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I

La amplia verdad, la ley severa, la iniciación,


[el ardor,
la plegaria y el sacrificio sostienen a la Tierra,
señora de lo que ha sido y lo que será,
Que ella extienda para nosotros su vasto dominio.
II
Libre de obstáculos se extiende la Tierra entre
[los hombres,
con sus elevaciones y hondonadas, con sus llanuras
[numerosas,
nutriendo las plantas de múltiples virtudes.
[Que ella se
despliegue ancha ante nosotros y nos brinde
[prosperidad.
III
En ella brotaron los océanos, los ríos y
las aguas, la comida y las cosechas.
En ella se mueve todo lo que respira y vibra.
Que la Tierra nos conceda la libación primera.
IV
A la Tierra pertenecen las cuatro direcciones del
[espacio.
En ella brotaron la comida y todas las cosechas.
Ella sostiene la multitud de seres que vibran y
[respiran.
Que la Tierra nos conceda ganado y comida en
[abundancia.
V
En la antigüedad, por ella se esparcieron los
[los primeros hombres.
Y en ella los dioses a los demonios derrotaron.
Albergue del ganado, de los caballos y los pájaros, que la
Tierra nos conceda fortuna y esplendor.
VI
La que todo lo sustenta, depósito de bienes,
[fundamento,
la del seno de oro que afianza todo cuanto se mueve.
Que la Tierra que sostiene el Fuego del Sacrificio
[Universal,
Fecundada por Indra, nos conceda la riqueza.
VII
En estado de vigilia permanente los dioses
protegen a la ancha Tierra sin descanso.
Que ella segregue la ambrosía deseada
y sobre nosotros derrame su esplendor.
VIII
Era ella al principio una ola más en el océano.
Los sabios la descubrieron con sus oficios.
El corazón inmortal de la Tierra, en la verdad
envuelto, mora en el cielo supremo.
Que la Tierra nos conceda el resplandor
y la fuerza en nuestro reino soberano.
IX
De día y de noche, sin descanso, fluyen
sobre ella las mismas aguas viajeras.
Que la Tierra, pródiga en corrientes, rezume leche
y sobre nosotros derrame su esplendor.
X
Los Ashvin la midieron y en ella Vishnu apoyó
[sus pasos.
El mismo Indra, esposo de Saci, la libró de sus
[enemigos.
Que la Tierra me dé su leche, como una madre a
[su hijo.
XI
Que tus cumbres y tus montañas nevadas,
que tus bosques, ¡oh Tierra!, nos sean acogedores.
Parda, negra, rojiza, con todos los matices,
estable es la Tierra protegida por Indra.
XII
¡Tierra! Acógenos en tu regazo y en tu ombligo,
[y haz que
fluyan hacia nosotros todas las energías que
[emanan de tu cuerpo.
La Tierra es la madre. Soy yo el hijo de la Tierra.
[El Dios
de la Lluvia es el padre. Que él nos colme de
[abundancia.
XIII
En la Tierra delimitan los altares y celebran
los artesanos de rito sus sacrificios.
En la Tierra levantan los altos, blancos
pilares que preceden a la oblación.
Que la Tierra crecida nos haga crecer.
XIV
¡Tierra previsora del acontecer futuro! Entréganos
a aquel que nos odia, al que nos acecha, al que quiere
subyugarnos con la mente o con el arma mortífera.
XV
De ti nacen los mortales y sobre ti se mueven.
Tú sostienes a los bípedos y a los cuadrúpedos.
Tuya son, ¡oh Tierra!, las cinco razas de los hombres.
Y sobre esos mortales el Sol naciente despliega
el esplendor inmortal de sus rayos.
XVI
Que todas las criaturas viertan sobre nosotros
la leche de sus dones.
¡Tierra! Prepara para mí la miel de la palabra.
XVII
¡Procreadora universal! ¡Madre de las plantas!
Tierra firme, tierra ancha sostenida por el dharma.
Que podamos siempre caminar sobre ella,
benéfica y acogedora.
XVIII
Eres la inmensidad misma en inmensa morada
[convertida.
Grande es tu velocidad, grande tu movimiento,
[grande tu temblor.
El gran Indra te protege sin descanso. ¡Oh Tierra!,
vierte sobre nosotros tu esplendor de oro.
Y que nadie nos desee daño alguno.
XIX
El Fuego reside sobre la Tierra y en las plantas.
Las aguas albergan al Fuego. El Fuego se encuentra
en la piedras y en el interior de los hombres.
En el ganado y en los caballo moran los fuegos.
XX
El Fuego calienta desde lo alto del Cielo.
Al Fuego pertenece el vasto Espacio Intermedio.
Los hombres alumbran el Fuego, el portador de
oblaciones, el amante de la mantequilla sacrificial.

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