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Muchas veces pensamos en “guerra espiritual” como algo que no nos pasara a
nosotros, o llegamos a irnos a los extremos, y aunque es una situación real evitamos hablar
sobre ello dentro de las iglesias, pero ¿Qué es lo que nos molesta o porque se ha vuelto
podamos hablar y conocer para si disipar dudas sobre ello, en la biblia esta escrito y es una
realidad.
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las {huestes} espirituales
porque de esta manera sabrán como luchar contra ella y tener sus herramientas listas para
luchar, sabemos que como cristianos tenemos criterios que son nuestra manera de vivir,
pero no estamos exentos del pecado y de ser tentados y/o alejados de Dios.
Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne; porque las armas de
nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas
2 Corintios 10:3-4
La misma palabra nos dice que necesitamos para poder luchar, Dios nos brinda esa
fortaleza, no podemos luchar con armas físicas, mas tampoco debemos estar ahí a la orilla
del pecado esperando no caer en el, debemos alejarnos lo mas que podamos y seguir en el
Señor, con Dios en nuestras vidas no significa que no tendremos nunca batallas, sino que
cualquier batalla que enfrentemos seremos cuidados, fortalecidos y ayudados por Dios.
2
Simón, Simón, mira que Satanás os ha reclamado para zarandearos como a trigo;
pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece
La palabra de Dios nos advierte sobre que estaremos expuestos a que Satanás nos
engañe y nos haga caer, pero también esta Dios para fortalecer nuestra fe y aunque somos
Muchas veces pienso como es posible que muchas personas se quejan de que la vida
no viene con manual, pero tenemos la biblia, la palabra de Dios y si viviéramos con
Es difícil pensar vivir sin Cristo Jesús en mi vita, y me duele ver aquellos que aun
escuchando pierden cada día la oportunidad de una mejor vida, y no necesariamente aquí en
Pero porque no aceptar este regalo de Dios, muchas veces me siento importante
pensando que podría hacer más, trabajar más, esforzarme más, y me frustro, mas he
entendido gracias a la palabra que el Señor tiene su tiempo y los tiempos de Dios son
perfectos.