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E S p ~ ,C IO O R A M Á TI e 01169

~ Ret6rica. texto y escena,. sentido occidental, no es más que una prác·


.!.a! ' tica entre muchísim:l.~ otras.
• Barrhes. 1953; AItaud, 1964a; Bartolucci,
1968; Larthomas. 1972: Martin. 1977; Vais,
1978; Alcandre. 1986:Vinaver. 1993.
m Teoría del teatro. puesta en escena, estética
• • teatral, ant~opología teatral, poética (biblio-
grafía).

Nietzsche, 1872: Appia, 1921; Bentley,


ESENCIA DEL TEATRO 1957; Gohuier•.l957, 1968, 1972; Artaud,
~ Fran.: menee d~ thédtre; Ingl.: menee ofthe 1964a; Schechner. 1977;,'Barba y Savarese. 1985.
theater. Al.: WéSl'll des Theaur<,

1 ~ La búsqueda -más bien mítica- de la ESPACIO ACTORAL


esencia o de la especificidad* teatral obse-
siona desde siempre a la reflexión crítica. ~ Fran.: aire de jeu; lngl.: playing area; Al.
H, GOUHIER, ai pasar revista de las innu- Spielf/iUhe.
merables filosofías del arte teatral, * indica
por ejemplo que el método inductivo que Parte del espacio*' y del lugar teatral donde
parte del conjunto de las obras intenta des- evolucionan los actores. Por razones prácti-
cubrir, «a través de las diferencias, una es- cas, un espectáculo siempre se ve obligado a
pecie de esenci~ capaz de plantear la raión delimitar su perímetro de actuación, que
de ser y de esbozar una estructura furnla- forma un espacio· simbólico inviolable e in-
mental de la obra teatral» (1972. pág. franqueable para el público, incluso cuando
1.063). Ve como «regla inmanente de la éste es invitado a invadir el dispositivo escé-
obra teatral [...] un principio de economía nico. A partir del momento en que los aq:o-
y de armonía» (pág. 1.063). . res toman posesión físicamente de su és-
pacio, éste deviene «sagrado», dado que
2· Ahora bien, esta concepción esencialista simboliza un lugar 'tepresentado.1-as.~l~
de la esencia del teatro siempre es una op- ciones K~S.tl;laJ~~"º,-JºUfj:ºfS§",~gys;.w.cw
ción estética e ideológica entre otras mu- §~~~w.~fi2...vadgl' (BROOK; 1968) cal He;
chas. Hace abstracción deja relatividad his- ~bietos y traI!.~~..EºI,.é.l. El espacio
tórica y cultural, demasiado preocupada por actoral queda estructurado, así, ~r.elge.st~
el descubrimiento de una esencia eterna y ya veces, únicamente,,.g2.r la mirad~ de! <16-
universalmente humana. ¿Bastan vedadera- .-!2L Esta estructuración llega incluso, en al-
,mente las necesidades antropológicas pro- gunos casos, a determinar una ~pación..fQ-
fundamente ancladas en el hombre (gusto dificada y señalizada del~eIJ.WQ: creación
por el juego. * por la metamorfosis. por el. ri- -'decarnpos'y-aec::asiñáS' en el tablero de aje-
tua4* etc.) para explicar la permanencia y drez de las relaciones humanas, materializa-
la diversidad de las empresas teatrales en la ción de las maisons (casas) del teatro medie-
evolución histórica y cultural? Del mismo val francés. de los territorios o de los clanes.
modo, los innumerables estudios sobre el
origen ritual o festivo del teatro tienen'un
interés más antropológico que estético. ESPACIO DRAMÁTICO
Buscar la esencia del teatro nos lleva rápi-
damente a relativizar la tradición occidental ~ Fran.: espace dramatique; Ingl.: dramatic spa-
europea. a ampliar la noción de teatro hasta ce, space represented; Al.: dramatischer Raum.
la de ptáctica espectacular, para la cual hay
que inventar todavía una etnoescenología Espacio dramático se opone a ~pado escé- ...
atenta a las condiciones locales de todas las nico (o espacio teatral). Este último es visible
cultural performances donde el teatro, en el y se concreta en la escenificación. El prime-
170IESPA o DRAMA ca

ro es un espacio construido por el espec- dad de lugar escénico Concreto. Por esta razón,
tador o el lector para fijar el marco de la la «bue,na» l>uesta en escena no es --al contra-
evolución 'de la acción y de los personajes; rio de lo que suele creerSe-la que encuentra
pertenece al texto dramático y sólo es visua- la mejor adecuación entre espacio dramático y
lizable si el e,sper,;tadori:Oostt1lye.imagiñán~~ espacio escénico (texto y escena)}'
mente el espacio dram~tiCQ.
p' .-.- .. - .

2- Lacortstrucción' del"
1- El espacio dramático espacio dramático
como espacialización de
El espacio dramático está en perpetuQ movi-
la estructura dramática
miento: depende de las relaciones actanciales
EL~spa.cW-dEamát!co queda ~onsttIJido que necesariameme deben cambiar para que la
cuando nos formamos una imagen de la~ obra tenga un mínimo de acción. El espacio
, tructura dramática del universo de la obra: dramático sólo se hace concreto y visible si una
esta imagen está constit~ida por los pers~na­ puesta en escena figura algunas de las relacio-
jes. por sus acciones y por sus relaciones en nes espaciales que el texto implica. En este sth-
el desarrollo de la acción. Si espacializamos tido, podemos decir que el eSpacio escénico y
(es decir, esquematizamos en una hoja de la puesta en escena siempre.son tributarios, por
papel) las relaciones entre los personajes, ob- una parte, de la estructura y del espacio dra-
tenemos una proyección del esquema actan- mático del texto: por más imaginación que
cial* del universo dramático. ~ tenga y se ~urle del textO que quiere poner en
tanci~L~.~~~al.!ededor de I~~ escena, el director no puede igném totalmen-
sUjetó que__~!-!sg.f"JÚzjetQ huscado Alrededor te la representación mental que ha surgido en
cre-estosdos polos gravita el resto de los ac- él mismo al leer el texto (texto y t!s~eria)!
tantes. cuyo conjunto forma la estructura El espacio dramático es el espacio, d~ la jic-
dramática. 1. LOTMAN (1973) y A. UBERS- , ción* (yen este sentido eS idéntico al espacio
FELD (1977 a) señalan que este espacio dra- dramático del poema, de la novela o <lé cual-
mático está necesariamente escindido en dos quier texto lingüístico). Su cofIstrucción ae-
conjuntos. dos «subespacios dramáticos». pende tanto de las indicaciones que nos su-
Aquello que describen a través de esta esci- ministra el autor del texto como,de questro
sión no es más que el conflicto entre dos per- esfuerzo de imaginación. I,..o constntirnos y
sonajes o dos ficciones. o entre sujeto que lo modelamosa nuestra guisa, sin.quetlun-
desea y objeto deseado. Todo se reduce, en ca se muestre ó desapareica en una represen-
efecto, a un conflicto entre dos partes, es de- tación real del espectáculo. Éstit es sü fuerza
cir, do.s espacios dramáticos, y toda narra': y su debilidad, puesto que es «meno~. visible
ción no es otra cosa que la'sintagmatización al ojo» que el espacio escénico concreto. Por
(sucesión lineal) de estos dos paradigmas. otra parte, el espacio dramático (simboliza-
Para que esta proyección del espaciQAdramá- do) y el espacio escénico (percibido}".se f11ei~
. tico se realice, no es necesaria ninguna puesta clan constantemente en nuestra percepción,
en escena: la lectura del texto basta para dar al ayudándose mutuamente a constituitse. de
espectador una imagen espacial del universo tal modo que al cabo de un instante. ya no
dramático. Este espacio dramático lo cons- somos capaces de discernir lo .!lúe '!lOS ha
truimos a partir de las acotaciones escéniclÍ!' del sido dado y lo que hemos fabricado por nos-
ti' autor (una especie de esquema de pre-puesta otros mismos. Es en este momento, .e'xacto ..
en escena)* y de las acotaciones espaciotempora- . cuando interviene la ilusión teatral; la cual
les: con los diálogos (decorado sonoro)! Con- es -realmeme- del orden de la ilusión:
secuentemente, cada espectador tiene su pro- nos persuade de que no inventamos nada,
pia imagen subjetiva del espacio dramático y de que estas quimeras que se alzan ante
por ello no es nada sorprendente que también nuestros ojos y nuestra mente son reales (de-
el director de escena sólo escoja una posibili- negación)!
E S PA o ESCÉNICol171

3· Relación entre espacio aproximadamente aquello que entendemos


dramático y escenografía por «escenario teatral». El espacio escénico
nos es dado por el espectáculo, ahora y aquí,
,Esta configuración del espacio dramático
gracias a unos actores cuyas evoluciones ges-
que reconstruimos al leer el texto influye a
tuales circunscriben este espacio escénico.
su ve:z en el espacio escénico y la escenogra-
fía. f.n efecto, para convertirse en algo con-
creto, un determinado espacio dramático 1• l,.ímites y formas
necesita un espacio escénico que le sea útil y
El teatro siempre tiene lugar en un espa-
que le permita proclamar su especificidad.
cio delimitado por la separación entre la
Por 'ejemplo, para una estructura y un espa-
mirada (el público) y el objeto mirado (el
cio dramático basados en el conflicto y la
escenario). El límite entre el juego y el no-
confrontación, es necesario utilizar un espa-
juego es definido por cada tipo de represen-
cio que destaque eSta oposición.
tación y de escenario; a partir del momento
Queda planteada aquí la eterna cuestión de
,en que el espectador atraviesa el umbral de
precedencia entre la escenografía y la drama-
la sala, abandona su papel de mirador para
turgia* (estructura dramática). Es evidente
convertirse en alguien que participa en un
que una y otra se determinan' recíprocamen-
·acontecimiento que ya no es teatro, sino
te; pero en primer lugar sJrge, indudable-
juego dramdtico* o happening; * entonces, el
mente, la concepción dramatúrgica, es decir,
espacio escénico y el espacio social se con-
la cuestión ideológica del conflicto humano,
funden. Al margen de tales desbordamien-
del motor de la acción, etc. Sólo a partir de
tos, el espacio ~céniCQ p~rman~ce inyjQ1a-
aquí el teatro escoge el tipo de espacio escéni-
do, sean cuales sean su configuración o sus
co y dramatúrgico que mejor conviene a su
~amorfosis.
visión dramatúrgica y filosófica. Al fin y al
El espacio escénico se organiza en relación
cabo, el escenario no es más que un instru-
estrecha con el espacio teatral (el del lugar,
mento, y no un corsé para toda la eternidad
del edificio, de la sala). Ha conocido todas
que dicta sus leyes en los círculos dramáticos.
las formas y todas las relaciones con el lugar
Indudablemente, hay momentos en la histo-
del espectador. Si admitimos el origen ritual
ria teatral en que un determinado tipo de es-
del teatro, la participación de un grupo en
cenografía ha paralizado el análisis dramatúr-
un ceremonial, en un rito y, luego, en una
gico, y por tanto la representación del hombre
acción ritualizada, el círculo representa e1lu-
en el teatro. Pero la escenografía siempre se ve
gar primordial y el escenario no reclama un
abandonada cuando no presta buenos servi-
ángulo visual o una distancia particulares. El
cios; y entonces se adapta ~ movimiento ide-
ológico y dramatúrgj~ . , ,' círculo --en el que se inspira el teatro grie-
go, ,construido y horadado a veces aprove-
chando el flanco de una colina- reaparace
Hintze, 1969; Moles y Rohmer, 1972; Sanú-
posteriormente siempre que la participación
Ali, 1'974; Issacharoff, 1981; Jansen, 1984.
no esté limitada a la de la mirada exterior so-
bre el evento. Entonces, el ángulo y el cono
óptico que unen un ojo y una escena se con-
vierten en el vínculo entre público y escena-
ESPACIO ESCÉNICO rio. En el escenario a la italiana, la acción y
'11 Fran.: espace scénique; Ingl.: stage space; Al. los actores están confinados en una caja
Bühnenraum abierta frontalmeIlte a la mirada del público
y del príncipe, cuya posición de escucha y de
Es el espacio concretamente perceptible observación es privilegiada. Este tipo de es-
por parte del público sobre el o los escena- cenario organiza el espacio según el princi-
rios o, también, los fragmentos de escenarios pio de la distancia, de la simetría y de la re-
de todas las escenografías' imaginables. Es ducción del universo,¡l un cubo que significa
el universo entero por el juego combinado decir, como una figuración latente e incons-
de la representación directa y de la ilusión. ciente. En esta última eventualidad, es posi-
La combinatoria de ambos principios ---el ble leer el escenario como un conjunto de
círculo y la línea, el coro de los oficiantes y el figuras retóricas cuyo sentido profundo bus-
ojo del amo- produce todos los tipos de es- camos (retórica).* Lo figurado en el escena-
cenario y de relaciones en el teatro: la histo- rio no es la manifestación de otra realidad
ria del teatro los ha experimentado sin que no figurada, o no figurativa: esta realidad es
ninguna fórmula se haya impuesto definiti- tanto la del observador gue se Rroyecta en
vamente, puesto que la ~r~sentació~. ella, comola del director de escena que la es-
figuración de lo real están sometidas a ince- bozaa través del lugar escénico y la presen-
-santesvarfanresque:Uéctáñ;;;Juso, a la es- cia de los actores. Figurar el escenario es em-
::i:l:lra )'_aJa.c:~tr!1c.!~ra.del texto dramáti~' plear una figura retórica para trasladar de un
elemento ---el espacio concreto- a otro el
espacio imaginado. Dos figuras son especial-
2· Dependencia e ¡'"dependencia
mente adecuadas para este tránsito: la metá-
del espacio escénico
fora y la metonimia. La primera transforma
Por una parte, el espacio escénico está de- ·su objeto por similitud/disimilitud; la se-
terminado por el tipo de escenografía y por la gunda por contigüidad espacial. Estas dos
visualización que de ella se ha hecho el direc- combinatorias, que presiden toda significa-
tor de escena en su lectura del espacio dramd- ción y semiosis, según demostró JAKOBSON
tico. * Pero, por otra parte, el escenógrafo y el (1963), proporcionan la clave de todas las fi-
director poseen un gran margen de libertad guras escénicas: la de su naturaleza, de su fa-
para modelarlo a su manera. De esta dialécti- cilidad para sefialar lo real y para manipular
ca entre determinismo y libertad nace el espa- el espacio (texto y escena).*
cio escénico escogido para la representación.
Por esta razón, se ha sefialado a menudo que
4· Tipología y cualidades de los
6 el espacio sirve como mediador entre visión
espacios escénicos
dramática y realización escénica. ~ al nivel
del espacio, precisament.~.ésre-e&--en. A cada estética le corresponde una con-
-g'rililpaneun no dTckidd~JJ11AZQnapax; cepción particular del espacio, de tal modo
ñc:ulaimen.te_agI,lfe~eada=lo.s;ua\ constituye .. que el examen del.espacio basta para estable-
prOETameilte la ciefilienc.ifl <klteXto teatral-:::-, cer una tipología de las dramaturgias (véan-
dOnde se produce la articulación texto-repre- se KLOTZ, 1960; HINTZE, 1969):
sentación» (UBERSFELD, 1977a, pág. 153).
(Véase asimismo JANSEN, 1984.) a. El espacio de la tragedia clásica brilla por
su ausencia: es un lugar neutro, de paso, que
no caracteriza el medio, sino que proporcio-
3· Funcionamiento del
na un apoyo intelectual y moral al persona-
espacio escénico
je. Es el lugar abstracto y simbólico del ta-
Gracias a su propiedad de signo, el espa- blero de ajedrez: en él, todo significa por
cio olttila continuamente entre el espacio diferencia y cualquier caracterización de las
significante concretamente perceptible y el casillas es superflua.
espacio significado exterior, al cual debe refe-
rirse de un modo abstracto para entr~r en la b. El espacio romántico sucumbe a menu-
ficción (espacio dramdtico).* Esta ambigüe- do a lo llamativo, al color local y a la ar-
dad constitutiva del espacio teatral (es decir, queología «subjetiva" encargada de sugerir a
dramdtico + escénico) provoca en el especta- la imaginación mundos extraordinarios.
dor una doble visión. Nunca sabemos exac-
tamente si debemos considerar el escenario c. El espacio naturalista* imita al máximo
como real y concreto o como otra escena, es el mundo que describe. Su factura material
ESPAC10 N TER I OR\t 173

-infraestructura económica, herencia, his- cia de ella. Según HEGEL, es el lugar de la


toricidad- está concentrada en un medio* objetividad y también el de la confronta-
que encierra a los personajes. ción entre escenario y sala; por tanto, obje-
tivamente, un espacio exterior, visible y ob-
d. El espacio simbolista, por el contrario, jetivo.
desmaterializa el lugar, lo estiliza convirtién- Pero el teatro .también es el lugar donde el
dolo en universo subjetivo u onírico someti- espectador debe proyectarse (catarsís,* iden-
do a una lógica distinta (véase STRINDBERG, tificación). *A partir de este momento, como
CLAUDEL, los proyectos escenográficos de por ósmosis, el teatro se convierte en espacio
APPIA o de CRAIG). Pierde toda especificidad interior, la «extensión del yo Con todas sus
en beneficio de una síntesis de las artes escé- posibilidades» (MANN.ON1, 1969,pág. 181).
nicas y de una atmósfera global de irrealidad Para que haya teatro, es necesario que haya
(Gesamtkunstwerk).* un inicio de identificación y de catarsis: «El
verdadero goce de la obra poética proviene
e. El espacio expresionista se modela en lu- de la liberación de nuestras tensiones aními-
gares parabólicos (la cárcel, la calle, el asilo, cas» (FREUD, 1969, vol. 10, pág. 179). En-
la ciudad, etc.). Atestigua una crisis profun- contramos en el personaje una parte de
da que desgarra la conciencia ideológica y nuestro yo reprimido y «tal vez, incluso, el
estética. hecho de que el creador nos pone en situa-
ción de gozar de nuestros propios fantasmas
El espacio del teatro contemporáneo es el sin reproches ni vergüenza contribuye enor-
lugar donde se sitúa el listón de tantas experi- memente a este éxito» (pág. 179).
mentaciones que no puede ser reducido a De este modo, el espacio escénico adopta
unas cuantas características. Toda dramatur- la forma y la coloración del yo espectador:
gia, e incluso todo espectáculo, es objeto de
un análisis espacial y de un reexamen de su
2· El realizador
funcionamiento. El espacio ya no es concebi-
do como una concha cerrada en cuyo interior A veces ocurre que la temática de la obra o
están permitidos algunos arreglos, sino como la opción de puesta en escena imponen un
elemento dinámico de toda concepción dra- dispositivo escénico que pretende represen-
matúrgica. Deja de ser un problema de en- tar un espacio interior: el del sueño de un
voltorio para devenir el lugar visible de la fa- personaje, de sus fantasmagorías* y de su
bricación v de la manifestación del sentido.* imaginario.
Evidentemente, el espacio interior de ese
• Brook, 1968; Bablet, 1972, 1975; Hays, personaje es, en gran parte, tributario del es-
1977, 1981; Banu y Ubersfeld, 1980; Jan- pacio interior del realizador. Éste se encuen-
sen, 1984; Carlson, 1989; Regy, 1991; Boucris, tra, frente a su personaje-intérprete, en la
1993: Pavis. 1996a. misma; situación tranquilizadora en que se
halla el espectador al contemplar placentera-
mente el yo y los fantasmas de los personajes
que están en el escenario: manipula y con-
ESPACIO INTERIOR templa una parte de su yo íntimo bajo los
ri Fran.: espaee intérieur, Ingl.: interior' spaee; rasgos de otra persona. De este modo, una
Al.: innerer Rl1.um. parte considerable de la visualización escéni-
ca surge directamente del inconsciente del
realizador por la vía del inconsciente ficticio
1• El espectador
del personaje. Los fragmentos oníricos son,
El teatro es, a primera vista, el lugar de la casi siempre, paréntesis en la representación;
exterioridad donde contemplamos impune- son interpretados de una manera distinta a
mente una escena manteniéndonos a distan- la de las escenas reales (música y ambienta-
174 lE S PA el o .L Ú o I eo o GESTUAL)

ción «desrealizadas,,). PlANCHON, por ejem- entre ambos estilos (realista y tan tástico) y se
plo, en las Locflras burguesas, mezcla sus des- prestan maravillosamente a la eclosión escéni-
cripciones picantes con islotes oníricos don- ca de los espacios interiores reprimidos.
de la imaginería surrealista (collage, alianza
de objetos heteróclitos, sustancia y ritmo 3· El actor
gestual diferentes) adquieren el mayor relie-
re.• Estos paréntesis oníricos aparecen e1l.S.- En último término, todos estos espacios
,.!!lomento en que el pensamiento verbal _puestos de manifiesto por el escenario atra-
constituido ya no ~nza para dar forma ~. viesan el cuerpo" del actor. Al proyectar la
trabaJo del i~nario, cuando sólo la ima- imagen de su personaje, al hacer visible lo
~ed~~fr~r~"I13'-aprox~ invisible de su conciencia, el actor nunca
y Una «i~ea~~scé!lif:iaeftra6ajo a~_ deja de revelar el trasfondo de su ser. Cono-
'~. Este trabajo del inconsciente (en cemos muy bien los resultados que obtuvie-
esencia, despl.aza.i:illehto y conaensaclón) com- ron GROTOWSKI (1971) y BROOK (1968) de
portª-..l,l..D juego aeT.ñ1genesq;Je se resjsren.a este desnudamiento del actor ante el público
sualquie.us:rbaJizaciÓn (retári.c** Esta téc- para enriquecer la relación teatral y el cono-
nica de la puesta en escena de elementos in- cimiento de uno mismo. Esta exterioriza-
conscientes del sueño o de la fantasmago- ción del espaci« interior, verdadera obsesión
ría es frecuente en un teatro de imágenes, de las actuales investigaciones sobre el actor,
sin un texto demasiado dominante que exija corre paralelamente a las investigaciones so-
una ejemplificación puntillosa. En tales ca- bre el espacio escénico.*
sos, es deliberadamente utilizada por el di- '
rector de escena (dando lugar a un deter- Jaman, 1952; Langer, 1953; Bachelard, 1957;
minado virtuosismo y a un esteticismo* en Derrida, 1967, págs. 253-340; Green, 1969;
detrimento de una aproximación intuitiva y Dorfles, 1974; Benmussa, 1974, 1977; Le Galliot,
no sofisticada). Pero también aparece en las 1977; Pierron, 19.80; Finter, 1990.
demás escenificaciones, puesto que en el tex-
to nada impone apriori una visualización de
un determinado tipo y !anto el director ck ESPACiO LÚDiCO
escena como el escenógrafo pueden fabricar
libremente la Imaginería que quieren. De al-
(O GESTUAL)
guna manera, las representaciones realisras y Fran.: espace ludique (ou gestuel); Ingl.: ludie
naturalistas son las que nos permiten obser- (or gestural) space; Al.: gestischer Rdum.
var con mayor nitidez esta aparición invo-
luntariadel fantasma creador en el director . Este espacio es creado por la evolución
de escena. y ello es así porque precisamente gestual* de los actores. A través de sus accio-
cuando toma la precaución de no ponerse nes, sus relaciones de J1r.Qximidad o aleig-
de manifiesto, de ocultar totalmente su vi- miento, sus libres expanSiones o su confina-
sión personal, mayor es el riesgo de dejar ñiíento-en un área mínima de actuación, los
traslucir y mostrar su inconsciente. Paradó- actores trazan los límites exactos de su rerri-,
jicamente, sólo hay teatro de la fantasmago· torio individu~spacio se or-
~,-..----~

ría allí donde no pensamos que debiera haber- gamza a través de ellos, como alrededor de
lo, allí donde nadie ha pensado en darle un pivote, el cual también cambia de posi-
forma. Por todo ello, las escenificaciones más ción cuando la acsión lo exige.
ricas en este aspecto son aquéllas que dosifican Este tipo de espacio es construido a par-
sutilmente realismo y fantasía/fantasmagoría. tir de la actuación; está en perpetuo movi-
Las obras de' CHEJOV, IBSEN, STRINDBERG, miento, sus límites son expansibles e im-
GORKI, o incluso las de BRECHT (cuando previsibles, mientras que el espacio escénico,
las escenifican LAVAUDANT -Puntifa.-, o aunque parezca inmenso, está limitado de
ÁDRIEN - Un hombre es un hombre) dudan hecho por la estructura escenográfica de la
E s PA ( O TEATRA 175

sala. §n mayor medida todaúa que el eSRa- 3· El espacio escenográfico·


cio escénico, el espacio textual se presta a (o espacio teatraf)
fcJc[a suerte de coñvenciones y manipula-
ciones; no es UQ gpacio realista, sino una Es el espacio escénico definido de forma
herramienta a disposición del actor y del ~ás pre.ci~a .com~ el. espacio en cuyo inte-
director de escena. En este sentido, toda re- flor se ~tuan el pubhco y los actores duran-
presentación es el teatro de un doble movi- te la reprQicntación. Se caracteriza como re-
miento de expansión y de concentrac!~JI. en lación entre ambos, como rtlacwn ttatral*
el espacio:-el espacio e;cenico proporciona (R DURAND, 1980). (lugar ttatr~4.* Pod~­
el marco general; tiende a englobar y aplas- m~s reservar el térmmo de tSp~CI~ (del) pu-
tar cualquier elemento que aparezca en él. bl,co al lugar ocupado por el pubhco duran-
Por el contrario, el espacio textual se dilata te la representacIón y los entreaCtos (o en
y llena ~paci<>:~biente,al menos cuan- los momentos anter~ores al comienzo del es-
do es bien utilizado. La armonía de tales pectáculo). El tspaclo ttatral es la resultante
movimientos espaciales inversos crea la im- de los espacios (en las acepciones 1, 2,4, 5
pr~~ió;·dé-un·jüegóeSé¡;íTC;;*q7Ie aprovecha y 6); Ann~ Ubersfeld se~ala que se constru-
al máximo las posibilidades de la sala. El es- ye «a partir de una arquitectura, de un pun-
pac~ también es la manera en que ~to de vista sobre el mundo (pictórico), o de
~npo* del actor se comporta en el espa- un espacio esencialmente esculpido por el
cío: hacia arriba o hacia abajo, crispado o cuerpo de los actores» (1981, pág. 85).
relajado, expansivo o ensimismado.
4· El espacio lúdico· (o gestuaf)
Es el espacio creado por el actor, por su
ESPACIO TEATRAL presencia y sus desplazamientos, por su rela-
'il Fran.: espace (au théam)j lng!.: space (in the ción con el grupo, su organización en el es-
cen:>rio.
theam); Al.: Theaterraum.

La noción de espacio, que hoy conoce un s· El espacio textual


éxito prodigioso tanto en teoría teatral como Es el espacio considerado en su materiali-
en las ciencias humanas, se aplica a aspectos dad grnRca, fónic:,a o retórica; el espacio de la
muy diversos del t~xto y de la representa- «partitura» donde están consignadas las ré-
ción. Separar y definir cada uno de estos es- plicas y las didasca1ias. El espacio textual se
pacios es una empresa tan vana como deses- materializa cuando el texto es utilizado no
perada. Sin embargo vamos a intentarlo con como espacio dramático ficcionalizado por
la esperanza de clarificarlos. el leCtor o el oyente, sino como material en
bruto a la disposición de la vista y el oído del
1· El espacio dramático· público en tanto que «partero» (por ejem-
plo, en los espectáculos de WILSON <5 en los
Es el espacio al cual se refiere el texto, es- últimos montajes de MNOUCHKINE para el
pacio abstracto y que el lector o el especta- Théatre du Soleil) o como repetición siste-
dor debe construir con su imaginación (/ic- mática (HANDKE).
cionalizando).
6* El espacio interior
2· El espacio escénico·
Es el espacio escénico en tanto que tenta-
Es el espacio real del escenario donde se tiva de representación de un fantasma, de un
mueven los actores, tanto si lo hacen en el sueño, de una visión del dramaturgo o de
escenario propiamente dicho como entre un personaje: por ejemplo, el espacio creado
el público. por R. PLANCHON en Arthur Adamov, o por
176IESPAC TEX

Ph. AoRJEN en Sueños de Franz Kafta (teatro zación significante: en cuanto un texto es de-
delfantasma). * masiado poético (opaco) pata figurar un refe-
rente, tiene tendencia a cristalizarse y auto-
'El funcionamiento del espacio en la pues- congelarse (por ejemplo, Los burgraves de
ta en escena contemporánea es tratado en HUGO son una de las primeras tentativas para
losardculos correspondientes a estos seis ti- llamar la atención del espectador sobre la ma-
pos, de espacio y en las entradas escenogra- terialidad y la «espacialidad!> de los versos re-
fta,* dispositivo escénico,* máquina teatral,* citados). Una estructura repetitiva de térmi-
itinerario, * tablado, * teatro de calle, * teatro de nos o de párrafos produce el mismo efecto: al
masa, * imagen.* no comprender el texto o la razón de la repe-
tición, el auditor es sensible a una enuncia-
ción de masas de palabras o de frases. (Véase
en G. STEIN, R. FOREMAN o en R. WILSON,
ES:PACIO 'TEXTUAL en A Letter to Queen Victoria o en 1 was sitting
, Fran.: epace textue~ Ingl.: textual space; Al. on my Patio, donde el texto es dicho dos veces
Textraum. por dos actores, sin que la illf'ormación se vea
aumentada, lo cual refuerza la imagen de un
1· El espacio textual no debe ser asimilado a texto proyectado en el espacio.)
las acotaciones espaciotemporalel' contenidas
en el texto dramático: c;Q!!!~ ~. Discurso, texto y escena, ritmo.
ablan del mundo (figuran una determinada m
re I a ;-d-r6Cto dramático también contie- -- Pavis, 1984b; Ryngaert, 1984
ne tales expresiones del espacio (los comple-
mentos de lugar, los embragues, pronombres
personales, por ejemplo) que remiten toda
enunciación a su lugar y tiempo. Así pues, ESPECIFICIDAD TEATRAL
las acotaciones espaciotemporales no tienen
,. :'1 Fran.: spteificité thédtrak; Ingl.: theat7Ícal
nada de específico en el teatro, se sitúan en el
- s~ecificity; Al.: ~sen tÚs Theaters.
plano del contenido, de los enunciados.
Buscar la especific~d teatral es una ope-
2· Aquí, en cambio, hablamos de espacio tex- ración un tanto metafísica desde el momen-
tual sólo en el sentido que se deriva del hecho to en que se pretende aislar una sustancia ca-
de que, en la enunciación del texto, las frases y paz de poseer todas las propiedades de todos
el discurso acaecen en un lugar determinado los teatros. Se utilha esta expresión (y la de
y que esta dimensión visual del discurso es-<> lenguaje teatral, de escritura escénicd" o de tea-
~ pUede se!.-~es~~J.fig~~tro" tralidad)* para desmarcar el teatro de la lite-
Lo;-eñilnciadores están presentes; ~em~ ratura y de las otras artes (arquitectura, pin-
dónde provienen sus discursos y sus intercam- tura, danza, etc.). La semiologíd" también se
bios verbales. El teatro presenta a la vista del plantea la cuestión de saber si existe un sig-
público textos que se responden recíproca- no* teatral y unconjunto de códigol' propios
mente y que sólo son comprensibles en una ac- del teatro, o si los códigos utilizados en el es-
ción quasi física (stichomitias). * En este senti- cenario son tomados de otros sistemas artís-
do, el espacio textual y la arquitectura rítrniá ticos. Se interroga sobre la esencid" del teatro
son siempre escénicamente visibles. en términos de funcionamiento de los siste-
Pero el espacio también se inserta en deter- mas significantes.
minadas formas de textualidad y ello ocurre
a partir del momento en que la atención ya
1· ¿Un signo teatral? .
no se centra en aquello que el discurso in-
tenta figurar (10 que representa dramática- Especificidad teatral implicaría que 10 icó-
mente), sino en su presentación y su formali- nico del escenario (10 visual) y 10 simbólico
E

del texto (lo textual) puedan fundirse en un b. La acción y la «movílídad»


conjunto indisoluble y propiamente dramá- del signo teatral
tico. Ahora bien, tanto los signos lingüís-
A partir de la Poética de ARISTÓTELES, la
ticos como los visuales siempre conservan
acción aparece muy a menudo como parte
su autonomía, incluso si su combinatoria
indispensable· del teatro. Ello se debe a la
y su :¡Jianza producen un significado que ya
facultad de la narratividad para pasar indi-
no quede vinculado a un único sistema escé-
ferentemente de un sistema a otro en la
nico. El signo teatral nunca es la mezcla de
medida en que todos los sistemas se inte-
los distintos códigos (en el sentido en que
gran en un proyecto global (dinámica de la
un color es la mezcla de dos colores básicos).
narratividad). Esta función unificadora de
La única «especificidad» posible es el hecho
la acción también ha sido subrayada por la
de utilizar y reagrupar, en un mismo lugar y
semiología del Círculo de Praga: «La ac-
tiempo, diferentes materiales escénicos. Pero
ción -esencia misma del arte dramáti-
esta técnica también existe en otras artes de
co- hace que $e fusionen la palabra, el ac-
la representación.
tor, el vestuario, el decorado y la música en
el sentido que los reconocemos como con-
2· ¿Una combinación específica ductores de una corriente única que los
de los signos? . atraviesa pasando de uno a otro o por va-
rios a la vez» (HONZL, 1971, pág. 18) .
.La seguhda cuestión consiste en pregun- También se habla de vectorización de la
tarse si la representación teatral mantiene la puesta en escena, de su modo de combinar
autonomía de los distintos materiales o crea los motivos y los materiales del espectácu-
con ellos una síntesis que pueda ser conside- lo (semiolorla). *
rada «específicamente teatral». De hecho, la
respuesta que aporta toda puesta en escend' a c. Dinámica de los signos
este dilema resulta de una opción estética e
ideológica. La puesta en escena tan pronto La especificidad última de los signos tea-
busca la armonía y las «correspondencias» trales reside tal vez en su facultad de utili-
entre sus materiales (como en la ópera, espe- zar las tres funciones posibles de los signos:
cialmente la wagneriana), como aísla cada icónicamente (miméticamente), indicialmen-
sistema manteniendo su autonomía, llegan- te (en situación de enunciación), simbóli-
do incluso a oponerse a cada uno de los res- camente (como sistema semiológico sobre el
tantes materiales (BRECHT) para evitar la modo ficcional). En efectQ, el teatro, visua-
creación de una ilusión y de una totalidad liza y concreta las fuentes de la palabra, in-
que no pueda ser descompuesta. dica y encarna un mundo ficticio por me-
dio de signos de tal modo que al término
del proceso de significación y de simboli-
3· Otras esoecificidades zación, el espectador ha reconstituido un
:l.. 1:1 vn7 modelo teórico y estético que explica el
universo dramático representado ante sus
Lo icónico escénico y lo simbólico tex- ojos.
tual, lo figural y lo discursivo (LYOTARD,
1971) corresponden a los dos polos de la re-
d. ¿Fin de la especificidad?
presentación: la interpretación corporal del
actor y su discurso. Es la voz?" del actor, que Confrontado -le guste o no- a los nue-
participa al mismo tiempo del cuerpo y del vos medios de comunicación, * el teatro o bien
lenguaje articulado, la que hace realidad una pierde en ellos su esencia o bien encuentra
tensión que está muy lejos de resolverse en una nueva especificidad a través de nuevos
una síntesis absoluta (VELTRUSKY, 1976, intercambios. Esta mediatización del teatro
páe:s. 94-117: BERNARO. 1976). se traduce en int,.r("",mhin~ ("""h ,H" m~~ frt"-

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