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1. Entre ellos el diplomado Cocinas y cultura alimentaria de México. Usos sociales, significados, y con-
textos rituales, que impartimos anualmente desde 2012 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia;
véase también Good Eshelman, C. y Laura Corona de la Peña, coords. 2015 y Good s/f en esta revista para
explicaciones metodológicas y conceptuales más detalladas.
2. Para entender cómo los intereses dominantes utilizaron el aparato de poder para implantar un nuevo
sistema alimentaria véase Rubio 2014, 2015, 2019; Ribeiro 2014; etc Group 2014; Mintz 1996, 2003.
Los artículos
Este número de Mirada Antropológica empieza con cuatro artículos sobre la comida y
sus significados históricos y actuales en los pueblos en momentos rituales y festivos.
Primero tenemos noticias de dos investigaciones entre grupos indígenas en el sur de
México, enfocadas en la cosmovisión y el territorio étnico que incluye tierras agríco-
las y bosques, además de los asentamientos humanos. Demuestran cómo los procesos
productivos y los conocimientos locales se relacionan con los mitos, cuentos y las
expresiones en los ritos actuales. Después siguen dos estudios que abordan aspectos
sociológicos de la comida y la organización comunitaria observada en las fiestas de
pueblos nahuas en el centro del país.
Enrique Martínez Velázquez, autor de Comida ritual y cultura del maíz en la Sie-
rra Mazateca de Oaxaca, utiliza datos etnográficos para exponer el modelo cultural
mesoamericano, donde el maíz y los rituales agrícolas son ejes de la organización
social, el trabajo y la reciprocidad. Expone la concepción mazateca del espacio y el
tiempo plasmada en el territorio y la cosmovisión, en este caso el trabajo en la milpa y
el ciclo anual del maíz aseguran la base de la subsistencia familiar, y configuran rela-
ciones de reciprocidad entre los agricultores y los entes sobrenaturales o extrahuma-
nos. La segunda parte del artículo presenta ejemplos etnográficos donde se describen
dos ceremonias en torno al maíz, una relacionada a la siembra y otra a la cosecha de
este grano. Estos procesos rituales se refieren específicamente al territorio y en ellos
la comunidad se construye a través de la milpa y el maíz que permite la reproducción
histórica y cultural de los mazatecos.
El siguiente trabajo, El cupsi, bebida ritual en Copainalá Chiapas de Víctor Ace-
vedo Martínez, presenta resultados de su investigación sobre los zoques, uno de los
grupos indígenas menos conocidos en el estado de Chiapas donde los antropólogos
han dedicado más atención a los grupos mayas. El autor considera los cambios eco-
nómicos y religiosos en estos pueblos durante el siglo xx, y analiza las expresiones
de la cosmovisión zoque en una danza tradicional; esta incluye la elaboración y dis-
tribución de una bebida basada en la miel de la abeja melipona, nativa de México.
Una aportación importante de este texto es la información sobre el manejo zoque de
la abeja melipona en una región distinta a la maya de la península de Yucatán donde
es más conocida. Acevedo también destaca la importancia de los mitos o cuentos zo-
ques como fuente para el estudio de la cosmovisión y la transmisión de la memoria;
este trabajo destaca la importancia del bosque y las concepciones zoques de los entes
personificados que habitan el monte y los bosques para la identidad del grupo.
El tercer artículo, Cortar leña para el señor de las Misericordias de San Pedro
Actocpan, también describe relaciones comunitarias con el bosque, en este caso en
la cuenca de México. Leonardo Vega Flores, en un trabajo muy original analiza la
leña, un elemento clave y poco estudiado para la comida tradicional, y como figura
en la compleja organización social en este pueblo nahua de la alcaldía de Milpa Alta.
Los leñadores tienen su propia mayordomía que provee el combustible para preparar
grandes cantidades de alimentos en ciertas fiestas y para ritos mortuorios. Además de
los registros etnográficos sobre el corte colectivo de la leña y una rica documenta-
ción fotográfica, el autor aporta datos etnohistóricos y reproduce representaciones de
los leñadores en fuentes del siglo xvi; es una clara demostración de la profundidad
histórica de este oficio especializado. Destaca cómo hoy la organización social de
los leñadores es un factor central en la vida ritual del pueblo, misma que facilita la
defensa de los recursos del bosque frente a los constantes embates por la expansión
urbana de la Ciudad de México.
María del Rosario Bautista contribuyó con el siguiente texto que contiene una
detallada descripción etnográfica sobre la comida ritual en general y sobre los usos
del pan elaborado para los difuntos en otro pueblo nahua: Hornear para los ancestros
en Tepeyanco, Tlaxcala: Pan y reciprocidad entre vivos y muertos documenta los pa-
sos de su elaboración, y el papel de este pan artesanal en las ofrendas a los muertos.
Analiza tanto las relaciones sociales entre los miembros vivos de la comunidad para
cumplir sus compromisos rituales con los muertos, como las nociones locales de la
reciprocidad e intercambio entre los vivos y los difuntos expresadas en las ofrendas
de Todos Santos. La autora aborda estas prácticas rituales desde una perspectiva his-
tórica y demuestra que el pan de muerto es clave para la reproducción de la identidad
local y la tradición cultural mesoamericana.
El segundo grupo de textos trata las respuestas de las comunidades mesoameri-
canas frente a los cambios impuestos por el modelo neoliberal y su impacto sobre la
comida y la alimentación en México. Documentan el uso creativo de recursos locales
para montar acciones de resistencia no obstante las fuertes presiones sobre la agricul-
tura y la comida tradicional.
Amor Ortega Dorantes y Erandy Toledo Alvarado documentaron procesos de tra-
bajo en la industria azucarera de Morelos que sorpresivamente sigue dependiendo
de la agricultura campesina hoy en día. La colonización española introdujo la caña
de azúcar en Morelos y en los siguientes siglos la población local realizó una serie
de adaptaciones; en la sociedad colonial la caña se arraigó como parte de un nuevo
sistema económico bajo el régimen de las haciendas que siguieron hasta la reforma
agraria en el siglo xx. El cultivo cañero actualmente sigue en las nuevas dinámicas
de vida de los diferentes pueblos de Morelos donde es central la reproducción social
y los valores y prácticas culturales propios. Las autoras analizan cómo miembros del
pueblo de Alpuyeca, Morelos utilizan relaciones sociales y conocimientos ancestrales
sobre el medio ambiente en la producción comercial de caña de azúcar; la cuidado-
sa descripción etnográfica de los procesos de trabajo demuestra cómo adaptaron su
para valorar tanto los contenidos nutricionales como los saberes alimentarios locales.
Las autoras proponen una antropología que analiza las formas locales de conocimien-
to en concierto con la Nutriología para lograr la validación científica de los saberes
alimentarios nativos, y las técnicas culinarias ancestrales que constituyen la base de la
alimentación mexicana. Estos trabajos afirman que el reconocimiento del valor nutri-
cional de los alimentos y dietas tradicionales es un paso necesario para la conservación
de conocimientos que aseguran un estilo de vida saludable en el México del siglo xxi.
El ultimo texto en este número especial se titula Prácticas alimentarias en México
y el papel estratégico de los mercados y ferias campesinos. Catharine Good Eshelman
analiza las estrategias y requerimientos para la reproducción de un sistema alimenta-
rio mesoamericano, frente a los modelos de alimentación basados en la producción y
procesamiento industrial de la comida impuesto en los últimos cuarenta años. Empieza
con el contexto mayor de los cambios de política económica en México del siglo xx y
cómo han impactado la alimentación. Después considera los diferentes componentes
necesarios para sostener la alimentación mesoamericana —la dieta de la milpa o la
alimentación tradicional indígena— como modelo alimentario variado, sano y sus-
tentable. La autora identificó un espacio clave para la reproducción de estos sistemas
alimentarios en los mercados campesinos. Presenta datos etnográficos sobre mercados
y ferias regionales en el estado de Morelos que ejemplifican prácticas comunes en mu-
chos otros lugares de México, y para despertar interés en el estudio de estas institucio-
nes fundamentales para las poblaciones rurales y urbanas. Plantea que los mercados y
las ferias campesinos transmiten los conocimientos ecológicos y técnicas productivas,
y reproducen prácticas alimentarias culturalmente arraigadas en México. La autora
aprovecha del formato digital de esta revista para compartir material fotográfico y ma-
pas que permiten apreciar las dimensiones territoriales de los ciclos de mercados. El
texto argumenta la necesidad de realizar estudios con un enfoque que coloca la comida
como una temática fundamental para la investigación antropológica-histórica hoy.
Todos los artículos presentados aquí demuestran diferentes maneras en que la pers-
pectiva antropológica sobre la comida permite identificar estrategias para proteger y
promover los patrones de alimentación histórica y culturalmente arraigados en los
pueblos. Hemos visto que la alimentación vincula la geografía, la ecología y los ciclos
naturales anuales con la vida social, ceremonial y la cosmovisión. Estas conexiones
explican por qué las fiestas, los rituales y los ciclos de mercados facilitan la reproduc-
ción de la cultura y la dieta mesoamericana. A la vez, los autores identifican algunas
estrategias de resistencia a la ingeniera social efectuada en la etapa de la economía
neoliberal en México, que ha intentado transformar los patrones de comer para intro-
ducir alimentos industrializados, modernos.
Esperamos que estos estudios etnográficos estimulen más investigación sobre estos
problemas desde la perspectiva histórica y cultural para aclarar cómo los cambios en
la política económica impuestos desde el poder han afectado la comida y la vida social
en México.3 Este número de Mirada Antropológica consta de ocho investigaciones
etnográficas nuevas sobre problemas importantes para el país; cada una puede sugerir
otros proyectos y las damos a conocer para promover trabajo de campo sobre estos
problemas. Los datos empíricos expuestos en esta colección revelan cómo la comida
sostiene las instituciones sociales y culturales fundamentales para las poblaciones ru-
rales y urbanas en México. Establecen que las prácticas agrícolas y las cosmovisiones
mesoamericanas apoyan la sustentabilidad ecológica, facilitan la transmisión de iden-
tidades culturales, y reproducen prácticas alimentarias más sanas. Esperamos interesar
a colegas, investigadores jóvenes y estudiantes en conocer y explorar estos temas en
otras regiones del país y abordar las cocinas y la comida en México como una especia-
lización clave en la antropología.
Referencias
ETC Group (2014). Con el caos climático, quién nos alimentará: ¿La cadena indus-
trial de producción de alimentos o las redes campesinas? Documento de Grupo de
Acción Erosión, Tecnología y Concentración. Disponible en: http://www.etcgroup.
org/es. Consultado noviembre 2017.
Good Eshelman, C. (s/f). Estudiando contextos culturales y relaciones de poder en
la comida: un enfoque antropológico. En Investigando la comida y las culturas
culinarias en México: Miradas antropológicas e históricas. C. Good Eshelman, R.
Garza Marcue (coords). Manuscrito dictaminado, entregado en marzo 2020, Escue-
la Nacional de Antropología e Historia.
Good Eshelman, C. y Corona de la Peña L. (coords) (2015). Comida, cultura y moder-
nidad en México. Perspectivas antropológicas e históricas. México, D.F.: INAH-
ENAH. (3° era impresión).
Krieger, D. (1998). Matters of Taste. (Entrevista con Dr. Sidney Mintz.) Public Policy
& International Affairs. Johns Hopkins University Magazine, Vol. 50 (No. 5) pp.
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Mintz, S. (2003). La comida en relación con conceptos de poder. En S. Mintz. Sabor a
comida, sabor a libertad. Incursiones en la comida, la cultura y el pasado. México:
conaculta/ciesas/Ediciones de la Reina Roja. pp. 57-78.
3. (Rubio Vega 2019, 2014; etc Group 2014; Mintz 2003 a; Good s.f.). A la vez se identifican algunas
estrategias de resistencia a las políticas neoliberales (véase también Good y Corona, coords. 2015).
4. Tiene Doctorado y Maestría en Antropología por la Johns Hopkins University y Maestría en Antropo-
logía Social por la Universidad Iberoamericana. Realiza investigación etnográfica e histórica entre grupos
indígenas en Guerrero, Morelos y el centro de México. Profesora-Investigadora Titular “C” de la División de
Posgrado, Escuela Nacional de Antropología e Historia (inah), Investigadora dentro sni nivel iii. Fue coordi-
nadora nacional de la línea de investigación Cosmovisiones y Mitologías del Proyecto Nacional Etnografía
de las Regiones Indígenas de México en el Nuevo Milenio (inah). Es especialista en antropología de la
comida, es responsable del proyecto “Comida cultura y poder: dinámicas de la modernidad en México” de
la cnan del inah. Correo electrónico: cgood_e@yahoo.com
Resumen
Keywords: Ritual Food, Territory, las ofrendas de comida a partir de los ci-
Agricultural Calendar, Mazatec Cultu- clos del maíz un punto nodal para com-
re. prender la lógica propia de los cambios,
adaptaciones y continuidades en el de-
venir histórico-cultural mazateco como
Introducción parte de una cultura de tradición mesoa-
mericana, en donde convergen nociones
La zona geográfica y cultural mazateca de territorialidad, organización social,
se localiza principalmente en el extremo colectividad, oralidad y lenguaje.
noroeste del estado mexicano de Oaxa- Con base en lo anterior, presento en
ca, abarcando también parte de Puebla este trabajo parte de los resultados de una
y Veracruz. La accidentada orografía de investigación etnográfica relacionados
la región presenta una gran variedad de con la comida ritual mazateca realizados
paisajes y ecosistemas que comprenden en la zona alta o Sierra Mazateca entre
altitudes que van de los 3 200 msnm en 2014 y 2017 a partir de distintas tempo-
la Sierra Madre Oriental, hasta territo- radas de trabajo de campo, entrevistas a
rios de no más de 15 msnm. Esta varia- profundidad y observación participante.
ción se expresa en una marcada distin- Respecto a la estructura de este texto, es
ción regional entre variantes lingüísticas necesario mencionar que está concebi-
y diversas prácticas culturales ligadas a do en dos dimensiones: la primera parte
su desarrollo histórico particular. Otros aborda y expone la concepción cultural
estudios antropológicos en la región mazateca del espacio y el tiempo a par-
como los de Eckart Boege (1988) y Fe- tir del territorio habitado en relación con
derico Neiburg (1988), presentan una su identidad étnica y cosmovisión, en
división de este espacio en tres subre- donde el trabajo agrícola de la milpa y
giones y subsistemas económicos con el maíz se configura no solo como acti-
características culturales, ecológicas y vidad y medio para la subsistencia ali-
demográficas a partir de las zonas alta, mentaria, sino que además, establece re-
intermedia y baja (Boege, 1988). laciones de reciprocidad entre humanos
El autoreconocimiento de los maza- y seres sobrenaturales a partir de las dis-
tecos a su territorio y de las entidades o tintas ceremonias. La segunda parte está
dueños que habitan cada zona se expre- integrada por ejemplos etnográficos que
san también en las diversas ceremonias comprenden el registro y descripción de
y prácticas rituales comprendidas a su dos ceremonias de comida dentro del
vez en el calendario agrícola aún vigente calendario agrícola, una relacionada a la
entre los campesinos y pobladores. Por siembra y otra a las primeras cosechas,
ello, planteo la importancia de estudiar planteadas como procesos rituales espe-
la ritualidad mazateca en sus distintas cíficos relacionados a la territorialidad,
dimensiones, siendo la comida ritual y colectividad y a la importancia de la
define esto como un “conocimiento ét- los rituales agrícolas como una manera
nico del paisaje” y como parte de una de establecer o renovar las relaciones de
“geografía étnica”. reciprocidad entre los humanos y seres
Los recursos de este territorio rituali- sobrenaturales.
zado traspasan las fronteras geográficas Para los mazatecos, es de suma im-
y temporales, dividiendo los planos vi- portancia la sacralidad y el recono-
venciales en dos partes: el espacio del cimiento de los cerros, manantiales,
hombre conformado por las zonas ha- cuevas, flora y fauna, pues en ellos des-
bitadas y el espacio sagrado compuesto cansa la historia vivida de la experiencia
por el monte y las zonas naturales ale- y los mitos que mantienen el complejo
jadas. Entre estas dos partes, el espacio simbólico; por ello, la mayoría de los
de la milpa funge como recurso liminal lugares sagrados conservan su propia
transformado por el trabajo de las perso- toponimia, lo cual denota una significa-
nas y de la madre tierra o Nanj kin. ción trascendente a pesar de las diversas
Por otra parte, según Barabas (2003), conquistas históricas y del intercambio
el espacio simbólico de la milpa puede cultural.
ser interpretado como la reproducción En estos espacios sagrados, habitan
del cosmos, pues “se ubica en un espa- sus cuidadores o dueños con quienes se
cio que pertenece al monte y a los due- intercambian favores y se realizan peti-
ños, pero es un territorio de uso humano, ciones a través de diversas ceremonias
en este sentido ocupa una posición tran- para los episodios del ciclo de vida co-
sicional” (p. 65). Esta dicotomía marca munal e individual; estos eventos están
una relación entre ambos planos que da cargados de caos, ruptura y reordena-
sentido a la vida ritual de los mazatecos miento. Por ello los mazatecos presen-
que rige ciertos aspectos cosmográficos, tan ofrendas realizando ceremonias en
acciones cotidianas y, sobre todo, ritua- los lugares y tiempos específicos con el
les. fin de establecer el equilibrio a partir de
La relación de los mazatecos con relaciones de reciprocidad y poder.
la tierra desde esta configuración, no El territorio mazateco no incluye
es meramente utilitaria, ya que existe solo aspectos de una geografía sagra-
una forma de aproximarse a ella a tra- da, esta concepción incluye también al
vés de las relaciones de intercambio y tiempo, que no es lineal y continuo, sino
reciprocidad entre los habitantes de los un bucle1 al cual se puede regresar hasta
dos espacios antes mencionados, con el tiempo primero a través de los sue-
la intención de estar en equilibrio con ños, mediante rituales complejos y por
ciertas normas como el respeto al tra-
bajo y al orden natural como parte de
los elementos que integran su cosmovi-
1. Se refiere a la recursividad o a un camino de
sión, por ello Boege (1996) propone a ida y vuelta.
saquen para comer. Así, también se po- la siembra, de los cuidados del suelo, de
nen fuertecitos y no les salen gusanos. los granos, la disposición espacial, de
(Entrevista a Leonardo Martínez) los ciclos óptimos de siembra-cosecha y
el descanso de la tierra.
Como puede observarse, las atenciones Los actos de sembrar, cuidar y cose-
con el maíz para su siembra, tal como char la milpa se reconocen como accio-
si fueran niños, permitirá su crecimiento nes sociales inmersas en la comunidad,
al estar protegidos de ciertas plagas, lo en donde se mueve una gran cantidad
que sobrevendrá en una buena cosecha de fuerza y energía entre las personas,
si se continúan los cuidados adecuados. las familias, el territorio y las deidades
A partir de estos relatos o mitos, se inter- a través del sistema de reciprocidades,
preta al cultivo del maíz más que como las relaciones a partir de los rituales y de
una actividad económica productiva, las ofrendas de comida. Por lo anterior,
pues todos los actos relacionados con podemos afirmar que la cultura del maíz
dicho grano están enmarcados por todo para los mazatecos y tal vez para otros
un sistema ritual a partir del reconoci- grupos de tradición mesoamericana,
miento de la mutua necesidad para sub- no se basa solo en la actividad agrícola
sistir biológica y culturalmente. La con- como medio de subsistencia, sino en el
ciencia de esta relación marca un antes y sentido colectivo del trabajo en relación
un después de la domesticación de esta con el territorio ritualizado y como con-
planta dentro de las historias o mitos de cepción propia del mundo, de la vida, de
origen que parten de un tiempo obscuro las relaciones y de su identidad.
y de hambruna, a un tiempo de abundan-
cia y cosechas gracias al regalo de los
dioses: el maíz y la milpa. Comida ritual de siembra y cosecha
La domesticación del maíz y el ma- como alimento del territorio
nejo de policultivos bajo sistema milpa
en su contexto biocultural, es parte de lo Los mazatecos fundamentan gran parte
que Boege (1988) denomina como una de su cosmovisión, de sus mitos y de sus
“cultura del maíz de origen mesoame- rituales en función de la actividad agrí-
ricano” y como una “estrategia de pro- cola como parte de la organización de
ducción mesoamericana”, esto como un los espacios y tiempos sagrados según
conocimiento agrícola milenario de las la concepción espacio-tiempo del terri-
comunidades que se transmite a través torio. Sobre los rituales, sus usos y la re-
del trabajo colectivo y de historias na- lación que se establece con la comida en
rradas por los ancianos de conocimien- los pueblos de tradición mesoamerica-
to sobre el tiempo y los ciclos de vida na, Catharine Good señala lo siguiente:
tanto del hombre como de la milpa; del
trabajo específico que se requiere para
Los usos rituales de la comida inciden reas de la milpa que requiere la siembra,
de diversas maneras en la reproducción el cuidado y la cosecha; sino que ade-
cultural de las comunidades indígenas más, marca las pautas rituales y sociales
[…] sugiere la existencia alrededor de a desarrollarse al interior de la unidad
la comida ritual de un espacio impor- doméstica y por la comunidad en gene-
tante de resistencia cultural (2011, p. ral con cinco momentos claves: el inicio
307).
del año, la siembra, la temporada de llu-
vias y crecimiento del maíz, la cosecha,
Podemos entender también a la comida y los días posteriores que incluyen cele-
ritual para el contexto mazateco, como braciones sociales y la preparación para
el vínculo que ciertos alimentos, en pro- el próximo inicio del ciclo.
cesos y contextos específicos, estable- Para los campesinos mazatecos se
cen entre los campesinos y el territorio, mantiene vigente la estructura temporal
a través de las ofrendas y ceremonias y ritual en torno a la siembra y cosecha,
con relación al ciclo de la milpa. Este en donde se presentan ofrendas de ca-
tipo de comidas integran parte esencial cao, flores, aguardiente, animales y, so-
de las actividades rituales marcadas por bre todo, comida. Estos rituales obede-
el calendario agrícola de tradición me- cen, más que a un pago cuantitativo, a
soamericana en uso de las comunidades una relación de intercambio cualitativo
mazatecas y como una de las dimensio- de reconocimiento y respeto para obte-
nes de significados de la comida ritual ner permisos del territorio y así poder
que señala Good (2011). desmontar un espacio, sembrar, talar un
Parte de la comprensión y organiza- árbol u otra acción que atente contra el
ción del tiempo en las comunidades de entorno natural.
la sierra mazateca está significado des- A continuación, describo dos cere-
de el calendario agrícola, constituido monias de comida ritual registradas en
por dieciocho meses de veinte días, más campo como parte de los momentos
cinco complementarios. Johanna Broda clave en el proceso agrícola-ritual de la
(2013) propone que los calendarios de milpa y para mostrar cómo se establecen
origen mesoamericano condujeron, a las relaciones de intercambio, reciproci-
través de complejos procesos históricos, dad y convivencia con las entidades y el
a la “reelaboración simbólica de las es- territorio desde una lógica mazateca de
tructuras históricas de la ritualidad pre- trabajo colectivo.
hispánica” (p. 60), esto como parte del
amplio y complejo conocimiento de los
ciclos naturales, de la observación astro-
nómica y del conocimiento del entorno.
El calendario agrícola mazateco está
organizado no solo en función de las ta-
La siembra y las ceremonias de co- teco para entender los rezos, el español
mida para quienes olvidaron su lengua y el
idioma de la tierra o de los dueños del
Una noche antes de acudir al terreno monte. Así el guajolote funge como un
para la siembra de maíz, se lleva a cabo intérprete e intermediario entre el plano
una ceremonia de velada, dirigida por humano y el sobrenatural. El ritual para
un curandero quien realiza envolto- la siembra en asociación a las ofrendas
rios de papel de estraza u hojas secas de comida se desarrolla de la siguiente
de maíz (totomoxtle), mientras se reza manera:
y establece comunicación en español
y lengua mazateca con el padre tierra, Cuando se está sembrando, se lleva a
la madre tierra, protectores y diversos cabo la “ceremonia de comida” o xsen
santos católicos, en donde se expresan kjoan nyaon. Al finalizar la primera jor-
distintas emociones y disculpas al terri- nada de trabajo agrícola, el campesino
torio, se evoca a los antepasados, due- dueño del terreno en cuestión, compar-
ños de los cerros, de los arroyos y a las te alimentos con las personas que han
acudido a la solicitud de apoyo para la
deidades mazatecas.
siembra como ahijados, hombres de
Los paquetes o envoltorios contienen
la familia extensa y algún vecino para
huevos de guajolote o gallina, plumas, trabajar y posteriormente comer juntos
tabaco, cacao y semillas de la virgen, en el terreno; esta comida se ha prepa-
pequeñas semillas de flor con propie- rado previamente por las mujeres de su
dades alucinógenas también conocidas núcleo doméstico en casa y general-
como madre risueña. Estos elementos mente consta de tamales de frijol, frijol
son purificados con sangre de guajolo- ayocote en caldo, tepejilotes, tortillas,
te y posteriormente llevados al terreno salsas, chiles y agua elaborada a par-
para ser sembrados como un acto ritual tir de masa de maíz (Martínez, 2018,
propiciatorio de buena cosecha. p. 161).
Ente los mazatecos, se dice tam- Al finalizar, el anfitrión agradece
bién que el guajolote tiene una fuerza a los asistentes por brindar su trabajo
especial, o energía vital que le permite y pide al padre tierra y a la madre tie-
trasladarse de un plano a otro (Boege rra por su favor para el buen desarro-
llo de la milpa y de las personas que
1996), lo cual podría significar que no
lo acompañaron. Antes de retirarse del
es la muerte del ave lo que se ofrenda,
terreno sembrado o durante la comida,
sino la energía o fuerza la que se inter- se “siembran” porciones de comida por
cambia, pues a partir de la sangre de distintas zonas del terreno, en el enten-
dicho sacrificio se alimentará a la tierra dido de que la convivencia no se da
con la vida y la fuerza de otro ser. Ade- solo entre los presentes, sino también
más, para los mazatecos, el guajolote con el territorio que ahora se alimenta
comprende todos los idiomas; el maza- y que durante todo un ciclo se desarro-
Resumen
El mito que sustenta la danza2 narra que el recorrido por las calles de Copainalá,
el weya weyá era un gigante antepasa- los danzantes se visten de acuerdo con
do de los zoques que tras un exterminio el personaje que les toca interpretar.
que dios hizo de gigantes, se fue a una Los personajes de la danza son: el weya
montaña donde habitaba en convivencia weyá, quien lleva una peculiar máscara y
cercana con los animales. Su ropa era una matraca, su esposa (interpretada por
de piel de animales, (de hecho, en las un hombre), sus hijas (dos jovencitas de
representaciones más antiguas, cuen- aproximadamente diez o doce años a las
tan que efectivamente habían hecho su que les dicen “las palomitas”), los no-
atuendo de piel), tenía el cabello largo vios de sus hijas (interpretados por dos
con una gran barba y en la cintura traía señores de unos cincuenta años). A todos
un pumpito con miel, como le dicen por ellos los acompaña un grupo de músicos
esos lugares a los guajes que usan como formado por tres tamboreros y un flautis-
cantimploras para el agua. ta, durante el recorrido los músicos van
Un día el weya weyá soñó que tenía anunciando así el paso de esta danza,3 y
que salir de su montaña y así lo hizo, sa- la representación se realiza en los atrios
lió en una nube un día lluvioso y encon- de las iglesias de los barrios originales
tró a una mujer zoque labrando la tierra, de aquel pueblo y en la casa de quienes
con ella se quedó a vivir y procreó dos ha patrocinado la celebración y de quien
hijas, que aparecen en la representación. la patrocinará el siguiente año.
Después de vivir con su familia y ense-
ñarles a cultivar tabaco, el weyá weyá
regresó a vivir a las montañas, hasta que
soñó que Dios le pidió que anunciara la
muerte de su hijo. Buscó la salida a tra-
vés de las montañas, la encontró y llegó
a Copainalá.
Como dijimos la representación se
realiza el domingo previo al Miércoles
de Ceniza, se inicia a las nueve o diez
de la mañana después de desayunar en
la casa del promotor (así llaman a quien
paga la comida y otros gastos para que Foto 2. Los personajes de la danza, Copainalá
se lleve a cabo la representación). Los Chiapas, febrero de 2016.
músicos y danzantes se preparan para Fotografía: Víctor Acevedo Martínez
Podemos decir de manera muy re- tro de ellos y don Marcelino habitante
sumida, que existe una creencia muy de este lugar me relató algunos sueños
antigua en nuestra área cultural de Me- en los que viaja adentro de los cerros
soamérica que los cerros y las montañas cercanos a su pueblo y puede ver su con-
son montes sagrados llenos de fertilidad tenido.
y abundancia y el lugar donde habita
una deidad de la lluvia. Esta creencia de Yo tengo la oportunidad de tener sue-
procedencia prehispánica se ha transfor- ños así hechos realidad, le digo que ahí
mado y adaptado a distintas realidades hay unas ruinas, existe una señora y un
hasta llegar a nuestros días; en varios niño, ahí el cerro contiene puro maíz y
pueblos indígenas la deidad de la llu- calabaza, le digo que vengo a Coapilla,
via se convirtió en el “dueño del cerro” así son casas así como esos, puras cosas
de esos muñecos que las muchachas le
como lo argumenta de manera magistral
dan a los novios (se refiere a muñecos
López Austin (2017). Este dueño se co-
de peluche), doy vuelta y llego a Chi-
noce hoy por múltiples nombres, se le coasén, ahí puro maíz, de ahí llego a
llama dueño de los animales, dueño del Patria Nueva, de ahí me paso, le digo
cerro, dueño del viento, ángel o angeli- que es puro ganado, de ahí regreso le
to, el viejo del monte, dueño de las abe- digo que vengo aquí, en esta lomita
jitas, (López Austin, 2017, p. 68). Sus donde está el rio, ahí contiene la lechu-
cualidades son variadas pues tiene múl- guilla, ganado también, es muy bonito,
tiples atributos y desdoblamientos, pue- reconozco lo que está en cada cerro.
de ser de carácter femenino o masculino
y por supuesto “se puede fragmentar y La creencia que estos cerros tienen un
distribuir en dos bandos de personajes dueño es también muy extendida en la
benéficos unos maléficos otros” (p. 71). zona; en Tapalapa, un pueblo que está a
El dueño es protector de los peces y de una hora y media de Copainalá ya en la
las bestias del monte. Esta creencia se sierra de Pantepec, al dueño del cerro se
extiende por gran parte de lo que hoy es le dice kustok pot en zoque y es conce-
México y tiene variantes locales. En el bido como el dueño de los animales. Se
caso de los pueblos zoques esta creen- cuenta que aparece a quienes abusan en
cia es vigente, y desde mis primeras la cacería de algún animal. Se supone
incursiones en la región pude documen- que el kustok pot vive en las cuevas de
tar creencias que tenían que ver con la los cerros y todo en su casa son anima-
existencia de cerros especiales donde se les: su banco es un armadillo, su mesa
guardaban riquezas y que eran custodia- una tortuga. Don Marcelino de Copaina-
dos por un dueño. lá también me informó sobre los dueños
En Copainalá me informaron de la que ve en sus sueños.
existencia de cerros como El Maquin y
El Hueymanco que tienen riquezas den-
Le digo pues que los dueños de los ce- por ejemplo la creencia de que vive en
rros son esos, por ejemplo, la viejita y una montaña en convivencia cercana a
el niño, esa es la dueña del cerro, y el los animales, se le identifica como ante-
dueño del cerro también de Coapilla, es pasado, protector y ligado con las fuer-
un hombre grande, nada más un hom- zas acuáticas principalmente las nubes y
bre grande sombrerón, ese nada más, es el viento, está el hecho de que también
un simple, ya en Chicoasén sueño que
recibe el nombre del primer hombre7 y
anda en una camioneta cargando maíz,
tiene la cualidad de ser el mero jefe del
que no recuerdo quienes son, así esta
pues ahí está la abundancia.
viento,8 como me lo contó don Luis Her-
nández:
Ahora bien, entre los zoques hay algunas
Agarró el bejuco y esa era su matraca,
creencias de personajes muy similares al
que le daba vueltas al bejuco que re-
dueño del cerro, podría proponer que se tumbaba, y ese es el aire que tenemos,
trata de versiones locales.5 En Tapalapa, ese weya weyá que lo hizo, el mero jefe
por ejemplo, me hablaron del munganan del aire del viento, de esto que respi-
al cual se refieren en español como rayo ramos todos, con el bejuco fue que lo
viejo, viejo del bosque o salvaje; este hizo.
personaje pierde o desorienta a quien por
alguna razón entra al bosque. Una de sus Ahora bien, estas variantes zoques del
peculiaridades es que se hace presente dueño del cerro, tanto el munganan
inicialmente por el sonido, se escucha como el weya weyá tienen un nexo es-
como si alguien estuviera hachando un pecial con las abejas nativas, pues según
árbol y se oye el ruido de su caída, pero Reyes, (1988, p. 326) el munganan es
al ir a buscarlo no se encuentra nunca el el dueño de las colmenas y señala que
árbol cortado y es ahí cuando la gente se incluso su cuerpo está formado por col-
desorienta y se pierde. menas. Y como lo hemos mencionado el
Otra variante zoque del dueño del weya weyá necesita miel de abeja meli-
cerro podría ser el weya weyá, existen pona para vivir, pues con ella “digiere
varias características de este personaje todo lo que come”, me lo informó don
que corresponden al dueño del cerro;6 Cirilo Meza. Si bien entre los zoques
de Tapalapa o de Copainalá no he do-
5. Algunas personas me comentaron que el cumentado un significado específico de
Munganan y el kustok pot son el mismo persona-
je, algunas veces le llaman también el sombrerón.
6. Es importante mencionar que a los tradicio-
nalistas de Copainlá no les agrada la idea de que 7. López Austin (2017) nos informa que entre
el weya weyá sea considerado “dueño del cerro”, los chontales de Oaxaca el dueño del cerro recibe
debido al carácter maligno que también tiene este el nombre de “El primer hombre”.
personaje. El carácter maléfico del dueño deriva 8. López Austin (2017) menciona que uno de
en parte del combate de los evangelizadores con- los nombres del dueño del cerro es Dueño del
tra la figura del Dueño (López Austin, 2017, p. 71). viento (p. 71).
estos insectos, me resulta muy intere- soamericana que se hace patente en las
sante que en otros ámbitos indígenas creencias en torno a la figura del “dueño
mesoamericanos las abejas meliponas del cerro” y los insectos habitantes de la
y otros insectos representen a los ante- montaña. Si bien no cuento con infor-
pasados que se negaron a ser evange- mación etnográfica que consta que los
lizados y sean los ayudantes del dueño zoques consideran a las abejas como sus
del cerro, como lo plantea López Austin ancestros, como sucede en otras regio-
(2009). nes indígenas dentro del área mesoame-
ricana y más allá,9 es muy sugerente que
Entes diminutos que habitan los espa- el cupsi sea preparado por los tradicio-
cios subterráneos. Son las semillas co- nalistas de mayor jerarquía y edad y que
razones depositadas en la gran cavidad el weya weyá es considerado por los tra-
de las riquezas que es el vientre del dicionalistas zoques de Copainalá como
Monte Sagrado; son los auxiliares del su ancestro, lo que me parece confirmar
Dueño del Monte, siempre presentes e elementos de campos de significación
invisibles colaboradores en las tareas
similares.
agrícolas; son en no pocas ocasiones
Por otra parte, es importante insistir
los malhechores invisibles que se bur-
lan de los hombres; forman el ejército en la relevancia de prestar atención a
del dios mesiánico que se espera para la fenómenos como el dueño del cerro de
liberación de los indios, y son quienes manera comparativa en términos etno-
se negaron a aceptar la evangelización gráficos, pues de esta forma podremos
y huyeron para morar bajo la superficie contemplar la unidad y la diversidad de
de la tierra (p. 28). la cosmovisión mesoamericana y los sig-
nificados transmitidos por los alimentos
En este caso el cupsi revela este nexo rituales. Elementos que parecerían una
entre el dueño del cerro que representa peculiaridad local, como la relación en-
el weya weyá y las abejas meliponas, re- tre las colmenas y el dueño del cerro, se
lación que se hace evidente durante la redimensionan si los analizamos en un
escenificación de esta danza en el Car- contexto histórico y con mayor ampli-
naval. tud. Resulta muy sugerente la existencia
de al menos otra bebida donde la miel de
Conclusiones
9. Los yaquis en el noroeste de México tie-
En este artículo traté de mostrar que una nen una creencia similar, los ancestros que se
bebida hecha de miel de abeja melipona convirtieron al catolicismo se volvieron personas
y aguardiente, el cupsi revela un nexo que habitaron los pueblos tradicionales, los que
no lo aceptaron se fueron a vivir a la sierra y son
ancestral, pues denota una relación en- pequeños animalitos, como hormigas, alacranes,
tre dos ámbitos de la cosmovisión me- lagartijas (Olavarria, 2003, p. 88).
Resumen
* Estudiante de doctorado
en el Posgrado en Historia
y Etnohistoria de la Escuela
1. El presente trabajo forma parte de una investigación más amplia sobre
Nacional de Antropología e
Historia, ciudad de México. Los significados de las fiestas en los pueblos de San Gregorio Atlapulco,
Becario CONACYT. Correo Xochimilco, San Pedro Atocpan y Milpa Alta, realizado en el Posgrado de
electrónico: leonardovf@ Historia y Etnohistoria de la Escuela Nacional de Antropología e Historia.
live.com.mx Financiado con beca de Doctorado por el conacyt.
dicción de Xochimilco, estando enfermo Por toda esta importancia económica del
y en su última voluntad le hereda, entre bosque el Estado asumió a finales del
otras cosas, a su hijo Antonio un azadón siglo xix un control sobre su uso y apro-
para cortar leña: vechamiento (Sánchez, 2006, p. 143).
El siglo xx será en buena medida una
Y a mi hijo que se nombra Antonio le lucha de la población contra las hacien-
doy una casa, que son dos aposentos, das, empresas papeleras, taladores y el
que tome el que está mirando hacia el Estado por la posesión y usufructo del
monte… Y con que son tres, le doy un bosque (Gomezcésar, 2010; Sánchez,
pedazo de tierra beneficiado en el pago 2006). Parte de ese proceso de apropia-
llamado Tepepulco, que linda con An- ción y relación con el bosque comunal
drés Dremos, y también un azadón, y
de la población de la Alcaldía de Milpa
también con que se parte la leña, que
Alta se mantienen en la ritualidad del
todo se lo doy (Rojas, 2000, pp. 44-46).
corte de leña para las fiestas patronales
y tal como podemos apreciar en este
En el siglo xix, Antonio García Cubas
recuento histórico, el corte de leña está
(1892) nos ofrece una interesante des-
profundamente arraigado en la historia
cripción de árboles en San Pedro Atoc-
de sus pueblos.
pan y Milpa Alta con muy buenas made-
ras para la construcción:
Domingo del Señor de las Misericordias que se lleva a cabo a finales de junio o
6
tienen mayor jerarquía y son los que principios de agosto. En la fecha acor-
tienen que ver con las actividades del dada, los leñeros participan plantando
corte de leña y los leñeros (ver foto 1). árboles en los bosques de Milpa Alta, a
pesar de que cuando se hace el corte de
leña solamente se ocupan árboles muer-
tos, la mayoría tirados por razones na-
turales.
En “La Curada”, llevada a cabo el 7
de agosto, se realiza una procesión de
la casa de los nuevos Mayordomos del
Domingo a la casa de los mayordomos
que recientemente terminaron su mayor-
domía en un ambiente propio de un car-
naval, actividad en la que participan los
leñeros. Tanto los nuevos mayordomos,
los del domingo y los del jueves, los ma-
Foto 1. Mayordomos del Domingo del Señor de
las Misericordias de San Pedro Atocpan. yordomos castilleros, los del patronato
Fotografía: Leonardo Vega Flores, del templo del Señor de las Misericor-
9 de mayo de 2013. dias y los leñeros le llevan regalos a los
anteriores Mayordomos del Domingo
en agradecimiento por su labor, y estos
En el caso del corte de leña de San Pedro en correspondencia, ofrecen una comi-
Atocpan, una de las primeras activida- da. En La Curada se ofrece, entre otras
des que realizan los leñeros y los mayor- bebidas, pulque y para transportarlo se
domos del domingo es la reforestación, utilizan cueros y quienes lo cargan van
vestidos de calzón, es decir, con panta-
lón y camisa de manta en recuerdo de
6. Cuando me refiero a los Mayordomos, para la antigua vestimenta cotidiana de los
el caso de San Pedro Atocpan, se trata de un hombres a principios del siglo xx. No
matrimonio, hombre y mujer. En el pasado, el es muy claro para las personas el porqué
hombre era el Mayordomo, así se puede cotejar
en los libros más antiguos con los que cuenta la del nombre de curada, pero puede ser
mayordomía. Actualmente entre los Mayordomos por dos significados complementarios:
hay una tendencia a ampliar la mayordomía a la por el empleo de pulque curado; y por
familia, es decir, que incluye a hijas e hijos, pero
también algunos incorporan a la familia extensa y
el sentido reparador de ofrecer regalos
hasta los amigos y vecinos que los apoyan, pero a los mayordomos salientes, después
formalmente los son el esposo y esposa. Sola- de terminar su mayordomía que empe-
mente estos últimos tienen derecho, por ejemplo,
zó tres años antes, dos años que son de
a que cuando mueren, el estandarte del Señor de
las Misericordias los acompañe en su funeral. aprendizaje y finalmente un año con to-
das las responsabilidades que conlleva llevan presentes, como canastas de fru-
la mayordomía (ver foto 2). tas, y en correspondencia los leñeros
ofrecen aperitivos o comidas formales
a quienes acompañan la comitiva. Los
alimentos y bebidas están presentes du-
rante todo el día. El recorrido empieza
por la mañana en San Pedro Atocpan y
San Bartolomé Xocomulco, y termina
por la noche en los pueblos de Milpa
Alta y Santa Ana Tlacotenco, después
de haber pasado por los de la Alcaldía
de Xochimilco. Se visita solamente las
casas de los mayordomos leñeros o ca-
bezas de grupo. El recorrido empieza
Foto 2: La Curada a los ex Mayordomos del en la montaña, baja a la zona lacustre y
Señor de las Misericordias. regresa nuevamente al monte, vinculan-
Fotografía: Leonardo Vega Flores, do dos tradiciones diferentes y a la vez
7 de agosto de 2013. complementarias.
Previo al corte de leña, por el mes
El 25 de diciembre, los Mayordomos de enero, los leñeros marcan los árboles
del Domingo realizan un recorrido de que se van a cortar. Cada mayordomía
recordatorio en auto, en el siguiente or- de leñeros realiza el corte de leña en
den: San Pedro Atocpan, San Bartolomé una fecha acordada. Las mayordomías
Xicomulco, Santa Cruz Acalpixca, San de leñeros que se ubican en el pueblo
Gregorio Atlapulco,7 Milpa Alta y San- de San Pedro Atocpan lo hacen en fe-
ta Ana Tlacotenco, porque de ahí son brero y acuden al corte a zonas cercanas
los mayordomos leñeros o cabezas de en el bosque de Milpa Alta. En 2014 la
grupo.8 Los Mayordomos del Domingo Mayordomía de los Leñeros de Espalda
realizaron el corte el 1 de febrero, los
7. También se llega a visitar al pueblo de San de Panchimalco el 8 de febrero y los de
Luis Tlaxialtemalco porque personas de ese pue- Ocotitla el 15 de febrero.
blo se han incorporado como leñeros del grupo
de San Gregorio Atlapulco, sin llegar a formar una Son cuatro los barrios de San Pedro
cabeza de grupo, y en ocasiones llega a recaer Atocpan, pero solamente dos de ellos
la mayordomía correspondiente en una persona tienen mayordomías de leñeros, Ocotit-
de San Luis.
8. Si bien formalmente se trata de grupos, es
la y Panchimalco, los dos barrios sure-
decir, no forman una mayordomía, el trato que se ños que están más cercanos al bosque.
les da verbalmente, en muchas ocasiones, es el En cambio, los barrios norteños, Tula y
de mayordomos. En ese sentido, la tendencia es
Nuchtla, que miran hacia la ciudad no
a que cada cabeza de grupo sea en el futuro for-
malmente una mayordomía. tienen mayordomías de leñeros. Por su
cordia sobre la leña para que esta no sea gunos con mucha leña de tal manera que
robada (ver foto 4). se les dificulta bajar y otros, los niños,
por ejemplo, bajan con menos. Los de
Panchimalco trasladan la leña preferen-
temente en camioneta (ver foto 5).
Conclusiones
La utilización de la leña
En general la leña se utiliza para cocinar
La leña se resguarda por los Mayordo- y para las lumbradas en honor a los falle-
mos del Señor de las Misericordias y cidos, pero actualmente no todo se coci-
una parte de ella se utiliza para sus fies- na con leña, por eso la Mayordomía del
tas, y también acuden con él los mayor- Domingo del Señor de las Misericordias
dispone de mucha leña para repartir. Se precisamente con ese recuerdo de cómo
utiliza leña para cocinar cuando se trata era la población antes de la introducción
de cazos, cazuelas y botes grandes, por del mole como actividad económica y
ejemplo, para hacer mole, arroz, tamales de cómo se cortaba la leña para las fes-
y carnitas. Si bien se produce en México tividades y las actividades cotidianas de
gas LP para su comercialización desde la población. Por eso para la entrega de
1946, es hasta los años ochenta del si- la leña se utilizan animales de carga o
glo pasado que dicho combustible fue se carga la leña en la espalda de las per-
ganando terreno en San Pedro Atocpan sonas, además de utilizar camionetas y
en la preparación de café, arroz, sopas, camiones. En los nichos, los cristos de
sopes, atoles y tortillas, entre otros. los leñeros están acompañados de toda
La población de San Pedro Atocpan una parafernalia con motivos de leñeros
encontró en la producción del mole y la con hachas, sierras manuales y animales
venta de sus insumos un nicho económi- cargados de leña (ver foto 8).
co que ocupa actualmente alrededor del
70 % de la población. La incorporación
del mole como actividad económica se
dio a mediados del siglo pasado y fue
tan exitosa que cambió el contexto eco-
nómico local. La memoria oral de la po-
blación recuerda al pueblo anterior a la
introducción del mole como un pueblo
pobre y de escasas oportunidades, que
utilizaba leña durante todo el año. En
ese contexto, la Mayordomía del Señor
de las Misericordias recibía leña no so-
lamente para las festividades, sino que
Foto 8. Nichos de los cristos de los leñeros con
también recibía leña en agradecimiento elementos que recuerdan el cómo se transportaba
para su consumo durante todo el año. la leña en el pasado.
Como para las actividades cotidianas Fotografía: Leonardo Vega Flores,
actualmente se utiliza el gas, salvo cuan- 24 de mayo de 2015.
do por gusto en el sabor de la comida se
prefiere la leña, la mayordomía en turno
también tiene, por ese concepto, un re- Con el paso de los años la organización
manente de leña que se utiliza para re- de los leñeros del Señor de las Miseri-
partir en fiestas patronales y para fogatas cordias en San Pedro Atocpan se ha he-
para despedir a personas fallecidas. cho más compleja, porque hasta hace
El significado general del corte de unos pocos años no se hacía la entrega
leña en San Pedro Atocpan tiene que ver de los cristos a pie, solamente la mayor-
domía los encaminaba en un corto tra- San Pedro Atocpan está profundamente
yecto, ni existía la Mayordomía de los arraigado en la historia y cultura de los
Leñeros de Espalda. pueblos que participan, y relacionan a
En los años previos, un grupo de las poblaciones de la montaña y lacus-
mayordomos del domingo realizó un tres. Esa apropiación y usufructo colec-
proceso de simplificación de algunas de tivo del bosque comunal forma parte del
las actividades de la Mayordomía del proceso de su defensa, en contraposi-
Señor de las Misericordias, y eliminó, ción de quienes lo quieren en beneficio
por ejemplo, una misa con su respecti- un unos pocos, ya sea a través de hacien-
va comida en septiembre porque encon- das, empresas papeleras y taladores.
traron que en el pasado un mayordomo
incorporó su cumpleaños a las festivi-
dades del Señor de las Misericordias, y Referencias
simplificó la relación con el Cristo del
Miércoles de Ceniza que ahora entregan Biblioteca Digital Mundial, SXVI “Te-
pasando unos días después de la entre- nochtitlán, 1521”. Consultado en: ht-
ga de la leña y antes se lo quedaba la tps://www.wdl.org/es/
mayordomía hasta La Curada del 7 de Carrasco, P. (1977). Los señores de Xo-
agosto. Pero solamente quedaron en in- chimilco en 1548. Tlalocan. Revista
sinuaciones lo relacionado con reducir de fuentes para el conocimiento de
el ciclo festivo de la leña, al que se opu- las culturas indígenas de México, V.
sieron los leñeros. vii, unam, iih, iia, pp. 229-265.
Los leñeros ven pasar a los mayordo- García Cubas, A. (1892). Geografía e
mos del Señor de las Misericordias y a historia del Distrito Federal. Méxi-
los pocos años los dejan de ver, y ellos co: Antigua Imprenta de Murguía.
permanecen en su labor de leñeros por Gomezcésar Hernández, I. (2010). Para
más tiempo, acompañando a los nuevos que sepan los que aún no nacen.
mayordomos. Los tiempos de espera de Construcción de la historia en Milpa
15 años para ser mayordomos del Señor Alta. México: uacm, conacyt.
de las Misericordias se han reducido a Gutiérrez Romero, L. (2014). “Mayor-
una espera de escasos años y se sabía de domía del milagroso Cristo de Yen-
la intensión de querer ocupar el cargo, cuitlalpan”, Crisol Mágico del Sur,
pero simplificando lo relacionado con la Año 3, N° 11, enero-marzo, pp. 3-5.
leña. De hecho, en los años posteriores Mintz Sidney W. (2003). Sabor a comi-
al trabajo de campo realizado, los Ma- da, sabor a libertad. Incursiones en
yordomos salieron del mismo grupo de la comida, la cultura y el pasado.
leñeros, precisamente para dar continui- México: ciesas, Ediciones de la Rei-
dad a la tradición. El corte de leña ri- na Roja.
tual para el Señor de la Misericordia de Mintz Sidney W. (1996). La Dulzura y
Resumen
* Estudiante de doctorado
en el Posgrado en Historia
1. Este texto se elaboró como parte de las actividades de la línea de inves-
y Etnohistoria, Escuela Na- tigación: Economía, Ritual y Reproducción de la Cultura en las Sociedades
cional de Antropología en Mesoamericanas del Posgrado en Historia y Etnohistoria, con apoyo de una
Ciudad de México, correo beca para estudios de maestría de conacyt. Apoyo actividades del proyecto
electrónico: dcolorimagina- “Comida cultura y poder: dinámicas de la modernidad en México” de la Coor-
cion@gmail.com dinación Nacional de Antropología del inah.
La cocina tepeyanquense está sustenta- del siglo xx, además de calabaza, haba,
da en conocimientos e ingredientes me- tomate, jitomate y hortalizas (espinaca,
soamericanos, así como en la innegable lechuga, cilantro, verdolagas, acelgas,
incorporación de recetas, técnicas y pro- brócoli y rábanos) y del frijol pinto y
ductos de origen europeo y asiático, con uno que llaman cocona. De manera coti-
la consecuente introducción de cultivos diana la población consume mucha car-
—como el trigo— y ganados del viejo ne de puerco; y en menor medida la de
continente. La dieta mesoamericana es- res y pollo de engorda. Hasta mediados
taba conformada por el maíz, el frijol, del siglo xx, los tepeyanquenses y pue-
la calabaza, el chile, con una reducida blos aledaños a la laguna de Acuitlapilco
porción de proteína animal. consumían y tenían una tradición culina-
ria en torno a insectos, pescados y aves
Es interesante notar que el hombre anti- acuáticas, antes de las políticas estatales
guo, en todo el mundo, logró satisfacer de entubación de los principales ríos y la
sus necesidades de proteína, a través de desecación la laguna. Afortunadamente,
la combinación de cereales y legumino- en el relicto lagunar todavía viven cha-
sas. En el Cercano Oriente combinaron rales, truchas, carpas y ajolotes; además,
el trigo con las lentejas o el garbanzo sirve de hospedaje a algunas aves mi-
para alcanzar unas proteínas comple-
gratorias como patos. Por ejemplo, cabe
jas; en Asía, lograron los mismos fines
destacar que algunas mujeres en esca-
utilizando el arroz y el frijol de soya; en
América la mezcla del maíz y el frijol sas ocasiones preparan todavía platillos
les proporciona la proteína que necesi- como charales en salsa verde.3
taban (Long, 2018, p. 12). Otra fuente de proteína animal, la re-
presenta la carne de aves de corral como
Actualmente, la población de Tepeyanco la gallina roja, el guajolote y la totola,
sigue alimentándose y sembrando maíz las cuales son de gran aprecio en la coci-
—azul, amarillo y rojo— prácticamente na del pueblo—un reducido número de
para el autoconsumo2 desde mediados
familias todavía cría estas aves—, aun- tiene un carácter festivo, por lo que la
que están reservadas para celebraciones gente no lo emplea en los altares donde
festivas. hay un sentido más solemne.
La comida para ritos luctuosos, To-
dos los Santos y mayordomías descansa
La comida ritual tepeyanquense básicamente en el trabajo de las muje-
res, aunque existen excepciones, por
Entre las fiestas más importantes pode- ejemplo, por los grandes volúmenes y
mos mencionar las conmemoraciones la fuerza física requerida para mover el
de Santos, Vírgenes y difuntos, como la cazo de mole; algunos hombres llegan a
fiesta de San Francisco de Asís y Todos ser moleros, las mujeres moleras.
los Santos. Una comida imprescindible La división de trabajo durante la ela-
en el suroeste de Tlaxcala incluyendo boración de la comida organiza las acti-
Tepeyanco, sin duda es el mole rojo, del vidades y optimiza el tiempo de prepa-
cual no hay una receta única ya que cada ración, por ejemplo, mujeres encargadas
grupo doméstico resguarda sus secretos de hacer tortillas durante un velorio o
culinarios e imprime su sello personal al una mayordomía distribuyen las tareas,
platillo. Como es tradición, lleva gallina es decir, unas amasan y bolean; otras
roja, guajolote y totola. Los pobladores hacen las tortillas y algunas cuidan la
del suroeste elaborarán el mole para las cocción, lo que permite tener en grandes
fiestas patronales de Santos y Vírgenes. cantidades y rápidamente este alimento.
Este guiso también ocupa un lugar deter- Las cocineras —mujeres maduras y
minante en las ofrendas de primera vez y con larga trayectoria en el arte de elabo-
ofrendas anuales, aunque para los difun- ración de platillo para mayordomías—
tos solo lleva gallina roja. El guajolote4 son invitadas por el mayordomo para
4. “Aparte de su importancia como alimento en apoyar en la cocina y la elaboración del
el México prehispánico, el huexolotl tiene gran sig- mole5 entre otras tareas; estas a su vez
nificado en el simbolismo y la mitología. En el nor-
te, donde ahora se llama Nuevo México, el guajo- Doris; Velasco Ana María, (2018). Aves van, aves
lote estaba asociado a la lluvia y fue el dador de vienen: el guajolote, la gallina y el pavo. En Con-
los bienes agrícola. Entre los indios […] el guajolo- quista y comida. Consecuencias del encuentro de
te se consideraba como un lazo simbólico entre la dos mundos. Janet Long, coordinadora, México,
vida terrestre y la vida espiritual, el intermediario unam. pp. 244-245.
entre las aguas que nacen en la montaña y las 5. Las mujeres de la comunidad refieren que el
nubes que contienen la lluvia. El guajolote ayudó trabajo de molera (o) es arduo y pesado, ya que
a los navajos a convertirse en agricultores cuando debe permanecer por varias horas cerca del calor
les regalo semillas de maíz, frijol y cucurbitáceas directo del fogón y moviendo constantemente, se
que caían de sus alas. El guajolote mexicano y la recomienda que la molera, no realice ninguna otra
gallina europea […] ocuparon un lugar importante actividad y mucho menos agarrar agua, porque
en la dieta de ambos mundos, antes y después de puede llegar a tener un enfriamiento y enfermar-
la conquista; ambos se utilizaron en comidas de se. Lo mismo se recomienda a las que hacen tor-
festejos, de ritos de paso, ambos se han sustituido tillas. Cabe destacar que durante el siglo pasado
uno al otro en la elaboración de platillos.” Heyden se cocinaba con leña en Tepeyanco, hoy mujeres
ambulantes con hornos de gas para ela- Tepeyanco, sin duda, es durante Todos
borarlo en la comunidad. los Santos, cuando la población elabora
Como es tradición desde tiempo de hojaldras y el pan de burro (este últi-
los abuelos, los parientes, compadres o mo también es llamado pezuña de burro
amigos que son invitados a compartir la o pezuña) para las ofrendas de primera
cuisine ritual tepeyanquense en honor al vez y las ofrendas anuales. Para abordar
santo, es decir, el mole rojo, deben lle- el tema central de este artículo, es ne-
var un cesto de fruta y un par de piezas cesario plantear una serie de preguntas:
de pan de fiesta, en reciprocidad con el ¿cómo se entretejen las relaciones de
grupo doméstico anfitrión. Hasta el siglo parentesco y la organización domésti-
pasado, los pobladores acompañaban ca para la hechura del pan?, ¿cómo se
el mole con un pedazo de pan de fies- ofrenda la fuerza y trabajo a los difun-
ta, ahora pocas personas suelen hacer- tos?, ¿cómo se establecen a través de
lo. Sin embargo, perdura la práctica de la elaboración del pan los vínculos de
consumirlo con helado, postre delicioso reciprocidad entre los tepeyanquenses
y sencillo de preparar, tan solo es nece- y sus muertos?, y ¿cuáles son los ingre-
sario cortar el pan a lo largo e incorporar dientes, los utensilios y los hornos para
varias bolas de helado, como una gran elaborar el pan?
torta.
En Tepeyanco durante el Carnaval
hay dos camadas, estas agrupaciones Hojaldras y pezuñas de burro para
pueden estar conformada por hasta 200 las ofrendas
participantes. En el marco del carnaval
un grupo de hombres y mujeres, bajo el Cabe precisar que los tepeyanqueses no
apelativo de panaderos, sale un día a re- emplean el término pan de muerto, sim-
correr desde las 7 de la mañana el pueblo plemente lo llaman hojaldra y pezuña
ofreciendo pan de dulce y atole a todos de burro. Este pan de trigo se produce
los tepeyanquenses. Los hombres se dis- en abundancia para las ofrendas y para
frazan de viejitos(as) y gastan bromas a compartir entre los familiares del grupo
las personas que se encuentran a su paso. doméstico. A propósito, Rosalba Flores,
Una camioneta transporta grandes ca- mujer de 65 años, evoca el recuerdo de
nastos con pan y atole, con el propósito su padre y la hechura de pan.
de abastecer al singular cortejo festivo.
Un equipo de sonido con música invita a Cuando vivía mi papá hacíamos como
las personas a salir de sus hogares y dis- 40 kilos de harina, salía una cantidad
frutar del desayuno, previo a la Semana impresionante de pan para la ofrenda,
Santa. a cada uno nos daba nuestro pan, y
Por último, el momento más impor- ahora hacemos poco para no perder la
tante del pan de trigo en la vida ritual de tradición, hacemos de dulce: hojaldra,
y salado: pan de burro (o pezuña de bu- tenía sus vacas, yo misma preparaba la
rro). Él también usaba su creatividad y mantequilla y salía mucha nata.
hacia calaveras y otras figuras. Cuando
éramos chamacos a cada rato íbamos Es una práctica común que los tepeyan-
por pan al altar. Por las grandes canti- quenses, y otros habitantes del suroes-
dades que hacían de pan, duraba mucho te, compren sus ingredientes, todos de
tiempo. primera calidad —mantequilla, harina,
nuez, huevos, azúcar, naranjas, levadu-
Desde el 26 de octubre, algunas calles ra, ajonjolí, manteca— y vayan a hacer,
de Tepeyanco se perfuman con el aroma con ayuda de un panadero o familiar su
de pan recién horneado para Todos los pan; es decir, el masado, el labrado y el
Santos, una invitación para que vivos y horneado.
muertos disfruten de una pieza de hojal- Hombres, mujeres o familias com-
dra con ajonjolí, y aunque la hechura de pletas llevan sus insumos a los pana-
pan ya no es una práctica generalizada deros de su preferencia y supervisan
entre los pobladores, no se puede conce- todo el proceso de elaboración de pan,
bir una ofrenda sin este elemento. Por lo lo cual suele representar una inversión
que, las personas que no pueden realizar de tiempo, trabajo, fuerza y dinero. En
su pan por alguna razón recurren a pana- una panadería en Atlamaxac poblado
derías o artesanos para mandar hacer o del municipio de Tepeyanco, una señora
comprar hojaldras y pan de burro, en la de aproximadamente 60 años, mientras
misma comunidad o poblados cercanos esperaba que termine de hornearse sus
como San Juan Huactzinco, San Cosme hojaldras comentó: “una arroba [aproxi-
Atlamaxac, Pazacola, entre otros. Una madamente 10 kilos de harina] es para
mujer de 65 años comenta que tras la mí y otras dos son para mi hermano, las
muerte de su papá tiraron el horno fami- cuales voy a mandar a México”. Ella se-
liar para dividir el terreno entre los her- ñalaba que de acuerdo con su experien-
manos, por lo que tuvieron que buscar cia salen 17 latas (charolas) por arroba
quiénes le hicieran su pan. y 12 piezas de pan por lata, un total de
204 panes, aunque depende del tamaño.
Hubo un momento que mandamos ha- Agregó “desde que era niña recuerdo
cer el pan, pero no sabe igual, al que
que las hojaldras son tradición en estas
hacemos nosotros en casa. Nosotros
fechas”. La mujer pagó 700 pesos por la
para 10 kilos usábamos 60 huevos,
yo veo que hay gente que para 10 ki-
preparación y horneado de 3 arrobas de
los usan 3 kilos de huevo. Nosotros le harina, independientemente del costo de
echábamos manteca y mantequilla. An- los ingredientes.
tes teníamos mantequilla directamente Las panaderías suspenden la produc-
de los proveedores, pero es muy pesada ción de pan cotidiano desde el 27 de oc-
esa mantequilla. Cuando vivía mi papá tubre hasta el 1 de noviembre para ela-
borar hojaldras para Todos los Santos, espacio y las necesidades de los tepe-
principalmente preparan y hornean pan yanquenses. El señor Demetrio Muñoz
para las personas que llevan sus ingre- (65 años, fiscal durante 2018) explica las
dientes, aunque también producen para características de construcción de este
la venta directa. En Atlamaxac, existen tipo de hornos.
muchos panaderos que ofrecen este ser-
vicio. Delfino Ramírez Ogarrio de 35 Mi familia y yo decidimos hacer nues-
años,7 tiene una panadería en este pobla- tro horno de pan. Porque más antes
do y en la misma calle sus vecinos tam- Don Arturo Flores, tenía su horno gran-
bién hacen pan. Cuenta con tres ayudan- de, ellos hacían pan, nosotros íbamos
tes y equipo industrial para responder a y le decíamos que nos hiciera nuestro
la demanda de la fecha. El señor Delfino pan. Murió y sus hijos tiraron el horno.
También íbamos a otras partes para que
tiene un año que dejó el horno tradicio-
lo hicieran, pero no le echaban todos
nal, ya que el industrial de gas genera
lo que nosotros queríamos o ya tenían
700 piezas por hora y el de leña ─mira compromiso. Entonces nos dijimos, si
hacia un rincón de su local donde se en- antes lo hacíamos nosotros, y enton-
cuentra un horno tradicional en desuso─ ces decidimos hacerlo. Un señor vino
produce 300 piezas por hora. hacerme unas reparaciones y le dije si
En el pueblo de Tepeyanco no hay me podía hacer un hornito. Me dijo que
panaderías que produzcan pan de trigo necesitaba para el piso, vidrio, sal, ron,
para Todos los Santos con equipo de arena y unas hiervas de romero, para
panadería industrial, más bien, los arte- que caliente el piso. La bóveda del hor-
sanos que elaboran pan en la localidad no es con ladrillo, el señor terminó el
para vender o para ayudar a sus parien- horno con mezcla, pero lo ideal es que
tes o vecinos emplean todavía hornos y sea con barro, es decir, pegar los ladri-
utensilios que en muchos de los casos llos con barro, para que el mismo calor
pertenecieron a sus abuelos y padres, selle el barro con los ladrillos. El horno
ya cumplió tres años.
herramientas que prácticamente solo se
emplean durante este periodo.
Los grupos domésticos que hacen Asimismo, el señor Filadelfo, un hombre
pan para sus difuntos o para la venta de 65 años que hace hojaldras y pan de
cuentan con hornos de bóveda hechos burro para vender en la comunidad, co-
de ladrillo, lajas de barro y adobe; el menta que colocó una botella de tequila
tamaño puede variar de acuerdo con el en el centro de su horno antes de que se
recubriera con las losetas de barro para
evitar que el horno pueda chiquearse
7. Es panadero desde hace siete años. De 2000
(enojarse) y no quiera cocer bien el pan.
a 2005 estuvo trabajando en Los Ángeles, en Los hornos también pueden tener o
Georgia y Nueva York en los Estados Unidos, su no un orificio en la parte superior —que
padre también tenía este oficio.
Uno para todos y todos para la he- jos, sobrinos, nietos, todos como uno se
chura de pan reúnen alrededor del horno. La cantidad
de ingredientes para hacer pan está en
“El pan es para la ofrenda y para com- función del número de parientes consan-
partir con la familia. Pero primero es guíneos y políticos que integran el gru-
para la ofrenda” afirma el señor Fila- po doméstico; es decir, cuántos hijos ya
delfo, quien junto con su nieto ayuda a están casados y su descendencia, porque
sus sobrinas a hornear hojaldras para sus al concluir la jornada de trabajo, cada
respectivos altares de muerto. uno se llevará una parte de hojaldras y
Elaborar el pan es una acción colec- pan de burro para su ofrenda anual. Una
tiva que involucra a todos los miembros mujer explica “en la familia somos sie-
del grupo doméstico, implica largas te, además los hijos, los nietos. Nosotros
jornadas de trabajo, energía vital y or- hacemos pan para la tradición de esperar
ganización para agradar y honrar a los a nuestros difuntitos, se pone la ofrenda
difuntos. Teresa Lumbreras rememora y ya después lo saboreamos nosotros”.
su infancia mientras elabora hojaldras No hay un horario para comenzar el
con su nieta: proceso, puede ser muy temprano o por
la tarde, pero sí implica la inversión de
Desde que yo recuerdo, desde que era varias horas, sin contar el tiempo que
niña, mis padres tenían horno, desde se destinó para conseguir los ingredien-
chamacos allí hacíamos pan, nuestros tes. Algunos tepeyanquenses optan por
papás nos enseñaron a labrarlo, a pre- iniciar por la tarde, mezclan los ingre-
pararlo. En el horno hacíamos cada año dientes hasta formar las masas de las
nuestro pan para la familia, no para hojaldras (dulce) o la del pan de burro
vender, para la familia.
(salado) para dejarlas reposar toda la no-
che con el fin que aumenten de volumen.
El proceso de pan inicia cuando el grupo
Muy temprano al día siguiente, antes de
doméstico consensa con los miembros
empezar a labrar el pan, la abuela, el
qué día pueden destinar para dicha ac-
abuelo, el padre o la madre debe limpiar
tividad. Rosalina Teloxa comenta, “mi
el horno; para ello, mete leña al horno y
abuelo empezaba hornear el 26 de octu-
deja que arda hasta que se apague total-
bre, porque de entrada las ofrendas de-
mente, posteriormente necesita limpiar
ben tener pan, ceras y flores. El pan es
con una escoba hecha con ramas y un
esencial. El pan en abundancia”.
costal de ixtle o trapo mojado. Cuando
Si los integrantes no llegan a coin-
el horno está completamente limpio,
cidir por motivos laborales, familiares
nuevamente introduce leña para empe-
o de enfermedad, ese año no elaboran
zar a calentar éste.
pan, es importante que todos participen
Los pobladores refieren que cual-
o la gran mayoría. Abuelos, padres, hi-
quier leña es propicia para hornear y
otros precisan que los idóneos son los según nuestra edad. Ahora ya tenemos
restos secos de árboles de alite, capulín nuestro hornito. Toda la familia nos re-
y fresno, subrayan que el pino no debe unimos en torno al horno. Realizamos
usarse. Los grupos domésticos cuentan una convivencia en torno a la comida.
con una reserva de leña —al igual que El hacer comida tradicional fomenta la
carbón— en sus domicilios para cocinar convivencia. Todo empieza en la fami-
lia. Todo se aprende y se comparte en
durante las mayordomías, un evento so-
familia, como los valores. Es el mo-
cial o la hechura de pan, ya sea porque
mento donde nos preguntamos cómo
compran árboles que ya están secos o estamos y cómo te ha ido. Es una ma-
porque en sus parcelas o terreno hay ár- nera de interesarse el uno por el otro.
boles que necesitan ser talados.
Mientras el horno empieza a calen- Los hornos de Tepeyanco no cuentan
tarse, los pobladores fraccionan la masa con una puerta en la boca del horno
en pequeñas porciones uniformes, con —pero si con un foco en este lugar—,
las cuales, niños y adultos hacen boli- para monitorear la cocción de pan. Un
tas (bolean) que van acumulando para miembro de la familia es comisionado
realizar la base del pan. mientras tanto, para hornear, es decir, vigilar la cocción
otros miembros de la familia engrasan del pan, para lo que saca y mete con la
las latas (charolas) y colocan las bolitas, pala las latas con el pan; las va acercan-
mismas que aplastan hasta formar una do o alejando de la leña y, si es necesa-
circunferencia pequeña y gruesa. Unos rio, voltea los panes pieza por pieza para
más hacen canillas y bolitas más peque- que reciban calor de manera uniforme.
ñas que montan sobre las circunferen- El proceso por cada tanda de pan puede
cias de masa de trigo, algunos llaman a llevar entre 20 a 30 minutos, depende de
estas piezas los huesos y la cabeza del la cantidad de latas que pueda albergar
difunto. Por último, barnizan con huevo el horno.
las hojaldras y les espolvorean ajonjo- Los panes recién horneados son co-
lí. Claribel Mendoza, una joven de 25 locados en cestos o en cajas de cartón
años, narra cómo vive la hechura de pan con papel de estraza para que se enfríen,
en su familia, al tiempo que su rostro es- al tiempo que la casa empieza a perfu-
boza una amplia sonrisa. marse con el aroma del pan. El grupo
doméstico no interrumpe el labrado de
Todos hacen el pan, desde los más pe-
pan, al salir las primeras hojaldras, entra
queños hasta el más grande cooperan.
la siguiente tanda de latas. Algunas fa-
Antes hacíamos pan en casa de la fami-
lia Flores. Era divertido, como estába-
milias ponen música, bromean mientras
mos pequeños nos ponían hacer bolitas hacen su pan y recuerdan a sus difuntos,
de masa, a poner ajonjolí, a limpiar las sobre todo a los abuelos y padres que
charolas, todos teníamos una actividad les enseñaron a preparar las hojaldras
su mole y sus tamales, que sus dulces Mi primo, quien me enseñó hacer pan
de tejocote, camote, calabaza. En pro- para Todos los Santos, en paz descan-
medio se hacían 15 kilos de pan, por- se, me decía los kilos de harina y los
que venía su familia por pan. Mi mamá tantos de manteca que debía llevar, por-
se llamaba María Aguilar y mi papá que antes el pan se hacía con manteca.
Marco Lumbreras Cruz. Yo ahora hago Pero él me aconsejaba que mejor usara
pan con una muchacha que me viene la mantequilla. Él me dio las cantidades
ayudar. Yo hago pan para mis sobrinas para 5 kilos, 7 kilos o 10 kilos, él me
y para mi familia que viene de Méxi- enseñó. Me decía, le echas naranja o
co y viene mi hermano de Puebla. Yo suficiente canela o vainilla. Nosotros le
también hago 15 kilos y lo que salga echábamos rayadura de naranja, la que
de pan lo comparto. Aquí vienen mis le daba más sabor. Me decía que batie-
familiares, esta es la casa grande, era ra bien la mantequilla para que saliera
la de mis papás y a mí me la dejaron. bien el pan. Con mi primo aprendí todo
Aquí se reúne toda la familia en Todos el proceso y yo les enseñé a mi hijo y a
Santos. Vienen por su pan, por sus dul- mi nuera […] Ahora ellos lo preparan y
ces y por todo. Porque yo les hago sus yo solo veo, ya no meto las manos.
tamales y su mole.
La señora Aurora menciona que el horno
Los abuelos y padres han sido los agen- donde actualmente hacen pan, lo man-
tes encargados de transmitir los cono- dó a hacer su finado suegro hace más de
cimientos en torno al compromiso de cincuenta años, donde su también falle-
alimentar a los difuntos a través de las cido marido horneó por muchos años el
ofrendas de primera vez y las ofren- pan para las ofrendas, y ahora su hijo
das anuales. La hechura de pan de tri- resguarda el horno y la práctica con su
go mantiene vigente en la memoria del esposa, hijas, nietos y yernos.
grupo doméstico la presencia del abue-
lo, abuela, padre, madre, hermana (o),
tía(o), prima (o) que compartió en vida Reciprocidad entre vivos y muertos
los conocimientos, el trabajo, la energía
vital, el respeto y la reciprocidad con los De acuerdo con los anteriores datos em-
familiares que se fueron al más allá. La píricos, la reciprocidad es un constructo
participación colectiva y el conjunto de social que requiere de ingredientes tales
técnicas, recetas, hornos, utensilios y como el trabajo, la fuerza-energía vital,
consejos aprendidos recrean las prácti- la organización social y de las relacio-
cas rituales que los antepasados hereda- nes de intercambio entre los muertos, el
ron a los tepeyanquenses, La señora Au- grupo doméstico y la comunidad tepe-
rora Juárez Torres, de 88 años, todavía yanquense. Catharine Good y sus plan-
recuerda cuando su primo le enseñó a teamientos en torno a la Lógica Cultu-
preparar hojaldras y pan de burro. ral nahua y sus principios generadores.
que, en primer lugar, el número mayor Meter el arado. Voltear, abrir y ta-
de personas que renta está integrado por par. Los trabajos previos a la siembra
mujeres y, en segundo, por gente de la
tercera edad. Los trabajos preparativos para la siem-
La figura del rentista2 es de suma im- bra se realizan aproximadamente 20
portancia para el funcionamiento de este días antes de la declaración de la fecha
sistema, su principal aporte es inyectar de siembra por parte del ingenio. Dicha
recursos monetarios para los trabajos e declaratoria se hace a través del inspec-
insumos; aunado a esto tiene la posibi- tor de campo, quien se encarga de coor-
lidad de dinamizar el mercado laboral al dinar la agenda de trabajo entre el inge-
demandar peones y administradores de nio y los diferentes campos de su área
siembra, estos últimos también llama- correspondiente.
dos encargados. Un punto importante Aun cuando algunos campesinos
que destacar aquí es que el trato entre pueden iniciar sus labores antes de la
arrendatario y rentista se cierra con el declaratoria, es a partir de esta que los
pago de la renta de manera inmediata trabajos se intensifican. Meter el arado
o con la promesa de formalizar el pago es la expresión que se utiliza cuando se
cuando el ingenio pague la producción. requiere arar la tierra, esto puede hacer-
Estos plazos pueden ser de meses o años se mediante un tractor o una yunta de
y son comunes en este tipo de acuerdos. animales de tiro. Existen tres tipos de
La confianza a la hora de cerrar los trabajos que se realizan con el arado,
tratos entre propietario y rentista es de son: voltear, abrir y cerrar. Voltear con-
suma importancia durante esta etapa del siste en pasar una cuchilla que desapa-
proceso, pues garantiza que se mantenga rece los surcos; abrir es volver a formar
la producción de caña, ya que sin exis- los surcos; y tapar es hacerlos más altos.
tir recursos de manera inmediata el trato Para quitar el exceso de hierba se recu-
se cierra. La confianza no es ciega, esta rre a voltear y dejar que la tierra se oree
se basa en los principios de la reciproci- de dos a tres días. Estos trabajos pueden
dad. Las relaciones sociales, que vienen realizarse en cualquier etapa del ciclo de
de antaño, permiten a los campesinos la caña dependiendo de las necesidades
conocer la forma en que actuarían sus del cultivo.
pares ante este tipo de contratos, de esta Entre las principales actividades des-
experiencia la confianza está validada. tacan:
Entre los meses de julio y agosto es pro- insumos. Al mismo tiempo, y paralela-
bable que algunas parcelas tengan exce- mente, también se enfrenta a la burocra-
so de hierba y eso se debe a que no se cia estatal en la búsqueda de subsidios.
hizo una segunda aplicación de herbi- En definitiva, parte del modo de vida
cida, así como a las lluvias propias del campesino, es la capacidad que tiene
temporal. Para solucionar este problema, para articularse con diferentes actores: la
el productor, contrata a tres trabajadores empresa privada, las autoridades munici-
por hectárea durante una semana para pales y el Estado.
que limpien de maleza, a esto se le deno-
mina el roce.
La cosecha: el corte, la quema y el
acarreo
Referencias
Resumen
I analyze the traditional diet of these Guerrero.2 La idea de este trabajo surgió
Nahua peoples, taking as a model the de las numerosas conversaciones que he
proposal called “The milpa diet”. This tenido con Catharine Good Eshelman
analysis has allowed me to think criti- como su alumna y colaboradora en los
cally about the national food system in estudios etnográficos-históricos sobre la
Mexico and rethink the definition of comida (Good y Corona, coord. 2011).
“well-being”. Para desarrollar el presente artículo ade-
más de realizar la revisión de las publi-
Keywords: Food and Health, Guerrero caciones sobre esta región, realicé varias
Alto Balsas, Traditional Diet. entrevistas con Catharine Good para ex-
plorar aspectos específicos y actualizar
la información que ha publicado sobre
Introducción la comida entre los nahuas. Durante las
entrevistas la investigadora me brindó
El objetivo de este trabajo es analizar as- importantes observaciones y reflexiones
pectos puntuales del sistema alimentario sobre el sistema alimentario de los na-
en México y reflexionar sobre una defi- huas que ha estudiado en relación con
nición de bienestar, a partir del diálogo los cambios que ha observado, mismas
entre la etnografía y una propuesta para que podrían ser útiles para posibles pro-
la dieta de la milpa desde la nutrición yectos a futuro en otras regiones.
clínica. Busco contribuir a una serie de Divido este texto en tres partes: en
trabajos que tanto antropólogos como la primera, presento tres estrategias de
nutriólogos han realizado sobre los sis- origen prehispánico importantes para
temas alimentarios de los pueblos indí- la obtención de alimentos que siguen
genas de México,1 a partir de caracterís- vigentes entre los nahuas del Alto
ticas y problemáticas empíricas. Utilizo
como fuente el estudio de caso de las
prácticas alimentarias de un grupo de
2. Desde 2016 planeamos redactar un artículo
comunidades nahuas del Alto Balsas de en coautoría; para este número especial de Mira-
da Antropológica decidimos que esta autora reto-
maría el proyecto incorporando material de entre-
vistas a los datos de trabajos publicados. Good ha
estudiado una región conformada por 22 pueblos
nahua hablantes, que define como “la región etno-
gráfica del Alto Balsas” en el estado de Guerrero,
1. Trabajos recientes que abordan este tema con énfasis especial en los pueblos de Ameyalte-
incluyen Bertran Vilá (2005, 2013); Magaña pec y San Agustín Oapan (1988). Mi primera for-
González y Sevilla García (2012); Guzmán Flo- mación como nutrióloga permitió que viera en esta
res (2013); Adame Cerón (2013); Camou Healy etnografía de larga data y gran profundidad no
(2013), Martínez-Almanza & Limón-Aguirre solo alimentos, sino nutrimentos, balances ener-
(2018); Gomez Delgado y Velázquez Rodríguez géticos, biodisponibilidad y otros temas comunes
(2019). en la nutrición clínica.
quelite se prepara hervido con muy poca como un modelo saludable de alimenta-
agua, se adereza con limón y sal para co- ción de origen mesoamericano, que in-
merse acompañado de tortillas y salsa. cluye alimentos externos adoptados por
Todos los productos de las huertas son la cocina tradicional mexicana, combi-
para autoconsumo, intercambio, y en nados de forma saludable. El resumen
ocasiones una parte se vende en pueblos gráfico de la propuesta se muestra en la
vecinos. figura 1.
Es importante mencionar que, ade-
más de los textos de la Catharine Good
Los alimentos variados entre nahuas citados aquí, para este apartado ha sido
de Guerrero hoy, desde la perspecti- necesario completar la información con
va de la dieta de la milpa algunas fuentes secundarias y principal-
mente con varias entrevistas realizadas
A partir de analizar los sistemas ali- con ella en septiembre, octubre y di-
mentarios de tradición mesoaméricana ciembre de 2019.5 A continuación, parto
se elaboró la propuesta de orientación de las categorías de la propuesta de la
nutricional denominada “La Dieta de Dieta de la Milpa y lo que recomienda
la Milpa. Modelo de Alimentación Me- para cada uno de los aspectos que in-
soamericana Saludable y Culturalmente corpora; comparo estas consideraciones
Pertinente” (Almaguer González, et al, con la información sobre como cubren
2016). En ella los autores proponen el en su alimentación los nahuas.
consumo de alimentos culturalmente
pertinentes y aclaran que, además de
la información científica actualizada,
tomaron en cuenta el entorno regional
concreto y rescatan muchas de nuestras www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/medi-
tradiciones culinarias y modo de vida. cina-tradicional-y-desarrollo-intercultural), esta
dirección fue creada en agosto de 2002 en el con-
En esta propuesta sus autores recuperan,
texto al reconocimiento a la diversidad cultural y
sistematizan y ordenan los aportes de su trabajo ha sido: “definir e impulsar la política
dietas de tradición mesoamericana, para intercultural en la oferta de los servicios institucio-
presentarlos como un modelo coherente nales, con una visión acorde con las expectativas
de la sociedad en un marco de respeto y promo-
e integral que pueda ser aplicarlo en be- ción de los derechos humanos, la perspectiva de
neficio de la salud de la población mexi- género y una visión innovadora que promueve la
cana. La propuesta fue elaborada por interrelación con la medicina tradicional mexicana
y las denominadas Medicinas Complementarias,
la Dirección de Medicina Tradicional presentes en la preferencias de la sociedad”. Uno
y Desarrollo Intercultural,4 y se define de sus programas es Atención a la Salud de los
Pueblos Indígenas.
5. Agradezco a la Dra. Good las entrevistas, la
4. De acuerdo con la página web de la Se- lectura de los borradores de este texto y todas las
cretaría de Salud del Gobierno de México (https:// sugerencias que hizo para mejorarlo.
local o regional que no hayan sido mieran. Aun hoy compran a veces
alimentados con productos indus- pescado salado en los mercados del
triales. En el caso de los lácteos, estado de Guerrero que preparan en
pueden consumirse dos veces por caldo de chile rojo, en mole verde
semana o menos, evitando los in- de semilla, o asado en las brasas.
dustrializados. Finalmente, se men- Ahora hay menos pescado y de me-
ciona que debe evitarse la carne nos variedades en el río, actualmen-
roja y no consumir embutidos. te encuentran sobre todo mojarras
2. Comida entre los Nahuas. El maíz que preparan en caldo de chile con
y el frijol son alimentos centra- cilantro y limón.
les en su dieta, además, consumen En cuanto a alimentos de ori-
amaranto y semillas de guaje. Ellos gen animal, tradicionalmente la
prefieren el maíz criollo, tanto para carne que consumían era la de los
la alimentación humana como de animales que criaban: aves de co-
sus animales aun cuando necesi- rral como las gallinas, en algunos
tan comprar maíz hibrido de Sina- pueblos había patos hasta finales
loa; en las tortillas como en otras del siglo pasado, y aún crían gua-
preparaciones el maíz se consume jolotes para consumo ceremonial.
nixtamalizado y cada familia las Otra importante fuente de proteínas
elabora en casa. De las fuentes de eran los cerdos; todas las familias
origen animal, los nahuas incluyen tenían varias marranas y crías en
en su dieta distintos tipos de carnes sus patios antes de la epidemia de
como cerdo, pollo y res, además de cólera a principio de la década de
pescados frescos y secos, aunque se 1990. Mataban a los cerdos para
han reducido las variedades dispo- uso familiar o redistribuciones en
nibles. A los nahuas de esta región ocasiones importantes como fies-
les gusta el pescado seco, antes lo tas, rituales, bodas, bautizos, cons-
traían de la Costa Chica de Guerreo trucción de casas o regalos de ropa.
a donde viajaban como comercian- Una vez a la semana alguna familia
tes de sal; también secaban al sol y mataba un cerdo para vender una
con sal pescados grandes que ob- parte de la carne y la manteca. Las
tenían del río Balsas, mismos que familias que viven en las orillas de
han ido desapareciendo desde la los pueblos todavía crían marranos
década de 1970. Guardaban el pes- que utilizan para consumo ritual,
cado seco hasta un año en costales y otras familias crían chivos que
de yute en sus casas, y otras veces empiezan a sustituir a los puercos.
colgados de las vigas del techo en Eventualmente matan una res, que
cadenas de palma, para evitar que se procesa de la misma forma que
perros, gatos o ratones se lo co- siempre: secan la carne al sol con
que endulzaban con azúcar de caña La mayor parte del agua que to-
especialmente en las fiestas. A fi- man actualmente las personas es de
nes de los años setenta abrieron la garrafón y ya no de los pozos, este
brecha para poner el camino y los cambio se dio por la epidemia de
primeros en llegar a estos pueblos cólera que ocurrió a principios de
fueron los camiones de refrescos, 1990, momento que aprovecharon
el consumo de estos productos se las compañías refresqueras para
disparó durante la década de 1980, introducir la venta de agua embo-
pero se niveló en los años noventa tellada que finalmente desplazó
por la introducción de agua embo- al agua de pozo. Algo importante
tellada y porque la diabetes ya em- que Good ha observado es que en
pezaba a detectarse y es un proble- los rituales el agua embotellada de
ma de salud en toda la zona. En las medio litro puede sustituir a los
visitas más recientes de la investi- refrescos. Recientemente varias fa-
gadora, a fines del 2019, supo de milias están retomando el consumo
varias personas de alrededor de 50 de agua de pozo porque les gusta
años, que habían fallecido reciente- el sabor, y durante fiestas y rituales
mente a causa de esta enfermedad, o en las ofrendas se ha disminuido
y me comentó que en general no la presencia de refresco y cerveza.
está controlado en la región, aun- En el caso de esta región los
que todo el mundo se preocupa por originarios no consumen aguamiel
sus efectos. ni pulque, en la zona no hay ma-
Actualmente el consumo de re- gueyes. En su dieta es importante
fresco sigue siendo elevado, pero mencionar bebidas como el choco-
no se han introducido refrescos sin late –especialmente en las bodas y
azúcar, aunque los nahuas los co- ofrendas para los difuntos– y los
nocen porque los han visto en las atoles, estos últimos pueden ser
ciudades.6 Algunos de los diabéti- dulces o salados. Los atoles se con-
cos, preocupados por su situación, sumen principalmente en época de
cuando les ofrecen refrescos en al- lluvias vinculados al trabajo agrí-
guna visita, boda o fiesta, piden que cola y se preparan con masa y agua.
mejor les den agua simple. Son pocos los atoles que inclu-
yen fruta. Hay uno, por ejemplo,
que solo se prepara con agua y
6. Si bien los refrescos dietéticos reducen el
consumo de azúcares sencillos que son el prin-
maíz de preferencia azul, cuando
cipal problema para las personas diabéticas, se toma este atole se acompaña de
dependiendo de la cantidad consumida podrían pedacitos de piloncillo que se po-
ocasionar otros problemas como daño al esmalte
nen en la boca para endulzar el ato-
dental, problemas en el metabolismo del calcio y
otros más por sus componentes químicos y acidez le que se va bebiendo. Un atole ri-
para la obtención de sus alimentos nos cionales, gira en torno a una perspectiva
refiere Good que muy recientemente han que plantea que el organismo humano
incorporado a pequeña escala insumos requiere incorporar y producir un míni-
industriales y químicos, de manera que mo de compuestos químicos para man-
hasta hace poco tiempo sus alimentos de tener sus funciones y permitir en su caso
origen local no contenían elementos quí- su crecimiento y desarrollo. La nutrición
micos añadidos, ni durante los cultivos clínica parte de los principios de la me-
o crianza de animales, esta situación ha- dicina alópata occidental, y si bien ha
bía permitido evitar el consumo de estas ido incorporando aspectos psicológicos,
sustancias que se ha comprobado como ambientales y sociales en sus propuestas
tóxicas y de esta manera han sido meno- y recomendaciones, continúa mante-
res los factores de riesgo de sufrir enfer- niendo una visión del individuo autóno-
medades relacionadas con ellos como es mo que decide su consumo, y una visión
el cáncer. de la salud que busca mantener lo más
Además, vale la pena mencionar que posible la juventud y la funcionalidad
el estilo de vida que llevaban los nahuas, del organismo, a través de distintas es-
hasta hace poco, les permitía mantener trategias incluida la medicación.
una actividad física que en general era A diferencia de la visión en la que se
adecuada para mantener un buen estado enmarca la nutrición clínica, los nahuas
de salud, sumado al respeto a sus ciclos del Alto Balsas de Guerrero, al igual que
de sueño y otros aspectos que desde la otros pueblos de tradición cultural me-
medicina occidental se consideran nece- soamericana, tienen conceptos diferentes
sarios para mantener la salud. sobre el trabajo, la comida y el bienestar.
Es importante mencionar que la ac- En este sistema de pensamiento, estudia-
tividad física forma parte de lo que los do a profundidad por esta investigadora
nahuas definen como trabajo y, por lo (2005) el trabajo es el mecanismo por el
tanto, no solo es una forma de gastar cual personas, plantas, animales y otras
calorías, sino una manera de transmitir entidades interdependientes interactúan
la energía vital y el amor con lo que se y contribuyen al equilibrio del universo,
establecen y mantienen los vínculos so- permiten y propician el flujo de la ener-
ciales. En términos clínicos la actividad gía vital que mantiene la vida corporal, y
física, entre otras cosas, permite con- el amor que mantiene la vida social. Este
servar en forma la masa muscular cor- flujo se da a través de innumerables ac-
poral y genera neurotransmisores como tas de reciprocidad en un complejo siste-
las endorfinas que da una sensación de ma de intercambios directos e indirectos,
bienestar. que no siguen los parámetros cualitati-
La propuesta y recomendaciones que vos y cuantitativos del sistema comercial
hace la nutrición clínica, tanto para los capitalista. Sin embargo, los cambios
individuos como para los grupos pobla- inducidos por el proceso de moderni-
100 Año 14, No. 17, 2019, pp. 82-100 • MIRADA ANTROPOLÓGICA
ALIMENTACIÓN TRADICIONAL INDÍGENA
Y NUTRICIÓN. UN ESTUDIO DE CASO
Resumen
MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 14, No. 17, 2019, pp. 101-118 101
Alimentación tradicional indígena y nutrición Velázquez Galindo Y., Gabriel Peralta Tania C.
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largo plazo. Sin embargo, existen otros los recursos alimentarios, así como las
modelos de alimentación cuya base pro- técnicas para aprovecharlos, han desapa-
teínica descansa en alimentos de origen recido y otros se encuentran en riesgo de
vegetal que generan una huella hídrica y desaparecer al haber caído en desuso; al-
ecológica mucho menor, por ello, como gunos otros son conservados y continúan
afirma Messer (2006) las características siendo puestos en práctica.
del modelo que es elegido como base es En México, tanto estos sistemas de
fundamental para establecer los paráme- conocimientos como los recursos na-
tros de escasez. turales asociados al territorio indígena,
Como es posible observar, los crite- que se conservan gracias a su aplicación,
rios de crisis están establecidos y dise- integran el patrimonio biocultural de los
ñados para poner en riesgo una forma pueblos indígenas que incluye tanto a los
de alimentación que se ha impuesto agroecosistemas tradicionales como a la
como dominante a través de múltiples diversidad biológica domesticada, con
vías. Sin embargo, existen otros mode- sus respectivos recursos fitogenéticos
los de alimentación que, si bien no son desarrollados y/o adaptados localmente
hegemónicos, también son saludables y (Boege, 2008).
que pueden ser vistos como alternativas Gracias a la resistencia cultural de
viables para enfrentar las problemáticas estos pueblos, el valioso y sustentable
actuales, no solo porque cumplen con las sistema de milpa se ha conservado a
características de la dieta correcta, sino pesar de las políticas gubernamentales
porque forman parte de formas de pro- emprendidas durante la década de 1980,
ducción sostenibles4 como son los mode- cuando de manera radical se prohibía
los de alimentación que, históricamente, sembrar mediante este policultivo a
tienen su base en alimentos de origen riesgo de no recibir apoyos para la pro-
vegetal. ducción. Finalmente, la milpa ha sido
Este es el caso de la alimentación de validada científicamente como un agro-
los pueblos indígenas mexicanos, ac- ecosistema tradicional con grandes ven-
tualmente gran parte de los saberes an- tajas productivas que permiten potenciar
cestrales sobre el aprovechamiento de el rendimiento y generar resiliencia de
los cultivos ante perturbaciones exter-
ción de un vaso de leche es de 200 litros de agua, nas (Ebel, R. Pozas-Cárdenas, J.C. et al,
para producir un huevo es de 135 litros y para pro- 2017, p. 49-60). Y no solo ello, sino que
ducir un trozo de carne de res (bife) es de 7000 genera las condiciones adecuadas para la
litros. Tomado de http://www.fao.org/assets/info-
graphics/FAO-Infographic-Virtual-Water-es.pdf
aparición, en ella, de otro tipo de plantas
4. La producción sostenible es aquella que se comestibles, como los quelites.
puede mantener por largo tiempo sin agotar los
recursos naturales o causar grave daño al medio
ambiente por tener un bajo impacto hídrico y eco-
lógico.
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tre los 19 grados 39’ de latitud norte y 1 616 habitantes.9 La población está re-
los 96 grados 51’ de longitud oeste; ocu- gistrada con alto grado de marginación
pa una extensión territorial de 123.38 y se considera indígena,10 sus habitantes
km en las estribaciones de la Sierra de –aunque han dejado de hablar la lengua
Chiconquiaco entre el Eje Neovolcánico totonaca– poseen una identidad propia
transversal y la Sierra madre Oriental. que se expresa en sus celebraciones re-
Las principales elevaciones del munici- ligiosas, en sus prácticas colectivas y en
pio son: Naollintepec, el cerro Esquimi- sus sistemas de toma de decisiones.
te, el cerro del Platero y Loma Alta, su Hay un jardín de niños, escuela pri-
topografía está compuesta por lomeríos maria, telesecundaria y telebachillerato
con laderas pronunciadas de 30 a 40 gra- que imparte sus clases en cabinas mó-
dos, y barrancas con una inclinación de viles. La mayoría de los jóvenes que
50 a 70 grados. deciden seguir sus estudios asisten al
El clima es templado húmedo con bachillerato en la cabecera municipal de
lluvias todo el año, con una temperatura Naolinco y siguen sus estudios profesio-
media anual de 18 grados y una preci- nales en Xalapa.
pitación media de 1 640 mm. La vege- La población se dedica a la agricul-
tación predominante –actualmente solo tura de temporal11 con base en el sistema
en zonas de difícil acceso– es el bosque de milpa que se efectúa de manera tra-
mesófilo de montaña o bosque de niebla. dicional –utilizando la coa y el mache-
El municipio pertenece a la cuenca del te–, a la manufactura de calzado y, en
río Actopan. El río Naolinco, afluente algunos casos, a la engorda de ganado
del río Actopan, lo recorre de noroeste y a la prestación de servicios. También
a sureste, formando las cascadas cono- se emplean de manera temporal como
cidas como “la Cueva”, “la Cazuela” y trabajadores de la construcción en ciu-
“el Salto de la plata”. Durante las épocas dades cercanas, muchos de ellos han
de mayor precipitación fluvial, entre los migrado a la ciudad de México. Desde
meses de junio a septiembre, es posible la última década, otros han migrado a
observar arroyos y riachuelos tempora- algunas ciudades de los Estados Uni-
les. dos, aunque este flujo migratorio se ha
La localidad de San Marcos Atexqui-
lapan se encuentra a una altitud de 1 758
9. inegi, Resultados Censo 2010 Estado de
m, está a 15 km de la cabecera munici- Veracruz consultado el 8 de noviembre del 2017
pal de Naolinco y 30 km de la ciudad en: http://www3.inegi.org.mx/sistemas/iter/default.
de Xalapa, poblaciones con las cuales aspx?ev=5
10. inegi, Catálogo de localidades indígenas
se comunica a través de servicio de 2010 consultado el 8 de noviembre del 2017 en
transporte colectivo. De acuerdo con los http://www.cdi.gob.mx/localidades2010-gobmx/
datos del inegi para 2010 contaba con 11. Bajo el sistema de la milpa, la mayoría.
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detenido en los últimos dos años debido Sin embargo, fue llamativo observar que
a la inseguridad reinante. muchos de los ancianos de la localidad
La dinámica familiar sanmarqueña mayores a los 70 años, mantienen una
se desarrolla bajo el modelo mesoame- estructura física delgada y saludable,
ricano. El grupo doméstico –en su gran así como una gran movilidad corporal
mayoría– integra a varias generaciones, lo que les permite continuar siendo pro-
con distintos fogones dentro de un mis- ductivos hasta edades muy avanzadas.
mo terreno de uso colectivo, que sigue Durante las primeras entrevistas se bus-
un patrón de residencia patrilineal con- có identificar dietas comunes en la loca-
formado de la siguiente manera: la casa lidad que correspondieran a los distintos
donde habitan los abuelos paternos y grupos familiares, sin embargo, cada
los hijos e hijas solteras, rodeada de los vez fue más evidente que más bien exis-
hogares de los hijos varones, sus respec- tían dietas distintas que correspondían a
tivas esposas e hijos, quienes están a la los diferentes grupos generacionales.
espera de la oportunidad de independi- Con base en la información obteni-
zarse y comprar un terreno para construir da a través de los talleres sobre cultura
su casa propia. El modelo de herencia se alimentaria podemos afirmar que la dis-
rige por la norma de que el último hijo ponibilidad de alimentos se encuentra
que se casa ya sea varón o mujer, cuida a vinculada al cultivo de la milpa –maíz,
los padres ancianos hasta que mueren y frijol, calabaza, chile–, a otros cultivos
hereda la casa paterna (Robichaux, 2002, locales como el haba y el chícharo y a
p.75). sus variados productos según el desarro-
Esta dinámica familiar permite que llo del ciclo agrícola.
los padres ancianos –muchas veces, bis- Los interlocutores más ancianos –
abuelos de la generación más joven– es- mayores de 70 años– señalaron que se
tén presentes en la vida de los miembros consume la flor del maíz y el elote tierno
de la familia extensa y que se genere una antes de convertirse en mazorca y cose-
convivencia cercana con ellos, lo que char los granos, las guías y hojas tiernas
fortalecía la hipótesis de que la transmi- así como la flor y la vaina tierna antes
sión de la cultura alimentaria de la pareja de cosechar el grano de frijol, se con-
fundadora fluyera, sin trabas, hacia las sumen las guías, hojas tiernas y la flor
parejas más jóvenes. Sin embargo, en el de la calabaza, sus frutos tiernos, madu-
caso concreto que se analiza no ocurre ros y sus semillas, el chile se consume
así. tierno y seco; de las habas se consumen
Al iniciar las visitas exploratorias fue
posible notar problemas de malnutri-
ción12 en adultos entre los 40 y 60 años. 40 y 60 años, a través de las entrevistas, algunas
expresaron problemas de salud asociados como
12. El sobrepeso es una expresión de la mal- diabetes e hipertensión que son monitoreados por
nutrición que era evidente en personas entre los el centro de salud cercano.
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las guías tiernas y las hojitas, las habas A mí me gusta mucho ir a ayudar a casa
tiernas y secas, igual que el chícharo. de los encargados de la fiesta…así es,
Estos productos se consumen preferen- pues me invitan…y qué remedio. Pero
temente hervidos, aunque los elotes, por me llena mucho estar cerca de la comi-
ejemplo, pueden consumirse asados y la da, allí me como un platito nomás, me
mayoría de las hierbas y flores pueden dicen “coma usted otro plato”, pero no
puedo. Lo que me regalan me lo traigo
cocinarse con un poco de manteca de
en una ollita y lo comparto con la fami-
cerdo, cebollín silvestre, chile y sal.
lia. Si me gusta, pero la carne me cae
De los productos del huerto, el cha- pesada, así aprendí a comer poquita car-
yote es el más versátil pues también se ne nomás y de preferencia acompañada
consumen las guías y hojas tiernas, los …con algo fuerte [bebida alcohólica]
frutos tiernos, los frutos maduros y la para que ayude a la digestión (mujer an-
raíz. También están disponibles –por in- ciana, 75 años, casada, bisabuela).
tercambio o venta– las frutas de tempo-
rada como el durazno, manzana y beren- Por su parte, al trabajar a través de talle-
jena, así como diversas hortalizas. Los res con personas pertenecientes al grupo
productos de recolección como los que- etario entre los 60 y 40 años, encontra-
lites y hongos están disponibles durante mos que si bien consume alimentos agrí-
la temporada de lluvias, también se con- colas de temporada porque “así apren-
sumen guisados, hervidos o asados. En dimos a comer cuando éramos niños”,
el monte se encuentran disponibles para reportan que, desde hace veinte años,
la caza las ardillas, conejos, liebres y ar- cuando se terminó el camino y hubo
madillos, estos animales son consumidos más dinero para comprar alimentos, el
asados y ahumados o en adobo. La carne consumo de productos industrializados
que se compra es la de pollo y cerdo. Las se volvió cotidiano. Actualmente los re-
personas mayores prefieren criar los po- frescos se han vuelto indispensables a la
llos que consumen, aunque refieren que hora de la comida, al igual que aceites,
cada vez es más difícil por la gripe aviar, saborizantes –como el consomé en pol-
para ellos los alimentos básicos son el vo–, azúcar, café instantáneo, enlatados
maíz, el frijol y el chile con esa base, –atún, sardina, chiles encurtidos, pan
pueden hacerse muchas combinaciones dulce empaquetado y galletas, sopa de
sabrosas de buena comida. En festivida- pasta y sopa instantánea, gelatinas–. La
des religiosas se preparan y consumen, comida que preparan generalmente in-
en colectividad, una gran variedad de ta- cluye el uso de aceite vegetal para prepa-
males y de guisados que incluyen salsas rar alimentos como los frijoles, el huevo,
con carne –pollo y cerdo–. Las personas la sopa de pasta y el arroz.
entrevistadas refirieron su gusto por par- La técnica de freído se utiliza de ma-
ticipar y consumir esos alimentos, pero nera recurrente para elaborar tacos do-
sin excesos. rados, chiles rellenos capeados, tortillas
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tostadas en aceite y algunos antojitos Fue muy interesante notar que en este
como las empanadas de maíz rellenas y segundo grupo etario las madres jóvenes
las tapaditas de frijol o papa. La carne daban preferencia a los alimentos adicio-
que consumen en los guisados es, prin- nados –artificialmente– con vitaminas,
cipalmente, pollo de granja que llevan calcio y hierro sobre los alimentos fres-
diariamente a vender a la localidad y car- cos y naturales, a los que consideraban
ne de cerdo. Esta generación es la más menos nutritivos:
afectada por la malnutrición expresada
en sobrepeso y enfermedades asociadas. Me dicen en la casa, los mayores, que
Al dialogar con las madres de familia, no está bien que los niños tomen leche
nos contaban sus estrategias para hacer de caja, porque es pura agua con sabori-
cambios en la alimentación que les per- zante, pero yo pienso que es buena por-
mitiera recuperar la salud o, al menos, que dice la etiqueta que tiene vitaminas
mantener controladas sus enfermedades. y calcio. Además, si no fuera buena el
gobierno no dejaría que la anunciaran
Por su parte, el grupo etario de per-
en la tele (mujer, 30 años, madre de hi-
sonas menores de 40 y hasta los 25 años
jos pequeños).
si bien continúan consumiendo maíz y
frijol como base de la alimentación, han
Como parte del trabajo posterior y ya con
incluido a sus dietas el refresco, aunque
apoyo en entrevistas antropológicas13
lo toman con moderación –pues han
propusimos indagar un poco más sobre
visto las consecuencias en sus padres–
la forma de alimentación de las personas
buscan alimentar a sus hijos con nuevas
mayores y cuestionar porqué los grupos
recetas como la soya, ensaladas de ver-
etarios identificados no consumían los
dura y frutas, pero también forma parte
mismos alimentos que las personas más
de su consumo diario muchos alimentos
ancianas. Al hacer la primera pregunta
industrializados como el aceite vegetal,
una interlocutora del primer grupo res-
margarinas, yogures, dulces, jugos azu-
pondió lo siguiente:
carados, leche y cereales azucarados que
se venden en cajita, frituras, mayonesas, …mis abuelitos ya son bien grandes
enlatados como atún, sardina, chiles en- tienen más de ochenta años, pero están
curtidos; hay un gran consumo de em- muy fuertes. Ellos comen lo que siem-
butidos como salchicha y jamón que se bran: maíz, frijol, calabaza, chayote y
consume con pan de caja industrializado; chile, y los preparan cocidos al vapor,
pan dulce empaquetado y galletas, sopa hervidos, asados o crudos no les gusta
de pasta e instantánea y gelatinas. Estas lo frito. Yo pienso que a ningún abuelito
familias no acostumbran a dar a los niños
alimentos como hongos o quelites, pues 13. La información que citamos como produc-
to de las entrevistas ha sido elegida porque re-
afirman que “no les gustan” y que es un
presenta el pensamiento general del grupo etario
problema incluir verduras en sus dietas. entrevistado.
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le gusta lo frito, porque luego le ofrezco tas, ejotes, chayotestle, guías de chayo-
a mi suegro, que también ya está gran- te y hongos. Y lo comen preparado en
de, “coma usted un chilito relleno” y no guisados sencillos, pero bien sabrosos,
lo acepta, dice que es por la grasa, que como molitos, pipianes o encacahuata-
no está acostumbrado y que no le gusta. dos. ¿Sabe qué? tampoco les gusta el
Lo que si le gusta mucho es comer sus azúcar, beben atolitos de masa de maíz
tortillas de maíz criollo recién hechas a endulzados con un poco de piloncillo
mano acompañadas de frijoles, nomás o atolitos con sal, frijoles y picante. A
hervidos y con poca sal. Ah, pero eso mí me mandaba a volar mi abuelita –
sí ¡con una buena salsa de molcajete! que en paz descanse– cuando le daba el
(mujer 45 años, casada, con hijos ma- café muy azucarado hasta que entendí
yores de edad y nietos pequeños). que nomás le gustaba con muy poquito
dulce (mujer 49 años, casada, con hijos
Al cuestionar si ella, su esposo y sus hi- mayores de edad y nietos pequeños).
jos consumían o habían consumido las
mismas cosas que los abuelitos respon- Al cuestionar si ella todavía preparaba
dió lo siguiente: los platillos que consumían sus abue-
los, cuando era niña, señaló que algu-
…tortillas y frijol sí comimos y segui- nas cosas sí, como los pipianes, moles
mos comiendo, pero no les gustaba ni a y encacahuatados, también los atolitos
mis hijos ni a mi esposo que estén no- de masa, pero siempre azucarados pues:
más cocidos, más bien los comían gui- “…ya no nos gustan las cosas de sabor
sados, pero si aprendieron a comerlos simple”, pero que otras cosas como los
con xocoyoles o con “orejitas” de masa atoles de sal o los atoles agrios nunca los
de maíz. Calabacitas, chayotes y otras había preparado, de hecho, señaló “¿sabe
verduras si se las comían, pero acompa- qué? le voy a preguntar a mi mamá, aho-
ñando guisados con huevo, carne o con
ra que todavía está con nosotros, cómo
pipianes, nunca solas porque su sabor es
se hacen” (mujer 49 años, casada, con hi-
simple” (mujer 45 años, casada, con hi-
jos mayores de edad y nietos pequeños). jos mayores de edad y nietos pequeños).
Al cuestionar sobre el tipo de alimen-
Al cuestionar a otra interlocutora del tos de origen animal que los ancianos
mismo grupo etario sobre la comida que consumen, una interlocutora del segun-
consumen las personas mayores ella se- do grupo etario señaló:
ñaló:
Mis abuelitos si comen tamales con
carne de cochino o de pollo, pero son
No, de veras, no les gusta lo grasoso ni
bien delicados, no les gusta como sabe
lo frito. Tampoco les gusta la leche, es
que ellos siguen comiendo lo que co- la carne de animales que no engordaron
con maíz. Luego, luego dice mi abuela
mían de niños: sus frijoles hervidos, sus
“este es de granja, no está sabroso” ¡Yo
quelites, sus chayotes, elotes, calabaci-
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PRÁCTICAS ALIMENTARIAS EN MÉXICO
Y EL PAPEL ESTRATÉGICO DE LOS
MERCADOS Y FERIAS CAMPESINOS
FOOD PATTERNS IN MEXICO AND THE STRATEGIC ROLE OF
PEASANT MARKETS AND RELIGIOUS FAIRS
Resumen
MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 14, No. 17, 2019, pp. 119-142 119
Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
cal markets and annual religious fairs in que producen, acaparan y comercializan
peasant and indigenous regions shows productos agrícolas a escala mundial.
how ecological sustainability and dee- Estas mismas están estrechamente vin-
ply rooted food preferences have been culadas con las compañías que proce-
maintained, despite the aggressive pro- san los alimentos industrialmente para
motion of industrially processed foods. venta masiva. Sus nuevos productos
The text uses the example of local mar- se caracterizan por altos contenidos de
kets to stimulate new studies on these grasas, sal, harinas refinadas, azúcares
topics in Mexico today. e insumos químicos como saborizantes
y conservantes. Su agresiva promoción
Keywords: Markets, Religious Festi- ha transformado la oferta de alimentos,
vals, Mexican Peasant Economy. sobre todo en zonas urbanizadas, como
resultado se ha reducido o desplazado
el consumo de muchos alimentos de
Introducción origen mesoamericano. Estos cambios
coincidieron con el dramático desplome
La expansión del modelo neoliberal en- en los salarios reales y el nivel de vida
tre 1982-2018 impactó profundamente general de la población desde 1982.
los patrones de alimentación en Méxi- Las consecuencias para la salud de
co, sobre todo después de la entrada en un proyecto económico que conllevó a
vigor del tlcan (Tratado de Libre Co- la imposición de nuevos patrones de ali-
mercio de América del Norte) en 1994. mentación han sido ampliamente denun-
Una de las consecuencias más sobresa- ciadas. En 2020 México vive una crisis
lientes de este acuerdo internacional1 ha de salud pública con alarmantes índices
sido la destrucción del modelo agríco- de obesidad adulta e infantil, diabetes,
la adoptado después de la Revolución malnutrición y enfermedades cardiovas-
Mexicana; este priorizaba la autosufi- culares crónicas.2 Afecta a todos, pero
ciencia en alimentos básicos y apoyos especialmente a los grupos que han sido
para el sector campesino y para media- alejados de las prácticas y conocimien-
nos y grandes empresas agropecuarios tos de la dieta mesoamericana; esta se
nacionales, especialmente en el norte basa en la milpa y otros alimentos com-
del país. Los principales beneficiarios plementarios obtenidos del campo, de
del cambio en la política económica los bosques y de pequeñas unidades que
hacia el campo al final del siglo xx han crían aves y animales.
sido las corporaciones multinacionales
2. La pandemia covid-19 ha hecho muy visible
1. Actualmente se conoce como t-mec (Trata- el costo social de estos cambios en la alimenta-
do México, Estados Unidos, Canadá), después de ción; véase Conferencia de prensa 4 abril 2020
nuevas negociaciones con el Gobierno de Trump en https://www.youtube.com/watch?v=c5Y0aT-
entró en vigor en julio 2020. 45mxw
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
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los tipos de transacciones que se reali- que formó su propio municipio e inició
zan, por ejemplo, áreas especiales para una plaza el domingo. Amayuca tiene un
trueque. pequeño mercado municipal que funcio-
Como ejemplo considero un ciclo na a diario, pero me han reportado que
de mercados semanales en el oriente de su día es el jueves. Yecapixtla tiene un
Morelos: Conocí estas plazas durante mercado grande el jueves y otro mer-
mis primeras experiencias de trabajo de cado especializado en ganado el lunes,
campo entre 1974 y 1976 con investiga- mientras su vecino Tetela del Volcán
dores del entonces Centro Regional Mo- realiza su mercado los martes. Algunos
relos-Guerrero del inah. Hoy continúan comerciantes y compradores que siguen
y han crecido en el espacio físico que estas plazas pueden eventualmente vin-
ocupan, en números de vendedores, en cularse con plazas en pueblos del norte
la variedad de los productos disponibles del estado, entre ellos Tlayacapan los
y en el número de compradores. El ciclo jueves y sábados, Tepoztlán los domin-
está conformado por las plazas de Jona- gos y miércoles, Ozumba en el estado de
catepec y Zacualpan los días domingo y, México, o hacia el sur a Izúcar de Mata-
más recientemente, el pueblo de Temoac moros, Puebla los lunes.
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
Al considerar estos datos, vimos que se hoy en día y parece estar en expansión
solapan los territorios de los diferentes el trueque, junto con la venta de produc-
ciclos semanales, formando cadenas de tos por dinero. En estas redes de trueque
pueblos que se articulan en otros ciclos circulan artículos locales de los mismos
semanales. Por ejemplo, Zacualpan, productores y bienes manufacturados
Morelos, se considera parte periférica comprados para trocar (véase García Es-
de un ciclo centrado en el estado de Pue- parza, 2018); este tema requiere mucha
bla con los mercados de la Purísima en más investigación. En todos los merca-
Tehuacán los miércoles y sábados, Te- dos se encuentran productos manufac-
peaca el martes y Acatzingo el viernes turados y ciertos alimentos y abarrotes
(véase mapa 2). Este grupo de mercados importados principalmente de China o
se caracteriza por la fuerte presencia del Estados Unidos, pero el comercio regio-
trueque que sigue muy intensamente nal es muy dinámico.
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orientación hacia el turismo, estos mer- canas se conserva en las ferias anuales
cados satisfacen las necesidades de los integrados en ciclos alrededor del ca-
habitantes del oriente de Morelos. En lendario festivo de la Iglesia Católica.
la venta de ciertos artículos de comida En dos periodos particulares las ferias
encontramos productores e intermedia- religiosas corresponden a actividades
rios y algunos puestos donde mezclan agrícolas y rituales: la Cuaresma, los
productos propios con otros revendidos. cuarenta días antes del domingo de la
Habría que investigar más sobre el peso pascua, cuando la época de calor y se-
económico relativo de estas mercancías quía está en su apogeo, antes del inicio
frente a los productos locales y regiona- de las lluvias y la siembra; y el periodo
les en estos mercados. entre la Fiesta de San Miguel el 28 de
Podemos ver, entonces, que los ci- septiembre, y Todos los Santos el 2 de
clos de mercados semanales en regio- noviembre, mismo que coincide con el
nes rurales son lugares importantes para inicio de la cosecha del maíz y el reti-
el intercambio y venta de productos, ro de las lluvias (véase Broda y Good,
adecuados a los gustos y valores en la coords. 2004). Otras ferias anuales se
alimentación local. Su importancia eco- relacionan con los días festivos de los
nómica es indiscutible, pero aquí quie- santos, Cristos y Vírgenes en pueblos o
ro enfatizar también las dimensiones santuarios donde acuden peregrinos de
culturales. En estas plazas originarios regiones y estados colindantes. Entre al-
de diferentes comunidades conviven, e gunas imágenes en México comúnmente
intercambian información sobre formas asociados con estas ferias y el culto agrí-
de producción, sobre las propiedades y cola puedo mencionar: la Virgen de la
calidad de los ingredientes y utensilios Candelaria (2 febrero), San Marcos (25
y sobre técnicas de preparación de la co- abril), San Isidro Labrador (14 mayo),
mida, pues los mismos vendedores ex- San Juan (24 junio), la Virgen de la Na-
plican cómo utilizar sus productos y a tividad (8 septiembre), San Miguel (28
veces comparten recetas. A diferencia de septiembre), San Francisco (4 octubre),
las grandes tiendas emblemáticas de la San Lucas (14-18 octubre), la Virgen de
modernidad, en estos mercados se esta- la Concepción (7-8 diciembre) y la Vir-
blecen relaciones sociales duraderas en- gen de Guadalupe (12 de diciembre).
tre comerciantes, y entre comerciantes y Las ferias anuales de este tipo tienen
sus compradores. Su estructura y lógica sus orígenes históricos en prácticas in-
es distinta a los patrones de consumo dígenas o campesinas coloniales con
del modelo recientemente impuesto en antecedentes prehispánicos. Alrededor
cuanto a la alimentación. de ellos existe una dimensión geográfi-
Características de las Ferias Reli- ca y regional de acuerdo con el lugar de
giosas Anuales. Otro espacio importante origen de los vendedores y las personas
para sostener las cocinas mesoameri- que asisten; se trasladan distancias ma-
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
yores que los vendedores en los merca- Los visitantes se quedan varios días y
dos semanales. Tanto las celebraciones duermen en alguna casa del pueblo an-
religiosas como las ferias comerciales fitrión o en el mismo espacio ferial. Esta
que se instalan alrededor de las iglesias devoción religiosa se realiza en paralelo
o santuarios duran entre 5 y 10 días; el con grandes ferias comerciales; los mis-
periodo de estancia de los peregrinos mos vendedores y compradores rinden
depende de la acción ritual que reali- culto a la imagen, unificando así los inte-
zan. Hay que distinguir entre las ferias reses económicos y el aspecto religioso
asociadas con santuarios dedicados a con la importancia cosmológica y espi-
imágenes veneradas por personas de lu- ritual de la feria. Además, a diferencia
gares lejanos, las fiestas patronales que de los mercados semanales, estas ferias
se celebran en honor a las imágenes de ofrecen oportunidades para otras diver-
la misma comunidad o sus barrios y las siones como juegos mecánicos, juegos
más recientes ferias organizadas por in- de azar, cantinas con venta de cerveza y
tereses comerciales o gubernamentales. otras bebidas alcohólicas, bailes y a ve-
Una serie de características son es- ces jaripeo de toros o prostitución.
pecíficas a las ferias religiosas anuales. Desde el punto de vista de la antropo-
Estas combinan la práctica de peregrinar logía de la comida, estas ferias son muy
para ver la imagen del santo, llevar pro- significativas por su gran oferta y deman-
mesas, o acompañar imágenes pequeñas da de comidas preparadas para alimentar
que anualmente visitan al santo princi- allí a otros vendedores, peregrinos, turis-
pal como parte de intercambios religio- tas y las mismas familias que acompa-
sos entre pueblos y regiones. ñan a los oficiales religiosos o cargueros,
danzantes y músicos y visitantes por día.
Hay una variedad de opciones para solu-
cionar la alimentación de puestos fijos,
semifijos y vendedores ambulantes. Se
ofrecen bebidas artesanales como aguas
frescas, tepache, tesgüino, chilate o teja-
te y el pulque. Igual que en el caso de los
mercados semanales hay puestos fijos
donde los vendedores regresan cada año,
puestos semi-fijos eventuales y ambulan-
tes que circulan libremente o tienden su
mercancía en el piso en diferentes partes
Foto 6: Imágenes de peregrinos con sus custo- del recinto ferial.
dios, en visita a la imagen de Santa Catarina,
Feria del martes santo, Huazulco, Morelos.
Aparte de la comida elaborada, en
Fotografía: Catharine Good E. las ferias se ofrecen muchos ingredien-
tes especializados y artículos de cocina
MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 14, No. 17, 2019, pp. 119-142 131
Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
para que los asistentes a la feria se surtan gan vendedores de sombreros, rebozos,
hasta el año siguiente. Entre estos pro- delantales bordados, huaraches y otros
ductos podemos mencionar sal y teques- artículos de ropa; las ferias les permiten
quite, cal, especias, semillas comestibles conseguir productos que utilizan a lo lar-
y para sembrar, pinole, pescado seco, jí- go del año.
caras, frutas de temporada, golosinas y A continuación, presento como ejem-
dulces artesanales. Así que los compra- plos ilustrativos dos ferias de Morelos, la
dores aprovechan de las ferias para apro- Feria de la Loma dedicado al Señor del
visionarse y para satisfacer un antojo Calvario, que se celebra en Mazatepec
pasajero. Un proyecto futuro podría se- en el sur poniente del estado el 5º vier-
guir estos productos dentro de las casas nes de Cuaresma y la Feria de Huazulco
campesinas para ver cómo se insertan en el oriente de Morelos que se celebra
dentro de sus platillos y cómo afectan su el martes de la Semana Santa. Como su-
alimentación en general. cedió con los mercados campesinos, co-
Finalmente, las ferias anuales como nocí ambas ferias durante mis primeras
los del ciclo de Cuaresma que menciono experiencias de trabajo de campo en los
abajo, el público y los mismos vendedo- años 1974-1976 con investigadores del
res pueden adquirir utensilios especiali- entonces Centro Regional Morelos Gue-
zados para el trabajo agrícola, el cuida- rrero del inah. Estas ferias continúan hoy
do del ganado equino, caprino, vacuno y han crecido en extensión y números de
o porcino, y para procesar y elaborar la asistentes, pero han mantenido estable
comida. Hay una gran oferta de objetos su estructura básica. Las incluyo por su
de barro, piedra, madera, palma y otras importancia para las formas de alimenta-
fibras; implementos de trabajo, herra- ción de origen mesoamericano, muy se-
mienta, sillas para animales de carga o de mejante a lo observado en los mercados
montar, entre muchas otras cosas. Lle- campesinos.
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
Dentro de Morelos son muy conocidas gundo viernes; la más grande y famosa
estas ferias de Cuaresma, y Guillermo del ciclo es la feria de Tepalcingo, el
Bonfil (1971) realizó una investigación tercer viernes. La ronda continúa con la
sobre este ciclo en la década de 1960. feria del cuarto viernes en Atlatlahucan.
Empieza (y termina) con la feria de El quinto viernes se celebra la feria de
Amecameca, estado de México colin- Mazatepec, la única de este ciclo en el
dante con Morelos, el primer viernes de poniente del estado de Morelos. Se cie-
Cuaresma. Las fechas son movibles, se rra con otra feria en Amecameca el sexto
cuentan a partir del Miércoles de Ce- viernes, el mismo pueblo donde empe-
niza, cuando termina el periodo de los zó. Incluyo aquí la feria de Huazulco del
carnavales, hasta el Domingo de Ramos martes santo que también se realiza en el
que marca el principio de la Semana oriente de Morelos (véase mapa 3).
Santa. Sigue la feria en Cuautla el se-
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
Cada una de estas ferias tiene sus parti- vas, la historia de las imágenes festeja-
cularidades, en cuanto al ambiente, los das, las relaciones históricas y actuales
lugares de origen de los peregrinos, las con las comunidades de donde llegan los
imágenes festejadas y la presencia de peregrinos que acuden cada año.
ciertos productos especializados que se En cuanto a la comida, la Feria de
ofrecen en cada lugar. En este artículo Mazatepec se distingue por la gran pre-
me enfoco en la importancia de las ferias sencia de puestos fijos organizados por
para sostener las cocinas, pero merecen cocineras tradicionales de un grupo de
investigación seria las diversas expre- pueblos campesinos del norte del estado
siones rituales en las ferias, y esperamos de Guerrero alrededor de Taxco. Cada
que jóvenes investigadores se interesen año construyen sus cocinas en el mismo
en estudiar y documentar las dimensio- lugar, instalan sus tlecuiles y preparan
nes rituales. Estas vinculan los pueblos en la feria toda la comida que sirven allí.
anfitriones y sus estructuras organizati-
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
Estos productos complementan la im- una feria de la sal y por eso la mencio-
portante oferta de otros artículos como no para cerrar este apartado. Cada año
los que he señalado en la descripción asisten productores de sal artesanal de
general de las ferias. un grupo de pueblos del estado de Pue-
La Feria de Huazulco el martes san- bla, colindantes con Morelos, entre ellos
to, dedicado a “Nuestra Virgen Santa Chila de la Sal y San Pedro Ocotlán
Catarina”, se conoce ampliamente como (véase mapa 3).
Foto 12: Familia de vendedores de sal artesanal de San Pedro Ocotlán, Puebla.
Feria del martes santo, Huazulco, Morelos. Fotografía: Catharine Good E.
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Foto 13: Maquila de sal en venta, Feria de Foto 14: Compra y venta de tequesquite, Feria
Huazulco, Morelos. de Huazulco, Morelos. Observase las medidas
Fotografía: Catharine Good E. de maquila y “sardina”.
Fotografía: Catharine Good E.
Los originarios de estos pueblos ela- Muchos habitantes del oriente de Mo-
boran la sal de agua de pozo; por esta relos y del colindante estado de Puebla
razón tiene un alto contenido mineral y adquieren su sal y tequesquite en esta fe-
un sabor distintivo. Los campesinos de ria y es uno de los principales lugares de
Morelos lo utilizan como complemento venta para los productores artesanales
en la alimentación del ganado, y para de la sal y tequesquite quienes se trans-
ciertos procesos en la cocina regional. portan en camionetas con su producto.
La temporada para la producción de la También en Huazulco encontramos
sal por el intenso calor seco cae en el mucha variedad de ollas y cazuelas de
mismo periodo de la Cuaresma y Sema- barro de los vecinos pueblos San Mar-
na Santa cuando se realizan las ferias. cos Acteopan y San Bartolo Cohuecan
También llegan a Huazulco vendedores y de otros lugares del estado de México,
de tequesquite de la Cuenca de México dulces caseros, chiquihuites de otate o
de Texcoco o Iztapalapa. carrizo, petates de palma, muebles arte-
sanales. El comercio de estos artículos
ha incrementado con el crecimiento de
la feria, no obstante, la presencia de nue-
vos vendedores de otros artículos manu-
facturados.
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
en toda una comunidad o grupo social. trializadas y los aditivos comunes en las
Las técnicas nacen de cientos o miles de comidas procesadas modernas. Estos
años de experiencia con los ingredientes modelos de alimentación son ecológi-
y las formas de procesamiento y elabo- camente sustentables; forman una dieta
ración. En este modelo de cuisine, todo sana, equilibrada. Como cuisine, una co-
el mundo come básicamente las mismas cina requiere que la gente posea un co-
cosas, con variaciones aceptadas (Krie- nocimiento íntimo sobre los ingredientes
ger, 1998; Mintz, 2003b). La comida es de la comida, y un criterio claro de lo que
un tema de conversación constante. En es deseable o no a la hora de escogerlos.
estas pláticas se expresan preferencias Un cuisine como cultura culinaria apro-
hacia ciertos sabores y texturas, peque- vecha ingredientes variados a lo largo
ños detalles en las formas de prepara- del año de acuerdo con las estaciones y
ción; no solo se dan entre los/las coci- los distintos pasos en los ciclos producti-
neros/as sino entre todos los miembros vos. Existen platillos que solo se comen
del grupo, hombres, mujeres, niños, cuando están disponibles los ingredien-
personas de edad avanzada. Donde hay tes necesarios en las diferentes etapas
cuisine en este sentido, la comida tiene de la maduración de plantas, animales o
una gran importancia afectiva y simbó- fauna silvestre. En el modelo de cuisine,
lica para las personas, quienes expresan los productores de comida y los comen-
opiniones con firmeza y emoción. Esto sales mantienen relaciones directas, o se
se debe a que todos comparten la misma mantienen unidades de producción para
marca de referencia experiencial, algo autoconsumo. En su ausencia, las coci-
que sucede en México. Estas conversa- neras acuden a mercados locales y regio-
ciones permiten llegar a consensos sobre nales donde pueden obtener los insumos
ciertos platillos, rangos de innovación y las variedades especificas requeridas
aceptable, y definen los que pertenecen para los platillos. Sobre este punto, el
a comunidades o grupos culturales espe- presente texto señala dos ejemplos de es-
cíficos. trategias colectivas importantes en Mé-
Otra característica de la cocina como xico, los ciclos de mercados semanales y
cuisine es su dependencia en productos las ferias anuales campesinas.
locales, disponibles directamente de los Podemos contrastar el concepto an-
agricultores, pescadores, o criadoros de tropológico de cuisine con la comida
animales o aves, o cuando menos obte- en la sociedad moderna. Se aleja total-
nidos regionalmente. Lo que se prepara mente del modelo de alimentación de
debe ser fresco y elaborado a la hora del cuisine. La comida en la modernidad se
platillo o anteriormente procesado ar- basa en el uso de alimentos procesados,
tesanalmente para conservar los ingre- preelaborados, congelados; estos se en-
dientes. No se usan insumos químicos, vían a grandes distancias para su proce-
saborizantes artificiales, grasas indus- samiento y después para su consumo.
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Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
tos desde el poder y cómo han afectado Anales de Antropología. Revista del
la alimentación en México (Rubio Vega, Instituto de Investigaciones Antropo-
2019, 2014; etc Group, 2014; Mintz, lógicas de la Universidad Autónoma
2003a; Good, s.f.). A la vez se identifi- de México, Vol. 8 pp. 167-202.
can algunas estrategias de resistencia a Broda, J.; Good C. E., (coords.). (2004).
la ingeniera social efectuado en la etapa Historia y Vida Ceremonial en las
del modelo neoliberal (véase también comunidades mesoamericanas: Los
Good y Corona, coords. 2015). Presen- Ritos Agrícolas. México: conacul-
tamos algunos materiales etnográficos ta-inah, unam-iih.
sobre temas que requieren más trabajo Cook, S.; Diskin, M. (eds.) (1976). Mar-
de campo, y dimos a conocer los merca- kets in Oaxaca. Austin: University of
dos y ferias de Morelos para estimular Texas Press.
interés en estudiar este fenómeno. Sus etc Group (2014). Con el caos climá-
características empíricas revelan que tico, quién nos alimentará: ¿La ca-
son instituciones sociales y culturales dena industrial de producción de
fundamentales para las poblaciones ru- alimentos o las redes campesinas?
rales y urbanas y requieren apoyo y pro- Documento de Grupo de Acción Ero-
tección para la salvaguarda y promoción sión, Tecnología y Concentración.
de las cocinas mesoamericanas. Datos Disponible en: http://www.etcgroup.
provenientes del campo demuestran org/es. Consultado noviembre 2017.
que los mercados y las ferias fomentan García Esparza, C. (2018). Cambio de
la sustentabilidad ecológica, facilitan la alimentos en los tianguis regionales
transmisión de identidades culturales y de Acatzingo y Tepeaca, Puebla. (Te-
reproducen sanas practicas alimentarias sis de doctorado en Historia y Etno-
en México. Esperamos interesar a inves- historia). Escuela Nacional de Antro-
tigadores y estudiantes en conocer y ex- pología e Historia.
plorar estos espacios en otras regiones. Good Eshelman, C. (s/f). Estudiando
Finalmente argumentamos a favor de contextos culturales y relaciones
abordar las cocinas y la comida en Mé- de poder en la comida: un enfoque
xico como una especialización clave en antropológico. En Investigando la
la investigación antropológica-histórica comida y las culturas culinarias en
hoy en día. México: Miradas antropológicas e
históricas. C. Good Eshelman, R.
Garza Marcue (coords). Manuscri-
Referencias to dictaminado, entregado en marzo
2020 Escuela Nacional de Antropo-
Bonfil Batalla, G. (1971). Introducción logía e Historia.
al ciclo de Ferias de Cuaresma en Good Eshelman, C. (2019). Estrategias
Cuautla, Morelos, México. Revista en la alimentación tradicional entre
MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 14, No. 17, 2019, pp. 119-142 141
Prácticas alimentarias en México y el papel estratégico... Good Eshelman C.
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MISCELÁNEA
FRONTERAS EMOSIGNIFICATIVAS
BARRIALES EN JUEGO
Resumen
Abstract
MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 14, No. 17, 2019, pp. 143-164 143
Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
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Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
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Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
La fundación del equipo (ancestra- así una historia a nivel barrial, marcando
lidad) generacionalmente a un sinnúmero de
jugadores y sobre todo a los habitantes
El equipo de San Pablo Tepetlapa5 se de la zona, generando prácticas de iden-
funda en 1958 por Don Apolinar un tificación y diferenciación específicas.
habitante del pueblo de San Pablo,6 él El primer elemento que quiero re-
elige ese nombre por ser habitante del saltar es el que hace referencia a la an-
lugar, su intención básicamente7 era la cestralidad y el relevo generacional,
de representar a su pueblo en las gestas como señalé el equipo data del año 1958
futbolísticas de la época. El equipo des- próximo a cumplir 60 años de existen-
de entonces ha estado en activo jugando cia. Son los hijos del fundador los he-
en diversos torneos barriales, generando rederos del equipo -Alfredo, Apolinar+,
Eduardo, Leonardo+, Manuel+, Francis-
co (Pancho) y Enrique- que casi duran-
5. No existen elementos suficientes que permi-
te 30 años militaron activamente en el
tan asegurar que existe una relación con la estruc- equipo junto con integrantes del barrio,
tura sociorreligiosa o con la mayordomía del San esto es un punto nodal para comprender
Patrono, lo que se constató que cada 29 de junio
la dinámica que se genera al interior de
que es la fiesta patronal se celebra un partido de
fútbol organizado entre los sanpableños en donde éste grupo familiar.
los jugadores que han militado a lo largo de su Para la década de los 90´s el relevo
trayectoria forman parte de ese partido familiar. es por parte de los nietos de don Apo-
6. Para poder comprender San Pablo Tepetlapa
hay que hablar de Coyoacán y por ende de Teno- linar entre ellos Alfredo Villavicencio
chtitlán; en la zona coyoacanense conocida como Ortega, Apolinar Villavicencio Ocaña
los Pedregales, se levanta el Pueblo de San Pablo y sus primos Blanco Villavicencio, An-
Tepetlapa, el cual colinda al norte con Rancho el
Rosario y Xotepingo, al sur con la colonia el Reloj,
drés, Axel, Edson, Luis y Rubén (el ju-
al oriente con la Colonia Espartaco y al poniente nior) -hijo de Rubén Ortega que también
con la Colonia Adolfo Ruiz Cortines y el pueblo de militaba en el SP, cuñado de Alfredo el
la Candelaria. De origen prehispánico, San Pablo
hijo de don Apolinar- también se inte-
Tepetlapa se encuentra situado al borde de la ex-
tensa capa volcánica producto de la erupción del gra Oscar el yerno de Don Alfredo. Ellos
volcán Xitle en las primeras décadas del siglo I. ya venían jugando desde pequeños en el
(Lugo, 1981). Originalmente se llamó Tepetlalpan, equipo, (excepto Oscar, que no era habi-
topónimo náhuatl que tiene diversas acepciones
tales como: “sobre el tepetate”, “sobre la estera tante del barrio) y toman las riendas del
de piedra”, “en el lugar donde la piedra se extien- SP, integrando a sus amigos del barrio
de como petate”, y “en donde abunda el petate” al equipo, conjuntándose con jugadores
todos ellos con relación a la roca volcánica. Un
poco alejada de esa interpretación, incluso se ha
veteranos del SP, amalgamando y co-
dicho que el nombre proviene de tepetl; “pueblo hesionando a la siguiente generación a
que tiene existencia independiente” (Mas Hernán- través del fútbol, para continuar identi-
dez, 1991).
ficándose con el barrio de SP, adminis-
7. Por testimonio de sus hijos y nietos y algu-
nos habitantes que lo conocieron. trando el mismo, apoyando económica-
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Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
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Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
formó como persona” es decir; él indica milia donde el niño se sujeta a la cultura,
que valores como la lealtad al equipo, a la internalización de saberes parte de la
los compañeros, el respeto a los padres, relación con sus padres, y ello tiene una
al director técnico, la perseverancia, son carga afectiva constante. La dinámica
elementos que están presentes en la re- con relación a los equipos y el barrio al
producción social del grupo, del equipo, menos hasta 2014 era de una relación re-
del barrio son parte de la cultura. Estos cursiva, es decir el equipo para algunos
se hacen visibles y permiten saber por representa su barrio, su lugar de origen,
qué los jugadores que militaron alguna el lugar donde nacieron y crecieron, para
vez en el San Pablo y que aún lo ha- otros es el equipo el barrio mismo, se le
cen, se autonombran; sanpableños, este defiende en la cancha y fuera de ella, al
mote, es exclusivo del ámbito del bino- portar los colores se apropian y se resig-
mio equipo/barrio, el cual no aparece en nifican, se es parte de la historia al jugar
otro ámbito de la vida cotidiana, hace re- en el equipo, al incluir a sus hijos en el
ferencia exclusiva a quienes tienen una equipo y formar parte de una gran fami-
relación directa o indirecta con el fútbol. lia, de un colectivo, dignos representan-
Auto-nombrarse, nos afirma como tes de una historia de un barrio, de un
un “yo/nosotros”, auto-nombrarse se fútbol.
convierte en un acto que por definición Es así como se reafirman valores
es un proceso activo, creativo, producti- como el honor y el prestigio, el jugar de
vo, transformador, pero que da sustento, manera adecuada y ser reconocido por
es un asidero, permite el arraigo, permi- los integrantes del equipo permiten re-
te mostrar hasta cierto punto quiénes so- producir las prácticas que son parte de
mos porque voltearse a ver a través del una manera de estar-ser en el mundo,
otro, es un juego de ida y vuelta, como es decir; evidencia verificable es portar
el fútbol en sí mismo es un proceso largo la camiseta -blaugrana- entre semana,
y complejo. acrecentando la rivalidad con los otros
Este proceso de identificación/dife- barrios y equipos.
renciación es iniciado a corta edad, es Un gol, máxima expresión de ale-
una herencia, pasa por el registro de la gría futbolística, orgásmica como diría
reproducción social. Aquí me refiero Galeano, toma relevancia e importancia
no solo a los roles masculinos y feme- dependiendo a quién y quién lo anota, lo
ninos, me refiero a interpelaciones de que hay detrás es la rivalidad añeja entre
otro orden, que apuntan a otro nivel de los barrios que es trasladada al campo
densidad en la cotidianidad, me refiero de fútbol y que se acrecenta con el pasar
a la que tiene que ver con el fútbol y la de los días y los partidos. El juego en
relación con las otras esferas de la vida. las “las huayas” permite redimir, limar
Si bien la socialización que llamaré pri- o acrecentar “el pique”, la rivalidad, el
maria se da en casa, en el seno de la fa- odio, permitiendo resaltar las diferencias
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Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
con los otros; es preciso señalar que en que SP tiene tres uniformes, o que unos
este lugar uno de los equipos al que más visten de azul celeste como el Santocho
admiración u odio se le tiene es al SP. o de blanco con amarillo como el Can-
Aluden los rivales del SP que prefieren de, o el Huyas de verde, que sin duda
el anonimato: “no los queremos porque es una de las muestras más evidentes de
ellos creen que inventaron el fútbol”, “se diferenciarse del otro, de distinguirse y
creen los más chingones pero les hemos abanderarse en los colores de su equipo,
ganado y hasta madreado”, “son buenos colores que se mantienen que recrean y
pero no son invencibles lo saben” “ya no rememoran las rivalidades, las historias
son lo mismo que hace 20 años” “solo de los partidos de fútbol, son los marca-
por tener ligas inferiores creen que son dores, los trofeos ganados, los campeo-
los mejores”. Existe un cierto recelo por natos invictos, del SP, los que permiten
parte de algunos personajes –jugadores observar el material que alimenta las
y dueños de equipos de otros equipos- rivalidades entre barrios ya que aparte
ellos reconocen la historia del equipo, de compartir el parque son barrios veci-
sus triunfos, su influencia en el barrio, nos. Jugadas con fuerza desmedida, una
en la liga, pero se les trata de despres- mirada retadora, una mentada de madre
tigiar, de menospreciar, son el equipo a al aire, un piropo a la hija o esposa de
vencer, por finales perdidas ante ellos, un jugador o familiar de algún integran-
otros por la rivalidad surgida en alguna te del equipo, una goliza o ganarles el
confrontación dentro o fuera del campo, campeonato, son practicas equiparables
por ser del otro barrio, es decir SP se eri- por su carga significativa, demuestran
ge como uno de los históricos del futbol lo interiorizado que se tiene al barrio,
barrial en la ciudad y en la zona, quien se a la familia, al equipo, equiparables en
haya sumergido en al ámbito barrial del el sentido de que se imbrican y tienen
fútbol sabrá que éste equipo cuenta en una consecuencia directa en lo tempo-
su haber con cientos o miles de partidos ro/espacial, articulan momentos que
disputados, y por ende habrá escuchado tendrán un desenlace casi siempre vio-
alguna vez sobre ellos, esto favorece la lento. +El fútbol barrial opera como un
visibilidad de las fronteras simbólicas espacio con normas las cuales regulan la
que pasa por el registro de diferenciarse vida cotidiana, operando en las transfor-
a través del equipo en el que milito. El maciones, contradicciones y continui-
“Santocho” (Santo Domingo) comparte dades de la misma. La necesidad o la
junto con la “Cande” (Candelaria) y el búsqueda de reconocimiento y de dife-
“Huyas” (Huayamilpas) la enemistad renciación de marcar fronteras permean
con el SP son quizá las más marcadas, estas relaciones y sus prácticas. No es
las más persistentes conforme pasaron lo mismo perder por un gol, que perder
los partidos de la liga desde su creación. por un marcador abultado y quedarse en
No sólo es la diferencia de colores, o ceros, no es lo mismo perder contra el
MIRADA ANTROPOLÓGICA • Año 14, No. 17, 2019, pp. 143-164 151
Fronteras emosignificativas barriales en juego Casas Patiño I.
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a los que vienen de fuera al equipo, -a gar acá es un honor ya que el San Pablo
los que no nacieron ahí, o no habitan en es historia” indican un par de jugadores
el barrio es un movimiento sutil, pero que cruzan toda la ciudad para llegar
complejo en éste proceso a veces con- puntuales a la cita del juego , “son co-
tradictorio pero que alimenta y fecunda sas que nadie entiende, hay que amar el
la reproducción cultural, es decir por un fútbol para entender éste sentimiento”,
lado expresa la plasticidad que el barrio son discursos presentes de los que han
tiene, es un espacio que permite la en- logrado integrarse al equipo, a la familia
trada de los de afuera y los arropa bajo sanpableña, “uno no sabe lo que signifi-
ciertos códigos y normas, así el espacio ca hasta que lo vive, hasta que defiende
muestra nuevos rasgos, se reconfigura los colores, o echa la porra y al acabar
en su dimensión simbólica es decir con- de jugar echar la “cahuama”10 en la ban-
tiene y es receptáculo de los que no ha- queta con todos” indican los más vetera-
bitan cotidianamente en él, demostrando nos del equipo, así los lugares tienen una
así que los límites físicos no determinan significación histórica y van tomando
la construcción del mismo por parte de importancia con el paso de los juegos,
quienes lo viven y lo hacen. Y por otro de los domingos, de las convivencias, el
lado muestra que el barrio puede ejem- espacio se acota, se apropia, se resignifi-
plificarse como una serie de prácticas ca cada domingo y en la semana.
que se generan en un espacio acotado y Así se van transmitiendo la historia
que se llevan consigo, es decir; se es por- de un equipo, de sus jugadores, escri-
tador del barrio al ser parte del equipo, biéndose nuevas, recordándolas, miti-
un portador de la historia y del territorio, ficando y creando ídolos del barrio, del
es una manera de expresar el sentimien- fútbol barrial y dando continuidad a las
to de pertenencia, debido a que se en- generaciones, visibilizando la identi-
cuentran influenciados, interpelados, en dad sanpableña. Al querer pertenecer al
mayor o menor medida, han apropiado y colectivo, los sujetos se comprometen
han establecido relaciones con el barrio, con el equipo, con los jugadores, con
con el equipo. Lo cual permite alimentar los aficionados, con los del barrio, esto
la memoria del equipo en un vaivén, es los convierte en hacedores, portadores
decir; extiende el barrio, lo lleva lejos en y habitantes del barrio. Los relatos de
cada uno de sus representantes e incor- hazañas y épocas doradas que cuentan
pora la historia y el recorrido personal de los padres, abuelos, tíos o aquellos que
los de “fuera”. juegan o jugaron en el equipo inciden
El ser o pertenecer al barrio no sólo notablemente en la elección de jugar en
significa vivir ahí, o haber vivido en él, el San Pablo.
hay jugadores que no lo habitan pero que
lo re-crean, viven apasionadamente apo-
10. Se le conoce así a la cerveza de 940ml que
yar o jugar en el San Pablo, “venir a ju- se vende en las tiendas de la Ciudad de México.
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medio del juego una imagen propia y del los otros equipos/barrios, una clara ma-
otro, de un nosotros un distanciamiento, nifestación de la expresión identitaria la
una frontera corpórea y simbólica. cual es un proceso en sí y se infiere por
Los dueños del equipo son respuesta ende que la manera en la que se constru-
a la exigencia de una organización gru- ye y según su percepción, los beneficios
pal, de los amigos, familiares y vecinos que les acarrea les crea un sentimiento
del barrio para capitanear en su conjunto de bienestar emocional. La agresión y la
a la comunidad, cohesionando al barrio violencia son intrínsecas en éste fútbol e
en un equipo, a su vez se generan redes incluso se consideran como positivas en
de parentesco y de prestigio, y el estatus el “carácter” de los jugadores del barrio,
que adquiere el dueño del equipo va en altamente valorada y parte nodal para
función a los resultados del equipo en comprender la manera en que se posi-
la liga, acrecentando y medrándose a ciona y se enfrenta al otro, ya que así se
partir de los campeonatos ganados o el gana no solo en la cancha se gana terre-
descenso del equipo a la categoría infe- no afuera.
rior. El sentimiento de orgullo priva en La memoria y sus imágenes se tejen
las narrativas respecto a la pertenencia alrededor del equipo de fútbol como un
al equipo, el prestigio de pertenecer y componente básico para reafirmar su
llevar no solo un equipo, al San Pablo, identidad barrial pues debido a su larga
es ser parte de un linaje, de una historia permanencia y actividad futbolística en
que sigue escribiéndose. la zona y en el fútbol barrial de la ciu-
Las prácticas dentro del terreno de dad de México las historias que se re-
juego y fuera de él son realizadas con memoran por los jugadores en cada re-
un alto grado de intensidad y frecuen- unión o cuando se termina el juego y se
cia debido a la alta valoración que se le disponen a convivir ingiriendo bebidas
atribuye a aquel de carácter fuerte, que alcohólicas en alguna tienda de la zona
es arrojado, estoico, al que va con todo son vastas, recurrentes y nutridas por lo
a las jugadas, así el valor y la hombría que el hecho de decir “yo jugué, yo lo vi,
se mide entre los jugadores, se busca yo lo viví, yo soy” les reafirma el senti-
entonces continuamente el reconoci- miento de pertenencia.
miento por parte de los otros jugado- Es necesario comprender que des-
res, los propios y los de otros equipos, de las ciencias sociales el fútbol barrial
se exalta y se evidencia a los que no se demanda de un estudio y análisis pro-
atreven a jugar rudo, se les avergüenza y fundo, para conocer los orígenes y su
se les confronta cuando no dan todo de desarrollo actualmente en los barrios de
sí, cuando no se llevan al extremo. Esto la ciudad de México, tanto en su organi-
permite fortalecer el prestigio del equi- zación, administración, reglamentación
po reafirmando rivalidades y por ende y utilización de espacios deportivos e in-
se pueden visibilizar las fronteras con fraestructura, esto para poder establecer
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las relaciones entre los sujetos, el fútbol, cia que ocupa el fútbol ya que aquí se
sus prácticas de identificación y dife- equipara con la fe y la religión en este
renciación en la ciudad, sus modos de caso, mismas que no se contraponen ni
habitar, hacer ciudad, del ordenamiento se sobreponen, se complementan. Los
y uso que hacen del tiempo y como se colores de los equipos, que general-
configura el espacio. mente son los de su bandera, no sólo se
El fútbol ha permitido durante mu- portan en esa tela que ondea las tardes y
cho tiempo cobijar a los de fuera, a los las noches, éstos se hacen parte del cora-
que no son de ahí, otorgándoles status zón y la piel del jugador de la identidad
y prestigio pertenecer por pertenecer a misma, somos los colores que represen-
un barrio, ser digno representante de los tamos, en este caso no se encontró nin-
colores del equipo y llevar consigo al guna referencia que permita establecer
barrio, condensándose los valores y las relación alguna con el santo patrono o
maneras de ser del colectivo. La impor- alguna marca territorial, o algún ves-
tancia de venir desde lejos a jugar en un tigio. El sol pegaba fuerte en el barrio
determinado barrio pasa por el registro ese día, el asfalto quemaba, yo esperada
del reconocimiento, del deseo incesante donde habíamos acordado -en la esquina
de pertenecer a un equipo con abolengo, de la tienda pasando la tortillería- había
con estirpe de campeones, un equipo que recibido una llamada el día anterior en
marca la pauta en la zona que es odiado donde me indicaban que asistiera a ver
y reconocido por sus adversarios. como realizaban una bandera, un trapo,
esto con motivo de que el equipo iba a
participar en un torneo de fútbol barrial
Los colores del equipo organizado por un colectivo llamado
“Hinchada Popular”, el torneo era orga-
Gracias al fútbol podemos apreciar nizado por adherentes zapatistas. Esto
como en el orbe entero, los sujetos tie- para recaudar fondos para reconstruir el
nen ciertos elementos que toman forma hospital de una comunidad zapatista que
de estandartes y que los representan, ya fue destruido por paramilitares hacía ya
sea un himno, una porra, una bandera, un mes. Por medio de Facebook se en-
un escudo, un relato épico, éstos vehícu- teraron del torneo y decidieron partici-
los son usados para comunicar, signifi- par después de haber hecho la propues-
car y diferenciarse, así se convierten en ta e invitación a todos los jugadores y
sus bienes más preciados, “con la misma seguidores del equipo, al menos los de
sangre se defienden”, como mencionan la fuerza amateur. El trapo o la bandera
los sanpableños, es el manto sagrado era necesaria para representar el barrio y
haciendo una referencia simbólica al hacerse presentes con la causa zapatista,
catolicismo, es decir posicionarlo a ese 6 metros de tela azulgrana seleccionada
nivel permite dimensionar la importan- meticulosamente y pintura blanca -es
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que acá es somos chingones indica Don somos verídicos, jugamos el fútbol, no
Alfredo hijo del fundador del equipo. somos publicidad andante”, hay cierta
Esto forma parte de la diferenciación/ presunción al presumir y hablar de que
identificación del establecimiento y la se mantiene el estilo de los uniformes,
pertenencia a un barrio, identifica e in- que son los únicos que no han cambiado
cluye y excluye al mismo tiempo marca los colores de la camiseta para estar a la
una frontera física, acepta en un bando moda, “nosotros no nos vendemos”. La
y rechaza al otro, la camiseta y sus co- resistencia al avasallamiento mercantil
lores -en este caso el azul y rojo- que del que se ha llenado el fútbol mundial
generalmente evoca códigos y símbolos se deja entrever en la dinámica del futbol
que rememoran historias épicas de “sus barrial en esta zona, es decir; el binomio
guerreros” y los títulos obtenidos se azulgrana que se porta en el uniforme
configuran como iconos representativos es parte del proceso de diferenciación y
que permiten rememorar la historia del de rivalidad, una muestra específica del
equipo. equipo en la liga no solo en su categoría
Lo anterior ejemplifica y nos da mayor sino en las menores también.
cuenta de cómo estos elementos per- Cada que cambia de “piel” (unifor-
miten reafirmarse como grupo, como me) el SP -esto lo hacen aproximada-
equipo, como barrio, “la camiseta es mente cada año, año y medio- adquieren
sagrada, esta no se avienta al piso, ni sus uniformes deportivos en tiendas que
se maltrata”, “es nuestra piel, nuestro llevan décadas produciéndolos para los
estandarte” “la camiseta se suda si no equipos amateurs barriales –algunas en
mejor no juegues” “nosotros no porta- el centro de la ciudad- dependiendo del
mos marcas deportivas como los otros, desgaste de las camisetas, o cuando son
nosotros le somos fiel al barrio, al futbol campeones o sí se integran más jugado-
del barrio” indican los sanpableños, es res, se mandan a hacer más, a cada juga-
decir aquí el uniforme no es un elemen- dor se le otorga la camiseta después de
to independiente, es un elemento básico que se la han ganado, es decir, “se debe
del proceso identitario, forma parte de la jugar bien, comprometerse con el equipo
conformación del sujeto tanto en su con- y no faltar para que se pueda tener la ca-
formación física, como simbólica. No miseta y llevarla hasta casa” “aquí todo
es una camiseta de tela solamente, ésta se gana, nada se regala”. La camiseta, es
contiene al barrio y al equipo al mismo un elemento de distinción colorida, que
tiempo, están en ella vertidas todas las se arraiga y toma suma importancia en
historias, el espacio/tiempo significa- la infancia, desde pequeños se les ense-
dos y condesados. Los usos de marcas ña a defender sus colores, a respetarlos,
deportivas al menos en el uniforme del siempre bien lavada su ropa de juego,
San Pablo no se incorporan, para ellos es short y medias relucientes y sus zapatos,
“contaminar el verdadero futbol”, “acá la camisa es el elemento que los diferen-
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cia de los otros niños, de los otros equi- elaboran formas de defensa que pasan
pos, y sobre todo el tener dos camisetas primero por la alineación del partido, o
(visita y local) les dota de prestigio que el lugar estratégico para festejar después
conforman el ser sanpableños, ya que del partido o hacerle frente a la derrota.
ningún equipo goza de este atributo, el Es así como el grupo social pone en fun-
cual comparten con la categoría mayor, cionamiento sobre el espacio físico sus
con los de la primera división de la liga reglas y elementos simbólicos.
barrial. La camiseta es un bien preciado
que es un vínculo que se establece con el
jugador y el equipo, no es tela bicolor es A manera de cierre
un emblema que sintetiza campeonatos,
logros y hazañas futbolísticas, rememo- En la actualidad el fútbol barrial es un
ra a los que se han ido y dejaron huella juego, entendiendo como tal un ejercicio
en el equipo, recuerda en todo momento recreativo sometido a reglas en el cual
el nosotros y los años de existir como se gana, se empata o se pierde, además
tal, una forma simbólica con un soporte está presente la habilidad, la astucia para
material para decirle a los otros quiénes conseguir algo, la rudeza, “la maña”, la
son los sanpableños. El barrio es un es- astucia, la experiencia de los más ve-
pacio que contiene y produce una serie teranos la cual se va heredando, apren-
de prácticas específicas que permiten diendo, reproduciendo y transmitiendo,
visibilizar las relaciones que se gene- así como la violencia en su lenguaje, en
ran al interior y en diálogo con los flu- sus jugadas y en las disputas por el balón
jos citadinos de los sujetos. El barrio es son características específicas del juego
inviolable como lo debe ser la portería, que se realizaba en el parque Huaya-
“aquí se te respeta como juegues, si tie- milpas. Una práctica eficaz que permite
nes dos pies izquierdos te van a aganda- observar los elementos simbólicos que
llar” indican los jugadores más jóvenes participan de él, en donde el juego, el
del equipo, es así como podemos ubicar pleito, la borrachera, la fiesta, el festejo,
que lo que se busca es el reconocimien- el consumo de alcohol retiene y contie-
to y el respeto del otro. Así el espacio ne los impulsos que se van acumulando
se mezcla con el fútbol en un ir y venir por las rencillas y los roces cotidianos,
en donde cada domingo se reafirma y es un mecanismo el cual permite que la
se modifican los límites, el territorio se confrontación con los otros se disipe y
pone en juego, se convierte en un bien se regule a través de los partidos en la
preciado digno de una disputa futbolera, cancha los domingos demarcando fron-
que contiene elementos que a veces de- teras.
vienen en la violencia, recurso latente en La ancestralidad como elemento co-
la vida barrial, el dominio del espacio. hesionador permite observar como la
Es así como el equipo, los sanpableños, cultura reproduce y normaliza conduc-
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Foto 1. El inicio del San Pablo 1958, foto tomada el archivo digital
del equipo San Pablo.
Foto 2. Partido amistoso entre San Pableños junio 2012, foto tomada
del archivo digital del equipo.
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Foto 3. El trapo del San Pablo, junio 2014 foto tomada del archivo
digital del equipo.
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