”) de las culturas estudia-
mo amazónico a la reflexión del pensa- das por medio de esta posición teórica.
miento antropológico; por el contrario, La cuestión reside fundamentalmente en
afirma que esta preocupación ha estado la oposición entre dos posturas teórico–
presente en numerosas investigaciones filosóficas históricamente enfrentadas:
referentes a las culturas indígenas desde el idealismo y el materialismo. A decir
hace mucho tiempo. del autor, el paradigma de la cosmovi-
Por otro lado, Espinosa plantea una sión mesoamericana se sustenta en el
discusión acerca de ciertos planteamien- materialismo y el perspectivismo en el
tos del enfoque del perspectivismo, so- idealismo. A lo largo del texto el autor
bre todo en lo que se refiere a las cua- plantea y desarrolla de manera explícita
tro ontologías universales propuestas su propuesta y explica en qué consisten
por Descola (2001), las cuales, afirma: estas diferencias.
“son una simplificación esquemática
absurdamente generalizadora”. Dicha
propuesta es resultado de los amplios Las cosmovisiones, la historia y la tradi-
estudios realizados con culturas nativas ción intelectual en Mesoamérica
en la Amazonia, sin embargo, ha sido
aplicada de manera mecánica y acrítica En este capítulo Catharine Good Eshel-
en otras investigaciones efectuadas en man ofrece una serie de reflexiones y
contextos tan diferentes como las actua- propuestas muy sugerentes acerca de las
les comunidades indígenas de tradición implicaciones de los estudios sobre las
mesoamericana. Sobre este punto, en el cosmovisiones indígenas para la etno-
texto se desarrollan ampliamente algu- grafía, resultado de sus profundas inves-
nas posiciones críticas y se sostiene que tigaciones etnográficas entre los nahuas
parte del debate se debe a que algunos de Guerrero. Aporta importantes contri-
investigadores mexicanos consideran, buciones a la concepción teórico–meto-
erróneamente, que el concepto de “cos- dológica del concepto de cosmovisión y
movisión” debe ser sustituido por otros sus interrelaciones con la historia. Plan-
que permitan aplicar nuevos enfoques tea que la primera forma parte de una
teóricos al estudio de las culturas nativas. tradición intelectual indígena con fuertes

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 103
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

raíces históricas que se ha logrado repro- homogéneo de creencias fijas o como un


ducir hasta la actualidad. Al respecto, y esquema de prácticas formales, lo que
para apoyar este supuesto, desarrolla una coadyuva a reconocer su variabilidad y
serie de características que integran las los múltiples campos de su expresión, de
cosmovisiones mesoamericanas, entre manera que debe hablarse no de “cos-
las que destaca las nociones de historia movisión”, sino de “cosmovisiones”, las
de los pueblos indígenas, que forman cuales constituyen un modelo coherente
lo que la autora denomina una “teoría que orienta los comportamientos socia-
propia de la historia”. Entre sus aportes les; no son construcciones abstractas,
más interesantes están sus propuestas sino que se manifiestan en la ritualidad
respecto de las implicaciones de la prác- y en todos los ámbitos de la vida social.
tica etnográfica en la construcción del El estudio de las cosmovisiones es fun-
concepto de cosmovisión, así como sus damental para entender los fenómenos
señalamientos respecto del problema que de reproducción cultural y para subrayar
enfrenta la etnografía cuando se utilizan la creación cultural, es decir, entender a
modelos basados en la investigación la cultura como un fenómeno en movi-
histórica para el estudio de sociedades miento.
actuales. Por otro lado, destaca la im- En la segunda parte del texto se pro-
portancia de concebir a la cosmovisión ponen innovadoras líneas de investi-
como expresión de una tradición intelec- gación, sobre la base del conocimiento
tual indígena, lo cual la diferencia drás- acumulado tanto de la etnohistoria como
ticamente del pensamiento occidental de la etnografía. Los datos provenientes
moderno; este planteamiento, sin duda, de estas investigaciones permiten que en
tiene importantes implicaciones teóri- el proceso de análisis de la cosmovisión
co-metodológicas para el estudio de los se contemplen nuevas problemáticas en
fenómenos culturales indígenas. el trabajo etnográfico. Asimismo, se rei-
Por lo que respecta al concepto de cos- vindica a la etnografía no sólo como con-
movisión, Good plantea que éste remite cepción y práctica de conocimiento, sino
a una visión estructurada y coherente del como una metodología fundamental para
mundo natural, del sobrenatural, del so- la investigación antropológica. En este
cial humano y de la interrelación entre sentido, se propone dar un giro al uso
ellos; es una expresión histórica, es decir, que se le da a la historia en el contexto
surge en un contexto social específico, de los estudios antropológicos y pasar de
por tanto, se modifica al paso del tiempo la estrategia de utilizar a la historia para
de acuerdo con las diversas coyunturas interpretar a la etnografía a la de utilizar
sociopolíticas. Asimismo, establece una a ésta para entender a aquélla.
diferenciación muy oportuna acerca de la Una parte muy enriquecedora de este
necesidad de entender a la cosmovisión trabajo es la que hace alusión a los con-
como un concepto y no como un cuerpo ceptos de cosmovisión propios de los

104 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

pueblos históricos y actuales en términos también para mirar críticamente a nues-


de una tradición intelectual indígena. Se tra propia sociedad.
enfatiza la importancia del concepto de
cosmovisión como uno de los ejes cen-
trales de la antropología en México y de Cosmovisión como proceso histórico:
la antropología mexicanista en Europa y el estudio comparativo del calendario
en Estados Unidos, lo que da cuenta de anual de fiestas indígenas en Mesoamé-
la existencia de una tradición intelectual rica y los Andes
mesoamericana constituida por una serie
de teorías nativas sobre: la historia y el Johanna Broda, con base en su amplia
mundo natural, además de teorías econó- experiencia en el estudio de la rituali-
micas y de la persona, entre otras. Uno dad, la cosmovisión, el calendario y la
de los señalamientos relevantes que pro- astronomía de los pueblos prehispánicos
pone la autora es la existencia de estas e indígenas contemporáneos, presenta en
teorías y sus fuertes implicaciones para este texto un análisis comparativo muy
las ciencias antropológicas y para la ac- ambicioso acerca de un sistema cuatri-
ción política, ya que nutren las diversas partita de fiestas anuales relacionadas
expresiones de resistencia indígena en con el ciclo agrícola en Mesoamérica y
torno a las estructuras de poder a lo largo los Andes, a partir de la hipótesis de que
de los últimos 500 años. “un ciclo de fiestas cristianas fue adap-
La autora denomina tradición inte- tado en la Nueva España al calendario
lectual a “un amplio y diverso cuerpo ritual agrícola existente”, el cual estaba
de conocimiento y de pensamiento sis- constituido por cuatro fechas del calen-
temático acumulado, modificado y trans- dario mexica, la autora realiza un inte-
mitido a lo largo del tiempo”, que posee resante estudio en el que incorpora datos
coherencia y lógica internas, que puede históricos y etnográficos para comprobar
dar cabida a una amplia diversidad de su propuesta y ampliarla a la zona andi-
perspectivas y por lo tanto, “no es homo- na.
géneo ni normativo”. Estas últimas per- Sobre la premisa de que el ciclo festi-
miten entender el mundo físico y relacio- vo indígena no debe estudiarse desligado
narse con él, y proporcionan las bases y de las condiciones materiales de exis-
los principios que orientan a la sociedad tencia, en este caso de la agricultura, la
en su conjunto. Por último, el texto hace autora ha propuesto que las fiestas del ca-
alusión a la importancia para la antropo- lendario mexica se regían de acuerdo con
logía de analizar las tradiciones intelec- la estructura de los ciclos agrícolas del
tuales, en este caso, la mesoamericana, maíz y que con base en estos ciclos, los
con el fin de entender los conocimientos mexicas concibieron un complejo pan-
y las formas de vida surgidas en contex- teón de deidades profundamente relacio-
tos culturales diferentes al nuestro, pero nadas con las actividades productivas.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 105
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

Gracias a sus amplios estudios en tor- Para apoyar estas aseveraciones, Bro-
no a los ritos mexicas, Broda puede plan- da efectúa un análisis general de aspectos
tear la incidencia de una estructura bá- históricos en torno a la imposición de la
sica derivada del ciclo agrícola y de las veneración de los santos en fechas signi-
propiedades astronómicas del calendario ficativas para las comunidades y encuen-
sustentada en las fiestas de I Atlcahualo, tra que correspondían al ciclo agrícola de
que correspondía al principio del año los calendarios anteriores a la Conquis-
(12 de febrero); IV Huey tozoztli, 30 de ta. Por otro lado, y apoyándose en datos
abril (3 de mayo), XI Ochpaniztli (mes etnográficos, muestra cómo tales fechas
de agosto) y XIII Tepeílhuitl, correspon- siguen siendo trascedentes en la organi-
diente al 30 de octubre. zación de los ciclos festivos agrícolas de
De acuerdo con el enfoque históri- las actuales comunidades indígenas de
co–antropológico que caracteriza a la México y de los Andes.
obra de Johanna Broda, en este trabajo A lo largo de los diversos apartados
se explora el tema de la imposición de del texto, la autora revela cómo se for-
la religión católica durante el periodo taleció la veneración de la Virgen Ma-
colonial y sus profundos efectos, los que ría y el culto a los santos patronos en
condujeron a la reelaboración simbólica América, lo que permitió la gestación
de ritos y de creencias indígenas. Al res- de un sincretismo religioso en el que se
pecto, la autora plantea la importancia de mezclaron elementos hispanos con los
comprender los procesos hegemónicos propios de las culturas indígenas. Al res-
del imperio español, así como las institu- pecto, plantea la necesidad de estudiar
ciones políticas y eclesiásticas comparti- con detenimiento el calendario católico
das, porque ello permite disponer de un anual dedicado a los santos, ya que en
marco adecuado para investigar la mane- las comunidades indígenas, tanto de Me-
ra en que estos procesos han incidido en soamérica como de los Andes, la rituali-
la transformación de las sociedades indí- dad en torno a éstos “adquirió una gran
genas hasta nuestros días. complejidad que se aleja de los modelos
Pese a los profundos efectos de la Co- españoles introducidos durante la Colo-
lonia y demás procesos históricos en la nia”, en los que se produjo una “reelabo-
vida de las sociedades indígenas, tanto en ración simbólica entre éstos y las muchas
Mesoamérica como en los Andes, se han deidades prehispánicas que penetró, a un
conservado principios estructurales de nivel muy profundo de las estructuras
los calendarios agrícolas prehispánicos, históricas de la ritualidad prehispánica”.
además de la reproducción de determina- Con base en sus profundos estudios
das fiestas del ciclo agrícola y la cosmo- etnográficos realizados en México, Bro-
visión, las cuales fueron reinterpretadas da propone que las fiestas de la liturgia
y reelaboradas simbólicamente a lo largo católica que cobraron particular impor-
de complejos procesos históricos. tancia en la ritualidad indígena y en el

106 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

calendario agrícola en torno al maíz fue- importante, pero a diferencia de México,


ron: a) la Virgen de la Candelaria, que se se trata de una fiesta cuyo contexto es el
celebra el 2 de febrero; b) la fiesta de la apogeo de la estación seca y los ritos se
Santa Cruz (3 de mayo), cuya celebra- relacionan con el inicio de las labores
ción, en ocasiones, inicia el 25 de abril, agrícolas. Finalmente, los días 1 y 2 de
día de San Marcos, c) la Asunción de la noviembre, la conmemoración de Todos
Virgen, el 15 de agosto y, finalmente, d) Santos y Día de Muertos se celebra entre
31 de octubre y 1 y 2 de noviembre, co- los quechuas y aymaras del área suran-
rrespondientes a Todos Santos y Día de dina dedicada a los difuntos y se realiza
Muertos, celebraciones que constituyen poco antes del inicio de la época de llu-
una conmemoración sincrética de enor- vias. Así, se trata de una fiesta que marca
me importancia en México desde tiem- un momento crucial del ciclo agrícola
pos inmemoriales. Estas cuatro fechas anual.
marcan los momentos clave del ciclo del Si bien existen diferencias en las fe-
maíz, es decir, su inicio, la siembra, el chas de las actividades agrícolas entre
crecimiento de la mazorca y la cosecha, México y el Departamento de Cusco,
respectivamente. el análisis realizado en este texto ofre-
Con base en el análisis comparativo ce una aproximación a la denominada
entre Mesoamérica y los Andes, la auto- “estructura cuatripartita” del calenda-
ra plantea que las mismas cuatro fechas rio, con las cuatro fechas mencionadas,
del ciclo anual mencionadas son también el cual sólo puede explicarse con base
relevantes en Cusco, Perú, y que se trata en los complejos procesos históricos de
de la celebración de los mismos santos ambas regiones. De esta manera, Broda
de la liturgia católica, pero que debido a concluye que:
la diferencia de latitudes, corresponden
allá a otros momentos del ciclo agrícola. Los evangelizadores españoles impu-
Así, menciona que en los Andes, la pri- sieron la celebración de los días de la
mera fiesta, la Virgen de la Candelaria, Virgen de la Candelaria, la Santa Cruz,
se relaciona con la estación de lluvias y la Virgen de la Asunción y el Día de
los rituales, con las primicias de la cose- Muertos, las cuales fueron aceptadas
cha del maíz; la fiesta de la Santa Cruz por las poblaciones indígenas de Méxi-
co y de Perú porque se les hizo coinci-
se vincula principalmente con la cosecha
dir con fechas calendáricas que tenían
del maíz y tiene muchas similitudes con
una larga historia en ambas regiones.
los ritos que se efectúan en México en
torno a la Cruz (las cruces se visten y se
llevan a la iglesia “para que oigan misa”,
y se les coloca en cerros y diversos lu-
gares del paisaje); el 15 de agosto, día
de la Asunción de la Virgen, también es

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 107
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

Un mensaje político de los mitos. La humanas que construyen universos, es-


mitología de privación en Oaxaca, Mé- tructuras de sentido de culturas concre-
xico y América Latina tas.
Al plantear la existencia de factores
Miguel Bartolomé define y analiza un comunes entre los pueblos indígenas
tipo de mitología a la que denomina latinoamericanos –la pobreza y el colo-
“mitología de privación”, propuesta nialismo– y su relación con la presencia
teórica que es resultado de sus amplias de un otro extranjero y opresor, el autor
investigaciones acerca de la cosmovi- señala que la pobreza compartida por to-
sión y los sistemas religiosos indíge- dos los pueblos indígenas condiciona la
nas en México y en América del Sur, aparición de ciertos mitos similares que
escenarios en los que ha identificado responden al contacto y a la dominación
que esta mitología es común en todos de ese otro.
los pueblos nativos de América La- Para mostrar evidencias de este plan-
tina. Este tipo de narrativa, a su vez, teamiento, Bartolomé recurre al análisis
forma parte de un campo más amplio de distintos mitos presentes en la etno-
denominado “mitología del contacto”, grafía de pueblos indígenas de diversas
resultante de la relación y el conflicto latitudes, tanto del estado de Oaxaca,
interétnico. como del resto del territorio mexicano y
Al partir de la premisa de que en las de América Latina. Oaxaca es considera-
narraciones míticas se sintetizan siste- do como uno de los estados multiétnicos
mas simbólicos y de significados que más ricos del país, cuyos pueblos perte-
permiten aproximarse a la vida de sus necen a la tradición civilizatoria mesoa-
creadores, el autor recalca que las trans- mericana y se caracterizan por poseer
formaciones en la realidad social de elementos materiales e ideológicos com-
cada grupo han causado una dinámica partidos, así como otros surgidos de sus
simbólica que construye, reconstruye, propias particularidades históricas; en su
modifica y ajusta mitos de origen o bien vasto territorio es posible distinguir 14
crea nuevos mitemas conectados con la configuraciones etnolingüísticas.
mitología tradicional. Estos pueblos indígenas, al igual que
Desde una postura diferente a la todos los que habitan en México y en
estructuralista y a la posestructuralis- general, en América Latina, han estado
ta, Bartolomé afirma que las formas sujetos a procesos históricos similares
simbólicas no pueden tener sentido sufriendo sucesos de conquista, colonia-
independientemente de sus creadores, lismo hispano y neocolonialismo que, si
por lo que no le interesa determinar el bien no han sido homogéneos, en su gran
diálogo entre símbolos o su relación diversidad de historias existe un aspecto
con supuestas formas de pensar, sino general común: su condición de pobreza.
fundamentalmente como elaboraciones Es a partir de esta condición que en este

108 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

ensayo se hace alusión a toda la pobla- que es en el nivel de sus construcciones


ción indígena del subcontinente. simbólicas donde el hombre refleja más
Los mitos son entendidos como rela- claramente las alternativas de su mundo,
tos –discursos– que se caracterizan por donde se refleja la supremacía de un gru-
su dinamismo, su reelaboración constan- po sobre otro, es decir, donde se explican
te, puesto que a través de ellos una cul- simbólicamente las causas de la pobreza.
tura busca nombrar las nuevas realidades
por las que transita; poseen un carác-
ter vivencial y sagrado, y son modelos Cosmovisiones, mitologías y rituales de
ejemplares para guiar la conducta huma- los pueblos indígenas de Oaxaca
na cuya particularidad esencial, expresa
el autor citando a Eliade, es proponer Con este texto, Alicia M. Barabas con-
una normatividad sagrada. tribuye a analizar la relación entre mito-
Las posiciones teóricas que enmarcan logía y ritualidad por medio del análisis
el análisis de este ensayo se orientan por de diversos ejemplos etnográficos de
un eclecticismo “que trata de hacer com- los pueblos indígenas de Oaxaca, con
patibles posturas muy diversas. Queda la finalidad de entender a las cosmovi-
claro que el mito es un mensaje que ad- siones indígenas contemporáneas como
mite múltiples lecturas sin que necesaria- resultado de una rica tradición cultural y
mente una de ellas sea la única posible”. sus distintas configuraciones, las cuales
A lo largo del texto Miguel Bartolo- muestran la dinámica histórica propia de
mé analiza una gran diversidad de expre- los procesos simbólicos.
siones míticas de distintos grupos indí- La autora desarrolla, primeramente,
genas, entre las que incluye a: a) estado una reflexión teórica muy sugerente y
de Oaxaca (mixes, zoques, zapotecos, define los conceptos que guían su aná-
chatinos, cuicatecos); b) algunos otros de lisis: cosmovisión, mitología y ritual,
nuestro país (o’odam, teenek, rarámuris, para entrar de lleno en casos concretos
guarijíos) y c) Brasil (kadiweu, kaapor, de mitos y rituales en Oaxaca haciendo
krahó, marubo, timbira, tikuna, entre referencia a tres tipos de mitos: cosmo-
otros). Todas estas mitologías reflejan gónicos, astrales y fundacionales (de re-
situaciones políticas de contacto, con- yes fundadores, migratorios, el del águi-
quista y dominación sobre los pueblos y la come-niños, el de los dueños del lugar
explican “simbólicamente las causas de y los de vírgenes y santos).
la pobreza, otorgando de esta forma sen- En torno al tema de la cosmovisión
tidos posibles a los padecimientos”. plantea que ésta podría considerarse
Las mitologías del contacto y de pri- como la piedra angular de los sistemas
vación son entendidas como formas del religiosos indígenas que todo etnógrafo
proceso de adaptación de las culturas a aspira a comprender. El concepto de cos-
la nueva realidad que les toca vivir, ya movisión, por su parte, alude a los prin-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 109
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

cipios comunes de una sociedad “que diferentes configuraciones simbólicas no


inspiran modelos o teorías en todos los deben ser seccionadas de acuerdo con la
niveles”. Sin embargo, Barabas mencio- procedencia de los elementos culturales
na que existen diferencias importantes que las integran (mesoamericanos/occi-
entre las cosmovisiones de la llamada dentales), en la medida en que los actores
sociedad occidental y las indígenas. En sociales los han apropiado y reelaborado
las primeras se encuentran, con frecuen- hasta constituirlos en nuevas totalidades
cia, modelos individuales y colectivos de simbólicas”.
naturaleza secular; por ello, el término La cosmovisión, como construcción
se refiere a un proceso de ideación más intelectual, suele ser perceptible en prác-
amplio, mientras que en las segundas, lo ticas sociales como los rituales; por ello
sagrado permea todas las concepciones y estos escenarios han sido dispositivos
las prácticas de la vida privada y públi- privilegiados para su estudio, así como
ca, por lo que la cosmovisión está pro- la mitología. Esta última es entendida
fundamente imbricada con la religión y como una serie de “discursos colectivos
es difícil diferenciarlas y analizarlas por de carácter sagrado, de alto contenido
separado. normativo, etiológico y emocional” que
El concepto de cosmovisión se refiere suelen manifestarse en la ritualidad. Sin
a una imagen general del universo y de la embargo, si bien hay una estrecha rela-
existencia que le permite a una sociedad ción entre mitología y ritual, ésta no es
explicarse la realidad, y que está cons- mecánica ya que existen mitos que no
tituida por representaciones colectivas se expresan mediante un ritual y rituales
“acerca del universo, las entidades ex- que no constituyen la escenificación de
trahumanas, los seres vivientes y no vi- un mito. Este último, si bien es una ex-
vientes, la territorialidad, la organización presión oral se diferencia de otro tipo de
social, etc., representaciones comparti- narrativas debido a su carácter sagrado y
das por buena parte de los miembros de es esta cualidad la que determina al mito.
ese grupo social”. La cosmovisión es un La autora plantea que la mitología, al
fenómeno que permanece a lo largo del igual que la cosmovisión, es una cons-
tiempo, pero simultáneamente es dinámi- trucción histórica en constante trasfor-
co; cumple una función integradora y es- mación. Por su parte, el ritual es enten-
tabilizadora de la estructura social, pero dido como un sistema de símbolos y
también expresa tensiones y conflictos e significados codificados y rodeados de
incluso puede promover acciones contra una fuerte afectividad, y debido a que son
el orden establecido. Asimismo, la cos- hechos sociales, afirma que es necesario
movisión es una construcción cultural y estudiarlos en su relación espacial tem-
por ello no es única, sino diversa, de ahí poral. Su análisis se centra en los rituales
que exista una gran pluralidad de cos- religiosos, los cuales, afirma, sobreviven
movisiones. La autora enfatiza que “las gracias a la aceptación del trasfondo cul-

110 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

tural, que incluye mitos, valores, creen- idea de que la cosmovisión, junto con la
cias, normas y conductas. Al respecto, mitología y los rituales, son construccio-
Barabas enfatiza que el etnógrafo de las nes sociales que refieren cómo cada so-
religiones debe investigar el campo de ciedad entiende el mundo.
lo singular, es decir, las configuraciones
culturales que realizan las comunidades
indígenas, en las cuales éstas seleccionan El maíz en la cosmovisión de los popolo-
y reinterpretan su legado mesoamerica- cas. Las nuevas configuraciones de una
no, el catolicismo y otras religiones “ar- tradición cultural
ticulando elementos de esos patrimonios
para construir sus propias cosmovisión, En este último capítulo, Alejandra Gá-
mitología y rituales”. Asimismo, la auto- mez Espinosa presenta un amplio estu-
ra propone una tipología para los rituales dio etnográfico referente a los procesos
de Oaxaca, de acuerdo con la función de reproducción cultural de los popo-
que permiten desempeñar, clasificándo- locas de Puebla, grupo étnico extensa-
los en: propiciatorios, adivinatorios y mente investigado por la autora, cuyo
conmemorativos. análisis se centra en la cosmovisión y la
Por último, Alicia Barabas centra su ritualidad en torno al maíz, planta que,
interés en observar recurrencias temáti- se ha señalado, constituye el núcleo de la
cas entre mitología y rituales con la fi- unidad histórica y cultural de la sociedad
nalidad de comparar y agrupar mitos y indígena mesoamericana (López Austin,
rituales similares que se encuentran en 1994; Broda, 2001b). A partir del conoci-
todos o en la mayoría de los grupos in- miento de las prácticas y de las creencias
dígenas de Oaxaca. Esto último remite a de los grupos étnicos del sur de Puebla,
un entrecruzamiento entre las singulari- la autora indica que entre las más persis-
dades etnoculturales y el sustrato civili- tentes y comunes sobresalen las relacio-
zatorio mesoamericano compartido. De nadas con el cultivo, el procesamiento
esta manera, tomó a la mitología cos- y el consumo del maíz, proceso que es
mogónica –por revelar mejor que otros considerado el eje estructurante de las
mitos el origen de fenómenos de la na- cosmovisiones indígenas y que alude a la
turaleza característicos de lo creado, así presencia del llamado “núcleo duro” de-
como prácticas sociales y religiosas–; finido por Alfredo López Austin (1996),
a los mitos astrales –ya que éstos, en cuya existencia, se enfatiza, es indiscu-
ocasiones están, consustanciados con el tible. La etnografía refleja la presencia
mito cosmogónico que se conoce como recurrente de nociones, creencias, dei-
“de los gemelos Sol y Luna”–, y a los dades y seres sobrenaturales comunes;
mitos fundacionales –por ser la expre- sin embargo, no es posible entender esta
sión más evidente de la apropiación sim- presencia como una inercia sociocultu-
bólica del espacio. Concluye, así, con la ral, sino como una construcción de sen-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 111
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

tido que permite generar formas de vida, desarrollo del cultivo del maíz, así como
adaptaciones y, sobre todo, la existencia los valores y las normativas que regulan
de los grupos sociales. estas relaciones.
En este trabajo la cosmovisión es Este análisis propone estudiar a la
vista como una expresión cultural en cultura indígena en movimiento a partir
constante reelaboración, resignificación de la articulación de tres ejes conceptua-
y reconfiguración, que presenta contra- les claves: la cosmovisión, la tradición
dicciones y diferencias al interior de los cultural y la configuración. Al respecto
grupos. No obstante, se resalta la com- se señala: “las configuraciones cultura-
plejidad de las tradiciones culturales in- les y las cosmovisiones, pensadas como
dígenas, las cuales comparten una serie fenómenos en movimiento, permiten
de rasgos comunes producto de la tradi- entender lo que permanece, ‘el núcleo
ción cultural mesoamericana y de la im- duro’ y, por otro lado, lo que cambia y
posición del catolicismo desde la época permite a una sociedad adaptarse a nue-
colonial hasta nuestros días; la presencia vas realidades”.
de ambos tipos de rasgos nos remiten La cosmovisión es definida como una
a procesos homogéneos, pero también forma de cultura interiorizada, constitui-
reflejan la gran diversidad de la cultura da principalmente por representaciones
indígena. socialmente compartidas. Las construc-
Gámez propone analizar manifesta- ciones de la cosmovisión están relacio-
ciones culturales como la cosmovisión nadas, sobre todo, con las formas menta-
no sólo entendida como un proceso que les con las que una colectividad percibe,
busca las regularidades, lo similar o lo idea, representa y explica el universo, la
homogéneo, sino fundamentalmente, naturaleza y al ser humano en sus mutuas
como configuración que permite com- interrelaciones.
prender los matices, las diferencias, los La autora reflexiona sobre la situación
cambios y las adaptaciones, pues ambas actual de las sociedades indígenas y su
miradas permitirán ver que lo similar y inserción en los fenómenos globales, los
lo diverso forman parte del fenómeno cuales están dando lugar a cambios ver-
humano. tiginosos a nivel cultural. Frente a este
Asimismo, resalta la importancia de escenario, se interesa por profundizar
analizar las prácticas rituales, ya que en las transformaciones y la diversidad
se considera que el ritual es uno de los de configuraciones culturales indígenas
dispositivos privilegiados en el cual se partiendo de que la cosmovisión se cons-
expresa de manera concreta la cosmovi- truye mediante la experiencia vivida, lo
sión de un pueblo; mediante su estudio cual incluye factores económicos, polí-
se puede comprender cómo se relacionan ticos e históricos que inciden de manera
las personas con las entidades sobrena- determinante en la visión del mundo de
turales, mismas que inciden en el buen las sociedades indígenas.

112 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

A lo largo del trabajo se enfatiza la nifestaciones contrahegemónicas al ca-


necesidad de analizar los contextos lo- tolicismo impuesto, entre muchos otros
cales en los cuales cada grupo ordena y tópicos. El tema central de su trabajo es
jerarquiza sus construcciones mentales el análisis del proceso de evangelización
y sus acciones, a fin de comprender la al que se recurrió como estrategia para
interrelación entre la herencia mesoa- la imposición de un nuevo orden e ideo-
mericana y la visión actual que del mun- logía mediante la satanización de los
do poseen los grupos indígenas dioses, la extirpación de las creencias y
En el artículo, la autora invita a exa- el derribo de imágenes indígenas.
minar los múltiples significados de los De esta manera se analizan las narra-
que ha sido dotado el maíz, lo cual se ciones en torno a los santos “como en-
expresa en los mitos, en los rituales y en tramados simbólicos que, ciertamente,
la vida cotidiana. Finalmente, por me- no son una copia de la realidad objeti-
dio de los datos etnográficos demuestra va, si bien revelan planos profundos y
la relevancia que el complejo proceso trascendentes de la condición humana”.
en torno a esta gramínea posee entre Así, en la religión popular indígena los
los ngiguas (popolocas), misma que es santos aparecen, en las narraciones, su-
considerada como un don divino, como jetos a un continuo proceso de relabo-
alimento y como ser vivo, pero también ración, “semejando partituras musicales
como una mercancía; de tal manera en constante y múltiple interpretación”.
que estos procesos revelan la constante Félix Báez muestra un panorama
adaptación histórica y reproducción de general, pero sumamente enriquecedor,
la cultura indígena. acerca de las características de la re-
ligión popular indígena, en las que se
enmarcan las hagiografías populares,
Las hagiografías populares y la religio- su relación con los relatos católicos y
sidad en el México indígena los procesos de reformulación de los
paradigmas de santidad. Todo ello lo-
Este texto es una síntesis analítica de un gra dilucidarlo por medio del análisis
trabajo previo que Félix Báez-Jorge rea- de materiales etnográficos provenien-
lizó en 2013 con el título ¿Quiénes son tes de distintas partes de México y de
aquí los dioses verdaderos? Religiosi- Guatemala, en el que aplica un enfoque
dad indígena y hagiografías populares, teórico-metodológico que incorpora los
en el cual examina de manera profunda aportes de la antropología y de la his-
las hagiografías indígenas como ejem- toria.
plos de un largo proceso de reelabo- Las hagiografías indígenas son en-
ración simbólica en las que es posible tendidas como “entramados simbólicos
observar las “categorías de fondo” de la que revelan planos profundos y trascen-
cosmovisión mesoamericana y las ma- dentes de la condición humana” a partir

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 113
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

de los relatos populares de personajes cómo los santos venerados poco tie-
católicos referidos a la santidad. Es de- nen en común con los atributos de las
cir, tanto personajes míticos como las historias difundidas por la institución
primeras deidades mesoamericanas se eclesiástica, en las que, a partir de las
asocian o se fusionan con santos, vír- “dinámicas propias del imaginario co-
genes o incluso con imágenes de Jesu- lectivo, los relatos renuevan episodios
cristo. Todos estos referentes, afirma el míticos, recrean sucesos de la microhis-
autor, son expresiones del imaginario toria comunitaria, establecen la natura-
colectivo de una comunidad en las que leza de las identidades étnicas y son re-
se hace visible la relación entre un tiem- ferentes sustantivos de la praxis ritual”.
po mítico, los acontecimientos de la his- Por otro lado, se enfatiza la relevancia
toria local y los cánones católicos. del estudio de las hagiografías de ma-
Con base en su amplio conocimiento triz indígena, ya que son fundamentales
sobre la religión popular, el autor hace para entender el vínculo entre la religión
una certera crítica en torno a las inter- popular y la canónica, el cual suele ser
pretaciones erradas de concebir a la re- contradictorio, conciliatorio, imprevisi-
ligiosidad indígena con un “catolicismo ble y antagónico.
popular”, ya que en realidad es resultado Como parte de la riqueza del estudio
de procesos históricos distintos en los de las hagiografías ideadas por las co-
que se llevan a cabo profundos meca- munidades indígenas, el autor advierte
nismos de reinterpretación sustentados su importancia como representaciones
en la tradición religiosa mesoamericana. colectivas que generan identidades, sur-
Su particularidad radica en su relativa gidas en contextos de transformación
independencia frente al marco canónico cultural e inherente a dinámicas interét-
de la religión oficial, lo que contribuye nicas.
a definir una adscripción social, estimu- A lo largo del texto, el autor presenta
la la cohesión comunitaria y funciona una síntesis analítica de las hagiogra-
como expresión local de poder que no fías indígenas abordadas en su estudio
centra su atención en los intereses de la de 2013 que corresponden a San Andrés
Iglesia oficial, sino en los comunitarios. (tzotziles de Larraínzar), Santo Tomás
De esta manera, el autor afirma que el (tzeltales de Oxchuc), San Sebastián
núcleo devocional que caracteriza a las (tzoltziles de Zinacantán), Santiago
comunidades indígenas se define princi- (mames de Chimaltenango, Guatema-
palmente por el culto que se desarrolla la, y otomíes de Temoaya), Virgen de
en espacios sagrados locales, la integra- Guadalupe (huicholes), San Dionisio y
ción social y la búsqueda de bienes de San Mateo (huaves), San Miguel Arcán-
subsistencia y de salud. gel (en la visión campesina del norte de
Mediante el análisis de las hagio- Morelos), San Juan (totonacas), Santa
grafías indígenas, Félix Báez muestra Mónica (zoques de Chiapas), San Mar-

114 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

cos (popolocas de Puebla), San Antonio lokan nana: Nuestras raíces. Hie-
Abad y San Antonio de Padua (nahuas rofanias y testimonios de un mundo
de la Sierra de Puebla). indígena. México: conaculta, Co-
Por medio de sus reflexiones acerca lección Regiones.
de estos ejemplos etnográficos muestra Báez-Jorge, F. (1992). Las voces del
la riqueza de los atributos polisémicos agua. Simbolismo de las sirenas y
que adquirieron la Virgen de Guadalupe las mitologías americanas. México:
y otros santos; la presencia de referen- Biblioteca de la Universidad Vera-
tes míticos en las hagiografías; el carác- cruzana.
ter antropomorfo de los santos, lo que Broda, J. (1971). Las fiestas aztecas de
permitió su asimilación con los dioses los dioses de la lluvia. Revista Es-
autóctonos, y la nueva relación con lo pañola de Antropología Americana,
sagrado que adquirió la religión indí- vol. 6, pp. 245–327.
gena al enfrentar el proceso de evange- Broda, J. (1991). Cosmovisión y obser-
lización católica, entre otros. Así, para vación de la naturaleza: El ejemplo
concluir, invita a reflexionar sobre los del culto a los cerros en Mesoaméri-
nuevos retos que implican la presencia ca. En J. Broda, S. Iwaniszewski & L.
y la influencia de iglesias protestantes Maupomé (Eds.). Arqueoastronomía
para la cultura indígena. y etnoastronomía en Mesoamérica
Por último, Báez-Jorge afirma que en (pp. 461–500). México: Universidad
el devenir histórico se apropió y se rein- Nacional Autónoma de México.
terpretó a los santos católicos y que hoy Broda, J. (1996). Calendarios, cosmo-
forman una parte central de la religiosi- visión y observación de la natura-
dad popular constituyéndose como refe- leza. En S. Lombardo & E. Nalda
rentes simbólicos significativos que sus- (Coords.). Temas mesoamericanos
tentan la identidad étnica y los procesos (pp. 427–469). México: Instituto
de resistencia de los pueblos indígenas. Nacional de Antropología e Historia.
Broda, J. (1997). El culto mexica de
los cerros de la Cuenca de Méxi-
Referencias co: Apuntes para la discusión sobre
graniceros. En B. Albores & J. Bro-
Albores, B. & Broda, J. (Coords). da (Coords.). Graniceros, cosmo-
(1997). Graniceros. Cosmovisión visión y meteorología indígenas de
y meteorología indígenas de Me- Mesoamérica (pp. 49–90). México:
soamérica. México: Universidad Universidad Nacional Autónoma de
Nacional Autónoma de México – México – Instituto de Investigacio-
Instituto de Investigaciones Históri- nes Históricas / El Colegio Mexi-
cas / El Colegio Mexiquense. quense.
Aramoni, M. (1990). Talokan tata, Ta- Broda, J. (2001a). Introducción. En J.

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 115
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

Broda & F. Báez-Jorge (Coords.). of nature: A Native Ecology in Ama-


Cosmovisión, ritual e identidad de zonia, Cambridge, University Prees.
los pueblos indígenas de México (pp. Díaz de Salas, M. (1963). Notas sobre
15–45). México: conaculta / Fondo la visión del mundo entre los tzotzi-
de Cultura Económica. les de Venustiano Carranza, Chiapas.
Broda, J. (2001b). La etnografía de la La palabra y el hombre, n. 26, pp.
fiesta de la Santa Cruz: Una pers- 253–267.
pectiva histórica. En J. Broda & F. Durkheim, E. (s/f). Las formas elemen-
Báez-Jorge (Coords.). Cosmovisión, tales de la vida religiosa. Editorial
ritual e identidad de los pueblos in- México: Colofón.
dígenas de México (pp. 165–238). Espinosa, G. (1996). El embrujo del
México: conaculta / Fondo de Cul- lago. El sistema lacustre de la cuen-
tura Económica. ca de México en la cosmovisión
Broda, J. (2004a). Ciclos agrícolas en mexica. México: Universidad Nacio-
la cosmovisión prehispánica: El ri- nal Autónoma de México - Instituto
tual mexica. En J. Broda & C. Good de Investigaciones Históricas e Insti-
(Coords.). Historia y vida ceremo- tuto de investigaciones Antropológi-
nial en las comunidades mesoameri- cas, Serie Historia de la Ciencia y la
canas: Los ritos agrícolas (pp. 35– Tecnología n. 7.
60). México: Instituto Nacional de Galinier, J. (1990). La mitad del mun-
Antropología e Historia / Universi- do. Cuerpo y cosmos en los rituales
dad Nacional Autónoma de México, otomíes de México. México: Univer-
Colección Etnografía de los Pueblos sidad Nacional Autónoma de Méxi-
Indígenas de México, Serie de Estu- co / Centro de Estudios Mexicanos y
dios Monográficos. Centroamericanas / Instituto Nacio-
Broda, J. (2004b) ¿Culto al maíz o a los nal de Antropología e Historia.
santos? La ritualidad agrícola me- Gómez, A. (2002). Tlaneltokilli: La es-
soamericana en la etnografía actual. piritualidad de los nahuas chiconte-
En J. Broda & C. Good (Coords.). pecanos. México: conaculta.
Historia y vida ceremonial en las Good, C. (2001). El ritual y la reproduc-
comunidades mesoamericanas: Los ción de la cultura: ceremonias agríco-
ritos agrícolas (pp. 61–82). México: las, los muertos y la expresión esté-
Instituto Nacional de Antropología tica entre los nahuas de Guerrero. En
e Historia / Universidad Nacional J. Broda & F. Báez-Jorge (Coords.).
Autónoma de México, Colección Et- Cosmovisión, ritual e identidad de
nografía de los Pueblos Indígenas de los pueblos indígenas de México
México, Serie de Estudios Monográ- (pp. 239–249). México: conaculta /
ficos. Fondo de Cultura Económica.
Descola Philippe (1994). In the Society Good, C. (2004). Trabajando juntos: los

116 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

vivos, los muertos, la tierra y el maíz. versidad Nacional Autónoma de Mé-


En J. Broda & C. Good (Coords.). xico – Instituto de Investigaciones
Historia y vida ceremonial en las Antropológicas.
comunidades mesoamericanas: Los López-Austin, A. (1994). Tlamoanchan
ritos agrícolas (pp. 153–176). Méxi- y Tlaloca. México: Fondo de Cultura
co: Instituto Nacional de Antropolo- Económica.
gía e Historia / Universidad Nacio- López-Austin, A. (1998). Los mitos del
nal Autónoma de México, Colección tlacuache. México: Universidad Na-
Etnografía de los Pueblos Indígenas cional Autónoma de México - Insti-
de México, Serie de Estudios Mono- tuto de Investigaciones Antropoló-
gráficos. gicas. (2015). Sobre el concepto de
Griaule, M. (1987) [1ra edición 1948]. cosmovisión. En Alejandra Gámez
Dios de Agua. Barcelona: Editorial Espinosa & Alfredo López Austin
Alta Fulla, Colección Altaïr, n. 3. (Coords.) Cosmovisión mesoame-
Guiteras, C. (1965). Los peligros del ricana. Reflexiones, polémicas y et-
alma. Visión del mundo de un tzotzil. nografías (pp. 17–51). México: col-
México: Fondo de Cultura Económi- mex/fce/buap.
ca. Lupo, A. (1995). La tierra nos escucha.
Hermitte, E. (1970a). El concepto de La cosmología de los nahuas de la
nahual entre los mayas de Pinola. En Sierra a través de las suplicas ritua-
N. McQuown & J. Pitt-Rivers (Eds.). les. México: Instituto Nacional Indi-
Ensayos de Antropología en la Zona genista / conaculta.
Central de Chiapas (pp. 371–390). Maldonado, D. (2000). Deidades y es-
México: Instituto Nacional Indige- pacio ritual en Cuahnáhuac y Huax-
nista. tepec (tlahuicas y xochimilcas de
Hermitte, E. (1970b). Poder sobrena- Morelos. Siglos xii-xvi). México:
tural y control social en un pueblo Universidad Nacional Autónoma de
maya contemporáneo. México: Insti- México – Instituto de Investigacio-
tuto Indigenista Interamericano, Edi- nes Antropológicas.
ciones especiales n. 57. Medina, A. (2000). En las cuatro esqui-
Kirchhoff, Paul (1960). Mesoamérica. nas, en el centro. Etnografía de la
Sus límites geográficos. Composi- cosmovisión mesoamericana. Méxi-
ción étnica y características cultura- co: Universidad Nacional Autónoma
les. Suplemento de la Revista Tla- de México - Instituto de Investiga-
toani núm. 3, México: Sociedad de ciones Antropológicas.
alumnos de la enah. Pury-Toumi, S. (1997). De palabras y
López-Austin, A. (1980). Cuerpo huma- maravillas. Ensayo sobre la lengua
no e ideología. Las concepciones de y cultura de los nahuas (Sierra Norte
los antiguos nahuas. México: Uni- de Puebla). México: Centro de Estu-

MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118 117
Cosmovisión mesoamericana. Reflexiones polémicas y etnografías Gámez Espinosa A.

dios Mexicanos y Centroamericanos


/ conaculta.
Redfiel, R. (1941). The Folk Culture of
de Yucatan. Chicago: The University
of Chicago, Press.
Redfiel, R. (1964). Thinker and Inte-
llectual in Primitive Society. En S.
Diamond (Ed.). Primitive Views of
the World (pp. 33–48). New York:
Columbia University Press.
Signorinni, I., & Lupo, A. (1989). Los
tres ejes de la vida. Almas, cuerpo,
enfermedad entre los nahuas de la
Sierra de Puebla. Xalapa: Universi-
dad Veracruzana.
Soustelle, J. (1982). El pensamiento
cosmológico de los antiguos mexica-
nos. El universo de los aztecas. Mé-
xico: Fondo de Cultura Económica.
Vogt, E. (1988) [1ra edición 1979)
Ofrendas para los dioses. Análisis
simbólico de los rituales zinacante-
cos. México: Fondo de Cultura Eco-
nómica.

118 MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 13, No. 14, 2018, pp. 92-118

También podría gustarte