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La evolución del

capitalismo y
el proceso de
mundialización
PID_00275129

José María Vidal Villa


Jordi Vilaseca Requena

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 7 horas


© FUOC • PID_00275129 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

José María Vidal Villa Jordi Vilaseca Requena

Catedrático de Estructura Económi- Profesor de los Estudios de Eco-


ca Mundial. nomía y Empresa de la Universitat
Oberta de Catalunya (UOC). Profe-
sor titular de la Universidad de Bar-
celona (UB).

La revisión de este recurso de aprendizaje UOC ha sido coordinada


por el profesor: Josep M. Batalla Busquets

Segunda edición: septiembre 2020


© de esta edición, Fundació Universitat Oberta de Catalunya (FUOC)
Av. Tibidabo, 39-43, 08035 Barcelona
Autoría: José María Vidal Villa, Jordi Vilaseca Requena
Producción: FUOC
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del titular de los derechos.
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Índice

Introducción............................................................................................... 5

Objetivos....................................................................................................... 7

1. Dinámica capitalista......................................................................... 9
1.1. La dinámica capitalista: la acumulación de capital .................... 9
1.2. El desarrollo capitalista: el ciclo económico ............................... 12
1.2.1. Crecimiento y desarrollo ............................................... 12
1.2.2. ¿Por qué se producen los ciclos? ................................... 12
1.2.3. Tipos de ciclo ................................................................. 13
1.3. El Estado en el centro: regulación, taylorismo y fordismo. El
estado del bienestar .................................................................... 16
1.3.1. El taylorismo .................................................................. 18
1.3.2. El fordismo .................................................................... 18
1.3.3. El toyotismo ................................................................... 19
1.4. El fordismo periférico. El modelo ISI y el modelo ISE. El
modelo primario exportador. Los nuevos países industriales ..... 20

2. La evolución del sistema capitalista en el siglo XX................... 23


2.1. Fases del ciclo en el siglo XX........................................................ 23
2.2. Período anterior a la Segunda Guerra Mundial .......................... 24
2.3. Fase de posguerra ........................................................................ 25
2.3.1. Los acuerdos de Bretton Woods .................................... 26
2.3.2. El plan Marshall ............................................................ 27
2.3.3. La era de Bandung (1956-1975): descolonización y
creación del movimiento de países no alineados .......... 28
2.4. La crisis del sistema (1967-73-1991) ........................................... 29
2.4.1. Crisis en Estados Unidos ............................................... 29
2.4.2. Crisis monetaria internacional (1967-1973) .................. 30
2.4.3. Primera fase de la generalización de la crisis: la crisis
del petróleo (1973-1982) ............................................... 31
2.4.4. Segunda fase de la generalización de la crisis: la crisis
de la deuda externa ....................................................... 33
2.5. La crisis a finales de los ochenta: fin del socialismo y
hundimiento de la URSS ............................................................. 36
2.6. De las crisis financieras de los noventa a la Gran Recesión del
siglo XXI........................................................................................ 37

3. La mundialización............................................................................. 42
3.1. Culminación del proceso histórico ............................................. 43
3.2. La infraestructura de la mundialización ..................................... 46
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3.3. La globalización productiva: las empresas multinacionales ....... 48


3.4. La globalización comercial .......................................................... 50
3.5. La globalización financiera ......................................................... 52
3.6. La no globalización de la fuerza de trabajo ................................ 54
3.7. Efectos de la mundialización sobre el desarrollo económico y
sobre el Estado ............................................................................ 56

4. Las instituciones mundiales............................................................ 63


4.1. Introducción ................................................................................ 63
4.2. Las instituciones comerciales ...................................................... 63
4.2.1. La Organización Mundial del Comercio (OMC) ........... 64
4.2.2. Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y
el Desarrollo (UNCTAD) ................................................ 71
4.3. Las instituciones financieras ....................................................... 71
4.3.1. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ...................... 72
4.3.2. El grupo del Banco Mundial (BIRF) ............................... 75
4.4. La Organización de las Naciones Unidas .................................... 81
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Introducción

El capitalismo sigue reglas internas de funcionamiento que aseguran su creci-


miento merced a la acumulación de capital, circunstancia que se logra en el
marco de las economías nacionales creadas en el siglo XIX en los estados na-
ción europeos y americanos del norte (Estados Unidos y Canadá).

Sin embargo, el capitalismo no crece siempre de forma uniforme y sosteni-


da. Por el contrario, en virtud de la anarquía de la producción, es decir, la
existencia de muchos productores que adoptan sus decisiones de producción
sin tener la certeza de cómo reaccionará el mercado, el crecimiento capitalista
adopta una forma de desarrollo cíclico. El ciclo económico es, pues, el modo
específico en que se produce la expansión del capitalismo.

Estos fenómenos han tenido su cristalización histórica: en concreto nos in-


teresa destacar en este módulo el desarrollo histórico del ciclo durante el siglo
XX. La sucesiva combinación de fases de recuperación y auge con fases de crisis

y depresión se observa nítidamente a lo largo del siglo XX. Desde el auge de


posguerra hasta nuestros días, haremos especial hincapié en la peculiar forma
que adopta la crisis, que se convierte en crisis mundial: crisis monetaria ame-
ricana, crisis del petróleo, crisis de la deuda, crisis financiera, etc. Éstos serán
algunos de los elementos de este largo proceso cíclico.

Este proceso culmina con la mundialización, fenómeno hoy en curso y al que


dedicaremos una especial atención, tanto en su aspecto financiero como en
el productivo y comercial. La mundialización tiene efectos políticos y sociales
muy profundos, que atañen tanto al declive de los estados nación como a la
polarización en los niveles de riqueza que se produce entre clases sociales y
en el ámbito mundial.

Esta evolución corresponde a la propia realidad económica mundial. Sin em-


bargo, no hay que olvidar que tal realidad ha sido moldeada por instituciones
de ámbito internacional como las creadas en Bretton Woods (BM, FMI) y, pos-
teriormente, el GATT-OMC. Otras instituciones, como la OCDE, la UE, el TL-
CNA, el MERCOSUR, han favorecido la tendencia a la integración económica
y, por encima de todos ellos, dos organismos, uno político –la ONU– y otro
militar –la OTAN–, han sido el marco en el que se ha desarrollado la economía
capitalista mundial durante el último medio siglo. A ellos se prestará atención
en este módulo.
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Objetivos

1. Describir cómo se produce el crecimiento capitalista, en particular la acu-


mulación de capital.

2. Conocer la forma del crecimiento económico, es decir, el desarrollo cíclico,


con sus diferentes fases y sus efectos globales sobre la economía.

3. Comprender cómo cristaliza este desarrollo cíclico en la realidad, en parti-


cular la evolución económica durante el siglo XX, observando las diferen-
tes etapas de recuperación, auge, crisis y depresión.

4. Profundizar en los principales hitos de esta evolución, en particular en las


etapas más recientes: crisis del sistema monetario internacional, crisis del
petróleo, crisis de la deuda, fin de la Unión Soviética, crisis financieras de
Asia y América Latina, hasta la Gran Recesión del siglo XXI.

5. Mostrar el hecho de que este proceso cíclico es el telón de fondo de un


fenómeno de gran calado: la mundialización, cuyos aspectos y caracterís-
ticas más generales, como las empresas multinacionales, la globalización
financiera y la polarización económico-social, estudiaremos en este mó-
dulo.

Por último, se abordará la forma especifica de institucionalización que ha


adoptado el capitalismo en el ámbito mundial, en particular a partir de los
acuerdos de Bretton Woods. Se trata de conocer la función de organismos tales
como el Banco Mundial, el FMI, la OCDE, el GATT y la OMC, así como de
organismos políticos y militares como la ONU y la OTAN.

Es decir, en este módulo se trata de comprender el proceso real de la economía


mundial a lo largo del siglo XX, proceso que ha desembocado en nuestros días
en la mundialización y cuyo desarrollo en el siglo XXI viene marcado por la
impronta de este fenómeno, que dará lugar a numerosos cambios, tanto en
la estructura económica como en las instituciones mundiales, de modo que
la organización económica, política y social del planeta cambiará profunda-
mente.
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1. Dinámica capitalista

1.1. La dinámica capitalista: la acumulación de capital

La racionalidad del modo de producción capitalista estriba en obtener el má-


ximo�beneficio�posible�para�incrementar�el�capital. Esta racionalidad im-
plica una de las características principales del capitalismo: su tendencia�in-
trínseca�a�la�expansión (un capital que no crece, se extingue).

El crecimiento del capital, identificado con el crecimiento económico, se pro-


duce por medio de los procesos de acumulación, es decir, de lo que se deno-
mina reproducción�ampliada�del�capital.

La forma que adopta el crecimiento del capital, es decir, el desarrollo�capita-


lista, no es uniforme ni armónica. En virtud de la anarquía�de�la�producción
el crecimiento adopta la forma de ciclos�económicos. Ésta es la peculiar forma
que tiene de manifestarse el desarrollo capitalista.

Nos referiremos en primer lugar al tema del crecimiento�del�capital. Para que


haya crecimiento se tiene que asegurar previamente la reproducción de las
condiciones que permiten la producción capitalista. Estas condiciones son las
siguientes:

a) Reproducción de los medios de producción empleados y sustitución por


nuevos, de la misma tecnología o de otra nueva. Este proceso permite el in-
cremento de la productividad y está vinculado al progreso�técnico.

b) Reproducción de la fuerza de trabajo e incremento del número de trabajado-


res empleado. Es decir, aumento del empleo que debe ser cubierto por nuevos
trabajadores. En este sentido, la demanda de fuerza de trabajo debería crecer
de forma acorde con la oferta de trabajadores para conseguir el pleno empleo.

c) Reproducción de las condiciones generales de funcionamiento de la socie-


dad (políticas, jurídicas, etc.) y adecuación a los procesos de crecimiento. La
acumulación de capital no se produce en abstracto. Por el contrario, se produ-
ce en un medio histórico concreto que la permite. Este medio histórico debe
ser mantenido, hecho que implica la pervivencia de las instituciones políticas
y de la legislación económica, de los hábitos sociales e, incluso de la ideología,
que sólo se van modificando en la medida en que lo hace la propia acumula-
ción de capital. Por ejemplo, la legislación civil, mercantil y fiscal no pueden
estar sometidas a cambios constantes que impidan la seguridad jurídica del
© FUOC • PID_00275129 10 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

proceso de acumulación. Para ello los estados disponen de un aparato político


–el Gobierno–, jurídico –la legislación– y represivo –la policía–, para mantener
las reglas del juego necesarias para la acumulación de capital.

d) Reproducción del capital y ampliación del mismo. Este proceso se corres-


ponde con la acumulación de capital. Consiste en el proceso que sigue el ca-
pital para crecer de un periodo a otro. Este hecho tiene lugar en el proceso de
producción y sólo será sancionado con posterioridad por el mercado.

Los modelos explicativos del fenómeno de la acumulación de capital se basan


en la existencia –abstracta– de una economía de competencia perfecta, para
luego ir introduciendo las modificaciones que señala la propia realidad.

Los supuestos de partida son, por tanto, los siguientes:

• libre movilidad de capitales


• libre movilidad de fuerza de trabajo

Dos únicas clases sociales:

• capitalistas, propietarios del capital


• trabajadores, no propietarios del capital

Dos sectores (no arbitrarios), que abarcan la totalidad de la producción:

1. Sector productor de medios de producción


2. Sector productor de medios de consumo

Esta clasificación en dos sectores se fundamenta en dos diferencias fundamen-


tales:

• Diferencia en el valor�de�uso de las mercancías producidas.

• Diferencia en la propiedad sobre cada tipo de mercancías (los asalariados


no pueden ser propietarios de medios de producción, ya que, por defini-
ción, si lo fueran pasarían a ser capitalistas).

Para explicar la acumulación de capital es necesario entender antes cómo se


distribuye y se usa la renta generada en el proceso de producción. Dicha renta
se reparte en dos grandes magnitudes, denominadas rentas primarias: salarios
de�los�trabajadores�y�beneficios�de�los�capitalistas.

Su suma corresponde al producto interior neto o renta nacional.

Desde el punto de vista de su uso, también se establecen diferencias:


© FUOC • PID_00275129 11 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Los asalariados gastan todos sus ingresos en la adquisición de medios de con-


sumo (sector II). Este hecho es así por definición: si los asalariados obtuvieran
medios de producción con sus ingresos, dejarían de ser asalariados y pasarían
a ser propietarios de capital.

Los capitalistas gastan parte de sus beneficios en la adquisición de medios de


consumo (sector II), ya sean de subsistencia, ya sean de lujo.

Ahora bien, los capitalistas gastan parte de sus ingresos en la adquisición de


medios de producción (sector I) para efectuar la nueva inversión que permiti-
rá la acumulación. Esta nueva inversión es la que registra el crecimiento del
capital, que se expresa en forma de nuevo equipo, nuevas materias primas,
más mano de obra, etc.

Así pues, en una economía concurrencial, y aceptando que se dan los supues-
tos mencionados anteriormente, se produce la acumulación cuando se llega a
una situación de equilibrio en el mercado entre la oferta de mercancías de am-
bos sectores (I y II) y la demanda de tales mercancías expresada en dinero. Los
modelos neoclásicos, marxistas y keynesianos, cada uno según su propio cri-
terio, demuestran que se produce espontáneamente, por el libre juego de las
fuerzas del mercado y siempre que se respeten las antedichas condiciones, un
equilibrio entre oferta y demanda de mercancías de ambos sectores, siguiendo
una determinada proporcionalidad, que asegura la acumulación de capital. Es
decir, la acumulación de capital es un fenómeno intrínseco al capitalismo.

El resultado final del proceso es el crecimiento�del�capital fruto de la repro-


ducción ampliada o acumulación, como se observa en la gráfica siguiente:
© FUOC • PID_00275129 12 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

1.2. El desarrollo capitalista: el ciclo económico

1.2.1. Crecimiento y desarrollo

El crecimiento del capital deriva del proceso de acumulación, resultante de


la tendencia expansiva intrínseca del capitalismo. Sin embargo, la forma�del
crecimiento,�es�decir,�el�desarrollo, no es uniforme ni armónico, en virtud
de la anarquía de la producción. Por el contrario, está sometida a continuos
vaivenes que dan lugar a los ciclos�económicos.

Por consiguiente, el�desarrollo�capitalista�es�un�desarrollo�cíclico.

La anarquía�de�la�producción es, a su vez, intrínseca a la forma capitalista


de producir. Surge del hecho de que cada capitalista toma decisiones de pro-
ducción «a ciegas», es decir, sin saber cuáles son los planes de otros capitalis-
tas de su mismo sector y, por tanto, sin saber cuál será la oferta�global de su
mercancía en el mercado y, además, sin saber cuál será el comportamiento de
dicho mercado, es decir, la demanda de los consumidores. Esta situación da
lugar a desequilibrios entre oferta y demanda, que son los que originan los
ciclos. La situación de equilibrio en el mercado es un caso particular y raro;
lo normal es el desequilibrio.

1.2.2. ¿Por qué se producen los ciclos?

Los ciclos surgen, en principio, por la no�adecuación�de�la�oferta�y�la�de-


manda�en�el�mercado. Existen varias explicaciones a este fenómeno:

• Superproducción: los capitalistas individuales actúan racionalmente


cuando incrementan su propia producción suponiendo que el mercado
podrá absorberla, pero desconocen las decisiones de producción de otros
capitalistas, que también actúan racionalmente incrementando su produc-
ción.

Este hecho da lugar a superproducción, es decir, se produce más de lo


que el mercado puede absorber.

• Superacumulación: la superproducción se deriva de un fenómeno previo:


la superacumulación, es decir...

...la inversión de más capital del que realmente se requiere para abaste-
cer un mercado a los precios existentes.
© FUOC • PID_00275129 13 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Lo expuesto da como resultado que no se puede rentabilizar todo el capital


invertido a la tasa media de ganancia previamente existente, circunstancia
que provoca su descenso.

• Subconsumo: en este caso, de lo que se trata es de que las rentas salariales


generadas en el proceso de producción tienen menos valor que el de las
mercancías producidas, cuya demanda procede de los asalariados. Esta si-
tuación provoca que se produzca más de lo que puede ser absorbido por los
trabajadores. Asimismo, en el sector de medios de producción el valor de
las mercancías producidas supera la capacidad de reproducción ampliada
de los capitalistas. Es decir, no se genera la suficiente demanda�solvente.

1.2.3. Tipos de ciclo

Los ciclos tienen diferente duración, en función de los fenómenos que los
ocasionan. En general se suelen dividir en tres tipos:

• Ciclos�largos: también llamados Kondratiev, en honor al economista ruso


que los descubrió. Son ciclos de duración variable, de treinta a cincuenta
años, y suelen vincularse a la generalización de una nueva tecnología o un
nuevo producto: ferrocarriles, electricidad, electrodomésticos, automóvil,
etc.

• Ciclos�medios: son los ciclos propiamente económicos y se derivan de la


acumulación de capital individual que origina la anarquía de la produc-
ción y la no adecuación de la oferta y la demanda en el mercado. Su du-
ración es variable, entre siete y diez años, aunque con el predominio del
capitalismo monopolista esta duración ha tendido a crecer, de modo que
en ocasiones ha llegado a durar más de veinte años.

• Ciclos�cortos: de una duración de entre dos y cuatro años son los llamados
ciclos�coyunturales, resultantes de procesos de adecuación de la oferta a
la demanda en el mercado en lapsos breves de tiempo. Corresponden a
pequeños auges y pequeñas recesiones, es decir, a la oscilación de la oferta
y la demanda en torno a un hipotético punto de equilibrio.

Los tres ciclos se combinan entre sí y caracterizan conjuntamente la


situación económica concreta de cada periodo, es decir, la coyuntura
económica.

El ciclo económico

Durante los primeros años del siglo I, muy especialmente después de la Primera Guerra
Mundial, el fenómeno económico por excelencia no fue la estabilidad, sino todo lo con-
trario.
© FUOC • PID_00275129 14 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

En primer lugar, los ciclos económicos, cada vez más evidentes, y en segundo lugar, y
después de la Paz de Versalles y de todos los problemas que comportó, la crisis económica.

En cambio, en la Unión Soviética, que justo entonces empezaba su camino en solitario,


las autoridades y los economistas se vanagloriaban de haber superado no sólo el sistema
económico capitalista, sino también la inestabilidad inherente al mismo sistema, y me-
diante la planificación decían que habían superado los ciclos y las crisis económicas.

Los primeros estudios sobre el ciclo económico que recogían la recurrencia característica
de este ciclo (más o menos cada diez años) fueron los realizados por Jevons, que apuntó
al ciclo de las manchas solares como el origen último de las crisis, ya que estos ciclos de
actividad afectaban a la producción agraria y, mediante ésta, a la actividad económica
en general.

Otras explicaciones, no tan sencillas y más bien centradas en el propio funcionamiento


del sistema económico, se añadieron, pero a menudo se basaban en datos parciales o
incompletos.

En cambio, tal como se podía esperar, lejos de la teorización, los historicistas e institu-
cionalistas desarrollaron un amplio programa de recogida de datos, que les permitió el
estudio serio de los ciclos económicos. Y con estos estudios estadísticos pronto se llegó
a definir la coexistencia de tres tipos de ciclos.

Ciclos

Nombre Duración Causas

Ciclo Kondratiev 40-50 años Cambio marco tecnológico

Ciclo Juglar 9-10 años Inversiones sectores expansivos

Ciclo Kitchin 440 meses Mantenimiento y agotamiento de stocks

El primer ciclo, el más corto o ciclo de negocios, tenía una duración de unos cuarenta
meses, y su máxima referencia era la fluctuación de las existencias productivas de las
empresas. Recibieron el nombre de ciclos Kitchin, ya que Joseph Kitchin fue quien mejor
los estudió.

En segundo lugar estaban los ciclos de diez años, los ciclos económicos por excelencia,
los mismos ciclos que habían interesado a Jevons, y que recibieron el nombre de Juglar,
ya que fue Clemente Juglar quien hizo la descripción más esmerada.

Y finalmente, aunque más discutidos, estaban los ciclos de larga duración, de unos cua-
renta o cincuenta años, que fueron observados por Nicolai Kondratiev y que reciben su
nombre desde entonces. Estos ciclos fueron tratados en un famoso artículo titulado: «Las
ondas largas en economía» (1925).
© FUOC • PID_00275129 15 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

La explicación de cada uno de los ciclos era diferente, pero se podía integrar la teoría
en un conjunto.

Los ciclos Kitchin tenían, según su descubridor, un origen psicológico, y en cierta manera
eran el producto de excesos de producción generados por el optimismo, mientras que,
una vez este clima se agotaba, se generaban oleadas de pesimismo, que hacían aparecer
una acumulación de stocks.

Los ciclos Juglar, en cambio, eran causados por la adaptación monetaria del sistema ban-
cario a los momentos de presión.

Más tarde, otros autores, aceptando la visión de Juglar, buscaron causas reales a los ciclos
de diez años, y una de ellas, que permitía ligar los ciclos Kitchin con los Juglar y los
Kondratiev, era la obsolescencia de los equipos de capital instalados en determinados
momentos.

Los ciclos Kondratiev, de cuarenta o cincuenta años, podrían tener razones técnicas, ya
que están causados por el uso de determinadas matrices tecnológicas que son sustituidas
por nuevas oleadas de industrialización, pero su autor, en cambio, añadía datos de tipo
social y político.

Así, estaba el ciclo de la máquina de vapor, que desde final del siglo XVIII se alargó hasta
la mitad del XIX, seguido por el ciclo del ferrocarril, que llegó hasta el final del siglo XIX,
y el motor eléctrico, que finalizó con la crisis de 1929.

Las crisis económicas severas serían el producto de la coincidencia de las crisis en los tres
tipos de ciclos, mientras que en otros momentos, la depresión era una situación baja en
uno solo de los ciclos, normalmente el de Kondratiev.

Fases�del�ciclo�medio

El ciclo económico es un proceso continuo que pasa por cuatro fases:

• Recuperación
• Apogeo
• Crisis
• Depresión

Las características de este ciclo se exponen en el diagrama de flechas siguiente:

FASES�DEL�CICLO�CAPITALISTA�(medio)
© FUOC • PID_00275129 16 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Consecuencias�generales�del�ciclo�medio

La sucesión de ciclos da lugar a cambios sustanciales en el mismo funcionamiento del


capitalismo. Efectivamente, la «limpieza» de empresas obsoletas y anticuadas que tiene
lugar en las fases de crisis y depresión da lugar al mantenimiento en activo de las em-
presas más rentables, que suelen ser las mayores. Eso abre el camino a la concentración
y� centralización del capital, fenómenos que acabarán eliminando las condiciones de
libre competencia y suscitarán el paso de la fase concurrencial a la fase monopolista del
capitalismo.

En resumidas cuentas, la acumulación expresa el crecimiento del capital, y el ciclo, la


forma de este crecimiento, es decir, el desarrollo capitalista.

1.3. El Estado en el centro: regulación, taylorismo y fordismo. El


estado del bienestar

La evolución del capitalismo por medio de la sucesión de ciclos económicos


desembocó en la casi anulación de las condiciones de la economía concurren-
cial. A causa de la concentración�del�capital, que implica el aumento del ta-
maño medio de las empresas, y de la centralización�del�capital, y a causa de
sociedades anónimas, bolsa y banca, que implican el aumento del volumen
de capital controlado cada vez por menos capitalistas, esta situación dio lugar
a un cambio de fase y a la aparición del capitalismo�monopolista�de�base
nacional. En esta fase se establece la hegemonía del capital�financiero, que
resulta de la fusión del capital bancario con el capital productivo, básicamente
industrial.
© FUOC • PID_00275129 17 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

La hegemonía del capital financiero y la gran centralización del capital que


produjo dio lugar a una contradicción fundamental, derivada precisamente
del carácter nacional del proceso de acumulación. Efectivamente, el capitalis-
mo monopolista tiene su eclosión en el marco de economías nacionales, al-
tamente protegidas del exterior, básicamente durante el largo periodo que va
desde 1870 hasta 1945, es decir, la era del imperialismo.

Lo que interesa señalar aquí es que el capitalismo monopolista permitió la


gran expansión, tanto exterior como interior, del capitalismo. Y este hecho se
da en el marco de estados nacionales, cuya ideología es liberal con respecto al
interior y proteccionista con respecto al exterior.

Ahora bien, el aumento de la escala de la producción originado por la concen-


tración y el aumento del volumen de capital invertido en plantas industriales
creó el marco para la introducción de profundos cambios en la organización
del trabajo fabril, cuyas repercusiones se dejarán sentir en el conjunto de la
sociedad.

Entre los cambios internos, los más relevantes, como indican algunos auto-
res de la escuela regulaciacionista (Boccara, Aglietta, Lipioetz, Boyer), son los
que afectan a la llamada organización�científica�del�trabajo. Ésta consiste en
la introducción de modificaciones en los métodos y procedimientos de pro-
ducción, modificaciones que tienen como resultado importantes incrementos
de la productividad y del volumen de producción. Los principales son los si-
guientes:

• Taylorismo
• Fordismo
• Toyotismo

La introducción del taylorismo y del fordismo, primero en Estados Unidos,


antes de la Segunda Guerra Mundial y después de la guerra en Europa y, en me-
nor medida, en Japón, representó un cambio sustancial en la forma de regular
las relaciones sociales en los países del centro. Por un lado, la lucha sindical
y por otro, el imparable aumento de la producción, crearon las condiciones
para la puesta en práctica de lo que se ha denominado estado�del�bienestar.

Este estado implica un pacto� social establecido entre las tres instituciones
representativas de los agentes implicados: las organizaciones�patronales en
nombre de los empresarios, los sindicatos en nombre de los trabajadores y el
Gobierno en función de árbitro teóricamente neutral.

El resultado es la concertación, el pacto social que lleva a la economía del bie-


nestar, que ha sido la característica de la organización social de los países ca-
pitalistas centrales después de la Segunda Guerra Mundial. Implica el pacto de
los incrementos salariales por medio de convenios�colectivos, la negociación
de las condiciones de trabajo (horario, vacaciones, prestaciones sociales, etc.),
© FUOC • PID_00275129 18 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

el establecimiento de sistemas públicos de protección social (seguridad social,


jubilación, educación, formación profesional y reciclaje, etc.) y el estableci-
miento de subvenciones de paro, de enfermedad, de viudedad y orfandad, etc.

La aplicación de estas políticas, sobre todo en Europa, permitió un conside-


rable aumento del nivel de vida de las clases populares y, al mismo tiempo,
acompañó el auge productivo de posguerra creando incrementos de demanda
solvente suficientes para absorber los aumentos del volumen de producción
y de la productividad.

En la actualidad éste continúa siendo el modelo hegemónico, pero tras la aco-


metida neoliberal del binomio Reagan-Thatcher y el embate de la mundiali-
zación el modelo ha entrado en una cierta crisis.

1.3.1. El taylorismo

Taylor dio nombre al taylorismo y lo introdujo en Estados Unidos. Este mo-


vimiento dio origen a la organización científica del trabajo, con máxima es-
pecialización del trabajador, cuyos tiempos y movimientos son cronometra-
dos y, mediante tal medición, se establece un sistema de pago de primas en
función de la producción realizada (salario base muy bajo). La desaparición
de los llamados «tiempos muertos», el incremento de la velocidad y la inten-
sidad del trabajo de cada obrero, la no distracción del trabajador en su puesto
de trabajo, etc. permitió incrementos notables del ritmo de producción. Este
sistema representó un enorme impulso al crecimiento de la productividad de
cada trabajador, pero convirtió la labor obrera en trabajo rutinario, repetitivo
y cada vez más veloz, por cuanto el salario dependía de la rapidez y del volu-
men producido.

1.3.2. El fordismo

Henri Ford dio nombre al fordismo en Estados Unidos. Sus fábricas de auto-
móviles, a principios de la década de los años veinte, representaban la forma
más acabada de división del trabajo en la empresa productiva industrial. Cabe
distinguir dos aspectos del fordismo:

1)�En�la�producción:

a)�Trabajo�en�cadena: en este caso es la máquina la que establece el ritmo


de la producción y el obrero, un simple apéndice de la máquina. El trabajo
en cadena permite la utilización constante de la capacidad instalada, durante
todo el día. Este hecho permitió la instauración de los «tres turnos de ocho
horas» y el funcionamiento ininterrumpido de las fábricas, con el consiguiente
incremento del volumen de producción.
© FUOC • PID_00275129 19 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

b)�Producción�en�serie: el producto final obtenido es idéntico. Pueden pro-


ducirse grandes cantidades de mercancías iguales y estandarizadas. No queda
margen alguno para la creatividad del obrero. La producción en serie permitió
aumentar de forma considerable la producción del mismo producto y abrió
paso a la gran difusión de las marcas, identificadoras de productos idénticos
entre sí.

c)�Producción�masiva, resultado de las dos anteriores modificaciones. Efecti-


vamente, el volumen de producción derivado del trabajo en cadena y la pro-
ducción en serie creció de forma inusitada, crecimiento que además fue acom-
pañado por sustanciales incrementos de productividad. Este hecho represen-
tó un considerable incremento de la oferta, lo que requiere la existencia de
mercados cada vez mayores y en continua expansión.

2)�En�el�consumo:

a)�Consumo�de�masas: el resultado es que a la creciente producción le corres-


ponde un crecimiento paralelo del consumo, sin el cual sería imposible reali-
zar las mercancías que se producen. El propio Ford estableció en sus fábricas
la llamada política de altos salarios, y la patrocinó para el resto de la actividad
industrial. Se trata de aquella política que observaba a los trabajadores no sólo
como mano de obra a la que había que pagar lo menos posible, sino como los
potenciales consumidores de los productos industriales. Costó bastante que
esta política se introdujera a causa de la resistencia de las patronales, pero la
confluencia de las luchas sindicales y la necesidad de expandirla señalada por
Ford acabaron permitiendo un crecimiento de los salarios acorde con los in-
crementos de la productividad. Este hecho posibilitó el incremento del con-
sumo y planteó la necesidad de actuar en el terreno de la regulación de la dis-
tribución de la renta.

b)�En�la�regulación: para permitir la absorción del volumen creciente de mer-


cancías producidas se requiere un aumento paralelo del poder de compra de
los consumidores.

Para ello se establece un sistema de regulación salarial que vincula los


aumentos del salario a los incrementos de la productividad y del coste
de la vida (IPC).

1.3.3. El toyotismo

Como modelo alternativo al fordismo apareció el japonés, definido como to-


yotismo, forma de organización del trabajo y de la propia vida del trabajador
en el seno de la empresa en la que trabaja, siendo ésta y no el Estado la que
© FUOC • PID_00275129 20 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

asume la protección social de sus empleados (guarderías, ocio, educación, ju-


bilación, etc.). La empresa adopta en cierta forma la función «paternalista»
asumida por el Estado en las sociedades occidentales.

El toyotismo implica, además, devolver una cierta autonomía a los pequeños


colectivos trabajadores para estimular la creatividad (círculos de calidad) y el
establecimiento de formas de producción just-in-time que permiten la mini-
mización de los stocks. Este sistema permite establecer una cierta competencia
entre colectivos obreros (círculos de calidad), eleva la flexibilidad de la pro-
ducción, adecua mejor la oferta a la demanda y sólo es posible gracias al uso
intensivo de tecnología moderna (informática, robotización).

1.4. El fordismo periférico. El modelo ISI y el modelo ISE. El


modelo primario exportador. Los nuevos países industriales

La confluencia de las luchas sindicales con la introducción del fordismo, el


taylorismo y la regulación dieron lugar al establecimiento del estado del bie-
nestar en los países del centro del sistema, con la consiguiente elevación del
nivel de vida de la sociedad en su conjunto y con una mejor distribución de
la renta, más igualitaria.

Esta situación no ocurrió en los países de la periferia. Como señala el francés


Lipietz, en la periferia lo que se estableció no fue el estado del bienestar, sino
lo que él denomina el «fordismo sangriento». ¿Por qué este apelativo?

El argumento es el siguiente. En la periferia, una vez producidos los procesos


de independencia política y acceso a la soberanía de los antiguos países co-
lonizados, se inició un proceso de incipiente industrialización basado en los
mismos principios que en el centro, es decir, el capitalismo busca el máximo
beneficio y éste se obtiene a partir de la aplicación del fordismo, pero ahora
únicamente en la producción, es decir, no en el consumo ni en la regulación.
¿Por qué?

La respuesta más extendida se basa en el hecho de que la producción periféri-


ca no está destinada al mercado interno sino al mercado�exterior. Si se tiene
presente que la mayor parte –o al menos una parte sustancial– de la inversión
productiva en la periferia procede de empresas multinacionales y se sabe que
éstas tienen como objetivo la exportación de sus productos a más bajo coste
que si se produjesen en países del centro, se comprende que los intereses de
tales compañías no pasan por incrementar el mercado interno por medio de
una política de aumento de salarios y concertación social, sino, por el contra-
rio, lo que le conviene es el mantenimiento de los salarios lo más bajos posible.
© FUOC • PID_00275129 21 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Para paliar esta situación, sobre todo en países de América Latina, con más
experiencia como países independientes y soberanos, se intentó aplicar una
política que favoreciera el desarrollo�interno de la actividad industrial. Se tra-
ta del llamado modelo de industrialización por sustitución de importaciones
(modelo�ISI).

El modelo ISI, el modelo ISE y el modelo primario exportador

El modelo ISI consiste básicamente en la sustitución de las importaciones de productos


industriales manufacturados, básicamente de consumo, por productos de fabricación na-
cional.

Para ello se estableció una política proteccionista con altos aranceles para ese tipo de
mercancías y se procedió a fomentar la producción nacional y el consiguiente incremen-
to del consumo de productos nacionales. Esta política tuvo cierto éxito en la creación
de un cierto tejido industrial, básicamente en países como México, Argentina, Venezue-
la, Colombia, Uruguay y Brasil, entre otros. Pero no consiguió eliminar la dependencia
exterior. Por supuesto, las exportaciones seguían siendo básicamente de productos pri-
marios y las importaciones cambiaron, efectivamente: se dejaron de importar productos
industriales destinados al consumo final, pero se incrementaron las importaciones de
maquinaria, materias primas y, además, el pago de royalties por las patentes industriales
extranjeras utilizadas en la producción nacional.

La crisis de este modelo, ya en la década de los setenta, dio paso a otro, el llamado modelo
de industrialización�por�sustitución�de�exportaciones�(modelo�ISE). Este modelo surge
de la constatación de la validez de los argumentos de los teóricos de la dependencia
(Gunder Frank, Marini, Dos Santos) y de los mundialistas (Emmanuel y, sobre todo, Samir
Amin), en el sentido de que los países de la periferia están perjudicados en su comercio
exterior por cuanto sólo exportan productos primarios.

Por tanto, se trataría de romper los lazos de dependencia de escasos productos de expor-
tación y, básicamente, diversificar tales exportaciones, si es posible exportando produc-
tos industriales.

Este modelo trató de aplicarse en América Latina con escasos resultados. Chile abrió nue-
vas vías de comercio exterior, pero también de productos primarios. Sólo Brasil y México,
y en algún momento Argentina, lograron diversificar su exportación e incluir productos
industriales en éstas, aunque en el caso de México hay que matizar mucho el fenómeno
por cuanto tales exportaciones proceden básicamente de las «maquilas», fábricas insta-
ladas en territorio mexicano, de capital americano y cuyo destino de la producción es
Estados Unidos. Estas exportaciones se hacen a un menor coste, pues los salarios son mu-
cho más bajos en México. En cualquier caso, el resultado no fue un crecimiento general
y rápido del mercado interior.

Donde sí funcionó este modelo fue en los países de Asia Oriental y el sudeste asiático,
los llamados países�emergentes.

Los cuatro dragones (Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Hong Kong) y en menor medida
los llamados «tigres» (Filipinas, Malasia, Tailandia e Indonesia) lograron romper la barre-
ra de las exportaciones de productos primarios y entraron en el comercio mundial por
medio de la exportación de productos industriales de alta intensidad en mano de obra,
lo cual les da la ventaja comparativa derivada de sus bajos salarios.

Esta forma de inserción en el comercio internacional no tiene como objetivo directo la


creación de mercado interno. Y es en estos países donde el apelativo de Lipietz acerca del
fordismo periférico se aplica con mayor claridad. Crece la producción industrial, pero no
crecen paralelamente los salarios y, por tanto, no se crea mercado interno y el aumento
del nivel de vida de la población es reducido. No obstante, en estos países, sobre todo en
los cuatro primeros, se ha producido un importante cambio estructural, cuyo ejemplo se
ha intentado imitar, por parte de otros países, con muy escaso éxito.

Así, lo que continúa predominando de forma general en la periferia es el modelo�prima-


rio-exportador, heredado de la época colonial.

Este modelo se basa en la exportación de uno o de pocos productos primarios en los que
el país está especializado (petróleo, gas, café, cacao, azúcar, algodón, cobre, níquel, etc.).
En sentido inverso, el país importa el resto de los productos que necesita, desde productos
© FUOC • PID_00275129 22 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

alimentarios hasta materias primas, desde productos industriales manufacturados hasta


maquinaria.

Esta situación da lugar a una posición de dependencia y subordinación muy elevada con
respecto a los productos de exportación y, sobre todo, con respecto a los países clientes y
proveedores, en general los países del centro. Si a ello se suma la dependencia económica
y financiera, tenemos un retrato robot de un tipo de economía cuya salud no es ejemplar.
En este sentido, ni los planes de desarrollo establecidos hasta la fecha ni la política de
ayuda internacional han conseguido eliminar esta situación de dependencia, cuyo coro-
lario final es un bajo nivel de vida de las poblaciones afectadas.
© FUOC • PID_00275129 23 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

2. La evolución del sistema capitalista en el siglo XX

2.1. Fases del ciclo en el siglo XX

Durante el siglo XX, el ciclo del desarrollo capitalista ha atravesado por sus
cuatro fases (recuperación, auge, crisis y depresión) en varias ocasiones:

Fuente: Vilaseca, Jordi (1997). Economía internacional. Centro de Estudios Internacionales. Universidad de Barcelona.

Las principales manifestaciones del ciclo en el siglo XX, que lo diferencian de


los ciclos del siglo anterior, son dos:

Aumento�de�su�duración: los ciclos de plazo medio solían durar entre siete


y diez años. En la situación de consolidación del capitalismo monopolista y
de intervención cada vez mayor del Estado en la economía de cada país, la
onda del ciclo medio se ha hecho más larga. Esto significa que los auges y las
depresiones tienen mayor duración.

Generalización�mundial�del�ciclo. A diferencia de las crisis nacionales del


siglo XIX, en nuestro siglo la crisis se difunde internacionalmente y afecta al
conjunto del sistema capitalista mundial. No al mismo tiempo, ni con la mis-
© FUOC • PID_00275129 24 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

ma intensidad, pero el carácter cada vez más global de la economía (mundiali-


zación) ha dado lugar a que la crisis en un país influya en la economía de otros,
hasta generalizarse en el conjunto del sistema. Otro tanto pasa con los auges.

2.2. Período anterior a la Segunda Guerra Mundial

La economía capitalista entra en el siglo XX en pleno periodo de expansión


imperialista. Los estados nación europeos cierran�sus�fronteras mediante po-
líticas proteccionistas para evitar la competencia de sus adversarios; para co-
locar sus excedentes comerciales y de inversión, construyen grandes imperios,
también protegidos arancelariamente. Esto ocurre en el caso de Inglaterra,
Francia,�Holanda�y�Bélgica. Pero dos países, Italia y Alemania, no han podi-
do construirse un imperio. Éste será el origen de una profunda inestabilidad
mundial que se saldará con la Primera Guerra Mundial.

El ciclo atraviesa en las dos primeras décadas del siglo un periodo de


relativa crisis y depresión, en general circunscrito a ámbitos nacionales.

El sistema monetario existente se asienta en el patrón oro, lo cual no ofrece la


suficiente flexibilidad para el desarrollo del comercio exterior, aunque permite
el control de la oferta monetaria, todo ello se mostrará como un obstáculo
para la expansión mundial capitalista. Bajo la hegemonía del Reino Unido, el
periodo se caracteriza por la inestabilidad, la rivalidad interimperiaslista y la
atonía económica, acompañada de importantes luchas sociales y del aumento
del poder de los sindicatos y de los partidos de izquierda.

Con una excepción relativa, pero significativa. En Estados�Unidos el capita-


lismo se desarrolla velozmente y los aumentos de la productividad y la aplica-
ción masiva de nuevas tecnologías preludia lo que será en el futuro el cambio
de liderazgo capitalista mundial.

La crisis se resuelve con la Primera Guerra. La destrucción masiva, la


reorganización industrial enfocada hacia el esfuerzo bélico y, en general,
las necesidades de reconstrucción favorecen el proceso de recuperación.

Ahora bien, el mundo de la posguerra ya no será igual que el anterior por dos
motivos principales:

• Estados Unidos empieza a disputar el liderazgo mundial capitalista al


Reino Unido.
• Rusia ha visto una revolución popular triunfante, que instaura un nuevo
orden socialista y crea la Unión Soviética, con lo que se abandona el capi-
talismo y se inicia la construcción del comunismo.
© FUOC • PID_00275129 25 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

En este nuevo marco, con una Europa empobrecida y Estados Unidos en


pleno auge, se desarrolla la etapa más expansiva anterior a la Segunda
Guerra Mundial: los llamados dorados años veinte.

Es la época de la generalización del fordismo y el taylorismo en Estados Uni-


dos, de la consolidación de la Unión Soviética y de la rápida recuperación de
Europa. Se establece una política monetaria basada en el patrón de cambios
oro. Y la actividad económica entra en un periodo de crecimiento frenético.
En particular la actividad financiera, que se manifiesta en el auge de las bolsas.
Sin embargo, éste sería el talón de Aquiles del proceso.

Efectivamente, en 1929 se produce el crack de la Bolsa de Nueva York, pro-


vocado por el estallido de la burbuja especulativa. En el trasfondo del crack
se encuentra la situación de sobreproducción existente en Estados Unidos. La
crisis se generaliza, cierran empresas y aumenta el paro en dimensiones desco-
nocidas hasta entonces. Y golpea también a Europa, relativamente recuperada
de la guerra pero donde un país, Alemania, sigue aún sumido en la pobreza.
Se inicia así una nueva fase de crisis y depresión: la�Gran�Depresión�de�los
años�treinta.

En Estados Unidos, el presidente Roosevelt abandona las políticas liberales y


acomete con vigor una profunda intervención del Estado en la economía, con
el objetivo de paliar los efectos del paro y de reactivar la economía, política
que se practicará hasta la Segunda Guerra Mundial con cierto éxito y que,
además, servirá de laboratorio para la concepción de la revolucionaria obra de
J. M. Keynes, Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero. Por su parte, la
Unión Soviética se consolida y los primeros planes quinquenales del mandato
de Stalin son un éxito. La URSS es el único país que no ha sido golpeado por
la crisis.

El proceso, sin embargo, no está exento de grandes conflictos sociales que


desembocan�en�los�totalitarismos: fascismo en Italia, nazismo en Alemania,
falange en España. La profunda rivalidad interimperialista sigue presente y los
vencidos de la primera guerra, la Alemania empobrecida, optan por reanudar
su rearme y por plantear una política de expansión territorial mediante el uso
de la fuerza. La guerra civil española será el preludio de la Segunda Guerra
Mundial, en la que se dirimirá el futuro del mundo, del sistema capitalista y
de las libertades democráticas.

2.3. Fase de posguerra

1) Los acuerdos de Bretton Woods


2) El plan Marshall
© FUOC • PID_00275129 26 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

3) La era de Bandung (1956-1975): descolonización y creación del movimiento


de países no alineados

2.3.1. Los acuerdos de Bretton Woods

La onda del ciclo en la que está inmersa la economía mundial se generaliza a


partir de la recuperación de posguerra, entre 1945 y 1950, tanto en Europa co-
mo en Japón e incluso en numerosos países periféricos. Sin embargo, su origen
se encuentra en la economía norteamericana, que supera la crisis y depresión
iniciadas en 1929 con anterioridad, en plena guerra mundial y merced al con-
siderable incremento de la producción, la actividad económica en general y
las ganancias, incremento que permitió el esfuerzo industrial ocasionado por
la guerra.

Estados Unidos sale indemne de la guerra. Su territorio no resultó afectado.


Sus infraestructuras materiales, sus instalaciones, su industria y agricultura sa-
lieron altamente reforzadas del conflicto. Política y militarmente fueron los
vencedores, junto a la Unión Soviética. Se encontraban en inmejorables con-
diciones para imponer sus criterios (su «liderazgo» mundial) a un mundo diez-
mado, devastado por la guerra.

Así se hizo y, bajo su dirección (se aprobó la propuesta norteamericana


y se derrotó la propuesta británica presentada por Keynes) se adoptaron
los acuerdos de Bretton Woods (New Hampshire, EE.UU., 22 de julio de
1944), que instaurarían un nuevo orden económico mundial.

El nuevo orden económico mundial estaba basado en los siguientes elementos:

• Un sistema�monetario�internacional basado en el patrón dólar y su li-


bre convertibilidad en oro a una paridad fija (una onza de oro fino = 35
dólares), que asegurase la supremacía norteamericana en el mercado de
cambios internacional.

• Una institución de control monetario y financiero en el ámbito mundial:


el Fondo�Monetario�Internacional, cuya misión, entre otras, era contro-
lar la paridad fija moneda nacional-dólar-oro y aprobar o no las devalua-
ciones o reevaluaciones monetarias de cada país.

• Una institución financiera (bancaria) cuyo fin sería fomentar el desarrollo


de estados diezmados por la guerra: el Banco�Internacional�de�Recons-
trucción�y�Fomento (BIRF), transformado posteriormente en Banco Inter-
nacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD) y hoy denominado Banco
Mundial.
© FUOC • PID_00275129 27 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

• Una institución reguladora del comercio internacional, la Organización


Mundial�del�Comercio�(OMC), sobre la cual no hubo acuerdo y que, por
tanto, no vio la luz. En su lugar, a partir de 1947 se iniciaron rondas de ne-
gociación para el desarme arancelario y la expansión del comercio interna-
cional en el marco del Acuerdo�General�de�Tarifas�y�Comercio�(GATT).

En los acuerdos de Bretton Woods participaron todos los países aliados en la


guerra, es decir, también la Unión Soviética y China. No obstante, tras el final
de la guerra la URSS fue separada del marco de los acuerdos, circunstancia que
también ocurrió con China tras el triunfo de su revolución en 1949.

2.3.2. El plan Marshall

En este marco y tras el triunfo sobre las potencias del Eje en 1945, Estados
Unidos estuvo en condiciones de encabezar política y militarmente el bloque
capitalista que surgiría de la ruptura de la alianza con la URSS, que a su vez
encabezaría el bloque socialista.

En este clima de nueva «guerra�fría», Estados Unidos acomete la opera-


ción de ayuda económica internacional más importante de la historia:
el plan�Marshall, así llamado por el general Marshall que lo dirigió.

El objetivo era reconstruir las regiones devastadas de Europa y frenar la expan-


sión del comunismo (doctrina Truman). Para ello, además de intervenciones
militares directas en Grecia y Turquía, se puso en marcha el plan de recons-
trucción acelerada.

El Plan Europeo de Recuperación (plan Marshall) fue planteado en Harvard el 5 de ju-


nio de 1947 por el secretario de estado general George Marshall. El plan se aprobó ofi-
cialmente el 3 de abril de 1948 y duró hasta el 30 de septiembre de 1951. Representó
un gran volumen de transferencias de capitales, ayudas a fondo perdido, préstamos y
créditos «blandos» y condiciones favorables para el comercio exterior de los países euro-
peos favorecidos por el plan: todos los de Europa occidental menos España y Portugal.
Yugoslavia recibió alguna ayuda. Europa oriental quedaba desde entonces en el ámbito
de influencia soviético.

El plan Marshall permitió el desarrollo y reconstrucción de la Europa occiden-


tal, pero también tuvo sus contrapartidas:

• Consolidó definitivamente la ruptura entre los aliados de la guerra (Esta-


dos Unidos, Unión Soviética, Inglaterra y Francia) y abrió el periodo de
guerra fría y de conflicto este-oeste.

• Impuso a los países de Europa occidental la constitución de un bloque mi-


litar encabezado por Estados Unidos para enfrentarse a la URSS: la Orga-
nización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, 4 de abril de 1949).

• Estados Unidos sustituyó a Inglaterra en su imperio colonial en Asia, con


una práctica que desde entonces se conoció como neoimperialismo, que
© FUOC • PID_00275129 28 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

combina la independencia política y la soberanía nacional con la depen-


dencia económica y la «lealtad» en política internacional.

De forma similar al plan Marshall en Europa, Estados Unidos decidió colaborar


intensamente en la reconstrucción de otro de sus enemigos en la guerra: Japón.

El plan�MacArthur representa un proceso similar al europeo y contri-


buyó, además de a la reconstrucción japonesa, a cerrar el cerco capita-
lista en torno a la Unión Soviética y, sobre todo, a frenar la expansión
de la revolución china en Oriente.

A todo ello hay que añadir la guerra de Corea (1950-53), en la que el país quedó
dividido en dos zonas, una capitalista y otra comunista.

En este marco, y gracias al impulso de la reconstrucción europea y japonesa,


la economía capitalista vivió una fase de auge que duró sin complicaciones
hasta 1967.

2.3.3. La era de Bandung (1956-1975): descolonización y creación


del movimiento de países no alineados

Sin embargo, éste es el periodo de mayor retroceso histórico del capitalismo:


grandes zonas del mundo se «desconexionan» (en referencia al concepto de
desconexión acuñado por Samir Amin) del sistema capitalista e inician proce-
sos de transición socialista al comunismo: Europa Oriental, China, Corea del
Norte, Vietnam, Camboya y Laos, Cuba y, más adelante, algunos países afri-
canos (Etiopía, Angola, Malí, Congo Brazzaville, Guinea, Burkina Faso y Mo-
zambique, entre otros).

Otros sucesos caracterizan esta era: el tratado de amistad indio-soviético (la


India es independiente desde 1947); la colaboración con Egipto de la URSS y,
sobre todo, la posición antiimperialista del movimiento�de�países�no�alinea-
dos creado en la conferencia de Bandung en 1956, con la iniciativa de jefes de
estado de diferentes países del Tercer Mundo, entre los que se contaba con Su-
karno de Indonesia, Tito de Yugoslavia, Nehru de la India, Nasserde de Egipto,
Chu en Lai de China, etc. Aparentemente, el sistema capitalista mundial, en
pleno auge económico, estaba en claro retroceso político internacional.

Para los países del centro sistémico se trata, sin duda, de una época do-
rada: industrialización acelerada, crecimiento rápido del PNB, aumento
del bienestar de la población, etc.
© FUOC • PID_00275129 29 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Se establece el modelo fordista en Europa y hasta cierto punto en Japón. El


comercio internacional crece sin trabas aparentes. La economía del bienestar
y los altos niveles de desarrollo económico y social son un hecho.

En los países de la periferia es la era de la descolonización. El sistema


se mantiene como tal, pero cambia de forma. Los países colonizados
dejan de serlo, pero siguen insertados en el sistema de forma periférica
y subordinada.

La descolonización en Asia, África, América y Oceanía se produce básicamen-


te en la década de los sesenta, pero dura hasta la independencia de Angola,
Mozambique y Guinea del imperio portugués en 1975 y de Namibia, ya en la
década de los noventa. Aún hoy perduran algunas situaciones coloniales de
carácter menor.

2.4. La crisis del sistema (1967-73-1991)

1) Crisis en Estados Unidos


2) Crisis monetaria internacional (1967-1973)
3) Primera fase de la generalización de la crisis: la crisis del petróleo
(1973-1982)
4) Segunda fase de la generalización de la crisis: la crisis de la deuda externa

2.4.1. Crisis en Estados Unidos

El auge favoreció el crecimiento de la productividad en todos los países del


mundo, en especial en los más devastados por la guerra: Europa y Japón. El
crecimiento de la productividad en estos países empezó a ser mayor que el de
Estados Unidos y, por tanto, sus mercancías comenzaron a ser más competiti-
vas, incluso en el mercado norteamericano.

En 1967, Estados Unidos registra un fuerte déficit en su balanza comercial. Al


mismo tiempo, durante ese año se encuentra ya inmerso en su guerra de agre-
sión en Vietnam, circunstancia que le supone una fuerte sangría económica.

La situación muestra que algo ha cambiado. Los aliados «ayudados» de las dos
décadas anteriores empiezan a convertirse en peligrosos competidores.

Este hecho da lugar a que Estados Unidos trate de remediar la situación


estableciendo reformas sustanciales en el marco donde se realizan las
actividades económicas internacionales: el primero de ellos, el que afec-
ta al sistema monetario internacional.
© FUOC • PID_00275129 30 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

2.4.2. Crisis monetaria internacional (1967-1973)

La crisis económica interna de Estados Unidos (inflación, paro) y su falta de


competitividad exterior (déficit balanza comercial y de pagos) se trató de re-
mediar con medidas de carácter monetario: devaluación del dólar.

Sin embargo, el dólar no podía devaluarse sin afectar al conjunto del sistema
monetario internacional, por cuanto que era la unidad de referencia para es-
tablecer las paridades. Y más aún, era la principal moneda de reserva interna-
cional, con lo cual una devaluación tendría el efecto inmediato de «empobre-
cer» a todos los países con dólares en sus reservas.

El grado de deterioro de la economía norteamericana es patente por medio de los dos


datos siguientes:

• Entre 1947 y 1968 los dólares-billetes en el exterior pasan de 6.400 millones a 35.700
millones.

• En el mismo periodo, el volumen de oro en las reservas de Estados Unidos pasa de


24.600 millones de dólares a 10.400.

La paridad fija del cambio de dólar por oro, establecida por el FMI y pilar del sistema
monetario internacional, era la siguiente:

– 1 onza de oro fino = 35 dólares

Este tipo de cambio estable se mantuvo durante todo el auge. Además, otras cláusulas del
FMI, y por ende del sistema monetario internacional, establecían:

• garantía de libre convertibilidad exterior de las monedas nacionales por dólares;

• garantía por parte del Banco Central de Estados Unidos de la conversión de dólares
en oro y la necesidad de aprobación por parte del FMI de cualquier devaluación o
reevaluación.

Ante el deterioro de la situación económica americana y su cada vez mayor


implicación en la guerra de Vietnam (de la que saldría derrotado Estados Uni-
dos), algunos países empezaron a solicitar la conversión de sus dólares de re-
serva en oro, entre otros Francia, gobernada entonces por el general De Gau-
lle. Asimismo, la cotización del oro en el mercado libre (bolsa de Londres) no
cesaba de crecer, e incluso llegó a superar los cuarenta dólares/onza.

Ante la avalancha de conversiones de dólares en oro y ante la evidencia de la


crisis, el presidente Nixon vulnera los tratados internacionales, en concreto el
del FMI, y decreta en 1971 (15 de agosto) la suspensión de la convertibilidad
de dólares en oro. Era la primera ruptura importante de las reglas del juego.

Fue seguida de dos rupturas más, en forma de devaluaciones:

• Primera�devaluación: el 18 de diciembre de 1971 el Gobierno de Estados


Unidos decide devaluar el dólar, que pasa a tener una paridad de una onza
de oro fino = 38 dólares.
© FUOC • PID_00275129 31 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

• Segunda�devaluación: en febrero de 1973, el Gobierno de Estados Unidos


decide una segunda devaluación en la que la paridad sería de una onza de
oro fino = 42,2 dólares.

De hecho, tras la segunda devaluación pudo darse por muerto y desaparecido


para siempre el sistema monetario internacional ideado en Bretton Woods.
Dichas devaluaciones tuvieron repercusiones altamente negativas para la eco-
nomía de numerosos países, en particular para aquellos, cuyas reservas esta-
ban constituidas básicamente por dólares (como fue el caso de España) o para
aquellos cuya principal actividad se basaba en el comercio exterior (como era
el caso de los países exportadores de petróleo).

En sustitución del patrón dólar/oro se estableció la absoluta libertad, el no


patrón, es decir, la flotación�de�las�monedas, que impera hasta nuestros días
y que representa el ajuste diario (instantáneo, podría decirse) de paridades en
función del mercado cambiario. Una excepción a esta plena libertad de flota-
ción fue el sistema monetario europeo, con bandas restringidas de flotación
para cada una de las monedas. De ahí su fragilidad frente a los especuladores
internacionales.

En definitiva, los primeros embates del fin del auge y del inicio de la
crisis económica mundial tuvieron lugar en Estados Unidos y liquida-
ron una de las principales instituciones de la posguerra: el sistema mo-
netario internacional. La crisis seguiría, a partir de entonces, otros de-
rroteros.

2.4.3. Primera fase de la generalización de la crisis: la crisis del


petróleo (1973-1982)

La inestabilidad monetaria mundial, con la consiguiente crisis del sistema mo-


netario internacional, obedeció básicamente a la crisis de la economía norte-
americana. El resto del mundo, Japón y Europa occidental principalmente, se
hallaba todavía en pleno auge. Sin embargo, la crisis iba a generalizarse rápi-
damente.

Las devaluaciones del dólar perjudicaron en general a todos los países capita-
listas (excepto a Estados Unidos) que poseían dólares en reserva y comerciaban
en dicha moneda. Uno de los grupos más afectados fue precisamente el de
los�países�exportadores�de�petróleo. En efecto, la devaluación les obligaba a
vender más para obtener lo mismo o, si vendían lo mismo, ganaban menos. Se
empobrecían por una medida externa a sus economías. La guerra árabe-israelí
enfrentó a los principales países árabes productores de petróleo con Estados
Unidos y Reino Unido, que habían apoyado a los israelíes.
© FUOC • PID_00275129 32 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Esta situación, unida al incremento de los fletes del petróleo, permitió la toma
de conciencia colectiva de los países exportadores de petróleo agrupados en la
OPEP, que decidieron adoptar medidas que paliaran la situación. Se trataba de
acabar con la política de energía barata e iniciar un ajuste de precios que re-
sultara lo bastante remunerador para los productores. Esta iniciativa coincide
con los intereses de Estados Unidos, motivados por una doble preocupación:

• Provocar un incremento de costes en los países europeos y Japón, fuertes


competidores suyos en el mercado internacional.

• Invertir la tendencia a la contracción de las reservas petroleras americanas


incrementando el precio del petróleo para hacer rentables explotaciones
marginales, especialmente las de Alaska.

La conjunción de intereses norteamericanos y de la OPEP lanzó la escalada de


precios del petróleo. El 16 de octubre de 1973, en plena guerra árabe-israelí
del Yon Kippur, la OPEP decide aumentar el precio de 3,45 dólares/barril a
5,5 dólares. Esa escalada se mantendría hasta 1977, y sucesivamente fueron
aumentando los precios a 9,31 dólares, 10,14 y 12,7. Los años 1977 y 1978
fueron de estancamiento de los precios. Pero en 1979, tras el derrocamiento
del sha y el establecimiento de una República Islámica en Irán, la crisis se
recrudece y vuelve a aumentar el precio a 14,54 dólares/barril en 1979, hasta
alcanzar el techo máximo en 1982 con un precio de 34 dólares/barril.

Los efectos de esta política fueron diversos según los países, pero tuvieron la
virtud de generalizar�la�crisis�a�todo�el�sistema�capitalista. Los principales
efectos fueron los siguientes:

• Fuerte incremento de costes energéticos en los países consumidores, Ja-


pón, Europa occidental y buena parte de los países de la periferia, con el
consiguiente encarecimiento de su producción interna y el descenso de su
competitividad, en este caso a favor de los países productores de petróleo,
como Estados Unidos.

• Explotación de recursos petroleros no rentables en la época de la política de


energía barata: yacimientos de Alaska, Mar del Norte (Inglaterra, Noruega),
México, etc.

La llamada «crisis del petróleo» dio lugar a la generalización mundial


de la crisis. Sus efectos más sobresalientes fueron el incremento de cos-
tes seguido del cierre de empresas no competitivas en todos los países
europeos y, tras ellos, en Estados Unidos, Canadá y Japón.
© FUOC • PID_00275129 33 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Otro elemento de esta generalización de la crisis fue la atípica combinación de


aumento del paro paralelo al aumento de la inflación, en un clima general de
estancamiento. Este fenómeno se bautizó como estanflación, y afectó a todos
los países del centro del sistema.

2.4.4. Segunda fase de la generalización de la crisis: la crisis de la


deuda externa

Un efecto derivado del incremento de los precios de petróleo fue la gran cen-
tralización de divisas en manos de los magnates y gobiernos de los países pe-
troleros: los petrodólares, que fluyeron activamente hacia la banca internacio-
nal, japonesa y europea, pero principalmente norteamericana.

La Banca privada internacional, con el fin de rentabilizar sus enormes depósi-


tos, se lanzó en la década de los setenta a una política de concesión de présta-
mos y créditos a los países y empresas que los solicitaran, a bajo tipo de interés,
con la cláusula de variabilidad de dicho tipo.

La sustitución en la Administración norteamericana de Carter por Reagan re-


presentó un cambio drástico en la política económica, que pasó de una�po-
lítica�de�tasas�de�interés�bajas�a�tasas�de�interés�altas. Este cambio afectó
de forma grave a los deudores, empresas y estados del Tercer Mundo princi-
palmente.

La evolución de la tasa�de�interés fue la siguiente:

1978 1,13 %

1979 0,63 %

1980 0,57 %

1981 6,44 %

1982 7,09 %

1983 6,52 %

1984 6,54 %

Este cambio de política, con la adopción de medidas ultraliberales, tuvo una


profunda repercusión�en�América�Latina.

La subida de las tasas de interés afectó muy significativamente a los países de


América Latina, que habían sido los principales favorecidos en la época de fá-
ciles concesiones crediticias. De un día para otro, lo que era una deuda fácil-
mente asumible se convirtió en un duro lastre para cada una de las economías
latinoamericanas y de otros países de la periferia. El servicio de la deuda no
tardó en alcanzar límites muy elevados. México fue el primer país en decla-
rar una moratoria, en 1982 y con ella se extendió el pánico en los mercados
© FUOC • PID_00275129 34 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

financieros y cundió el ejemplo en otros países de la región. El problema de


la deuda había nacido. Las empresas privadas, incapaces de pagar su deuda,
la transfirieron a sus respectivos estados y éstos asumían, además de la deu-
da�pública, la denominada deuda�privada�públicamente�garantizada. Los
propios estados, para poder hacer frente al pago del servicio de la deuda, se
endeudaban aún más. Tal situación condujo a América Latina y otros países
periféricos a la catástrofe, hacia lo que se ha bautizado como la década perdida.

La década perdida

Los países más endeudados del Tercer Mundo (no de todo el mundo, por cuanto el mayor
país deudor del mundo es Estados Unidos) eran México y Brasil, con cerca de 100.000
millones de dólares cada uno. Argentina, Venezuela, Chile, Colombia, Perú, Ecuador,
Nicaragua, Bolivia, Costa Rica, Jamaica y Uruguay seguían por este orden en América
Latina.

Una deuda de tal magnitud representaba sustanciales porcentajes�del�PNB de cada país:


el 76 % del PNB en México, el 51 % en Argentina, el 66 % en Venezuela, el 120 % en
Chile, el 90 % en Bolivia, el 198 % en Nicaragua, el 97 % en Costa Rica, el 147 % en
Jamaica y porcentajes inferiores al 50 % pero superiores al 30 % en el resto de los países.
Esta situación implicaba que la producción nacional estaba prácticamente hipotecada en
toda América Latina.

Sin embargo, lo relevante no es sólo el monto global de la deuda. Lo relevante


es el servicio�de�la�deuda, es decir, lo que anualmente se paga en concepto
de intereses, otros costes y devolución del principal. Este servicio es el que re-
presenta una autentica sangría financiera para los países deudores. La finan-
ciación del servicio de la deuda sólo puede hacerse mediante las divisas que
obtiene el país fundamentalmente mediante sus exportaciones.

Los porcentajes más significativos de servicio�de�la�deuda�con�respecto�a�las


exportaciones en 1987 fueron los siguientes:

Argentina 64,1 %

México 51,1 %

Brasil 41,8 %

Venezuela 37,4 %

Chile 37,1 %

Ecuador 33,9 %

Jamaica 32,7 %

Colombia 31,5 %

Bolivia 30,4 %

Costa Rica 28,9 %

Uruguay 22,6 %

Perú 20,5 %

Nicaragua 12,9 %
© FUOC • PID_00275129 35 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Los bajos porcentajes de Perú y Nicaragua se deben a situaciones políticas dife-


renciadas. En Perú, el Gobierno de Alán García decidió pagar como servicio de
la deuda sólo un porcentaje fijo de las exportaciones, mientras que en Nicara-
gua la guerra desatada por la contrarrevolución hacía imposible hacer frente
de forma regular al pago del servicio de la deuda. Fidel Castro, por su parte,
llegó a patrocinar el cese de todo pago del servicio de la deuda.

Si se tiene en cuenta que con los ingresos por exportaciones se han de pagar los
gastos por importaciones, podemos comprobar que el impacto de la crisis de la
deuda tuvo necesariamente que reflejarse en la contracción de estas últimas,
que se redujeron considerablemente durante la década de los ochenta. Sin
embargo, ésta no fue la única reducción. Otra, más significativa aún, fue la
caída en picado de los flujos de capital extranjero en América Latina.

El pago del servicio de la deuda por parte de los países periféricos endeudados
representó un importante flujo de capitales desde la periferia hacia el centro,
por medio de los canales de la banca internacional privada.

Principales bancos acreedores

Algunos de los principales bancos acreedores fueron los siguientes:

• Estados Unidos: First National City Bank of New York, Chase Manhattan Bank, Ha-
nover, Morgan, Chemical New York, Bankers Trust New York, First Chicago, Conti-
nental Illinois, Security Pacific, Bank of America.

• Reino Unido: Barclays, Lloyd’s, Midland, National Westminster.

• Alemania: Deutsche Bank, Commerz Bank, Dresdner.

• Suiza: Credit Suisse, Swiss Bank, Union Bank.

• Japón: Bank of Tokyo, Daichi Kangyo, Fuji Bank, Industrial Bank

• Otros bancos acreedores eran de Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Suecia, España, etc.

Este trasvase de capitales dio lugar a una profundización de la crisis en los


países del Tercer Mundo y a un cierto freno de la crisis en el centro. Sin em-
bargo, la llamada «crisis de la deuda» no fue otra cosa que un paso más en
la generalización y profundización de la crisis económica mundial. La resolu-
ción relativa del «problema de la deuda» por medio de la renegociación de la
deuda y, sobre todo, merced a la aplicación del plan�Brady (cuyas condiciones
hacían menos oneroso el pago del servicio de la deuda y, de hecho, permitían
satisfacer a los bancos acreedores sin arruinar a los estados deudores, gracias
a una intervención directa en el proceso del gobierno de los estados, lo que
garantizaba cobros y pagos respectivamente), no representó el final de la crisis,
sino una etapa más de su evolución.
© FUOC • PID_00275129 36 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

2.5. La crisis a finales de los ochenta: fin del socialismo y


hundimiento de la URSS

El paso siguiente en la generalización mundial de la crisis afectó, de manera


paradójica, a los países no capitalistas. Los países del bloque socialista sucum-
bieron, además de por profundas razones estructurales internas, por el impac-
to de la crisis mundial.

La caída del muro de Berlín en octubre de 1989 y la reunificación de Alemania


es el signo más explícito del fin de la Guerra Fría y el ensanchamiento del
capitalismo en el ámbito mundial, lo que supondrá abrir el camino a la plena
mundialización capitalista de la economía y la sociedad, sin rivales sistémicos:
la globalización.

Durante el periodo de transición al capitalismo, se identifican dos modelos Web recomendada


claramente diferenciados. Por un lado, el caso de la República Popular China
Transformación de China
se basará en un proceso controlado por el Estado, que dirigirá de modo cen-
https://en.wikipedia.org/wi-
tralizado el proceso de transición al capitalismo mediante un control políti- ki/chinese_economic_reform
co fuerte. Se reivindicó primero una transformación económica hacia el capi-
talismo, y se decidió posponer la democratización para más adelante (China
todavía se encuentra en un Estado totalitario). Aun así, China se ha converti-
do, en un breve periodo de tiempo, en una potencia mundial industrial, con
expectativas de situarse en un futuro próximo como la primera economía del
mundo. Su base competitiva está fundamentada en una enorme fuerza de tra-
bajo con salarios muy bajos.

A su vez, el modelo de la Unión Soviética basará su proceso de inserción en Web recomendada


el capitalismo en lo que se denominó la Perestroika. Este proceso, al contra-
Disolución de la URSS
rio del caso Chino, primero procederá a abrir las libertades políticas del país
https://en.wikipedia.org/wi-
(establecimiento de un Estado de derecho) para, posteriormente, llevar a cabo ki/dissolution_of_the_soviet_
union
la inserción económica del país en el capitalismo. El resultado fue totalmente
imprevisto. A principios de los noventa, el imperio soviético se desmembrará
hasta su disolución. Las diferentes repúblicas socialistas lograrán rápidamente
su independencia. El heredero de la URSS será Rusia, país que se insertará en
el capitalismo con la ventaja de la explotación de sus importantes recursos
naturales. Y no menos importante es la herencia del enorme ejército soviético,
con capacidad nuclear de destrucción masiva.

Esta situación provocó un auténtico cambio en el orden internacional, y dio


lugar a un fuerte desequilibrio internacional, al dejar sin contrapeso a la prin-
cipal potencia económica y militar del mundo occidental: EE. UU. La desapa-
rición del Bloque del Este es el fin de la Guerra Fría.
© FUOC • PID_00275129 37 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

2.6. De las crisis financieras de los noventa a la Gran Recesión


del siglo XXI

De este nuevo orden ha aparecido la rivalidad económica entre EE. UU., Eu-
ropa y Japón, cuyos principales elementos son la pugna en la Organización
Mundial de Comercio, sobre todo en cuanto a los acuerdos en materia agrícola
y de servicios, las guerras comerciales, la especulación monetaria, etc. En este
nuevo proceso, el enfrentamiento ya no es entre bloques social y económica-
mente antagónicos, sino entre países y bloques de países capitalistas.

En cada uno de estos países, la crisis reaparece después de haber circulado


por América Latina y otros países del Tercer Mundo. Las tasas de crecimiento
vuelven a caer y en 1993 mostrarán decrecimientos en algunas economías. Se
frena la inversión, aumenta el desempleo –cuyos límites son los más elevados
de la historia– y no se consigue dominar plenamente la inflación.

Es decir, la crisis vuelve a manifestarse plenamente donde se originó: en el


centro del sistema, y adopta la típica forma de una crisis de superproducción
de ámbito mundial. Su evolución dio lugar a una fuerte pugna entre los tres
grandes bloques capitalistas para perdurar en el futuro como potencias y para
ganar posiciones en un mercado mundial cuya construcción ya parece inexo-
rable.

Sin embargo, la misma crisis hace pasar a primer plano otro tipo de problemas,
como por ejemplo la hegemonía militar norteamericana, principal baza que
puede jugar este país para mantener la hegemonía mundial, ante el ascenso de
la competitividad japonesa y europea. Todo esto, acompañado de un renovado
papel de EE. UU. como «gendarme» mundial (Irak, Libia, Panamá, Somalia,
Yugoslavia, Palestina, etc.), con el aval de la ONU.

En virtud de este nuevo escenario, con una enorme especulación financiera


a escala mundial, las crisis adoptan formas relativamente nuevas: crisis bursá-
tiles y financieras.

Durante todos estos años, tendremos una secuencia de crisis muy notable:

• Crisis en México (1994), denominada Efecto Tequila.


https://en.wikipedia.org/wiki/mexican_peso_crisis

• Crisis en Japón y en Asia oriental y del sudeste (1997), que afectó dura-
mente a Corea del Sur, Taiwán, Malasia, Tailandia, las Filipinas e Indone-
sia, y que frenó el aparente desarrollo sostenido de los denominados paí-
ses emergentes.
https://en.wikipedia.org/wiki/1997_asian_financial_crisis

• Crisis en Rusia (1998), denominada crisis del rublo, en la que se combina la


crisis financiera con el caos económico y social provocado por el abandono
© FUOC • PID_00275129 38 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

del socialismo y la aparición de numerosas mafias que se incrustan en el


poder y organizan el país para su estricto beneficio.

• Un efecto de la crisis rusa fue la crisis en Brasil (1998), con la consiguiente


devaluación del real, que hace tambalear el MERCOSUR.

• Crisis en Argentina (1999-2001), de carácter financiero pero con origen


y efectos sumamente nocivos sobre el conjunto de la economía y de la
sociedad, desestructurada y en vía de rápida desindustrialización.

Todas estas crisis financieras serán señales precursoras de la gran depresión


sistémica que se inicia en el 2007. Hay que decir que, en todos los casos, el
FMI ha sido el organismo internacional encargado de resolver el problema.
Es decir, un organismo público, financiado con los impuestos que pagan los
ciudadanos de los países miembros, resuelve las crisis financieras, que afectan a
los financieros, los inversores, los bancos, las compañías de seguros, los fondos
de pensiones privados, etc.

Esta es una contrariedad más de la situación: el discurso liberal favorece la pri-


vatización y la primacía del mercado, pero cuando surgen dificultades, cuando
de acuerdo con su propia teoría los que se arriesgaron tendrían que quebrar y
sucumbir, no dudan en dirigirse al sector público para que les saque de la cuita.
Así, el discurso neoliberal dominante se acompaña de manera contradictoria
con la máxima actuación pública mundial de la historia.

A partir de 1992, empieza un nuevo ciclo del capitalismo en el ámbito mun-


dial. Este nuevo ciclo, cuyas características comienzan a dibujarse, presenta
algunos rasgos destacados:

• EE. UU. pugna por mantener la hegemonía mundial, algo que consigue
ejerciendo un papel cada vez más intervencionista en el exterior e incluso
prescindiendo, a veces, del aval de la ONU. Es el caso de la intervención
en Yugoslavia, de la tensión con China, la Guerra de Irak, etc.

• Económicamente, se mantiene una cierta pugna entre los tres grandes blo-
ques capitalistas, que repercute en organismos internacionales como el
FMI, el Banco Mundial y la OMC, pero sobre todo en la ONU, que cada vez
se muestra más inoperante debido al casi abandono por parte de EE. UU.
de sus obligaciones respecto de este organismo internacional. Aun así, esta
pugna no altera la tendencia fundamental del sistema: la mundialización.

• Los países surgidos de la desintegración del mundo socialista se integran


de una manera diferente en el sistema capitalista mundial: la mayor parte
de la Europa central y oriental tiende a incorporarse en el centro del siste-
ma. Otros, como los caucásicos y los asiáticos, se integran claramente en
la periferia. El caso de Rusia es dudoso. Por ahora, este país está sumergido
en un profundo caos interno, resultado de la existencia de una burguesía
© FUOC • PID_00275129 39 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

capitalista que se crea sobre la base de la antigua nomenclatura del partido


y el Estado. Su inserción en el sistema mundial apunta más hacia una si-
tuación de tipo periférico, con la peculiaridad de que Rusia continúa sien-
do una primera potencia en el ámbito militar. De cualquier manera, todos
estos países del bloque socialista han iniciado una transición hacia el capi-
talismo, por lo que estos países son conocidos como países�en�transición.

• La economía capitalista en conjunto se ve asediada por un nuevo proble-


ma: las crisis financieras, derivadas de la libre movilidad del capital mun-
dial y de la especulación bursátil y monetaria, que han dado lugar a cri-
sis financieras desde 1997 hasta el 2001, como por ejemplo las de Japón,
Corea del Sur, Tailandia, Malasia, Indonesia, Rusia, Brasil y Argentina. Es
decir, una importante inestabilidad en los mercados financieros.

Frente este estancamiento, la mayor parte de los países capitalistas profundi-


zarán en los procesos de liberalización financiera y monetaria que iniciaron a
principios de los años ochenta. Sobre todo, destacará la importante desregu-
lación en el sector financiero, bancario e inmobiliario que, por lo tanto, supo-
ne el inicio de un largo periodo de especulación financiera e inmobiliaria en
un ámbito global. Esta desregulación, junto con la inserción del Bloque del
Este en el capitalismo y con la aparición de las tecnologías digitales a partir
de la mitad de la década de los noventa y que supondrán una auténtica trans-
formación del statu quo empresarial, harán que la economía mundial repunte
durante toda la segunda mitad de los noventa hasta algo más allá de la mitad
de de la primera década del siglo XXI.

La liberalización de los mercados financieros y monetarios se inicia con la li-


beralización de los mercados cambiarios de principios de los setenta, al rom-
perse los acuerdos de Bretton Woods. Esta vendrá seguida por la liberalización
del mercado de obligaciones a partir de los ochenta (la de los tipos de interés a
largo plazo). Para hacer frente a las incertidumbres de las mencionadas libera-
lizaciones, emergerá un enorme mercado de productos derivados que inicial-
mente se basarán en la evolución del tipo de interés; a partir de los años no-
venta, se ampliará su ámbito de actuación a la Bolsa de valores; y finalmente,
los derivados llegarán a los créditos hipotecarios con las famosas subprimes en
Estados Unidos. Si tenemos en cuenta que inicialmente el mercado de deriva-
dos se desarrolla para hacer frente a la cobertura de riesgos como consecuencia
de los procesos liberalización, finalmente se revelarán como unos mercados
sumamente especulativos y que afectarán a todos los sectores (desde del sector
cambiario, pasando por los mercados energéticos, de materias primas, alimen-
tarios, etc.). En definitiva, de unas fuentes iniciales de cobertura pasarán a ser
unas fuentes tremendamente especulativas.
© FUOC • PID_00275129 40 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Por otro lado, un nuevo fenómeno se desarrollará con fuerza a principios de Web recomendada
siglo: la titulización. Se trata de un montaje financiero que consiste en emitir
Fondos de cobertura o hedge
títulos relacionados con una cesta de activos (en inglés, securitization). Durante fund
los próximos años, los activos más utilizados serán los créditos hipotecarios, https://es.wikipedia.org/wi-
ki/fondo_de_cobertura
de cuya gestión, habitualmente llevada a cabo por el sector bancario, se en-
cargarán unos fondos (hedge funds) con una finalidad exclusiva de especular,
aprovechando las asimetrías de información entre los vendedores y los com-
pradores de estos fondos.

Todo este mercado de derivados tendrá una consecuencia muy importante: la


economía financiera aumentará en tal dimensión que, en poco tiempo, cua-
druplicará la economía real.

2002 2003 2004 2005

Economía�financiera

Mercados�derivados 693,1 874,3 1.152,3 1.406,9

Mercados�de�cambios 384,4 533,4 533,4 566,6

Mercados�financieros 39,3 33,3 42,3 51

Economía�real

PIB�mundial 32,3 37 41,6 44,8

Total 1.149,1 1.478 1.793 2.069,5

Hay que decir que el papel de la banca privada oligopolística y mundial juga-
rá un papel fundamental en la expansión de todo el mercado de derivados,
mediante el ejercicio de sus cuotas de mercado. Así pues, con todo este pro-
ceso, las finanzas se hacen globales y por lo tanto los capitales se moverán
libremente en la búsqueda de la máxima rentabilidad.

Fundamentalmente, los beneficios de la economía real fluirán hacia los mer-


cados financieros en busca de altas cuotas de rentabilidad. Estos excedentes
servirán, mediante los mercados financieros, para financiar los créditos de los
consumidores (las familias), las inversiones directas (grandes corporaciones) y
los bonos del Tesoro (sector público).

De este modo, los tres sectores –familias, empresas y sector público– lograrán Web recomendada
cuotas de endeudamiento insostenibles, motivadas por un extraordinario vo-
La crisis de las hipotecas
lumen de ahorro mundial con tipos de interés muy bajos; una disminución
https://en.wikipedia.org/wi-
generalizada de la aversión al riesgo; una desregulación de los sectores inmo- ki/subprime_mortgage_crisis
biliario e hipotecario; y una desregulación del mercado financiero y bancario.
© FUOC • PID_00275129 41 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Con todo este contexto, la crisis vuelve a EE. UU. en el sector financiero, en
Wall Street, en el 2007 y se extiende rápidamente por toda la economía mun-
dial, dando lugar a lo que se conoce como la Gran Recesión. La mayor crisis
económica después de la crisis de 1929, y que rápidamente afectará a la eco-
nomía real, manifestando una caída del PIB mundial en el 2009 del –3,7 %.

Por otro lado, la crisis abrirá una fuerte discusión en relación con el nivel de
endeudamiento de los países. En concreto, la polémica sobre las políticas de
austeridad y su relación con el crecimiento económico será muy intensa.

Artículo recomendado

Los economistas Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff publican en el 2010 un artículo


de referencia en el que hacen una defensa muy activa de las políticas de austeridad para
garantizar el crecimiento económico.

Growth In A Time Of Debt. http://www.nber.org/papers/w15639.pdf

De manera alternativa, otras aportaciones discutían la oportunidad de aplicar


políticas de austeridad en un contexto recesivo.

Artículo recomendado

Los economistas Thomas Herndon, Michael Ash y Robert Pollin en el 2013 publican un
artículo de referencia en el que hacen una crítica muy severa a las políticas de austeridad,
como mecanismo que frena el crecimiento económico.

Does High Public Debt Consistently Stifle Economic Growth? A Critique of Reinhart and Rogoff.

En esta línea, uno de los efectos más negativos de la crisis es la respuesta de los
gobiernos ante la gestión del fuerte endeudamiento de la mayoría de los países.
La mayor parte de los gobiernos inician una política de contracción fiscal,
basada en drásticos recortes en los gastos públicos que atentarán directamente
contra el pilar de los países del centro: el Estado del bienestar.

En suma, la crisis no ha tocado fondo y resolverla exigirá una profunda remo-


delación de las reglas de juego internacionales. Hay que suponer que esta re-
solución representará un paso más en el camino de la mundialización, con la
consiguiente pérdida de influencia de los estados «nacionales» y la construc-
ción de unas nuevas reglas de juego económico en el mundo. La crisis abre el
camino a la mundialización; los estados la frenan.

En conclusión: lejos de haber «finalizado la historia», entramos en un nuevo


ciclo cuyo desarrollo y meta final son todavía sumamente inciertos.
© FUOC • PID_00275129 42 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

3. La mundialización

El final de la guerra fría y el desmoronamiento del proceso de transición socia-


lista en la Unión Soviética y otros países europeos ha provocado una cambio
trascendente en el mundo: por primera vez en la historia,

el capitalismo aparece como único modo de producción dominante a


escala planetaria, sin rivales ni alternativas a corto plazo.

Esta situación no implica que el capitalismo «haya triunfado» ni que sea el


mejor sistema económico, político y social posible. Muy al contrario, el capi-
talismo demuestra hasta la saciedad, y los hechos también lo corroboran, que
fracasa estrepitosamente cuando de lo que se trata es de asegurar el bienestar
e, incluso, la simple supervivencia del conjunto�de�la�humanidad.

Más de mil millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza, según datos
de organismos internacionales como el PNUD o el Banco Mundial. Y más de tres mil
quinientos o cuatro mil millones viven en situación de pobreza y subdesarrollo. Se argu-
menta, por otra parte, que es imposible la generalización del patrón de desarrollo de los
países más ricos al conjunto del mundo, por cuanto tal desarrollo no�sería�sostenible
materialmente, dados sus efectos sobre los recursos no renovables y su carácter destructi-
vo del medio ambiente. Tal situación, por consiguiente, en términos humanos globales,
significa la realidad de un fracaso del capitalismo en un nivel general.

Algunas de las características del proceso de mundialización se resumen en Bibliografía


las diez�tesis que se exponen a continuación y que agrupamos en diferentes
El punto «La mundializa-
apartados: ción» corresponde a un am-
plio extracto del artículo del
que soy autor, «Diez tesis so-
Culminación�del�proceso�histórico bre la mundialización», pu-
blicado en el libro Mundiali-
zación: diez tesis y otros artícu-
• La mundialización es la culminación del proceso histórico de expansión los, 1996, Barcelona: Ed. Ica-
ria.
del capitalismo y el efecto de sus propias leyes económicas.

La�infraestructura�de�la�mundialización

• Existe la base técnico-material para la mundialización.

• El modelo de industrialización sobre el que se asienta la mundialización


económica tiene efectos perversos: la destrucción del medio ambiente y el
agotamiento de los recursos no renovables.

La�globalización�productiva:�las�empresas�multinacionales

• Las empresas multinacionales son el agente activo del proceso de mundia-


lización económica.
© FUOC • PID_00275129 43 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

La�globalización�comercial

• El mercado mundial aún no existe plenamente: en la actualidad se asiste


a un proceso de transición desde el comercio internacional a la formación
de un auténtico mercado mundial.

La�globalización�financiera

• La mundialización requiere la libre movilidad del capital a escala mundial.


Éste es uno de los aspectos en los que el proceso está más avanzado.

La�no�globalización�de�la�fuerza�de�trabajo

• La mundialización requiere la libre movilidad de la fuerza de trabajo en


el ámbito mundial. Éste es uno de los aspectos en los que el proceso está
más atrasado.

Efectos�de�la�mundialización�sobre�el�desarrollo�económico�y�sobre�el�Es-
tado

• El proceso de mundialización aumenta la polarización entre ricos y pobres


y profundiza el desarrollo desigual.

• El principal obstáculo que se opone a la mundialización económica en


nuestros días es la pervivencia de los estados «nacionales» que permiten
la subsistencia de condiciones internas diferentes en cada país y que, por
tanto, dificultan la homogeneización mundial.

• En la actualidad el mundo atraviesa un complejo proceso�de�transición


desde el predominio de las economías de base nacional hacia la plena he-
gemonía de la mundialización económica y social, cuyos principales obs-
táculos no provienen de la infraestructura técnico-material ni de las rela-
ciones propiamente estructurales (propiedad, división del trabajo, produc-
ción, distribución, consumo), sino de la resistencia de los estados «nacio-
nales» a desaparecer.

3.1. Culminación del proceso histórico

Tesis 1

La mundialización es la culminación del proceso histórico de expansión


del capitalismo y el efecto de sus propias leyes económicas.
© FUOC • PID_00275129 44 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

La globalización económica, tal como se denomina hoy a la creciente inter-


dependencia económica entre diferentes estados, es la expresión de un fenó-
meno de mayor alcance que la simple interconexión entre� estados. En mi
opinión representa la�culminación�a�escala�planetaria�del�proceso�de�ex-
pansión�capitalista.

Este proceso se inició hará poco más de dos siglos con la creación de los prime-
ros mercados�locales de empresas capitalistas en algunas ciudades europeas.
El crecimiento de la producción y el aguijón de la competencia originaron
un segundo proceso, de enorme trascendencia, que fue la constitución de los
mercados�interiores de cada estado, nacional o no, que protegía a sus empre-
sas frente al exterior y, en teoría, garantizaba en su interior la libre movilidad
de mercancías, capitales y personas sin ningún tipo de trabas.

La consolidación de los mercados interiores y sus correspondientes estados


centrales dio un gran impulso al desarrollo capitalista y lo caracterizó hasta
prácticamente nuestros días, en los que aún continúa presente el mercado in-
terior como terreno en el que se libra la competencia entre empresas naciona-
les y «extranjeras».

La protección de los mercados interiores significó la creación de una base se-


gura y sólida para el desarrollo del capitalismo nacional en las principales
potencias económicas de Europa, América y Japón, primero en su fase concu-
rrencial y a finales del siglo XIX, en su fase monopolista.

De forma paralela a la consolidación de tales mercados interiores se desarrolló


un importante proceso de expansión «exterior» del capitalismo. Es decir, los
capitales de las potencias capitalistas europeas necesitaban rentabilizarse fuera
de sus fronteras. Surge así el imperialismo y la primera gran ola de expansión
capitalista en el ámbito mundial. Sin embargo, el imperialismo�no�mundia-
liza�el�capitalismo, no crea un mercado mundial ni un único terreno para
el desarrollo de la competencia entre capitalistas. Por el contrario, el imperia-
lismo crea cotos cerrados coloniales de cada potencia y exacerba la rivalidad
entre potencias, lo que da lugar al estallido de dos guerras mundiales.

El imperialismo tiene dos efectos fundamentales en la creación de las bases de


la mundialización:

• Destruye las economías de los países colonizados e implanta en ellos eco-


nomías dependientes de la metrópoli, distorsionadas hacia la especializa-
ción productiva (monocultivo o monoproducción) y orientadas hacia la
exportación.

• Como resultado de dicha destrucción y de la inserción de los pueblos co-


lonizados en la esfera de influencia capitalista, se crea un sistema�capita-
lista�mundial, en el cual las estructuras económico-sociales de los países
© FUOC • PID_00275129 45 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

colonizadores –centro del sistema– se imponen sobre las estructuras eco-


nómico-sociales de los países colonizados –periferia del sistema.

El fortalecimiento de los estados capitalistas del centro del sistema y su riva-


lidad por el control cada vez mayor de territorios en el resto del mundo ca-
racterizó la historia de la humanidad hasta, como mínimo, el final de la Se-
gunda Guerra Mundial. A partir de ella surge una nueva forma de entender el
dominio exterior: el llamado neoimperialismo, que combina la dependencia
económica con la independencia y soberanía política de los pueblos anterior-
mente colonizados. Surge así el sistema en su más estricta sustancia económi-
ca. La «interdependencia» entre centro y periferia es básicamente dependencia
de la periferia con respecto al centro. Pero lo más trascendente es el intento de
generalización de la apertura comercial y financiera de unos países del centro
con respecto a otros.

En esta nueva fase, el capital, cuya expansión continúa siendo imprescindible,


comienza a chocar en su necesario camino hacia el crecimiento, con las trabas
impuestas por los propios estados «nacionales». Se trata de liberar el comercio
internacional, de abolir al máximo las trabas al libre movimiento de capitales
y, en suma, de crear las condiciones para la formación de un mercado�mun-
dial único, en cuyo seno se desarrollen sin obstáculos la competencia y la con-
frontación entre las diferentes empresas productivas y fracciones del capital.
Ese largo proceso es el que hoy día está en curso y se enfrenta a la resistencia
pertinaz de los estados centrales surgidos en etapas anteriores del desarrollo
capitalista y que respondían por tanto a otras necesidades históricas. Ésta es la
contradicción más importante de nuestra época para la evolución del capita-
lismo: la contradicción�entre�mundialización�de�la�economía�y�la�persis-
tencia�de�los�estados�centrales.

En el ámbito teórico, este proceso implica la culminación de la internaciona-


lización del ciclo completo del capital, en sus tres aspectos:

• Internacionalización�del�capital-mercancía, favorecida por el desarrollo


del comercio internacional y, sobre todo, por la creación de las bases para
la formación de un auténtico mercado mundial.

• Internacionalización�del�capital-dinero, cuya consolidación se produce


gracias a la libre movilidad internacional de los capitales, impulsada por la
inversión extranjera, la acción de las empresas multinacionales, los prés-
tamos y créditos internacionales y, en última instancia, por la vigencia casi
universal de un sistema monetario que determina la economía «interior»
de cada país.

• Por último, internacionalización�del�capital�productivo, que da lugar a


la segmentación de la producción en varios países, con el objeto de maxi-
mizar beneficios y minimizar costes y que ha sido posible gracias a la exis-
© FUOC • PID_00275129 46 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

tencia de una base material –productiva, de transportes y comunicaciones,


tecnológica– que lo permite.
Estos tres procesos son, en un nivel superior, semejantes a los que se pro-
dujeron en el interior de los principales países capitalistas desarrollados en
el periodo de formación de sus mercados interiores y su constitución co-
mo modernos estados nación. En aquel periodo se tuvo que luchar contra
las trabas y cortapisas de origen feudal o mercantilista que se oponían a
la libre expansión del capital. Hoy, en el ámbito mundial, el capital tiene
que luchar contra las trabas y cortapisas que los estados centrales oponen
a su libre expansión. En esta confrontación confusa, entre una tendencia
de fondo necesaria para la expansión del capital y otra tendencia de fon-
do que intenta sostener la soberanía de los estados centrales, se desarrolla
el proceso de mundialización, con dificultades inmensas que inexorable-
mente tendrá que superar, abatiendo los obstáculos que representan las
fronteras nacionales para su expansión.

Esta situación plantea un problema adicional: ¿es posible la aparición de un


estado supra-nacional, incluso de un estado mundial? Éste es un tema crucial
que no está siendo debidamente observado y estudiado y que, sin embargo,
es el verdadero quid de la situación actual.

3.2. La infraestructura de la mundialización

Tesis 2

Existe la base técnico-material para la mundialización.

El proceso de mundialización económica se asienta sobre bases estructurales:


mundialización de la propiedad, del proceso productivo, de la división del tra-
bajo, de la salarización, etc. Pero eso no basta. Es preciso también que se pro-
duzcan los pertinentes cambios en la superestructura del sistema, sobre todo
en los estados; asimismo, es necesario que exista un soporte físico, material,
sobre el que se desarrolle. Es decir, es necesario que exista la infraestructura
que permita la mundialización.

Esta infraestructura ya existe. La�tecnología�moderna�es�el�soporte�del�pro-


ceso� de� mundialización y sin ella no sería posible. Las características más
destacadas de esta tecnología son las siguientes:

• Producción en masa a ritmos cada vez más acelerados.


• Segmentación de procesos productivos, lo que permite su internacionali-
zación.
• Control de los procesos a distancia: producción, compras, ventas, finan-
ciación, etc.
© FUOC • PID_00275129 47 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

• Rapidez y eficiencia en el transporte de grandes masas y volúmenes de


mercancías.
• Homogeneización de productos, de hábitos de consumo, de sistemas de
ventas, de sistemas de financiación, etc.

Este conjunto de capacidades y posibilidades caracteriza el actual grado de


desarrollo de las fuerzas productivas cuyo rasgo principal es que se ha vencido,
económicamente hablando, la resistencia que la distancia oponía a la genera-
lización de los procesos económicos capitalistas. La homogeneización de há-
bitos de consumo, la estandarización de la producción industrial, la creciente
similitud en la forma de cultivo de la tierra (con uso creciente de productos
industriales: abonos, pesticidas, etc.), favorecen la mundialización.

Otro aspecto de la moderna tecnología es el importante incremento�de�pro-


ductividad. La utilización de la robótica, la informática y la automatización
ha permitido elevar de forma considerable la productividad del trabajo y ha
dado lugar a profundos cambios en la organización de la producción, circuns-
tancia que permite, entre otras cosas, la segmentación del proceso productivo
y su realización en lugares distantes.

Este hecho permite aprovechar las ventajas� comparativas de las diferentes


localizaciones posibles para las actividades empresariales: bajos salarios, pro-
ximidad de las materias primas, legislación favorable (zonas francas), etc. Por
consiguiente, existen las condiciones materiales que permiten producir a gran
escala en uno o varios países y vender en otros.

Al mismo tiempo, los modernos sistemas de transportes y comunicaciones per-


miten el control a distancia rápido y eficaz tanto de los procesos productivos,
como de la comercialización. En nuestros días, las decisiones de producción,
de compra, de venta, etc. no se adoptan en el ámbito de un estado «nacional»,
sino que abarcan el conjunto del mundo. La competencia interempresarial no
se dilucida ya en el mercado interior, sino cada vez más en el mercado mundial.
La tecnología se homogeneiza y permite buscar factores que minimicen costes.
Con la misma tecnología, es más rentable producir, por ejemplo, en países con
bajos costes salariales. Este hecho da lugar a que mercancías producidas por
ejemplo en Corea del Sur, Taiwan o la India, a igual tecnología y calidad, sean
más baratas en los mercados de Europa o Estados Unidos que las producidas
en los propios Estados Unidos o Europa. Por consiguiente, la tecnología actual
está en condiciones de ser un eficaz soporte de la mundialización económica.
© FUOC • PID_00275129 48 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Tesis 3

El modelo de industrialización sobre el que se asienta la mundialización


económica tiene efectos perversos: la destrucción del medio ambiente
y el agotamiento de los recursos no renovables.

Una de las manifestaciones no deseadas del proceso de mundialización eco-


nómica es la generalización de la destrucción del medio ambiente que trae
consigo el modelo energético y de industrialización propio del capitalismo.
Tales efectos desbordan ampliamente el marco de las fronteras nacionales y
dañan el equilibrio ecológico del conjunto del planeta. Actividades industria-
les, de transportes, de servicios o de consumo (automóviles, refrigeración, ca-
lefacción, etc.) dañan el medio ambiente sin respetar las fronteras.

Asimismo, la utilización masiva de recursos naturales no renovables crea serios


problemas para la generalización del modelo en todos los países del mundo y
abre serias dudas sobre su posible mantenimiento en el futuro. De ahí que la
Conferencia de Río se plantease, a escala mundial, la necesidad de optar por un
desarrollo�sostenible que condenaba implícitamente a la mayor parte de los
países del mundo –a la periferia del sistema– a no entrar en el concierto de las
naciones industrializadas, al menos siguiendo el modelo hasta hoy imperante.

Esta recomendación no deja de ser, como tantas otras, ilusoria. El desarrollo


del capitalismo continuará tal y como ha venido produciéndose hasta hoy y
extenderá su modelo de industrialización a todos aquellos lugares en los que
resulte rentable, tanto si deteriora el medio ambiente como si no. Este hecho
permite prever colapsos ecológicos ciertos en un futuro no muy lejano, a no
ser que la ciencia y la técnica modifiquen sustancialmente los patrones de
conducta y de producción hasta hoy utilizados.

Sin embargo, lo que cabe destacar en este momento son los efectos�generales
del�deterioro�del�medio�ambiente que no afectan a un país u otro sino al
conjunto del mundo. Una seña más de que la problemática actual ha dejado
de ser nacional y empieza a ser mundial.

3.3. La globalización productiva: las empresas multinacionales

Tesis 4

Las empresas multinacionales son el agente activo del proceso de mun-


dialización económica.
© FUOC • PID_00275129 49 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Las empresas�multinacionales son la expresión concreta del proceso de mun-


dialización, y como tales son el agente activo del proceso. La acción de dichas
empresas da lugar a importantes modificaciones de tipo estructural en el fun-
cionamiento del capitalismo que afectan a sus leyes más básicas, como por
ejemplo las siguientes:

• Generalización de la propiedad�internacional de las empresas, de tal ma-


nera que la propiedad sobre los medios de producción deja de ser exclu-
sivamente de capitalistas de un mismo origen nacional y se funde en un
único capital, en el que el origen nacional de sus propietarios pierde sen-
tido.

• La�rentabilización�del�capital�se�produce�de�forma�extranacional. El
cálculo económico de las empresas multinacionales no se limita al marco
de un único estado: su campo de actuación es el conjunto del mundo
capitalista.

• Se produce la valorización�mundial�del�capital, hecho que implica que


el tiempo de trabajo socialmente necesario (TTSN) que regula el valor de
las mercancías se establece a escala mundial, no nacional. Efectivamente,
la competitividad o no de una empresa ya no depende únicamente de las
condiciones de producción en el país donde desarrolla su actividad, sino
que se establece en comparación con otras empresas de ámbito mundial.
Es decir, en ausencia de barreras proteccionistas, una empresa «nacional»
cuyo tiempo de trabajo individual fuera superior al TTSN mundial sucum-
biría ante la competencia de otras empresas no «nacionales».

• El resultado es que los precios�de�producción�y�los�precios�de�mercado


ya no se regulan únicamente en función de las condiciones «nacionales»
que enmarcan los procesos productivos, sino con referencia a las condi-
ciones mundiales de dicha producción. Sin la existencia de barreras pro-
teccionistas, una empresa cuyo coste de producción sea mayor que el de
sus competidoras del ámbito mundial simplemente no podría existir.

• En el ámbito de la dirección de las empresas se produce también una mo-


dificación sustancial: la�toma�de�decisiones�se�efectúa�sobre�un�ámbito
mundial,�no�nacional. El objetivo es maximizar los beneficios de la em-
presa y, por ende, las decisiones de producción, de utilización de una u otra
tecnología, de utilización de un proceso productivo u otro, incluso de re-
parto de beneficios, se fundamentan en las necesidades y en los resultados
de la empresa a escala mundial y no en un solo estado. Esta situación da
lugar a que una empresa multinacional esté en condiciones de cerrar una
planta en un país para reubicarla en otro si las condiciones de rentabilidad
global así lo aconsejan, prescindiendo�de�los�intereses�«nacionales»�del
estado�en�cuestión. El capital no tiene patria.
© FUOC • PID_00275129 50 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Por consiguiente, las empresas multinacionales adoptan decisiones de locali-


zación�óptima�mundial,�no�nacional. La estrategia de localización óptima
de plantas productivas prescinde del carácter nacional del origen del capital
y se despliega sobre todo el mundo; depende exclusivamente de los intereses
globales de la empresa multinacional y prescinde de los intereses «nacionales»
de los países donde se abren o se cierran sus instalaciones productivas, hecho
que pone claramente de manifiesto la independencia y autonomía de decisión
de las empresas multinacionales con respecto a los diferentes estados.

La acción de las empresas multinacionales desborda el marco de los estados


«nacionales», que se muestran incapaces de controlar su actividad. Ahora bien,
dado el importante peso específico de las empresas multinacionales en la ac-
tividad económica «nacional» de muchos estados (podría decirse de todos los
estados), sale a la luz el papel subordinado y frágil de los estados ante las deci-
siones legítimas de las empresas multinacionales que actúan en su territorio.
De las decisiones que adopten éstas depende la situación económica y la evo-
lución futura de su «economía nacional».

3.4. La globalización comercial

Tesis 5

El mercado mundial aún no existe plenamente: en la actualidad se asis-


te a un proceso de transición desde el comercio internacional a la for-
mación de un auténtico mercado mundial.

Uno de los requisitos básicos para la existencia de una economía capitalista


plena (ya sea nacional, ya sea mundial) es la libertad de movimiento de ca-
pitales, fuerza de trabajo y mercancías. Estas tres características se cumplen
plenamente en el marco de los estados «nacionales», pero se encuentran alta-
mente obstaculizadas a escala mundial, precisamente a causa de la existencia
de dichos estados «nacionales». Una de las principales trabas es la que se im-
pone a la libre circulación de mercancías.

Una de las características sine qua non de la mundialización económica es


la existencia plena de un mercado�mundial. El comercio internacional y la
competencia internacional representan la forma en que se inicia la formación
del mercado mundial. En un primer momento este proceso afectó únicamen-
te a algunas mercancías: los llamados productos primarios, mercancías de ex-
portación básicamente con origen en los países periféricos (minerales, petró-
leo y gas natural, frutas, productos agrarios). Tales mercancías se rigen en su
comercialización mundial por la existencia de precios�mundiales (no necesa-
riamente determinados por los precios de producción internos de cada uno de
los países productores), y tiene que ser la producción interior la que se adecue
a dichos precios para poder competir en el mercado mundial. En la actualidad,
© FUOC • PID_00275129 51 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

gracias a la progresiva liberalización del comercio internacional patrocinada


por el GATT, estas condiciones incluyen ya productos industriales e, incluso,
servicios.

Este proceso tiene que ver con la modificación del ámbito en el que se desa-
rrolla la competencia. La competencia es la forma específica que adoptan las
relaciones entre los diferentes capitalistas. Se produce en el mercado, entendi-
do éste como el lugar donde las mercancías se confrontan entre sí para obtener
comprador. De ahí que, tradicionalmente, la competencia haya adoptado la
forma de competencia en precios y calidades. Desde finales del siglo pasado,
el ámbito natural de la competencia es el mercado� nacional. Fuera de sus
límites se produce la llamada competencia internacional, que de hecho no
es competencia entre naciones, sino competencia entre empresas situadas en
diferentes estados.

El�comercio�internacional�es,�como�todo�comercio,�comercio�interempre-
sarial. A falta de una regulación mundial de cada uno de los diferentes mer-
cados, los precios de las mercancías «extranjeras» que pretenden competir en
cada uno de los mercados «interiores» sufren una considerable distorsión. Sus
precios obedecen a los precios de producción del país donde han sido produ-
cidas, más la distorsión correspondiente a la barrera arancelaria del país en el
que quieren ser vendidas (más coste de transporte y seguros). Por tanto, no es
propiamente una competencia del mismo tipo que la que se desarrolla en el
marco del mercado interior.

En virtud de estas características, esta competencia aparece más como compe-


tencia internacional que como competencia interempresarial, debido al im-
portante papel que juegan los estados tanto en la formación del precio de
producción interior como en el establecimiento de políticas comerciales exte-
riores: barreras arancelarias, subvenciones y otros instrumentos de protección
frente a la competencia «exterior».

No se trata de un mercado� mundial en sentido estricto, sino de comercio


exterior de empresas de base nacional diferenciada. Por consiguiente, la libre
competencia plena no existe aún en este marco. Este hecho permite la subsis-
tencia de numerosas empresas no competitivas a escala mundial, protegidas
celosamente por las barreras arancelarias y otros sistemas de protección de sus
respectivos estados. Sin embargo, esta actitud va abiertamente en contra de los
intereses del capital en general, sobre todo del capital cuya expansión produ-
ce la mundialización. La protección puede favorecer a fracciones del capital
«nacional», obsoletas o poco competitivas, pero perjudica a otras fracciones
del capital, no necesariamente «nacionales», cuya expansión requiere la eli-
minación de esos obstáculos a la libre movilidad de las mercancías.

Por ello, a pesar de ser una tendencia vigorosa e inexorable, el mercado�mun-


dial�como�lugar�en�el�que�se�efectúa�la�competencia�entre�empresas�mun-
diales se encuentra aún en sus inicios. Hoy todavía se confunde el comercio
© FUOC • PID_00275129 52 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

entre�empresas con el comercio�entre�naciones, y todavía se habla de co-


mercio internacional aunque sea en realidad comercio interempresarial o, in-
cluso, intraempresarial (entre unidades de una misma empresa multinacional
ubicadas en países diferentes).

El mercado mundial sólo podrá expansionarse plenamente cuando esté abso-


lutamente libre de trabas, es decir, cuando no exista ningún obstáculo superes-
tructural al libre movimiento de las mercancías. Sólo entonces podrá hablarse
con rigor de mercado mundial. En la actualidad se asiste a una transición en-
tre la situación anterior, en la que predominaba el comercio internacional, y la
futura, en la que sólo existirá el comercio interempresarial en todo el mundo.

3.5. La globalización financiera

Tesis 6

La mundialización requiere la libre movilidad del capital a escala mun-


dial. Éste es uno de los aspectos en los que el proceso está más avanzado.

La libre movilidad de capitales es otro de los requisitos básicos para el funcio-


namiento pleno de la economía capitalista. En un mundo organizado sobre
la base de la plena soberanía de cada estado «nacional» en su territorio, han
existido y existen fuertes trabas a esta libre movilidad del capital. Sin embargo,
de las diferentes condiciones que exige la mundialización (libre movimiento
de mercancías, de fuerza de trabajo, etc.), ésta es la que está más avanzada.

La primera forma que adoptó la movilidad internacional de capitales fue la


inversión�extranjera, ampliamente desarrollada en la época del imperialismo
y subsistente hasta nuestros días. Sin embargo, no era propiamente la «libre
movilidad de capitales», puesto que estaba sometida a la legislación diferencial
tanto del país de origen como del país de destino.

De aquí que una de las exigencias más relevantes de las empresas multinacio-
nales, de la gran banca internacional y de todos los agentes económicos, cuyo
ámbito de actuación es mundial, sea la libre movilidad del capital, tanto para
su inversión como para la repatriación de beneficios.

En la actualidad existen ya ciertas formas de financiación�mundial. Las em-


presas multinacionales pueden acudir a la financiación de bancos de su propio
país de origen, pero también de los bancos del país de destino o, incluso, de
terceros países. No existe límite para esta actividad. La movilidad del capital a
este respecto está alcanzando su máximo desarrollo, aún no pleno por la exis-
tencia de condiciones diferentes en cada estado (legislación, tipo de cambio,
etc.), pero cada vez más próximo a la situación de libre movilidad de capital.
© FUOC • PID_00275129 53 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Otro aspecto de la financiación internacional en trance de mundializarse es


la participación de capitales de distintos orígenes nacionales en la propiedad
de las empresas de ámbito mundial, hecho que mundializa no sólo la explota-
ción, sino la propiedad�y�la�percepción�de�beneficios. Es corriente la prácti-
ca de crear sociedades anónimas ad hoc en los países de destino de una inver-
sión, en cuyo capital social intervienen capitalistas, bancos e incluso el propio
estado del país receptor de la inversión.

Un tercer aspecto de gran relevancia es la amplia interconexión entre las dis-


tintas monedas nacionales, cuya cotización, tras el fracaso del sistema mone-
tario internacional establecido en Bretton Woods, se efectúa libremente en el
mercado mundial de divisas. Este hecho implica la existencia de la libre con-
vertibilidad de las distintas monedas, de la flotación en la paridad de cada mo-
neda con respecto a las restantes, que se establece en función de la acción del
mercado cambiario y que, por tanto, escapa en numerosas ocasiones al con-
trol del estado nacional que las acuña. En los casos más extremos, numerosos
países se adscriben de forma subsidiaria a la influencia de una «moneda fuer-
te» y se produce la «dolarización» u otros procesos semejantes que dan lugar
a la aparición de la zona del dólar, la zona del yen, la zona del euro, etc. En
suma, en el ámbito monetario se comienza también a prefigurar la aparición
necesaria en el futuro de una moneda�mundial única, objetivo ciertamente
lejano pero que ya se apunta en el horizonte.

Un cuarto aspecto de la financiación internacional es la intervención cada vez


más activa de bancos e instituciones internacionales en la financiación de ac-
tividades privadas, o incluso de los estados, de numerosos países del mundo.
Esta fuerte intervención internacional en la financiación interna de numero-
sos países es la que originó, entre otras causas, la crisis de la deuda de la década
de los ochenta.

El quinto aspecto relevante es la fuerte interconexión entre las diferentes bol-


sas de valores del mundo. Las oscilaciones en las cotizaciones en una bolsa
tienen repercusión inmediata en las restantes. Sin ser un mercado unificado
de valores, sí se están asentando las bases para que lo sea en un futuro no muy
lejano.

Y, por último, cabe señalar la importancia creciente de la cooperación�inter-


nacional y de la ayuda�oficial�al�desarrollo como mecanismo de financiación
de numerosos estados de la periferia. En este caso se trata de transferencias de
capitales cuyo principal objetivo es evitar la bancarrota de estados «naciona-
les» periféricos que por sí solos son incapaces de mantenerse a sí mismos (a los
estados, no a los pueblos). Es una especie de impuesto que los países de mayor
desarrollo económico pagan por el mantenimiento de estados que garanticen
la estabilidad del sistema mundial en su actual estructura basada precisamente
en la existencia de estados «nacionales». Y es, además, una forma más de de-
pendencia económica y de mundialización del capital, en este caso, público.
© FUOC • PID_00275129 54 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

3.6. La no globalización de la fuerza de trabajo

Tesis 7

La mundialización requiere la libre movilidad de la fuerza de trabajo


a escala mundial. Éste es uno de los aspectos en los que el proceso se
encuentra más atrasado.

A medida que se avanza hacia la consecución de cada vez mayor libertad de


movimiento para el capital a escala mundial, potenciada por una aceleración
de la centralización del capital que supera con claridad las fronteras naciona-
les, se produce otro proceso, a escala nacional, pero curiosamente al unísono
en la mayoría de los países: se potencia la libertad de despido y la flexibiliza-
ción del mercado laboral. Es decir, se trata de obtener la máxima libertad para
el capital en cuanto a la utilización óptima para sus intereses de la fuerza de
trabajo. Significa en cierta forma el fin del estado del bienestar de posguerra
y el inicio de un proceso de desregulación.

Ahora bien, mientras que el capital alcanza cotas cada vez más altas de mo-
vilidad internacional, la fuerza de trabajo continúa rígidamente fijada en sus
lugares de origen. Para evitar la libre movilidad de la fuerza de trabajo, que
significaría un inmenso movimiento migratorio sur-norte, los estados del cen-
tro acuden a medidas legislativo-represivas. Es el estado el que frena y persi-
gue legalmente la emigración en sentido sur-norte, hecho que representa una
clara distorsión del principio de libre movilidad de los factores (por supuesto,
algunos autores neoclásicos han teorizado la no necesidad de esta libertad de
movimiento de los trabajadores).

Como resultado de esta rigidez, que impide el libre movimiento internacional


de la fuerza de trabajo, conviene citar dos grandes tendencias:

• Incremento de la desigualdad�internacional�de�salarios, hecho que re-


presenta un abanico de salarios creciente en el ámbito mundial y, por con-
siguiente, el mantenimiento en el sistema de las condiciones que permi-
ten el intercambio desigual.

• Igualación�internacional�de�la�tasa�media�de�ganancia, que indica que


la competencia entre los diferentes capitales se desarrolla en el plano mun-
dial y no en el nacional.

En resumen, existe una profunda tendencia que impulsa hacia la consecución


plena de la libre movilidad del capital. Todo lo contrario de lo que ocurre con
respecto a la libre� movilidad� de� la� fuerza� de� trabajo, en cuyo caso existe
un clarísimo doble lenguaje que, por una parte, insta a conseguir la liberaliza-
© FUOC • PID_00275129 55 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

ción a ultranza para contratar y despedir a trabajadores, pero, por otra, frena
y reglamenta estrictamente la emigración de trabajadores de la periferia del
sistema hacia el centro.

Los movimientos migratorios en sentido sur-norte (o periferia-centro) son


efecto de la enorme desigualdad existente en la distribución de la riqueza, así
como de la falta de oportunidades de trabajo dentro del circuito capitalista en
los países periféricos. Sin embargo, la moderna tecnología, que permite consi-
derables aumentos de la producción por la vía del crecimiento de la producti-
vidad, y que por tanto no necesita abundantes contingentes de mano de obra,
impide la fácil absorción de los inmigrantes y da lugar a una abierta –y «legal»–
política de rechazo a la inmigración.

Existe una contradicción entre el incremento de productividad, la disminu-


ción del empleo y el consumo de masas: más producción, más consumo y
menos empleo es un trío inestable. Para consumir lo producido hay que tener
con que pagarlo y si las actividades productivas tienden a expulsar trabajado-
res para incrementar su productividad, éstos sólo pueden ser consumidores si
trabajan en el sector servicios o si viven de subsidios del estado. Por supuesto,
esta contradicción se agrava en los países periféricos, donde ni los servicios ni
el estado pueden asumir estos «excedentes de población». Como resultado de
ello se produce una fuerte presión a la emigración en los países periféricos y
un incremento notable de la marginalidad en los países centrales.

Ambos fenómenos unidos dan lugar a dos consecuencias:

• Emigración masiva de los pueblos periféricos en búsqueda de mejores con-


diciones de vida aunque sea en los empleos peor pagados y precarios de
los países capitalistas desarrollados.

• Freno a la inmigración, mediante restricciones legales. Pero al mismo tiem-


po, surgimiento del racismo y la xenofobia en amplias capas populares de
los países centrales que ven peligrar sus condiciones de vida y de trabajo
y asocian este peligro a la competencia de los inmigrantes.

Por tanto, se manifiesta una situación contradictoria que, por una parte, libera
la movilidad de los capitales e internacionaliza la producción y la extracción
de beneficios pero, por otra, impide la libre movilidad de los trabajadores y, por
tanto, consolida las diferencias salariales y de nivel de vida entre los habitantes
de los países del centro y los de la periferia. Esta contradicción es uno de los
principales frenos al proceso de mundialización económica hoy día en curso.
© FUOC • PID_00275129 56 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

3.7. Efectos de la mundialización sobre el desarrollo económico y


sobre el Estado

Tesis 8

El proceso de mundialización aumenta la polarización entre ricos y po-


bres y profundiza el desarrollo desigual.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial y, más concretamente, desde la


culminación de la descolonización de los antiguos imperios europeos, la es-
tructura del sistema capitalista se ha caracterizado por una profunda desigual-
dad. La riqueza se polarizaba hacia los países del centro, mientras que la po-
breza se polarizaba hacia los de la periferia.

Numerosos autores, incluso instituciones internacionales como la ONU, pen-


saban que se trataba de una situación provisional y que el desarrollo llegaría
a los países recién descolonizados. Incluso se los bautizó como países�en�vías
de�desarrollo. Desde entonces y hasta nuestros días tales países «en vías de
desarrollo» siguen sin desarrollarse. Ninguno de ellos lo ha conseguido e in-
cluso los que más han avanzado en el sentido del desarrollo capitalista (Corea
del Sur, Taiwan) continúan perteneciendo a la periferia del sistema.

En lugar del desarrollo económico previsto, lo que realmente ha acontecido es


que se ha incrementado la polaridad y la distancia económica entre países del
centro y países de la periferia, como lo reconoce el propio Banco Mundial en
su Informe sobre el desarrollo mundial de 1990, monográfico sobre la pobreza.
Los ricos son cada vez más ricos y los pobres, más pobres.

Sin embargo, incluso a esta dicotomía le está afectando el proceso de mundia-


lización económica. La difusión de actividades capitalistas «punta» en los sec-
tores productivos (agrario, industrial) y en los servicios está alcanzando regio-
nes y sectores enclavados en los países de la periferia. La actividad económica,
el modelo de acumulación de capital, la tecnología, la obtención de beneficios
y, en definitiva, la producción de riqueza empiezan a producirse en lugares co-
mo Sao Paulo o Río de Janeiro, en México, en Buenos Aires, en Nueva Delhi, en
Kuala Lumpur, en El Cairo, en Yakarta o en Bangkok. Es decir, las actividades
empresariales de las multinacionales –incluso de algunas empresas naciona-
les– que actúan en dichos territorios no son diferentes de las que se desarrollan
en Estados Unidos, Japón o Europa. Este hecho no implica que se desarrolle
el�país, que continúa sumido en una economía dual, altamente polarizada de
forma interna y con capas crecientes de la población marginalizadas.

Lo�que�está�en�cuestión�es�el�propio�concepto�de�país. Las actividades eco-


nómicas «modernas» que se llevan a cabo en los países periféricos se conec-
tan a la red internacional de actividades económicas por múltiples caminos:
© FUOC • PID_00275129 57 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

tecnología, comercio, finanzas, etc. y crean núcleos de actividad y población


semejantes a los existentes en los países centrales. Sin embargo, el resto de la
población –el país– permanece al margen de dicho proceso. Paralelamente,
en los países del centro, gracias a las políticas de desregulación y al imperio
del liberalismo económico, son cada vez más los sectores de la población que
permanecen fuera del circuito capitalista moderno y que, por tanto, se mar-
ginalizan. La eliminación del estado del bienestar tiende a polarizar, también
en los países del centro, la distribución de la riqueza y favorece el incremento
del número de pobres que, en Estados Unidos, supera ya los veinte millones.

Aparentemente, la mundialización está rompiendo la estructura del sistema


capitalista mundial, rígidamente organizada en torno a la existencia de países
(de estados nacionales), considerados como todos orgánicos y estructurales y
donde tienen la misma consideración países como la India, Indonesia, Brasil
o Pakistán que Vanuatu, Andorra, Kuwait, Qatar o Trinidad y Tobago. Esta
unidad se está rompiendo, y el mundo del futuro tiende más a la forma de
una estructura centro-periferia a escala mundial, prescindiendo de los países,
que a la actual forma estructurada en torno a la existencia de dichos países
independientes y soberanos.

Este hecho implica que el centro y la periferia seguirán existiendo como mode-
los contrapuestos de acumulación, uno autocentrado, dinámico y dominante,
el otro marginado, estancado y dependiente. Pero esta estructura se plasmará
en el conjunto del mundo y no país a país. Ya en la actualidad, por ejemplo,
los sueldos de los altos ejecutivos de una empresa brasileña son semejantes a
los de una empresa francesa o japonesa. Los beneficios de una empresa india
se equiparan a los de empresas coreanas, norteamericanas o alemanas. Sólo
los salarios siguen manteniendo un abanico considerable.

Por consiguiente, hoy se asiste a un proceso de transición hacia la creación de


un centro mundial, cuya actividad se desarrollará esencialmente en las ciuda-
des y que abarcará a territorios hoy día situados en países del centro y también
en países de la periferia.

Un problema llamativo es el crecimiento de la población marginalizada en los


países del centro, que no sólo obedece al impacto de la crisis económica, sino
que tiene todos los visos de convertirse en estructural. Desde hace veinte años,
estas islas de miseria en medio de la abundancia no han cesado de crecer en
Europa, Estados Unidos y Japón y aparentemente no dejarán de hacerlo. Esas
masas de población marginalizadas son «la nueva periferia» que aparece en
los países del centro.

Y en el extremo opuesto, en los actuales países de la periferia, surgen islas


de ricos, empresarios, profesionales, técnicos, clases medias cuyos hábitos de
consumo y cuyo nivel de vida no se distinguen demasiado de los existentes en
© FUOC • PID_00275129 58 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

los países del centro: son «el nuevo centro» en los países de la periferia, bien
vinculado internacionalmente e incluido en la red mundial de acumulación
de capital.

Sin embargo, de forma paralela subsisten y crecen los sectores de la población


mundial que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza, más de mil millo-
nes de personas, y más de cuatro mil millones que se encuentran en situación
lindante con la pobreza. En el peor de los casos esta situación llega a desem-
bocar en hambre y muerte por inanición.

En suma, el capitalismo continuará desarrollándose, en este caso a escala mun-


dial, de la misma manera que lo ha hecho siempre: de forma desigual. El desa-
rrollo desigual seguirá siendo su forma específica de manifestarse. Sin embar-
go, este desarrollo desigual ya no lo será entre cotos territorialmente cerrados,
entre países, sino que adoptará la forma más pura del desarrollo desigual: en-
tre�clases�sociales�en�el�ámbito�mundial.

Tesis 9

El principal obstáculo que se opone a la mundialización económica en


nuestros días es la pervivencia de los estados nacionales, que permiten
la subsistencia de condiciones internas diferentes en cada país y que,
por tanto, dificultan la homogeneización mundial.

Los principales obstáculos que se derivan de la actuación y pervivencia de los


estados nacionales son los siguientes:

• Existencia de legislaciones�nacionales diferentes que impiden la igualdad


de oportunidades y la libre competencia efectiva en el ámbito mundial.
El FMI tiene entre otros objetivos el de homogeneizarlas. Las políticas de
apertura exterior y de comunidades económicas o comerciales (UE, EFTA,
MERCOSUR, Tratado de Libre Comercio de Norte América) van en este
sentido.

• Existencia de condiciones�económicas nacionales diferentes que afectan


a la moneda, al tipo de interés, al nivel de salarios, al tratamiento fiscal,
a la legislación laboral, etc. Éstos son otros de los obstáculos que impiden
la plena liberalización y que, por tanto, actúan en contra de la mundiali-
zación.

• Pervivencia de intereses�de�estado, tales como la defensa del propio pue-


blo o de fracciones del mismo (agricultores europeos, por ejemplo); la de-
fensa de intereses capitalistas nacionales o multinacionales de origen en
el propio país; el mantenimiento o incremento del «prestigio nacional»;
el fomento de la «riqueza nacional» frente a la «intervención extranjera»,
© FUOC • PID_00275129 59 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

etc., son otros tantos de los elementos que se oponen a la plena libertad de
movimientos del capital y, en definitiva, a la mundialización económica.

Los estados se debaten entre dos juegos de intereses: los intereses hegemóni-
cos de las fracciones de su capital nacional con intereses mundiales y los in-
tereses no hegemónicos pero mayoritarios en número de personas afectadas (y
por tanto, de votantes) de su capital nacional sin intereses exteriores. En este
sentido, los estados juegan el papel de garantes de los intereses de las fraccio-
nes del capital mundial con origen en su propio país. Es decir, la competencia
mundial no actúa únicamente como competencia interempresarial, sino que
aparece sesgada por la actuación de los diferentes estados.

Esta primera función del estado –proteger a sus empresas multinacionales si


las tiene, y si no las tiene, atraer a su país las de origen extranjero– choca en
muchas ocasiones con las fracciones del capital nacional propiamente dicho,
que se resisten más duramente al avance de la internacionalización. Y en mu-
chas ocasiones, los estados actúan en favor de los intereses de sus capitalistas
interiores, en detrimento de los intereses del capital mundial. Es decir, frenan
o distorsionan el necesario e inexorable proceso de mundialización económi-
ca no para defender a sus pueblos o asegurar la independencia y el bienestar
interiores, sino para consolidar fracciones del capital que sin protección del
estado serían borradas por la competencia de empresas de origen exterior.

Esta actitud choca con la tendencia profunda del sistema capitalista, que em-
puja hacia la mundialización y surge así una curiosa contradicción, en la que
los estados «nacionales», cuya función es precisamente la de asegurar las ópti-
mas condiciones para la acumulación del capital, se convierten en obstáculos
objetivos de ella. Están pasando de ser los instrumentos de la expansión del
capital a ser obstáculos de la misma.

Por otra parte, la resistencia de los estados nacionales a «suicidarse» en bene-


ficio de instituciones supranacionales, internacionales, o simplemente mun-
diales, permite suponer que habrá coletazos nacionalistas�de�estado antes de
que sucumban definitivamente como tales estados centralistas y surjan nue-
vas formas de dominio de clase a escala planetaria.

En este contexto, se produce otro fenómeno que marca con gran vigor la época
actual: la�crisis�de�los�estados�nacionales�viene�acompañada�de�la�eclosión
de�los�nacionalismos�de�«nación»,�no�de�estado. Acontecimientos recientes
ponen de manifiesto este proceso. En primer lugar, el estallido de la antigua
Unión Soviética en las múltiples naciones que la constituían y la Federación
Rusa. Con características trágicas, el que está en curso en la antigua Yugosla-
via, con enfrentamientos étnicos que no se conocían desde hace décadas. Sin
embargo, no sólo ocurre en los antiguos países del antiguo «socialismo real».
© FUOC • PID_00275129 60 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Con mucha menor virulencia, pero con no menor firmeza de fondo, los fenó-
menos nacionalistas también se producen en los países de la Europa occiden-
tal: en Bélgica, entre valones y flamencos; en España, donde vascos, catalanes
y gallegos mantienen una reivindicación secular de independencia; en Fran-
cia, con vascos, corsos, bretones; en el Reino Unido, con irlandeses del norte,
escoceses y, en menor medida, galeses; en Italia, con la eclosión de las ligas
regionales. Y en sentido contrario, la reunificación alemana.

En Europa se superponen tres tendencias:

• Constitución�de�un�estado�supranacional, que en Europa estaría repre-


sentada por la consecución de la unidad política en el seno de la UE.

• Crisis�de�los�estados�nacionales, cuyas funciones se desdibujan –o se des-


dibujarán– en el seno de la Europa unida. En la medida en que Europa
vaya asumiendo un mayor número de competencias, los estados europeos
las irán perdiendo.

• Auge�de�los�nacionalismos�«de�nación». Los dos procesos anteriores per-


miten el desarrollo lógico –y pacífico– de las instituciones propias de las
naciones incluidas en estados plurinacionales. Aparece la posibilidad de
gobiernos directos de tales naciones, incluidas en tanto que tales y como
tales en el contexto global de la unidad europea, sin necesidad de un ór-
gano intermedio –o intermediario– como sería el actual estado central. Es-
te hecho favorece el desarrollo de un tipo de nacionalismo pacifico, de-
mocrático y con un futuro muy halagüeño.

A escala mundial el fenómeno también se manifiesta, aunque con tintes mu-


cho más trágicos y violentos: secesión de Eritrea de Etiopía tras una sangrienta
guerra civil; estallido interno de Somalia; luchas interétnicas en numerosos
países africanos; guerrilla indígena en Guatemala y, hasta cierto punto, en Pe-
rú; enfrentamientos entre hindúes y musulmanes en la India y rebelión tamil
en Sri Lanka; rebelión kurda en Turquía e Irak; enfrentamientos entre la po-
blación negra en la República Sudafricana, antes incluso de haber conseguido
la eliminación del poder blanco. En fin, reivindicación de una Palestina libre
para los palestinos independiente de Israel. Son fenómenos al parecer inco-
nexos, una muestra del mar de fondo que sacude al mundo y que se plantea
precisamente cuando las condiciones para el desarrollo de la mundialización
económica ya se están imponiendo. Ante tal evolución de los acontecimien-
tos no cabe cerrar los ojos y «despreciarlos» como mero «folclore localista».
Se trata, por el contrario, del signo de nuestro tiempo, que sólo los estados
centrales y los habitantes de las naciones realmente representadas por esos
estados se niegan a reconocer.

El verdadero peligro estriba en que los estados centrales actuales se resistan


a su desaparición o a su pérdida de funcionalidad y se aferren a su poder. Es-
ta situación abriría la puerta a algo mucho más peligroso: el�nacionalismo
© FUOC • PID_00275129 61 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

de�estado, causante, entre otras razones, de varias guerras mundiales. Estados


Unidos, Japón, China, Rusia e incluso algunos estados europeos –como el bri-
tánico, el francés o el alemán– pueden caer en esa tentación nacionalista de
estado que, además de ir contra la corriente de la historia, sería la antesala pa-
ra, una vez más, reeditar los enfrentamientos entre estados que caracterizaron
buena parte de la historia del siglo XIX y el siglo XX.

Tesis 10

En la actualidad el mundo atraviesa un complejo proceso�de�transición


desde el predominio de las economías de base nacional hacia la plena
hegemonía de la mundialización económica y social, cuyos principales
obstáculos no provienen de la infraestructura técnico-material ni de las
relaciones propiamente estructurales (propiedad, división del trabajo,
producción, distribución, consumo), sino de la resistencia de los estados
«nacionales» a desaparecer.

En las páginas anteriores se intenta mostrar cuál es la tendencia profunda del


capitalismo en nuestros días: el�proceso�de�mundialización. La infraestruc-
tura económica, con su correspondiente base tecnológica, existe. Los princi-
pales elementos de la estructura de relaciones económicas también, sobre todo
en lo referente a la propiedad sobre los medios de producción y la movilidad
del capital. Es la superestructura política y jurídica la que muestra un mayor
atraso en este proceso y se convierte en obstáculo claro para su evolución.

Sin embargo, este proceso ni es irreversible ni culminará plenamente a corto


plazo. En su camino ha de vencer muchas resistencias. Por ello podemos ha-
blar de proceso�de�transición hacia la mundialización, cuyos rasgos más dis-
tintivos son los siguientes:

• Subsistencia de la polarización� centro-periferia, marcada por el creci-


miento de la desigualdad, el boom demográfico periférico, la presión mi-
gratoria sur-norte, los problemas de la miseria y el hambre en el sur, la
problemática medioambiental, etc.

• Tras el final de la guerra fría y la desaparición de la política de bloques an-


tagónicos, surge una nueva situación en la que se perfila una rivalidad�tri-
polar, con los tres principales competidores-adversarios: Estados Unidos,
Japón y la UE, que mantienen entre sí una rivalidad comercial, económi-
ca, financiera, tecnológica, etc., que por el momento no ha adoptado ca-
riz político, pero que puede convertirse en hostilidad, como ya ocurrió en
otras ocasiones (dos guerras mundiales). En efecto, a falta de un enemigo
común (la URSS), los principales países capitalistas vuelven a encontrarse
© FUOC • PID_00275129 62 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

frente a frente, en tanto que estados centrales diferenciados y, por tanto,


con intereses propios (de estado) diferentes.

• En un nivel más profundo se manifiesta una contradicción�entre�la�base


económica�cada�vez�más�mundializada�y�los�estados�nacionales, que
es la manifestación más clara de la oposición entre la tendencia básica del
sistema y la autonomía relativa de los estados, principales obstáculos para
la mundialización. El capital se internacionaliza, necesita y tiende hacia la
formación de un mercado mundial. Pero los estados nacionales se resisten
al suicidio y se aferran a la defensa de su soberanía.

• Este hecho da lugar a la existencia de un conflicto�entre�nacionalismos


de�«nación»�y�nacionalismos�de�«estado», en virtud del cual la tendencia
a la recuperación plena de la identidad política por parte de las distintas
naciones se enfrenta a la intransigencia de los estados centrales incluso
para reconocer dicha tendencia, que, por cierto, no se opone al proceso
general de mundialización del capital. La proliferación de nacionalismos
de «nación» contribuye a la mundialización. No así la pervivencia de los
actuales estados centrales.

Todo ello lleva hacia una nueva configuración del sistema capitalista mundial.
El sistema mantendrá su estructura centro-periferia. Sin embargo, esta estruc-
tura tiende a no estar configurada por países, por estados, sino por franjas de
población, por sectores de la sociedad, por clases sociales en definitiva, en�el
ámbito� mundial. Es decir, expresado de forma poco rigurosa: van a surgir
centros en la periferia y periferias en el centro. Actividades de tipo central se
desarrollan en grandes urbes de la periferia: en Sao Paulo, México o Buenos
Aires, en Calcuta, El Cairo o Bangkok se desarrollan actividades económico-fi-
nancieras del mismo tipo que las que se efectúan en el centro del sistema.

Por el contrario, en los actuales países del centro, además de los inmigrantes
del sur, se está consolidando una amplia capa de la población que padece una
marginalidad semejante a la de los habitantes de los países de la periferia, en el
sentido de que han sido apartados de los circuitos de producción y consumo
propiamente capitalistas (pobreza, subsidios estatales, etc.). Ambas situaciones
se dan en la realidad de nuestros días y tienden a acentuarse.

Para llegar a la culminación de la mundialización del sistema, el principal obs-


táculo es hoy el estado nacional. Cuando el capital decida definitivamente
prescindir de sus servicios surgirá una nueva era, la era de la economía mun-
dial, en la que el capital se enseñoreará de todo el mundo y las contradicciones
de clase serán mundiales. El capital será mundial y la lucha de clases también.
© FUOC • PID_00275129 63 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

4. Las instituciones mundiales

4.1. Introducción

Una de las características fundamentales del proceso de mundialización eco-


nómica es el establecimiento de las normas, las leyes y los principios que defi-
nen las reglas del juego del funcionamiento de la economía global. Del mismo
modo que en el desarrollo capitalista a escala nacional, en el que los estados
nacionales han sido la expresión de la regulación necesaria de las reglas de jue-
go económico, en el proceso de mundialización las instituciones internacio-
nales tienen un papel subsidiario en la regulación económica internacional.
En este apartado, trataremos algunas de las instituciones económicas interna-
cionales que son fundamentales en el sistema capitalista de base mundial.

4.2. Las instituciones comerciales

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, los países se reunieron


para pactar un marco regulador estable que facilitase la liberalización comer-
cial mundial. El sistema capitalista mundial había nacido en el marco de un
fuerte proteccionismo entre las principales potencias imperialistas mundiales,
motivo por el que durante toda la primera mitad del siglo XX se produjeron
unas tensiones muy fuertes entre los países, como consecuencia del proteccio-
nismo.

La resistencia por parte de EE. UU. impidió la creación de la Organización


Internacional del Comercio, y por este motivo se acabó creando el GATT.

El GATT, por las siglas en inglés de General Agreement on Tariffs and Tra-
de, es la abreviatura del Acuerdo Provisional sobre Aranceles Aduane-
ros y Comercio. Firmado en 1947, se creó para avanzar en la reducción
arancelaria con la misión de promocionar el libre cambio en un ámbito
mundial.

El GATT ha desarrollado sus acuerdos por medio de las denominadas rondas


del GATT. Se trataba de rondas de desarme arancelario. Desde 1947, ha habido
ocho rondas:

Las rondas del GATT

Año Lugar / Denominación Temas tratados Países

1947 Ginebra Aranceles 23


© FUOC • PID_00275129 64 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Año Lugar / Denominación Temas tratados Países

1949 Annecy Aranceles 13

1951 Torquay Aranceles 38

1956 Ginebra Aranceles 26

1960-1961 Ginebra (Ronda�Dillon) Aranceles 26

1964-1967 Ginebra (Ronda�Kennedy) Aranceles y medidas anti-dumping 62

1973-1979 Ginebra (Ronda�de�Tokio) Aranceles, medidas no arancelarias y 102


acuerdos relativos al marco jurídico

1986-1994 Ginebra (Ronda�de�Uruguay) Aranceles, medidas no arancelarias, 123


normas, servicios, propiedad intelec-
tual, solución de diferencias, textiles,
agricultura, creación de la OMC, etc.

Hasta el 1 de enero de 1995, el comercio internacional fue regulado por el


acuerdo GATT, que fue el precursor de la actual Organización Mundial del
Comercio (OMC).

El sesgo inicial por parte del GATT hacia la liberalización comercial de manu-
facturas dio lugar a que una gran parte de los países periféricos, especialmente
los países con una fuerte especialización en la exportación de productos pri-
marios, no participaran en el mismo.

Por este motivo, en 1964, y también en el marco de Naciones Unidas, los países
subdesarrollados crearon la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio
y el Desarrollo (UNCTAD).

4.2.1. La Organización Mundial del Comercio (OMC)

La creación de la OMC es fruto de los acuerdos conseguidos en la VIII ronda


de negociaciones del GATT, conocida como Ronda de Uruguay (1986-1994). A
pesar de que la creación de esta organización no estaba prevista en la agenda
de Ronda, a instancia de las comunidades europeas se planteó en 1991 dotar
de un nuevo marco institucional a los acuerdos planteados en la Ronda de
Uruguay. La propuesta específica se incluyó en el proyecto de acta final de
diciembre de 1991. Durante 1992 y 1993 se continuó negociando la creación
de la OMC, ante la oposición de Estados Unidos, que prefería mantener el
marco GATT. Finalmente, se llegó a un acuerdo y en la firma del acta final de
la Ronda en Marrakech, en abril de 1994, se aprobó su creación y entrada en
vigor el 1 de enero de 1995.
© FUOC • PID_00275129 65 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

https://www.wto.org/

De hecho, la OMC es la heredera del GATT y de todos los nuevos acuerdos


conseguidos en la Ronda de Uruguay, que amplían considerablemente las es-
feras de actuación tradicionales del GATT. Como nueva organización econó-
mica internacional, dispone de su propio acuerdo constitutivo.

Objetivos�de�la�OMC

Los objetivos establecidos en la OMC son los del GATT (elevar los niveles de
vida y de renta, conseguir la plena ocupación, aumentar la producción y el
comercio y utilizar los recursos mundiales de manera óptima), y se extienden
al sector servicios. También se precisan dos aspectos nuevos:

• Se introduce el concepto de desarrollo sostenible respecto de la utilización


óptima de los recursos mundiales y la necesidad de proteger y preservar
el medio ambiente de manera compatible con los diferentes niveles de
desarrollo económico de los países.
• Se reconoce la necesidad de hacer esfuerzos positivos para que los países
en desarrollo, especialmente los menos avanzados, participen más en el
incremento del comercio mundial.

Principios�básicos�de�la�OMC

• Transparencia de las medidas que adoptan los países.


• No discriminación comercial y reciprocidad en el trato entre los países
miembros, que se refleja en la cláusula de la nación más favorecida (NMA)
y que permite, además, multilateralizar todos los acuerdos logrados.
• Trato nacional, es decir, no discriminación entre los nacionales de un país
y los proveedores extranjeros.
• Solución pacífica de los posibles conflictos comerciales entre los países
miembros.
• Trato especial y diferenciado a los países en desarrollo y, dentro de estos
países, trato preferente a los países menos avanzados.

Las�funciones�de�la�OMC

• Administrar los acuerdos comerciales entre sus miembros.


• Servir de foro para las negociaciones comerciales.
• Resolver las diferencias comerciales.
• Examinar las políticas comerciales de los miembros.
• Cooperar con las organizaciones internacionales pertinentes.
© FUOC • PID_00275129 66 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

• Prestar asistencia técnica a los países en desarrollo y los países miembros


menos avanzados.

La estructura orgánica de la OMC

La estructura orgánica de la OMC está basada en estos cuatro organismos:

1)�La�Conferencia�Ministerial

La Conferencia Ministerial es el órgano decisorio de mayor rango en la OMC. Está


integrada por los representantes de todos los miembros y se tiene que reunir al menos
una vez cada dos años. La Conferencia Ministerial está facultada para adoptar deci-
siones sobre todas las cuestiones recogidas por cualquiera de los acuerdos comerciales
multilaterales, en conformidad con los procedimientos de adopción de decisiones
que establece el acuerdo por el que se establece la OMC.

Hasta hoy, las conferencias ministeriales han sido las siguientes:

• Nairobi, 2015
• Bali, 2013
• Ginebra, 2011
• Ginebra, 2009
• Hong Kong, 2005
• Cancún, 2003
• Doha, 2001
• Seattle, 1999
• Ginebra, 1998
• Singapur, 1996

2)�El�Consejo�General

El Consejo General constituye el segundo nivel de la estructura de adopción de deci-


siones de la OMC, y también está compuesto por representantes de todos los países
miembros, normalmente en un nivel de embajadores o representantes permanentes
con base en Ginebra, que eligen de manera periódica a un presidente para organizar
el trabajo del Consejo. El Consejo General se reúne para adoptar decisiones relativas
a todos los asuntos de la OMC, en ejercicio de las funciones de la Conferencia Minis-
terial cuando esta no se encuentra reunida.

El Consejo General también se reúne como órgano de solución de diferencias y como


órgano de examen de las políticas comerciales.

3)�Los�consejos�y�órganos�subsidiarios

Los consejos subsidiarios funcionan bajo la orientación general del Consejo General
y se encargan de las tareas que les encomiendan los acuerdos correspondientes y el
Consejo General. Como sus nombres indican, son responsables del funcionamiento
de los acuerdos de la OMC que tratan de sus esferas de comercio respectivas. Están
integrados por todos los miembros de la OMC.

Hay tres consejos subsidiarios:

• Consejo del Comercio de Mercancías.


• Consejo del Comercio de Servicios.
• Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados
con el Comercio.

4)�La�Secretaría�de�la�OMC

La Secretaría de la OMC (de ahora en adelante, la Secretaría) está dirigida por un di-
rector general nombrado por la Conferencia Ministerial. Los miembros son los úni-
cos que toman decisiones; la Secretaría no está facultada para adoptar decisiones. La
Secretaría tiene la sede en Ginebra y cuenta con una plantilla de unos 700 funciona-
rios, que son nacionales de los países miembros de la OMC. El sistema de toma de
decisiones será por consenso. En caso de votación, los acuerdos se tienen que adoptar
por mayoría simple (cada país un voto), aunque se requerirá mayoría de 2/3 para la
© FUOC • PID_00275129 67 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

admisión de nuevos miembros y enmiendas a los acuerdos, excepto para la cláusula


NMA, que requiere la unanimidad.

En lo que respecta al ámbito de actuación de la OMC, desarrolla tres líneas de


trabajo principales.

1) El GATT 47, con las modificaciones incorporadas en la negociación actual


(GATT 94).

La OMC administrará el GATT original (centrado en el comercio de mercan-


cías) y todas las modificaciones introducidas en las negociaciones comerciales
llevadas a cabo desde la creación del GATT y los acuerdos conseguidos en la
Ronda de Uruguay o GATT 94.

Del GATT 94 hay que destacar lo siguiente: una nueva reducción arancelaria
(acceso al mercado), barreras no arancelarias, acuerdo en el comercio agrícola
y textil, revisión de los códigos adoptados en la Ronda de Tokio e inversiones
relacionadas con el comercio.

2) El Acuerdo General sobre Servicios (GATS).

El comercio de servicios no se había incluido nunca en las negociaciones del


GATT pero, debido a la importancia creciente en la producción de los países,
se planteó que la liberalización de los servicios provocaría un incremento sus-
tancial del comercio internacional, como en su día lo hizo la liberalización del
comercio de mercancías. Aun así, hay que destacar las características específi-
cas del comercio de servicios:

• No están sujetos a aranceles, sino a normas y reglamentos para proteger


a los consumidores, regular monopolios estatales y asegurar el bienestar
nacional.

• El comercio de servicios plantea problemas conexos como, por ejemplo:


– La inversión extranjera necesaria para prestar un servicio en un país.
– El traslado temporal o permanente de personal especializado.

Asimetría entre la producción de servicios y el porcentaje que se comercia


internacionalmente.

El GATS es un acuerdo marco ambicioso, a partir del cual se irá aplicando una
liberalización progresiva en el comercio de servicios, a pesar de que a corto
plazo será aplicable de manera limitada.

Los principales elementos que hay que destacar del GATS son los siguientes.
© FUOC • PID_00275129 68 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

a) Definición del comercio de servicios: incluye el movimiento transfronterizo


de servicios, consumidores y personas físicas para prestar el servicio, y presen-
cia comercial de proveedores temporal o permanente.

b) Principios:

• Nación más favorecida (NMA): se aplica a los signatarios del GATS y con
las derogaciones que se prevén.

• Transparencia: publicación de todas las normas y reglamentos que afecten


a los servicios.
– Trato especial en los países en desarrollo.
– Derecho a reglamentar por motivos de calidad, protección de la salud,
medio ambiente, valores culturales.
– Se pueden establecer limitaciones por motivos de desarrollo económi-
co y salvaguardas.

c) Compromisos:

• Liberalización progresiva: acceso a los mercados a partir de ofertas.


• Trato nacional: no discriminación entre proveedores nacionales y extran-
jeros.

3) El acuerdo sobre aspectos de los derechos de propiedad relacionados con


el comercio (TRIPS).

Los derechos de propiedad intelectual (DPI) están regulados por determinadas


convenciones que son administradas por la OMPI (Organización Multilateral
de la Propiedad Intelectual).

A pesar de que la normativa de DPI está protegida en los distintos países, hay
divergencias, problemas de aplicación y diferentes niveles de protección.

Las causas que han determinado negociar los DPI en el seno del GATT son fun-
damentalmente el comercio de mercancías falsificadas, las prácticas restricti-
vas que se establecen en los contratos de licencia y la armonización necesaria
en la protección para que fomente la innovación y la difusión técnica de las
nuevas ideas.

Aun así, hay discrepancias ante esta regulación por parte de los países indus-
trializados (a favor) y los países en desarrollo (en contra). Estos últimos con-
sideran que una normativa más estricta perjudicará sus posibilidades de desa-
rrollo y reclaman, inútilmente, un código de transferencia de tecnología por
medio de la UNCTAD.
© FUOC • PID_00275129 69 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Finalmente, se ha elaborado un marco multilateral de principios, normas y


disciplinas que prevé los aspectos de los DPI relacionados con el comercio,
conocido como TRIPS (Trade Related Aspects of Intellectual Property Rights).

En este marco se reconocen los acuerdos de las convenciones de París, Berna,


Roma y el tratado en materia de circuitos integrados, pero además se incluyen:

Como derecho de autor, los programas de ordenadores y los copyrights.

Se reconoce el derecho a la información confidencial y, por lo tanto, será ob-


jeto de protección. Se protegerán los indicadores geográficos de procedencia.

En el acuerdo TRIPS se establecen los principios de trato nacional, nación más


favorecida, las normas relativas al alcance, la disponibilidad y la utilización de
los DPI, la observancia y los procedimientos legales para el cumplimiento.

Los acuerdos que hay que destacar sobre los plazos mínimos de los diferentes
DPI son los siguientes.

a) Patentes: veinte años excepto para los productos farmacéuticos, los inven-
tos de animales y plantas y los procesos biotecnológicos de producción
(diez años).
b) Diseño de circuitos integrados: diez años.
c) Derechos de autor: cincuenta años.
d) Marcas comerciales: siete años.

Los países firmantes tienen los plazos siguientes para introducir esta norma-
tiva.

• Países desarrollados: un año.


• Países en desarrollo: cinco años.
• Países menos avanzados: diez años.

Para las patentes del periodo transitorio para los países en desarrollo, es de
diez años.

Por otro lado, la OMC tiene tres líneas de actuación adicionales:

1) Normas y procedimientos para la solución de diferencias integrada.

El mecanismo de solución de diferencias pretende resolver controversias entre


las partes contratantes y ejercer presión sobre los gobiernos para que cumplan
sus obligaciones. La revisión del sistema pretende:

• Establecer un sistema simplificado y más rápido; para lo cual se establecen


plazos concretos tanto en las negociaciones bilaterales como en los grupos
especiales.
© FUOC • PID_00275129 70 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

• Introducir más disciplina en el cumplimiento de los veredictos por parte


de los gobiernos.
• Eliminar la posibilidad de aplicar represalias unilaterales.

2) El mecanismo de examen de las políticas comerciales.

Acordado en la reunión de Montreal (diciembre de 1988), este examen pre-


tende revisar las políticas y las prácticas comerciales de cada uno de los paí-
ses miembros del GATT. Para los cuatro países desarrollados más importantes
dentro del comercio internacional, considerando la UE como uno de estos, las
revisiones son cada dos años; para los países desarrollados, cada cuatro años;
y en el caso de los países en desarrollo, cada seis años. La finalidad de estas
revisiones es aumentar la transparencia del sistema de comercio multilateral.

3) Los acuerdos sobre aeronaves civiles, carne de vacuno, sector lechero y com-
pras públicas.

Se trata de acuerdos sectoriales firmados por algunos miembros en la Ronda


de Tokio. Forman parte del GATT, pero solo afectan a sus signatarios.

La OMC tiene ante sí un ambicioso proyecto, que es conseguir que los acuer-
dos de la Ronda de Uruguay se implanten correctamente y servir de foro para
resolver los conflictos que tengan lugar en el comercio internacional.

La incorporación de los países en la OMC es destacable. En enero de 1996,


114 países habían ratificado el acuerdo y 39 estaban pendientes de nueva ad-
misión, entre los cuales destacaban Rusia y China. Así pues, la OMC ya tendrá
un carácter progresivamente universal.

Programa de Doha para el desarrollo

En la Conferencia de Ministros celebrada en Doha (Catar) en noviem-


bre del 2001, alineada con la Conferencia Mundial para el Desarrollo –
conocida como la Conferencia del Milenio–, se promovió la idea de la
importancia del comercio internacional como mecanismo para reducir
la pobreza en los países más vulnerables. En consecuencia, al iniciar las
conversaciones del Programa de Doha para el Desarrollo (PDD), se pu-
sieron en el lugar central de las negociaciones las necesidades y los in-
tereses de los países en desarrollo. Esto apoyó la inclusión de los proble-
mas comerciales en la conferencia. Concretamente, se incluyeron dos
indicadores: el primero, referido al acceso de los mercados por parte de
los países más pobres; y el segundo, estimular el beneficio de las reduc-
ciones tarifarias, especialmente en el terreno agrícola.
© FUOC • PID_00275129 71 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

4.2.2. Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el


Desarrollo (UNCTAD)

La UNCTAD es un organismo internacional del sistema de Naciones Unidas,


cuya misión es fomentar el comercio internacional, teniendo en cuenta el gra-
do de desarrollo de los países involucrados. Su primer secretario general fue
Raúl Prebisch, miembro destacado de la escuela estructuralista latinoamerica-
na.

http://unctad.org/

El mayor éxito de la UNCTAD fue el promover el reconocimiento del sistema


generalizado de preferencias, que exime a los países miembros de la OMC del
principio de NMF, para reducir los aranceles a los países menos avanzados, sin
tener que hacer también una reducción de aranceles para los países ricos.

El principio de nación más favorecida (NMF), que obliga a los países miembros
de la OMC a tratar peor las importaciones de los otros países miembros de la
OMC de lo que tratan las importaciones de su socio comercial «más favoreci-
do». En esencia, el trato NMF exige a los países miembros de la OMC tratar las
importaciones procedentes de los otros países miembros de la OMC de manera
uniforme, es decir, mediante la imposición de aranceles iguales.

Los objetivos del sistema generalizado de preferencias («reciprocidad y la no


discriminación a favor de los países en desarrollo, incluidas las medidas espe-
ciales a favor de los países en desarrollo menos avanzados») tienen que ser:

• Aumentar sus ingresos de exportación.


• Promover su industrialización.
• Acelerar el ritmo de crecimiento económico.

4.3. Las instituciones financieras

Una de las preocupaciones de los países aliados antes de acabar la Segunda


Guerra Mundial era el establecimiento de los principios para conseguir un sis-
tema económico basado en la cooperación económica estable y que permitie-
© FUOC • PID_00275129 72 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

ra la reconstrucción de los países afectados por la contienda bélica. Con esto,


se evitarían los errores que se habían producido después de la Primera Guerra
Mundial.

Con este objeto, tuvo lugar en julio de 1944 la Conferencia de Bretton Woods,
localidad situada en el Estado de New Hampshire, en EE. UU. En esta confe-
rencia, se crearon dos organismos económicos internacionales:

1) El Fondo Monetario Internacional (FMI), con el objetivo de velar y promo-


ver la liberalización y la estabilidad de los pagos internacionales en áreas en
expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional, el fomen-
to del empleo y el uso adecuado de los recursos productivos.

2) El Banco de Reconstrucción y Fomento (BIRF), para facilitar recursos finan-


cieros destinados a la reconstrucción de las economías afectadas por la guerra
y potenciar la inversión en los países de escaso desarrollo y, así, promover el
crecimiento económico mundial, el incremento de la productividad y la me-
jora de los niveles de vida.

Con la creación de estos dos organismos se establecen las bases para el desa-
rrollo, desde una perspectiva de cooperación económica, de un sistema estable
y multilateral de los pagos internacionales, de acuerdo con las reglas estable-
cidas para el funcionamiento del sistema monetario internacional (SMI); y de
unos recursos financieros para ayudar a las economías más débiles a resolver
tanto los problemas de reconstrucción como los de desarrollo.

4.3.1. El Fondo Monetario Internacional (FMI)

Estructura�y�organización

Cuando un país solicita la admisión en el FMI, se le asigna una cuota que


equivale al porcentaje de participación en el fondo y que es determinada por
este de acuerdo con su riqueza relativa (PIB), la participación en el comercio
internacional y el nivel de reservas internacionales.
© FUOC • PID_00275129 73 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

http://www.imf.org/

Esta cuota, que se desembolsa en un 25 % en DEG (derechos especiales de


giro) y el resto en moneda nacional, determina el poder de voto dentro del
organismo y la cuantía de los recursos financieros del fondo de los que se
puede disponer en caso necesario.

Web recomendada
Los derechos especiales de giro (DEG o SDR, special drawing
rights) Para más información, po-
déis consultar la web siguien-
te:
Fueron creados por el FMI en 1969 como una cartera de reservas de http://www.imf.org/external/
np/exr/facts/spa/sdrs.htm
divisas bajo el sistema de Bretton Woods de tipos de cambio fijos. En
la actualidad, las monedas en la cartera son el euro, la libra esterlina, el
yen y el dólar norteamericano.

Los DEG forman el núcleo de la política de crédito del FMI. Un acuer-


do de derechos de giro supone la seguridad al país miembro de que po-
drá girar hasta una determinada cantidad, habitualmente durante un
periodo de 12 a 18 meses, para hacer frente a un problema de balanza
de pagos a corto plazo.

Todos los países miembros, en la actualidad 184, están representados en la


junta de gobernadores, máximo órgano de decisión, y se reúnen una vez al
año para evaluar la tarea del FMI. Las actuaciones diarias de la entidad son
competencia del directorio ejecutivo, formado por 24 miembros en represen-
tación de los países miembros, y cuya presidencia a menudo recae en manos
de un candidato europeo.

Los�problemas�actuales�del�FMI

Los importantes cambios en el funcionamiento del SMI durante las últimas


décadas se reflejan en algunos de los problemas que en la actualidad tiene el
FMI. Básicamente, son los siguientes:
© FUOC • PID_00275129 74 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

a) La convertibilidad: el actual patrón fiduciario no tiene soporte de valor.

b) Persiste la asimetría en el ajuste del SMI, porque los países deficitarios que
necesitan recursos del FMI se tienen que sujetar a la disciplina del organismo
para restablecer el equilibrio externo, mientras que los países con superávit o
que pueden financiar los déficits no se ven obligados a tomar medidas para
corregir el excedente o el déficit con la intención de equilibrar el sistema.

c) El control de la liquidez: una parte importante de la liquidez internacional


está en manos privadas y opera en mercados monetarios muy activos y glo-
balizados, por lo cual el movimiento de capitales a corto plazo proporciona
una gran dinámica en la determinación de los tipos de cambio, puesto que las
monedas se adquieren como un activo financiero más.

Además de estos temas pendientes de resolver, hay que destacar que el sistema
de flotación generalizada de las monedas desde finales de 1973 no ha sido
satisfactorio. Durante un espacio de tiempo dilatado, 1978-1985 y 1994-1995,
los tipos de cambio no solo han experimentado grandes fluctuaciones, sino
que se han alejado de sus valores teóricos de equilibrio (valores fundamentales)
y han ayudado a generar graves desequilibrios entre las balanzas comerciales
de los principales países desarrollados.

Ante este comportamiento, las recomendaciones del FMI en el ejercicio de la


política de supervisión no han sido suficientes para forzar a los países a hacer
determinadas intervenciones y establecer políticas económicas que promue-
van la estabilidad, y han prevalecido las actitudes individuales.

Ha habido preocupación internacional sobre la estabilidad del SMI, pero hasta Web recomendada
1985 (acuerdo en el Hotel Plaza de Nueva York del G5, es decir, los países que
Para más detalle, podéis con-
integraban la cesta del DEG) estos países no deciden actuar de manera coordi- sultar:
nada en los mercados cambiarios para conseguir situar los tipos de cambio de http://www.bis.org/
publ/bcbsca.htm y http://
las monedas en los valores fundamentales. Además, previamente, en la Cum- www.bis.org/bcbs/qis/
bre de Venecia de 1982, se reconoce la necesidad de coordinar las políticas qis25results.pdf

económicas de los países más desarrollados (Grupo de los 7) con la participa-


ción y el asesoramiento del FMI para conseguir más estabilidad económica a
largo plazo. Esto da lugar a la constitución de un grupo de trabajo encargado
de diseñar políticas económicas específicas para cada país (Acuerdo del Louvre
de febrero de 1987), con el uso de indicadores para el control y el seguimien-
to (definidos en la Cumbre de Tokio de junio de 1986). Actualmente, podéis
encontrar las discusiones sobre la supervisión de mercados financieros en la
web del Banco Internacional de Pagos de Basilea (bis.org).

En los últimos años, el FMI ha recuperado el protagonismo que tuvo como


institución fundamental del SMI y como proveedor de recursos para los países
con dificultades en la balanza de pagos, antes de abandonar los principios de
Bretton Woods y de que empezara la crisis económica en los años setenta.
© FUOC • PID_00275129 75 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Este incremento de protagonismo se concreta en un papel más relevante de


las actividades dirigidas a promover la estabilidad del SMI, en estrecha cola-
boración con los países más desarrollados en el diseño y el control de las po-
líticas económicas que estos países tienen que instrumentar para conseguir
equilibrar los saldos de las balanzas de pagos y un crecimiento sostenido y
no inflacionario de la economía mundial (mediante el ejercicio de la tarea de
supervisión que se prevé en la segunda enmienda del convenio constitutivo).

Aun así, y pese a la mejora en la coordinación económica de los países inte-


grados en el G8 en los últimos años, el hecho de que no haya unas reglas más
estrictas que regulen el funcionamiento del SMI (se ha denominado el no SMI)
condiciona que la estabilidad monetaria dependa más de la voluntad de los
principales protagonistas de la economía internacional que de las recomenda-
ciones del FMI.

Una de las misiones del FMI es la supervisión de la evolución de la economía Web recomendada
de sus países miembros y del sistema económico en general. Cada 6 meses
Lista de informes sobre pers-
(primavera/otoño), lleva a cabo un informe sobre las perspectivas de la eco- pectivas de la economía
nomía mundial. Una comisión independiente del FMI puso en evidencia que mundial
http://www.imf.org/external/
este fue incapaz de prever la gran recesión entre el 2004-2007. ns/loe/cs.aspx?id=28

Aun así, a partir de la gran recesión de finales de la década del dos mil, el FMI
ha jugado un papel muy destacado en los rescates de la crisis financiera glo-
bal. Junto con el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, ha formado
la Troika financiera. En este contexto de los rescates financieros de algunos
países de la Unión Europea, la Troika financiera lleva a cabo la supervisión y
aplicación sistemática de los denominados programas de consolidación fiscal.
Y a cambio de obedecer a la Troika, el país que lo necesite recibirá financiación
del FMI o del BCE. Si el país no la obedece, no obtendrá financiación. El país
financiado por la Troika se encuentra intervenido porque, al seguir sus direc-
trices, pierde gran parte de su independencia política.

4.3.2. El grupo del Banco Mundial (BIRF)

Estructura�y�organización

La condición para que un país sea miembro del BIRF o Banco Mundial es que
previamente sea miembro del FMI, y la participación de cada país en el capital
social del banco viene determinada por el porcentaje o cuota asignados en el
FMI.

http://www.worldbank.org/
© FUOC • PID_00275129 76 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

El número de acciones suscritas determina el poder de voto en este organis-


mo internacional en el que las decisiones se toman por mayoría de los votos
emitidos.

Cada país miembro (actualmente, 184) está representado por un gobernador


en la junta de gobernadores, órgano de máxima decisión, que se reúne una
vez al año en sesión conjunta con el FMI para valorar la tarea que se ha hecho.

Las políticas que hay que seguir y la aprobación de las operaciones del Banco
Mundial son funciones de los directores ejecutivos designados en representa-
ción de todos los países miembros, al frente de los cuales está el presidente del
Banco Mundial que, por tradición, recae en Estados Unidos.

Actuaciones�del�Banco�Mundial

El principal objetivo del BIRF era la financiación de los programas de recons-


trucción de los países afectados por la Guerra Mundial y de los países de desa-
rrollo escaso.

La gran cantidad de recursos que eran necesarios para la reconstrucción supe-


raba las posibilidades financieras del banco y, por ello, se estableció un pro-
grama de recuperación europea (plan Marshall, que fue administrado por la
OECE –Organización Europea de Cooperación Económica–, creada con este
objetivo). En consecuencia, la tarea del banco se centró, a partir de 1948, en
las actividades destinadas a promover el desarrollo de los países miembros de
menor desarrollo comparativo.

En concreto, el apoyo y la financiación a la inversión privada en países en


desarrollo se instrumentan con la Corporación Financiera Internacional (CFI)
creada en 1956, y la garantía de riesgos no comerciales para las inversiones
extranjeras con finalidades productivas en países en desarrollo es competencia
de la Organización Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI), creada en
1988.

Otra filial del banco, la Asociación Internacional de Fomento (AIF), se creó en


1960 para financiar en términos concesionales a los países de menos desarro-
llo comparativo, teniendo en cuenta las dificultades para generar suficientes
divisas como para retornar los créditos en las condiciones del banco. Por lo
tanto, requieren un trato diferencial.

Así pues, con el banco y sus filiales se cubre una amplia gama de servicios
financieros para los países en desarrollo que incluyen programas y proyectos
de inversión pública, inversiones privadas y garantías a la inversión extranjera
con un trato especial en las condiciones crediticias para los países más pobres.

Medios�de�los�que�dispone�el�BIRF�para�llevar�a�cabo�su�tarea
© FUOC • PID_00275129 77 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Los recursos de los que dispone el banco para hacer su tarea crediticia son los
siguientes.

1) El capital social: los países miembros suscriben la parte que les corresponde
del capital del banco y de sus sucesivas ampliaciones de capital, pero sin des-
embolsar la totalidad, porque una parte del capital se desembolsa y la otra es
exigible a requerimiento del banco. Las proporciones entre el capital pagado y
el exigible han ido variando en el tiempo, y se reducen de manera progresiva
en las diferentes ampliaciones de capital que ha hecho el BIRF, la proporción
del capital que se tiene que desembolsar (en la última ampliación solo se ha
desembolsado un 3 %) a causa de que la función primordial de este pasivo es
actuar como garantía más que como fuente de recursos directa.

2) El endeudamiento del banco con la emisión de obligaciones a corto y largo


plazo en el mercado internacional de capitales y en los principales mercados
financieros de los países industrializados, y esta es la principal fuente de re-
cursos.

La gestión en esta área es importante y el banco le presta una atención espe-


cial, dirigida a reducir al máximo el coste de la obtención de los recursos con
la utilización de todos los medios y los instrumentos que hoy ofrecen los mer-
cados internacionales de capitales.

El límite del endeudamiento del banco está determinado de manera estatutaria


y no puede ser superior a la cifra del capital social (proporción 1/1), por lo
que cada cierto tiempo el banco tiene que ampliar el capital para disponer de
más capacidad de endeudamiento y obtener, así, los recursos necesarios para
incrementar el programa crediticio.

3) Otras fuentes de recursos son los cargos por los préstamos concedidos, los
reembolsos de los préstamos y la venta de créditos a otros inversores.

El�futuro�del�Banco�Mundial�y�su�problemática

Al empezar la década de los años noventa, y sobre todo a raíz del cincuenta
aniversario del nacimiento de las instituciones creadas en Bretton Woods, se
han revisado en profundidad el funcionamiento, las prioridades y los retos del
futuro del grupo del Banco Mundial.

En esta revisión, se han tenido en cuenta los cambios que se han producido
en la economía internacional en los últimos años, entre los cuales destacamos
los siguientes:

1) Más globalización e interdependencia económica entre los países, medidas


tanto en términos de comercio exterior (exportaciones e importaciones) como
de flujos de capitales.
© FUOC • PID_00275129 78 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

2) Cambio en el paradigma sobre el que se fundamenta el desarrollo econó-


mico, basado ahora en el mercado como mejor asignador de recursos. Por lo
tanto, se replantea el papel del sector público en la actividad económica en
todas las parcelas que puedan ser atendidas por el mercado.

3) El final de la Guerra Fría ha supuesto cambios políticos y económicos de


gran envergadura, y se ha extendido a todo el planeta la convicción de que los
regímenes democráticos y participativos son los más adecuados para responder
a los problemas de las sociedades.

Además de las repercusiones de estos cambios en las actuaciones del grupo del
Banco Mundial, el sesenta aniversario es un momento propicio para reflexio-
nar sobre la contribución de estas instituciones al desarrollo económico de los
países miembros y los retos del futuro.

En este sentido, a pesar de que los adelantos de muchos países en desarrollo en


crecimiento económico han sido importantes y que han mejorado las propor-
ciones de ingreso per cápita, las tasas de mortalidad infantil, la de educación y
la de esperanza de vida, todavía queda una parte muy numerosa de la pobla-
ción mundial (estimada en 1.100 millones de personas) que vive con menos
de un dólar al día. Este cálculo es un indicador claro del trabajo que queda por
hacer para mejorar la calidad de vida de toda la población mundial. De hecho,
algunos países en desarrollo han experimentado fuertes crecimientos econó-
micos y una integración creciente en la economía internacional, mientras que
otros, principalmente en el África subsahariana, persisten en sus problemas y
la brecha con el mundo desarrollado cada vez es mayor.

Otro problema con el que se enfrenta la comunidad internacional es el dete-


rioro del medio ambiente, que supera las fronteras entre países desarrollados
y en desarrollo, pero que en estos últimos está fuertemente vinculado a los
problemas propios del desarrollo económico.

Todas estas consideraciones han determinado la adopción por parte del Banco
Mundial de una serie de medidas para potenciar su respuesta a la problemática
actual de los países en desarrollo. Concretamente, el Banco Mundial pretende:

1) Reforzar la institución para mejorar la imagen que tiene de la misma el pú-


blico en general y las organizaciones no gubernamentales (ONG) en particular.
En los últimos años, y como consecuencia del incremento de participación de
los ciudadanos y las asociaciones en los procesos políticos, muchas actuacio-
nes del grupo del Banco Mundial han sido criticadas, tanto por su opacidad
como por las consecuencias, sobre todo medioambientales, que han tenido
determinados proyectos financiados por el Banco Mundial.
© FUOC • PID_00275129 79 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

2) Mejorar la eficacia y la efectividad del Banco Mundial. Esta mejora ha de


tener lugar tanto respecto al funcionamiento interno de la institución como
al rendimiento de los préstamos, puesto que un porcentaje considerable (37,5
%) no han obtenido los resultados previstos originariamente.

3) Reorientar la política de préstamos para responder mejor a los cambios des-


critos, pero sin variar los objetivos básicos del grupo del Banco Mundial. Estos
objetivos se continúan centrando en la reducción de la pobreza y potencian el
desarrollo sostenible. Se trata, pues, de una afirmación y, en la medida en que
sea necesario, de una redefinición de los medios para conseguir los objetivos.

Así pues, en cuanto a la reducción de la pobreza las actuaciones básicas con-


tinuarán centradas en:

a) Financiación de proyectos que inciden directamente en la reducción de la


pobreza, como por ejemplo:

• Perfeccionamiento de los recursos humanos: educación, sanidad, salubri-


dad y nutrición.

• Incremento de la participación de la mujer en el proceso de desarrollo,


sobre todo con el aumento de la educación de las niñas, y potenciar la
igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

• Políticas de población: dirigidas fundamentalmente a reducir el fuerte au-


mento de la población, que limita la posibilidad de aumentar el crecimien-
to per cápita. Para esto, se financian proyectos destinados a introducir la
planificación familiar.

b) Diseño de políticas internas que favorezcan el crecimiento económico, re-


quisito básico para conseguir reducir la pobreza, y fomentar con esta finalidad
las políticas económicas orientadas hacia el mercado y que permitan de ma-
nera progresiva una integración en la economía internacional.

Para esto, se establece un diálogo con los países afectados dirigido a establecer
las políticas económicas más adecuadas para garantizar la estabilidad macro-
económica o un ajuste estructural, si es necesario, y también financiación de
inversiones en sectores clave (infraestructuras). También hay que apoyar a los
países en el diseño y la puesta en práctica de redes de seguridad para proteger
a los más pobres de los costes en la aplicación de las políticas.

En cuanto a la protección del medio ambiente, se continuará trabajando en


dos ámbitos:
© FUOC • PID_00275129 80 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

a) Introduciendo un análisis de impacto medioambiental en todos los proyec-


tos que lo requieran que sean financiados por el Banco Mundial, y potencian-
do el desarrollo institucional en los países en desarrollo para el control y el
seguimiento de los problemas medioambientales.

b) Continuar participando para resolver los problemas del medio ambiente


a escala mundial. Continúa, por lo tanto, participando en el FMAM (Fondo
para el Medio Ambiente Mundial), que financia en condiciones concesiona-
rias proyectos destinados a potenciar la diversidad biológica, protección de las
aguas internacionales, protección de la capa de ozono, cambio climático, etc.

Además de las prioridades que se han descrito, el Banco Mundial se tiene que
enfrentar al problema de potenciar el sector privado como motor principal del
desarrollo económico. Estatutariamente, solo puede prestar al sector público
o con garantía de este sector.

A pesar de que la CFI y el OMGI se refieren exclusivamente al sector privado,


su capacidad financiera es muy inferior, y logran solo una séptima parte de la
financiación conjunta del banco y la AIF en el caso de la CFI; el OMGI, solo
una séptima parte del total financiado por la CFI.

Ante este dilema, el Banco Mundial ha centrado la estrategia de apoyo al sector


privado a partir de:

1) Préstamos al sector público, pero que tienen como finalidad última la pro-
moción del sector privado. Para esto, los préstamos se dirigirán principalmen-
te a:

a) Ajuste estructural: diseño de políticas destinadas a crear un entorno com-


petitivo para las empresas y apoyo al desarrollo del sector financiero para que
apoye directamente al sector privado.

b) A la CFI y al OMGI para potenciar su función.

c) Diseño y refuerzo del marco institucional y legal del país, de modo que
permita optimizar el desarrollo del sector privado: reforzar la Administración
aduanera y tributaria, la privatización de determinadas empresas públicas, la
legislación sobre derechos de la propiedad intelectual, etc.

d) Apoyo al desarrollo de las infraestructuras básicas: telecomunicaciones y


energía.
© FUOC • PID_00275129 81 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

e) Apoyo al diseño y la creación de sistemas financieros y mercados de capital


internos que permitan potenciar el ahorro local y su aplicación a las necesida-
des financieras de las empresas privadas. Esto se puede hacer tanto apoyando
la creación de empresas financieras, como mediante asesoría sobre marco le-
gal, sistemas de supervisión, contabilidad transparente, etc.

2) Utilizar la capacidad de emitir garantías que le reconoce el apartado IV del


artículo 1 del Convenio Constitutivo del Banco Mundial. Estas garantías van
destinadas a potenciar la financiación privada de las infraestructuras de los
países en desarrollo. Para esto, el banco ha establecido un programa de garan-
tías de dos tipos:

a) Garantías parciales de riesgo, que cubren solo determinados riesgos que el


prestamista no está dispuesto a asumir, como por ejemplo el cumplimiento de
los compromisos contractuales del Gobierno (estabilidad del marco regulador,
sistema de tarifas) y el incumplimiento del pago por parte de una entidad
pública.

b) Garantías parciales de crédito en las que el banco garantiza el repago del


préstamo, pero solo de unos años.

Con esto, se pretende alargar los plazos de la financiación privada disponible


para atender estos proyectos y cubrir los últimos años del crédito.

En los dos casos, el Gobierno del país tiene que emitir una contragarantía a
favor del Banco Mundial. De este modo, el sector bancario privado se com-
promete con la financiación al desarrollo con el apoyo indirecto del Banco
Mundial.

4.4. La Organización de las Naciones Unidas

Las Naciones Unidas fue un nombre concebido por el presidente de Estados


Unidos Franklin D. Roosevelt, y se usó por primera vez en la Declaración de las
Naciones Unidas, del 1 de enero de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial,
cuando los representantes de 26 naciones establecieron el compromiso, en
nombre de los gobiernos, de proseguir juntos la lucha contra las potencias del
Eje.
© FUOC • PID_00275129 82 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

http://www.un.org/

La Carta de las Naciones Unidas fue redactada por los representantes de 50


países, reunidos en San Francisco del 25 de abril al 26 de junio de 1945, en
la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional. Los
delegados basaron los trabajos en las propuestas formuladas por los represen-
tantes de China, Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética en Dum-
barton Oaks, de agosto a octubre de 1944. La Carta fue firmada el 26 de junio
de 1945 por los representantes de los 50 países. Polonia, que no estuvo repre-
sentada en la Conferencia, la firmó más tarde y se convirtió en uno de los 51
estados miembros fundadores.

Las Naciones Unidas adquirieron existencia oficial el 24 de octubre de 1945,


al quedar ratificada la Carta por China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido
y la Unión Soviética, y por la mayoría de los otros signatarios; el 24 de octubre
se celebra anualmente el Día de las Naciones Unidas. En la actualidad, casi
todas las naciones del mundo pertenecen a las Naciones Unidas (en total, 191
países).

Cuando los estados pasan a ser miembros de las Naciones Unidas, convienen
a aceptar las obligaciones de la Carta de las Naciones Unidas, que es un trata-
do internacional en el que se establecen principios fundamentales en materia
de relaciones internacionales. De acuerdo con la Carta, las Naciones Unidas
tienen cuatro propósitos: mantener la paz y la seguridad internacionales, fo-
mentar relaciones de amistad entre las naciones, llevar a cabo la cooperación
internacional en la solución de problemas internacionales y en el desarrollo y
estímulo del respecto a los derechos humanos, y servir de centro que armonice
los esfuerzos de las naciones.

Los miembros de las Naciones Unidas son países soberanos. Las Naciones Uni-
das no son un Gobierno mundial, y no legislan. Pese a todo, sí que propor-
cionan los medios necesarios que contribuyan a encontrar soluciones en los
conflictos internacionales y a formular políticas sobre asuntos que afectan a
todo el mundo.
© FUOC • PID_00275129 83 La evolución del capitalismo y el proceso de mundialización

Las Naciones Unidas tienen seis órganos principales. Cinco, la Asamblea Ge-
neral, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de
Administración Fiduciaria y la Secretaría, están en la sede de Nueva York. El
sexto, la Corte Internacional de Justicia, está en La Haya (Países Bajos).

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