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LA RESILENCIA PARA UN MUNDO DE TENSION.

Rey David

Todo el mundo, o al menos la gran mayoría de personas que conozco, anhela vivir en paz. Paz con sus seres
queridos, compañeros de trabajo, vecinos y con ellos mismos. Sin embargo, la mayoría de nosotros, siendo
sinceros, tenemos que reconocer que experimentamos más tensión que paz, máxime en estos tiempos de
confinamiento. 

Pensamientos como: “Estoy que me doy por vencido”, “Ya no puedo más, llegue a mi límite” o “Soy un
manojo de nervios y me carcome la ansiedad” son una realidad en la que viven muchas personas en la
actualidad.

Mirando en los anaqueles de la historia bíblica, descubrí que, varios héroes de la fe en algún momento de sus
vidas vivieron momentos de tensión, algunas provocadas por injusticias causadas por personas cercanas o
porque la ciudad o el país en el que vivían estaba pasando por situaciones realmente calamitosas. 

Personajes como David, Pablo de Tarso, Job, Rut y Noemí pudieron crecer en medio de la adversidad e
incluso salieron más fortalecidos después de experimentar muchos tiempos de tensión y angustia.

La vida del Rey David fue marcada por muchos momentos de tensión. Antes de ser rey, vivió persecución y
abuso de poder por parte del rey Saúl sin causa alguna, incluso la biblia registra que en varias oportunidades
Saúl intentó quitarle la vida.

En su juventud fue menospreciado por su familia; cuando el profeta Samuel va a casa de Isaí, tanto su padre
como sus hermanos lo ignoran y no lo tienen en cuenta frente a una visita tan especial como la del profeta y
deciden dejarlo en el monte olvidado cuidando las ovejas. Me atrevo a pensar que ni el mismo Samuel creyó
en él al comienzo de su llamado.

David vivió desolación y angustia muy de cerca, muchas veces se sintió en oscuridad, pisoteado, con miedo
y hasta sin esperanza. 

En el Salmo 143, el Rey David nos  dejó algunos elementos importantes para llegar a ser resilientes como él
y de paso, lidiar con la tensión emocional que se nos presenta en algunos momentos de nuestra vida, muchas
veces por causa de la injusticia de otros:

En primer lugar o el primer principio importante para ser resilientes es orar para identificar la tensión ¿Qué
la genera? Y ¿Cuál es tu participación en ella?.
David suplicaba al Señor, no simplemente para que lo oyera, sino para que le ayudara. Para él nadie más
estaba en condiciones de hacerlo. En la oración David desnudaba su alma y de paso le pedía al Señor que
tratara con él con base a su misericordia, pues consideraba que él también podía llegar a ser injusto con
alguien en algún momento.

Querido amigo, en oportunidades el peligro, el estancamiento, la adversidad, las crisis, nos llevan a mirar
nuestra condición de pecadores. El auto juicio o examen de conciencia es una herramienta poderosa que nos
ayuda a darle contexto a nuestra vida: ¿Cómo llegué aquí?, ¿Qué ha pasado conmigo?, ¿Para dónde voy?
¿En dónde fallé? Y en ¿Dónde falló mi prójimo?

Lo anterior con el fin de saber cuándo puedo ser humilde y donde rindo mis derechos, con el fin de arreglar
las cosas con Dios, y de paso con los demás.

La verdad es que todos pecamos y fallamos,  pero la grandeza está en reconocer ante Dios nuestros pecados,
nuestras faltas y hacer los ajustes, cambios que tengamos que hacer rápidamente y seguir adelante.

La característica principal de las personas resilientes es ser como un junco, la planta herbácea, recta, larga,
flexible, que resiste el vendaval, se dobla por la tensión, pero rápidamente vuelve a su forma original, no se
rompe, pero resiste.

ACTIVIDAD EN CLASE.

1. Define que es la resiliencia, de acuerdo con la lectura.


2. Con ayuda del diccionario define ¿qué es resiliencia?
3. En 5 cuadros como historias de comics cuenta la historia del texto.
4. ¿Cuál es la moraleja de la lectura?
5. ¿Cómo puede aportar esta lectura a tu vida y a la vida de los demás?

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