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ro es un espacio construido por el espec- dad de lugar escénico Concreto. Por esta razón,
tador o el lector para fijar el marco de la la «bue,na» l>uesta en escena no es --al contra-
evolución 'de la acción y de los personajes; rio de lo que suele creerSe-la que encuentra
pertenece al texto dramático y sólo es visua- la mejor adecuación entre espacio dramático y
lizable si el e,sper,;tadori:Oostt1lye.imagiñán~~ espacio escénico (texto y escena)}'
mente el espacio dram~tiCQ.
p' .-.- .. - .
2- Lacortstrucción' del"
1- El espacio dramático espacio dramático
como espacialización de
El espacio dramático está en perpetuQ movi-
la estructura dramática
miento: depende de las relaciones actanciales
EL~spa.cW-dEamát!co queda ~onsttIJido que necesariameme deben cambiar para que la
cuando nos formamos una imagen de la~ obra tenga un mínimo de acción. El espacio
, tructura dramática del universo de la obra: dramático sólo se hace concreto y visible si una
esta imagen está constit~ida por los pers~na puesta en escena figura algunas de las relacio-
jes. por sus acciones y por sus relaciones en nes espaciales que el texto implica. En este sth-
el desarrollo de la acción. Si espacializamos tido, podemos decir que el eSpacio escénico y
(es decir, esquematizamos en una hoja de la puesta en escena siempre.son tributarios, por
papel) las relaciones entre los personajes, ob- una parte, de la estructura y del espacio dra-
tenemos una proyección del esquema actan- mático del texto: por más imaginación que
cial* del universo dramático. ~ tenga y se ~urle del textO que quiere poner en
tanci~L~.~~~al.!ededor de I~~ escena, el director no puede igném totalmen-
sUjetó que__~!-!sg.f"JÚzjetQ huscado Alrededor te la representación mental que ha surgido en
cre-estosdos polos gravita el resto de los ac- él mismo al leer el texto (texto y t!s~eria)!
tantes. cuyo conjunto forma la estructura El espacio dramático es el espacio, d~ la jic-
dramática. 1. LOTMAN (1973) y A. UBERS- , ción* (yen este sentido eS idéntico al espacio
FELD (1977 a) señalan que este espacio dra- dramático del poema, de la novela o <lé cual-
mático está necesariamente escindido en dos quier texto lingüístico). Su cofIstrucción ae-
conjuntos. dos «subespacios dramáticos». pende tanto de las indicaciones que nos su-
Aquello que describen a través de esta esci- ministra el autor del texto como,de questro
sión no es más que el conflicto entre dos per- esfuerzo de imaginación. I,..o constntirnos y
sonajes o dos ficciones. o entre sujeto que lo modelamosa nuestra guisa, sin.quetlun-
desea y objeto deseado. Todo se reduce, en ca se muestre ó desapareica en una represen-
efecto, a un conflicto entre dos partes, es de- tación real del espectáculo. Éstit es sü fuerza
cir, do.s espacios dramáticos, y toda narra': y su debilidad, puesto que es «meno~. visible
ción no es otra cosa que la'sintagmatización al ojo» que el espacio escénico concreto. Por
(sucesión lineal) de estos dos paradigmas. otra parte, el espacio dramático (simboliza-
Para que esta proyección del espaciQAdramá- do) y el espacio escénico (percibido}".se f11ei~
. tico se realice, no es necesaria ninguna puesta clan constantemente en nuestra percepción,
en escena: la lectura del texto basta para dar al ayudándose mutuamente a constituitse. de
espectador una imagen espacial del universo tal modo que al cabo de un instante. ya no
dramático. Este espacio dramático lo cons- somos capaces de discernir lo .!lúe '!lOS ha
truimos a partir de las acotaciones escéniclÍ!' del sido dado y lo que hemos fabricado por nos-
ti' autor (una especie de esquema de pre-puesta otros mismos. Es en este momento, .e'xacto ..
en escena)* y de las acotaciones espaciotempora- . cuando interviene la ilusión teatral; la cual
les: con los diálogos (decorado sonoro)! Con- es -realmeme- del orden de la ilusión:
secuentemente, cada espectador tiene su pro- nos persuade de que no inventamos nada,
pia imagen subjetiva del espacio dramático y de que estas quimeras que se alzan ante
por ello no es nada sorprendente que también nuestros ojos y nuestra mente son reales (de-
el director de escena sólo escoja una posibili- negación)!
E S PA o ESCÉNICol171
ción «desrealizadas,,). PlANCHON, por ejem- entre ambos estilos (realista y tan tástico) y se
plo, en las Locflras burguesas, mezcla sus des- prestan maravillosamente a la eclosión escéni-
cripciones picantes con islotes oníricos don- ca de los espacios interiores reprimidos.
de la imaginería surrealista (collage, alianza
de objetos heteróclitos, sustancia y ritmo 3· El actor
gestual diferentes) adquieren el mayor relie-
re.• Estos paréntesis oníricos aparecen e1l.S.- En último término, todos estos espacios
,.!!lomento en que el pensamiento verbal _puestos de manifiesto por el escenario atra-
constituido ya no ~nza para dar forma ~. viesan el cuerpo" del actor. Al proyectar la
trabaJo del i~nario, cuando sólo la ima- imagen de su personaje, al hacer visible lo
~ed~~fr~r~"I13'-aprox~ invisible de su conciencia, el actor nunca
y Una «i~ea~~scé!lif:iaeftra6ajo a~_ deja de revelar el trasfondo de su ser. Cono-
'~. Este trabajo del inconsciente (en cemos muy bien los resultados que obtuvie-
esencia, despl.aza.i:illehto y conaensaclón) com- ron GROTOWSKI (1971) y BROOK (1968) de
portª-..l,l..D juego aeT.ñ1genesq;Je se resjsren.a este desnudamiento del actor ante el público
sualquie.us:rbaJizaciÓn (retári.c** Esta téc- para enriquecer la relación teatral y el cono-
nica de la puesta en escena de elementos in- cimiento de uno mismo. Esta exterioriza-
conscientes del sueño o de la fantasmago- ción del espaci« interior, verdadera obsesión
ría es frecuente en un teatro de imágenes, de las actuales investigaciones sobre el actor,
sin un texto demasiado dominante que exija corre paralelamente a las investigaciones so-
una ejemplificación puntillosa. En tales ca- bre el espacio escénico.*
sos, es deliberadamente utilizada por el di- '
rector de escena (dando lugar a un deter- Jaman, 1952; Langer, 1953; Bachelard, 1957;
minado virtuosismo y a un esteticismo* en Derrida, 1967, págs. 253-340; Green, 1969;
detrimento de una aproximación intuitiva y Dorfles, 1974; Benmussa, 1974, 1977; Le Galliot,
no sofisticada). Pero también aparece en las 1977; Pierron, 19.80; Finter, 1990.
demás escenificaciones, puesto que en el tex-
to nada impone apriori una visualización de
un determinado tipo y !anto el director ck ESPACiO LÚDiCO
escena como el escenógrafo pueden fabricar
libremente la Imaginería que quieren. De al-
(O GESTUAL)
guna manera, las representaciones realisras y Fran.: espace ludique (ou gestuel); Ingl.: ludie
naturalistas son las que nos permiten obser- (or gestural) space; Al.: gestischer Rdum.
var con mayor nitidez esta aparición invo-
luntariadel fantasma creador en el director . Este espacio es creado por la evolución
de escena. y ello es así porque precisamente gestual* de los actores. A través de sus accio-
cuando toma la precaución de no ponerse nes, sus relaciones de J1r.Qximidad o aleig-
de manifiesto, de ocultar totalmente su vi- miento, sus libres expanSiones o su confina-
sión personal, mayor es el riesgo de dejar ñiíento-en un área mínima de actuación, los
traslucir y mostrar su inconsciente. Paradó- actores trazan los límites exactos de su rerri-,
jicamente, sólo hay teatro de la fantasmago· torio individu~spacio se or-
~,-..----~
ría allí donde no pensamos que debiera haber- gamza a través de ellos, como alrededor de
lo, allí donde nadie ha pensado en darle un pivote, el cual también cambia de posi-
forma. Por todo ello, las escenificaciones más ción cuando la acsión lo exige.
ricas en este aspecto son aquéllas que dosifican Este tipo de espacio es construido a par-
sutilmente realismo y fantasía/fantasmagoría. tir de la actuación; está en perpetuo movi-
Las obras de' CHEJOV, IBSEN, STRINDBERG, miento, sus límites son expansibles e im-
GORKI, o incluso las de BRECHT (cuando previsibles, mientras que el espacio escénico,
las escenifican LAVAUDANT -Puntifa.-, o aunque parezca inmenso, está limitado de
ÁDRIEN - Un hombre es un hombre) dudan hecho por la estructura escenográfica de la
E s PA ( O TEATRA 175
Ph. AoRJEN en Sueños de Franz Kafta (teatro zación significante: en cuanto un texto es de-
delfantasma). * masiado poético (opaco) pata figurar un refe-
rente, tiene tendencia a cristalizarse y auto-
'El funcionamiento del espacio en la pues- congelarse (por ejemplo, Los burgraves de
ta en escena contemporánea es tratado en HUGO son una de las primeras tentativas para
losardculos correspondientes a estos seis ti- llamar la atención del espectador sobre la ma-
pos, de espacio y en las entradas escenogra- terialidad y la «espacialidad!> de los versos re-
fta,* dispositivo escénico,* máquina teatral,* citados). Una estructura repetitiva de térmi-
itinerario, * tablado, * teatro de calle, * teatro de nos o de párrafos produce el mismo efecto: al
masa, * imagen.* no comprender el texto o la razón de la repe-
tición, el auditor es sensible a una enuncia-
ción de masas de palabras o de frases. (Véase
en G. STEIN, R. FOREMAN o en R. WILSON,
ES:PACIO 'TEXTUAL en A Letter to Queen Victoria o en 1 was sitting
, Fran.: epace textue~ Ingl.: textual space; Al. on my Patio, donde el texto es dicho dos veces
Textraum. por dos actores, sin que la illf'ormación se vea
aumentada, lo cual refuerza la imagen de un
1· El espacio textual no debe ser asimilado a texto proyectado en el espacio.)
las acotaciones espaciotemporalel' contenidas
en el texto dramático: c;Q!!!~ ~. Discurso, texto y escena, ritmo.
ablan del mundo (figuran una determinada m
re I a ;-d-r6Cto dramático también contie- -- Pavis, 1984b; Ryngaert, 1984
ne tales expresiones del espacio (los comple-
mentos de lugar, los embragues, pronombres
personales, por ejemplo) que remiten toda
enunciación a su lugar y tiempo. Así pues, ESPECIFICIDAD TEATRAL
las acotaciones espaciotemporales no tienen
,. :'1 Fran.: spteificité thédtrak; Ingl.: theat7Ícal
nada de específico en el teatro, se sitúan en el
- s~ecificity; Al.: ~sen tÚs Theaters.
plano del contenido, de los enunciados.
Buscar la especific~d teatral es una ope-
2· Aquí, en cambio, hablamos de espacio tex- ración un tanto metafísica desde el momen-
tual sólo en el sentido que se deriva del hecho to en que se pretende aislar una sustancia ca-
de que, en la enunciación del texto, las frases y paz de poseer todas las propiedades de todos
el discurso acaecen en un lugar determinado los teatros. Se utilha esta expresión (y la de
y que esta dimensión visual del discurso es-<> lenguaje teatral, de escritura escénicd" o de tea-
~ pUede se!.-~es~~J.fig~~tro" tralidad)* para desmarcar el teatro de la lite-
Lo;-eñilnciadores están presentes; ~em~ ratura y de las otras artes (arquitectura, pin-
dónde provienen sus discursos y sus intercam- tura, danza, etc.). La semiologíd" también se
bios verbales. El teatro presenta a la vista del plantea la cuestión de saber si existe un sig-
público textos que se responden recíproca- no* teatral y unconjunto de códigol' propios
mente y que sólo son comprensibles en una ac- del teatro, o si los códigos utilizados en el es-
ción quasi física (stichomitias). * En este senti- cenario son tomados de otros sistemas artís-
do, el espacio textual y la arquitectura rítrniá ticos. Se interroga sobre la esencid" del teatro
son siempre escénicamente visibles. en términos de funcionamiento de los siste-
Pero el espacio también se inserta en deter- mas significantes.
minadas formas de textualidad y ello ocurre
a partir del momento en que la atención ya
1· ¿Un signo teatral? .
no se centra en aquello que el discurso in-
tenta figurar (10 que representa dramática- Especificidad teatral implicaría que 10 icó-
mente), sino en su presentación y su formali- nico del escenario (10 visual) y 10 simbólico
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